#4 Tiempos
El covid-19 y sus pruebas diagnósticas | Columna de Andreu Comas García
La Ciencia de la Salud
Hoy inicio mi columna semanal en laorquesta.mx y, antes que nada, quiero agradecerles por darme un nuevo reto. El objetivo de este espacio es el explicar desde un punto de vista sencillo algunos problemas, situaciones o dudas sobre salud y la ciencia que creo que valen la pena exponer.
Esta primera columna será sobre dos preguntas que me hacen todos los días ¿Qué pruebas me tengo que hacer sí sospecho que tengo covid-19? Y ¿Qué pruebas me tengo que hacer para saber sí algún día tuve covid-19?
Actualmente contamos con dos tipos de pruebas, unas que detectan si en el pasado cercano he estado en contacto con el virus y otras que me dicen sí ahora tengo el virus. Las pruebas que me hablan sí he estado en contacto con el virus comúnmente las llamamos “serológicas”. Esto es así por que utilizamos un componente de la sangre llamado el suero para detectar sí hay (o no) presencia de anticuerpos IgM y/o IgG contra el virus. Estas pruebas pueden ser cualitativas (tengo o no tengo anticuerpos) o cuantitativas (que tantos anticuerpos tengo). Las pruebas cuantitativas tienen un menor margen de error, mayor capacidad de detección y mayor costo que las cualitativas.
Vale la pena regresarnos un poco para conocer a los anticuerpos. Cuando nos exponemos a algún microorganismo nuestro cuerpo busca defenderse, y uno de los mecanismos mediante el cual logra eliminar al microorganismo son los anticuerpos. Estos son generados por nuestro sistema inmune y se pegan al microorganismo que nos infecta. Una vez unidos los anticuerpos al microorganismo, evitan que este entre a nuestras células y, por lo tanto, que sea eliminado.
Durante los primeros días de la infección el sistema inmune produce un anticuerpo llamado IgM. Este va a parecer aproximadamente entre los días 7-21 y va a desaparecer por ahí del día 70. Después de 21 días de habernos infectado el sistema inmune hará el anticuerpo de memoria llamado IgG, el cual en la mayoría de los pacientes dura al menos 3-4 meses.
Después de esta breve explicación del sistema inmune ahora podemos entender que cuando una prueba detecta la presencia de IgM pero no de IgG contra el covid-19, podemos suponer que esta persona se infectó aproximadamente hace más de 7 pero menos 21 días, es decir tuvo una infección reciente. En el caso de que una persona salga positiva para ambos anticuerpos, supondríamos que tiene entre 21 a 70 días que se infectó. Sí nuestra prueba solo da IgG positiva, entonces suponemos que la infección tiene más de 3 meses. En caso de que la prueba sea negativa, quiere decir que actualmente no tengo anticuerpos contra el covid-19. Esto último no quiere decir que no me haya infectado, puede ser que tenga menos de siete días que me infecté o que me infecté hace mas de 4 meses y ya perdí anticuerpos.
Después de entender lo anterior, es importante recalcar que sí en este momento sospecho que esta infectado por covid-19, las pruebas “serológicas” no son una buena opción.
El otro grupo de pruebas que tenemos son las que detectan al virus, es decir la prueba “molecular” o también llamada “PCR” y la prueba “rápida del antígeno”. La prueba “molecular” es una prueba en la cual se buscan dos o mas genes el virus y es la mejor para pacientes con síntomas o para personas sin síntomas, pero con sospecha de infección.
Por otra parte, tenemos las “pruebas rápidas de antígeno”, estas fueron recientemente aprobadas en nuestro país y nos permiten en pocos minutos saber sí tengo o no el virus. A comparación de la prueba “molecular” esta es rápida y de menor costo. Sin embargo, ya que esta prueba fue diseñada para detectar al virus en personas con cinco días o menos de síntomas, en este momento no llega a sustituir a la prueba “molecular”.
Es importante saber que la “prueba rápida” tiene falsos negativos, estos ocurren entre cada 20 a 40 pacientes por cada cien pruebas que salen negativas. Por lo tanto, si salgo positivo es altamente probable que sí tenga el virus (por eso el Gobierno de México lo toma como una prueba confirmatoria en caso de ser positivo), pero sí salgo negativo es todavía pudiera ser que tenga el virus.
Tarde o temprano todos nos tendremos que hacer por una u otra razón alguna prueba de COVID19. Lo importante es saber ¿Cuál hacérmela? Y ¿Cuándo hacérmela? En resumen, sí quiero saber si tengo el virus puede ser la “prueba molecular” o la “prueba rápida de antígeno”. Claro, sabiendo que un resultado negativo de la “prueba de antígeno” no me excluye la infección. Pero sí deseo saber si algún día estuve expuesto al virus y ya no tengo síntomas, una prueba serológica es mi mejor opción.
También lee: El potosino que miró dentro del átomo | Columna de J.R. Martínez/Dr. Flash
#4 Tiempos
Idealz y la “Rifa del Tigre” | Apuntes de Jorge Saldaña
APUNTES
Culto Público, hijos del caprichoso azar, como dice la canción: “Lo siento mi amor, pero hoy te lo voy a decir”.
Como todos sabemos, la Fenapo está en conteo regresivo. Ya huele a tamales oaxaqueños de la entrada, a la mezcla de aceite y azúcar en el aire, y a Zacahuil, y a masa de bocolito de Matlapa en la muestra gastronómica.
En la mente a casi todos el inicio de la feria nos evoca un sinfín de estímulos para todos los sentidos. Es la gran fiesta de los potosinos.
De verdad espero que esta edición también sea un éxito, pero antes debo de contarles una historia:
Este año cobró popularidad una aplicación llamada “CutoMex”. Dicha app se dedicaba a realizar diariamente rifas de artículos muy variados, desde productos de belleza, electrodomésticos, celulares, pantallas, motocicletas y hasta vehículos.
El esquema era por demás atractivo: El usuario compraba boletos de participación, que eran limitados, y esperaba a que en la noche, o a veces en la madrugada, se llevara a cabo el sorteo.
Lo maravilloso del asunto era que, si el usuario no ganaba, se le regresaba el dinero de sus boletos y además obtenía bonos económicos por haber participado.
En caso de ganar, había dos opciones: recibir el premio, o devolverlo y que se te acreditara el valor del premio a tu cuenta.
De poco a poco, la gente ganaba dinero por cada vez que participaba y en sus inicios todo parecía funcionar estructuradamente. La gente retiraba sus ganancias sin ningún inconveniente.
Los premios grandes como los vehículos, se entregaban públicamente y se subían fotos de los ganadores que, supuestamente, recibían sus autos.
Para no extenderme más, invito a Usted, mi Culto Público, a que googlee, o use cualquier buscador para enterarse del tema: “estafa CutoMex”.
Ahí se dará cuenta como miles de mexicanos perdieron su dinero, y se enterará de las historias de los supuestos ganadores que jamás recibieron sus premios.
La aplicación, que se promovía con videos de Youtube en los que aparecían personajes de la farándula promoviendo el sitio, de un día para otro simplemente desapareció.
Sí. Todo resultó ser una variante de una estafa Ponzi. Una pirámide construida por incautos (y ambiciosos, también hay que decirlo) que engolosinados por las ganancias terminaron perdiendo.
En este momento hay demandas colectivas en contra de la empresa y de sus representantes tanto en México como de Hong Kong, desde donde supuestamente todo tuvo origen.
Bueno, pero… ¿Qué tiene que ver esta triste historia con la Fenapo?
Mire, espero de verdad estar equivocado, pero la Feria Nacional Potosina adoptó a un patrocinador de premios y regalos llamado “Idealz” y ¿qué cree? Usa exactamente el mismo esquema que CutoMex.
En la aplicación como en la pagina, los usuarios compran “tickets” para participar en rifas a través de una variante del juego de Bingo.
Claro, los “tickets” (limitados) que se pueden reclamar por vía Fenapo son gratis. Pero de ahí en adelante, si las personas siguen participando, ya les cuesta. Es la clásica “la primera es gratis”.
Los premios también son muy similares: autos, viajes, motos, pantallas, etc.
Su propaganda en redes también usa a actores y famosos para darle credibilidad al sitio y todo se trata de comprar oportunidades para llevarse los premios o ganar dinero de manera fácil, de esas oportunidades que se oyen demasiado buenas para ser verdad.
Quizás esta advertencia llegue demasiado tarde, pues estamos a días de que el evento arranque, pero más vale tarde que nunca o callar.
Lo mejor para todos, sobre todo para quien abrió las puertas e hizo el enlace de la empresa Idealz y el patronato de la feria, Daniel “El Tigre” Guillén, actual representante de San Luis Potosí en la ciudad de México, es que la empresa se conduzca con seriedad y no se preste a ningún tipo de estafas con el aval de un evento tan importante como la Feria Nacional Potosina.
No se vale que se manche a la Fenapo con jueguitos arreglados de canicas y luego nadie sepa “dónde quedó la bolita”.
Por cierto, que “El Tigre” Guillén, después de hacer los amarres empresa-Fenapo, fue ganador de un auto (que todavía no le entregan…). Hay video en Facebook y toda la cosa.
Insisto en mi esperanza de estar equivocado, ojalá que ésta no se trate de una empresa estafadora como la otra, y que muchos potosinos ganen los premios prometidos, sin embargo me parece que no está de más advertir a los ciudadanos ser cautos al participar en este tipo de juegos y a las autoridades estar atentas para no ser utilizadas.
Tengo fe.
Hasta mañana.
Yo soy Jorge Saldaña.
También lee: Recados a domicilio | Apuntes de Jorge Saldaña
#4 Tiempos
Ángel Blanco y sus guitarras en San Luis Potosí | Columna de J.R. Martínez/Dr. Flash
EL CRONOPIO
El guitarrista mexicano canadiense Ángel Blanco se presentará en San Luis Potosí y Matehuala como parte de su gira de verano por Europa y México. En anteriores entregas hemos escrito sobre Ángel Blanco dando cuenta de parte de su trayectoria artística y académica, así como su labor en rescatar las aportaciones de músicos revolucionarios como Julián Carrillo y Augusto Novaro de quienes, en guitarras especiales para tocar en sus respectivos sistemas, Sonido 13 y el de Afinación justa de Novaro interpretando sus obras así como transposiciones de contemporáneos y clásicos usando las leyes de metamorfosis de Carrillo.
Después de sus presentaciones en Alemania llega a San Luis para interpretar su trabajo de recopilación de los caprichos de Paganini que han sido traspuestos a guitarra y que interpreta con su guitarra sexta y guitarra eléctrica. Esos conciertos que tendrá en San Luis Potosí capital y Matehuala, estarán basados en los caprichos de Paganini y ejecutará variaciones a los mismos. Esto es parte de su trabajo de años en su investigación sobre transcripciones a guitarra de los conciertos que Niccolo Paganini hiciera para violín.
Ángel Blanco se estará presentando en la Galería 337 el miércoles 13 de agosto a las siete de la tarde noche con un concierto conceptual basado en los caprichos de Niccolo Paganini. La Galería 337 o Gallery 337 Espacio Alternativo, como es su nombre oficial, se encuentra en la calle de prolongación Zacatecas número 337, justo a espaldas del salón Río; el costo de entrada es de cien pesos. La Galería es coordinada por el artista Arturo Castillo en cuyo espacio será la presentación en San Luis de Ángel Blanco.
Su gira continua en Matehuala donde se presentará el 15 de agosto a las ocho y media de la noche en La Quemada ubicada en Taesa 106 colonia aviación, en Matehuala.
Ángel Blanco se ha convertido en un excelente guitarrista que combina la música clásica con el rock y la música innovadora, como el microtonalismo, en especial Sonido 13 y obras de Augusto Novaro. Cuenta con guitarras especiales para tocar en diferentes sistemas musicales, que incluye la novara, guitarra para afinación en el sistema de Novaro y guitarra en cuartos de tono donde interpreta obras de Julián Carrillo, Rafael Adame y algunos otros alumnos de Carrillo.
Ángel Blanco se desempeña actualmente como catedrático de guitarra en Quebec, lugar donde reside, alternando esas actividades con la de concertista y promotor cultural. Son frecuentes sus visitas a San Luis Potosí y al Altiplano Potosino en sus giras que realiza en México. Comenzó sus estudios en Helmstedt, Alemania con Olaf Sievers, después en la Universidad Autónoma de Coahuila con Jesús Posada y finalmente en la Université Bishop’s de Québec con Andrew McDonald. Ha tomado clase magistral y cursos con renombrados maestros como Karlheinz Stockhausen, Leo Brouwer y Remi Boucher.
Otra de sus grandes aportaciones es la expansión de la técnica del Plectrodedo, que más que una técnica se ha convertido en una Escuela sustentada en la guitarra de concierto. “Sin duda cuando escuchamos o leemos en una partitura algo que rompe paradigmas, lo primero que viene a la cabeza luego del “encanto” inicial y la impresión, es el pensar el cómo se tiene que tañer la guitarra para lograr esos fines. El eximio Maestro venezolano Carlos Reyes ha demostrado a través de su Escuela a Plectrodedo, que los límites para el tañer la guitarra clásica aún no se encontraban cerrados, exponiendo un abanico de posibilidades cuasi infinitas que, con mucho rigor y disciplina, seguro se podrán ir haciendo del dominio común al correr del tiempo”, es lo que nos dice Ángel Blanco sobre el Plectrodedo y que esperamos pueda ilustrarlo con su interpretación en futuras visitas a México.
No se pierdan la oportunidad de escuchar ese proyecto de Ángel Blanco sobre los caprichos de Paganini, que los presenta en estos lugares alternativos en San Luis y Matehuala. Nos vemos en Galery 337 este miércoles 13 de agosto a las siete en punto.
También lee: Medio siglo del FIS-MAT, en honor a Mat. Silvia Sermeño | Columna de J.R. Martínez/Dr. Flash
#4 Tiempos
La diferencia | Columna de Juan Jesús Priego Rivera
LETRAS minúsculas
La señorita hace una pausa para secarse el sudor. Desde hace varios días no puede dormir y, lo que es peor, nada hay ya en este mundo –me dice- que suscite su interés o su emoción.
-Antes, por ejemplo, me gustaba ir al cine los fines de semana, y, a la salida, tomarme un café con mis amigas. ¡Cómo disfrutaba entonces de esa única escapada semanal! La disfrutaba, sí, y también la esperaba; pero ahora las cosas han cambiado tanto que…
-¿Qué pasa ahora?
-Que ahora todo me da lo mismo, y cuando mis compañeras me invitan a salir les digo siempre que no. ¡La vida me parece tan triste, tan sin chiste!
A la señorita se le ha estropeado el diapasón que la hacía vibrar interiormente, y hoy ya no quiere sino una sola cosa: que la dejen en paz.
-Antes, cuando llovía, me acercaba a la ventana de mi cuarto para ver las gotas que tamborileaban sobre los cristales; hoy ya tampoco hago nada de esto: la verdad es que me tiene sin cuidado que llueva o no. Que llueva o que haga sol, que granice o que nieve, todo me da igual.
¿De dónde le podía haber venido a esta señorita semejante indiferencia por la vida? Algo había pasado con ella, seguramente, pero ¿qué? Como no soy psicólogo, me guardé mucho de pronunciar la palabra fatal: depresión. ¿Quién soy yo para diagnosticar una cosa como ésta? Sin embargo, para ayudarla, era necesario hacerle a mi interlocutora unas cuantas preguntas. Empecé por la más obvia:
-¿Dónde trabaja usted?
-En una fábrica.
-¿Y qué hace allí?
-Soy recepcionista. Contesto el teléfono, recibo a los visitantes, atiendo a los proveedores, envío e-mails y también los contesto. ¡En fin, todo eso!
–¿Y le gusta lo que hace? –no sé por qué se me ocurrió hacerle esta pregunta, pues pensaba brincar cuanto antes al terreno sentimental.
-No es que me guste, pero necesito el trabajo.
-Lo necesita…
-Mucho. Tome en cuenta que mi madre depende enteramente de mí. Ella es soltera –quiero decir, fue abandonada- y está enferma desde hace meses.
-¿Siempre ha sido usted recepcionista?
-No siempre; antes cuidaba niños en una guardería. Pero eso fue en otros tiempos, en los tiempos en que iba al cine y…
-Y era feliz, si puedo decirlo así.
-Puede decirlo así. Quizá entonces yo era feliz. Feliz sin saberlo, ya me entiende…
-¿Y le gustaba mucho cuidar niños? No a todos les gusta este oficio.
-¡A mí me encantaba! ¡Los niños son mi adoración!
-Usted, pues, disfrutaba de su trabajo.
-La verdad es que sí.
-¿Y por qué lo dejó?
-Porque ahora gano más.
-Pero ahora no es feliz.
La mujer se quedó pensativa durante unos instantes. Volvió a secarse el sudor. Yo la comprendía; quiero decir, comprendía su angustia. Ahora su sueldo era mejor, pero, en el fondo, estaba haciendo algo que no le gustaba.
–No hay sentimiento más destructor –dije- que realizar lo que uno no quiere. ¿Será por eso que no puede usted considerarse feliz?
-Feliz, feliz –dijo-. ¿Quién cree todavía en la felicidad? La felicidad no existe.
-¿Y si existiera? Yo todavía creo en ella. Pero no a la manera en que lo hacen los ilusos. Por lo pronto, no creo que sea ese sentimiento eufórico en el quizá está usted pensando ahora. Para mí, la felicidad es algo mucho más modesto: es, simplemente, hacer lo que uno quiere, lo que uno disfruta haciendo: aquello, en fin, para lo que se siente nacido.
Don José Ortega y Gasset (1883-1955), el filósofo español, lo dijo mejor que nadie: «La felicidad consiste en la dedicación a ocupaciones para las cuales cada hombre tiene singular vocación». Y también: «La felicidad es la lucha frenética por conseguir ser de hecho lo que somos en proyecto». Una mujer cuida niños y su tarea la pone contenta, pero luego cambia de trabajo y tiene que dedicarse a hacer cosas que no le importan nada: con ello basta, a mi ver, para que ésta se hunda en la más negra de las noches. Ella y quien quiera que sea. Si a un maestro con verdadera vocación lo quitas de dar clases para ponerlo a ajustar tornillos, y no por un día, sino por toda la vida, no sólo acabas con el maestro, sino que matas al hombre.
Vivimos en la era de las enfermedades mentales, como se ha dicho una y otra vez. Ahora bien, yo estoy seguro de una cosa, y creo que siempre lo estaré: que mucho de ese sufrimiento es debido a que la gente se ve obligada a ocuparse de cosas que no le interesan. ¡No realizar la propia vocación es algo que se paga caro!
-Entonces –dijo la señorita-, ¿usted me aconseja buscarme un trabajo parecido al que tenía, aunque gane menos?
-¿Cuánto gana usted más que antes? –y me dijo una cifra que, la verdad sea dicha, no me impresionó.
-¿Y cuánto está pagando ahora en antidepresivos y ansiolíticos?
-No he hecho la cuenta.
-Hágala hoy o mañana. Verá que, en realidad, ha salido usted perdiendo.
La conversación entre esta chica y yo prosiguió durante mucho más tiempo. Pero como no podría transcribirla entera por evidentes y molestos motivos de espacio, yo, por lo pronto, la dejo aquí.
También lee: La visita | Columna de Juan Jesús Priego Rivera
-
Destacadas1 año
Con 4 meses trabajando, jefa de control de abasto del IMSS se va de vacaciones a Jerusalén, echando mentiras
-
Ciudad3 años
¿Cuándo abrirá The Park en SLP y qué tiendas tendrá?
-
Ciudad3 años
Tornillo Vázquez, la joven estrella del rap potosino
-
Destacadas4 años
“SLP pasaría a semáforo rojo este viernes”: Andreu Comas
-
Estado2 años
A partir de enero de 2024 ya no se cobrarán estacionamientos de centros comerciales
-
Ciudad3 años
Crudo, el club secreto oculto en el Centro Histórico de SLP
-
#4 Tiempos3 años
La disputa por el triángulo dorado de SLP | Columna de Luis Moreno
-
Destacadas3 años
SLP podría volver en enero a clases online