junio 2, 2025

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#4 Tiempos

Los 7 pecados capitales de Xavier Nava | Apuntes de Jorge Saldaña

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APUNTES.

Los cometió todos en menos de dos años y tres meses. Violó también todos los mandamientos. Veneró a falsos dioses y negó tres veces a quien lo hizo su discípulo en el ámbito público.

No hay perdón del Olimpo, ni de Zeus, ni de Alá, ni de la Santísima Trinidad oligárquica potosina. 

No hubo Planes de Desarrollo Urbano y Centro de Población ni de Desarrollo Territorial.

Esperaron hasta el último momento, el pasado viernes, para que regresara el hijo pródigo como el perro arrepentido, pero no fue así.

La propia federación metió la mano y la voz: no tocar la Sierra de San Miguelito. No sin tocar baranda, no sin la Federación, no así como lo intentó el minúsculo alcalde interino por órdenes del que tiene ilegítima licencia.

SOBERBIA: día y noche, noche y día. El trato despótico lo sufrieron todos y en todos los niveles. Desde Tere Carrizales sacada a rastras y golpes de su oficina, hasta los pueblos originarios que dejaron fuera, que ignoraron y maltrataron, hasta las vendedoras de flores a quienes atacaron sin consideración.

También los medios, a quien trató con desprecio cuando se le criticaba. También a los empleados municipales que despidió por no pensar igual que él, también a los panistas los despreció instalado en una superioridad no ganada.

Es enero del 2019, una cita aplazada en tres ocasiones finalmente se concretó en el Sanborns de Plaza Tangamanga: Octavio Pedroza se reunió con Óscar Valle Portilla, que acudió en representación y por órdenes del nuevo alcalde.

Octavio tuvo no una, sino tres invitaciones de Nava para que se convirtiera en su asesor, lo propuso en campaña, en la toma de protesta y hasta en el avión en el que coincidieron. Los detalles por fin se verían con Óscar Valle, en ese entonces oficial mayor.

Palabras más, palabras menos, Óscar Valle Portilla se arrancó con la burda grosería: “Mira Octavio tenemos muchos compromisos pero déjame ver cómo le hacemos para contratarte. ¿Traes tu currículum?”.

Octavio el ex regidor, alcalde, diputado federal, senador de la República, y columna vertebral para el triunfo de Xavier Nava, era un desconocido para Óscar Valle, que le pidió su solicitud como si Pedroza buscara una chamba, entonces Octavio pidió la cuenta y se retiró enseguida. Habían perdido en ese momento a su mejor aliado rumbo a la gubernatura.

Jamás reconocieron un error. La disculpa pública fue obligada, dieron mil vueltas a sus equivocaciones, escurrieron el bulto de sus falacias. Todo era mentira cuando fueron exhibidos, todo era verdad cuando ellos lo decían. SOBERBIA, petulancia, altivez y socarronería.

SOBERBIA Por presumir un par de puentes, que inició con dinero ajeno y que encima no terminó.

Xavier Nava y su equipo no pudieron explicar la inversión millonaria que Óscar Valle y sus secuaces emprendieron en la Sierra de Álvarez en la que construyen un Hotel-Campamento.

Si invertir 50 millones es tan fácil para el círculo más cercano del alcalde, ¿por qué lo hicieron hasta que se convirtieron en gobierno? ¿Por qué nunca publicaron sus declaraciones patrimoniales?

¿Dónde están las 200 patrullas que el ayuntamiento renta en más de 1 millón de pesos mensuales si la delincuencia crece y no se aumentó ni un peso en el gasto de combustibles? ¿Quién se benefició de semejante y jugoso contrato mientras los potosinos no vimos una pizca de mejoría?

50 mil luminarias instaladas en la capital, ¿alguien las contó? Dijeron que tienen wifi y que son harto inteligentes sin una sola prueba. 50 mil lamparitas de led que cuestan 3 mil pesos y fueron pagadas en casi 8 mil. AVARICIA.

¿LUJURIA? No sé de otra, pero si del festín de bajezas y malos tratos cometidos en contra de mujeres trabajadoras del ayuntamiento a las que despidió sin miramiento mientras defendió con rueda de prensa, liturgia y bendición a Fernanda (su colaboradora en diseño nacida en Venezuela). Protegió con espada y capa la contratación de la cuñada del secretario general y llegaron al clímax degenerado del cinismo negando permanentemente el conflicto de interés teniendo a los primos Portilla firmando contratos uno y firmando cheques el otro.

LUJURIA es sumar inexplicablemente a su lista de regidores a la hija de una “Madrota”, a la heredera de un negocio de trata de blancas, que al ser impugnada fue recompensada con una dirección general en el ayuntamiento para la chica sin rastro de experiencia en la política, pero mucho en lo “público”, y a la madre de esta otorgarle un altísimo contrato por ser mercenaria en una degradante página de redes sociales. La única explicación para dichas acciones no es otro que el delicioso pecado.

IRA todos los días, en cada entrevista, en cada cuestionamiento que no fuera de su agrado. IRA contra su antecesor, al que culpó de todo y no le pudo comprobar nada. IRA contra sí mismo y sus dislates, IRA cuando culpaba de sabotaje hasta a las bombas del Interapas, papel de víctima iracunda en cada sesión de cabildo, IRA cuando no pudo lograr la aprobación del aumento a las tarifas del agua. Rabia por no haber podido sacar los Planes de Desarrollo, furia por no tomar una posición firme y única sobre la Sierra. IRA de la que consume lentamente.

GULA en los contratos, en los millones inexplicables gastados en una ciclovía que se convirtió involuntariamente en un monumento a la necedad y al derroche insaciable de recursos. GULA en irse de copas el día de más asesinatos ocurridos en la capital potosina. GULA en la contratación de medios y la compra de propaganda ficticia para satisfacer la vanidad.

ENVIDIA de sus predecesores y creadores.

PEREZA tatuada, PEREZA mental, PEREZA del alma por no cambiar, cuando pudo, su camino y el del resto.

No hubo, ni habrá Nava gobernador. En sus pecados llevó la penitencia y señor don Xavi, ni preguntes por qué.

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#4 Tiempos

Consideraciones sobre la amabilidad | Columna de Juan Jesús Priego Rivera

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LETRAS minúsculas

Tenía Víctor Hugo, el gran escritor francés, veintisiete años de edad cuando publicó, en 1829, El último día de un condenado, novela o largo relato en el que se pone a describir los pensamientos íntimos, las agitaciones interiores y los estados de ánimo que se apoderan de un hombre que pronto -muy pronto- va a tener que morir. La justicia ha señalado ya el día y la hora en que deberá tener lugar la ejecución; todo, pues, está listo…

Pero, no: ¡no todo está listo! Puede que lo esté el cadalso, puede que lo esté el verdugo, pero este hombre todavía no está listo. ¡Aún no sabe por qué debe morir! «Soy joven, estoy sano y fuerte –gime en el calabozo-. La sangre circula libremente por mis venas; todos mis miembros obedecen a todos mis caprichos; estoy robusto de cuerpo y de mente, preparado para una larga vida. Sí, todo esto es verdad; y, sin embargo, padezco una enfermedad, una enfermedad mortal, provocada por la mano del hombre».

Afuera, en la calle, todos ríen y se gozan: el calor del sol es bueno, la vida es bella. ¡Ah, tienen razón al mostrarse tan alegres! Para ellos hay futuro. ¿Cómo no sonreír cuando a la noche sigue el día, cuando se espera vivir muchas noches y muchos días? En cambio él… ¡Quizá no haya para él ni otra noche ni otro día!

Llama la atención, sin embargo, cómo es que este hombre se da cuenta de que no le queda mucho tiempo: ¡por la amabilidad del personal penitenciario! ¿De cuándo acá se mostraban tan amables estos monstruos de indiferencia? ¿De cuando acá? «El camarero de guardia acaba de entrar en mi calabozo, se quita el gorro, me saluda, pide perdón por molestarme y me pregunta, suavizando en lo posible su voz ruda, lo que deseo para el desayuno. Me entran escalofríos. ¿Será hoy?».

Es decir, ¿será hoy cuando tenga que ser ejecutado? Tanto refinamiento, tanta delicadeza le parecen francamente sospechosos. Hasta hace poco todos le hablaban a gritos, brutalmente, pero hoy se descubren la cabeza para saludarlo y hasta ejecutan ante él respetuosas reverencias. Sí, es posible que sea hoy. El condenado, entonces, se pone a temblar. Es que no era normal, no era normal en absoluto que…

Pero las cosas se complican todavía más cuando, de pronto, la reja del calabozo se abre y aparece en el marco de la puerta una figura pequeña, de largos bigotes negros, y amable hasta la falsedad. «Sí, es hoy –piensa el condenado al ver a este individuo ejecutando todas las ceremonias de la cortesía-. El mismo director de la prisión ha venido a visitarme. Me pregunta lo que me gustaría o podría serme de utilidad; incluso hasta expresó el deseo de que no tuviera quejas de él o de sus subordinados; se interesó por mi salud y por cómo había pasado la noche. ¡Al salir me llamó señor! ¡Sí, es hoy!».

Y admírese usted: los pensamientos del condenado resultaron ser ciertos; su intuición no lo engañó. Era hoy, precisamente cuando debía morir. No se equivocaba.

¿Por qué los humanos dejamos la amabilidad y la cortesía para el último momento? Al parecer, sólo los muertos –o los que están a punto de serlo- logran conmovernos. «¡Cómo admiramos a los maestros que ya no hablan y que tienen la boca llena de tierra! –exclama el personaje único de La caída

, el famoso monólogo de Albert Camus (1913-1960)-. El homenaje se les ofrece entonces con toda naturalidad, ese homenaje que, tal vez, ellos habían estado esperando que les rindiésemos durante toda su vida… Observe usted a mis vecinos, si por casualidad sobreviene un deceso en el edificio en el que usted vive. Los inquilinos dormían su vida insignificante y, de pronto, por ejemplo, muere el portero. Inmediatamente se despiertan, se agitan, se informan, se apiadan».

¡Los hombres sólo somos corteses con los muertos! He aquí lo que el Nóbel francés quiso decir. Pero no sólo lo dice él. He aquí, por ejemplo, lo que Máximo Gorki (1868-1936), el escritor ruso, escribió en su autobiografía: «¡Las misas de difuntos son las más bellas de toda la liturgia! ¡Hay en ellas ternura y piedad para los hombres! ¡Nuestros semejantes no compadecen sino a los muertos!».

Está bien, está bien, así es. Y, sin embargo –me digo-, he aquí un método para cultivar la cortesía: ver en el otro, ese que ahora está junto a mí, un condenado a muerte -¡que lo es, sólo que él no lo sabe, o lo ignora, o no quiere pensar en ello!- y tratarlo como si mañana ya no fuera a estar aquí; tratarlo, en una palabra, con las mismas atenciones que el carcelero dispensó al condenado a muerte en el relato de Víctor Hugo. ¡Ah, si nos viéramos como somos, es decir, como mortales, qué dulces seríamos en nuestras relaciones, y qué corteses!

Dice Aliosha a Lisa en Los hermanos Karamazov, la novela de Fiodor Dostoyevski (1821-1881): «Hay que tratar muy a menudo a las personas como si fueran niños, y a veces como si fueran enfermos». No está mal, no está del todo mal. ¿Con qué delicadeza no trataríamos a una persona si supiéramos que quizá hoy mismo va a morirse? ¿Y cómo estar seguros que no será hoy el día en que morirá? Por eso, más vale ser amables con él.

Otra cita más; ahora la he tomado de Sobre héroes y tumbas, la novela de Ernesto Sábato (1911-2011), el escritor argentino: «¿Sería uno tan duro con los seres humanos si se supiese la verdad que algún día se han de morir y que nada de lo que se les dijo se podrá ya rectificar?».

Todos los hombres son mortales, Juan es hombre, luego Juan es mortal. El silogismo nos sale bien; en el fondo, los hombres no somos tan ilógicos como parecemos a primera vista. Sólo que no siempre sacamos de nuestros razonamientos todas las consecuencias pertinentes al caso.

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#4 Tiempos

Se acabó el Clausura 2025 | Columna de Arturo Mena “Nefrox”

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TESTEANDO

 

Llegó a su fin el torneo de la Liga MX con un nuevo campeón, el Toluca destronó al América y se sienta en la cima. Ahora es momento de hacer cuentas, de esas que sirven para alimentar la estadística.

En total, en el Clausura 2025, se jugaron 170 partidos: 153 de temporada regular y 17 de liguilla.

En la jornada 9 se dio el resultado más abultado del campeonato, un 5-0 que le propinó Toluca a Querétaro en la bombonera. En contraparte, 12 partidos terminaron con un empate a 0, incluyendo el partido de ida de la final entre América y Toluca.

El equipo más goleador fue Toluca, con 51 tantos entre torneo regular y liguilla, a diferencia de Querétaro que fue el que menos anotó con tan solo 10 en toda la fase regular.

Algunos de los récords que se rompieron en este Clausura 2025 destacan al Toluca anotando 5 goles en dos partidos, primero ante Querétaro en la jornada 9 y después frente a Necaxa en la jornada 11.

Jhon Kennedy de Pachuca logró anotar en cuatro partidos consecutivos en casa, alcanzando a Edwin Cardona en 2019.

Atlas logró una remontada 4-3 después de ir perdiendo 0-3 ante Tijuana, algo que igualó a América en 2016 ante Cruz Azul, por cierto, este partido entre Atlas y Tijuana fue uno de los dos con más anotaciones del torneo.

Para cerrar con los números, el promedio de asistencia a los partidos fue de 23,783, mientras que la mejor asistencia fue el partido entre Monterrey y San Luis, en la jornada 8, con 50,023 aficionados, esto gracias a la expectativa del debut de Sergio Ramos. Del otro lado, el partido con menos asistentes fue el Pumas vs Mazatlán con tan solo 8,845 espectadores, esto provocado por jugar al mismo tiempo que se llevaba a cabo el Super Bowl 59.

Por último, en temas financieros, se presume que el campeón del futbol mexicano recibe aproximadamente 78 millones de pesos más la clasificación a la Copa de campeones de Concacaf y un considerable aumento en los bonos de patrocinadores tanto propios como de la liga.

Se fue un torneo, y aunque todavía quedan por lo menos dos partidos más que interesan a los aficionados locales (Cruz Azul vs Vancouver y América vs LAFC), la liga llegó a su fin y por ahora vivimos la emoción del futbol de estufa, hagan sus apuestas y esperemos que el próximo torneo vuelva a emocionar.

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Micrometría y la paz del espíritu en la Ciencia en el Bar | Columna de J.R. Martínez/Dr. Flash

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EL CRONOPIO

Braulio Gutiérrez Medina es un investigador del Instituto Potosino de Ciencia y Tecnología, IPICyT, que realiza trabajo de investigación en biofísica, biomateriales bionanotecnología, siendo especialista en técnicas de Microscopia óptica, que incluyen herramientas de pinzas ópticas y fluorescencia.

Sobre estos temas estará participando con una plática en La Ciencia en el Bar que ha titulado, La Micrometría y la Paz del Espíritu; sugerente título que nos remite a asuntos de medición en sistemas biológicos los cuales tienen tamaños micrométricos y nanométricos y en los que se requiere para su estudio de mediciones de microscopía con luz para muy pequeños tamaños.

La charla se llevará a cabo el jueves 29 de mayo a las ocho de la tarde noche en La Cervecería San Luis, ubicada en la Calzada de Guadalupe número 326, con entrada libre. La charla forma parte del ciclo treinta y nueve de esta serie que corresponde a diecinueve años de actividades. La Ciencia en el Bar es un programa pionero en el país y ha sido replicado en varias partes del país, generando escenarios de interacción entre la comunidad científica nacional y el gran público.

Este jueves, es una buena oportunidad para escuchar al Dr. Braulio Gutiérrez y conocer parte de su trabajo de investigación que realiza en el IPICyT. El Dr. Braulio Gutiérrez es un físico egresado de la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México en 1997 y realizó sus estudios de doctorado en Física en la Universidad de Texas en Austin, Estados Unidos en 2004 y un Posdoctorado en Biofísica en la Universidad de Stanford en 2009. Ha recibido los premios Jorge Lomnitz Adler 2018 del Instituto de Física-UNAM y Academia Mexicana de Ciencias en el 2018, y el premio George E. Brown, Jr. UC MEXUS en 2010. Cuenta con un par de patentes, entre ellas método para obtener imágenes tridimensionales usando un microscopio de campo brillante otorgado en 2021.

Con la técnica de pinzas ópticas que ha desarrollado el Dr. Braulio Gutiérrez, ha logrado entender un poco más el funcionamiento de pequeñas proteínas de las células, llamadas motores moleculares, que funcionan como mensajeros al interior de la célula.

En una entrevista que concedió el Dr. Gutiérrez detalló el desarrollo de sus pinzas ópticas: “Construimos un instrumento de pinzas ópticas, que se basa en un microscopio óptico con el cual podemos observar muestras biológicas y micropartículas. Un microscopio óptico utiliza lentes para formar una imagen amplificada de la muestra de interés. La lente más importante del microscopio es el objetivo que se encuentra inmediato a la muestra. Al microscopio le acoplamos un haz láser que hacemos pasar a través del lente objetivo, con lo cual logramos tener el láser enfocado sobre la muestra. Este láser es el que captura y manipula nano-objetos como las proteínas llamadas cinesinas”.

Por lo regular las charlas de La Ciencia en el Bar se realizan en día miércoles, en esta ocasión se realizará el jueves que es día 29 de mayo. Los esperamos este jueves a las ocho de la noche en La Cervecería San Luis y disfrutar la charla del Dr. Braulio Gutiérrez sobre Micrometría y la Paz del Espíritu.

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