agosto 4, 2025

Conecta con nosotros

#4 Tiempos

Lo que me deja el accidente de Maleck | Columna de Emmanuel Gallegos D.

Publicado hace

el

Joao Maleck

Gambeta 

 

El pasado fin de semana un trágico percance ensombreció la ciudad de Zapopan, Jalisco. Una pareja de recién casados fallecieron víctimas de un accidente automovilístico ocasionado por un futbolista juvenil mexicano, llamado Joao Maleck. Las primeras versiones indicaron que la imprudencia al volante del mexicano terminaron con su prometedora carrera futbolística, y más triste aún, con la vida de dos personas que apenas comenzaban a forjar una vida juntos. Lo que se ha señalado hasta ahora es que habría una irresponsabilidad de Maleck al manejar bajo los influjos del alcohol y además de que el Mustang en el que circulaba se desplazaba a 160 km/h, lo que habla de varias malas decisiones terminando en pérdidas irreparables.

No es la primera vez que lo menciono, los futbolistas profesionales mexicanos, especialmente los jóvenes, se pierden con el dinero y la fama, que los lleva a tomar decisiones equivocadas y llevar una vida de excesos. Aunque no en todos los casos se ven envueltos en tragedias como la ya mencionada, sí truncan la posibilidad de que den el brinco a ser futbolistas famosos, obligándolos a un retiro prematuro o a no pasar de ser “jóvenes promesas”, incluso de convertirse en verdugos.

El caso que más recuerdo, pese a que ya fue hace muchos años atrás, es el del jugador rojinegro, César Andrade. El futbolista guanajuatense era un joven lateral derecho con mucho futuro en el futbol mexicano, que por una mala decisión perdió una de sus piernas. Molesto por jugar apenas unos pocos minutos en un partido, César y un amigo, que también era canterano del Atlas, fueron a un bar. La falta de madurez y experiencia lo llevaron a tomar unas cervezas de más, al salir en malas condiciones, su vehículo se estrelló contra la barra de contención por el periférico en Guadalajara, la cual tras el impacto entró por la ventana de un costado del vehículo y salió por el otro extremo cortando de manera literal la pierna de Andrade. (Des)Afortunadamente para el futbolista, lo único que perdió fue su pierna, su carrera futbolística y no mató a nadie, pero el daño ya estaba hecho.

El caso más reciente fue el del futbolista español José Antonio “La Perla” Reyes. Al salir de un entrenamiento, el futbolista iba hacia su casa en su Mercedes Brabus S550 a más de 200 km/h, el accidente le quitó la vida a él y a un familiar que lo acompañaba

. El mundo del futbol lloraba y sufría por su muerte, diversos homenajes, medallas de reconocimiento por su trayectoria y demás se dieron. Pero el también futbolista, Santiago Cañizares, destapó la polémica con el siguiente twit:

“Circular con exceso de velocidad es una actitud reprochable. En el accidente ha habido víctimas además del conductor. Reyes no merece un homenaje como si fuera un héroe. Pero eso no quita que lamente lo ocurrido y que rece por sus almas. Lo intolerable lo encuentro en quien se alegra”.

Dicho comentario no pasó desapercibido y generó un sinfín de reacciones tanto positivas como negativas. Lo duro de las palabras de Santi no le resta un mínimo de verdad. El fatal accidente fue en gran parte por una irresponsabilidad del internacional español, nuevamente la tragedia no fue más grande por suerte, pero todo pudo tener repercusiones aún mayores. Y sin embargo, en ocasiones no vemos con claridad que las acciones de personas famosas, no sólo de futbolistas, pueden ser vistas con una mirada menos crítica y lejanas a un escarnio o señalamiento negativo.

Aurelio ‘Coreano’ Rivera, Gonzalo Farfán, Adrián Chávez, Ramón Ramírez, Moisés Muñoz, todos ellos sufrieron accidentes, algunos fatales, algunos por imprudencia, algunos quedan como anécdota, pero en su mayoría hubo una mala toma de decisiones. Seguramente el tema Maleck se olvidará en unas semanas y su accidente quedará en los libros negros de historia del futbol, pero la tragedia y la nube negra que dejó, quedará por mucho tiempo en la memoria de los más afectados, los que no tienen fama ni reflectores.

También lee: Con buena cara | Columna de Emmanuel Gallegos D.

#4 Tiempos

La diferencia | Columna de Juan Jesús Priego Rivera

Publicado hace

el

LETRAS minúsculas

La señorita hace una pausa para secarse el sudor. Desde hace varios días no puede dormir y, lo que es peor, nada hay ya en este mundo –me dice- que suscite su interés o su emoción.

-Antes, por ejemplo, me gustaba ir al cine los fines de semana, y, a la salida, tomarme un café con mis amigas. ¡Cómo disfrutaba entonces de esa única escapada semanal! La disfrutaba, sí, y también la esperaba; pero ahora las cosas han cambiado tanto que…

-¿Qué pasa ahora?

-Que ahora todo me da lo mismo, y cuando mis compañeras me invitan a salir les digo siempre que no. ¡La vida me parece tan triste, tan sin chiste!

A la señorita se le ha estropeado el diapasón que la hacía vibrar interiormente, y hoy ya no quiere sino una sola cosa: que la dejen en paz.

-Antes, cuando llovía, me acercaba a la ventana de mi cuarto para ver las gotas que tamborileaban sobre los cristales; hoy ya tampoco hago nada de esto: la verdad es que me tiene sin cuidado que llueva o no. Que llueva o que haga sol, que granice o que nieve, todo me da igual.

¿De dónde le podía haber venido a esta señorita semejante indiferencia por la vida? Algo había pasado con ella, seguramente, pero ¿qué? Como no soy psicólogo, me guardé mucho de pronunciar la palabra fatal: depresión. ¿Quién soy yo para diagnosticar una cosa como ésta? Sin embargo, para ayudarla, era necesario hacerle a mi interlocutora unas cuantas preguntas. Empecé por la más obvia:

-¿Dónde trabaja usted?

-En una fábrica.

-¿Y qué hace allí?

-Soy recepcionista. Contesto el teléfono, recibo a los visitantes, atiendo a los proveedores, envío e-mails y también los contesto. ¡En fin, todo eso!

¿Y le gusta lo que hace? –no sé por qué se me ocurrió hacerle esta pregunta, pues pensaba brincar cuanto antes al terreno sentimental.

-No es que me guste, pero necesito el trabajo.

-Lo necesita…

-Mucho. Tome en cuenta que mi madre depende enteramente de mí. Ella es soltera –quiero decir, fue abandonada- y está enferma desde hace meses.

-¿Siempre ha sido usted recepcionista?

-No siempre; antes cuidaba niños en una guardería. Pero eso fue en otros tiempos, en los tiempos en que iba al cine y…

-Y era feliz, si puedo decirlo así.

-Puede decirlo así. Quizá entonces yo era feliz. Feliz sin saberlo, ya me entiende…

-¿Y le gustaba mucho cuidar niños? No a todos les gusta este oficio.

-¡A mí me encantaba! ¡Los niños son mi adoración!

-Usted, pues, disfrutaba de su trabajo.

-La verdad es que sí.

-¿Y por qué lo dejó?

-Porque ahora gano más.

-Pero ahora no es feliz.

La mujer se quedó pensativa durante unos instantes. Volvió a secarse el sudor. Yo la comprendía; quiero decir, comprendía su angustia. Ahora su sueldo era mejor, pero, en el fondo, estaba haciendo algo que no le gustaba.

No hay sentimiento más destructor –dije- que realizar lo que uno no quiere. ¿Será por eso que no puede usted considerarse feliz?

-Feliz, feliz –dijo-. ¿Quién cree todavía en la felicidad? La felicidad no existe.

-¿Y si existiera? Yo todavía creo en ella. Pero no a la manera en que lo hacen los ilusos. Por lo pronto, no creo que sea ese sentimiento eufórico en el quizá está usted pensando ahora. Para mí, la felicidad es algo mucho más modesto: es, simplemente, hacer lo que uno quiere, lo que uno disfruta haciendo: aquello, en fin, para lo que se siente nacido.

Don José Ortega y Gasset (1883-1955), el filósofo español, lo dijo mejor que nadie: «La felicidad consiste en la dedicación a ocupaciones para las cuales cada hombre tiene singular vocación». Y también: «La felicidad es la lucha frenética por conseguir ser de hecho lo que somos en proyecto». Una mujer cuida niños y su tarea la pone contenta, pero luego cambia de trabajo y tiene que dedicarse a hacer cosas que no le importan nada: con ello basta, a mi ver, para que ésta se hunda en la más negra de las noches. Ella y quien quiera que sea. Si a un maestro con verdadera vocación lo quitas de dar clases para ponerlo a ajustar tornillos, y no por un día, sino por toda la vida, no sólo acabas con el maestro, sino que matas al hombre.

Vivimos en la era de las enfermedades mentales, como se ha dicho una y otra vez. Ahora bien, yo estoy seguro de una cosa, y creo que siempre lo estaré: que mucho de ese sufrimiento es debido a que la gente se ve obligada a ocuparse de cosas que no le interesan. ¡No realizar la propia vocación es algo que se paga caro!

-Entonces –dijo la señorita-, ¿usted me aconseja buscarme un trabajo parecido al que tenía, aunque gane menos?

-¿Cuánto gana usted más que antes? –y me dijo una cifra que, la verdad sea dicha,  no me impresionó.

-¿Y cuánto está pagando ahora en antidepresivos y ansiolíticos?

-No he hecho la cuenta.

-Hágala hoy o mañana. Verá que, en realidad, ha salido usted perdiendo.

La conversación entre esta chica y yo prosiguió durante mucho más tiempo. Pero como no podría transcribirla entera por evidentes y molestos motivos de espacio, yo, por lo pronto, la dejo aquí.

También lee: La visita | Columna de Juan Jesús Priego Rivera

Continuar leyendo

#4 Tiempos

El Porvenir de Gerli y la eterna lucha barrial | Columna de Arturo Mena “Nefrox”

Publicado hace

el

TESTEANDO

 

Aquella noche en el barrio de Gerli, en la provincia de Lanús en Buenos Aires, el aire parecía teñido de historia: me acerqué al portón del Club Atlético El Porvenir, en Blanco Encalada 400, rodeado de otras instituciones barriales que comparten el paisaje. Entrar al predio es respirar un siglo de pasión llevada por vecinos, familias y generaciones.

Me recibió el viejo estadio Gildo Francisco Ghersinich cuyo césped guarda las huellas de aquellos fundadores anarquistas de 1915 con sus tablones, su cemento y esa capacidad para aliviar el alma de casi 14,000 simpatizantes. Imaginar su fundación y primeros ascensos, las historias de lucha para conseguir una cancha propia y su gloria en la B intermedia y profesional es entender por qué El Porvenir no es solo un club: es un refugio.

Me tocó conocer a Fede, hincha de toda la vida que cuenta cómo resistieron desde el ascenso hasta el triunfo en la Primera D en mayo de 2023, pasando por aquella legendaria victoria en Copa Argentina frente a Lanús, un símbolo del ascenso que sueña con ser grande de nuevo. Esta es la magia del fútbol íntimo, el fútbol romántico de los clubes de barrio: esfuerzo colectivo, identidad barrial y orgullo poblado de relato y sudor.

Pero la visita también mostró grietas profundas: la dirigencia que encabeza Enrique Merelas (presidente por más de cuatro décadas) no esquiva el conflicto. El Porvenir enfrenta una crisis institucional que pone en riesgo todo ese legado comunitario. En febrero de 2025, la AFA suspendió la afiliación del club tras una denuncia presentada por el intendente Julián Álvarez ante Personas Jurídicas, acusando al municipio de intentar intervenir en la entidad. La intención habría sido deslindar el control sobre El Porvenir, excluyéndolo de todos los subsidios y dejando al Porve a su suerte.

La respuesta del club no fue tímida: se presentó una denuncia penal contra Álvarez por abuso de autoridad, discriminación, violencia institucional y filtración de información confidencial, denunciando marginación y persecución institucional. Las pintadas amenazantes aparecidas en los alrededores del estadio contra Merelas intensificaron la tensión, y la dirigencia llamó a socios y vecinos a defender su autonomía.

Afortunadamente, en marzo la AFA levantó la desafiliación preventiva: El Porvenir pudo volver a competir en la Primera C, debutando oficialmente el 18 de marzo ante Club Mercedes, tras semanas de incertidumbre. Pero aún pesa sobre el club un futuro incierto y una dirigencia cuestionada por aquellos que entienden que 44 años al frente de una institución no pueden justificarse con tradición si dejan estancamiento y despoblación de sueños.

En mi paso por la sede sentí esa contradicción: el club late con fuerza colectiva, con un barrio que lo respeta y lo habita, mientras que en los despachos internos se libra una batalla política que podría definir si El Porvenir se preserva como corazón barrial o se apaga por políticas ajenas.

Este club resume lo mejor y lo más complicado del fútbol argentino: su capacidad de emocionar desde lo modesto y lo comunitario, sin más hierro que la camiseta blanca y negra heredada del Sunderland argentino, y sin más ambición que resistir como espacio de encuentro. Pero también muestra cómo la política pretende apoderarse del alma de los clubes y puede quebrar ese romance que lo hace único.

Mi visita a Gerli me dejó el eco de cantos que nacen en gradas humildes y el pulso firme de gente que no se rinde. Ojalá los clubes de barrio, como El Porvenir, sigan siendo faros de pasión y memoria, y ojalá sus dirigentes internos y externos entiendan que la máxima autoridad no es el poder político, sino el cariño del socio y la voz del barrio.

Ojalá un día en México, entendiéramos un poco del fútbol de barrio.

También lee: El pasado vestido de visitante | Columna de Arturo Mena “Nefrox”

Continuar leyendo

#4 Tiempos

Medio siglo del FIS-MAT, en honor a Mat. Silvia Sermeño | Columna de J.R. Martínez/Dr. Flash

Publicado hace

el

EL CRONOPIO

En 1975 se realizó el primer Concurso Estatal de Física y Matemáticas para Escuelas Secundarias del Estado de San Luis Potosí, que ahora se conoce como Fis-Mat, el Concurso Regional Pauling de Física y Matemáticas que llega a estar conformado hasta por veintitrés concursos en las áreas de física, matemáticas, biología, química, astronomía, nanotecnología, ciencias naturales, ciencias del espacio, filosofía, donde participan estudiantes de primaria, secundaria y preparatoria. El Fis-Mat es el segundo concurso más antiguo del país y ha sido de cierta forma el conformador de los diversos concursos en México en las áreas en las que se enfoca, tales como las olimpiadas de física, matemáticas, química, etc.

El Fis-Mat es el único concurso de este tipo en el país y ha fincado toda una tradición. Con lo cual la edición 2025 del concurso marca cincuenta años de historia de uno de los concursos más importantes del país. Cada año el Fis-Mat es dedicado a un personaje relacionado con las áreas del conocimiento que abarca que haya destacado y contribuido al desarrollo de las mismas. Este año el concurso ha sido dedicado como un homenaje a la matemática Silvia Sermeño Lima por su papel desarrollado a lo largo de treinta años al desarrollo y enseñanza de las matemáticas en la Facultad de Ciencias de la UASLP, por lo que el Fis-Mat se ha denominado XLVI Concurso Regional “Pauling” de Física y Matemáticas “Silvia Elvira Sermeño Lima”.

El Fis-Mat nació como una iniciativa para alentar el estudio de disciplinas científicas en los jóvenes mexicanos con énfasis en los potosinos, apoyando su formación con actividades extraescolares y despertando vocaciones. Fue una iniciativa de los estudiantes de la antigua Escuela de Física y del dos veces galardonado con el Premio Nobel, el Dr. Linus Pauling, por lo que ahora asume su apellido y se dedicada a un personaje en especial como en esta ocasión es la Mat. Silvia Elvira Sermeño Lima.

Silvia Sermeño Lima estudió matemáticas en El Salvador su país natal y vino a México a continuar sus estudios y desarrollarse profesionalmente. En 1981 ingresó como profesora a la entonces Escuela de Física de la UASLP a colaborar en el desarrollo de la carrera de profesor de Matemáticas que acababa de iniciar actividades, así como encargarse de los cursos básicos formativos de las carreras de física y electrónica que existían en aquella época. Posteriormente se abrirían más opciones profesionales en el área de matemáticas y estaría participando en la formación de esas nuevas carreras de matemáticas.

Su labor en la ya Facultad de Ciencias fue intensa y estuvo a cargo de materias de matemáticas y formando a los jóvenes interesados en esta disciplina, en especial a quienes deseaban dedicarse a la enseñanza de las matemáticas en los diversos niveles educativos.

Su profesionalismo y dedicación en la educación y formación de matemáticos en San Luis Potosí fue determinante para consolidar este proceso que en la actualidad sigue siendo formador de matemáticos por la Facultad de Ciencias de la UASLP a nivel licenciatura y de posgrado en las áreas de educación matemática y matemáticas aplicadas.

Como un reconocimiento a su labor en la Facultad de Ciencias desde 1981 hasta el año 2009, cuando se jubiló como profesora de matemáticas se le han dedicado los trabajos del XLVI Concurso Regional “Pauling” de Física y Matemáticas, asignándole su nombre en este marco conmemorativo de medio siglo de existencia de tan importante concurso, donde se han dado cita estudiantes del nivel básico de diversos estados del país y que ha sembrado toda una tradición en nuestro estado.

Felicidades a la Mat. Silvia Elvira Sermeño Lima, y al Fís-Mat.

También lee: LamBot del Tec de Monterrey-SLP bicampeones mundiales de robótica | Columna de J.R. Martínez/Dr. Flash

Continuar leyendo

Opinión

Pautas y Redes de México S.A. de C.V.
Miguel de Cervantes Saavedra 140
Col. Polanco CP 78220
San Luis Potosí, S.L.P.
Teléfono 444 2440971

EL EQUIPO:

Director General
Jorge Francisco Saldaña Hernández

Director Administrativo
Luis Antonio Martínez Rivera

Directora Editorial
Ana G. Silva

Periodistas
Bernardo Vera

Sergio Aurelio Diaz Reyna

Diseño
Karlo Sayd Sauceda Ahumada

Productor
Fermin Saldaña Ocampo

 

 

 

Copyright ©, La Orquesta de Comunicaciones S.A. de C.V. Todos los Derechos Reservados