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“Que Federico Garza esté a la altura”: activistas por caso Pontigo
La Suprema Corte de Justicia de la Nación ordenó reiniciar la investigación del asesinato de Karla Pontigo, ahora bajo el protocolo de feminicidio
Por: Abelardo Medellín y Roberto Rocha
La Suprema Corte de Justicia de la Nación resolvió ayer que sea investigado nuevamente, y con perspectiva de género, el presunto feminicidio de Karla Pontigo Luccioto, una joven que, hace 7 años, fue encontrada con heridas mortales en el interior de un antro en la capital del estado de San Luis Potosí.
La primera sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación aprobó por unanimidad la solicitud de la familia de Karla Pontigo para que la investigación del caso sea realizada desde cero, con protocolo de feminicidio y no como un homicidio culposo, como determinó la autoridad de ese entonces en San Luis Potosí.
Ante dicha resolución, el fiscal general del estado, Federico Garza Herrera, respondió: “no puedo opinar hasta revisar los resolutivos de los señores ministros y, les repito, nosotros vamos a cumplir en los términos que se acuerden. Habría que leer la resolución para cumplirla”.
Garza Herrera también dijo que sería facultad de la Vicefiscalía Jurídica (a cargo de Maricela Meza) investigar y tomar parte de lo resuelto por la Suprema Corte” y que “habría que ver si surge alguna competencia para alguna otra área, pero lo más probable es que se nombre a un fiscal especializado”.
“No podemos aventurarnos, tenemos que esperar la notificación”, atajó el fiscal general del estado, quien reiteró que será hasta entonces que podrán revelarse ma yores detalles sobre el tema.
Por su parte, la titular de la Fiscalía Especializada en Atención de las Mujeres, Juana María Castillo Ortega, indicó que no correspondería a su división atraer la investigación del caso Pontigo.
La resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación también abarca la posible imposición de sanciones en contra de las autoridades y funcionarios a cargo de la investigación; entre ellos, al exprocurador de Justicia del Estado, Miguel Ángel Covarrubias.
El caso de Karla Pontigo ha sido promovido por organizaciones internacionales de defensa de los Derechos Humanos, como es el caso de Amnistía Internacional y Fundación Justicia, desde cuyas redes se emitió el anuncio sobre la resolución de la Suprema Corte:
“La primera sala de la SCJN aprueba por unanimidad la petición de la familia de Karla Pontigo. Esto significa que la investigación por el feminicidio de Karla regresa a cero para investigarse como tal y no como accidente.
Las mujeres de México festejamos está decisión”, escribieron en su cuenta de Twitter.
Para Urenda Queletzú Navarro Sánchez, integrante de la mesa ciudadana de seguimiento a la Alerta de Género en San Luis Potosí, esta resolución de la Corte “pone en evidencia la falta de capacidad, t anto en la Fiscalía General del Estado y el Poder Judicial”. Además “pone en evidencia que se ha producido impunidad y se envía un mensaje muy claro contra los feminicidas. Además, para las mujeres, les muestra que existe la justicia y existen recursos para acceder a ella”.
Por su parte, Sofía Irene Córdova Nava, directora de la organización Educación y Ciudadanía AC (Educiac), la reapertura de la investigación del caso Karla Pontigo abre también un camino “para enfrentar estos mismos procesos con muchas mujeres, porque existe la posibilidad que se hagan nuevas investigaciones para otra víctimas de feminicidios, no solo en San Luis Potosí, sino a nivel nacional”.
Según Córdova Nava, el caso de Karla Pontigo es emblemático de la violencia contra las mujeres, por lo que, a partir del reinicio de la investigación por este caso, se debería dar “el reconocimiento de la problemática de feminicidios en el país”. También debería llevar a que se reconozca una falta de “capacidad institucional en la Fiscalía” y se realicen los trabajos para resolverlo.
Córdova Nava también cree que un paso importante será la reparación del daño y la reparación de la memoria de Karla Pontigo. En eso coincide Navarro Sánchez: “Sancionar y juzgar con perspectiva de género permitirá traducirse en una sentencia que responda a la memoria de Karla, que no se trató de un accidente, sino un feminicidio. Este es un parteaguas en la historia, porque las autoridades ya no pueden empezar a investigar ninguna muerte violenta de mujeres, sin que se investiguen como feminicidios”.
Urenda Queletzú Navarro considera que además, en la reposición de la investigación, “se tendrán que valorar muchos elementos probatorios que fueron desechados en primera instancia. Se deberá entender el contexto, las relaciones de poder entre Karla y su victimario, escuchar a quienes tengan que aportar información relevante”.
Tanto para Córdova Nava como para Navarro Sánchez, para la Fiscalía General del Estado, esta nueva investigación representa un reto. Según la directora de Educiac, “el reto es generar las capacidades institucionales para que esto no vuelva a ocurrir, pues aunque implica tal vez un enfrentamiento político, tienen la oportunidad de meterse en el canal de la justicia y reparación de daño”.
Por su parte, Navarro Sánchez dijo que ella espera “que el fiscal esté a la altura, porque quedó de manifiesto que el procurador anterior se vio en intereses con grupos de poder”. Por eso, para Navarro Sánchez, “la Fiscalía General del Estado tiene ahora un compromiso para tener una investigación pulcra”.
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La IA, periodismo, y la coartada perfecta. Apuntes de Jorge Saldaña.
““Vivimos bajo tormentas de datos que no construyen verdad sino ruido”. La información, desanclada de la confianza, se vuelve atmósfera. Y en atmósfera turbia, cualquiera puede gritar “fuego” y llamar a los bomberos, o “deepfake” y zafarse de la comisión de un delito”
Por: Jorge Saldaña
Hay épocas en las que la tecnología acelera más rápido que la ley en una carrera en pista sinuosa, de esas con curvas tan cerradas que hasta el volante tiembla.
Estamos ahí. La inteligencia artificial (IA) ya es capaz de imitar una voz al grado de confundir a tu mamá, de injertar un rostro en un cuerpo ajeno con precisión perfecta, de producir un “comunicado oficial” con sellos y sintaxis idénticos a los originales. Que peligroso.
No obstante, lo que de veras me quita el sueño (y eso que soy dormilón) no es solo lo que la IA puede fabricar, sino lo que su misma sombra puede desmentir, es decir, que lo verdadero sea tirado a la basura señalándolo a la ligera como “irreal”.
Dicho en pocas palabras: sí temo a la mentira hecha con IA, pero temo más que la IA se vuelva la coartada perfecta para negar la verdad. ¿Me explico?
Pienso en un audio que exhibe una extorsión, en una foto que capta a un político con un criminal, en un contrato auténtico que documenta un desvío.
Con la reforma aprobada en San Luis Potosí (con tan solo 10 días de análisis) que tipifica el “uso indebido” de IA para provocar alarma, alterar la paz social, o dañar la imagen de un tercero, creo que nos pone a todos, pero aún más a los que nos dedicamos al periodismo, en un altísimo riesgo de que la primera reacción del involucrado no sea la responder al fondo, sino señalar al mensajero: “Eso lo creó la IA”, y entonces deberá ser el reportero, y no el delincuente exhibido, el que deberá de demostrar que su evidencia no es sintética o artificial, o se va al bote.
Invertimos la carga de la prueba: del hecho al emisor; del culpable al periodista.
No exagero: Artículo 19 ya advirtió lagunas de precisión en conceptos como “alarma pública” o “paz social” (que son ambiguos y propensos a la interpretación) y un riesgo de discrecionalidad que podría alcanzar desde la crítica política hasta la edición creativa.
Es cierto, la iniciativa del diputado Héctor Serrano, incorpora exclusiones para fines periodísticos, académicos, artísticos y de parodia “siempre que no exista dolo y se indique expresamente ese carácter”. Bien intencionado, sí. ¿Suficiente? No, porque el campo de juego queda resbaladizo y no hay árbitro judicial ni peritos especialistas en el tema.
Las modificaciones al código penal producto de la iniciativa de regulación a la IA, no define con precisión cómo demostrar el dolo, qué es alarma y, sobre todo, quién y cómo lo acredita.
Byung-Chul Han lo dijo en su libro Infocracia, (que me gusta mucho citar): “vivimos bajo tormentas de datos que no construyen verdad sino ruido”. La información, desanclada de la confianza, se vuelve atmósfera. Y en atmósfera turbia, cualquiera puede gritar “fuego” y llamar a los bomberos, o “deepfake” y zafarse de la comisión de un delito.
Nuestro tiempo es el de la sospecha permanente, la duda como política de Estado.
El tema me recuerda a Orson Welles que lo anticipó en 1938 con La guerra de los mundos: una ficción radial que, contada como boletín, desató pánico.
Hoy no necesitamos actores; bastan modelos generativos, un par de clics y un algoritmo de difusión.
Imaginen —no es ciencia ficción— un boletín “verosímil” de la Sedena ordenando toque de queda; una “conferencia” de la Presidenta aceptando una invasión o un “video” de un presunto homicida de un estudiante de estomatología confesando un delito…(saben a lo que me refiero).
¿Qué tal que el homicida alega que el video que se filtró fue hecho con Inteligencia Artificial? ¿Se va a perseguir al medio que lo difundió? En una de esas, hasta el homicida sale libre…¿Ya me entiende, Culto Público a lo que me refiero, me preocupa, y me da comezón?
La IA escribe el guion; las redes, el miedo.
Ahora bien: San Luis Potosí ya legisló. ¿Hacía falta? Sí. Pero…¿Así? ¿Tenemos la suficiente fortaleza académica, experiencia profesional y capacidades para fundamentar una legislación sobre esta materia que nos va ganando la carrera? ¿No será esto un acelerón en plena curva?
El que esto escribe, aprendiz de reportero, alcanza a ver al menos tres riesgos que no podemos ignorar:
1) La coartada perfecta del poderoso.
Frente a una investigación sólida, la respuesta fácil será: “es IA”. Si la norma deja ambigüedades, el periodista puede terminar litigando su autenticidad en vez de publicar, y esto puede generar un efecto inhibidor, una autocensura preventiva por miedo a ser acusado de crear “realidades sintéticas”.
2) La puerta trasera de la censura.
Cuando “alarma social” o “paz pública” no tienen parámetros verificables, cualquier pieza incómoda puede ser encuadrada como “desestabilizadora”. Hoy se promete que no; mañana basta un fiscal con prisas o un juez con miedo o a modo.
3) La prueba imposible.
En la práctica forense, demostrar que algo no fue generado por IA requiere peritajes especializados, sellos de procedencia, cadenas de custodia digitales. No los tenemos para temas como la IA ¿Quién los hará? ¿Con qué estándares? ¿Con qué independencia? Si no definimos eso, la balanza se inclina contra el informador.
Ante ello, creo que necesitamos definiciones más concretas, cerradas y taxativas, lo mismo que una “mente culpable” o como dicen los abogados una Mens rea probada, exigir dolo específico: intención de provocar alarma…me-di-ble y no de “sensación” de la misma.
Además, si alguien alega que una pieza es sintética o fabricada, que lo acredite con peritajes de laboratorios independientes (no “peritos de parte” -que además no hay en SLP- a modo).
Los periodistas también tenemos que tener garantías reales y no meramente declarativas.
Efectivamente hay una exclusión en la iniciativa aprobada para el ejercicio del periodismo, arte, academia y sátira, sin embargo, ¿quién garantiza que opere en los hechos, cuando alguien -como dije arriba- nada más porque sienta calor le llame a los bomberos…?
No se trata de negar el dilema —que es brutal y de múltiples aristas—, sino de evitar que la cura mate al paciente. Porque, paradójicamente, la IA que nos amenaza con fabricar mundos, también puede servir para validarlos.
A ver, para Usted mi Culto Público, le comparto dos escenarios de pesadilla y uno de esperanza:
Un “Falso con consecuencias reales”: Un “comunicado” apócrifo de Protección Civil que ordene evacuar colonias. Pánico, saqueos, accidentes. Nadie herido por la IA; todos por la estampida.
Un “Verdadero desmentido como falso”: Un video auténtico que documenta un abuso policial. Los responsables gritan “deepfake”, “IA”, un juez timorato concede medidas cautelares, y el reportero enfrenta proceso. La evidencia muere antes que el delito.
Uno de esperanza: que la norma haga lo que promete: perseguir mentiras sintéticas dañinas, proteger a víctimas (como las 400 estudiantes de Zacatecas) y blindar la crítica. Se puede, si se afina y lo hacemos de forma acompañada y profesional. No a la ligera.
La delgada línea entre vigilar y castigar —permítanme el guiño— no debería cruzarse hacia castigar al que vigila. La prensa, con sus errores y excesos que a veces tenemos (no me subo al púlpito ni tiro la primera piedra), sigue siendo el semáforo en una avenida oscura: si se apaga “por seguridad”, lo que viene no es orden, sino una carambola con trágicas consecuencias.
Cierro con una imagen. La IA es el Orson Welles de nuestros tiempos: puede narrar invasiones que no existen y desmentir revoluciones que sí ocurrieron. La diferencia será si, en San Luis, ponemos reglas claras, peritos que sepan, y un principio simple grabado en piedra: a la verdad no se le pone grillete; a la mentira, sí.
Insisto, si lo hacemos bien, con profesionalismo y sin miedo, quizá esta vez la radio hablando de marcianos no provoque pánico, sino lucidez.
Mañana será el diputado de Morena Carlos Arreola (qué casualidad) el que anuncie el desarrollo inmediato de foros con ciudadanos, académicos, especialistas, periodistas, abogados y otros grupos para discutir, plantear y afinar la iniciativa aprobada. Aunque lo convoque Arreola, ni modo, me apunto.
Nota: Esta columna no fue redactada con IA, sino con MIR (Mi Ignorancia Regular).
Hasta la próxima.
Yo soy Jorge Saldaña.
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Estado anticipa monto para la UASLP en 2026: Gallardo
El monto, que se incluirá en la Ley de Egresos, será equivalente al de este año mientras se define el convenio universitario
Por: Redacción
El gobernador Ricardo Gallardo Cardona informó que la Secretaría de Finanzas del Estado ya tomó previsiones para garantizar el recurso que corresponderá a la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP) en 2026, y adelantó que dicha cantidad será integrada desde ahora en la Ley de Egresos que enviará al Congreso del Estado.
Gallardo explicó que, aunque el convenio anual entre la UASLP y el Gobierno del Estado se firma hasta enero, esta vez se decidió anticipar el monto estimado para evitar desfases como los ocurridos este año, cuando los tiempos entre la firma del convenio y la aprobación del presupuesto no coincidieron y generaron presiones financieras para la institución.
El mandatario señaló que Finanzas partirá del mismo monto asignado este año —refiriéndose a los recursos que se destinan al inicio del ejercicio— mientras la universidad y la Federación definen la cifra exacta en su próximo convenio. Con esto, precisó, los legisladores tendrán que ajustar el presupuesto para asegurar que la cantidad prevista quede protegida en la Ley de Egresos 2025, que corresponde al ejercicio fiscal del próximo año.
Gallardo afirmó que el objetivo de esta previsión es que la UASLP arranque 2026 sin complicaciones, sin necesidad de solicitar recursos prestados durante los primeros meses del año, como ha sucedido históricamente debido a la demora en la llegada del recurso federal y estatal.
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FGESLP requiere 5 mdp para echar a andar Fiscalía de Búsqueda
María Manuela García dijo que el monto servirá para contratar personal y fortalecer prospecciones
Por: Redacción
Tras entregar su informe anual de labores ante la Comisión Primera de Justicia del Congreso del Estado, la fiscal María Manuela García Cázares reconoció que la Fiscalía General del Estado de San Luis Potosí enfrenta “muchos retos”, entre ellos el más urgente: transformar la actual Unidad de Desaparecidos en una Fiscalía Especializada, como lo exige la Ley General.
La fiscal destacó que todas las áreas han estado enfocadas en judicializar carpetas y atender los casos más sensibles denunciados por la ciudadanía, aunque admitió que el avance aún es insuficiente frente a la demanda existente.
En materia financiera, García Cázares confirmó que la institución solicitará una ampliación presupuestal para 2025, derivada precisamente de los costos que implica la creación de la nueva Fiscalía de Desaparecidos: más personal, más material, más prospecciones y mayor capacidad operativa.
La ampliación solicitada asciende a 5 millones de pesos como mínimo.
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