noviembre 23, 2024

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#4 Tiempos

Un equilibrio roto y un golpe desde el más allá | Carlos López Medrano

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LUCES DE VARIEDAD.

Andrés Manuel López Obrador tuvo un gesto de pragmatismo luego de ser electo como presidente. Su gobierno, dijo, no apostaría a dinámicas persecutorias. “No es mi fuerte la venganza”, aseguró, “no creo que sea bueno para el país el que nos empantanemos en estar persiguiendo a presuntos corruptos”. En campaña habló incluso de perdón. Para evitar mayores turbulencias, se ponía un punto final a una era traumática en la historia del país. Un borrón y cuenta nueva a partir del que, ahora sí, ya no permitirían las canalladas de antes. El problema de esta polémica postura es que entraba en conflicto irresoluble con una cuestión existencial del proyecto que le llevó a Palacio Nacional: el enfrentamiento contra quienes abusaron de su posición en el sector público durante décadas, un antagonismo gracias al que se entiende su popularidad.

Atacar tan solo las corruptelas del punto B al punto C, implicaba dejar impune el espectro que partía del punto A, lo cual restaba fibra al discurso. Acaso por ello, y también ante los exiguos resultados en los primeros dos años de su gobierno, decaídos y criticados debido a crisis y fracasos en varios ejes, no quedó más que apelar a esa última baza, la más poderosa quizá, que implicaba de atacar frontalmente a las administraciones que le antecedieron. Un recurso para sacar en caso de emergencia. Un salvavidas político. La gran justificación a su permanencia.

La detención Emilio Lozoya llevó la cruzada al punto más radical. El exdirector de Pemex soltó denuncias al por mayor y amagó con videos que salpicarían a parte medular de quienes estuvieron al mando en los sexenios anteriores. El material, si se gestionaba cuidadosamente, se antojaba como el arma definitiva para demoler a corto y mediano plazo a la ya de por sí maltrecha oposición partidista. Con mayor o menor grado de separación, tales declaraciones, fueran honestas o no, anulaban a los competidores a golpe de titulares en medios. PAN, PRD, PRI e incluso formaciones embrionarias como México Libre se verían seriamente vulneradas a ojos de la ciudadanía. Todo iba bien para el gobierno, hasta que lo fue un poco menos. Un giro inesperado hizo trastabillar a lo que parecía infalible.

El caso Lozoya seguirá afectando a los involucrados, desde luego. Nadie sensato metería las manos al fuego por ninguno de los protagonistas de semejante telenovela. Pero entonces surgió una respuesta que posiblemente el proyecto de López Obrador no anticipaba. Un contrataque, dispuesto en los mismos términos (videoescándalos), proveniente de una parte del espectro político que tras meses de desfallecimiento terminó por dar señales de vida. No queda claro exactamente quién está detrás de las filtraciones. En ello probablemente hubo, en parte, fuego amigo, pero también otra influencia, un coletazo del viejo régimen, uno que se niega a morir.

La divulgación de videos que exponen al hermano del presidente en acciones presuntamente violatorias de la ley electoral pega de lleno en una parte sensible de la actual administración. Si ya antes había señalamientos a prácticas cuestionables de funcionarios de primer nivel (que podían personalizarse y por tanto no manchar el resto del organigrama), esta vez la sombra se extiende al ámbito familiar del líder y también a las prácticas de Morena en su persecución del éxito, maniobras indisociables de la estructura.

Aunque sacar conclusiones sería apresurado, lo anterior se antoja como el inicio de una lucha entre un bando establecido y uno difuso, de varios cuerpos y cabezas. Da la impresión de que el equilibrio se ha roto y que, de ser así, el marcador final no dejará un ganador en términos absolutos, sino que habrá pérdidas para todos los bandos involucrados, salvo que el gobierno federal decida bajar la velocidad y tranquilizar la balanza. O si es que los otros se quedan sin pólvora. Un revés del duelo callejero será el debilitamiento de la mediación institucional que pasa a segundo plano en pos de los ataques directos, el lanzamiento de lodo, el sálvese quien pueda. Un deterioro de acuerdo entre facciones, tan necesario, al menos mínimamente, para una sana vida democrática. Que no se confunda esto con una reivindicación de la impunidad. Cualquier mal manejo debe ser castigado según las disposiciones de la ley; priorizar el espectáculo, eso sí, trae efectos secundarios indeseables.

Es verdad que la presidencia tiene una ventaja sustantiva como lo es el manejo de un entramado de gobierno. En distintas oficinas y dependencias el presidente tiene a fieles mastines entregados a la causa que podrán presionar y lanzar mordidas intimidatorias desde sus respectivas esferas. No obstante, esta ventaja tiene puntos limítrofes, ya que, primero, levantará cuestionamientos (ya los hay) de una aplicación parcial de la justicia; y, segundo, cada uso de la carta Lozoya podría ser susceptible al contragolpe mediático que ponga en entredicho el espíritu de renovación moral que impulsa el gobierno. Este relato, que es uno de los principales sostenes de la presidencia, también es una debilidad en el sentido de que la pureza es difícil de sostener, no por lo que concierne al presidente de primera mano (que ha sido cuidadoso durante décadas en este tema), sino por quienes le rodean. Entre tantos subordinados, oficinas, acuerdos, parentela… siempre habrá alguna manzana podrida que estropee el cuento.

Tal es el peligro para el autoproclamado movimiento de regeneración, verse erosionado por una lucha a cara de perro que, por algo, en un principio se prefería soslayar. El presidente tendrá, sí, el recurso de lavarse las manos y pedir que cualquier eventualidad se solucione bajo los términos de la ley, una pulcritud que no confiere a las tropelías de sus adversarios, por cierto, a quienes utiliza para actos de proporciones circenses en conferencias que sustituyen a instancias especializadas que, junto a otras prácticas informales, transgreden el debido proceso. Además, a la postre será insuficiente, ya que eventualmente minará la retórica de un gobierno que prometió cambiar dinámicas enquistadas en la política. Si algún grupo logra instalar la idea de que los nuevos son iguales a los anteriores, el desgaste será inminente, aunque considero que sin la velocidad suficiente para un colapsar a Morena en 2021.

Por si fuera poco, el castigo a los propios colaboradores tiene un límite. Varios de ellos configuran parte básica de la cuadrilla por lo que no será fácil deslindarse de ellos o desecharlos, sin dificultades adicionales a la gobernanza. Tampoco hay proclividad a la aceptación del error. El relativismo aplicado a los yerros y claroscuros de figuras activas en el gobierno muestra que no hay una disposición estricta a eliminar los abusos de la clase dirigente del país siempre y cuando sean de parte decisiva del clan.

La lucha, pues, está abierta. Parece que la fuerza de los opositores fue subestimada y que, después de tanta deriva, estos últimos han encontrado una forma efectiva de socavar a la hegemonía actual, una que ha abierto demasiados frentes demasiado pronto, aunque obligada ante un contexto que no le ayuda con miras a las elecciones de medio término. La lucha contra los predecesores que es su gran reivindicación podría ser, paradójicamente, el inicio de un desgaste mayor. O puede que no, ya se verá en las elecciones, no tanto en las encuestas.

Después de la pequeña cisma que involucró a su hermano, el presidente manifestó que su misión continuará, pese a todo. Recurrió al enésimo paralelismo con referentes históricos a los que cada vez hay que meter con más calzador. Hay que decir que no está solo y él lo sabe. Tiene un respaldo considerable de la ciudadanía, una fracción de incondicionales que mantendrán firmes en su apoyo, sin importar los argumentos ni la evidencia que contradigan lo que finalmente es una creencia. Al contrario, cada golpe significará una nueva cimentación del dogma. Otros lo ven de un modo instrumental y tolerarán algunos pecados a cambio de la promesa de un bien mayor, como serían cambios de raíz en el entramado económico-social y la extirpación de lastres enquistados en el poder.

Lo que sí está en riesgo a nivel electoral son los apoyos dados en 2018 que se podrían categorizar como “coyunturales”, el hartazgo que constituyó una porción de los 30 millones de votos, cifra colosal que tiene algo de espejismo y que no equivale, como algunos creen, a un consenso, no al menos permanente. Una parte de ellos, imposibles de cuantificar, correspondieron no a incondicionales, sino a voto flotante que como vino se puede ir. La determinación de tales ciudadanos ante los hechos referidos medirá los alcances y límites de la actual administración, si bien las fuerzas que desafían a Morena perderán mientras estén dispersados.

#4 Tiempos

Chivas para el olvido | Columna de Arturo Mena “Nefrox”

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TESTEANDO

 

El torneo terminó para las Chivas del Guadalajara y ha sido una decepción monumental, su afición esperaba mucho más después de un desempeño esperanzador en la temporada anterior. La ilusión de pelear por el título se ha desmoronado frente a una serie de errores dentro y fuera de la cancha que evidencian problemas estructurales en el equipo.

Para Chivas el torneo comenzó con grandes expectativas, pero al final, han dejando a la afición rojiblanca con más frustraciones que alegrías. A pesar de algunos destellos individuales y estadísticas interesantes, el rendimiento global del equipo no estuvo a la altura de lo deseado. Con un noveno lugar en la tabla general, 25 puntos acumulados y la necesidad de disputar el Play-In para intentar avanzar a la Liguilla, este torneo quedó muy lejos del ideal.

Chivas consiguió siete victorias en la fase regular, pero todas fueron ante equipos que no lograron ni siquiera calificar al Play-In: Querétaro, Mazatlán, Juárez, León, Pachuca, Santos y Necaxa. Contra rivales directos en la lucha por la Liguilla, el equipo no logró ganar un solo encuentro, sumando apenas cuatro puntos de los 27 disputados frente a los mejores equipos del torneo.

La situación en el banquillo tampoco ayudó a estabilizar al equipo. Fernando Gago dejó su puesto durante el torneo para (de manera increible) irse a dirigir a uno de los peores Boca Juniors de la historia. Arturo Ortega asumió como interino. Este cambio reflejó la falta de continuidad y planificación en el proyecto deportivo, sumándose a la presión de la directiva y la afición.

A pesar de todo, existen algunos puntos rescatables, como el regreso de jugadores clave como Roberto Alvarado para el Play-In y el buen rendimiento de jugadores jóvenes en categorías inferiores, destacando notablemente al Tapatio, equipo que se encuentra jugando la final de la liga de expansión frente a Celaya, y que es amplio favorito para levantar ese título nuevamente, lo que puede ser una base para el futuro. Además, estadísticas como ser el segundo equipo con más centros completados y la cantidad de balones recuperados en área rival muestran un potencial que no se ha traducido en resultados.

El mal torneo de Chivas en el Apertura 2024 debe servir como un llamado de atención para replantear objetivos y estrategias. Las decisiones que tome la directiva en los próximos meses serán cruciales para evitar que los problemas actuales se repitan en el futuro.

El orgullo de Chivas por jugar solo con futbolistas mexicanos es admirable, pero también representa un reto significativo. Mientras otros equipos se refuerzan con jugadores extranjeros de alto nivel, el Rebaño depende de un mercado nacional limitado y muchas veces inflado en costos. La falta de refuerzos de calidad es una consecuencia directa de esta política, lo que deja al equipo en desventaja competitiva.

Este torneo ha dejado en claro que Chivas necesita una reestructuración profunda. Desde la directiva hasta el plantel, el club debe analizar qué cambios son necesarios para regresar a los primeros planos. El apoyo de su afición sigue intacto, pero la paciencia no es infinita.

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#4 Tiempos

El facturero berrinchudo que quiere ser gobernador | Columna de Jorge Saldaña

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Tercera Llamada

 

Las pruebas expuestas en medios nacionales como Reforma, demuestran que a Gerardo Sánchez Zumaya el gobierno de López Obrador le abrió las puertas a conexiones y contratos que lo hicieron multimillonario en un parpadeo.

Con dinero rápido, inesperado y a manos llenas, producto principalmente de contratos con Pemex, el potosino, oriundo de Tanquián de Escobedo, tejió una red de personas físicas y morales que empezaron a facturar humo usando modestos negocios ubicados como mercerías, casas de clase media baja, tienditas de abarrotes y otras direcciones con las mismas características.

En el caso de las personas físicas, como lo pudo comprobar el periódico Reforma en su investigación recientemente publicada, extrañamente no existe registros de compra de insumos (si a caso gasolina) y sin embargo de 2018 a 2023 vendieron piezas y servicios especializados a Pemex por 15 mil millones de pesos.

Los personajes y empresas están directamente ligadas con Sánchez Zumaya, sus familiares tanto directos como políticos.

Las personas físicas involucradas son menores de 30 años y de acuerdo a sus movimientos en el SAT no hay registro de compra de materiales o insumos para su venta, tampoco dieron ningún servicio y lo único que se presume en realidad vendieron fueron las facturas, lo que les permitió manejar, bancarizar y retirar recursos por más de 15 mil millones de pesos, a eso se le conoce como lavado de dinero y, al estar involucradas más de tres personas se convierte en delincuencia organizada.

En su defensa, tras la publicación de la investigación, Sánchez Zumaya ha sido disperso, contradictorio y omiso, pues nada ha dicho sobre la red de lavado de dinero y de la familiaridad o relación que tiene con los personajes factureros.

También sostiene que los contratos con Petróleos Mexicanos fueron producto de una licitación y desvía una y otra vez el tema aduciendo que se trata de una persecución política del gobernador de San Luis Potosí, Ricardo Gallardo Cardona a pesar de que la investigación en su contra no se generó en territorio potosino sino en Tabasco, estado en el que Sánchez Zumaya intentó ser candidato a gobernador en las elecciones pasadas pero tras su fracaso regresó a San Luis y ha manifestado querer ser ahora el candidato de Morena a la primera magistratura del Estado en 2027.

Con este contexto, Culto Público, es que nacen cuestionamientos y reflexiones que comparto con Usted:

Para poder comprender mejor el asunto y sus alcances, hay que tener muy claro quién es y de dónde salió el personaje en cuestión:

Sánchez hasta hace apenas unos meses era un desconocido para la mayoría de los potosinos, pero de pronto brotó como un hongo en la humedad de su enojo causado porque la justicia fue a localizar a su padre de quien se sabe también tiene pendientes con la ley. (Por algo lo buscaron y seguramente no por ser buena persona)

Sintiéndose protegido y valiente gracias a sus relaciones con la federación, embriagado de sus inmejorables conexiones con el poder, el asunto de la búsqueda y detención de un par de escoltas armados de su progenitor le ofendió y motivó.

Aquí cabe una pregunta: Si nada deben ni él ni su padre y son tan honrados y trabajadores el y su familia ¿Por qué tienen como escoltas a ex militares armados?.

Seguramente dirán que se trata de una medida de seguridad derivado de su fortuna, sin embargo, como se sabe y se investiga, dicha fortuna proviene de actividades ilícitas lo que resulta en una tremenda paradoja: ¿Quiere que la ley le proteja a él y a su patrimonio que consiguió violando le ley?

En otras palabras se queja de la acción de la justicia cuando actúa en su contra, pero no se quejó cuando el aparato del Estado le ha jugado a favor haciéndolo millonario.

A partir de ese episodio y sintiéndose él plenamente convencido de ser intocable, se entiende que se sintió agredido por la autoridad y asumió la salida fácil de la victimización construyendo a través de un primer video en redes la narrativa de ser perseguido político, es decir, aprovechó la circunstancia para matar dos pájaros de un tiro: reclamar su impunidad, y lanzarse como aspirante a la gubernatura tomando su decisión en un enojo, en un berrinche, estando colérico, tomando decisiones emocionales o como se dice coloquialmente, con las tripas.

Se podría hacer una lista por las causas, motivaciones y razones por las que una persona quisiera ser gobernador de su estado y seguramente todas serían nobles. Vengarse y saciar un berrinche no debe siquiera estar en esa lista y eso es lo que quiere Sánchez únicamente: sacarse la espina de no haber podido ser ni candidato en Tabasco y desquitarse de, lo que él piensa, fue un agravio directo del gobernador en su contra.

También circula la versión respecto a un impago de una carretera por parte del gobierno, asunto que de ser cierto sería peor para los potosinos: Entonces… ¿quiere ser gobernador para cobrarse el dinero que le deben?

Un asunto que no debe de perderse de vista (y de ningún otro sentido) es que la denuncia en su contra, misma que motivó el reportaje del periódico Reforma, se interpuso en Tabasco, por lo que ni San Luis ni el gobernador potosino ni la fiscalía de este estado tienen vela en el entierro.

Asumir que el escándalo en el que está involucrado Sánchez está orquestado por el gobernador potosino es un absurdo tan grande como el suponer que Ricardo Gallardo pudo colocar en la portada de Reforma una investigación, que primero, le es ajena, y segundo porque la línea editorial de ese periódico es frontalmente enemiga del gobierno federal del que es aliado Ricardo.

¿Qué razón tendría Gallardo para colocar en un diario que le es adverso a su aliada la presidenta una investigación de una denuncia que le es ajena?

Solo Sánchez, sus periodistas militantes convertidos en estrategas políticos, y su operador financiero y consejero de origen cubano (que se cree un sabelotodo de la política potosina) lo saben.

Hay que decir también que Sánchez fue descuidado. El presumir en sus redes sus relaciones cercanas con los personajes en el poder como AMLO, Marcelo Ebrard y Adán Augusto López, así como sus asistencias a bautizos en Tabasco con los hijos del ex presidente, hacen inverosímil y de plano ridícula su postura de defensa cuando dice que ganó honrada y equitativamente los contratos con Pemex.

Ser proveedor de la paraestatal ya es difícil, ganar una licitación por productos o servicios es lo triple de complicado, hace falta experiencia, antecedentes, garantías, pólizas, seguros y un larguísimo etcétera de tecnicismos…pero como siempre, hay una excepción que es cuando el gobierno federal lo ordena (lamentable para la 4T que tanto promulga el combate a la corrupción)

Teniendo las relaciones que presumió sin empacho el de Tanquián, es fácil saber que conseguir contratos de cientos de millones se convierte en lo más sencillo del mundo, y te pagan rápido, sobre todo si como “bonus” se tiene armado un tinglado de jóvenes ambiciosos que por ganarse un 4 por ciento de comisión emitiendo facturas de miles de millones encuentran la manera de hacerse ricos rápidamente.

Preguntémo nos ¿Tendría esos contratos Sánchez si no fuera amigo del hijo del ex presidente?

¿Accedería a Adán Augusto y a Marcelo Ebrard solamente por ser un militante entusiasta de la huasteca potosina?

Sus relaciones explícitamente presumidas no solo lo hacen del delito, también exhibe indirectamente a sus benefactores, razón -más que justificada- para que un periódico como Reforma le ponga atención al asunto.

Nada es casualidad, el se lo buscó. No quiera venir ahora a inventar historias para escurrir el bulto. En SLP nadie lo persigue mas que el desprestigio.

¿A Morena le convendrá tener un candidato en 2027 con esos señalamientos encima?

¿Por qué los morenistas potosinos iban a aceptar a un militante sin mayor trayectoria, cartel o credenciales que sus fotos con funcionarios de primer nivel como proyecto político y un escándalo nacional de corrupción y lavado?

No es lo mismo tener el dinero para hacer una campaña, que merecer ser el candidato y tener una causa. Sobre todo si la forma de conseguir el dinero para dicha campaña es producto de la antítesis de los principios de no mentir, no robar y no traicionar.

En el escenario local, es abierta y plenamente sabido que Sánchez está ligado con los hermanos Azuara Zúñiga, que sin pena no solamente reconocen su amistad y cercanía con su paisano, también sin filtro aceptan que está involucrado en actividades ilícitas.

Al menos así lo reconoció el mayor de los Azuara en una comida en el restaurante Pescatore el año pasado.

Por cierto, que los Azuara y el PAN son el plan “B” del hoy señalado de enriquecimiento al cobijo de la federación y están jugándose el pellejo con la candidata a la dirigencia estatal de ese partido, Lidia Argüello, que no dudó en traicionar a Verónica su otrora aliada y protectora para ir a encabezar un proyecto en el que ella no manda.

Da mucha risa que en su discurso al inscribirse, la propia Lidia dijera que no dejaría entrar a Morena “de eso me encargo yo” -dijo-cuando sabe bien que todo el impulso económico de su campaña vendrá del dinero ilícito de Sánchez, que se asume, presume y goza de los privilegios de un Morenista corrupto (sí, aunque no lo crea, Culto Público, hay entre los 97 panistas consejeros personajes centaveros que piden desde cambio de llantas hasta liquidaciones de tarjetas de crédito o dinero en efectivo a cambio de su voto)

¿Cuánta carencia de ideales se debe tener para que le de lo mismo a Sánchez contender por Morena que por el PAN? Y la misma pregunta a los panistas que lo quieren dejar entrar.

Lo único que están haciendo al exhibir tanto desparpajo, es que sus rivales se unan y frenen en conjunto ese plan “B” Azuarista porque estando como están las cosas, Verónica tiene dos grandes apoyos para su candidatura.

Ya casi para finalizar con estas reflexiones y cuestionamientos solo diré que la reunión del secretario general de gobierno, Guadalupe Torres Sánchez con la secretaria de gobernación de nuestro país, Rosa Icela Rodríguez justo en medio del escándalo Sánchez Zumaya no fue producto de la casualidad y, dígase lo que se diga, la realidad es que el gobierno federal está del lado del estado, de otra forma no hubieran circulado la fotografía de ambos.

Al mismo tiempo, es fácil leer que ni sus compadres, ni el senador Adán Augusto ni el secretario Ebrard van a meter las manos por el tanquianense a quien van a negar tres veces conforme avancen las investigaciones (porque se anticipa que hay más tela de donde cortar)

¿Dónde está tu AndyMesías ahora?

En una atropellada y torpe defensa que hizo ayer en grupo Imagen con Ciro Gómez, el personaje hoy señalado aseguró que si se comprueban las denuncias en su contra, el solito iría caminando al bote.

Yo le aconsejaría que ya vaya tomando camino. ¿Cómo cuánto tiempo se hará caminando de Tanquián a la Pila?

Hasta la próxima

Jorge Saldaña

BEMOLES

GATO ENCERRADO EN LOS TERRENOS UASLP

El asunto del “Distrito Santa Fe” ofende por donde se le vea.

Se trata de la construcción de un centro comercial que la familia Del Valle y los hermanos Macabeos Espinoza Diaz de León (lo que apesta a Juan Manuel Carreras y amigos) pretenden construir en terrenos propiedad de la universidad ubicados en una zona de gran privilegio y mejor plusvalía justo detrás del hotel Hilton y a un costado de la Facultad de Ciencias de la Comunicación.

El mega negocio millonario, del que ya circulan renders y planos, se supone está avalado por la comisión de hacienda y el Consejo Directivo Universitario, y radica en que, de acuerdo a lo que se sabe del convenio aprobado, los empresarios estarían rentando a la Uni por una cantidad ridícula de 3 millones de pesos al año los terrenos que valen más de 150 millones de pesos en un calculo moderado.

La empresa, con todo el sello de “herencia maldita” subarrendarían a decenas de locatarios, restaurantes, tienda ancla, la BMW y otros negocios justificando el uso “deportivo” con la construcción de seis canchas de Padel.

¿Que no hay expertos en finanzas en la UASLP? ¿Nadie de nuestra universidad sabe sacar un factor de rentas? ¿No hay un arquitecto, edificador, maestro o valuador dentro de la plantilla académica? ¿No hay nadie que le diga al rector que es un pésimo negocio?

¿Qué no se puede dar cuenta la UASLP que con ese convenio les están viendo la cara y que las familias arriba mencionadas están haciendo un negocio multimillonario a cambio de migajas?

¿Quién firmó ese convenio y quién se está beneficiando?

Qué negociazo. Para alguien, será un negociazo, excepto la Universidad claro está.

La confirmación de ese proyecto abriría justificadamente la especulación sobre trafico de influencias.

De ser cierto y de ser ejecutado el mega centro comercial significaría que los chamaquearon, que hicieron un mega negocio en sus narices, o que alguien desde dentro de la institución está metido hasta el fondo en el “bisne”.

Ojalá que no y solo sean sueños guajiros de empresarios ambiciosos. Como sea, eso no va a terminar bien.

Ahora sí, hasta la próxima.

Jorge Saldaña

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#4 Tiempos

Paola Longoria, el orgullo del deporte potosino | Columna de J.R. Martínez/Dr. Flash

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EL CRONOPIO

 

San Luis Potosí ha tenido deportistas importantes en varias disciplinas, algunos de ellos han sido medallistas olímpicos, como Daniel Bautista que obtuvo medalla de oro en caminata. En los últimos años una deportista ha sobresalido a nivel mundial, convirtiéndose en la mejor raquetbolista del mundo, Paola Michelle Longoria López.

Nacida en San Luis Potosí el 20 de julio de 1989 y siendo una adolescente fue la primera mujer mexicana en obtener el puesto número uno del ranking profesional en ráquetbol, en la temporada 2008 – 2009. Desde entonces encabeza la lista de las raquetbolistas a nivel mundial, obteniendo varias veces el campeonato mundial de la Federación Internacional de Ráquetbol, tanto en categoría individual como en dobles femenil donde hace mancuerna con Samantha Salas.

Estos logros, los comparte con otros potosinos que han descollado en este deporte, lo que habla de un inicio de escuela raquetbolista en San Luis, que no ha podido consolidarse como debía de ser. El problema común de muchos deportistas mexicanos es la falta de apoyo, lo que hace que estas estrellas deportivas busquen senderos propicios para su desarrollo deportivo, por lo que no fue extraño ver a Paola Longoria representar a otros estados del país.

Con un estilo único en la práctica de su deporte, desde la forma en que toma la empuñadura de su raqueta hasta el despliegue de su juego, la ha llevado a ser la máxima medallista en los Juegos Panamericanos y haber ganado el Premio Nacional del Deporte, máximo reconocimiento para deportistas en el país.

Su carrera deportiva la ha realizado al parejo de su formación profesional fuera del deporte, estudió ingeniería y una maestría en ciencias política, así en últimas fechas ha seguido la vena de la política, alzando la mano para ocupar puestos de dirección del deporte en México, y participar en medio legislativo mexicano.

Su esfuerzo, disciplina y talento para el deporte de ráquetbol la ha convertido en una de las mujeres más influyentes en el país por lo que se le reconoció como tal en el año 2016, siendo nombrada como una de las 50 mujeres mexicanas más influyentes. Reconoce el esfuerzo deportivo de las deportistas mexicanas quienes han sobresalido a nivel mundial y han dado proyección al deporte mexicano.

En una entrevista Paola habló al respecto llamando a dejar de lado animosidades y unir el esfuerzo de hombres y mujeres para el desarrollo de México.

Es momento de dejar atrás animosidades y empezar a trabajar hombres y mujeres como equipo, orgullosa habla sobre el rol de la mujer en el siglo XXI en donde ha habido una reivindicación a nivel mundial, demostrando que todos son igual de capaces de sobresalir ya sea en los deportes como en el gobierno o en los negocios.

A las mujeres de México, Paola pide nunca rendirse, que la autodeterminación y el esfuerzo sobrelleven los obstáculos que se puedan presentar. A sus ojos se vive en el país un clima de mayores oportunidades para las mujeres, quienes tienen las herramientas para lograr lo que deseen siempre en coyuntura y nunca por debajo de nadie.

Paola Longoria es el ejemplo de la necesidad de poner escenarios diversos a los niños donde puedan desplegar sus talentos y encauzarlos en su formación; ella tomó una raqueta de tenis a los seis años y a la larga llegó a ser la estrella deportiva que ahora es ejemplo para las niñas y jóvenes mexicanas. Venció obstáculos en su desarrollo y se abrió camino en un medio donde luego se escatiman los apoyos al talento deportivo o se llega a la persecución administrativa, como la que sufrió por parte de la Conade por motivos financieros.

Como sucede con algunos deportistas mexicanos, entró a formar parte del ejército mexicano y siendo ascendida a teniente, como reconocimiento a su esfuerzo y logros. Paola Longoria en una de las más importantes deportistas potosinas y debemos estar orgullosos de ello.

“Somos el sexo fuerte, somos como alguien dice “las tercas”, las que nunca nos damos por vencidas y eso también nos ayuda muchísimo a ser líderes y a crear oportunidades entre nosotras mismas.”

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Opinión

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