diciembre 23, 2025

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#4 Tiempos

Poder de tribuna | Columna de Víctor Meade C.

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SIGAMOS DERECHO.

 

En aquellos ejercicios de pulcra transparencia y rendición de cuentas sin precedentes que tienen lugar en Palacio Nacional durante la mañana, nos toca escuchar a nuestro presidente desenmascarar a los más malos de todos los malos y a los más corruptos de todos los corruptos. Así lo hizo, por ejemplo, con los fideicomisos. Otra cosa es que prometió los informes de sus malos manejos en un plazo no mayor a 10 (diez) días, y que desde entonces los benditos informes vienen con un ligero retraso (desde octubre) y aún no se han presentado para su revisión.

También se cargó en contra del Juez Gómez Fierro, a quien acusó de actuar en favor de intereses privados por haber concedido suspensiones contra los efectos de la Ley de la Industria Eléctrica y ahora contra el padrón de datos biométricos. Ya acusó a todas y todos los ministros de la Suprema Corte de ser incapaces de acabar con la corrupción en el Poder Judicial, por lo que esa tarea le corresponde únicamente a Arturo Zaldívar.

La semana antepasada le tocó el turno al candidato del PRI-PRD a la gubernatura de Nuevo León, Adrián de la Garza. En la conferencia del 07 de mayo, el presidente acusó a De la Garza de cometer fraude electoral por repartir unas tarjetas rosas, dice, “con la intención de comprar el voto”. No perdió la oportunidad para repetir que él, al haber sido víctima de hartos fraudes electorales, tiene la obligación como ciudadano de señalar todos estos actos antidemocráticos. Claro, tampoco perdió la oportunidad de acusar a los medios de comunicación (“sus adversarios”) de hacer campaña en favor de los políticos de la oposición.

Y aunque la lista es interminable y todas sus injurias son igual de graves, me detendré en la del pasado miércoles 12 de mayo. Al presidente le hicieron una pregunta sobre la entrega de tarjetas de Carlos Lomelí en Guadalajara, de Clara Luz Flores en Nuevo León y de Ricardo Gallardo en nuestro estado, pero, como se imaginarán, no hubo respuesta alguna a ese cuestionamiento, sino que terminaron proyectando en pantalla una imagen del consejo consultivo de Mexicanos Contra la Corrupción. Acusó personalmente a algunos cuantos y en general lanzó varios calificativos y falsedades, ante lo que a mi parecer es un cuadro de honor de personalidades de la sociedad civil que no merecen más que un profundo respeto.

Hablando al menos de quienes ejercen la profesión jurídica en ese consejo consultivo, tengamos siempre presente que la trayectoria intachable y el trabajo serio de José Ramón Cossío, Sergio López Ayllón, Pedro Salazar Ugarte, María Marván Laborde y de María Amparo Casar ha sido invaluable en la construcción de las instituciones democráticas y del Estado de Derecho en este país.

Siempre alegando que sus desafortunados vituperios en las mañaneras son fruto de su pleno ejercicio de libertad de expresión, de su derecho de réplica o simplemente alegando que “como ciudadano no se puede quedar callado”, es de gran importancia realizar unas cuantas precisiones. ¿Puede nuestro presidente decir y hacer todo lo anterior?

Ciertamente, la mera intuición y el sentido común nos dicen que algo anda mal cuando un Jefe de Estado dedica dos horas de todas las mañanas a lanzar retos bravucones e insultos desde una tribuna oficial a medios de comunicación, sociedad civil, órganos autónomos, gobernadores, candidatos de oposición o cual sea el adversario en turno. Pero más allá de la sola intuición, existe una sutil pero muy significativa distinción jurídica que el presidente está pasando por alto, seguramente con pleno conocimiento de ello y con toda intención. Esa distinción radica en aquellas acciones que realiza en su carácter de autoridad y en aquellas que puede realizar como ciudadano.

Podemos describir la relación entre autoridad pública y ciudadanía en términos muy sencillos con aquella máxima jurídica que se conoce como Principio de Legalidad: «Para civiles, todo lo que no está prohibido está permitido. Para autoridades, todo lo que no está permitido está prohibido

».  

Aunque en una primera lectura el principio de legalidad pareciera una frase muy sencilla y lógica, es importante reconocer que sobre esta fórmula están construidos el ejercicio de los derechos fundamentales de las y los ciudadanos;  y también las responsabilidades de quienes ostentan el poder. Por una parte, podemos desprender del principio de legalidad que el marco de acción de la ciudadanía es virtualmente ilimitado: uno puede hacer tantas cosas como se le ocurran, siempre y cuando no sean ilícitas

. En otras palabras, los civiles tienen libertad en términos positivos y funcionan como un contrapeso a la autoridad. Por otra parte, dichas autoridades sólo pueden hacer aquello que la ley les permite expresamente; no más, no menos. Dicho de otro modo, las acciones de la autoridad están acotadas en términos negativos. En síntesis: la ciudadanía tiene derechos y las autoridades tienen facultades.

Lo anterior no quiere decir que el ciudadano Andrés Manuel y que el presidente Andrés Manuel sean personas distintas, ni que al momento de tomar protesta se extingue por seis años el ciudadano. Lo que quiere decir es que hay momentos en los que Andrés Manuel actúa en su carácter de autoridad —nada menos que como Jefe del Estado mexicano— y momentos en los que actúa en su carácter de ciudadano. En ese sentido, los domingos en su casa y fuera de su horario laboral puede realizar las actividades que le plazcan y señalar a los más malos de todos los malos y a los más corruptos de todos los corruptos. Pero hacerlo desde Palacio Nacional y ejerciendo sus funciones de presidente, cada palabra que pronuncie desde esa tribuna se configura como una declaración oficial que tiene efectos que son relevantes para todo el país.

El presidente tiene la facultad e incluso la obligación de informar de sus políticas y acciones gubernamentales y también de defenderlas. Pero esa defensa sólo podrá ser realizada a través de los mecanismos que la ley prevé para ello. Si sus políticas están siendo detenidas en tribunales por un pobre diseño legislativo, sus argumentos sólo podrán ser esgrimidos en los mismos tribunales y no hostigando a los jueces o pidiendo a la UIF que les investiguen hasta a sus familiares. También está completamente fuera de lugar acusar a actores de la sociedad civil —que, valga decir, lo han sido antes de él y lo seguirán siendo después— de ser sus “adversarios” o de “intentar derrocarlo” con financiamiento ilegítimo.

El presidente, con poder de tribuna, busca ganar amedrentando y hostigando desde lo más alto del poder todo lo que no está ganando en tribunales ni en elecciones. Desde hace tiempo, su discurso ha deteriorado las condiciones para la discusión democrática y eso no es normal ni tenemos por qué justificar su uso faccioso de espacios e instituciones oficiales. Claro que se puede defender, pero no puede seguir defendiéndose como lo hacía en campaña. Nos acercamos a la mitad del sexenio y aún actúa como candidato.

Hace falta que nuestra arquitectura institucional evolucione y se fortalezca para garantizar el cumplimiento de estas facultades y el respeto a los derechos de la ciudadanía. Las medidas cautelares que pueda emitir el INE con relación a los comentarios emitidos por el presidente sobre las elecciones realmente son insuficientes. ¿Acaso le van a dictar un arresto administrativo de 36 horas? Ciertamente no.

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#Opinion | El padre de la física potosina, Gustavo del Castillo y Gama

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EL CRONOPIO

 

 

 

J.R. Martínez/Dr. Flash

 

Con el título de El Padre de la Física Potosina, Gustavo de Castillo y Gama, publiqué un libro conmemorativo sobre la vida y obra de Gustavo del Castillo y Gama, físico potosino que fundó las instituciones educativas y de investigación en física en la Universidad Autónoma de San Luis Potosí. Este 24 de diciembre estaría cumpliendo ciento cuatro años.

 

El libro en cuestión es de descarga gratuita y puede conseguirse en cualquiera de las siguientes dos direcciones:

 

http://galia.fc.uaslp.mx/museo/libros/EL%20PADRE%20DE%20LA%20FISICA%20POTOSINA.pdf

 

https://www.researchgate.net/publication/357203097_El_Padre_de_la_Fisica_Potosina_Gustavo_del_Castillo_y_Gama

Justo en Noche Buena del 2025, Gustavo del Castillo y Gama estaría cumpliendo ciento cuatro años. Nacería en el famoso Barrio de San Miguelito en San Luis Potosí al dar las últimas campanadas del 24 de diciembre, como lo comentaba el propio Gustavo del Castillo. Su vida se desarrolló en San Luis Potosí, Tampico, la Ciudad de México y las ciudades norteamericanas de Lafayette y Chicago; se nutrió de un ambiente científico desde pequeño, pues al menos, un par de sus tíos trabajaban en astronomía en el Observatorio Nacional de Tacubaya, Rodolfo Jurado y Valentín Gama. Ambos de la dinastía Gama de gran influencia en la sociedad potosina.

 

No es de extrañar que orientara su vocación hacia la física, siendo estudiante de preparatoria, en una época donde no existían aún escuelas de física en el país, y, se planteó poder formarse como físico en los Estados Unidos. La situación bélica mundial, lo llevó a seguir estudiando en su ciudad natal, ingresando a la carrera de químico industrial que su grupo de estudiantes de preparatoria había propuesto, de la cual se tituló tocándole el privilegio de ser el primer titulado. De ahí pasó a la Facultad de Ciencias de la UNAM a estudiar la maestría en física y al terminar continuar con su proyecto de formarse como investigador en física en Estados Unidos, donde obtuvo el grado de doctor en la Universidad de Purdue.

 

Fue de los primeros investigadores que tuvo el Instituto Nacional de la Investigación Científica (INIC) y se incorporó a la UASLP, impartiendo cátedra y formando el Laboratorio de Radiación Cósmica bajo los auspicios y emolumentos del INIC del que seguía siendo investigador. Su ingreso a la UASLP fue afortunado para impulsar el programa académico del Dr. Manuel Nava Martínez que era el rector de la UASLP en la década de los cincuenta. De esta manera se convertía en el primer doctorado que impartía clase en la UASLP y el único con dicho grado en la década de los cincuenta.

 

Fundó el Departamento de Física de la UASLP, de donde se derivarían la entonces Escuela de Física y el Instituto de Física de la UASLP que constituían un solo ente académico, que dividía el trabajo docente y el de investigación. El Laboratorio de Radiación Cósmica formaría parte del Instituto de Física y con ello inauguraba de manera formal trabajos de investigación científica, como tales, en la universidad potosina.

 

Creó el programa de construcción de cohetes de sondeo con el fin de realizar investigación científica en las altas capas de la atmósfera colocando al país en los pioneros en desarrollo aeroespacial, programa que ahora es conocido como Cabo Tuna. Su trabajo de investigación en radiación cósmica y en ciencias espaciales colocó a la UASLP en el escenario mundial en investigación en física. Si bien su labor en la UASLP se redujo a un lustro, este fue muy intenso y productivo y sentó las bases para el camino académico que seguiría la UASLP años después recorriendo las sendas y abriendo otras en torno a las raíces sembradas por Gustavo del Castillo, cuestión que luego es menospreciada o en el mejor de los casos olvidada.

 

La UASLP en la actualidad es reconocida nacionalmente y en algunas áreas internacionalmente gracias al trabajo docente y principalmente al trabajo de investigación científica que despliegan sus investigadores. La UASLP está situada como una de las mejores del país y en áreas como la física dentro de las primeras tres universidades del país. Esta situación se debe a la calidad de su personal académico, pero de manera muy especial por el trabajo pionero que fincara esta tradición por personajes como Gustavo del Castillo y Gama.

 

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#4 Tiempos

Una vida dedicada a la ciencia, Candelario Pérez Rosales | Columna de J.R. Martínez/Dr. Flash

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EL CRONOPIO

 

Hoy, 16 de diciembre, el peotillense Candelario Pérez Rosales, baluarte de la ciencia e ingeniería mexicana y consolidador de la física profesional en San Luis Potosí, estaría cumpliendo noventa y cinco años de edad.

Candelario Pérez Rosales nació el 16 de diciembre de 1930 en Peotillos, comunidad del municipio de Villa de Hidalgo, San Luis Potosí, donde estudió los primeros años de primaria, para luego venir a San Luis Potosí a terminarlos y continuar los estudios de secundaria y preparatoria, ambos en el turno nocturno, donde compartía las horas de estudio con las horas de trabajo. Estudiaría Física en la Universidad de Purdue y vendría a San Luis Potosí a colaborar con la fundación de la Escuela de Física de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, hoy Facultad de Ciencias y del Instituto de Física de la propia Universidad Autónoma de San Luis Potosí, instituciones que están cumpliendo setenta años.

Como parte de los trabajos de difusión y divulgación sobre personajes de la ciencia potosina que llevo a cabo publiqué en el 2012 un libro intitulado Una Vida Dedicada a la Ciencia, el papel de Candelario Pérez Rosales, que recoge la trayectoria de Candelario Pérez Rosales, cuyo papel para el establecimiento, desarrollo y consolidación de la física en San Luis fue determinante; de esta forma el desarrollo de la ciencia potosina en la segunda parte del siglo XX, en el seno de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, fue posible con la participación de varios personajes, entre los que se encuentra indiscutiblemente Candelario Pérez Rosales. Su papel fue determinante para que la física potosina y en general la ciencia potosina sea lo que es hoy, ese importante polo de desarrollo que tiene un reconocimiento a nivel mundial. Sin su participación, entusiasmo, compromiso y cierto apostolado, la física en San Luis, y la propia universidad potosina, no serían lo que son hoy.

En este sentido la Universidad Autónoma de San Luis Potosí se encuentra en deuda con Candelario Pérez Rosales.

Su aportación a la ciencia e ingeniería mexicana va más allá de su labor en la Universidad Autónoma de San Luis Potosí. Continuó siendo pionero en otras aventuras académicas, contribuyendo notablemente al desarrollo de la ciencia mexicana. En particular ingresó como investigador fundador al Instituto Mexicano del Petróleo.

Como investigador del Instituto Mexicano del Petróleo desarrollo una gran cantidad de proyectos que colocaron al país como un innovador en procesos de extracción de petróleo. Larga sería la lista de ellos, mismos que recogen en las páginas del libro que le dedicamos a este importante científico potosino.

Esta larga lista de proyectos que dirigió Candelario Pérez, desarrollados bajo el demandante factor de tiempo, da muestra de la importancia de su contribución al desarrollo de la industria petrolera al enfrascarse en proyectos dirigidos a resolver los diversos problemas técnicos y científicos asociados a la industria petrolera.

Estas tres facetas de Candelario Pérez que se presentan en el libro, constructor de instituciones y formador de recursos humanos, científico orientado a problemas de aplicación en la industria petrolera y escritor científico, lo colocan como uno de los baluartes nacionales en el desarrollo de la ciencia e ingeniería en nuestro país, y muy enfáticamente al desarrollo de la física mexicana.

Candelario Pérez ingresa como investigador fundador del Instituto Mexicano del Petróleo en 1966, como ya hemos mencionado, después de haber sentado las bases y asegurado el desarrollo de la Escuela e Instituto de Física en la Universidad Autónoma de San Luis Potosí.

En este libro se recoge su labor como escritor científico, profesor e investigador, tareas que suelen ser consideradas como labores fundamentales de las universidades mexicanas. En todas ellas tuvo, y sigue teniendo a pesar de estar retirado, una contribución importante y valiosa, además de sobresaliente.

Sea esta obra un homenaje a uno de los fundadores de la Escuela de Física de la UASLP, ahora Facultad de Ciencias, y del Instituto de Física de la UASLP, que estaban englobados en el Departamento de Física de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, cuya creación se diera el 1 de diciembre de 1955, mediante la aprobación del Consejo Directivo Universitario a un recurso sometido por el Dr. Gustavo del Castillo y Gama.

A los interesados, el libro pueden comprarlo bajo pedido en el correo electrónico de un servidor.

Candelario Pérez murió en San Luis Potosí, el 1 de mayo de 2016. El homenaje que le tributamos, se recogen en una serie de videos que pueden consultarse en youtube en el canal de José Refugio Martínez Mendoza. Para una muestra compartimos el siguiente:

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#4 Tiempos

La evolución creadora | Columna de Juan Jesús Priego Rivera

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LETRAS minúsculas

 

He aquí lo que escribió hace poco el filósofo alemán Ulrich Hommes: «El crecimiento del miedo en nuestro tiempo es debido a que los hombres de hoy padecen una singular falta de relaciones. Es evidente que la falta de relaciones tiene como consecuencia el miedo, y que el miedo genera una mayor agresividad».

¿Qué quiso decir el filósofo con estas palabras? En realidad es muy simple; quiso decir, sencillamente, que si hoy cunde en nuestras sociedades una especie de pánico generalizado, es porque los hombres estamos más solos que nunca. Como no tenemos amigos (digámoslo aún mejor: como no tenemos relaciones significativas), todo nos aterroriza, pues sentimos que en tales condiciones no seremos capaces de hacer frente a los problemas de la vida.

El viejecito aquel que no tiene ya a nadie porque ha visto morir a todos sus camaradas y partir a tierras lejanas a todos sus hijos, ¿cómo no va a tener miedo de quedarse muerto en la noche mientras duerme? ¿Qué va a ser de él? ¡Ah, con una persona cercana, con una sola con tal de que lo quiera, cómo le sería fácil vivir! Pero no, no tiene a nadie: está solo y por eso se despierta en la madrugada sudando de miedo.

Y aquella mujer joven, ¿no tiene miedo también? Cuando piensa en el futuro, siente que la cabeza le estalla. ¿Y si su marido la abandona para irse con otra mujer más de su gusto? ¡Después de todo, es probable que lo haga! Pues, ¿no se oye por doquier, pero sobre todo en la radio y en la televisión, que cuando un lazo nos aprieta demasiado hay que tener la osadía de desatarlo? ¿No se dice continuamente aquí y allá que el matrimonio es una prisión y que cada cual puede y debe buscar otras alternativas cuando los antiguos compromisos no sean ya viables, deseables ni rentables? Y siendo éste el pensamiento que todos repiten alegremente; ¿cómo no va a tener miedo la pobre de que la dejen un día u otro? ¡Separarse es tan sencillo! Por su parte, el marido también padece lo suyo. ¿Y si ya no satisface todas las expectativas de su esposa?, ¿y si ya no reúne todos los requisitos, como se dice? El normal caos del amor: así tituló Ulrich Beck, el famoso sociólogo alemán, un libro suyo que trata, precisamente, de estas angustias nada ficticias. Pero este caos, ¿es tan normal como parece? A juzgar por lo tiempos que corren, sí.

Mas no sólo el viejecito y los jóvenes esposos tienen miedo; también lo sienten los niños. Y si sus padres se separan, ¿qué será de ellos? Amigos casi no tienen, a excepción de aquellos con los que chatean por la tarde, a la hora de los deberes. Pero, ¿pueden estos desconocidos llamarse amigos? ¡Si son unos desconocidos: a lo mucho, sólo saben su nombre y las letras de las canciones que se intercambian en la red! Están solos.

Y el niño que aún no nace, ¿no tiene miedo él también? Gracias a la sensibilidad espantada de su madre, algo sabe ya de los terrores de este mundo. Ni siquiera le ha sido necesario nacer para darse cuenta de cómo están las cosas en este extraño planeta. Sí, tiene miedo, y él más que nadie. Primero porque está indefenso, y segundo porque nada sabe si su madre llegará a tragarse ese cuento que dice que los niños, mientras aún estén en el vientre, no son más que un montón de células desorganizadas o quizá meramente tumores que sería necesario extirpar cuando las cosas anden mal.

Miedo aquí y miedo allá. Miedo que, según Ulrich Hommes, no tarda mucho en convertirse en violencia. Violencia que genera más miedo y que no puede ser aplacada más que con amor: «Lo que sirve contra el miedo cuando nada más sirve es el amor. El amor que me brindan y el amor que yo mismo doy». 

Se realizó recientemente un experimento que dejó boquiabiertos a los que lo realizaron: «Cuando a unas cabras ubicadas cerca de su madre fueron sometidas a un cierto voltaje de corriente eléctrica, se mantuvieron en pie y pudieron soportarlo. Esta misma carga eléctrica les fue aplicada después, cuando estuvieron solas, y entonces ya no pudieron sostenerse, pues o se desvanecían o se volvían locas».

¡Significativo descubrimiento! Cuando las cabras estaban acompañadas, eran fuertes, y sólo caían cuando estaban aisladas y se sentían desamparadas.

«No es bueno que el hombre esté solo». Fue Dios mismo quien lo dijo, es decir, quien creó al ser humano y lo conoce de pe a pa. Ahora bien, si es Él el que lo dice, por algo será. Me discutía hace poco un amigo:

¡Sólo tú puedes tragarte esos relatos inocentes que cuenta la Biblia!

-¿Y por qué inocentes? –pregunté.

-Porque son ingenuos. Por lo menos todos sabemos hoy que el mundo no nació como dice el libro del Génesis.

-¿Y por qué no? –volví a preguntar-. Que Dios haya creado en seis días, ¿no habla, en cierto sentido, de evolución? Según este libro del que te burlas, las cosas y los seres no surgieron todos al mismo tiempo, sino que hubo una gradualidad –una evolución creadora, como la llamaría Bergson- que no es extraña a los modernos descubrimientos de la ciencia: primero fueron la tierra y el cielo, luego las plantas, más tarde los animales y, por último, el hombre…

-Sin embargo –replicó mi amigo-, el libro del Génesis habla de días.

-Días que no tienen por qué ser nuestros días de veinticuatro horas. Acuérdate del salmo que dice que, para Dios, mil años son como un día…

No sé si convencí a mi amigo; pero, además, tampoco me preocupaba convencerlo. Yo sólo quería decirle que no hay que desechar a la ligera esta advertencia divina: «No es bueno que el hombre esté solo». Y que me alegra saber que la ciencia, poco a poco, en la medida de sus fuerzas, va descubriendo esta verdad vieja como el hombre mismo.

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