#4 Tiempos
¿Y los diputados locales? | Apuntes de Jorge Saldaña
APUNTES
La elección de los diputados locales es el ingrediente secreto de esta elección. Pocos lo han notado, pero la contienda de legisladores en este proceso es el comino de los frijoles, el sazón del caldo y lo picoso de los chilaquiles.
Sí, la diferenciación de votos en cada uno de los distritos es quizás el factor más importante para el cálculo de la arquitectura de los próximos escenarios, mucho más allá de encuestas y preferencias, los números en los distritos y las secciones en ellos incluidas, serán los que inclinen la balanza de tres platos en la que se ha convertido este proceso electoral.
Los tres candidatos punteros al gobierno lo saben, y aunque en términos generales han pasado desapercibidas las campañas al congreso local, del empuje o el arrastre de sus candidatos en los 15 distritos, depende el éxito de cada uno de los proyectos.
En esta elección sin precedente (cosa que se ha dicho hasta el cansancio y en todas sus modalidades) vale mucho más que nunca analizar el sentido y el significado del voto en cada distrito, porque cada uno tiene un particular contexto, una historia conectada y un personaje único que da connotación a todo el proceso.
Me dirá usted, Culto Público (y con razón), que si nos ponemos técnicos, cada candidato tiene esas pistas de análisis (historia, trayectoria y momento político); sin embargo, por lo menos este aprendiz de reportero, ha notado peculiaridades que valen la pena resaltar en cada uno de esos ámbitos. Leamos, pues el “significado” como lo decía, de votar por uno u otro candidato.
Mire, para empezar a los candidatos locales hay que separarlos de entre dos tipos: los que suman, trabajan, aportan y fortalecen a su proyecto a la gubernatura y los otros, es decir, los extraviados, los flojos, los novatos, los ingenuos, los esperanzados o todas las anteriores. Esos que van transitando en la elección “a las caiditas” esperando que el arrastre de los candidatos de otros ámbitos (gubernatura y municipios) les “escurra” y así les alcance para la curul.
Nada más bobo que estar esperando un milagro, en las condiciones de esta esta contienda. Pero ya empecemos, sí le parece, a revisar por hoy a los distritos con cabecera en la capital
En el segundo distrito local los que están en la batalla (con muchísimo respeto para el resto de los contendientes) son Rubén Guajardo por la coalición Sí por San Luis y Miguel Ángel Campos López de “Juntos haremos historia”.
Guajardo va por su segundo período consecutivo, es parte de la cúpula directiva del PAN, se opuso al incremento de las tarifas del agua propuestas por el entonces alcalde Xavier Nava y eso le costó ser maltratado por los órganos de comunicación de Xavi bb (que mantiene bajo el disfraz de medios) a sus allegados se les despidió o doblegó de la administración municipal y en general se convirtió en una piedra en el zapato para “Ene Palacios” (Serrato dixit).
Votar por Guajardo significa restar votos panistas al candidato a alcalde y sumar (porque es de los que si trabajan) al proyecto tanto de Octavio como de Galindo, y si me apura hasta para Gerardo Aldaco, pues el suplente de éste es gente muy cercana al panista Rubén. ¿Mas vale viejo por conocido? Quién sabe, Rubén ha sabido manejarse en los círculos más reducidos y más altos de los poderes tanto de hecho como de facto, asunto que algunos le verán como valor y otros como cuota de desgaste. Del distrito se esperan entre 25 y 35 mil votos, en absoluto despreciables para cualquier proyecto si se toma en cuenta que Juan Manuel Carreras ganó por 28 mil a Sonia Mendoza.
Miguel Ángel Campos por su parte, significa la más pura 4T, pero vestida de verde. Nadie le puede regatear un milímetro su apego al proyecto del presidente, al grado de preferir participar con sus aliados (Verde y PT) que convalidar la imposición de Nava a la alcaldía y Monica Liliana a la gubernatura.
El muchacho tampoco es flojo, y aunque no tiene experiencia ni legislativa ni como candidato, cuenta con estructura y agenda propia y hay que decir que su ingeniería electoral está inspirada mucho más en la de los “Servidores de la Nación” que en la de la Gallardía, a la que tampoco desdeña sino al contrario, aprovecha y por eso está colocado como uno de los punteros. Votar por Miguel Ángel significa en pocas palabras, amarrar con un nudo (de tres posibles) el triunfo de Leonel Serrato en la alcaldía capitalina.
El distrito quinto tiene cabecera en Soledad; sin embargo, comparte territorio con la capital y es un fundamental para el proyecto que representa Ricardo Gallardo Cardona y, por supuesto, Leonel Serrato, vale la pena recordar que en las elecciones anteriores, la Gallardía (aún en el PRD) perdió el distrito primero ante el PRI por menos de 400 votos y luego contra Morena por una cantidad más todavía insignificante.
En la recta final, la curul la pelean Margarita Hernandez Fiscal por la coalición PRIAN y Dolores Garcia o “Doña Lola” como la conocen. No hay mucho qué decir, Margarita ha sido candidata tres veces al hilo en esa zona, es una mujer joven y valiente que con todo en contra ha arado a lomo partido para abrir brecha en un distrito y un municipio en el que su propio partido se siente derrotado, pero ella no.
Todos los éxitos pues y cada voto que logre Octavio Pedroza en Soledad, los deberá en gran medida al esfuerzo de Margarita Hernández Fiscal y en otra medida importante a Marianela Villanueva (ya hablaremos de las diputaciones federales).
Doña Lola por su parte, no requiere campaña de aire, y si acaso un poco de presencia, pues su trabajo fuerte está en la tierra y conoce perfectamente sección por sección y casilla por casilla. Perder ese distrito no es una opción para Doña Lola, mucho menos ante el PRIAN, sin embargo, no será nunca buena idea confiarse o esperar que Leonor Noyola, la candidata a presidenta municipal, le haga la chamba.
Por otro lado, en la práctica y en el día a día, Morena en Soledad, aunque tiene candidata, su fuerza y estructura trabaja día y noche para el proyecto verde. Alejandra Valdez decepcionó y más, abandonó a su gente.
Del séptimo distrito, querido y Culto Público, haré un texto independiente. La historia turbia de Óscar Valle, la decepcionante venta del candidato de Movimiento Ciudadano, Mauricio Purata a los intereses de la cúpula navista, los inconfesables orígenes del dinero de su campaña, la opacidad e hipocresía en el manejo de recursos y las vergonzosas anécdotas de campaña (como ayer que los corrieron de Rinconada de Los Andes porque querían colgarse de la inauguración de la iglesia para hacer propaganda) merecen mención aparte.
Solo le adelanto que, si no quiere echar su voto a la basura, no desperdicie el sufragio en farsantes. Óscar Valle va en último lugar en la preferencia del distrito y no prende ni con gasolina con cerillos.
Una pregunta interesante para Óscar Valle Portilla: Si está llamando a votar “todo Morena” ¿por qué no hace campaña con los candidatos de Morena a diputados federales? ¿Por qué no vemos a Óscar en los actos de campaña de Marcela González o de Gilberto Hernández Villafuerte? Digo, son sus aliados ¿que no?
Uffff se me acabó el espacio, pero el lunes revisamos el sexto distrito (en el que me informan que está por perder Ricardo Villarreal por flojo y corrupto, y de Adriana Urbina, la candidata de Xavi bb de la que se dice, causa más emoción ver a un pescado flotando boca arriba que escuchar a la señora). También le cuento el lunes de la pelea en el octavo que se disputa Gerardo Aldaco por coalición Sí por SLP contra la candidata de Juntos Haremos Historia, Martha Aradillas. Moisés, el candidato de Morena, ni se asoma… él sabrá por qué.
BEMOLES
¡HAY TIRO!
Hoy se llevará a cabo el debate entre candidatos al gobierno organizado por la Coparmex. Pida usted a todos los Santos que haya debate y no una aburrida pasarela de bonitas intenciones cómo el organizado por el Ceepac. La ausencia de uno de los punteros, RGC, seguramente es estratégica y dará mucho de qué hablar, digo, por lo menos tendrán más tiempo.
Hasta mañana.
#4 Tiempos
Personas como espejos | Columna de Carlos López Medrano
Mejor dormir
Los pasos dados en una mañana cualquiera conducen a uno de esos espejos piadosos en los que uno aparece más guapo de lo habitual, más limpio, más esbelto, casi heroico. La imagen llega como ráfaga: ese instante fugaz en que parecemos la mejor versión de nosotros mismos. Al siguiente paso, otro espejo devuelve ya el reflejo habitual: el rostro cansado, la camisa con esa arruga que antes no estaba, el pelo que ya no da. Así son los espejos: unos nos bendicen con la gracia de un tenista que acaba de salvar un set y lanza un guiño a la muchacha de la tercera fila; otros nos exhiben hasta el patetismo, y no hay ángulo que salve esas ojeras de un sueño perdido o la mancha que jurábamos no llevar puesta.
Entre uno y otro reflejo, se instala la duda: saber si somos el mal reflejo o la estampa bella de aquel aparador, si somos lo que vimos primero o lo que vemos ahora. Si somos el destello o la derrota.
En las relaciones humanas ocurre un duelo parecido. Hay personas que funcionan como espejos benévolos y nos devuelven lo mejor de nosotros mismos, iluminando lo que tenemos de amable, de inteligente, de vivo. Con ellas todo fluye: la conversación, el silencio, el juego de miradas. Traen de vuelta nuestro humor. Su sola presencia aligera la carga del día y perdonamos así el paso de las moscas.
En el ámbito de las relaciones es preciso rodearse de personas que son como los espejos en los que uno se ve bien y que nada complican. Gente que con su paciencia y simpatía ponen en bandeja las sonrisas y alumbran los más elevados sentimientos.
Pero también hay espejos rotos con forma de persona. Espejos manchados que te reducen y desaniman, cual les marca su hebra cochambrosa y su afán por ensuciar lo que les rodea. Sujetos cuya sola cercanía oscurece, reduce. Imanes del infortunio, empeñados en arrastrar a los demás a su fango personal. Su forma inmunda de consuelo.
Famosa es la frase en la que John Keats contaba que la poesía ha de acontecer con la misma naturaleza y espontaneidad con la que una hoja cae del árbol, y no forzada ni sostenida por andamios y tornillos. Las relaciones humanas de mayor calado fluyen sin tener que desgañitarse. No se gritan, no se empujan: florecen. Como esas novelas que uno lee sin darse cuenta, y al mirar la página ya vamos por la mitad. Tenemos libros que se arrastran (uno nomás no ve la luz al final del túnel) y otros que vuelan.
Vuelvo a mi maestro Jardiel Poncela: aquellas mujeres que no se acomodan a nosotros valen menos que un lavafrutas, aunque sea la resurrección de Friné envuelta en perfume de Le Galion.
Hay personas que te jalan consigo a su piscina de indecencia; y están otras, las que valen su peso en azafrán, que elevan y de la mano te guían a lo que has anhelado para ti en ratos de dulce vanidad. Son los rayos de sol que se cuelan entre las hojas en la última hora de la tarde.
Los buenos modales siguen siendo la pauta a la hora de definir a la gente de la que me quiero rodear. Aquellos que te alientan, saben escuchar y con los que aún puedes platicar de viejos álbumes.
Recordar, por ejemplo, aquella canción de The Velvet Underground cantada por Nico:
Seré tu espejo
Reflejaré lo que eres, por si acaso no lo sabes.
Déjame estar de pie para mostrarte que estás ciego.
Por favor, baja las manos,
Porque yo te veo.
Me cuesta creer que no sepas
La belleza que eres.
Pero si no lo sabes, déjame ser tus ojos,
Una mano en tu oscuridad para que no tengas miedo…
Contacto
Correo: [email protected]
Twitter: @Bigmaud
También lee: La Habana que vive en Mérida (yo sé que volverás) | Columna de Carlos López Medrano
#4 Tiempos
Un encuentro con la tabla periódica: la participación potosina | Columna de J.R. Martínez/Dr. Flash
EL CRONOPIO
En la sesión del mes de junio de La Ciencia en el Bar se llevó a cabo la presentación del libro Un encuentro con la tabla periódica, ensayos, cuentos y anécdotas, publicado en 2024 por el Fondo de Cultura Económica, dentro de la serie La Ciencia para Todos, en la cual corresponde al número 262. El libro fue coordinado por el Dr. Juan Carlos Ruiz Suárez, investigador del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (CINVESTAV) unidad Monterrey y en el cual participaron alrededor de ochenta investigadores del país de varias instituciones educativas y de investigación de los diversos estados de la República Mexicana.
El libro nació de una iniciativa en la conmemoración del Año Internacional de la Tabla Periódica que fuera proclamada por la Unesco en el año 2019; el libro es un recorrido por todos y cada uno de los elementos que conforman la tabla periódica, elementos que son la base para el desarrollo científico y tecnológico de la humanidad. A través de los siglos se han ido identificando estos elementos que al conjuntarse con otros conforman las moléculas y estructuras diversas de la materia y de nuestro universo.
El libro se enfoca en cada uno de estos elementos y es presentado por un investigador de la comunidad científica nacional, sea como un ensayo que acerca al lector al entendimiento del elemento en cuestión y su importancia para nuestra sociedad. Estos acercamientos también se dan, en algunos casos, a manera de cuentos y de anécdotas, tal como se subraya en el subtítulo del libro.
Hasta el momento se conocen ciento diez y ocho elementos, entre naturales y los sintetizados en los laboratorios modernos; la tabla no está cerrada y en años próximos se piensa pueda seguir creciendo con la síntesis de nuevos elementos, si bien, los naturales que son del orden de noventa y dos prácticamente está agotada.
La comunidad científica de San Luis Potosí, también participó en la elaboración de los artículos que conforman este libro encargándose de algunos de los elementos de la tabla periódica. Trece fueron los investigadores de San Luis Potosí que participaron en el libro; figuran así:
La Dra. Mildred Quintana, con el tema, Boro: un elemento primordial en el origen de la vida. La dra. Mildred Quintana es investigadora de la Facultad de Ciencias y del Centro de Investigación de Ciencias de la Salud de la UASLP.
Con el tema: Sodio: la velocidad de aliento, participa el Dr. Braulio Gutiérrez Medina, del Instituto Potosino de investigación Científica y Tecnológica, IPICyT, quien trabaja en sistemas biológicos.
La Dra. Viridiana García Meza, investigadora del Instituto de Metalurgia de la UASLP, que trabaja con microorganismos quimioautótrofos y fotoautótrofos, escribe sobre el Azufre: el elemento oloroso y amistoso del vecindario.
Sobre el Níquel: un duende travieso, escribe la Dra. Vanesa Olivares Illana, quien es investigadora del Instituto de Física de la UASLP y quien se centra en el estudio de interacciones biomoleculares involucrados en el cáncer.
El Dr. Daniel Ignacio Salgado Blanco, investigador del IPICyT, colabora con el tema, Kriptón: el elemento oculto. El Dr. Salgado es especialista en simulaciones moleculares de la materia a escala microscópica y nanoscópica.
El Dr. Pedro Miramontes que es investigador de la Facultad de Ciencias de la UNAM y colaborador como profesor visitante de la Facultad de Ciencias de la UASLP, especialista en evolución biológica en una perspectiva física y matemática, escribe sobre el Rubidio: rojo carmesí.
Por su parte la Dra. Marissa Robles Martínez, especialista en efectos antimicótico de nanopartículas de plata y investigadora del Instituto de Física de la UASLP, trata el tema, Antimonio: contra monjes.
El Dr. Eduardo Gómez García, investigador del Instituto de Física, especialista en enfriamiento por láser de gases a temperaturas cercanas al cero absoluto, escribe sobre el Cesio: el átomo del tiempo.
Sobre el Lantano: el titular de la familia rara, escribe el Dr. Luis Felipe Cházaro Ruiz, investigador de la División de Ciencias Ambientales del IPICyT, que entre otras líneas de investigación trabaja en sistemas bioelectroquímicos y sistemas electroquímicos de conversión de energía.
De la Facultad de Ciencias Químicas de la UASLP y tratando el tema Praseodimio: imita al periodoto, participa el Dr. Miguel Ángel Waldo Mendoza en colaboración con Nancy Araceli Rivera García investigadora de la empresa Greennova.
Vianney Rangel, investigadora de la UASLP y especialista en biofísica, trata el tema Naodimio: en imanes poderosos.
Junto a su colega de la Universidad Autónoma de Zacatecas, Sonia Saucedo Anaya, el Dr. Said Aranda Espinoza, investigador del Instituto de Física, trabajan el tema Gadolinio: excelente en refrigeración, que también desarrolla el tema de Iridio: en honor a la diosa Iris.
Los invitamos que lean el libro en cuestión sobre la tabla periódica que fuera presentado en La Ciencia en el Bar en el cierre de su ciclo número treinta y nueve y previo al vigésimo aniversario de este peculiar programa de difusión.
También lee: Jorge Echevarría y su taller de Sonido 13 | Columna de J.R. Martínez/Dr. Flash
#4 Tiempos
Apología del silencio | Columna de Juan Jesús Priego Rivera
LETRAS minúsculas
Los antiguos, estimado señor –y créame usted que he tardado lo mío en reconocerlo- no eran precisamente unos idiotas. Ellos sabían cosas que nosotros hemos olvidado o que acaso ni siquiera nos interesa ya saber. Pienso, por ejemplo, en lo que enseñaban acerca del silencio.
Recuerdo haber leído en alguna parte que los miembros de cierta tribu africana decían esto a sus hijos para inculcarles desde su más tierna infancia el precioso arte de saber callarse: “Dios os ha dado dos orejas y una boca para que escuchéis lo doble y habléis la mitad”. ¿No es una enseñanza realmente admirable, estimado señor, lo que se dice una enseñanza de vanguardia? Hoy todos se sienten con derecho a hablar o, como dirían los italianos, a dire la sua. ¿Con qué resultado? Con el de que no se cree más en el poder de la palabra. ¿Ha visto usted cómo se desgañitan los panelistas de los talk shows en la televisión? Todos hablan, pero ninguno escucha; todos alegan, pero nadie hace caso al otro. ¡Una vergonzosa orgía de voces de la que no es posible sacar nunca nada en claro!
En cambio, como le digo a usted, los antiguos sabían que existe eso que podría llamarse una retórica del silencio. De los monjes medievales, que eran maestros en el difícil arte de hablar sin palabras, dijo Fray Antonio Pastor en una obra suya de 1661 que “son almas limpias que tienen la lengua hacia dentro, pues saben lo que calla el decir y lo que dice el callar”. ¡Qué frase más elocuente! ¿O no le parece a usted que lo es, estimado señor?
Permítame decirle que durante mucho tiempo mantuve la costumbre de decir siempre lo que pensaba. ¡Y cuánta pena me vino de este malhadado hábito, de este vicio nefando para la paz de los espíritus! Ora se enojaba este conmigo, ora se disgustaba aquel, ora dejaba de dirigirme la palabra el de más allá. ¡Cuántos enemigos me gané a causa de mi imprudente sinceridad! ¡Y cuántos amigos perdí por atreverme a decir lo que debía mantener en secreto! Para decirlo de una vez, tiraba mis verdades al primero que pasaba como arrojan monedas los padrinos al final de un bautizo. Hoy he comprendido que con el silencio podemos decir exactamente las mismas cosas que el hablador -y más cosas todavía-, pero sin la desventaja de parecer demasiado crueles. ¿Qué necesidad tenemos de correr la suerte de los peces? Estas criaturas acuáticas, estimado señor, como usted lo sabe bien, mueren siempre por su propia boca…
¡Qué majestuoso y qué solemne me parece ahora el hombre que sabe callar! Uno lo respeta como a la esfinge, conocedora de todos los secretos. ¡Ah, señor, este que así procede dice más con la boca cerrada que los vocingleros con todos sus discursos!
Seamos sinceros: nos quejamos demasiado, hablamos demasiado. ¿Y a quién conmovemos con nuestros gemidos? A nadie, señor, y acaso entre más nos quejemos menos nos compadecerán. Sí, tal vez nos escuchen, pero reprimiendo el bostezo y acaso preguntándose para sus adentros: “Y éste, ¿a qué hora va a cerrar el pico?”.
Mucho calla el decir; mucho dice el cal lar. ¿Aprenderemos alguna vez, estimado señor, el arte de guardar silencio? Cada día me resultan más claras estas palabras que Jesucristo dijo una vez a sus contemporáneos: “Nada hay oculto que no llegue a saberse, ni nada secreto que no llegue a descubrirse”. Así hable uno con la pared, los demás siempre se enterarán de lo que dijimos. ¿Cómo le hacen?, ¿qué viento misterioso les lleva nuestros susurros? Mire usted lo que decía ese sabio desengañado que escribió el libro del Eclesiastés (que, no hay que olvidarlo, es incluso Palabra de Dios): “Ni en tu pensamiento hables mal del rey, ni en tu alcoba hables mal del poderoso, pues un pajarillo del cielo le lleva la voz y un volátil le da a conocer tu palabra” (10, 20).
Sí, así hable uno con la pared, los demás siempre se enterarán de lo que murmuramos. ¿No es esto misterioso? Sí que lo es, señor, pero de que se enterará no hay la menor duda. ¡Y cuántas aflicciones nos vienen de estos diálogos que nosotros creíamos confidenciales, cuántos disgustos! Un refrán judío dice así: “Tu amigo tiene amigos; por lo tanto, sé discreto”.
Llevo aquí –déjeme mostrárselo-, oculto en mi cartera, un billete en el que he escrito algunas máximas del abate Dinouart acerca del arte de callar que pienso leerle ahora; escuche usted: “Sólo se debe dejar de callar cuando se tiene algo que decir más valioso que el silencio”. “El hombre nunca es más dueño de sí que en el silencio: cuando habla parece, por así decir, derramarse y disiparse por el discurso, de forma que pertenece menos a sí mismo que a los demás”.
También quisiera leerle –si me lo permite usted- esto que transcribí hace poco en otro billete que aquí traigo: es sólo un pensamiento tomado de un libro famoso escrito por un cierto teólogo jesuita llamado Ladislaus Boros:
“Los hombres más fecundos y arrebatadores son siempre los más callados, aquellos que han aprendido a escuchar a Dios. A lo más íntimo de la existencia cristiana no se llega cuando se habla, sino cuando se calla”. ¿Se asombra usted, amigo? Pero permítame continuar: “Sin embargo, este estar callado hay que aprenderlo. Debemos alzarlo contra el interminable parloteo del mundo. Pero el ruido exterior es sólo una cara del problema, y quizá ni siquiera el peor. La otra cara es la agitación interior, el revuelo de los pensamientos, los temores y los deseos. Una vida bien ordenada ha de incluir el ejercicio de aprender a callar. Hay que empezar por cerrar la boca siempre que lo requiera el deber profesional. Pero esto es sólo el comienzo: deberíamos superar las ganas de abrir la boca. ¡Cuántas cosas superficiales decimos a lo largo del día, y cuántas tonterías!”.
¡Sí, sobre todo cuántas tonterías! ¡Y cuántas injusticias! Señor, recuérdelo: así hable usted con la pared, los demás siempre se enterarán. Medite en ello y saque todas las consecuencias pertinentes al caso. Es una verdad probada. Y si no me cree, mírese usted, por favor, en este espejo.
También lee: Variaciones sobre el mismo tema | Columna de Juan Jesús Priego Rivera
-
Destacadas1 año
Con 4 meses trabajando, jefa de control de abasto del IMSS se va de vacaciones a Jerusalén, echando mentiras
-
Ciudad3 años
¿Cuándo abrirá The Park en SLP y qué tiendas tendrá?
-
Ciudad3 años
Tornillo Vázquez, la joven estrella del rap potosino
-
Destacadas4 años
“SLP pasaría a semáforo rojo este viernes”: Andreu Comas
-
Estado2 años
A partir de enero de 2024 ya no se cobrarán estacionamientos de centros comerciales
-
Ciudad2 años
Crudo, el club secreto oculto en el Centro Histórico de SLP
-
#4 Tiempos2 años
La disputa por el triángulo dorado de SLP | Columna de Luis Moreno
-
Destacadas3 años
SLP podría volver en enero a clases online