mayo 9, 2024

Conecta con nosotros

#4 Tiempos

Así que… Los Óscares… | Columna de Guille Carregha

Publicado hace

el

Criticaciones

 

Siendo la persona que decidió que lo que estaba genial como decisión de vida era gastar el poco tiempo que tengo sobre esta tierra escribiendo acerca de películas y cosas relacionadas con el cine, se siente la presión en esta época del año (léase, la semana después de los premios Óscar) de hablar acerca de este supuesto magno evento, y lo que se vivió, lo que se sintió, la emoción de ver a gente que crees conocer porque las has visto por años en pantallas, entregándole estatuas a otras personas a quienes también crees conocer por haberlas visto por todavía más años en pantallas, y esas cosas.

Es mera presión interna, por cierto. En ningún momento alguna persona de la vida real se ha acercado a mí, tanto en esta realidad como en el mundo digital, para preguntarme algo como “¿qué tal esos Óscares, eh?” o, ya de plano, un “¿Vieron los Óscares?”. Nadie. Es como si, en general, a menos que sean entes muy clavados con la relevancia de que los viejitos blancos celebren a sus hombres blancos favoritos (entremezcladas con unas tres o cuatro personas de menos blanquitud aparente, para que no se vea tan obvia la preferencia, y un par de mujeres para decir que si son inclusivos) en posts de Twitter, el evento entero pasó sin relevancia alguna.

Este año, por primera vez, sentí a los Óscares como un “Huh. ¿Ya fueron los Óscares? Muy bien, sigamos con nuestra vida”, a nivel general.

Mi medidor de relevancia social suele ser el grupo de WhatsApp de mi familia. El año pasado, durante la ceremonia de premiación, nos llenamos de fotos, comentarios, “ojalá que gane esta película” y una larga lista de etcéteras en forma de live tweets dentro de la aplicación de mensajes. Sobre todo, se llenó la memoria interna de muchos de nuestros teléfonos cuando fue el momento de sacar las hot takes acerca de todo el asunto de la cachetada de Will Smith. Todos se sentían con la necesidad de opinar al respecto, de preguntarse entre ellos “¿habrá sido planeado para conseguir rating?”, “¿fue algo real?”, “¿cómo se le ocurre?” y toda la gama completa de hot takes que se generaron alrededor del evento durante la mayor parte del 2023. Era un caos, había emoción, se recomendaban películas. Vaya, se sintió como un evento.

Este año el grupo quedó en completo silencio la mayor parte del domingo. Como es costumbre, todos se mandaron sus saludos de buenos días, sus imágenes de “Dios te desea un buen fin de semana”, y gifs de perritos peludos con cara de recién despertados. Lo normal. Pero, a partir de las dos de la tarde, puro silencio. No fue sino hasta las once que regresamos al clásico programa de replicar el evento matutino, pero ahora deseando las buenas noches. O sea, un día normal de toda la vida. Literalmente hubo más vida en ese grupo durante el Super Bowl, en donde algunos preguntaban quién era Taylor Swift y qué importaba que estuviera en el estadio, que durante la premiación de los Óscares.

De hecho, a lo largo de las redes sociales que frecuento, los únicos comentarios se limitaban a hablar de lo bonito que se veía el perro Messi aplaudiendo (alto honor al perrito Messi aplaudiendo) o referencias a John Cena encuerado. De vez en cuando se hablaba del momento en el que Schwarzenegger y DeVito se acordaron de haber estado en las películas de Batman.

Pero el momento que más representa la falta de importancia cultural que tienen los Óscares en 2024 es el clip de Al Pacino anunciando al ganador de mejor película. Él simplemente llega al escenario, dice aquí tengo al ganador y, después de un tremendo CHSM, la abre y dice el título de la película sin más. Nada de decir quiénes eran los otros nominados o dar algo de chance de crear misterio o anticipación. “Ya llegué, aquí está el sobre, aquí está el ganador – créditos”. Creo que aquello resume perfectamente el valemadrismo social que sentimos la mayoría ante este magno evento de premiaciones.

Tampoco ayudó que la mayoría de las películas nominadas apenas y llegaron a salas de México una o dos semanas antes del evento (si es que acaso se estrenaron fuera de CDMX, porque, ya sabemos, que provincia no le importa ni a las distribuidoras de cine). O que una de las películas de las que más se hablaba era, justamente, una que la mayoría de las mamás panistas evitaron activamente porque había mucha muchacha encuerada ahí (Poor Things). Entonces, ¿quién si no los más crónicamente online que sí le saben a los torrents y cómo bajar películas piratas se iban a interesar en un evento como este?

Y, por cierto, el evento en sí se sintió como la apuesta más básica de “solo venimos a pasárnosla bien” que se ha visto en años. Todo se sintió tan seguro, tan “el mundo real está afuera y no nos va a afectar” que parecía una peda de alumnos de preparatoria antes de la semana de exámenes finales. Con un poquito menos de vómito, claro, pero igual de inmemorable y vacía.

También lee: American Wedding o “la peor película que he visto en años” | Columna de Guille Carregha

Continuar leyendo

#4 Tiempos

¡¡¡Corto Ganador, Calor al Máximo y Canelo Arriba!!! | Columna de Luis Miguel Dorador

Publicado hace

el

Un fin de semana sin celular

 

Esta última semana, también lo fue para muchos estudiantes de preparatoria que culminaron su semestre el jueves 02 de mayo y justo ahí comenzó el fin de semana….

Es increíble las formas de que se vale la vida y el destino para sorprenderte siempre, pues antes de la hora de la comida pasé por mi Ratita Bailaora a la escuela y mientras íbamos avanzando en el tráfico de esta ciudad que, cada día se siente más pesado y sobre todo, con los días de calor se hace casi insoportable, me venía platicando sobre la necesidad de volver por la tarde al campus porque habría una entrega de reconocimientos para los trabajos de un proyecto de cortometraje que les había sido asignado para trabajar en equipo durante este último semestre… la charla se centró en que el evento trataría de entregar estatuillas similares a las de los famosos premios cinematográficos de la Academia Holywoodense (Oscar) a los trabajos por distintas categorías y que al parecer su cortometraje estaría incluido en alguna de las nominaciones de esa tarde…. 

La hora acordada para estar en el campus era antes de las 7:00 pm para poder conseguir un buen lugar y disfrutar del evento de principio a fin y, por supuesto que, fue toda una sorpresa encontrarme con trabajos realizados con tan alto nivel, no solo en los temas que trataban sus producciones, sino en la actuación, la edición, fotografía y banda sonora, entre otros….. bueeeeeeno, verdaderamente me llevé una gratísima sorpresa porque las nuevas generaciones tienen muchas herramientas a su alcance pero, la creatividad y la forma de resolver las situaciones que se les presentan durante un proyecto de este tipo, son verdaderamente admirables y por eso felicito a toda esa gene de 2do semestre PrepaTec San Luis porque lo hicieron muy muy bien!!!

Ningún papá o mamá puede sentirse más orgulloso que en esas ocasiones en las que vas por una nominación del trabajo de los tuyos y resultan ganadores del máximo reconocimi ento como mejor corto,

una estatuilla más en la categoría de Mejor Fotografía y tres nominaciones para “Them” del equipo integrado por Mariana, Lola e Isabella.
¡¡¡Muchísimas Felicidades!!!

El viernes fue un día común, pero en esta ocasión me llamó la atención que siendo día de la Santa Cruz y con tanto proyecto de construcción en obra en esta hermosísima ciudad, no se escuchó tantísima pólvora como en otros años….

Seguramente prefirieron buena comida y convivencia que pólvora y la verdad es que este viernes las envestidas de calor se sintieron hasta los huesos porque la temperatura se mantuvo caliente hasta ya muy entrada la media noche…. Gracias a Dios, luego de la 1:00 am (ya sábado) empezó a ventear fresco y así logramos irnos a descansar después de comernos unos tacos en “La Esquinita” frente a “La Terraza Condesa” por Plaza San Luis…

El sábado nos fuimos muy temprano al Parque Tangamanga a caminar antes de que la temperatura volviera a subir, hicimos una parada técnica para comprar algunos ingredientes que nos hacían falta y, después de preparar y entregar los pedidos de los clientes de #soypaella, aprovechamos unos minutos de la tarde para descansar…. Pero solamente unos minutos porque ya teníamos agendada la pelea de Saúl “Canelo” Álvarez contra Jaime Munguía en “La Cantinica” y como era de esperarse ganó Canelo, pero francamente creí que la pelea terminaría en un KO y ese muchacho Munguía dió muy buena muestra del talento que está por hacer historia en los cuadrilateros del boxeo…
¡¡¡Gracias Charly y Norma!!!

Finalmente el domingo nos alcanzó para tomar un poquito de sol con todas las recomendaciones que el dermatólogo me ha dado siempre y aprovechamos para recuperar energías que vamos a emplear en esta semana que está marcadísima por el próximo 10 de Mayo que además cae en viernes….
¿Ya sabes cómo vas a festejar a tu Mamá?

Haz tu pedido con tiempo y regalale una paella, le va a encantar!!!
#soypaella 6241579930

¡¡¡Ánimo que ya casi es viernes!!!

También lee: Calzone, hamburguesas y taquito… ¡Ufff! | Columna de Luis Miguel Dorador

Continuar leyendo

#4 Tiempos

Elsa Chavira, nueva integrante titular de la Academia de Ingeniería de México | Columna de J.R. Martínez/Dr. Flash

Publicado hace

el

EL CRONOPIO

 

Elsa Chavira Martínez hija del célebre astrónomo Enrique Chavira que laboraba en el Observatorio de Tonantzintla en Puebla, fue distinguida con su ingreso a la Academia de Ingeniería de México siendo parte del cuatro por ciento de mujeres que pertenecen a distinguida academia mexicana. En ceremonia protocolaria se concretó su ingreso con la conferencia: Diseño, desarrollo y construcción de fotoceldas de calidad espacial con tecnología mexicana, que es una de sus importantes aportaciones a la ingeniería mexicana.

Elsa Chavira fue mi compañera en estudios de maestría en física del estado sólido en la entonces Universidad Autónoma de Puebla, hoy Benemérita, siendo una de las primeras mujeres en estudiar un posgrado en física en el país, y en universidad de provincia sería la primera en hacerlo. Su vocación fue impulsada en seno familiar con el apoyo de su madre y la orientación de su padre que compartía la vista de los cielos con sus hijas las cuales seguirían carreras científicas; en el caso de Elsa Chavira en el ámbito de la física al estudiar esa carrera en la Facultad de Ciencias Físico Matemáticas de la Universidad Autónoma de Puebla y posteriormente la maestría en el entonces Departamento de Física del Estado Sólido del Instituto de Ciencias de la Universidad poblana, hoy Instituto de Física “Luis Rivera Terrazas”.

Su relación con San Luis se enfoca en el apoyo al programa de construcción y lanzamientos de cohetes Cabo Tuna del que es una entusiasta promotora, al igual que en la construcción del primer robot pianista mexicano conocido como Don Cuco el Guapo el cual tiene orígenes potosinos, y que fuera construido en Puebla con tecnología mexicana como caracterizaba los programas de desarrollo de prototipos biomédicos y dispositivos electrónicos implementados en la Universidad Autónoma de Puebla y de los cuales el desarrollo de celdas fotovoltáicas de calidad espacial son un ejemplo; desarrollo en el cual participaría directamente Elsa Chavira construyendo esas celdas por primera vez en México. La calidad espacial significa su uso en el espacio exterior, para lo cual deben de cumplir con propiedades mecánicas y eléctricas muy superiores a las de uso terrestre que le permitan resistir las radiaciones y vibraciones a las que son expuestas.

Elsa Chavira obtuvo su doctorado en Ingeniería Biomédica en la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla y desarrolla su trabajo de ingeniería en las áreas de la salud, la electrónica y materiales, entre otros aspectos, por ejemplo el desarrollo de neuro prótesis. Su labor académica la ha realizado en su alma mater la Facultad de Ciencias Físico Matemáticas de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla.

Su ingreso a la Academia de Ingeniería México, lo dedica a sus padres que le apoyaron a formarse en la ciencia, situación complicada en su época deformación en la sociedad mexicana, por lo que el ambiente familiar sería un apoyo por demás importante.

La observación del cielo junto a su padre Enrique Chavira en el observatorio de Tonantzintla, ya transformado en el Instituto Nacional de Astrofísica Óptica y Electrónica (INAOE), sería uno de sus momentos inspiradores y privilegiados. Enrique Chavira trasciende en el mundo de la astronomía al llevar su nombre varios objetos astronómicos, entre ellos el cometa Haro-Chavira, que es el único cometa que ostenta nombres de astrónomos mexicanos al ser descubierto en la década de los cincuenta por Guillermo Haro y Enrique Chavira en ese Observatorio Nacional de Tonantzintla.

Su labor académica ha sido importante para la ciencia e ingeniería mexicana, variada y de calidad teniendo contribuciones en física de superficies materiales semiconductores, crecimiento de silicio monocristalino, microelectrónica y ha diseñado diversos circuitos integrados protegidos contra radiación cósmica, celdas fotovoltaicas en el proyecto de desarrollo del que sería el primer satélite mexicano SATEX I, en el ámbito de la robótica y la ingeniería espacial, así como en ingeniería biomédica, desarrollando diversos sistemas microelectrónicos, bioquímicos y biomédicos. Ha sido merecedora de varios premios nacionales e internacionales, entre ellos el Premio de la Academia Mexicana de cirugía y Aparato Digestivo.

Felicitamos a Elsa Chavira Martínez por su ingreso a la Academia de Ingeniería de México que por cierto es presidida por una mujer la Dra. Mónica Barrera Rivera.

También lee: Primera matehualense en obtener título universitario | Columna de J.R. Martínez/Dr. Flash

Continuar leyendo

#4 Tiempos

Un tiempo para lo que te anima | Columna de Carlos López Medrano

Publicado hace

el

Mejor dormir

 

El escritor británico Patrick Leigh Fermor mantuvo una costumbre sagrada hasta poco antes de su muerte. Cada día, pasadas las ocho de la noche, interrumpía lo que estuviera haciendo y se encaminaba a la bandeja de licores que había en la sala de su casa en Kardamili, Grecia (o el equivalente del lugar en donde estuviera), y se servía un trago. A este ritual lo llamaba Drink time. Una pausa dedicada a paladear lo que tuviera por antojo: vino, un coctel, algún aperitivo. Lo mismo aplicaba a la una y media de la tarde. Era el oasis de su travesía por la bohemia que disfrutaba sobre todo en compañía. Le encantaba tener invitados con los cuales charlar, una cadena de palabras que iniciaba con un ¿qué vamos a beber hoy?

Daban igual las tribulaciones, las urgencias, la mengua en su salud. No fue un autor prolífico, aunque sí meticuloso y esmerado. Los plazos de entrega impuestos por los editores quedaban relegados cuando tenía que cumplir con la obligación de su propio placer. Descorchar una botella y desligarse del yugo de la cotidianidad. Sorbos para adentrarse más y más en la vida contemplativa. Hallarse a gusto consigo mismo y las amistades. ¿Cómo está eso de que el trabajo te dignifica?

El ocio es un lujo por el que vale la pena luchar. No todos tienen las posibilidades que Patrick Leigh Fermor tuvo, pero incluso él tuvo que entregarse por completo para alcanzar tal estado. Era, después de todo, un soldado, un guerrero que se volvió célebre por su participación en la Segunda Guerra Mundial, particularmente en la resistencia cretense. Ahí logró una auténtica hazaña: junto a un pequeño equipo logró capturar al general alemán que tenía asolada a la isla.

Para erigirse como héroe del propio espíritu no hay que ir tan lejos. Basta con dedicar al menos una hora de cada día para nosotros mismos, para salvar la parte más genuina de las entrañas, aquella que no se somete ni doblega, esa que no tiene que estar a merced de un sistema que quiebra los sueños a cambio de ofrecer escasas gotas de supervivencia.

En ocasiones, uno tiende a olvidarlo. El trabajo, los estudios, la rutina, son esfuerzos que uno se hace para llegar a ese punto en el que uno puede hacer al fin lo que se anhela

. Cruel como es, la responsabilidad no se conforma y tiende a consumirlo todo. De pronto ya no queda tiempo para recreo alguno. La refriega se vuelve la dominadora de cada jornada y el poco tiempo libre apenas y alcanza para desplomarse en la cama en busca de descanso. Molerse a uno mismo para pagar las facturas, una horrible costumbre.

Maldito sea todo aquello que nos aleja de la pasión, de las canciones y de las charlas bajo las velas. Menos alboroto en la plaza pública: el gran acto contestario ocurre en la intimidad, sin que nadie lo vea, cuando te olvidas del teléfono por un rato, cuando echas los pendientes por la borda e ignoras la urgencia que no cambiará al mundo, cuando decides regalarte cinco minutos para hacer lo que te anima. Cuando dejas de ser un esclavo de tu época.

En el caso de Patrick Leigh Fermor era una copa y la conversación. Para ti puede ser otra cosa, lo que sea. La hora del té, ver una película, pasear a tu perro. Leer una historieta, echar un chapuzón, cocinar un pastel, caminar de la mano con tu amada, escribir un verso que nadie más mira. Nunca renuncies a eso. Dale un portazo a las responsabilidades que pretenden acabar con lo mejor que posees, lo improductivo.

La fórmula le funcionó a Patrick Leigh Fermor. Vivió casi cien años. Como él mismo llegó a decir, lo trivial enciende los fusibles de la memoria. Toca, toca por los viejos tiempos y sírvete un trago.

 

Contacto:

Twitter: @Bigmaud

Correo: [email protected]

También lee: Un ‘buenos días’ te salvará el trabajo | Columna de Carlos López Medrano

Continuar leyendo

Opinión