julio 14, 2025

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#4 Tiempos

4to informe: La sonrisa que nunca falta | Columna de Óscar Esquivel

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4to informe

Desafinando

 

Abstenerse de realizar acciones no provoca dudas. Cuando se realizan, las dudas afloran.

“La credulidad es un atributo de los ignorantes, la incredulidad de quienes se dicen sabios a medias; pero la duda metódica es de hombres instruidos”: Albert Camus. Por ello el pueblo se va instruyendo metódicamente, de manera cíclica y sumergidos en la temporalidad de un año de acciones gubernamentales.

Donde existen verdaderas discusiones, se podría llenar de dudas a todo aquel interesado en conocer la verdad. “Más vale inclinarse a la duda, que a la certeza en las cosas difíciles de probar y peligrosas de creer”: San Agustín. Dudar tiene sus consecuencias: o aclaras  para convertirla en verdades o te guardas el sentimiento frustrado de nunca resolverlas. 

Complejo el hombre de estado que genera inciertas verdades, su pensamiento crítico y científico lo lleva a puntos donde la acción de informar sobre sus más grandes logros, lo enreda en una espiral que no puede explicar, lo minimiza, produce burla e inquieta al pueblo al no conocer los auténticos alcances de sus obras.

JUAN MANUEL, EL HOMBRE

Ante una avalancha de publicidad la ciudad, comenzó a ver cientos de espectaculares, en las principales vías de comunicación, en prácticamente todo el estado. Pocos conocen el hacer de su imagen personal un icono central, dentro de la imagen promocional del 4to informe de gobierno, la figura del mandatario ocupa una tercera parte de los espectaculares. De esta forma, el gobernador falta a la Ley General de Publicidad Oficial y Comunicación Social, derivada de la Ley Reglamentaria de la Constitución en artículos 6, 7 y 134. Específicamente en el 134, capitulo II, articulo 10-I, en prohibiciones de publicidad oficial debe obedecer que “no se utilice para promoción personalizada de cualquier servidor público, que incluya nombres, imágenes o símbolos que hagan dicha promoción”. Pero al gobernador hasta la sonrisa le cambió. En el artículo 11, en Contenidos: “exista lenguaje sencillo y comprensible, y debe estar exenta de información que genere confusión o error”, tal parece que se ensañaron con este último precepto constitucional, veamos.

LAS ESCUELAS

El año pasado nos dijeron que habían mejorado 6 de cada 10 escuelas, ahora 7 de cada 10 escuelas, el estado cuenta con 8729, es decir, mejoraron en 4 años 5237. Este año 2019, se incrementaron a 6110 planteles (según sus porcentajes), una diferencia sin duda positiva de 873 escuelas mejoradas durante el año, lo que genera una contradicción entre lo que se informa y sus porcentajes es el anuncio de 4 mil 186 escuelas mejoradas, son solo 4 de cada 10, las matemáticas no mienten.

Insistimos, y ante la baja productividad gubernamental en obras y acciones, habría que recordarle que es un informe anual de la actividad de la administración pública y no del periodo como gobernador, así se simulan mayores avances y confunden a la población.

LA SEXTA ECONOMÍA MÁS DINÁMICA

El Inegi, en una publicación de mayo 2018, dio a conocer que el estado tiene un PIB de 3.3% mayor a la media nacional. En este momento casi llega a 0%. Carreras en el informe anterior aseveró que el estado es la segunda economía en crecimiento, ahora lo disfraza diciendo de las más dinámicas. Por el simple hecho asevera que el estado creció un promedio del 3.0%, 11.8% acumulados en los cuatro años. Lector, no se alarme, pero el estado en lo que corre del año, durante los dos trimestres, no solo no creció, sino que estamos en -0.1%, es decir en pérdida, en términos coloquiales.

COMO UN MILAGRO, ADIÓS, HAMBRE

12 mil potosinos, cada año durante esta administración, han superado la pobreza extrema. 50 mil en cuatro años, preguntando ¿cómo le hicieron? ¿Cubrieron los indicadores que plantean el Coneval y otras instituciones? 

De pobreza extrema, para salir de esta condición, deben cubrir por lo menos tres rezagos.  Juzgue usted mismo, rezago educativo, servicio de salud, seguridad social, carencia de vivienda, carencia alimentaria. ¿Cuáles se cubrirían?

En lo alimentario se ha hecho esfuerzo, pero no lo suficiente. Además, para cubrir esta carencia y eliminarla dolosamente de indicadores, tomaron también como referencia los alimentos (dos) que se les proporciona a los niños en las escuelas de tiempo completo y en las indígenas, no a la población en general de 233 mil que anuncian como una entrada triunfal.

La pobreza laboral se ha incrementado en un 46%. Las personas ya no alcanzan con su salario a adquirir la canasta básica alimentaria. Estamos en rojo y con el hambre no se juega. Es mejor dejar de gastar en aviones, helicópteros, que todo mundo utiliza, hasta los funcionarios como subsecretarios, que por cierto ¿A qué se dedican? ¿Qué hacen?

70 mil empleos generados en cuatro años, 17 mil por año. Si bien nuestro estado en el año 2017 y 2018 pudo gracias a la inversión privada, y al mal llamado milagro automotriz, ser de los estados con mayor número de empleos generados, solo por debajo de Guanajuato. En lo que va del año solo se generaron cerca de 4 mil 700 nuevos empleos, la cifra según el IMSS es de 68 mil 471, acumulados en lo que va de la administración carrerista.

Una de las vocaciones económicas de la entidad, la construcción, tan solo en lo que va del año se han perdido cerca de 10 mil empleos formales, datos muy escalofriantes, ya que esta actividad es la que mayor dinamismo le da a la economía. Existen empresas que por no perder la mano de obra continúan pagando las aportaciones al Seguro Social, lo que conlleva a la generación de empleo informal. La falta de obra pública y la poca que hay la otorgan a compadres, amigos y los odiosos compromisos de la actual administración, dejando fuera a medianas y pequeñas constructoras.

Hay algunos aciertos donde se ha avanzado, como la salud, el fomento a la cultura. Falta mucho por hacer, sobre todo el gobernador Carreras debe saber sobre el desgaste que sufre gracias a la ineficiencia y poca atención de varios de sus funcionarios, de diferente orden y jerarquía. Continúa quedando a deber el combate a la corrupción, su permisibilidad es el mal que le aqueja. Si quiere que estos dos últimos años de su administración transite adecuadamente debe, como auto exigencia, encontrarse más con la sociedad, que le apostó a un mejor San Luis, con un verdadero gobierno incluyente. 

Nos saludamos pronto.

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#4 Tiempos

La decadencia de la risa | Columna de Juan Jesús Priego Rivera

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LETRAS mínúsculas

Ya a finales del siglo XIX, Eça de Querioz (1845-1900), el famoso novelista portugués, se quejaba de lo poco que nos reímos los modernos, lamentándose de que lo que él llamó «la risa antigua» estuviera en vías de franca desaparición. «Nosotros –escribió en un ensayo muy poco conocido-, hijos de este siglo serio, perdimos el don divino de la risa. ¡Ya nadie ríe! Casi ya nadie sonríe siquiera, porque lo que queda de la antigua sonrisa, fina y viva, tan celebrada por los poetas del siglo XVIII, o de la sonrisa lánguida y húmeda que encantó al romanticismo, apenas es un entreabrir lento y helado de los labios que, por el esfuerzo con que se contraen, parecen muertos o de hierro».

Sí, cada vez reímos menos, y, como dije en otra ocasión, si en algo aventajamos a los hombres y mujeres de otras épocas es en nuestra seriedad, que no es meditativa ni religiosa, sino triste, culpable y mortecina: una seriedad, para decirlo ya, muy parecida a la de los cadáveres.

Sigue diciendo el novelista: «Nunca más he vuelto a oír esa carcajada magnífica de mi infancia. Lo que hoy se escucha es a veces una sonrisa cascada, seca, dura, áspera, corta, que sale a través de una resistencia, como arrancada por unas cosquillas, y que bruscamente muere, dejando los rostros mudos y fríos. ¡He aquí la risotada de nuestro siglo!».

La alegría, hoy, ha acabado convirtiéndose en un lujo; y, si no me cree usted, si mi afirmación le parece exagerada, pregunte a sus vecinos si son felices para que obtenga un centenar de respuestas como ésta: «¿Feliz yo? ¡Cómo se le ocurre, estimado señor!». Y se pondrán a hablarle del trabajo –tan mal pagado-, del cambio climático, de la delincuencia organizada o del estrés. ¡Y conste que hoy tenemos casi todo aquello de los que nuestros antepasados carecieron! Las cajas de música de mi infancia tocaban sólo una canción, y, para colmo, había que darles cuerda; las cajas de música de los muchachos de hoy tocan –o al menos pueden hacerlo- hasta 20 o 30 000 canciones, pero no por eso el corazón de estos muchachos se ha vuelto más alegre, más musical. ¡Qué rostro más avejentado pasean por las autopistas de la vida! ¿Sonreír? No, gracias. La verdad es que ni siquiera se les ocurre.

«Nadie ríe –continúa Eça de Queiroz-, y nadie quiere reír. Tenemos todos el indefinible sentimiento de que la risa estridente y clara desentona con la atmósfera moral de nuestro tiempo». Y se pregunta: «¿De dónde proviene esta desoladora decadencia de la risa? Habría que componer un estudio sobre la Psicología de la taciturnidad contemporánea».

Algún día, si no cambio de parecer, escribiré esa psicología de la tristeza que invita a hacer a sus lectores el autor de La ciudad y las sirenas. Dicho tratado deberá responder a las siguientes preguntas: 1. «¿Por qué estamos hoy tan endiabladamente tristes?»; 2. «¿Quién nos ha robado el mes de abril?»; 3. «¿Por qué razón nos hemos vuelto tan huraños y tan antipáticos?», etcétera.

Que esto es así –es decir, que hoy estamos los hombres más tristes que nunca- lo dicen incuso autores bastante enterados de los problemas de nuestra época. He aquí, por ejemplo, lo que escribió el doctor Luis Rojas Marcos en un libro que apareció en las librerías casi cien años después de que lo hiciera ese ensayo de Eça de Quieroz que hemos venido citando; el libro en cuestión se titula La pareja rota y dice así en una de sus páginas:

«Desde finales de los años sesenta ha brillado la generación del yo, el culto al individuo, a sus libertades y a su cuerpo, y la devoción al éxito personal. La dolencia cultural que padecemos desde entonces es el narcisismo, aunque según dan a entender estudios recientes, la comunidad de Occidente está siendo invadida ahora por un nuevo mal colectivo: la depresión. La prevalencia del síndrome depresivo está aumentando en los países industrializados, y las nuevas generaciones son las más vulnerables a esta aflicción. Así, la probabilidad de que una persona nacida después de 1955 sufra en algún momento de su vida de profundos sentimientos de tristeza, apatía, desesperanza, impotencia o autodesprecio, es el doble que la de sus padres y el triple que la de sus abuelos. En Estados Unidos y en ciertos países europeos, concretamente, sólo un 1 por 100 de las personas nacidas antes de 1905 sufrían de depresión grave antes de los setenta y cinco años de edad, mientras que entre los nacidos después de 1955 hay un 6 por 100 que padece de esta afección».

¡Dios mío, lo doble de tristes que nuestros padres y lo tripe de ansiosos que nuestros abuelos! ¡Pero si tenemos todo lo que ellos no tuvieron!…

¿Cuáles son las causas de tanta tristeza? Eça de Queiroz aventura la siguiente respuesta: «Yo pienso que la risa acabó porque la humanidad se entristeció. Y se entristeció a causa de su inmensa civilización…, pues cuanto más culta es una sociedad, más triste es su faz. Hemos perdido la simplicidad y, con ella, la risa». Y termina diciendo al lector: «¿Quieres un humilde consejo? Abandona tu laberinto, entra de nuevo en la naturaleza, no te compliques con tantas máquinas, no te sutilices con tantos análisis; vive una buena vida de padre próvido que trabaja la tierra, y reconquistarás, con la salud y con la libertad, el don augusto de reír».

Así termina el famoso novelista. Pero no, no nos convence el consejo, ni creo que se consiga mucho abandonando el laberinto (y, por lo demás, ¿quién podría hacerlo?). Según yo, lo que nos ha quitado «el don augusto de reír» no es el exceso de civilización, sino nuestra falta de religión. ¡Ah, si de veras creyéramos en un Dios que nos protege y nos cuida, cómo nos reiríamos de nuestros pequeños problemas! Es decir, reiríamos. Veríamos entonces las cosas desde esa lejanía sin la cual la risa es imposible. ¿No se ha dicho muchas veces que la risa nace del distanciamiento, de ver las cosas desde cierta altura? Pues bien, si esto es así, sólo Dios y los que creen en Él pueden reír de veras con esa explosión de regocijo que conoció Eça de Quieroz cuando era niño, es decir, cuando los hombres aún tenían fe…

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#4 Tiempos

El tormentoso futuro y sus pronósticos | Columna de Arturo Mena “Nefrox”

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TESTEANDO

Se llega al inicio del torneo y como siempre, la ilusión, el deseo y un poco de esperanza regresan a los campamentos del fútbol mexicano.
Ya con algunas semanas de partidos amistosos, preparación de pretemporada y contrataciones interesantes, arrancamos con la idea de pronosticar el futuro de San Luis en la liga.

La mecánica es simple, ir jornada tras jornada sumando (cuando lo amerite) los puntos que puede obtener el equipo, para al final hacer una suma e intentar predecir si es suficiente como para pelear por un lugar en la liguilla o no, así que comencemos.

Jornada 1: León (Derrota) 0 puntos
Jornada 2: Monterrey (Derrota) 0 puntos
Jornada 3: Chivas (Derrota) 0 puntos
Jornada 4: Cruz Azul (Derrota) 0 puntos
Jornada 5: Puebla (Empate) 1 punto
Jornada 6: Querétaro (Victoria) 4 puntos
Jornada 7: Toluca (Empate) 5 puntos
Jornada 8: Tijuana (Victoria) 8 puntos
Jornada 9: Santos (Victoria) 11 puntos
Jornada 10: América (Empate) 12 puntos
Jornada 11: Pachuca (Empate) 13 puntos
Jornada 12: Mazatlán (Victoria) 15 puntos
Jornada 13: Atlas (Victoria) 18 puntos
Jornada 14: Pumas (Derrota) 18 puntos
Jornada 15: Necaxa (Victoria) 21 puntos
Jornada 16: Juárez (Victoria) 24 puntos
Jornada 17: Tigres (Derrota) 24 puntos

24 puntos representan una real posibilidad de jugar play in y con ello pensar en llegar a la liguilla. Sin embargo, el pronóstico habla de un arranque muy complicado llegando a sumar alguna unidad hasta la jornada 5, lo cual preocupa para la estabilidad del equipo y su nuevo cuerpo técnico. Un torneo que luce complicado y de adaptación para el director técnico y una base muy consolidada de jugadores que conocen muy bien la liga.

Por el bien del fútbol en San Luis, esperemos que la bola ruede a su favor, que renazca el buen toque de balón y se demuestre que con poco se puede competir, no queda más que esperar y en unos meses hacemos el recuento de lo logrado contra este complicado pronóstico, que comience la fiesta del fútbol mexicano, una vez más.

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#4 Tiempos

Personas como espejos | Columna de Carlos López Medrano

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Mejor dormir

 

Los pasos dados en una mañana cualquiera conducen a uno de esos espejos piadosos en los que uno aparece más guapo de lo habitual, más limpio, más esbelto, casi heroico. La imagen llega como ráfaga: ese instante fugaz en que parecemos la mejor versión de nosotros mismos. Al siguiente paso, otro espejo devuelve ya el reflejo habitual: el rostro cansado, la camisa con esa arruga que antes no estaba, el pelo que ya no da. Así son los espejos: unos nos bendicen con la gracia de un tenista que acaba de salvar un set y lanza un guiño a la muchacha de la tercera fila; otros nos exhiben hasta el patetismo, y no hay ángulo que salve esas ojeras de un sueño perdido o la mancha que jurábamos no llevar puesta.

Entre uno y otro reflejo, se instala la duda: saber si somos el mal reflejo o la estampa bella de aquel aparador, si somos lo que vimos primero o lo que vemos ahora. Si somos el destello o la derrota.

En las relaciones humanas ocurre un duelo parecido. Hay personas que funcionan como espejos benévolos y nos devuelven lo mejor de nosotros mismos, iluminando lo que tenemos de amable, de inteligente, de vivo. Con ellas todo fluye: la conversación, el silencio, el juego de miradas. Traen de vuelta nuestro humor. Su sola presencia aligera la carga del día y perdonamos así el paso de las moscas.

En el ámbito de las relaciones es preciso rodearse de personas que son como los espejos en los que uno se ve bien y que nada complican. Gente que con su paciencia y simpatía ponen en bandeja las sonrisas y alumbran los más elevados sentimientos.

Pero también hay espejos rotos con forma de persona. Espejos manchados que te reducen y desaniman, cual les marca su hebra cochambrosa y su afán por ensuciar lo que les rodea. Sujetos cuya sola cercanía oscurece, reduce. Imanes del infortunio, empeñados en arrastrar a los demás a su fango personal. Su forma inmunda de consuelo.

Famosa es la frase en la que John Keats contaba que la poesía ha de acontecer con la misma naturaleza y espontaneidad con la que una hoja cae del árbol,

y no forzada ni sostenida por andamios y tornillos. Las relaciones humanas de mayor calado fluyen sin tener que desgañitarse. No se gritan, no se empujan: florecen. Como esas novelas que uno lee sin darse cuenta, y al mirar la página ya vamos por la mitad. Tenemos libros que se arrastran (uno nomás no ve la luz al final del túnel) y otros que vuelan.

Vuelvo a mi maestro Jardiel Poncela: aquellas mujeres que no se acomodan a nosotros valen menos que un lavafrutas, aunque sea la resurrección de Friné envuelta en perfume de Le Galion. 

Hay personas que te jalan consigo a su piscina de indecencia; y están otras, las que valen su peso en azafrán, que elevan y de la mano te guían a lo que has anhelado para ti en ratos de dulce vanidad. Son los rayos de sol que se cuelan entre las hojas en la última hora de la tarde.

Los buenos modales siguen siendo la pauta a la hora de definir a la gente de la que me quiero rodear. Aquellos que te alientan, saben escuchar y con los que aún puedes platicar de viejos álbumes.

Recordar, por ejemplo, aquella canción de The Velvet Underground cantada por Nico:

 

Seré tu espejo
Reflejaré lo que eres, por si acaso no lo sabes.
Déjame estar de pie para mostrarte que estás ciego.
Por favor, baja las manos,
Porque yo te veo.
Me cuesta creer que no sepas
La belleza que eres.
Pero si no lo sabes, déjame ser tus ojos,
Una mano en tu oscuridad para que no tengas miedo…

 

 

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