marzo 28, 2024

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Los gritos de tu coach | Columna de Alma Barajas

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los gritos de tu coach

Capitana #13

 

Gritaba, parecía desquiciado. Decían algunos tras la banca, criticando, hablando por hablar, los que formábamos parte del equipo alcanzamos a escuchar pero nos reservamos los comentarios. Cuando llegó Mariana al equipo le dijimos que no lo conocía enojado, y ella no quiso creernos hasta aquel día en León donde lo vio aventar la tabla de apuntes víctima de la desesperación ante la derrota que estaba sufriendo el equipo que él dirigía. 

Quienes ya tenían tiempo desarrollándose deportivamente en conjunto se dieron cuenta que esto es algo habitual en eso precisamente: el deporte en equipo. No es nuevo escuchar los gritos, los regaños, estresarte debido al acto, pero al final aceptar que las cosas son así es vital para convertirte en un deportista consciente y comprometido.  

Si estás dentro, respetas al entrenador, no lo contradices. Podrá estar mal muchas veces, podrá sacarte de quicio, pero al final estás dentro, y te toca respetar. Cuidado aquí, no se trata de “aguantar” se trata de “respetar”, y no solo de la forma educada, principalmente aceptando la forma jerárquica establecida. 

¿Creen que en el deporte profesional al atleta lo tratan con florecitas y palabras susurradas al oído con tranquilidad y comprensión cuando meten la pata? Jamás. Aquel que no tolere y se sienta con derecho a replicar al líder, no está haciendo bien las cosas, y si no respeta un grito o un regaño dentro del campo amateur, con la pena pero, ¿cómo podría aguantar los gritos en el campo profesional? 

Hay que saber marcar diferencia entre faltas de respeto y regaños enérgicos, no se vale confundir. Una vez le dije a un compañero “si no puedes aceptar un regaño, no sé qué haces aquí” y él respondió “pero es que lo hice bien, él fue quien se equivocó” entonces mencioné; lo sé, todo el equipo lo sabe, pero créeme que no ganas nada levantando la voz frente a todos tus compañeros buscando exhibir a tu entrenador. 

He aprendido de mucha gente, Shere, yo lo sé Sherecita, cómo se nos equivoca a veces el coach, y ahí estás tú, escuchando solamente, respetando y poniendo el ejemplo. Vero, con su siempre “sí Coach”, exhibiendo esa madurez a su equipo y a su líder. Mariana, sí, Mariana, tú, que de remilgosa no te vas a morir pero a veces le dudo, y aun así, sabes reconsiderar, callar y ejecutar como la gran deportista que está acostumbrada a ser guiada por alguien más sabio, y eso se aplaude. 

En un equipo donde el coach grita como si en eso se le fuera la vida, con la única intención de apoyar a sus pupilas, porque él cree en ellas, están actualmente las que saben escucharlo, respetarlo y aprender de él, por eso gracias, compañeras. Se nos podrán salir las replicas (lo digo por mí) pero sabremos al final aceptar y aplicar (lo digo por todas y cada una de mis compañeras), porque eso es el principio de un gran equipo, escuchar y ejecutar.

“Hay talento, mucho talento, solo vayan a entrenar”, “vean lo que hicieron solo porque se dignaron ir a entrenar dos pinches días, vean lo que lograron”, “esto no solo es de talento, es de compromiso, chavas” , “llegamos juntas, nos vamos juntas”, “hoy somos unas perras, y nada nos detiene. Con la cabeza en alto”, “chavas, créansela, somos las mejores”, “y cuando estén adentro, denlo todo, háganlo por lo que ustedes quieran, dedíquenlo a quien deseen, lo que yo haría, es ver a mi compañera de al lado y entregar todo mi esfuerzo por ella, porque ella está confiando en mi, háganlo por quien tienen a lado, volteen a verla, y dénlo todo”, “GRACIAS POR TODO, VAQUERAS, HOY SOMOS CAMPEONAS” Palabras de nuestro Coach Pato, el que me hizo sentir por primera vez en mi vida lo que era ganar un campeonato no solo con talento, también con corazón.

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futbol

Capitana #13

 

Últimamente me he preguntado por qué el soccer presenta tantos reproches por parte de gran diversidad de deportistas, y es que incursionando en el Football Flag me doy cuenta que el rango de odio y repudio hacía el deporte del balón redondo es más grande de lo que creí. Para ser sincera, nunca pasó por mi mente el hecho de que algún deporte sintiera “aversión” por mi amado futbol soccer.

Y entonces sucedió, conocí el tochito y por consecuencia entendí por fin el famoso deporte de las películas emotivas gringas, entendí el futbol americano, bueno eso de “entendí” es un eufemismo, realmente me falta mucho más para estar completamente atenta del mundo del futbol americano, lo confieso. Descubrí ya entrada en esos terrenos de las yardas y los goles de campo, que el soccer era la peste para los fortachones del americano potosino, y para los no fortachones también, ¿por qué? Esa misma duda entró desde hace mucho tiempo atrás a mi torrente sanguíneo para instalarse en mi cerebro, y a pesar de no preguntar o intentar disiparla, justo hoy salió el tema entre charlas con una amiga.

Ella, la fanática del tocho usando la frase: “¿qué está pasando, doctor García?” Me causó curiosidad, y al abordarla con la duda del por qué usaba tal expresión, me dijo; “es del cochino futbol” y entonces pregunté el por qué tanta gente odiaba al futbol en ese pequeño mundo del tochito y futbol americano, a lo que ella respondió;

“Pues es que no es odio ni resentimiento, y créeme que entiendo el porqué es tan famoso y amado por tanta gente, porque pues, el soccer te hace feliz incluso si lo juegas con una botella en la calle con tus amigos de la cuadra, pero lo han comercializado tanto que siento que ha perdido énfasis en su meta principal

, meta que sí tenemos otros deportes aún, y es la de unir y formar deportistas”.

Unir y formar deportistas, es verdad, para mí es la esencia del deporte en general, el soccer perdió su encanto cuando comenzaron a comprar por millones al mejor jugador y que estos a su vez, se vendieran al mejor postor. El soccer es un negocio, nadie puede negar eso, y sí, el basquetbol también, el americano no se diga, el tenis, el golf, pero, la diferencia es que esos últimos mencionados, nunca tendrían el apoyo universal que el soccer presenta con sus marcas, o las instituciones de gobierno.

Llevo mucho tiempo quejándome de que falta apoyo para el deporte, pero creo que antes de quejarme en torno al tema, debo darme cuenta que a lo mejor sí hay apoyo, pero puede ser que esté mal distribuido. Habría que investigar más, cifras, datos, números. Conocer estadísticas sobre el apoyo al deporte, y qué deporte se lleva más billete donado, tal vez pudiese adivinar desde ahora que el futbol soccer lleva las de ganar. Así que después de haber leído la opinión de aquella chica de 20 años, pensé; cuánta razón tiene. Y bueno en realidad mi parte favorita de todo esto fue, “el futbol te hace feliz incluso si lo juegas con una botella en la calle”, eso es totalmente verdad. 

 

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El Coach de mi Coach

Capitana #13

 

Nos queda poco cabello, pocas piernas, poca saliva, dicen muchos, y por el contrario digo yo que no, que aún hay un largo camino por recorrer, que habrá huesos rotos, sudor en la frente y gritos ahogados, pero el camino no tiene fin.

Para que un equipo se consolide se necesita un líder, un Coach. Fuimos unas novatas, principiantes, y después de un año, llegamos a una final, dirigidas por uno de los más grandes deportistas de San Luis Potosí. Las Cowgirls nos enfrentamos al equipo de mayor trayectoria en el estado, el más ganador de la liga femenil, con una quarterback letal y una plantilla de mucha experiencia y calidad, las Guerreras Águila, quienes a su vez reconocieron que en nuestro equipo se nota calidad y vamos por un buen camino.

Entre altibajos, el equipo de las Vaqueras demostró que tenemos mucho para dar, talento individual sobra y como equipo seguimos aprendiendo. Una primera final de muchas. Y todo esto me remite a algo básico pero fundamental para alcanzar los triunfos deportivos: el líder.

Se vale destacar a quien merece ser conocido, Sergio Ernesto Medina Hernández, “Coach Chory”, gracias por todo

. Le agradezco porque usted formó en parte a quien es mi líder al día de hoy, porque usted guió, motivó y alentó al hombre que hoy dirige a mi equipo que con orgullo porta la camiseta (jersey, pa los fresas).

El año del 83 lo vio nacer en el football americano, y el 2019 le agradece su camino hasta ahora recorrido. Merecido ese reconocimiento otorgado, merecido ese lugar en el Salón de la Fama. Yo sé nada prácticamente de este mundo, pero, me doy cuenta que si hay un hombre que es respetado y aplaudido por todos los jugadores experimentados del americano en el estado, ese, es usted.

Que sepan en San Luis que personajes como usted no se ven todos los días, porque darle la mano a la experiencia, a la historia y al conocimiento, es darle la mano al Coach Sergio Medina. Felicidades Coach, qué orgullo. Gracias por su entrega, pero sobre todo, y viéndolo desde mi campo, gracias por haber sido el Coach de mi Coach, porque sin usted, nuestro Pato Ferretiz no sería lo que es ahora, un líder de esos que en un primer año de formación, te llevan a una final. Un líder de esos que con solo mirarte a los ojos te dice “puedes hacerlo, creo en ti”. Eso, seguro lo aprendió del mejor.

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EL FUTBOL QUE ASQUEA

Capitana #13

 

Tanto que me atrevo a defender al futbol soccer en todos los espacios donde escucho lo critican. Pero con estas situaciones, de verdad que es indefendible. La única palabra digna que encuentro y que no suene débil para señalar el acto que ya todos conocen es “inaceptable”, y es que no es de una o dos veces, ni tampoco es mala suerte. Las cosas directas: momentos agresivos en el futbol como el que se vivió en el Alfonso Lastras en días pasados se presentan constantemente en un deporte que más que desunir, debería unir, porque sí lo hace: el futbol es pegamento, es sonrisas, lágrimas, gritos ahogados de felicidad o de tristeza y entre abrazos o vitoreos, el futbol se convierte en pegamento. 

Pero no así, no como el pasado domingo, no con golpes, sangre, no con estos actos frente a niños, niñas, familias enteras, no así. ¿Qué tendrán en la cabeza? ¿Acaso hay estadísticas de los encuentros deportivos que terminan en riñas ya sea entre los jugadores o entre la afición? No, no las hay. El pasado fin de semana, me tocó ver; una pelea en el Parque Tangamanga II, otra en Tangamanga I, y después la del Alfonso Lastras. La semana pasada otras tres peleas en diferentes ligas, el juego que se llevaba a cabo en la cancha Adolfo López Mateos (instalaciones del Inpode) tuvo que ser controlado apagando las luces del campo para detener los golpes entre los jugadores. 

¿Eso es pasión? No, no lo es. El fanatismo como siempre dejando en mal al deporte, y las autoridades competentes solo pueden observar de lejos. Estas personas que atacan sin escrúpulos en lugares públicos y momentos inesperados, deberían además de ser castigados, analizados, y apoyados en el aspecto mental, porque de verdad que son un peligro para la sociedad. 

Y tú, si algún día has llegado a sentir rabia y has iniciado un ataque dentro del deporte de la forma que sea, expresando violencia física más allá de la verbal (ninguna de las dos permitidas en el deporte), corre a analizar también el porqué de tus actos. Por personas como tú, que escupen, que patean, que sobajan, que apuñalan rastreramente, gente como yo que ama el deporte, de repente se siente asqueada. Qué coraje, qué impotencia. Es una tristeza leer en redes el ya tan típico “pinches nacos”, sin poder replicar su peyorativa expresión.   

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