#4 Tiempos
Respuestas rápidas sobre el Interapas | Columna de Jorge Saldaña
Tercera Llamada
Culto Público, hoy le traigo esta pequeña guía de respuestas rápidas a preguntas frecuentes respecto a la crisis financiera y política que enfrenta el Organismo Metropolitano de agua potable, al que todos conocemos como Interapas.
El tema es de primer orden. En la capital nos podrán reventar las llantas y la paciencia con los baches, darnos de dolores de cabeza con la inseguridad, revolvernos el estómago con la deficiencia en los servicios, pero cuando falte el agua (más de lo que ya hace falta en muchas colonias) y cuando la escasez sea generalizada, el estallido social no se deja esperar.
Creo que incluso es a esa desestabilización, o al riesgo inminente de la misma, a la que le apuestan las autoridades para conseguir lo que quieren. En pocas palabras es un chantaje social sin precedentes. Usar una necesidad vital y derecho inalienable al agua con fines mezquinos simplemente no tiene nombre.
Mire usted, desde el año 2010, el Interapas está comprometido financieramente con el banco Banorte derivado de un decreto (563) en el que se autorizó al organismo a garantizar los pagos de un crédito con la recaudación bimestral de las cuotas comerciales, industriales y domésticas de los casi 400 mil potosinos a los que nos llega recibo.
Es decir que gran parte de ese dinero que usted y yo vamos y pagamos a las cajas de Interapas en San Luis, Soledad y Cerro de San Pedro, va a parar a una sola cuenta que está ligada al banco. De ahí el banco se cobra mes con mes la misma cantidad de la que se haya dispuesto para pagar las obras de El Realito, el acueducto y los metros cúbicos de agua que manda la presa (no las que se reciben o se consumen, que cabe mencionar es por debajo del 40 por ciento de lo que en teoría podría llegar) y que en promedio son entre 12 y 20 millones de pesos al mes.
Así, desde el 2010 y hasta marzo del 2019, el Interapas depositó en esa cuenta el dinero de los potosinos para que el banco se cobrase, pero resulta Culto Público que un día, el pasado 5 de marzo, no se depositó ni un peso en esa cuenta, y como era de esperarse, el banco empezó a cobrar.
Aquí empiezan las preguntas frecuentes y respuestas rápidas para comprender mejor.
¿Por qué de un mes para otro no pudo cobrar el banco?
-La única explicación posible es que, por instrucciones de la autoridad, el dinero de la recaudación haya cambiado de destino, es decir, dejaron de depositar en la cuenta ligada al crédito y el dinero –se supone- debe estar en otra institución financiera.
¿Quién o quiénes podrían autorizar cambiar el dinero de cuenta para que el banco ya no pudiera hacer los cobros?
-Los únicos con esa capacidad son el alcalde de la capital y presidente de la junta de gobierno del organismo, Xavier Nava Palacios, o el director del mismo, Ricardo Purata.
Pero, ¿Se tiene o no se tiene el dinero para pagar?
-El alcalde asegura que el Interapas cayó en situación de impago porque ya no tiene dinero para seguir pagando las mensualidades al banco, sin embargo suena imposible de creer que de pronto los 372 mil contribuyentes hubieran dejado de pagar de un solo golpe. El dinero se recibió, pero no se depositó en la cuenta de la que se cobra el banco.
El alcalde asegura que durante más de tres años, la administración anterior “dejó de pagar” y por eso se “quebró” al Interapas ¿Es cierto?
-Es cierto solamente en parte. El ayuntamiento capitalino, durante varias administraciones, dejó de pagar el agua que consume al Interapas, y lo mismo hace el gobierno de Xavier Nava, que no presupuestó los pagos al organismo simplemente porque no están contemplados en la ley de egresos. A la fecha, ni San Luis, ni Soledad ni Cerro de San Pedro se han puesto al corriente con sus adeudos al Interapas.
¿Por eso se “quebró” financieramente al organismo y se dejó de pagar?
-Eso es falso, una cosa es la deuda de los municipios con Interapas, y otra es el compromiso del Interapas con el Banco. Si el alcalde dice que la administración anterior no pagó el crédito es cierto, pero es porque no tenía por qué pagarlo, ni el anterior alcalde, ni él, tienen ese compromiso directo de pago.
¿Qué pasa si Interapas deja de pagar el crédito?
-Ya se dejó de pagar. El Interapas ya no está pagando las mensualidades al banco desde el pasado 5 de marzo. Lo que sigue es que el banco cobre tanto al organismo como a sus “avales” del crédito, que en este caso son los ayuntamientos de San Luis, Soledad y Cerro de San Pedro.
¿Y si tampoco pagan?
-No es un proceso simple, el banco hará sus cobros tanto a la parte deudora como a los avales, pero de no recibir respuesta puede acudir a las “garantías” que en este caso son las participaciones (recursos) federales de los tres municipios.
¿En cuánto tiempo afectaría el banco a las participaciones federales?
-El procedimiento jurídico para que eso ocurra puede tardar meses. Mientras tanto, el dinero recaudado se va sumando en una cuenta que nadie sabe cuál es y quién la maneja.
Mientras tanto, ¿dónde está el dinero que pagan los contribuyentes por su recibo?
-Nadie sabe. Ni el director del Interapas ni el alcalde han podido explicar el asunto.
¿Eso es legal?
-No. Si bien tienen autoridad sobre la administración del Organismo, no pueden cambiar el destino de los recursos cuando estos están comprometidos, podría catalogarse ésta decisión como un desvío, pues nadie sabe qué uso se le está dando a los 20 millones de pesos mensuales.
¿Por qué haría algo así el alcalde, que es tan bueno?
-No es tan bueno, ni tan honesto. De todo el proceso está enterado así como de sus consecuencias. El objetivo no es otro que “asustar” tanto a los ciudadanos como a las autoridades estatales y federales con la quiebra del organismo o la pérdida de recursos públicos.
¿Para qué?
-La Zona Metropolitana no se puede quedar sin agua. El estallido social sería inminente y ningún nivel de gobierno permitirá que un caso extremo de escasez se presente. La autoridad buscaría, otra vez, pero ahora con la amenaza del desabasto de su lado, que los diputados aumenten en un 40 por ciento las tarifas o el gobierno federal o estatal “rescaten” financieramente al municipio ya sea inyectando recursos provenientes de una deuda o asignando presupuesto fresco que le permita al Interpas cumplir con el servicio y al mismo tiempo con sus compromisos financieros.
¿Es entonces un chantaje?
-Podría ser. Parece chantaje, camina como chantaje y grazna como chantaje… aunque podría ser pato…
Pero el alcalde dice que sí va a pagar, pero que paguen primero los otros municipios…
-Eso dice el alcalde pero no tiene sentido lo que dice. No importa quién “pague” primero, una cosa es la deuda de cada ayuntamiento, y otra muy distinta el compromiso financiero de Interapas con el banco.
Seguramente ayudaría mucho contar con los recursos de los tres municipios sin importar quién paga primero o quién paga después. El orden de los factores no altera el producto.
¿Tengo que seguir pagando el recibo aunque el Interapas no esté pagando al banco?
Sí, Culto Público, tiene que pagar su recibo aunque no tenga agua o aunque se esté gestando un montaje social para que se haga la voluntad del presidente municipal de San Luis Potosí.
Hasta aquí por ahora, Culto Público. No se me olvida la lista de los inmuebles que el presidente municipal quiere subastar. Cada vez estoy más cerca de compartirla con usted.
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#4 Tiempos
Cinco finales, cinco retratos | Columna de Arturo Mena “Nefrox”
TESTEANDO
El fútbol mexicano vive instalado en un vaivén que mezcla memoria corta, intensidad desbordada y una elasticidad competitiva que rara vez se ve en otros torneos. Y no hay mejor espejo de esa naturaleza cambiante que las últimas cinco finales de la Liga MX. Cada una reveló una cara distinta del campeonato, a veces impredecible, a veces cuidadosamente edificado, pero siempre dispuesto a romper pronósticos.
La más reciente, la del Clausura 2025, entregó un desenlace que pocos anticipaban. Toluca superó a América y recuperó un lugar que parecía extraviado en la élite. Esa serie tuvo un aire de reivindicación para los escarlatas, que encontraron una mezcla perfecta entre orden, temple y puntería. América, por su parte, llegó con la etiqueta inevitable de favorito, pero terminó cediendo ante un rival que administró mejor la presión. En ese desenlace se confirmó que en México los ciclos pueden renacer más rápido de lo que tardan en extinguirse.
Un semestre antes, en el Apertura 2024, las Águilas habían impuesto su jerarquía ante Monterrey. Fue una final marcada por el contraste entre un equipo construido para dominar y otro diseñado para golpear en ráfagas. América resolvió porque entendió cuándo acelerar y cuándo enfriar; Rayados quedó atrapado en la tentación del vértigo y pagó caro su falta de pausa. La serie se volvió una lección de que, en liguillas, el músculo emocional pesa tanto como el táctico.
El Clausura 2024 repitió campeón, América doblegó a Cruz Azul en un duelo donde la narrativa histórica parecía empujar a los celestes, pero terminó imponiéndose la estructura más estable. No fue una final espectacular, pero sí una muestra de oficio. América manejó los tiempos como si los hubiera ensayado toda la vida y Cruz Azul, que había encontrado ritmo durante la fase final, se quedó sin margen en el momento en que la exigencia aumentó.
En el Apertura 2023, el mismo América se cruzó con Tigres en una final que resumió la última década del fútbol mexicano, dos potencias creando tensión desde su experiencia y su peso institucional. Fue una confrontación áspera, tensa, en la que el primer error podía decidirlo todo. América fue más certero y Tigres, pese a su capacidad para competir siempre, no encontró esa chispa que tantas veces lo salvó en finales previas.
Y antes de que América dominara este tramo de la historia reciente, el Clausura 2023 había dejado un capítulo distinto, Tigres había vencido a Guadalajara en una final que mezcló dramatismo y resistencia. Chivas llegó con un impulso sentimental fuerte, respaldado por un cierre de torneo que había reavivado ilusiones; Tigres, en cambio, se aferró a la experiencia y convirtió la serie en un duelo donde la paciencia terminó valiendo oro.
Cinco finales, cinco historias desiguales, pero todas con un hilo común, la liga mx vive entre la tradición y la renovación constante. América ha sido el protagonista dominante, sí, pero no en un territorio exclusivo; Toluca reapareció con fuerza, Tigres mantiene su lugar entre los gigantes modernos y Cruz Azul y Monterrey continúan orbitando entre la aspiración y la frustración.
Lo fascinante es que cada una de estas series dibuja una tendencia distinta. A veces gana el que mejor juega; otras, el que comete menos errores; y en más de una ocasión, el que simplemente logra sobrevivir a su propio caos. La Liga MX no premia únicamente la excelencia: premia la capacidad de adaptarse a un torneo donde cada semestre puede contar una historia completamente diferente.
Eso explica por qué sus finales, aunque repetidas entre ciertos protagonistas, nunca se sienten iguales. Cada una deja marcas nuevas, dudas nuevas y certezas que duran apenas unos meses. Y quizá ahí radica la esencia de este futbol, un territorio donde la estabilidad es un lujo, el dramatismo una obligación y el título, el botín que confirma que, al menos por un instante, todo salió bien en medio de un ecosistema que siempre está cambiando. Hoy Toluca puede volver a levantar el título o Tigres recuperar lo perdido hace unos torneos, pero sea cual sea el resultado, no queda duda que esta liga es un reflejo de lo extraño y competido que resulta nuestro casero futbol nacional.
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#4 Tiempos
Enrique Mesta Zuñiga, el filósofo autodidacta | Columna de J.R. Martínez/Dr. Flash
EL CRONOPIO
La revista Letras Potosinas es la continuación de la revista Bohemia. Continuación en el sentido que en 1947 Bohemia cambiaba de nombre a Letras Potosinas, lo que sucedió en el número de edición 51, mostrando la numeración consecutiva. Esta revista, vocero de cultura de la patria chica, como referían sus editores, y conducía su mensaje cordial a los estados hermanos y al extranjero. Esa nueva época, mantenía su cuerpo de colaboradores y a aumentaba sus filas con positivos valores en el arte y en las letras del solar potosino.
Entre los colaboradores, estaría presente en sus páginas Enrique Mesta Zuñiga, un periodista que contribuiría con artículos de corte filosófico, enriqueciendo la labor humanista y difusión artística de Letras Potosinas.
Con la participación de Mesta, la revista potosina contribuía a la divulgación de la filosofía siendo así una de las pioneras en el siglo XX en abrir espacios a esta actividad de filosofía, que no era común en el país.
Don Enrique Mesta Zúñiga, nació en la ciudad de Cuencamé, Durango, el día 28 de julio de 1905. Sus estudios de primaria los realizó, en su natal Cuencamé y después, se dedicó a estudiar por su cuenta, especialmente libros de filosofía, que eran la pasión de su vida. Allí tenemos a otro autodidacta que llegó a lograr las alturas en la filosofía.
Su actividad profesional sería el periodismo, fundando revistas culturales en la región lagunera, como la revista Cauce, formando parte del grupo cultural que floreció y dio auge a las letras y al arte en todas sus manifestaciones. Toda su vida la dedicó a trabajar en diversos periódicos como luego veremos, así como a escribir serios artículos filosóficos y de comentarios literarios.
Esta labor cultural lo acercaría a los editores de Letras Potosinas y sus artículos se hicieron presente en la revista, aportando a los lectores potosinos en temas de filosofía. Dentro de las áreas de reflexión de la filosofía, se enfocó en cuestiones de ciencia, filosofía de la ciencia, sobre lo que publicaría varios libros.
La relación entre ciencia y humanismo fue uno de sus temas de reflexión filosófica. Entre los temas que abordara se encuentra el de la necesidad de la búsqueda o creación de un nuevo humanismo que contemplara los nuevos adelantos de la física cuántica y su repercusión en la percepción del universo y del papel del hombre.
Con el progreso técnico derivado de la nueva física se incrementa la infelicidad del género humano de múltiples maneras. Esta carrera contra el tiempo, para proteger a la humanidad contra sus propios desmanes y sus propias tragedias, es un tema predilecto de Toynbee, aquí en México nos lo aconsejó, subraya Mesta: “hay que ganar tiempo, el tiempo indispensable para que las diferentes civilizaciones de nuestro mundo puedan adaptarse la una a la otra”.
Empero, asegura Mesta, para acelerar una función simbiótica de las civilizaciones, la humanidad necesita darse completa cuenta de que la física cuántica al desindividualizar las partículas elementales desindividualizó asimismo a los hombres y al hacer ininteligible el determinismo acabó con la gloriosa interpretación lineal del progreso.
Corresponde a los humanistas trasladar sus instrumentos de las praderas de la metafísica y del arte a los inquietos laboratorios donde las ciencias están formando un nuevo mundo para que los hombres aprendan juntos a sobrellevar una vida humana y más justa.
Hay que hacer que, como ya lo intentaron Planck, Einstein, Freud y Schrödinger, persistan en potenciar y en ampliar su específica labor teniendo más presentes los cambios que su ciencia provoca en los ideales y en los quehaceres inacabables de los hombres.
Tal como lo apunta Mesta, los métodos en ciencias y humanidades que oscilan entre el polo metonímico y el polo metafórico, si bien son diferentes, se vinculan con la necesidad de una representación del mundo que en el fondo lleva el conocer el papel del hombre en el cosmos para lo cual transitan metodológicamente entre ambos polos.
Enrique Mesta, ese filósofo autodidacta, murió el 23 de agosto de 1984, en Torreón Coahuila, debido a un paro cardiaco de Etiología desconocida. Contribuyó a la divulgación de la filosofía y colaboró en el desarrollo cultural de San Luis Potosí.
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#4 Tiempos
El administrador astuto | Columna de Juan Jesús Priego Rivera
LETRAS minúsculas
«Un hombre rico tenía un administrador y le fueron con el cuento de que éste derrochaba sus bienes. Entonces lo llamó y le dijo: “¿Qué es eso que oigo decir de ti? Dame cuenta de tu gestión porque quedas despedido”» (Lucas 16, 1-15).
Cuando Jesús contó esta parábola nada dijo de cómo recibió el administrador tan mala noticia. ¿Retrocedió espantado?, ¿sintió que el piso se movía bajo sus pies como un tapete?, ¿intentó defenderse o ya por lo menos justificarse? Nada de esto sabemos; lo que sí sabemos, en cambio, es que más bien se puso a hacer cálculos en su interior, diciendo:
«-¿Qué voy a hacer ahora que mi patrón me quita el empleo? Para cavar no tengo fuerzas; mendigar, me da vergüenza. ¡Ya sé lo que voy a hacer para que, cuando me echen de la administración, haya quien me reciba en su casa!».
El foco, como se dice, se le había prendido. Pero, ¿qué era eso? Quiero decir, ¿qué fue se le ocurrió para que ahora que estaba desempleado no le faltara por lo menos un mendrugo de pan y un vaso de agua fresca? En realidad, algo muy ingenioso y sutil: como aún no había rendido el informe que le exigía su amo, todavía era tiempo de alterar ciertos papeles… Y esto es lo que hizo:
«Fue llamando uno por uno a los deudores de su amo y preguntó al primero:
»-¿Cuánto debes a mi patrón?».
La pregunta, por supuesto, era retórica, pues los documentos los tenía él en su mano y a la vista, y bien escrito estaba en ellos el monto de la deuda; lo que quería, más bien, era causar en su interlocutor un cierto impacto difícil de olvidar.
«-Cien barriles de aceite –respondió el deudor, que aún no sabía muy bien de qué iba la cosa.
»-Aquí está tu recibo; date prisa, siéntate y escribe: cincuenta».
Ya podemos imaginar el gozo con el que éste hizo lo que el administrador le pedía. ¡Le estaba perdonando nada menos que la mitad de la deuda! Es como si yo debiera al banco 100.000 pesos y de pronto el gerente me mandara llamar para decirme, guiñándome el ojo, que a partir de ahora no debo más que 50.000. ¿No era esto como para ponerse a gritar de alegría e invitarle un café en el restaurante más elegante de la ciudad?
El administrador mandó llamar al segundo deudor y le hizo la misma pregunta que al primero:
«-¿Cuánto debes a mi patrón?
»-Cien costales de trigo –dijo éste a su vez.
»-Aquí está tu recibo: escribe ochenta».
Y así hizo con todos los otros. Si de cualquier manera lo iban a despedir; mejor dicho, si ya estaba despedido, ¿qué perdía haciendo lo que hizo? ¡No perdía nada! Todo lo contrario: se jugó la última carta y había ganado, porque estos deudores iban a quedar eternamente agradecidos con él. ¡Su vejez estaba asegurada, pues un día lo invitaría uno a su casa a comer, y otro día otro! Ya no tendría que mendigar ni que andar por las calles del pueblo extendiendo la mano en busca de un pedazo de pan… Se retiraba, por decir así, con la cabeza levantada y pisando fuerte.
¡Qué hombre más inteligente!
Jesús mismo no pudo menos de alabar su ingenio. ¡Cómo, antes de ser despedido, supo hacerse amigos que después ya no lo dejarían solo! «Por eso les digo yo –concluyó el Maestro-: con el dinero, tan lleno de injusticia, gánense amigos para que, cando esto se acabe, los reciban en las moradas eternas».
Con esta sencilla historia, Jesús ha querido responder a estas dos preguntas que, si no fueran eternas, creeríamos que son banales «¿Para qué sirve el dinero?, ¿para qué sirve el poder?». Y su respuesta es: para que te hagas todos los amigos que puedas: sólo para eso. ¿Eres rico? Hazte amigos. ¿Eres poderoso, ocupas un cargo de cierta importancia? Hazte amigos igualmente.
Hay quienes, al tomar posesión de un cargo, empiezan a ver a los demás mortales como a hormigas (¡tan encumbrados se sienten ocupando su flamante escritorio de caoba!). Bien, que se anden con cuidado, porque no siempre estarán ahí, porque la rueda de la fortuna gira y gira y no es nada seguro que los que están arriba permanezcan en la cumbre eternamente. Sí, la fortuna es una rueda que no deja de girar: los que hace poco estaban abajo, resulta que ahora están arriba, y si no los trataste bien cuando tenías la sartén por el mango, como se dice, ellos lo recordarán una y otra vez, y ahora será la suya.
Hay quienes piensan que el poder es necesario para enriquecerse, y que el enriquecimiento es ya en sí mismo una forma de poder; en una palabra, que la riqueza y el poder se bastan a sí mismos. Si así es como piensas tú, déjame decirte, lector, que te equivocas. ¡Rompe el círculo! Hoy que la vida te ha favorecido, favorece a los que puedas, porque nada sabes del futuro. Haz como el hombre de la parábola: gánatelos a todos, porque no siempre serás administrador y quizá un día el patrón de turno te mande llamar para decirte:
-Dame cuenta de tu gestión porque estás despedido.
Si esto te dijeran sin que te hubieras hecho amigo de nadie, entonces sí que estarás perdido.
Toda la sabiduría de la vida está en esta sencilla parábola. Hazte amigos ahora que puedes; porque, si no lo haces ahora, quién sabe si lo podrás hacer mañana. «Conoce la ocasión o la oportunidad»: según Pítaco, el filosofo griego, no había conocimiento en el mundo más útil que éste.
Sí, aprovecha la oportunidad, porque mañana, sin que te des cuenta, quizá sea ya demasiado tarde.
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