abril 25, 2024

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#4 Tiempos

Identidades de hombres homosexuales | Columna de Paúl Ibarra

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hombres homosexuales

Desde mi clóset

 

La orientación sexual define en una persona sus relaciones erótico-afectivas, es decir, de quien se enamora y con quien tiene prácticas sexuales. En la construcción de la identidad sexual, la orientación sexual juega un papel preponderante, ya que permite al individuo establecer relaciones interpersonales con otras humanas y humanos. La orientación sexual, dentro del sistema sexo/género tiene una relación directa con el sexo de asignación. En apartados posteriores se hará referencia al proceso fisiológico de la respuesta sexual humana, mientras se afirma, con base en las investigaciones realizadas por la APA (2018), que existe una relación psicológica directa entre la genitalidad humana y la activación de un estímulo sexual efectivo.

La relación genitalidad-sexualidad tiene una base eminentemente heterosexual. Las personas erotizan con los sentidos, a través de estímulos externos e internos. Walen y Roth (1987) afirman que existen evaluaciones cognoscitivas que, a la par del proceso fisiológico que llevan a una persona tener un orgasmo. El razonamiento humano, al ser en principio heterosexualizado, considera como ‘normal’ el hecho de que una hembra y un macho humanos copulen. Al mismo tiempo, existe una línea cognitiva que delimita los estímulos permitidos o no para hombres y mujeres. Al seguir la teoría psicoanalítica, existe una afrenta constante entre el ello y el superyó a la hora de que una persona se erotiza. La carga de género le lleva a pensar en la viabilidad o no de la excitación con base en la estructura genital externa de la pareja.

Dicho lo anterior, la homosexualidad como orientación sexual, se ejerce a partir de procesos de despojo de la carga simbólica que el régimen heterosexual proporciona desde la fecundación. Para el patriarcado, el cigoto es sabedor de la necesidad imperante de la reproducción de la especie, lo que le permite asumir, desde este momento una carga binaria de sexo. En este sentido, en la práctica, el ejercicio de la sexualidad responde a las eventualidades del contexto, la situación histórica y la carga simbólica otorgada al cuerpo sexuado.

Un hombre que se relaciona en forma erótica y afectiva con otros hombres, que además busque construir una identidad distinta a la propuesta por el sistema sexual dominante, se enfrenta en primera instancia a un choque cultural. Iniciada la pubertad, se desarrolla la capacidad erótica motivada por la revolución fisiológica que se gesta en el cuerpo humano.

El púber comienza a responder a estímulos sexuales, cotidianamente con base en las tendencias mediáticas de la época. Alfred Kinsey (1979) a través de su obra documentó la predisposición a la bisexualidad por parte de los humanos. De manera recurrente los primeros juegos eróticos entre púberes machos/hombres promueven la comparación anatómica. La masturbación colectiva convertida en una competencia para declarar al eyaculador más veloz. Las auscultaciones en la entrepierna durante el juego de roles médico/paciente. Incluso, el intercambio de caricias, besos y abrazos entre pares, permiten a los machos/hombres púberes conocer los mecanismos de la respuesta sexual.

Las dinámicas colectivas surgen de manera posterior al autoreconocimiento corporal. Las primeras eyaculaciones madrugueras, las erecciones involuntarias, facilitar la apropiación corporal. A diferencia de las mujeres adolescentes, los procesos de sexualización de los púberes subyacen en los procesos de construcción de una masculinidad funcional para el sistema. Para el caso de aquellos elementos que encuentran más atractivo el erotismo con sus pares, una carga moral cuestiona en un primer momento la conducta no esperada.

El púber que ha cuestionado la atracción erótica hacia sus pares, indaga de manera automática sobre la exist encia de alguna anomalía en su ser, lo que en un segundo momento lleva a la represión/sanción propia del proceso fisiológico. Luego, con base en los referentes del momento histórico, toma una decisión, redirigir su camino al mandato sexual normativo, o continuar por un sendero sinuoso que permita la resignificación y apropiación de una identidad sexual no hegemónica.

Vale la pena señalar que este proceso está directamente relacionado con el momento histórico y el contexto geo-social en el que se desarrolla el púber. No es lo mismo descubrir una atracción homosexual en la delegación Cuauhtémoc de la Ciudad en México de la época actual, que haberlo hecho en la Sierra Gorda queretana en los años cincuenta. Existen diferencias significativas, que ponen en situaciones poco paralelas a quienes desafían el status quo.

Dicho lo anterior, un hombre homosexual, al significarse como tal, renuncia en primera instancia al privilegio de la heterosexualidad. La arraigada creencia que posiciona a la reproductividad en el nivel de un dogma divino, condena al sujeto adscrito a esta categoría a la posibilidad de engendrar. Esta es la primera traición del sujeto homosexual al orden patriarcal. Luego, por antonomasia, el sistema patriarcal equipara a la homosexualidad con un rol social de sexo más cercano a lo femenino, por tanto, considera la adscripción del sujeto con prácticas homoerótico-afectivas como una renuncia a la masculinidad. Es por ello que, en los ochenta, la naciente cultura gay norteamericana privilegió la vuelta a lo masculino, ya que, las dos décadas anteriores todo fue locura, sexo, rock and roll y feminidad.

Un hombre homosexual es vapuleado por el sistema en la medida en que renuncia a sus privilegios. Cada vez que éste transita al lado oscuro (lo femenino), la policía del género sale a señalar las transgresiones de éste. Incluso en la actualidad dentro del argot popular de este sector de la población, es común que se menosprecie al afeminado, sexualmente receptivo, maquillado, etcétera.

Por tanto, el sujeto homosexual si bien renuncia a dos privilegios identitarios, continúa teniendo dos, los más poderosos, el sexo y el género. A menos que se trate de un hombre transgénero. Ser hombre, dentro del régimen, involucra ser propietario, ser amo, ser dominante. Eso lo tiene muy claro la heterosexualidad. Es necesario partir de esta premisa para entender los mecanismos de dominación necesarios en la configuración de una identidad sexual homosexual como se conoce en la actualidad. Las lesbianas son un punto y aparte, introducirlas en este mecanismo no ha resultado, por la simple razón de que pertenecen a la otra cara de la moneda, son las esclavas, las dominadas, las subalternas.

En el apartado anterior se ha reflexionado respecto a los postulados de Wittig y Rubín, quienes explican de manera clara cómo es que la heterosexualidad obligatoria ha dispuesto lo necesario para preservar los mecanismos de dominación.

 

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#4 Tiempos

Semana Santa: “…no me voy, me quedo aquí” | Columna de Luis Miguel Dorador

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Un fin de semana sin celular

 

La semana Santa inicia tradicionalmente con el Domingo de Ramos que es una celebración Católica que nos recuerda el momento en que Jesús de Nazareth es recibido con hojas de palma que son símbolo de alabanza y en esa época se utilizaban para resaltar la presencia de monarcas. Actualmente, aquí en lo local, significa que el lunes no hay clases y la diversión de estos días de descanso comienza a partir de ese momento….

Las familias se organizan para agendar su asistencia a los eventos que se presentarán durante tooooda la semana, ya sean conciertos, exposiciones, partidos de los distintos torneos deportivos y cualquier forma cultural o recreativa que nos ofrezca un momento de convivencia distinto al día a día del año que estamos viviendo.

Así comenzó este mega fin de semana sin celular en martes para tod@s l@s que se dieron cita en la plaza de Los Fundadores, donde se presentó Emmanuel con muchísimo éxito y nos puso a bailar y cantar con los temas que tod@s conocemos y el miércoles, Camila que con la reintegración de Sabo (el vocalista) hicieron que las canciones de Mario Dom y la guitarra de Pablito Hurtado sonaran vibrantes ante los ojos de tod@s l@s expectadores….

El jueves, ya más en lo local, se presentó Bravo en la terraza del Depor y fue una noche muy divertida en la que, el calor del tequila y el ambiente familiar que se vive en el CDP nos hizo olvidarnos del intenso frío que ese día pegó a partir de la tarde (en algún momento llegué a pensar que este domingo de pascua en lugar de huevos iba a esconder frazadas para ese frío tan fuerte) y tod@s bailamos coreando las canciones que Jesús Aguilar interpretó con singular estilo en una serie de sets muy bien estructurados acompañado por Carlos a la guitarra (muy bañadito), Meave en el bajo

(impresionante), Toño en la bataca (maestro) y en esta ocasión se integraron tecladista y corista de una forma espectacular…. El viernes luego de una desvelada muy agradable y llena de emociones regresamos a esa terraza para disfrutar de la presentación de Eduardo Medina quien también nos hizo recordar épocas importantes con temas como “Cariño” y muchos más, acompañado del Niño del Tambor que imprimió el ritmo a cada canción durante toda la noche con una pasión indescriptible…

El sábado tuvimos una reunión súper familiar en la que se nos fue el tiempo como agua jugando UNO y varios doritos después pasamos por la gene que nos sigue para rematar con un taquito de los arandenses de Sierra Leona….. bueeeeeeno, el fin también nos dio la oportunidad de cocinar paella y – agradezco a tod@s quienes se dieron la oportunidad de probarla – valió la pena la cocinada porque eso es un gran placer. #soypaella agardece a: Moy, Tuky, Sandra, Tito, Gato, Juancho, Fer, Ricky, Salvador, Gabo, Libeth, JuanMa, Toñin y Ramoncito entre muchos otros, en verdad GRACIAS!!!

El Domingo de Pascua es un momento de regocijo porque la resurrección de todos se da cuando te llenas de energía positiva con las experiencias de una Semana tan intensa y de alta vibración.

Gracias por las invitaciones a salir de la ciudad para visitar otros lugares en estos días, pero la verdad es que con tan buena agenda, “…no me voy, me quedo aquí!” (G Cerati).

¡¡¡Ánimo que ya casi es viernes!!!

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Cirina Portales, Primera mujer en terminar estudios de medicina en San Luis Potosí | Columna de J.R. Martínez/Dr. Flash

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EL CRONOPIO

 

Setenta y seis médicos se habían titulado en la Escuela de Medicina del Instituto Científico y Literario de San Luis Potosí, cuando se presentaría a examen de titulación la primera mujer, Cirina Portales Carvajal, que en 1920 sería la titulación número 77 en ese Instituto Potosino.

Con ello Cirina Portales se convertía en la primera mujer en titularse en medicina en San Luis Potosí completando de manera integra sus estudios en el Instituto Científico y Literario el 27 de febrero de 1920. Aunque, ya se había abierto el camino a la mujer en esa escuela con María Castro de Amerena que se titularía en 1912 haciendo estudios combinados en San Luis Potosí y en la Ciudad de México, donde obtendría su título como médica en 1911 aunque le fue firmado un título por el gobernador de San Luis Potosí en 1912. Sin embargo, podemos considerar a la Dra. Cirina Portales como la primera mujer graduada en San Luis Potosí completando de manera absoluta sus cursos y exámenes finales teórico y práctico en la Ciudad de San Luis Potosí.

En 1915 cursaría sus primeros cursos en medicina y terminaría los cursos íntegros de la carrera en 1919, cubriendo las prácticas y guardias de hospital, que eran requisito, en el Hospital Civil “Miguel Otero”. Profesionalmente desarrolló su trabajo médico en Tampico en el Hospital Pizaño donde implementaría los primeros procedimientos en México para tratar el cáncer en cuello de la matriz, lo que realizó en la década de los cuarenta al mismo tiempo que se implementaba el método del Dr. George Nicholas Papanicolau que había desarrollado desde veinte años antes. Aportación relevante que la coloca como una de las médicas mexicanas más relevantes.

Cirina Portales es originaria de Cerro de San Pedro, aunque no se conoce con exactitud la fecha de su nacimiento que debió ser en el cambio de siglo XIX al XX, pues en 1906 comenzaría a cursar la primaria en la Escuela Pública número 8 del estado de San Luis Potosí bajo la dirección de la profesora María Estrada, continuaría sus estudios de preparatoria lo que le permitiría poder estudiar alguna carrera

. Al parecer, no tuvo dificultades para realizar sus estudios, como el caso de otras mujeres que de cierta forma eran inducidas a estudiar estudios propios para las mujeres, como se estilaba entonces, ya sea para profesoras en escuelas de artes y oficios de las que contaba la ciudad de San Luis Potosí.

Así, Cirina Portales ingresaba en 1915 a la Escuela de medicina del Instituto Científico y Literario de San Luis Potosí en pleno movimiento revolucionario. Su ingreso al Instituto, al parecer no tuvo impedimento, como en el caso de María Castro Amerena primera estudiante de medicina en San Luis, pues había quedado superada la oposición al ingreso de mujeres al Instituto Científico que despertara la solicitud de Castro de Amerena una década antes.

Así para 1920, se convertía en la primera mujer en terminar de manera integra sus cursos de medicina, sus prácticas y estancias de hospital, así como la presentación de examen teórico y práctico que exigía el plan de estudios de la carrera de medico cirujano del Instituto Científico y Literario de San Luis Potosí. El 27 de febrero de 1920 era examinada en el Salón de Actos del Instituto Científico por los doctores Francisco de A. Castro, José M. Quijano, Manuel Nava Sr., José C. Páramo e Ismael Vela Velázquez. Celebrando al siguiente día su examen práctico en el Hospital Civil “Miguel Otero”, siendo aprobada por unanimidad y registrado el compromiso académico con el folio número setenta y siete.

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Cómo ser un buen ex | Columna de Carlos López Medrano

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Mejor dormir

 

Hay áreas de la vida en los que un gran acto no precisa mucho. A veces solo hace falta dar un paso al costado, callar, quedarse quieto. Dejar ir. Es un buen regalo cuando se termina un capítulo amoroso. No hacer nada requiere una dosis elevada de valentía. Último tributo a quien se le tuvo cariño. La obra concluye sin aplauso alguno: el público al que estaba dirigida no lo nota siquiera. Y de eso se trata. Dejar en paz a quien ha de continuar con su trayectoria, que es, de paso, la forma en que tú mismo puedes continuar con la tuya.

El aspaviento paga poco y si crees que es necesario atizar para revivir la chispa del amor, pregúntate por qué piensas en lo que queda como si fuera un avispero. Conviene dejar la obsesión de remediar lo que no existe más. Ya habrá alivio en otros páramos, en otros rostros, en manos que sabrán quitar el pelambre que ahora te atormenta. Las espinas clavadas no tienen que ser sacadas por la misma persona que las hundió.

Lo que pudo decirse y lo que no, la inquietud, los episodios donde debiste hacer dicho esto o aquello, fábulas incumplidas… quedan las ráfagas. En retrospectiva todos tenemos ojo clínico, sabemos dónde estuvo el fallo, qué debimos haber dicho o hecho ―cómo no lo viste en su momento―. Pero es un engaño, un juicio fácil e injusto: en tiempo real pasa lo que pasa, uno se las apaña como puede y hace lo mejor de acuerdo con la información que se dispone. Sí, nos equivocamos, tenemos torpezas, hacemos lo contrario a lo que queríamos. C’est la vie

.

Un secreto para que dejes de torturarte con tanto arrepentimiento: siempre y cuando no hayas cometido una auténtica vileza, los errores que hayas cometido no son la única explicación del rompimiento. Al final lo que cuenta es la disposición de componer y continuar. De uno y el otro lado. Mientras eso persista, hay opciones de remontada, pero si una de las partes deja de remar, se acabó. Por más lo intentes. Por más impoluto que seas. No hay perfección que pueda complacer a quien ya se ve de salida, y muchos yerros son perdonados por quienes están con la voluntad de construir un proyecto en común. Solo no te excedas ni abuses de esta revelación.

Ante los defectos que cargas hay quien brinda comprensión y hay quienes se van. Es lo normal, lo previsible. De tu puesto queda aprender, que aquel devaneo no vuelva a ocurrir, tener la precaución añadida para que esta vez el tocadiscos transcurra sin saltos, sin canciones que remuevan el páncreas. Como esa de Jarvis Cocker en las que se burlaba del amor sustituto y sus besos sabor sacarina. O la desdicha al hueso de David Gedge, la belleza de la mujer amada consumida por la esencia de otro hombre, uno que ahora pone sus manos sobre el que era tu vestido favorito. Siempre queda algo atrás.

Elvis Costello era otro que podía ser un pesado como ex. Dejó así letras que son auténticas perlas de un nervio dolido: veo que ahora tienes un marido al que tomas de la mano, mientras él ha tomado todo lo que pudo de ti. Él tiene todo lo que necesitas (y todo lo que no). Y cuando hablas de él suena como si hablaras de comida congelada… estoy seguro de que su amor durará por siempre. Espero que seas feliz ahora.

Detrás de la ironía y la aflicción mal disimulada, aquellas canciones aún apelaban a la familiaridad. Costello aún se sentía cercano a la mujer que lo había dejado. Creía comprenderla mejor que su actual amante. Conocía más su estilo, sus deseos, sus expectativas. En el fondo anidaba la esperanza de un regreso, de que la provocación trajera un latigazo de vuelta.

El compositor británico no se daba cuenta del factor que marca el fin de una relación. Un lento proceso en el que ambos vuelven extraños el uno para el otro (olvidarás la voz que alguna vez endulzó tus oídos). Una transición en que las afinidades ―esos puntos de encuentro― aflojan y dejan de existir, para adaptarse al temple de una nueva pareja con la que se construye un destino alternativo.

Elvis Costello no lo descifraba presa, ay, de la pasión. Para ser un buen ex no se necesita mucho, solo callar y desaparecer.

 

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