mayo 6, 2024

Conecta con nosotros

#4 Tiempos

Carta a un adversario | Columna de Juan Jesús Priego

Publicado hace

el

Letras minúsculas

 

Adversario no es lo mismo que enemigo, lo aclaro desde ahora. En una partida de ajedrez, y sólo mientras jugamos, somos adversarios, aunque lejos del tablero seamos los amigos más entrañables. Aclarado esto, no veo por qué no pueda llamarte «mi adversario» cuando tus ideas buscan invalidar las mías. No buscas invalidarme a mí –si así fuera, serías sin duda mi enemigo-, sino sólo mis convicciones para hacerlas semejantes a las tuyas. Somos, pues, adversarios, y mi deber es defenderme. Es lo que trataré de hacer en los párrafos que siguen.

Me decías hace poco en una acalorada discusión que sobre ciertas cuestiones la Iglesia no debería opinar; mencionaste, como ya es costumbre en este tipo de debates, el nombre de Galileo; creo que tampoco dejaste de mencionar el de Giordano Bruno, para, enseguida, sacar a relucir una palabra de moda: clonación.

-Éste –me decías con una vehemencia que si no te conociera hubiera creído sincera- es un problema científico que nada tiene que ver ni con la teología ni con el catecismo.

Y tras una perorata que duró quince minutos o algo así, concluiste:

-Hago un llamado a todos los creyentes para que dejen trabajar en paz a los científicos. ¡Científicos del mundo, uníos!

Por supuesto que esta apelación a los creyentes era otra de tus argucias retóricas, pues en aquel momento no había en la mesa sino dos o tres personas más.

Como no soy teólogo, prefiero responder a esta provocación tuya valiéndome únicamente del sentido común, pese a estar convencido de que la clonación tiene que ver, y mucho, tanto con el catecismo como con la teología. Ante todo, quiero demostrarte que eres muy poco consecuente con tu propio pensamiento. Pero vayamos por partes.

Comencemos con la pregunta siguiente: ¿qué es clonar? He aquí una definición aceptable: «Clonar significa obtener uno o varios individuos a partir de una célula somática o de un núcleo de otro individuo, de modo que los individuos clonados son idénticos, o casi idénticos, al original». ¿Hasta aquí estamos bien? ¿Estamos de acuerdo en que clonar es sacar copias casi idénticas al original?  

Ahora bien, cuando, por ejemplo, hace dos meses quemaste para mí un disco compacto de Cesária Évora, ¿qué fue lo que hiciste si no clonarlo? Es decir, hiciste una copia exacta de aquel disco que no te atreviste a prestarme por miedo a que no te lo devolviera. Aunque digas haberlo quemado, lo que en realidad hiciste fue clonarlo: las canciones, tanto en tu disco como en el mío, siguen el mismo orden y tienen la misma duración; es más: tan igual quedó mi disco al tuyo que quien lo escuche en mi casa tendrá bastante dificultad para saber si es el original o si se trata más bien de una copia.

Si no recuerdo mal, en aquella nuestra discusión te extrañó que te preguntara si estabas a favor o en contra de la piratería. Pensabas que se trataba de una trampa; no obstante, respondiste con un: ¡en contra!, categórico. Y esgrimiste razones que, muy en el fondo, también yo comparto: «Estoy en contra de la piratería -dijiste- no porque ponga al alcance de los más pobres ciertas obras del ingenio que de otro modo no hubieran podido llegar hasta ellos, sino porque enriquecen a unos hombres que en nada participaron en el proceso de su producción». Hasta aquí estamos de acuerdo; yo también lo creo así (pese a haber clonado contigo un disco de Cesária Évora), y respecto a esto no tengo nada que objetar. Hay que oponerse a la piratería, sí, pero, a menos que sea el productor de esas obras del ingenio –como las llamaste-, ¿podría uno oponerse a ella absolutamente?

No obstante, mi pregunta por la piratería tenía otro sentido: no me desviaba del tema –como creíste al principio-, sino que me centró todavía más en él. Te pregunté entonces: «¿Y por qué, si la clonación de genes es buena, la clonación de discos, películas y camisetas es mala?». Me imagino que por lo menos concederás la misma dignidad a un gen humano que a una camiseta. Yo querría, en realidad, que los genes tuvieran para ti un valor mucho mayor que el de las camisetas, pero me daría por bien servido si en tu pensamiento tuviesen por lo menos el mismo. Así, pues, te reto a  que me respondas: ¿por qué si clonar películas es un delito, querer clonar seres humanos no debería serlo?

Otra pregunta más: a ti, que eres tan entusiasta de la clonación, ¿te gustaría que te clonaran tu tarjeta bancaria? Evidentemente no, y según me dices cada vez la utilizas menos para no sufrir tal eventualidad. ¡Los cajeros automáticos son hoy tan peligrosos! Ahora bien, ¿por qué te da miedo que te clonen tu tarjeta, mientras que te atrae la idea de que se clonen en libertad seres humanos? ¿Es que un humano tiene menos dignidad, por decirlo así, que tu tarjeta bancaria? Lo que pasa, en realidad, es que la clonación de la tarjeta la puedes sufrir tú, mientras que la clonación humana es muy probable que más bien la sufran otros: he ahí la diferencia.

«¡Dejen a los científicos trabajar en paz!». ¿Por qué no dejar en paz también a los vendedores de piratería y a los que copian tarjetas bancarias para su provecho? Después de todo, como los científicos de los que hablabas, también ellos se limitan a clonar, ¿no es verdad?

El día en que respondas a estas preguntas reanudaremos nuestra discusión.

Adiós.

También lea: Au revoir les enfants | Columna de Juan Jesús Priego

#4 Tiempos

El peor torneo de la historia | Columna de Arturo Mena “Nefrox”

Publicado hace

el

TESTEANDO

 

Los torneos cortos en el futbol mexicano han traído cambios interesantes en la estadística, desde un sin fin de campeones, tres bicampeonatos (Pumas, León y Atlas) así como muchos títulos de goleo.

Pero la cosa no termina ahí, vale la pena voltear al fondo de la tabla para revisar los peores equipos en los torneos cortos.

El peor equipo de cada torneo, lo tendremos que buscar en la parte baja de la tabla, y aún así, nos tenemos que ir con equipos que sumaron cuando mucho 10 puntos al finalizar el certamen. Por ejemplo Tijuana que en el Clausura 2020, terminó con 9 puntos, pero recordemos que en ese torneo, no se completaron las fechas por la pandemia.

El primer equipo en tener esa marca fue Veracruz, que en el Invierno 96 termina el campeonato con solo 9 puntos. Posteriormente, en el Invierno 98, dos equipos compartieron el último lugar, Toros Neza y Puebla, cerraron la competencia con tan solo 8 unidades.

Del lado de los de casa, San Luis firmó su peor torneo corto en el Apertura 2022, cuando solo pudo hacer 9 puntos después de cumplirse las fechas.

Querétaro ha finalizado dos veces como el peor equipo del torneo, el Apertura 2003 y el Apertura 2012, logró solo 7 puntos.

El ya mencionado Puebla ostenta dos récords en este rubro, el primero es el de haber terminado también dos torneos como último, el Invierno 98 con 8 puntos y el presente Clausura 2024 con solo 5, mismos que le dan el galardón del peor equipo de la historia de los torneos cortos.

Por su parte, el Veracruz, es el equipo que más veces ha quedado en último lugar, con tres ocasiones, en el Invierno 96 cerró con 10 unidades, el Apertura 2019 sumó solo 8 puntos y el Clausura 2019 el equipo del puerto había logrado 6 puntos en la cancha, pero le fueron retirados en la mesa sancionados por FIFA, con lo que a pesar de tener 6 unidades, cerraron el torneo con 0 y desafiliación.

En fin, mucho podemos hablar de la calidad del torneo mexicano, podríamos llamarlo competitividad o torneo mediocre, pero lo que no nos debe quedar duda es que en este Clausura 2024, Puebla firmó el peor torneo corto de la historia del futbol mexicano.

También lee: Se va Leal | Columna de Arturo Mena “Nefrox”

Continuar leyendo

#4 Tiempos

Calzone, hamburguesas y taquito… ¡Ufff! | Columna de Luis Miguel Dorador

Publicado hace

el

Un fin de semana sin celular

Este fin de semana pasaron muchas cosas… 

Lo primerito fue que luego de muchas dudas sobre el continuar los estudios de preparatoria o dirigirse completamente a la educación basada en el arte de la danza, logramos un acuerdo mi Ratita bailaora y yo. Continuar la prepa y continuar con la danza pero ahora en una oportunidad de participar en la revista musical de su escuela y eso, aunque parece sencillo es algo que me alegra mucho el corazón porque las generaciones que nos siguen deben tomar sus decisiones y nosotros como padres apoyarlos en todo lo que nos sea posible, a sabiendas de que el propósito más grande de cualquier papá o mamá es formar a los hij@s para que alcancen su libertad cuando sean mayores de edad, dándoles las herramientas necesarias para lograr sus objetivos sin hacer a un lado el fin más importante que es encontrar la felicidad.

Lo logramos Ratita, ¡felicidades!

Todo este tema lo platicamos en una agradable terraza que tiene la Bella Italia en la segunda planta de este delicioso lugar donde compartimos un carpaccio de res para cerrar la noche con un calzone al horno de leña que disfrutamos de momento a momento sin perder el hilo de la conversación.

El viernes, aprovechando que no hubo clases por ser el último del mes de abril, mi soldadito de oro y yo nos organizamos para ver una saga muy interesante y entretenida que es “Maze Runner” y logramos completar la trilogía además de disfrutar entre una y otra de unas hamburguesas de Carl´s Junior que sin duda son de las mejores en el mundo de las hamburguesas de franquicia de comida rápida.

¡Gracias Chompir!

El sábado ya tenía agendada una reunión con amig@s por el cumpleaños de uno de los más destacados creadores de contenidos de redes digitales del grupo y nos juntamos para cantar, comer (el guacamole quedó espectacular) y disfrutar de un sábado con un clima excepcionalmente agradable al grado que nos dimos la oportunidad de darnos un chapuzón a la luz de la luna que especialmente ese día estaba hermosísima.

¡Gracias TB Group!

¿Dos arriba, dos abajo o de plano, una arriba y una abajo?

Los domingos son fabulosamente atractivos para mi porque el hecho de cocinar paella siempre me provoca felicidad, no solo por el hecho de poder llevar a la boca de alguien algo preparado por mis manos, sino porque conforme pasa el tiempo son más y más personas que están conociendo mi receta y sus comentarios de satisfacción son una de las mejores recompensas que un cocinero puede recibir, además del gusto de entregar pedidos a amigos de toda la vida que en auto propio, por su propio pie o hasta en uber llegan a recoger sus órdenes para disfrutar en casa con familia.

¡Gracias a Tod@s porque tod@s lo hacemos posible #SoyPaella!

Un domingo se hace más agradable cuando en lugar de “debate” dedicas tu tiempo a disfrutar de la caída del sol… ese momento en que las horas bajan y se oculta el sol para dar paso a la luna en estas noches cálidas. Entonces te ataca el hambre y que mejor lugar para echar taquito que La Fragua en donde no importa de qué pidas tus tacos; pastor, costilla o bistec español, siempre que lo acompañes de una michelada tendrás oportunidad de platicar sobre tantos temas y disfrutar de la compañía que hace de un domingo normal un día extraordinario.

Al llegar a casa no podía quedarme con la curiosidad y empecé a ver el dichoso segundo debate de l@s candidat@s presidenciales y no hubo mejor arrullo para conciliar el sueño que un programa tan aburrido y sin propuesta que eso.

Así que a descansar rico y prepararse para esta semana que se verá interrumpida por la celebración del 1ro. de mayo como cada año.

¡¡¡Ánimo que ya casi es viernes!!!

También lee: ¡Las cosas buenas que tengo! | Columna de Luis Miguel Dorador

Continuar leyendo

#4 Tiempos

Primera matehualense en obtener título universitario | Columna de J.R. Martínez/Dr. Flash

Publicado hace

el

EL CRONOPIO

 

En enero de 1923 el Instituto Científico y Literario de San Luis Potosí se convertía en Universidad Autónoma de San Luis Potosí tratando de iniciar una nueva vida académica organizando sus actividades de manera autónoma y decidiendo su destino sin intervención del estado. Si bien, esos primeros pasos de vida autónoma no fueron fáciles y además fueran obstaculizados y postergados hasta la década de los cincuenta cuando puede decirse que la universidad adquiere su absoluta autonomía. Esa fecha queda registrada como el inicio de la hoy Universidad Autónoma de San Luis Potosí que continuaba el trabajo académico del Instituto Científico. Para entonces se empezaba a hacer común observar mujeres en sus aulas de estudios profesionales, su número no era tan abundante; aunque para entonces ya se habían titulado unas cuantas mujeres en la carrera de medicina y en leyes, como hemos tratado en anteriores entregas en esta columna.

Ante esta situación, la presencia de mujeres provenientes del interior del estado era más extraña aún

, por el esfuerzo que requería el trasladarse a la capital del estado para ingresar a realizar estudios, sobre todo de corte profesional. Con todo, las mujeres potosinas de los diversos municipios del estado comenzaron a tener presencia en las aulas universitarias.

De las primeras mujeres en ingresar a la recién “creada” Universidad Autónoma de San Luis Potosí sería la matehualense Sara Cárdenas Orozco que en 1923 ingresaba a la preparatoria de la Universidad potosina a cursar el bachillerato en ciencias biológicas con la intención de poder ingresar en su oportunidad a estudiar medicina en la misma universidad. De esta manera Sara Cárdenas se convertiría en la primera matehualense en ingresar a la universidad.

Sara Cárdenas, se convertía además en la primera matehualense en cursar cursos superiores de física, matemáticas y biología y la primera en cursar materias experimentales de ciencias. De esta forma trabajaría en el histórico Gabinete de Física que tengo bajo mi resguardo y que forma parte del patrimonio cultural de la ciudad de San Luis Potosí.

Sus estudios preparatorios los realizaría de 1923 a 1926. Por entonces se cursaban en la preparatoria materias de aritmética y algebra, geometría plana, trigonometría rectilínea, física teórica, física experimental, cosmografía, nociones de mecánica, química general, química orgánica, nociones de mineralogía, geografía general, nociones de geología, botánica, histología, zoología, nociones de anatomía, fisiología humana, lógica, psicología moral, histología general, raíces griegas y latinas, dibujo, inglés , francés, literatura general y lengua castellana.

Los cuales aprobaría a satisfacción Sara Cárdenas. En 1926 ingresaba a estudiar medicina y cursaría hasta el quinto año de la carrera en la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, para trasladarse a la ciudad de México y proseguir en la Escuela Nacional de Medicina la carrera de medicina en 1930. Realizó sus prácticas hospitalarias en el Hospital Civil “Dr. Miguel Otero” de San Luis Potosí y el internado en el Hospital General de la Ciudad de México, siendo ya estudiante de la Escuela Nacional de Medicina.

Sara Cárdenas Orozco nació en Matehuala, San Luis Potosí el 24 de octubre de 1903, sus padres eran comerciantes en Matehuala, y al parecer cambiarían su estancia a San Luis Potosí, con el fin de que sus hijos pudieran continuar estudios y posteriormente a la Ciudad de México.

Como muchas de sus compañeras médicas, perteneció a la Asociación de Médicas Mexicanas, asociación que fue impulsada por médicas potosinas.

Sara Cárdenas Orozco cursó y aprobó en la Universidad Autónoma de San Luis Potosí y en la Escuela Nacional de Medicina las materias que cubrían íntegramente la carrera de médico cirujano, convirtiéndose, con toda seguridad, en la primera médica matehualense.

También lee: La primera mujer en la Academia Mexicana de la Lengua | Columna de J.R. Martínez/Dr. Flash

Continuar leyendo

Opinión