mayo 18, 2024

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#4 Tiempos

Desdén por los artistas potosinos | Columna de Óscar Esquivel

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Desafinando

 

El malinchismo gubernamental… lo artificial es lo suyo

La humanidad espera siempre mostrar algo que lo haga inmortal, así los hombres esperan del arte el sentir que existe liberación justo cuando se sueltan los lazos fuera de la realidad. Con el arte encuentra felicidad, regocijo interno, de esta forma suelta su imaginación y enriquece sus fantasías que plasma en una pintura o una escultura, no digamos así, la música, el teatro y toda manifestación artística que haga de un hombre o una mujer sentir satisfecha con sus logros en el arte.

Los artistas dejan todo. En ocasiones distraen sus negocios, sus vidas ordinarias, se transportan a situaciones extraordinarias que los hacen ver como gente extraña. El artista pretende crear un orden mundial a través de su manifestación más profunda, encuentra la moral absoluta aun cuando en el mundo real se manifieste lo contrario.

Molière tenía una definición del arte y del artista muy singular, “no me neguéis que se experimenta un placer inefable actuando para personas capaces de sentir emoción del arte; que saben acoger con agrado las bellezas de una obra, que con su lisonjera aprobación, nos recompensan nuestro trabajo”.

Cuando Jean-Baptiste Poquelin, mejor conocido como Molière, dramaturgo, actor, poeta, francés, criticaba la manera que la sociedad veía y escuchaba el arte. Aun cuando era de familia acomodada, fue duramente criticado por casarse con una doncella 20 años menor que él, para entonces escribió la comedia “La escuela de mujeres”, crítica mordaz del comportamiento de la sociedad del siglo XVII, en donde expuso su pensar con ironía y, la farsa social a la que hoy llamamos “humor negro”. La obra, estrenada en 1662, se volvió toda una polémica donde le exigieron al Rey Luis XIV que la prohibiera, cosa que se negó. Gracias a ello, Molière obtuvo un gran éxito y escribió con gran tino:

“No puede haber mayor suplicio para un artista que producir arte para un público de ignorantes y padecer el juicio estúpido de un imbécil”.

En un mundo de artificialidad, del plástico, de la falsa creencia de la adoración por el “oro”, hoy al hombre pareciera que la naturaleza no existe. Se le tiene que presentar forzosamente algo artificial para que se interese. Prefiere el acuario que al mar, lo natural los desnuda, los avergüenza y se sienten desprotegidos. Hombres y mujeres que desdeñan el arte y la cultura por igual cubren sus cuerpos con ropas que en ocasiones ni les va, se peinan sin saber que pronto llegarán las canas y la caída del cabello. Para ello recurrirán a las pelucas artificiales o se tatuarán, digo, se maquillarán, para no absorber la crítica de otros por su naturalidad como una persona.
Para la gente artificial, material y carente de juicio por el arte, se observa mejor a la mujer si en ella brillan sus joyas. Miran ausentes los paisajes, no ven los colores, ni las colinas con su pastizales, mucho menos se sientan a observar un amanecer o atardecer de rojos profundos; Se prefiere la suntuosidad de los templos, mansiones residenciales de última generación, observar al poderoso cómo se enriquece y dilapida el dinero que no es suyo.

Prefiramos el arte desde la perspectiva de quien lo crea, aplaudamos al artista y démosle su lugar.

LA CIUDAD DE LOS MIL AÑOS.

Pueden ustedes imaginar en la mente de Adolfo Hitler construir la ciudad perfecta, la ciudad de los mil años del Tercer Reich. Una ciudad majestuosa con todo orden y urbanidad sería el gran legado del dictador. Pues bien, no se sabe por qué nuestros gobernantes potosinos desean emular a este personaje, a su manera, claro. Hitler pretendía con su conquista que las grandes obras universales fueran parte del acervo de los museos de Berlín, gratis, por supuesto.

Desde hace cuatro sexenios ha ocurrido en San Luis Potosí, iniciando con Silva Nieto, Marcelo De Los Santos, y ahora con Juan Manuel Carreras

, pretenden pasar a la historia importando artistas de otras latitudes. Si bien con merecido reconocimiento internacional, no son potosinos.

Silva Nieto, con su museo de escultura con el nombre y obra de Federico Silva, Marcelo con el Centro de la Cultura y las Artes y el museo del laberinto, Carreras con el museo Leonora Carrington. Los tres con la esperanza de pasar a la eternidad o por lo menos mil años, como grandes conocedores de arte, una cosa que sean coleccionistas y otra que establezcan un vínculo con la cultura y el arte de su estado (de Toranzo ni hablamos).

El museo Federico Silva, obra de millones de pesos se decía que era para el “deleite de los potosinos” y acercarlos a la escultura ¿dónde quedó eso? La obras de remodelación de la antigua penitenciaría del estado convertida en una gran escuela de diferentes disciplinas, es hoy un referente nacional al igual que las escuelas de arte del Instituto Potosino de Bellas Artes.

El Museo Leonora Carrington, con obras verdaderamente majestuosas, aportación que hizo el hijo de la artista, pero ¿quién era Leonora para San Luis? Amiga de Sir Edward James, constructor y mecenas e impulsor de Carrington, propietario de las surrealistas pozas de Xilitla donde Leonora varias de sus obras y lienzos en yeso.

De artistas reconocidos y grandes exposiciones se dan en los museos mencionados, pero ¿qué se ha hecho para los artistas locales? Nada. Nada es nada: promociones minúsculas porque nunca alcanza el dinero, apoyos mínimos, el desdén de los gobernantes por los artistas potosinos es evidente, del actual ni se diga, como parece Europeo.
Se ha propuesto en reiteradas ocasiones y por años la creación de la Pinacoteca de pintores potosinos, pero al ser como curiosidades a los artistas, gente rara, los pintores, escultores, grabadores, reconocidos nacional e internacionalmente, solo les queda mirar como pájaros en el nido sin comer.

El menosprecio por los artistas potosinos del gobierno actual, como ya es costumbre, en poquísimos eventos se les ve. Aun con boletos regalados y de primera fila en algún concierto de músicos potosinos. A menos que sea la banda de guerra del batallón de infantería del ejército asisten o si es que vienen artistas de otros lados, extranjeros de preferencia. A una exposición de escultura de potosinos, ni soñando va el doctor. Él se da tiempo para inaugurar la “Copa Gobernadores” de futbol, o eventos muy sociales. Solo para el arte lo piensa dos veces. Primero pide la asesoría de su doctor de cabecera y el secretario particular, porque de lo contrario manda al último de los niveles de gobierno, para que posteriormente le cuenten lo sucedido.

Toda una escuela de artistas están esperando un lugar donde sus obras sean exhibidas, almacenadas y resguardadas debidamente para patrimonio de todos. No puede la ignorancia, ni la falta de visión futura por escasa o nula cultura de los gobernantes en turno, ser motivo de desdén oficial hacia los artistas locales. Ellos a fin de cuentas son formadores de paz y armonía, un pueblo sin cultura es un pueblo violento y sin esperanza, hueco del alma sin incentivos por la vida.

Nos saludamos pronto

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#4 Tiempos

Morena y Verde se subieron a las sillas voladoras | Apuntes de Jorge Saldaña

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APUNTES

 

Culto Público, a una docena de días para que termine la campaña, ¿a quién conviene en San Luis montar un escándalo riesgoso y forzar fricciones entre Morena y Verde?

¿Por qué si los partidos comparten hasta candidatos, no pudieron ni compartir una plaza pública?

El escenario fue la colonia Polvorín (mire que coincidencia) donde se armó el IDEM.

De acuerdo a los videos que hoy circulan más rápido que gacelas perseguidas, en la plaza Primero de Mayo, allá en Soledad, simpatizantes de Morena (que no mostraron mucha “simpatía” ) literalmente lanzaron una invitación a sus similares del Verde a sentarse de cabeza.

Se subieron a las sillitas voladoras. Se lanzaron sillas con chipote y descalabro.

Es cierto, no es la primera vez en la campaña que hay fricciones y se debe reconocer que, desde que se anunció la coalición y el siglado de las candidaturas, algunos miembros de Morena (sus dirigentes más que sus seguidores) quedaron sentidos e incómodos y así se fue a una campaña en la que, dependiendo la postulación, van juntos, van revueltos o van separados.

Para entender mejor, si comparamos la alianza de los guindas y los verdes con una pareja de novios: en lo federal se casaron, en lo local solo se fueron a vivir juntos un rato, en la capital son “casi algo”, en Soledad están divorciados y en el Senado ni se conocen.

Administrar semejante escenario y malabarear esa incertidumbre queda claro que no es asunto sencillo.

Sin embargo, a pesar de las pasiones naturales y hasta de la inconsciente y a veces desbordada identificación temporal que nos gusta tener a los seres humanos de vez en cuando por una causa (sobre todo en finales de liguilla y en épocas de elecciones) las campañas de la coalición “Sigamos Haciendo Historia” han transitado sin mayores exabruptos y hasta con muy buena fortuna, pues a una docena de días, juntos o revueltos, tienen en buena parte del estado la preferencia del electorado de acuerdo a las encuestas, y el Plan C está en marcha con Ruth González por mayoría y Morena por la primera minoría.

Por eso, lo provocado ayer en el Polvorín por parte del Famyto, conocido a veces como Juan Carlos Velazquez, y la exagerada reacción de la dirigencia de Morena ayer por la noche para solicitar una ridícula “Declinación a la Coalición” con el Partido Verde, es un absoluto absurdo, un sinsentido y un claro mensaje de desesperación.

¿Escribí que las sillas voladoras de ayer fueron provocadas? Sí, así lo escribí porque así lo creo. De la misma forma que sostengo que es irrisorio que a estas alturas se solicite “declinar” la participación conjunta.

Esa figura ni siquiera existe y no hace falta ser experto en la materia para saber que en la práctica ya no se puede hacer nada y que los votos de Morena para los diputados locales y federales, sean verdes, guindas o rojos PT, contarán igual para que se alcance la curul.

¿Exactamente, qué piensan cambiar con una supuesta “Declinación a la coalición”?

Las boletas donde Claudia aparece como candidata también del Verde ya están impresas, y para los intereses de la campaña presidencial, cuentan igual los votos que vengan de uno u otro color.

¿Van a decir que solo voten por Morena? Eso no es novedad y ya lo hacen.

¿No van a tener eventos con los candidatos Verdes? Caray, pues si nunca los tuvieron.

¿Dejarán de ser aliados solamente por un berrinche de un candidato que se sabe perdido como Juan Carlos Velazquez?

¿De verdad merecen los militantes de Morena que su partido tome una decisión tan inmadura?

¿No hay nadie que les diga que es veneno puro para sus campañas, mandar un mensaje de enfrentamiento estando a 12 días de la elección?

¿Creen de verdad que un boletín y una rueda de prensa programada para hoy viernes se va a traducir mágicamente en una marea de votos morenistas que no supieron ganar en los días de campaña?

Hacerse la víctima (además contra su aliado… hágame favor) lo único que logra es mandar un mensaje de sentirse derrotados en las posiciones en las que están jugando solos, sin el Verde, como es el caso de Soledad y como es el caso del Senado.

¿Se van a entrampar en una chiquillada al estilo “el fue el que empezó”? (El que se sienta libre de culpa, que lance la primera silla).

Para este momento, seguro que ya está en análisis la conveniencia de que Claudia Sheinbaum venga a su cierre programado para el 21 o 22 de mayo en la capital potosina.

¿Cómo invitar al candidato de Morena por Soledad y al candidato del Verde al mismo recinto donde estará la candidata presidencial de ambos si no existe la madurez política suficiente?

Divide y vencerás. Regresemos a la pregunta inicial.

¿A quién sirve el escandalito sino a la oposición? ¿Quién está haciendo el trabajo sucio desde dentro de Morena? La respuesta está re’ fácil, pero se la dejo de tarea.

Excelente viernes hijos del clima tan cálido como mi cariño.

Me retiro a una sombra donde pediré una silla, espero me la den en la mano y no en la cabeza.

Hasta la próxima.

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#4 Tiempos

Sextete a la MX | Columna de Arturo Mena “Nefrox”

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TESTEANDO

 

Doménec Torrent es el nuevo técnico del San Luis, un hombre con un largo camino recorrido, casi siempre hombro con hombro de Pep Guardiola.

Estudioso del deporte, es mencionado un sin fin de veces por Martí Perernau en su libro Herr Pep donde se cuenta el desembarco de Guardiola junto con su cuerpo técnico en Múnich, Martí descubre una serie de debates entre Torrent y Guardiola, el primero mostrándole las virtudes del equipo y el segundo demostrando que esas mismas virtudes serían fácilmente descifradas en el terreno de juego, en pocas palabras Pep hablaba con Doménec, para descubrir las virtudes ocultas de sus equipos.

Recordemos que Guardiola siempre ha sido un personaje intenso, desde que jugaba se mostraba así, no en vano tiene el récord de más expulsiones en el Barcelona, un tipo al que le gusta discutir, y su contraparte muchas veces fue Torrent tanto en Barcelona como en Bayern como en el City.

Pero, futbolísticamente, ¿quién es Doménec Torrent? Lo primero es destacar que no brilló mucho como jugador, mediocampista siempre en divisiones inferiores, se retira del futbol en 1989, para después comenzar su carrera como entrenador. Así se sentó en el banquillo de equipos regionales, hasta que en 2008 recibe la invitación para formar parte del cuerpo técnico de Barcelona. Ahí comenzó la gran aventura, el sueño perfecto de conquistarlo todo bajo la sombra de una gran institución, un monstruo de técnico y una generación increíble de futbolistas. Al lado de Pep, ganó todo con Barca, mucho con Bayern y comenzó la historia de triunfo con el Manchester City.

Fue en 2018 cuando se despide del club inglés, la gente de City Football Group confían en Doménec y le dan la oportunidad de dirigir como principal, al New York City, equipo que necesitaba posicionar en la MLS.

Patrick Vieira dejaba el puesto de entrenador, después de no rendir lo suficiente, ahí Torrent entró a levantar a un New York que estaba muy por debajo de lo planeado por la directiva. Con el español NYC logró terminar tercero de conferencia en 2018 y calificarse primero en 2019 para Concacaf Champions Cup.

En 2020 Torrent decide emprender una aventura complicada por Brasil. Sentarse en el banquillo del Flamengo, nunca será cosa fácil. De julio de 2020, hasta noviembre de 2021, llevó al equipo a la tercera posición, pero sus resultados contra rivales directos, lo alejaron del objetivo y de la dirección del Fla.

Pasó poco tiempo sin trabajo, en enero de 2022 el Galatasaray de Turquía lo pone al frente, media temporada fue suficiente para no lograr los objetivos, el club terminaría 13 en la posición y Torrent despedido cuando cambiaron de presidente. Un fracaso su gestión por Turquía.

Hoy Doménec Torrent llega a la Liga Mx, una competencia que parece, está apunto de transformarse una vez más, un técnico con personalidad que ha sabido inyectarle a sus equipos lo necesario para competir, sin embargo, poco o nada a ganado como técnico principal.

Mucho se habla sobre el desconocimiento del medio mexicano y tal vez sí, el futbolista local tiene ciertas mañas, formas, ideas, pero futbol es futbol en cualquier sitio, Torrent tiene un gran reto, un San Luis que necesita regresar a ser protagonista y un proyecto que busca consolidarse en primera. Por su parte la liga habla mucho de regresar el descenso y ascenso, así como la posibilidad de regresar la Copa Mx (ojalá), cambios que pueden ser complejos para un plantel corto como el potosino.

En fin, primero lo primero, y eso es Leagues Cup, ese torneo que servirá de muestra para ver al nuevo cuerpo técnico de San Luis, y cuidado que habrá que armar un equipo diferente al que tenemos hoy en cancha. Que el cambio sea para bien y que este grupo de extranjeros, venga a aportar al futbol mexicano, aunque sea un poquito de lo que demostró, en las grandes ligas.

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#4 Tiempos

El innecesario wikipediazo de cinco horas llamado “El Show” | Columna de Guille Carregha

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CRITICACIONES

 

Hace tiempo, en uno de los tantos grupos de shitpost que frecuento en Facebook (¿hay algo más que hacer en esa plataforma?), preguntaron en dónde estábamos el día que mataron a Paco Stanley. Honestamente, a pesar de contar ya con 10 años en aquel 7 de junio de 1999, no tengo ni idea de siquiera haber registrado que mataron a Paco Stanley. De hecho, creo que, hasta esa fecha, lo más probable es que no supiera quién era ese tal Paco. A lo mucho, me enteré del suceso al día siguiente en clase cuando algunos de mis compañeros decidieron empezar a hablar del tema, sin llegar a nada más que un “no manches, qué impactante” a manera de conclusión. Cosa completamente esperable, porque tampoco les vamos a andar pidiendo tanto poder cognitivo a niños de esa edad.

Lo único que recuerdo de aquella época fue que, poco más de un mes después del asesinato, a una tía de CDMX le pareció súper adecuado llevarme a mí y a mi familia a comer al restaurante donde lo mataron. Ni siquiera me acuerdo si disfruté la comida, porque me la pasé viendo a mi alrededor espantado todo el tiempo al pensar que ese era un lugar donde llegaban a matarte de la nada en Ciudad de México. Pero, bueno, en 1999, ¿qué lugar del DF no podía ser un lugar donde llegaran a matarte de la nada?

Ahora, en 2024, después de recibir un correo de mi proveedor de internet anunciándome que parte de su servicio es regalarme un acceso a VIX, dije “¿por qué no?” y le di una oportunidad al magno documental de CINCO horas sobre el asesinato del señor al que solo conocía por su estelar como “cadáver baleado en el asiento de una camioneta” y “el señor al lado del otro señor al que se le cae una bolsa de cocaína cuando baila”. Total, mi conocimiento tanto de sus programas o su muerte se limitaban a “pues, pasaron, wey”, así que pensé sería interesante enterarme de qué demonios podía haber pasado en aquella época.

En defensa del bodrio que tuve que aventarme por pura decisión propia, como producto audiovisual se ve bastante decente. Tampoco es como si fuera lo más complicado del mundo hacer que un montón de entrevistas en un foro de televisión se vean culeras pero, por lo menos, parece que tenían una idea clara de cómo querían que se vieran todos los entrevistados y las vibras que querían transmitir. No se fueron por el clásico “iluminación y encuadre de documental de Netflix hecho al aventón”, pero a lo más que llegaron fue a un “que parezca que los está interrogando un policía de Hollywood en un cuarto oscuro”. Y, pues, está OK. Las imágenes de archivo están muy variadas, siempre en la mejor calidad posible, y rara vez repiten cosas. O sea, para verse, no está mal.

El problema recae en que el documental está más hueco que el currículum que implementó la facultad de ciencias de la comunicación hace 3 años. Bueno. Tal vez menos hueco. Pero ahí se dan un tiro.

De entrada, muy a pesar de que el subtítulo sea “Crónica de un Asesinato” en plan mamalón (porque El Show, como título es tan vacío que nadie te entiende que viste esta cosa si dices “Acabo de ver El Show”), no explica nada. Pero nada. Es más, ni siquiera es una crónica del asesinato, la cual era la razón por la que decidí ver esta miniserie toda tocha. Es más una crónica de “lo mucho que sufrió TV Azteca al pelearse con el gobierno de la ciudad a raíz de este asunto, y de cómo TV Azteca se encargó de que Cárdenas no ganara la presidencia. *Suena El Gallinazo para que se sienta relevante todo*.

Teniendo en sus manos todo el acervo de notas periodísticas, programas, crestomatías, parodias y hasta videos musicales de Pedrito Fernández because reasons, además de acceso a TODOS los involucrados en el asesinato que aún siguen con vida, el documental se puede resumir en:

“Pues, un día mataron a Paco, le gente lloró, culparon a estos weyes, los metieron a la cárcel, y al final salieron. FIN”

Peor aún, la serie está construida precisamente para que la vea gente que ya sabe qué pasó. Asumen que conoces ya toda la información presentada, por lo que “se ahorran tiempo” evitando presentar detalles que son parte de la cultura popular. Por ejemplo, de la nada, sin antes haberla presentado ni mucho menos mencionado, alguien dice “Y ese fue el día que apresaron a Paola Durante” – corte a Paola Durante hablando de lo mucho que sufrió cuando la arraigaron.

Una vez más, como alguien que no está al tanto del evento, mi pregunta inmediata fue “¿quién chingados es Paola Durante?” a lo que el documental procede a contestarme, MEDIA HORA DESPUÉS, que era una edecán del programa. ¿Y por qué la ligaron al proceso? “Ah, es que un sujeto dijo que el asesinato se planeó con una güera y, pues, ella era la única güera de México en ese momento, así que…”. Digo, no es como si acabáramos de tener EPISODIO Y MEDIO hablando de porque se creía que había sido planeado por Mario Bezares, o qué momentos del programa en vivo sustentaban esa teoría. Tampoco es como si, después, nos tomáramos la molestia de describir A DETALLE la vida y obra del sujeto apodado El Cholo a quien acusaron de ser quien disparó el arma que mató a Paco.

No, ya, innecesario. “Alguien dijo ‘güera’, ella es güera, y ya, con eso. ¿Para qué perder el tiempo?”

Pero, eso sí, entrevistan a Chumel Torres y a Sofía Niño de Rivera para que cada uno diga UN ENUNCIADO TODO ESTÚPIDO y no vuelvan a salir en cámara otra vez. O sea, es más importante tener la validación de dos deleznables del mundo de la comedia que explicar, no sé, EL TEMA QUE ESCOGISTE PARA HACER TU DOCUMENTAL.

Este documental está tan plano y desenfocado en sí mismo que la parte más interesante es cuando, durante una de las entrevistas a Mario Bezares, él pide permiso para ir al baño y, en tiempo real, mientras su silla está vacía, se toman la molestia de editar a un montón de personas hablando mal de Mario, de cómo es sospechoso, de cómo no confían en su inocencia; vaya, de todos sus errores como humano, actor y persona del entretenimiento. Pero ahí se queda eso. No sacan el tema con Mario, no expanden la situación, ni lo ligan con nada más. Solo es un chusco momento de “en la farándula todos hablan de ti a tus espaldas” que no lleva a nada más.

Y, todo esto, ¿para qué?

¯\_(ツ)_/¯

No hablan de ninguna de las teorías populares o de las vertientes de las que me tuve que enterar después de ver esto. A duras penas se menciona el asunto de que, quizás, tal vez, se dice, por ahí se expresa, que Paco le vendía coca a medio Televisa y qué el asesinato pudo haber sido eso. Se menciona, como por encimita, que Paco recibía dinero de narcotraficantes para lavar dinero en producciones audiovisuales, pero POR SUPUESTO que eso no tuvo nada que ver con el asesinato. Nada de infidelidades, nada de problemas con televisoras, ni políticos.

Nada.

Es como si hubiera sido un documental financiado por Mario Bezares para limpiar su nombre de la manera más aburrida posible. Y ni eso logra correctamente, porque todo está editado para que dudes siempre de su veracidad. O sea, ni eso.

A lo mucho, la idea general desemboca en un “por supuesto que lo mando matar Mario Bezares, porque eso pasó en un episodio de los Simpson, y ahí, el patiño manda matar a su jefe, Y LOS SIMPSON NUNCA SE EQUIVOCAN.”

La barra no estaba alta, pero tampoco era como para que la bajaran tanto.

Y, después de cinco horas, así termina el documental. Sin conclusión. Relatando los hechos, cual si lectura de IA de una página de Wikipedia se tratara. No llegamos a nada ni aprendemos nada. Cosa completamente esperable, porque tampoco les vamos a andar pidiendo tanto poder cognitivo a los realizadores de este “show”.

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