marzo 18, 2024

Conecta con nosotros

Deportes

Lágrimas de Conejo | Columna de El Mojado

Publicado hace

el

Rudeza necesaria 

 

Este texto, publicado originalmente el 2 de agosto de 2019, resultó ganador del primer lugar en el Premio Estatal de Periodismo 2020, en la categoría Crónica deportiva. La Orquesta fue, por segundo año consecutivo, el medio más laureado en el estado, con seis premios. ¡Felicidades a Roberto Rocha y todos nuestros compañeros ganadores!

 

¿Cuántas personas habrán llorado, al mismo tiempo que el Conejo Pérez, el sábado pasado? El número no lo sé, pero puedo decir que yo sí.

Ver al Conejo enfundado otra vez con el uniforme de Cruz Azul, once años después y que tuviera nuevamente el gafete de capitán, fue una escena que anhelé tantas veces, tanto que fue increíble ver que se realizara. Lo que no estaba en mi plan es que cuando ocurriera, no se pudiera repetir jamás.

El Conejo es uno de mis ídolos desde muy pequeño, a los ocho años de edad, cuando fui por primera vez a un estadio de futbol. Era momento de primeras veces para el portero también, pues aunque su carrera en primera división había comenzado algunos años antes, el torneo Invierno 1997 era su primer campeonato como titular.

No era poca cosa que el Conejo tuviera la titularidad en ese Cruz Azul, porque en la banca de La Máquina había otros dos enormes guardametas: el experimentado Nicolás Navarro y “el inmortal” Jorge Campos.

La fecha de mi primer partido en un estadio fue muy importante en la historia de Cruz Azul: el 7 de diciembre de 1997. Ese día, en León, me tocó estar en la misma cabecera en la que el Conejo hizo los calentamientos previos al partido, lo que provocó que su agilidad llamara mi atención todo el tiempo. 

Óscar Pérez tenía apenas 24 años, lo que provocó que, en un arranque de ira durante el calentamiento levantara el dedo medio a la afición leonesa que le gritaba de todo. Ahora suena increíble que no haya pruebas de eso, pero entonces, hace 22 años, no había cámaras en todos lados como actualmente.

Ese 7 de diciembre de 1997 el Conejo fue clave, como todo el torneo, para que Cruz Azul terminara levantando el título de campeón que desde entonces no se ha vuelto a presentar.

Mi idolatría fue creciendo, aunque no volví a verlo en un estadio hasta febrero de 2003, pero en ese lapso Óscar Pérez ya había viajado a una Copa del Mundo como arquero suplente y a otra como titular, además de que había formado parte del histórico Cruz Azul de la Copa Libertadores de 2001.

El Conejo creció con buenas actuaciones y se mantuvo en Cruz Azul  tanto en buenos y malos momentos. Soportó incluso una ocasión en la que fue despedido, injustamente, por la directiva que echó a todo el equipo por los malos resultados y luego volvió a negociar sus contratos.

Pero en 2008, Óscar El Conejo Pérez dejó Cruz Azul para no volver jamás. Algunas fallas en el arco hicieron que dejara la titularidad ante Yosgart Gutiérrez y después fuera prestado a otros clubes por muchísimos años más: Tigres, Chiapas, Necaxa, San Luis y Pachuca.

Ya no era más el arquero de Cruz Azul, pero era ya un guardameta experimentado y respetado en todas las canchas del futbol mexicano. En 2008, a su salida de La Máquina, con 35 años de edad, muchos creerían que su carrera estaba por terminar y nadie adivinaría que duraría once años más.

En Sudáfrica 2010 fue convocado a la Copa del Mundo por Javier Aguirre, en un gesto que muchos consideraron como un homenaje a su brillante trayectoria, pero que terminó dándole al Conejo su segundo mundial en la cancha.

Ser titular le ganó a Óscar Pérez algunos odios momentáneos, pues no era el mejor portero mexicano del momento. Ese mundial, Guillermo Ochoa, tuvo que ver desde la banca los cuatro partidos en esa Copa del Mundo.

En 2011, el Conejo llegó a San Luis. Con 38 años de edad, parecía que podría ser el último club de su carrera. Nunca aproveché la oportunidad de irlo a buscar y en mayo de 2013, cuando la franquicia potosina fue vendida a Tuxtla Gutiérrez, el Conejo también se fue, pero a Pachuca.

Entonces publiqué en mis redes un lamento por mi desidia que evitó siquiera que tuviera una fotografía con Óscar Pérez, mi ídolo. Unos días después, por obra de la casualidad, en medio de un evento laboral me encontré al Conejo afuera del bar de un hotel. Se preparaba para ver la final de ida de la final del Clausura 2013 entre América y Cruz Azul, aquella fatídica en la que perdimos el noveno campeonato en los últimos minutos.

Otra vez, el cambio a Pachuca parecería que le entregaría sólo un retiro tranquilo al Conejo, pero aún así, con más de 40 años de edad, Óscar Pérez siguió siendo factor en la cancha hasta los últimos momentos de su carrera.

En 2016, ya con 43 años, el Conejo tuvo una actuación soberbia en la final del torneo que le dio a él el segundo campeonato de su carrera, contra Rayados. Las atajadas que tuvo durante todo el partido fueron clave para el título de los Tuzos.

Un año después, en febrero de 2017, vi por última vez al Conejo en un estadio de futbol. En aquella ocasión, Atlético de San Luis venció con gol de último minuto a los Tuzos, con una falla en el arco del Conejo. Como fue tradición cuando jugó para San Luis y enfrentaba a Cruz Azul, la parcialidad de sus rivales se le rendía en aplausos.

Par de meses después, anotó un gol doloroso para la parcialidad cruzazulina, pues dejó fuera a La Máquina de la liguilla, con una anotación de cabeza, la tercera de su carrera, pese a ser un portero. Antes había anotado con selecciones menores contra Corea del Sur y contra Tecos, jugando con Cruz Azul.

Parecía que el Conejo solo necesitaba volver a Cruz Azul, para su retiro y lo logró el sábado pasado. Por desgracia, no lo hizo como jugador, sino solo como un homenaje otorgado por el equipo de sus amores.

Por eso, ver al Conejo enfundado otra vez con el uniforme de Cruz Azul, once años después y que tuviera nuevamente el gafete de capitán, fue una escena que anhelé tantas veces, que fue increíble ver que se realizara. Lo que no estaba en mi plan es que cuando ocurriera, no se pudiera repetir jamás.

¿Cuántas personas habrán llorado, al mismo tiempo que el Conejo Pérez, el sábado pasado? El número no lo sé, pero puedo decir que yo sí.

También lee: El camino a Wrestlemania comienza mal | Columna de El Mojado

Continuar leyendo

Deportes

Más de 700 elementos resguardarán el partido entre el Atlético de San Luis y Pachuca

Publicado hace

el

El operativo comenzará a las 4 de la tarde, con el objetivo de garantizar el orden y la paz pública en el interior y el exterior del Estadio Alfonso Lastras

Por: Redacción

La Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana del Estado (SSPCE) informó que el próximo domingo 17 de marzo se llevará a cabo el operativo Estadio Seguro en el Alfonso Lastras Ramírez para la celebración del partido correspondiente de la jornada 12 del torneo Clausura 2024 de la Liga MX entre el Atlético de San Luis y el Club Pachuca, el cual se celebrará el próximo domingo 17 de marzo a las 7 de la noche.

La SSPCE implementará un operativo con más de 700 efectivos de seguridad en el Estadio Alfonso Lastras Ramírez, con el objetivo de garantizar el orden y la paz pública en el interior y el exterior del coloso de Valle Dorado.

En el caso de que se detecten a personas que formen parte de la barra Ultra Tuzo serán retirados de las afueras del estadio, esto derivado a los protocolos de seguridad impuestos por parte de la Liga MX.

El operativo de seguridad comenzará a las 4 de la tarde y contará con la presencia de elementos de la Guardia Civil Estatal, Policía de Investigación, Protección Civil Estatal, Coepris, Guardia Municipal, Policía Vial, Protección Civil Municipal, Comercio Municipal, Seguridad Privada y paramédicos rescatistas.

También lee: Se acaba el torneo | Columna de Arturo Mena “Nefrox”

Continuar leyendo

#4 Tiempos

Se acaba el torneo | Columna de Arturo Mena “Nefrox”

Publicado hace

el

TESTEANDO

 

Sí, aún quedan 7 fechas y matemáticamente existen posibilidades para que San Luis se pueda meter al play in, sin embargo, poco se ve con esperanza de obtener puntos.

De los 7 partidos que restan, dos son los que tal vez puedan dar algo para la cosecha.

Juárez y Atlas, son los dos que parecen (de cierto modo) posibles, el último lugar de la tabla solo ha podido obtener 3 empates, no conoce la victoria y juega para sobrevivir, los de la frontera están verdaderamente perdidos desde hace tiempo. Del otro lado, los rojinegros viven un presente muy parecido al cuadro potosino, un equipo con altibajos que por momentos no juega mal, pero cuyos resultados lo tienen sumido en una realidad mediocre.

Fuera de esos dos, el calendario es poco más que complicado para San Luis. El suplicio comienza el domingo, recibir a Pachuca que piensa en grande, es complejo, los de Hidalgo vienen de perder de locales en la liga, pero también de golear a media semana en Concacaf, un cuadro bien dirigido con nombres importantes como Rondón que ya es figura no solo de su equipo,

sino de la misma liga. El partido del domingo parece una derrota cantada para los de casa, Pachuca está obligado a ganar.

Después de ese rival, la cosa no mejora, pues la siguiente semana se tendrá que visitar al campeón, un América que posiblemente enfrente a San Luis con bancas, pero que aún así, le pondrá las cosas difíciles. Parece que tendremos 0 de los próximos 6 puntos.

Esto es futbol, todo puede pasar, pero hay que ser congruentes y entender que poco se puede rescatar de este torneo, el campeonato prácticamente ya acabó para San Luis, cualquier cosa que pueda pasar, es ganancia ante este triste panorama.

También lee: Espejismo | Columna de Arturo Mena “Nefrox”

Continuar leyendo

Deportes

René Ortíz: el maratonista rioverdense que sueña con París 2024

Publicado hace

el

En 2021, se posicionó como el mejor maratonista mexicano, sin embargo, una lesión en el tendón de Aquiles lo alejó del atletismo por más de un año

Por: Daniel Rocha

René Eduardo Ortiz Morales es un maratonista, originario de Rioverde, San Luis Potosí, quien actualmente busca representar al país en los Juegos Olimpicos de París 2024; sin embargo, primero deberá romper su propia marca para lograrlo.

Ortiz Morales empezó a entrenar en el atletismo a sus 18 años cuando estudiaba Ingeniería en Sistemas en el Instituto Superior de aquel municipio, como una actividad extracurricular a su formación universitaria.

La pasión más grande del maratonista rioverdense era el ciclismo de montaña, aunque tuvo que desistir de este deporte debido a que era muy costoso y complicado de practicar.

Ortíz Morales, pese a su poca experiencia en el atletismo y lo atrevido que podría ser dedicarse de lleno al maratón, tomó la iniciativa de darse un año sabático:

“Una vez que termino mi carrera decidí tomarme un año, para darle la seriedad que se merecía y en ese año fue cuando vi cómo entrenaban los atletas de élite, y poco a poco fue cuando empecé a mejorar mis marcas”.

El fondista debutó en la prueba de maratón en el 2017 en Monterrey, Nuevo León, dónde hizo un tiempo de dos horas y veinte minutos. Dos años después participó en el Maratón de Berlín, haciendo un tiempo menor al de dos horas y quince minutos. Gracias a este resultado se pudo ubicar en la séptima posición del ranking a nivel nacional.

René Ortíz se catalogó como un deportista disciplinado y trabajador: “Yo no creo que yo sea un atleta talentoso, porque de serlo en un menor tiempo hubiera llegado conseguir estas marcas, pero me tardé más años”.

El maratonista rioverdense indicó que comenzó a practicar este deporte bastante tarde, pero su disciplina lo ha llevado muy lejos.

En el 2020 consiguió su mejor marca, en el Maratón de Valencia con un tiempo de dos horas, doce minutos y 16 segundos, con lo que se posicionó como el mejor record de un maratonista potosino y en el siguiente año se ubicó como el primer lugar a nivel nacional

; sin embargo, ese mismo año sufrió una tendinosis en el tendón de aquiles, provocando que estuviera más de un año sin poder correr.

El deportista potosino catalogó a esta lesión, en el mejor momento de su carrera, como algo sumamente frustrante: “No he estado todavía en mi mejor versión, me ha ido muy bien en entrenamientos, en algunas carreras, pero me ha faltado un poco, y si le hecho mucho la culpa a la lesión, me paró en mi mejor momento y si no me hubiera lesionado de otra cosa estuviéramos hablando”.

Ortíz Morales aseguró que su más grande sueño es poder participar en unos Juegos Olímpicos, aunque para poder calificar se tiene que hacer la marca de dos horas ocho minutos y 10 segundos, mientras que el récord mexicano es de dos horas ocho minutos y 30 segundos.

Otra de las maneras de poder calificar es por el ranking que otorga la Federación Internacional del Atletismo, aunque solo se otorgan por los primeros 80 a nivel mundial o siendo invitado por el Comité Olímpico de México que esté por debajo de la marca de las dos horas once minutos y treinta segundos. Actualmente solo hay un corredor que haya superado dicho tiempo. El último tiempo que ha hecho y que más se ha acercado  para superar es el de dos horas catorce minutos y cincuenta y tres segundos. 

Finalmente, el deportista potosino mencionó que sería un sueño para él poder representar a México y a San Luis Potosí en unos Juegos Olímpicos y en caso de no conseguirlo en París 2024, buscará conseguir esta representación en Los Ángeles 2028.

También lee: Cáritas realizará carrera atlética con causa

Continuar leyendo

Opinión