junio 3, 2025

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Exilios fílmicos de Krzysztof Kieślowski y Pablo Neruda | Columna de Jorge Ramírez Pardo

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Enred@rte

 

Al interior del Cineclub de Centro Universitario de las Artes, CUART/UASLP –en este momento con el ciclo La Migración en la mirada del cien-, se han reiterado ciertas constantes reflexivas.

  • Un ejercicio de Cineclub pleno (con exposición contextual –previa a la exhibición de una película- respecto al tema, estética e historial del argumento y su autor, y, posterior a la exhibición de la película, diálogo/debate), permite tener acercamiento al rico universo multinacional del cine no exhibido en salas comerciales o exhibido en desventaja, a causa de la imposición monopólica de las distribuidoras comerciales fílmicas hollywoodenses.
  • Diversos portales en Internet, como Zoowooman, permiten ver filmes en cantidad y calidad de escasa o nula programación en nuestro entorno. Ello complementado con la orientación y sugerencias de conocedores del tema (por cierto, numerosos en SLP).
  • Las destacadas corrientes fílmicas vanguardistas –Neorealismo italiano, Nueva ola francesa, Nuevos cines -alemán, polaco, checo, ruso, mexicano, cubano, boliviano, argentino-, Cinema novo brasileño, Free cinema inglés- y autores fílmicos destacados –entre los mexicanos y por orden de aparición, Jaime Humberto Hermosillo, Jorge Fons, Arturo Ripstein, María Novaro, Guita Shifter, Dana Rotbeg, Marise Sistach, Juan Antonio de la Riva, Alfonso Cuarón, Guillermo del Toro, Carlos Reygadas, Amat Escalante-, soportan su quehacer en cultura cinematográfica iniciada al interior de cineclubes y, con frecuencia, publicaciones de los coloquiantes luego convertidos –algunos de ellos- en realizadores fílmico.
  • De esos círculos de reflexión fílmica o cineclubes plenos, también han surgido destacados analistas y reseñistas fílmicos. En México destacan –también por orden de llegada-:
    • Emilio García Riera (Historia del cine mexicano, 1930 a 1970, revistas Cine y Dicine),
    • Jorge Ayala Blanco (autor de los libros Aventura…, Búsqueda…, Justeza…, etcs. del Cine mexicano, 1968 a la fecha, y más libros de cine internacional) decano del Centro – hoy Escuela Nacional- Universitario de Estudios Cinematográficos, CUEC/UNAM,
    • Tomás Pérez Turrent (asistente regular a los grandes festivales internacionales de cine: Cannes, Venecia, Berlín, San Sebastián, Toronto, Guadalajara);
    • Francisco Sánchez, reseñista entre 1975 a 1980 de cine en el Esto (diario con tiraje de más de 100 mil ejemplares), guionista y autor de un libro tan desenfadado como su nombre “Crónica antisolemne del Cine mexicano”,
    • Gustavo García, Nelson Carro, Leonardo García Tzao (continuador del trabajo trashumante de Pérez Turrent, autor del libro Cómo acercarse al cine) y Andrés de Luna, colaboradores recurrentes en revistas y los diarios Unomásuno y La Jornada;
    • Sergio Raúl López (eje sustancial de la desaparecida revista Cinetoma, trashumante contumaz de los festivales nacionales de cine, tallerista de periodismo cultural y cinematográfico
  • De entre los alumnos interactuantes en el Cineclub/CUART, los hay de
    • Literatura con aspiración a desarrollar el análisis y reseña fílmica,
    • De Filosofía que ya abrieron un portal web para ofertar y reseñar su propio cineclub – https://cinexpresate.wordpress.com- y
    • Antropología y Salud ambiental con intención de respaldar la tesis de licenciatura con análisis fílmico
    • De comunicación que además cursan Taller de cine en el CUART, convencidos de que la práctica de realización fílmica debe ser respaldada con Cultura cinematográfica.

Sobre el eje temático de Migración y el subtema Exilio, en el cineclub se ha analizado, además del discurso fatalista predominante en medios de comunicación y, de manera intermitente, en declaraciones de mandatarios (en el caso de Donald Trump con tintes xenofóbicos y discriminatorios), pero, también variantes diversos de migraciones y exilios, lo mismo con desafíos y tragedias que con oportunidades de recambio social e individual para sus protagonistas.

LOS CREATIVOS EXILIADOS

NERUDA DESDOBLADO.- El viernes pasado por la tarde, en sesión del Cineclub CUART, se revisó un fragmento de Il Postino –El Cartero-, 1994, película italiana dirigida por el indú/británico Michael Radford; adaptación de la novela Ardiente paciencia, de Antonio Skármeta. Se trata del exilio de Pablo Neruda en la Isla de Salina (Italia). Muestra al poeta cuya imposición monacal a casa del destierro en compañía de Matilde Urrutia (inspiradora de Los versos del Capitán), tiene un desdoblamiento hacia nuevos estadíos en su condición humana y obra literaria y si interacción/interafectación con el modesto cartero Mario Ruoppolo.

KRZYSZTOF FRENTE A SU ESPEJO.- La misma tarde de viernes, Michell Barajas Hernández y Miguel Ángel Medina, alumnos, ella de Letras,  él de Ciencias de la comunicación, dieron contexto, presentaron, y analizaron en diálogo/debate con sus compañeros de cineclub, La doble vida de Verónica, 1991, una de las obras magistrales del director fílmico polaco/franco Krzysztof Kieślowski. Esto son fragmentos de lo expuesto:

  • Película con cualidades excepcionales: argumental, poética, fotográfica, musical.
  • La complejidad de la película, conduce a dos visiones:
    • – Llana a partir de la anécdota de dos mujeres replicadas, una residente en Cracovia, Polonia y otra entre un lugar indeterminado de la Provincia francesa y París (ambas dedicadas a la música dicen “no sentise solas”-

─Siento algo extraño. Me parece que no estoy sola.
─¿Sola?
─Que no estoy sola en el mundo.” (Min. 7:33)-,

si bien, buscan una relación amorosa renovada; las dos con afectaciones cardiacas, huérfanas de madre y con un padre afectuoso)

  • – La proyección autobiográfica de transición/exilio del director de la película, quien, representado por dos mujeres idénticas, muere a Polonia y renace en la Veronique de Francia, su nueva patria (“Toda mi vida me ha parecido estar aquí y en otro lado”. Min. 1:20:28). Ello con numerosos elementos con cargas simbólicas (el mundo de cabeza visto a través de una esfera es el más relevante, una representación con marionetas y el marionetista), enigmas y “no lugares” o elementos en apariencia desintegrados del argumento (la aparición de una anciana vista por ambas Verónicas en circunstancias similares, por ejemplo)
  • Así lo esquematizaron los expositores:

  • La Veronique francesa “busca el amor” y, sin explicación alguna, luce ligado al amor perdido con la muerte de la Veronika polaca.

“─Hace poco, tuve una impresión curiosa… Sentí que me encontraba sola. De golpe. Pero nada ha cambiado.

─Alguien ha salido de tu vida.

─Sí, eso es.” (Min. 43:14)

Ello, lleva a expositores y compañeros de cineclub, a reiterar lo apreciado en diversas sesiones, un filme de autor o vanguardista, también denominado de arte, conviene verlo más de una vez para sus mejores comprensión y degustación.

EL BAGAJE DE CULTURA FÍLMICA, VISIÓN MULTIDICIPLINARIA, APERTURA DE PENSAMIENTO Y SENTIDO DE EQUIPO, HACEN POSIBLE LA APRECIACIÓN Y REALIZACIÓN FÍLMICA CONSISTENTES.

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#4 Tiempos

Ingeniero Labarthe, pionero de la cartografía geológica en México | Columna de J.R. Martínez/Dr. Flash

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EL CRONOPIO

 

Hace sesenta y cinco años, en el mes de mayo, el Ing. Eugenio Pérez Molphe impulsaba el proyecto para la creación de un Instituto de Geología en la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, que sería presentado por el Ing. Rubén Ortiz Díaz Infante, Director de la Escuela de Ciencias Químicas, un par de meses después en julio de 1960 se formalizaba la propuesta al Consejo Directivo Universitario de a UASLP, la cual sería aprobada iniciando así las actividades del Instituto de Geología y Metalurgia, como fue llamado en un ´principio, siendo nombrado el Ing. Pérez Molphe como su director.

El proyecto de inicio de la formación en Geología en San Luis se venía gestado dos años atrás, motivada entre otros factores, por la celebración del Año Geofísico Internacional donde estaban participando algunos universitarios potosinos, entre ellos el Dr. Gustavo del Castillo, que recibió en 1957 a investigadores que realizarían algunos experimentos geológicos en el marco de esta celebración.

En 1958 con motivo del Año Geofísico Internacional estuvieron en San Luis Potosí el doctor en geología Robert P. Mayer de la universidad de Wisconsin y el ingeniero geodesta Hermilio Cepeda del Departamento de Oceanografía de la UNAM, con el objeto de realizar experimentos geológicos a fin de determinar la velocidad con que se transmite el movimiento de la tierra, para lo que buscaban una mina abandonada para emplear un sismógrafo a fin de poder colocarlo a considerable profundidad, seleccionando para ello al mineral de Cerro de San Pedro. Para realizar sus mediciones se haría una explosión de dinamita en el Cerro del Mercado en Durango y mediante comunicación por radio con Cerro de San Pedro se trataba de registrar en el sismógrafo el evento.

En 1959 el Ing. Luis S. Jiménez López presidente de la Comisión Nacional de Fomento Minero en el Estado de San Luis Potosí, en un análisis minucioso sobre el panorama minero en México, declaraba que el país necesitaba más ingeniero geólogos, señalando la necesidad de una nueva dinámica en los campos de exploración y explotación de minerales cuyo factor propicie el justo y adecuado aprovechamiento de este núcleo de profesionales.

En esos años, terminaba sus estudios de ingeniería geológica el potosino Guillermo Labarthe Hernández en la Universidad Nacional Autónoma de México, titulándose en la licenciatura como ingeniero geólogo en 1958, año en que contraería matrimonio y regresaría posteriormente a San Luis Potosí.

Guillermo Labarthe Hernández nacería en San Luis Potosí en febrero de 1934, a principios de los sesenta se incorporaría al Instituto de Geología de la UIASLP que contaba con un número mínimo de profesores y sus actividades se orientarían al apoyo a la docencia y el impulso de la carrera de geología en la UASLP que iniciaba actividades en 1961 a la que se incorporarían alumnos que ya estudiaban ingeniería en la UASLP y que reorientaban su vocación a la geología.

El vínculo del Ing. Labarthe con la UNAM se reflejaría al realizar los primeros trabajos de cartografía en colaboración con esa institución que propició se titularan los primeros geólogos de la UASLP

un par de años después en lo que fue la primera generación de ingenieros geólogos, la cual estuvo formada por Arturo Elías, Jorge Fraga y Manuel Mendiola, que recibieron sus títulos en 1963.

El Instituto de Geología de la UASLP sería el tercer instituto de investigación creado en la UASLP y el segundo que se formaba en el país. Si bien, sus primeros años estuvo enfocado principalmente en el apoyo a la docencia se establecían las raíces que propiciarían se realizaran se manera intensa actividades de investigación a mediados de los setenta.

En el mes de noviembre de 1962 salió a la luz pública la revista “Geología y Metalurgia”, con temas técnico-científicos de interés y que posteriormente, hacia 1977 daría lugar a la serie de boletines publicados como “Folletos Técnicos del Instituto de Geología”. En 1979 el Ing. Guillermo Labarthe Hernández era nombrado director del Instituto de Geología y se iniciaba un intenso trabajo de cartografía geológica siendo un esfuerzo pionero en el país.

En 1976 inicia los trabajos formales de investigación en cartografía geológica del Estado enfocando esfuerzos en la Zona Media y Altiplano del estado de San Luis Potosí, dirigidos por el Ing. Labarthe; estos trabajos serían los primeros que se realizaban en México. Los cuales sirvieron para definir los acuíferos de la zona de San Luis Potosí y Villa de Reyes. Por lo que al perforarse los pozos se sabía que tipo de rocas estaban en el subsuelo gracias al trabajo de cartografía realizado. En cuanto a recursos minerales, los depósitos de caolín que existen en la zona suroeste del estado fueron descubiertos por la cartografía realizada.

Todos estos recursos, acuíferos y minerales están encajonadas en rocas volcánicas, tema que sería parte de la especialización del Ing. Labarthe del que era un experto. La zona de San Luis fue una zona volcánica, y los estudios han ayudado a comprender la evolución de la corteza.

El Ing. Labarthe falleció iniciando el mes de mayo dejando un importante legado para la geología mexicana y en especial la potosina, siendo uno de sus pioneros y el iniciador de la cartografía geológica moderna.

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#4 Tiempos

Entre tangas, roscas y tamales | Columna de León García Lam

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VOLUTA

 

En una nota del Universal publicada el último del año 2024 una comerciante de la Ciudad de México afirmó: “ya no se venden los calzones rojos y amarillos, se está perdiendo la tradición” y al parecer sí, la euforia por las tangas rojas ha perdido el interés de las nuevas generaciones chilangas que ya no creen en el amor, ni en las tradiciones o no tienen dinero para pagarlas. Sin embargo, en estados como Jalisco, las ventas de ropa interior se dispararon hasta el cielo y un dato llamó mi atención: para este año 2025, los consumidores tapatíos buscaron vorazmente los calzones amarillos. ¿Qué nos querrá decir este indicador popular?

Hace unos días, en una cápsula trasmitida por Radio Universidad (de SLP) se escuchó, en la voz de mi querido amigo Jonathan Gamboa, una explicación genealógica acerca de las tradiciones de fin de año: comer lentejas, hacer maletas y meterse debajo de la mesa son tradiciones que provienen de culturas bien lejanas en el tiempo y en el espacio. Entonces ¿por qué las aceptamos con tanta facilidad? No sé si usted lo note, querida culta lectora de La Orquesta, pero las tradiciones del fin de año o del año nuevo pretenden controlar el futuro incierto que tenemos enfrente: que las doce gotas de la felicidad, que las cabañuelas y los borregos de la buena fortuna, pero ¿qué tienen en común todas estas “tradiciones” a las cuales también llaman “rituales”?

Pues bien, yo que empleo parte de mi valioso tiempo en buscarle chichis a las lombrices, creo que lo que es común a una buena parte de estas tradiciones de Año Nuevo es el juego de esconder o revelar algo que está dentro. Me explico, la tradición de salir a la calle con una maleta requiere guardar dentro de la maleta elementos de lo que se desea atraer. La tradición de meterse debajo de una mesa es, de alguna manera, situarse dentro del centro de la abundancia que es la mesa. Sin embargo, el mejor ejemplo es la rosca de reyes:

¿Cómo debe ser la tradicional rosca de reyes? Unas personas afirman que la tradicional rosca lleva un monito, otras dicen que debe llevar 3 monitos y hay quien piensa que la mera tradicional rosca de reyes debe esconder además de los monitos, dedales y anillos. No hay manera de fijar una norma estandarizada. Lo que sí es interesante es la forma de la rosca. ¿Usted sabe cómo se llama la forma geométrica de una rosca? Se llama toro y algún otro día le contaré sobre sus propiedades matemáticas que son formidables. Me gusta pensar que, si la rosca es una representación del año, entonces el tiempo es algo que da vuelta, regresa al mismo lugar y en su interior, al igual que los tamales, esconde sorpresas insospechadas.

Estimada y culta lectora de La Orquesta: yo espero que las sorpresas de su año 2025, sean las mejores.

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#4 Tiempos

Votar entre la razón y la emoción | Columna de León García Lam

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VOLUTA

 

Eso me dijo mi papá:

-Mira Leontino, que lo que guardas en la cabeza no sea lo mismo que guardas en el corazón.

Como muchas cosas que me dijo, no le puse suficiente atención, pero ahora ese mensaje ha logrado escarbar entre todos los recuerdos y salir a flote otra vez.

Interesante: la frase de mi papá tiene razón, pero también tiene emoción. Hace uso de dos recursos -muy humanos- a la vez y los junta y los enreda torciéndolos, pero nunca dejan de ser razón por un lado y emoción por el otro. La frase significa además que la razón tiene su lugar en el cuerpo, sus formas, sus métodos y la emoción los suyos propios. Esto viene muy a cuento con la época de elecciones en la que nos encontramos.

Como una especie de vicio raro, leo con pulsión desmedida todas las columnas de opinión que mi escaso tiempo me permite. Leí, por ejemplo, la columna de mi amigo Octavio Mendoza (Astrolabio) que trata acerca de las complejas motivaciones del votante: a la mera hora, ahí escondido detrás de una cortina de plástico, el elector tacha la opción que durante meses dijo que no iba a elegir. Si un votante hace eso, no pasa nada, es como una gota de agua rebelde que lucha contra las olas del mar. La cosa se pone buena, cuando esto mismo no lo hace uno sino 5 millones de votantes. Entonces, las alarmas se encienden, los encuestadores se arrancan los pelos y se desatan los programas de opinión, que a mí me encantan, tratando de explicar lo que antes parecía imposible.

Sí, efectivamente, las masas actúan caprichosamente. No razonan. Solo actúan motivadas por sentimientos básicos como el odio, el miedo, el rencor, la venganza o el gusto. Eso motivó a millones de personas a votar hace seis años y sentimientos similares moverán a millones de personas a votar este domingo.

Por otro lado, si lo pensamos bien (lo razonamos) ¿de qué sirve ir a votar? Alguien va a ganar de todos modos y quien gane no hará que el mundo, el país, el Estado, el municipio cambien. Todos sabemos que las campañas se hacen de puras promesas que ni siquiera se piensan cumplir. Como un signo más del apocalipsis, la calidad de los candidatos de todos los partidos empeora cada elección y se nos presentan cada vez más incultos, cínicos y simplones y si seguimos pensando así, no solo se nos quitarán las ganas de votar sino de vivir.

Ambas situaciones que he presentado aquí: votar motivado por el rencor y no salir a votar porque “no sirve para nada”, significan hacer de tripas corazón, o sea poner la pasión en la cabeza y la razón en el corazón y así todo se descompone.

Para que la democracia funcione se requiere que la motivación de votar sea algo que está por encima de nuestros intereses personales: nuestros hijos, nuestra comunidad, nuestro entorno. Salir a votar no puede ser un asunto de la razón, menos aún de las razones personales, sino de la pasión ciudadana, del amor por la patria, por la matria, por la familia. El resultado aquí no es lo que importa, sino nuestra obligación a participar.

¿Por quién votamos? Aquí debe entrar la razón desapasionada. Votar por rencor o votar por conveniencia personal no sirve para elegir al mejor gobernante. Lo que se requiere, en ese momento justo de estar a solas con nuestra boleta y el crayón en la mano es razonar fría y calculadoramente el sentido de nuestro voto.

Es el corazón quien levanta del sillón al elector, lo saca de la comodidad de su casa y lo lleva a la casilla. Ya estando en la mampara, la razón toma la mano del votante y lo hace elegir si no la mejor, la menos mala de las opciones que tenemos. Después de que le marcan el dedo con la famosísima tinta indeleble (por cierto, invento mexicano) queda en el votante, una extraña satisfacción de haber cumplido de la mejor manera posible.

Yo creo que vamos bien, si tomamos en cuenta que la democracia se tarda unos 400 años en dar resultados.

Querida culta lectora de La Orquesta, que tenga felices votaciones este domingo

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