#4 Tiempos
GIFF 2023: el festival internacional del mal timing de Guanajuato | Columna de Guille Carregha
Criticaciones
A ver, sí, yo también me haría la misma pregunta. Estamos a punto de empezar el mes del “que los regalos que pidieron los familiares cuestan ¡¿CUÁNTO?! ¿No tienen una versión más barata en Temu?” y aquí está una persona en internet queriendo escribir acerca de un evento que tuvo lugar en julio de este año. O sea, tal parece que nos despertamos descubriendo que mi cerebro funciona a través de Internet Explorer y, por ahí de marzo del año que entra voy a empezar a preguntarle a la gente “oye, ¿ya te enteraste de esta moda del Barbenhaimer, o algo así, que traen los chavos ahorita?”. Pero es que el tema angular que escogieron para el Festival Internacional de Cine de Guanajuato (GIFF) de este año fue tan estúpido, tan “somos unos señores que no sabemos calar a la misma industria a la que estamos representando, pero vimos unos hashtashes en el TisTos y nos dijeron que así podíamos volver a ser relevantes otra vez” que todavía no puedo creer que hubiera alguien en toda la organización que no fue capaz de decir un “bueno, ¿y si tal vez no?”.
Este año, el GIFF decidió dedicarse enfocar su existencia en las IAs, Inteligencias Artificiales, en el cine. Eso quiere decir que todo su empuje de marketing y como tres de sus conferencias magistrales en donde no se puede levantar un estudiante de comunicación a media plática para decir “más que una pregunta, quisiera pedirte que me des trabajo en la industria, para hacer cine a tu lado y aprender del mejor”, iban a estar enfocadas en “enpesar lah komberzasiom” acerca de cómo puede afectar la inteligencia artificial al quehacer del cineasta. Obviamente, lo hacían desde el “¿a poco no está bien suave esta nueva tecnología, chavos? ¿A poco no queda bien padriurix la astéric que se crea con la IA? ¡Ora sí que como dice la chaviza, ¡el futuro es hoy, viejo!” que daba un cringe celestial. Esta maravillosa idea que alguien haciendo su pasantía en Licenciatura en Mercadotecnia en Gobierno de Guanajuato les vendió a los organizadores resultó en que absolutamente todos los videos promocionales, posters e imágenes de redes del festival fueran sido generados a través de alguna IA. En otras palabras, todo se veía culerísimo. Pero, pues “enpesar lah komberzasiom” decían.
Ahora, no solo el problema radica en que esta conversación no solo ya se había empezado hacía muchos años, sino que en varias áreas de la producción cinematográfica llevamos décadas utilizando inteligencias artificiales para erradicar procesos tediosos que ningún ser humano merece gastar su vida haciendo a mano a menos que quiera promocionar su proyecto como “mi tesis de licenciatura mamadora, donde edité las 4 horas de mi película en la ventana sucia de una cabaña perdida en la mitad de un bosque en la Sierra de Juárez, utilizando solo herramientas de madera y lo que me proveía el bosque”. Porque, de acuerdo a los press releases del GIFF, la idea era “discutir si la IA podía ser una herramienta valiosa en la creación de películas” – lo cual indica que a quien sea que se le ocurrió esta idea o es un productor de películas que desconoce por completo el proceso y solo sabe que “si yo pongo dos dineros, me regresan al final seis dineros de ganancia”, o alguien que verdaderamente no sabe cómo se hacen las películas.
Porque, por supuesto que quienes hacen corrección de color un filme, se sientan en un escritorio de madera para pintar cada fotograma a mano con un pincel y pintura al óleo a estas alturas de la vida – y, no es como si las cámaras que tienen asistencia de enfoque lo hicieran a través de hombrecitos de 3 cm de altura que viven en el interior de los cristales de las ARRI – y ese software para transcribir todo el bonche de entrevistas que te ayudan a seleccionar los mejores clips para estructurar tu documental, seguramente son en realidad seis filipinos con audífonos escribiendo a la velocidad de la luz. La IA ya es una herramienta en la producción cinematográfica.
Pero, por supuesto, estas inteligencias artificiales no le importan al GIFF. Esas nada más las ve la gente rara que se sienta en una computadora a editar películas – no son fenómenos vistosos, son de nerdos aburridos. “No, no, hablamos de las nuevas IAs, los ChatGPTs y esos softwares de accesos masivo que están saliendo ahora. ¿Cómo puede afectar esto a los trabajadores del cine y el audiovisual?” Pero, para responder esta pregunta, que se resume en el clásico “¿nos van a quitar el trabajo, si o no?”, el mismo GIFF decidió, como ya dije, generar TODO su marketing a través de inteligencias artificiales. Lo que quiere decir que, básicamente, su misión y visión era la de no contratar gente que, pues, trabajara de hacer audiovisuales, sino que decidieron mejor hacerlo ellos solos para poder “experimentar con las IAs”. Y, o sea, uno puede defender al festival diciendo que, técnicamente, de todas formas puede que hayan contratado a gente para generar los prompts que iban a regalarles estos audiovisuales tan cutres de los que están orgullosos, o gente que grabara imágenes genéricas de gente existiendo en Guanajuato para después alimentar algún modelo artificial al que le pidieron que lo “hiciera ver todo pinche para que se vea super moderrrrnou”, pero, seamos sinceros – si esto no suena a “dile al becario que haga todo eso, total, mientras más feo se vea más impactante” o “nomás agarra el spot turístico que grabaron en 2008 y dile que lo edite para no gastar más”, no sé qué es.
Como si eso no fuera suficiente, el GIFF decidió “enpesar lah komberzasiom” acerca del uso de las IAs en el cine justo en la mitad de dos de las huelgas más grandes que la industria cinematográfica ha visto en años. Tanto el sindicato de guionistas como el sindicato de actores de Estados Unidos detuvieron labores por completo al darse cuenta que, efectivamente, los estudios de cine habían amenazado con “enpesar lah komberzasiom” sobre la IA en el cine. Y, antes de sentarse a hablar pacíficamente entre empresarios y artistas acerca de los beneficios de perder su trabajo y ganar menos dinero porque “el becario lo puede hacer en menos tiempo”, simplemente dijeron “o nos vamos a huelga y a ver cómo lo hacen.” Y no es como si todo esto hubiera pasado justo uno o dos días antes de que se celebrara el GIFF, haciendo que el festival fuera solo un daño colateral de la situación, sino que esto fue algo que estaba pasando activamente desde mayo. En otras palabras, en vez de repensar la situación, el GIFF vio las huelgas, los discursos, el apoyo en internet, las entrevistas de CEOs siendo gente sin escrúpulos, deseando que sus guionistas y actores se murieran de hambre y perdieran sus casas para que regresaran con la cola entre las patas, y dijeron “a huevo, publicidad gratis.”
Y esa es precisamente la razón por la que creo que es importante hablar de esto, aunque estemos casi en diciembre, casi en 2024. Porque no he encontrado texto o columna, reel o TikTok, donde alguien hable acerca de lo tone-deaf que fue la decisión de enfocar el festival en ese tema de esa manera. A lo mucho se menciona que “en la alfombra roja hubo diseños de vestuario basados en la IA” (léase: “con elementos de computadoras”) o los clásicos “Me la pasé bien porque vi muchas películas nuevas y había mucho alcohol— digo, cine. Mucho cine.” La reacción no solo al tema, sino al GIFF, parece ser de completa y total apatía. Por lo menos quiero que exista un escrito cuestionando estas decisiones para que, alguien se cuestione esto antes de repetirlo o, no sé, que exista una prueba fehaciente de que, en 2023, sí se mamaron.
Como conclusión, y en aras de “kohmtimuarh lah komberzasiom” del GIFF, le pregunté a ChatGPT que opinaba acerca de esta situación:
“Como una IA, ¿podrías decirme qué te parece que un festival internacional de cine, en medio de dos de las más grandes huelgas de trabajadores del cine, mismas que detuvieron por completo la producción audiovisual de un país, y en medio de una crisis en donde muchas personas de marketing y publicidad han perdido su trabajo, decidieran enfocarse en hablar acerca de cómo la IA puede ayudar a la producción audiovisual?”
“Como inteligencia artificial, no tengo emociones ni opiniones personales, pero puedo proporcionarte un análisis objetivo de la situación que has planteado. La decisión de un festival internacional de cine de enfocarse en la inteligencia artificial (IA) en medio de dos grandes huelgas de trabajadores del cine podría ser interpretada como una falta de sensibilidad hacia los problemas laborales y sociales que afectan directamente a la industria cinematográfica. Aquí hay algunos aspectos negativos a considerar:
- Desconexión con la Realidad Laboral:
- Al optar por centrarse en la IA, el festival podría parecer desconectado de las luchas y dificultades reales que enfrentan los trabajadores del cine durante las huelgas. Esto podría ser percibido como una muestra de insensibilidad hacia las preocupaciones laborales urgentes.
- Minimización de Problemas Laborales:
- La elección de destacar la IA podría interpretarse como una estrategia para desviar la atención de los problemas laborales y minimizar la importancia de abordar las condiciones de trabajo, salarios justos y otros problemas que motivaron las huelgas.
- Impacto en el Empleo:
- Al centrarse en la IA, el festival podría enviar el mensaje de que la tecnología es la solución a los desafíos en la producción cinematográfica, lo cual podría aumentar la preocupación entre los trabajadores sobre la posible pérdida de empleo y la automatización de sus funciones.
- Falta de Solidaridad:
- Ignorar las huelgas y no abordar directamente las preocupaciones de los trabajadores podría percibirse como una falta de solidaridad por parte del festival hacia aquellos que contribuyen directamente a la creación de contenido cinematográfico.
- Posible Rechazo del Público:
- La decisión de enfocarse en la IA en lugar de abordar los problemas laborales puede resultar en un rechazo por parte del público y de la comunidad cinematográfica, quienes podrían considerar que el festival está perdiendo de vista las cuestiones fundamentales que enfrenta la industria.
En general, la elección de abordar la IA en este contexto específico podría generar críticas significativas y afectar la percepción del festival en términos de su compromiso con las preocupaciones laborales y sociales de la industria cinematográfica.”
Por cierto, hace cinco días, la página oficial del GIFF anuncio su próximo Rally Universitario a través de un post con imágenes creadas por la IA de Bing para emular el estilo de Pixar porque la única forma de “kohmtimuarh lah komberzasiom” es siguiendo modas pasajeras sin cuestionarse nada. ¿Será buen momento para apostar que repiten este tema el año que entra sin realmente reflexionar o profundizar en él?
También lee: Huesera; o el arte de no saber qué significan tus propias metáforas | Columna de Guille Garregha
#4 Tiempos
El secuestro de 7 vidas al barranco | Crónica de Jorge Saldaña
CRÓNICA
Por: Jorge Saldaña
Todos perdieron. En San Luis, a veces la justicia no llega por la puerta grande de los tribunales, sino por la rendija torcida del rencor. Cuatro adolescentes, todavía con el olor a niñez pegado en la piel, decidieron convertirse en verdugos de otro recién salido de la adolescencia. Lo subieron a un Mazda gris como si se tratara de un ritual iniciático: una venganza disfrazada de justicia.
El nombre del capturado era Fidel. Lo golpeaban dentro del auto, le gritaban lo que creían que era verdad: que había embarazado a una amiga, que la golpeaba, que la humillaba y que dejó junto a su hijo a la deriva. Ellos, convencidos de ser vengadores, eran apenas muchachos con un arma de balines que parecía real. Creían portar justicia, pero cargaban sólo una farsa de poder.
En la huida desesperada, Fidel se arrojó del vehículo. No era valentía ni cobardía: era instinto de supervivencia. Saltó, y el destino lo arrojó todavía más abajo, al barranco. El golpe contra las rocas fue la sentencia que ninguno de los adolescentes imaginó, pero todos firmaron con ese acto.
El saldo es un inventario de pérdidas: Fidel perdió la vida en la caída. Los cuatro jóvenes perdieron la libertad, y con ella, cualquier atisbo de futuro. La muchacha, centro invisible de la tragedia, perdió al padre de su hijo y a los amigos que quiso como vengadores. Se quedó sola, con un bebé en brazos y la sombra de un muerto sobre la cuna.
El niño crecerá huérfano de padre, y su madre, huérfana de red. No hay vencedores: sólo cenizas.
La historia parece sacada de una novela de Arriaga: adolescentes que creen en la épica de la violencia, que juegan a dioses con armas falsas, que hacen justicia con las uñas sucias del odio
. El final es tan brutal como inevitable: cuando la violencia se hereda, los hijos juegan con ella.El barrio El Aguaje se quedó con una postal difícil de olvidar: sirenas iluminando la noche, un cuerpo roto en el fondo del barranco, y cuatro chamacos esposados, con la mirada aturdida de quien no alcanza a comprender que la adolescencia terminó en un segundo.
Nadie hablará de ellos en la sobremesa. Nadie los pondrá en canciones. Pero ahí está la historia, un espejo áspero que refleja a al del país entero: un lugar donde la justicia se busca a golpes, donde la violencia se hereda como apellido, y donde hasta los niños cargan con la fatalidad de ser verdugos o víctimas.
En esta tragedia, no hubo malos ni buenos: sólo cinco adolescentes devorados por un mismo monstruo, el de la violencia que crece como plaga en los rincones donde el Estado no llega, pero sí llega Netflix y todas las plataformas con series donde se exalta la violencia como único camino, y la justicia por propia mano como un acto de valentía en una selva que no tiene otra ley que el ojo por ojo y diente por diente.
La pregunta queda flotando como un eco incómodo: ¿A quién le importa?
Simplemente es una corriente y cruda historia más, en la que nadie gana.
Un reflejo del barranco en el que todos estamos al borde.
También lee: Crónica de una extraña calma: El informe de Galindo | Crónica de Jorge Saldaña
#4 Tiempos
El sueño que parecía imposible | Columna de Arturo Mena “Nefrox”
TESTEANDO
Durante décadas, el fútbol mexicano ha vivido con una deuda pendiente, la de encontrar a ese jugador distinto, capaz de cambiar un partido con una sola jugada, de desatar emociones colectivas y de encender la esperanza de millones. Y de pronto, en medio de la rutina de un campeonato que pocas veces sorprende, aparece un adolescente llamado Gilberto Mora para recordarnos que el sueño sí puede ser real.
Con apenas dieciséis años ya hizo historia. Debutó en la Primera División con Xolos y no fue un relleno, no fue una anécdota, se convirtió en protagonista, dio una asistencia, marcó un gol y rompió el récord de precocidad. Desde entonces, cada vez que pisa la cancha transmite esa sensación de que algo diferente va a ocurrir. Es el tipo de jugador por el que uno prende la televisión o se sienta en la tribuna con la ilusión de ver magia.
Lo extraordinario de Mora no es solo su juventud ni sus estadísticas. Es la manera en que juega con naturalidad, como si la presión no existiera, como si la cancha le perteneciera. Ve espacios que los demás ignoran, inventa caminos en lugares cerrados, toma decisiones que parecen dictadas por un instinto superior. Y lo más impresionante es que ya lo hace con la Selección Mexicana, donde su talento no se disfraza entre adultos, sino que se multiplica. En la Copa Oro lo vimos asistir, competir, atreverse, y ganar un título con una madurez que contrasta con su edad.
El horizonte para Mora es tan prometedor como inédito. Si el proceso se maneja bien, no solo podría disputar el Mundial Sub-17 —ese que corresponde a su categoría natural y donde sería la estr ella indiscutida—, sino que incluso está en condiciones de aspirar al Mundial Mayor , en un salto que pocos futbolistas en el planeta pueden presumir. Imaginarlo jugando ambos torneos, en paralelo, sería confirmar que estamos frente a un fenómeno.
México ha tenido buenos futbolistas, jugadores de época, líderes de vestidor o símbolos nacionales. Pero pocas veces hemos sentido tan cerca la posibilidad de tener a alguien con el aura de un Messi o un Maradona: un joven que no solo juega, sino que transmite la sensación de que su historia puede transformar la del fútbol mexicano. Por eso cada partido suyo parece más grande que el marcador. Porque lo que está en juego es la ilusión de un país entero que lleva generaciones esperando a “ese” futbolista que cambie todo.
Claro, el riesgo existe. La presión mediática, los clubes europeos que pronto tocarán la puerta, la exigencia desmedida de una afición que no suele tener paciencia. Pero si Mora encuentra el entorno adecuado, si logra madurar sin perder la magia, entonces podemos estar al inicio de la historia que tanto tiempo se nos negó.
Gilberto Mora es hoy más que un jugador: es la encarnación de un sueño que parecía imposible. Si mantiene el rumbo, no estaremos hablando solo del más joven en debutar, anotar o asistir. Estaremos hablando del crack que México llevaba décadas esperando, capaz de unir en un mismo calendario el Mundial Sub y el Mundial Mayor, para después escribir la página que nos acerque, por fin, a la eternidad futbolística.
También lee: Redefinir lo perdido y pelear lo que resta | Columna de Arturo Mena “Nefrox”
#4 Tiempos
Crónica de una extraña calma: El informe de Galindo | Crónica de Jorge Saldaña
CRONICA
Por: Jorge Saldaña
Cruzar el arco de pantallas iluminadas con los motivos del cuarto informe de Enrique Galindo al frente del gobierno capitalino fue como atravesar un portal a otra dimensión: una en la que el tiempo brincó por trienios, una en la que los opositores disolvieron sus diferencias en abrazos, una en la que los colores se difuminaron, en la que los mensajes de ataque se convirtieron en de aliento, una en la que no tuvieron invitación los abucheos, pero tampoco los triunfalismos.
Era como estar en la engañosa calma del interior del ojo de un huracán.
El sol casi alcanzaba su cúspide borrando la sombra del reloj atómico del Centro Cultural Bicentenario, cuando el poder ejecutivo entró del brazo del legislativo.
Ricardo Gallardo y Sara Rocha cruzaron el portal. El poder judicial, recientemente investido en la magistrada presidenta, Lourdes Zarazúa, ya esperaba para entonces en primera fila.
A su llegada, el gobernador Gallardo desembarcó en terrenos universitarios, y fue recibido por el alcalde de la capital, anfitrión del evento. Cortesías de ida y vuelta.
En el contexto de las condiciones de confrontación de hace apenas unas semanas, la escena hubiera sido impensable, pero dentro del recinto, fue como ver a Menelao entrar en Troya, y recibir la copa en vez de espada. La diplomacia de un brindis envenenado. No había Helena de reflectores que pelear. La mar en calma.
Los asistentes en el auditorio formaron una postal política: sociedad representada por vecinos de muchas de las colonias de la capital, los tres poderes del Estado, y los tres niveles de gobierno.
Desde el Senado, Ricardo Anaya y Verónica Rodríguez. Desde el PRI de antes, Enrique de la Madrid.
Desde la federación, el representante personal del Secretario de Marcelo Ebrard (que no es Salomón Rosas). Desde el legislativo federal, en primera línea Juan Carlos Valladares y como en la séptima fila, Gabino Morales.
Desde el pasado, Marcelo de los Santos, Alejandro Zapata, Octavio Pedroza, y Victoria Labastida.
Toda la “Herencia Maldita” en primera fila y sentada a sillones de distancia del difusor de la frase que los señala y envuelve, y sin embargo, en esa dimensión alterna y fugaz, entre todos hubo por lo menos gestos cordiales, apretones de mano, y por lo más, abrazos entre unos y otros.
También estaba toda la clase empresarial representada, los dueños, las cámaras, los colegios y los medios. Para todos hubo una referencia. Una postal completa no solo de una ciudad, sino de un sistema político, histórico y social compartiendo pasados y presentes.
Entre los invitados especiales se contó con la presencia de la alcaldesa de Guadalajara, Verónica Delgadillo García, y el presidente municipal de Matehuala, Raúl Ortega Rodríguez.
El panal desatado de reporteros y camarógrafos, captaban a flashazos los abrazos entre Ricardo Anaya y Ricardo Gallardo, la compañía conciliatoria de Carolina Viggiano, secretaria nacional del PRI, junto a la presidenta estatal del partido, Sara Rocha, autora de la expulsión del anfitrión del evento, y el ademán respetuoso de Marcelo de los Santos al jefe del ejecutivo que fue de ida y de regreso.
En cada apretón de manos, el verde, el rojo y el azul se disolvieron como acuarelas bajo la lluvia: un instante de blanco que no era paz, sino pausa.
Pero se acabó la Acuarela Potosina y el Huapango de Moncayo interpretado por la Orquesta Infantil del municipio y el avispero mediático satisfecho de entrevistas fue replegado a los pasillos laterales.
Se cargó el informe y Galindo subió al escenario. Era Galindo y la pantalla. No hubo atril, no hubo discurso leído, en su lugar hubo una fórmula sincronizada de introducción, video, testimonio, y remate por cada tema.
El informe fue una charla sincronizada y ejecutada en un tono de desenfado y buen talante. Fue un informe contado como sobremesa, más diálogo que dogma, más cercanía que púlpito.
Sí, también se habló de datos, de una ciudad inclusiva, de las rutas de la salud, del nuevo Centro Municipal de Salud Mental, y de las miles de mujeres, niñas y adolescentes que recibieron servicios integrales para fomentar una sociedad más igualitaria y libre de violencia.
Se destacaron los programas Vialidades Potosinas, Capital al 100, los más de 1 millón y medio de metros cuadrados construidos en cuatro años, y los 300 mil metros de calles intervenidas en los últimos 12 meses.
No se olvidaron de mencionar los programas de bacheo, así como el recuerdo de la crisis hídrica tanto como el reto de enfrentar una temporada de lluvias atípicas.
En materia de seguridad se hizo énfasis en la estrategia basada en la formación y funcionamiento de más de 700 comités ciudadanos enlazados directamente con la autoridad, la disminución del 9.2 por ciento en la percepción de inseguridad en el último año y el reforzamiento en equipo y tecnología en ese rubro.
Mención aparte mereció el anuncio de la “capital mundialista”, estrategia para aprovechar el turismo durante el próximo mundial de futbol y el disfrute gratuito de 5 partidos y la final con la compra de los derechos para la transmisión pública de los mismos.
Se enumeraron premios, reconocimientos y nombramientos de nivel nacional e internacional en temas deportivos, culturales y turísticos; se insistió en reactivar el proyecto vial en el Saucito, y se adelantó la construcción de un Centro de Inteligencia Urbana, que concentrará la atención y los datos de la gran mayoría de los servicios municipales.
Galindo supo contar su historia y las manecillas no lo apresuraron. En hora y 25, había terminado de compartir saludo, recorrido, charla, datos y futuro.
Hizo tiempo Galindo incluso para recordar y aplaudir a los que ya se han ido: Jacobo Payán Latuff, Horacio Sánchez Unzueta y Daniel de la Llera y don Teófilo Torres Corzo.
También agradeció a su familia y a su esposa que vestía, por cierto, un traje azul marino, camisa blanca y corbata a rayas idénticas a las que lucía su esposo el alcalde. Estela y Enrique eran uno mismo…y eso, también comunica.
Al final, el jefe de la comuna por cuarto año consecutivo, le dio su lugar al mandatario estatal a quien le pidió dar un mensaje.
Ricardo Gallardo fue breve, contundente y generoso: centró su mensaje en su compromiso por resolver, de la mano de los tres niveles de gobierno, el tema del agua potable para la Zona Metropolitana y garantizarlo para los próximos 50 años.
Al alcalde, a su esposa y presidenta del DIF municipal, Estela Arriaga Márquez, así como a toda la sociedad les obsequió un “van bien y vamos a ir mejor”.
El lugar, el tono y el momento del mensaje gubernamental se interpretaron como un replanteamiento político de cordialidad, unidad y trabajo de aquí a que inicie la tormenta del 2027.
Foto del recuerdo. Foto con las manos alzadas y adiós.
La postal social se disolvió en minutos. El portal vio el paso de regreso. Afuera, el reloj volvió a marcar las horas.
Y aunque fue un lunes de rara calma, en San Luis todos sabemos que la calma es lujo de unos instantes, un disfraz breve que se usa hasta que la tormenta sea tormenta… y deje de ser metáfora.
También lee: Gobierno y UASLP: sus enemigos se saborean los bigotes | Apuntes de Jorge Saldaña
-
Destacadas1 año
Con 4 meses trabajando, jefa de control de abasto del IMSS se va de vacaciones a Jerusalén, echando mentiras
-
Ciudad3 años
¿Cuándo abrirá The Park en SLP y qué tiendas tendrá?
-
Ciudad3 años
Tornillo Vázquez, la joven estrella del rap potosino
-
Destacadas4 años
“SLP pasaría a semáforo rojo este viernes”: Andreu Comas
-
Estado2 años
A partir de enero de 2024 ya no se cobrarán estacionamientos de centros comerciales
-
Ciudad3 años
Crudo, el club secreto oculto en el Centro Histórico de SLP
-
#4 Tiempos3 años
La disputa por el triángulo dorado de SLP | Columna de Luis Moreno
-
Destacadas3 años
SLP podría volver en enero a clases online