abril 30, 2024

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#4 Tiempos

Mark Hollis: el hombre que no regresó | Columna de Carlos López Medrano

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Mejor dormir

 

Talk Talk inició como una banda británica de synthpop que en los ochenta buscó un espacio en las calles a través de temas resueltos de la gama OMD y Ultravox. De ese modo cosecharon The Party’s Over (1982) e  It’s My Life (1984), dos discos que junto a un puñado de sencillos levantaron fuertes expectativas e hicieron a EMI relamerse los bigotes por el bombazo comercial que podían llegar a ser.

Luego llegó el tercer álbum, The Colour of Spring (1986), una transición muy contundente. Algo había cambiado, y lo había hecho de fondo. Ya no sonaban como la banda MTV de los discos anteriores. Ahora ejecutaban una operación de distinto calado que tiraba de lleno a la creación de atmósferas, si bien aún conservaban rastro del flujo de su material previo.

El modelo presentado carecía de hits evidentes. La artificialidad saltarina había sido sustituida por una paleta de recursos que entraban en otro plano dimensional. El grupo londinense renegaba de su pasado y sorprendió tanto a sus fanáticos como a los hombres de negocios. La pequeña locura fue aceptada por EMI solo porque se comportó de manera notable en ventas, alcanzando el puesto 8 en las listas de su país.

Pero aquello apenas comenzaba. El envite siguiente, titulado  Spirit of Eden (1988), radicalizó la propuesta y rompió cualquier paradigma del pop. Quienes cantaban “Such a Shame” apenas cuatro años antes de pronto se habían convertido en unos apologistas de la introspección y la reserva.

EMI les había dado carta blanca para que hicieran lo que mejor convinieran. Hasta entonces se habían mostrado como una banda modélica que muchos insistían en ver como un relevo de Duran Duran. Talk Talk aprovechó para comenzar de nuevo, para romper con lo que había atrás.

“The Rainbow”, el tema que abría Spirit of Eden sorprendió a los escuchas quienes se hallaron con una pieza de casi 10 minutos que no tenía pinta de pertenecer a ninguna tradición. En la que no había coros ni ganchos, sino una verdadera travesía apegada al murmullo y la contención.

 

Talk Talk pasó por una metamorfosis: ya estaba más cerca de John Cage y Miles Davis que del synth que los vio nacer. A la postre se consideró que habían inaugurado el post-rock. Lo abrupto estaba anunciando, “the world’s turned upside down”, decía  la primera línea del arcoiris.

La mente detrás del cambio era el genio de Mark Hollis, un condensador de géneros, un idealista, alguien que había optado por dar la vuelta y seguir sus propios designios, no los de alguien más.

El núcleo de las nuevas canciones estaba en su pausa. No en el aturdimiento, más bien en una manera de atisbar lo sublime. Hollis sabía que pocos sonidos son superiores al silencio y optó por ensimismarse y dejar patente apenas lo esencial en cada obra.

Fue así que se volvió un artesano de la agudeza. Dibujante de contornos, texturas, paisajes del sonido. En compañía de sus compañeros entregó gemas que saben a cálida sombra.El músico londinense abandonó el camino formulaico en pos de la exploración sonora.

Enamorado lo mismo del soul que de la música clásica, el jazz, la meditación y lo etéreo, aprendió que el vacío es un parte crucial de cualquier grabación. Son los espacios donde anida la maestría, donde se muestra el control que se tiene de las notas.

Lo anterior, desde luego, le importaba un pepino a EMI que puso el grito en el cielo al ver lo que sus promisorias criaturas habían lanzado a la palestra. No había en ellos ningún single que pudiera llenar estadios. Y para colmo, Mark Hollis ya no quería tocar en vivo. Las creaciones en el estudio eran incompatibles con los conciertos.

En el video “I Believe In You” se percibe la incomodidad de Hollis, quien no entiende otro lenguaje que el propio en clave musical. La industria no se acomoda a sus preceptos, tanto las giras como las imágenes promocionales se alejaban de su intención. Talk Talk acabó por romper con EMI y la compañía se vengó levantando una demanda por el fracaso comercial del álbum por el que tanto habían invertido.

Fue mejor así. El siguiente trabajo —ya con Polydor Records— era igual de enigmático e inasible. Laughing Stock (1991) fue el quinto y último álbum de la banda en donde no dieron un solo paso atrás pese a la presiones.

Visto a distancia la decisión fue un acierto. Perdieron la oportunidad de tener una fama masiva, pero por el contrario ganaron trascendencia. Las últimas composiciones carecen de explicación o de arraigo en una época y con cada nuevo repaso ofrecen nuevas lecturas. Como pasa con Joyce o Kafka, se les seguirá descubriendo en los próximos años.

Hollis fue un pequeño Bartleby que de algún modo se infiltró en la industria musical, una maquinaria que suele chupar la sangre de los artistas hasta que ya no queda más. Él no lo permitió, prefirió no hacerlo. Luchó por cada gramo de independencia que había dentro de su organismo y optó por crear lo que le dictaba el extraño orden del cosmos antes que ceder a la posibilidad latente del éxito impostado que le hubiera restado la calidad de genuino.

Tan inasible como era (incluso para sí mismo), Hollis era de hablar poco ante medios.

Llevó a los instrumentos a parajes cada vez más abstractos. No necesitó llamar la atención por medio de lo efectista o rudimentario, cinceló fibras sonoras que se extendían como pistilos de una flor en primavera.

Talk Talk se despidió en la cumbre. No hicieron lo que se esperaba de ellos, hicieron lo que les daba la gana, No por una vulgar rebeldía o pueril intención de llevar la contraria, sino por una cuestión de honestidad y principios.  Con un costo que asumieron con todas las letras.

A partir de entonces Mark Hollis se volvió un recluso en movimiento, alguien que tuvo la humildad de ya no añadir un solo arpegio a un mundo ya de por sí saturado. La postal de su vida tendía a lo crepuscular.

En 1998 lanzó su único álbum en solitario, llamado como él mismo. Una obra maestra que va a la saga de Spirit of Eden y Laughing Stock. Un acontecimiento que por ser el más personal acaso sea el mejor.

Fuera de eso nada más, salvo colaboraciones menores y una pieza instrumental llamada “ARB Section 1” que hizo para la serie Boss (2012).

Mark Hollis se transformó en un renegado como los Rulfo, Salinger y Walser del mundo. Y aunque se alejó de los grandes reflectores, tuvo un regalo mejor para sí: la conformación de un hito. La creación de un género que amalgama a otros y que se ha vuelto la bandera de los músicos inconformistas, aquellos herederos que le rinden tributo al experimentar y que luchan por ser auténticos dentro de cada sesión.

Muchos esperaron su vuelta, pero Mark Hollis ya no regresó. Vivió hasta sus últimos días en el sur de Londres, encaminado a la vida familiar que tanto añoraba. Murió sin hacer mucho ruido en febrero de 2019.


@Bigmaud

Contacto: [email protected]

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#4 Tiempos

Primera matehualense en obtener título universitario | Columna de J.R. Martínez/Dr. Flash

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EL CRONOPIO

 

En enero de 1923 el Instituto Científico y Literario de San Luis Potosí se convertía en Universidad Autónoma de San Luis Potosí tratando de iniciar una nueva vida académica organizando sus actividades de manera autónoma y decidiendo su destino sin intervención del estado. Si bien, esos primeros pasos de vida autónoma no fueron fáciles y además fueran obstaculizados y postergados hasta la década de los cincuenta cuando puede decirse que la universidad adquiere su absoluta autonomía. Esa fecha queda registrada como el inicio de la hoy Universidad Autónoma de San Luis Potosí que continuaba el trabajo académico del Instituto Científico. Para entonces se empezaba a hacer común observar mujeres en sus aulas de estudios profesionales, su número no era tan abundante; aunque para entonces ya se habían titulado unas cuantas mujeres en la carrera de medicina y en leyes, como hemos tratado en anteriores entregas en esta columna.

Ante esta situación, la presencia de mujeres provenientes del interior del estado era más extraña aún

, por el esfuerzo que requería el trasladarse a la capital del estado para ingresar a realizar estudios, sobre todo de corte profesional. Con todo, las mujeres potosinas de los diversos municipios del estado comenzaron a tener presencia en las aulas universitarias.

De las primeras mujeres en ingresar a la recién “creada” Universidad Autónoma de San Luis Potosí sería la matehualense Sara Cárdenas Orozco que en 1923 ingresaba a la preparatoria de la Universidad potosina a cursar el bachillerato en ciencias biológicas con la intención de poder ingresar en su oportunidad a estudiar medicina en la misma universidad. De esta manera Sara Cárdenas se convertiría en la primera matehualense en ingresar a la universidad.

Sara Cárdenas, se convertía además en la primera matehualense en cursar cursos superiores de física, matemáticas y biología y la primera en cursar materias experimentales de ciencias. De esta forma trabajaría en el histórico Gabinete de Física que tengo bajo mi resguardo y que forma parte del patrimonio cultural de la ciudad de San Luis Potosí.

Sus estudios preparatorios los realizaría de 1923 a 1926. Por entonces se cursaban en la preparatoria materias de aritmética y algebra, geometría plana, trigonometría rectilínea, física teórica, física experimental, cosmografía, nociones de mecánica, química general, química orgánica, nociones de mineralogía, geografía general, nociones de geología, botánica, histología, zoología, nociones de anatomía, fisiología humana, lógica, psicología moral, histología general, raíces griegas y latinas, dibujo, inglés , francés, literatura general y lengua castellana.

Los cuales aprobaría a satisfacción Sara Cárdenas. En 1926 ingresaba a estudiar medicina y cursaría hasta el quinto año de la carrera en la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, para trasladarse a la ciudad de México y proseguir en la Escuela Nacional de Medicina la carrera de medicina en 1930. Realizó sus prácticas hospitalarias en el Hospital Civil “Dr. Miguel Otero” de San Luis Potosí y el internado en el Hospital General de la Ciudad de México, siendo ya estudiante de la Escuela Nacional de Medicina.

Sara Cárdenas Orozco nació en Matehuala, San Luis Potosí el 24 de octubre de 1903, sus padres eran comerciantes en Matehuala, y al parecer cambiarían su estancia a San Luis Potosí, con el fin de que sus hijos pudieran continuar estudios y posteriormente a la Ciudad de México.

Como muchas de sus compañeras médicas, perteneció a la Asociación de Médicas Mexicanas, asociación que fue impulsada por médicas potosinas.

Sara Cárdenas Orozco cursó y aprobó en la Universidad Autónoma de San Luis Potosí y en la Escuela Nacional de Medicina las materias que cubrían íntegramente la carrera de médico cirujano, convirtiéndose, con toda seguridad, en la primera médica matehualense.

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#4 Tiempos

Agua de limón, de jamaica y Claudia Sheinbaum | Crónica de Jorge Saldaña

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CRONICA DE JORGE SALDAÑA

Hay que salir a buscarlos.

Es 2024 y comenzamos en casa.

Es nuestra cobertura presidencial y toca a Claudia Sheinbaum, que visita la Huasteca potosina.

Nadie dijo que fuera fácil.

Estamos en Ciudad Valles, San Luis Potosí. Y aunque la temperatura marca más de 30 grados, hay que decir que la tarde de este martes de abril, fue clemente comparado con otros días.

Horas antes de la cita, en la plaza Hidalgo se reúne, se deambula, se convive y se percibe que algo viene para unos y otros.

La música suena muy fuerte, se habla a gritos.

Ya con miles en su lugar, pasar por donde no había filtros era más difícil que por donde sí los había.

La seguridad apretada, pero no más que lograr pasar, cuerpo a cuerpo, a través de las miles de personas que se acomodaron a lo largo de la calle hasta donde no se les alcanzaba a ver fin.

Ojalá hubiera un agua de limón o de jamaica, pero no.

Solo había Verde y Morena en banderas, banderines, playeras, gorras, llaveros, lonas y un variopinto de utilitarios.

Los del presidente, no pudieron faltar.

Verdes y Morenistas van en alianza, pero en el evento están divididos por una larga valla central.

“Ahí viene Claudia, aquí está la candidata”, anunciaban atentando contra su garganta los conductores del evento… pero no, no llegaba.

Subir el ánimo después de 4 horas de espera no era fácil.

Fueron horas de espera, de cansancio, de calor, de esperanza, un poco de paciencia pero sobre todo, de sudor.

La calle de Morelos, abarrotada de simpatizantes de uno y otro sabor. Tenía sed, de que llegara el momento, de ver a la abanderada, de escuchar, de estar, los más solo tenían sed.

La cita era a las 7 y media de la tarde, pero el reloj marcó un cuarto para las nueve de la noche cuando el “Ya está con nosotros” no era ensayo.

Llegó la candidata, se encendió la pasarela a base de selfies, saludos y abrazos.

El avance rápido acompañado de una música estruendosa que se repitió durante horas.

La luna llena en su esplendor iluminó un poco la esperanza desgastada en horas de pie.

En el templete las cosas no eran distintas, de un lado se acomodaron a los candidatos del Verde y del otro los de Morena.

Sí, van juntos. Sí son alianza, pero no en todo.

Hay tres formulas al senado, es parte del llamado “Plan C”.

Las porras se dividen cuando se menciona a los invitados, unos causan furor, otros no tanto… otros nada.

Claudia se ve cansada pero se reanima y llega casi bailando atendiendo a la multitud.

Ya arriba, el abrazo de la candidata a limones y jamaicas, relaja la tensión entre unos y otros invitados especiales

.

Claudia llegó a dar sentido a que estén todos sentados a centímetros de distancia, pero a kilómetros de empatía.

El mensaje se desarrolla y se convierte en una consulta a mano alzada, se “vota” por los programas que están y los que continúan.

Programas específicos para San Luis: el agua, la infraestructura carretera y de nuevo la promesa del truncado aeropuerto en Tamuín.

Se entusiasmaron las columnas humanas, a eso fueron a sudar por tanto tiempo. La promesa estaba entregada.

Los discursos teloneros solo fueron dos y corrieron por parte de Ruth González, encaminada al senado por el partido Verde y por Rita Ozalia Rodríguez, su rival en boletas, su aliada en… la alianza.

Todo lo demás fue Claudia siendo Claudia. La que ya es. La que será presidenta, según lo aseguró, porque dijo, tiene el apoyo de millones de mexicanos… primero los pobres.

“Mexicanos al grito de guerra” con la cabeza descubierta anuncia el fin de la liturgia de los eventos masivos de la candidata.

Salida y bajada tortuosa, el viacrucis para abandonar el lugar lo vive la abanderada arriba de una camioneta gris que tarda casi una hora en avanzar dos cuadras.

Los vallenses le piden, le dan la mano, le toman foto, la saludan, pero sobre todo, no la querían dejar ir.

Todos necesitaban algo.

Pasan las 10 de la noche y parece que por fin, la plaza Hidalgo deja de reunir para dejar ir.

La mañana siguiente llega pronto y es un salón de eventos el lugar donde la candidata se encuentra con los medios de comunicación.

Todos listos y viene la primer pregunta. La fortuna, corresponde a nosotros abrir los cuestionamientos.

Preguntamos sobre el agua, la carretera 57 y sobre una próxima visita.

Al respecto aseguró que modificar la Ley de Aguas será una prioridad al inicio de su gobierno. Explicó que esta Ley se transformó en tiempos de Salinas de Gortari, y luego de realizar mesas de trabajo, se podrán recuperar las concesiones privadas del recurso, para que éste sea regresado para todos los mexicanos.

La carretera 57, ampliarla y rehabilitarla hasta Piedras Negras. Y finalmente, la promesa de intentar regresar a tierras potosinas durante los cierres de campaña.

Esto respondió para La Orquesta, Claudia Sheinbaum.

De nuevo a la salida, el mitote, las selfies, los mucho gusto y los muchas gracias no dejan caminar a la candidata que se presta a partir por tierra a Tamazunchale, municipio que, aunque esta a cien kilómetros, la distancia en auto se transforma en casi cuatro horas.

Y es que se está reconstruyendo la carretera en ese tramo, la misma vía que anunció la candidata se ampliará hasta Huejutla, Hidalgo.

Hay que tomar ruta alterna si se quiere llegar a tiempo. Una ruta que deja ver a municipios olvidados.

Municipios terrosos y tristes por los que hay que pasar, como Tanquián, San Vicente y San Martín para por fin bajar a Tamazunchale.

No es que esté en mejores condiciones el camino. Hay menos tráfico, pero lejos de ser confortablemente transitable.

El escenario en Tamazunchale es la Unidad Deportiva.

Bajo un mega toldo es difícil que quepa un alfiler delgado, por eso muchos prefieren las pocas sombras que incluso se aprovechan hasta para que los niños duerman un rato y pase el calor.

Hay aguas frescas, también hay jamaica y limón.

Allá Morena y Verde pelean a gritos por la atención de la abanderada que de plano interrumpe el discurso de la candidata Rita Rodríguez para poner orden.

Fue un “ya no peleen y no me importa quien empezó” Se llama respeto. ¿Me van a escuchar?

 

En menos de 24 horas dos masivos y rueda de prensa en tierras potosinas.

En el fondo, dejar un mensaje claro para la tensión política potosina a la que puso en orden dejando promesa y esperanza de volverla a ver acá todavía como candidata, durante sus cierres de campaña.

Se fue la candidata. Ya es hora de tomar un agua, aunque sea de limón. Aunque sea de jamaica.

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#4 Tiempos

Se va Leal | Columna de Arturo Mena “Nefrox”

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TESTEANDO

Y sí, lo que muchos sospechábamos, se ha confirmado. San Luis dejará de ser dirigido por Gustavo Leal, con todo y que se le había renovado hasta 2025.

Casi siempre es lógico cortar por lo más fácil, director técnico y cuerpo de entrenadores, son los primeros en irse de un plantel. Justo esto es lo que ha sucedido.

Pero, ¿es Leal el principal culpable? ¿Con esto el equipo podrá regresar a ser protagonista? Las respuestas de ambas preguntas, me parece que son rotundos “no”.

Para bien o para mal, Gustavo Leal buscaba implementar con San Luis un estilo de juego, algo definido, una especie de escuela que tuviera su sello de calidad, algo que pudieras distinguir con sus jugadores. Aunque estos cambiaran en el 11 titular, el estilo y las formas siempre estuvieron presentes, lo que falló por el desempeño.

Un increíble bajón de juego por parte de ciertos jugadores (extrañamente) como Bilbao, Dourado, Bonatini, Dominguez o Klimo (solo por mencionar algunos) dieron al traste con lo intentado en el papel por Gustavo; si los jugadores no responden, ni la mejor estrategia va a funcionar

.

Por otro lado, espero, pero dudo, de la capacidad de resiliencia de esta escuadra. No puede ser que termines tan bajo un torneo con prácticamente el mismo plantel que el campeonato anterior. Los jugadores deben asumir su responsabilidad y levantar la cara para el próximo torneo, sea cual fuere el entrenador a llegar.

En fin, se cierra un capítulo más del peor puesto de trabajo en el San Luis? Se va Leal y a seguir soñando, ojalá que esos sueños se puedan hacer pronto algo de realidad.

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Opinión