#4 Tiempos
Vivimos de tragedias o así nos vamos a quedar | Columna de Óscar Esquivel
Desafinando
Los árboles no protestan
¿Qué pueblo, país o personas no han sufrido alguna tragedia?, para algunos las desdichas de otros son menores, cuando para estos otros es el final de sus vidas. Existen comunidades enteras que padecen desastres cíclicos, normalmente son aquellos donde la pobreza es la principal causa: la pobreza en sí es una tragedia de la humanidad. El agobio individual o colectivo, la ansiedad como respuesta a las constantes contrariedades de la cotidianidad se hace cada vez más recurrente. Cuando existen elementos naturales que castigan sin parar a las poblaciones enteras.
Quién no recuerda el tsunami en las costas de Japón cuando arrasó con la infraestructura de las ciudades de la costa japonesa y aún más con el riesgo inminente de un colapso de la planta nuclear, la cual sería una doble calamidad. Los terremotos del septiembre del 85 y de 2017 en la Ciudad de México, una tragedia con pérdidas materiales y de seres humanos, la ciudad tuvo el infortunio de tener autoridades que poco o nada hicieron o hacen por revertir el sufrimiento de los habitantes de la metrópoli.
Las catástrofes se pueden evitar o por lo menos disminuir los daños materiales y personales, pero quienes se ostentan como gobernantes son los mayores culpables de que las desastres naturales se hagan más grandes y pesadas para sobrellevar el duelo.
Se puede perder un hijo, una madre, un hermano, de manera natural por la desdicha de padecer alguna enfermedad, sin importar la edad. será una tristeza; pero cuando sucede en medio de la violencia, o un accidente grave, se convierte en tragedia desproporcionada que pocos saben sobrellevar.
Vivimos una tragedia institucional, la falta de conocimiento del servicio público, del sentido común. Nada cambia, nada se acaba y todo sucede. Ante nosotros después de un esperado cambio de régimen, fuera de la posición política tradicional, hoy por hoy, el jefe del Ejecutivo federal, el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, pareciera un personaje de la vida campirana, sosegado de los exabruptos de la política, es decir, de las acciones que realiza cada día, para él nos son tragedias, son maneras diferentes de gobernar, la cifra de muertos, los vaivenes de la economía, prácticamente detenida y no pasa nada: es el nuevo estilo.
La decisión de ayer, donde se declaró desierta la licitación de la construcción de la refinería Dos Bocas en Tabasco, es un ejemplo de cómo al declarar desierto un concurso, la Federación tendrá mano suelta para realizar ellos mismos la obra, sin reparar en gastos. Seguramente se asignará a algún constructor de su preferencia.
Miles de muertos en el primer trimestre del año no son cosa menor, si bien es una demostración de fuerza criminal en contra de la población y ante las posturas en materia de seguridad del actual gobierno, lo que evidencia las ocurrencias, donde solo retrasan la intervención del estado. Si bien la estrategia que se plantea es adecuada para largo plazo, combatir la desigualdad, después la Guardia Nacional. Los muertos se dan cada día, son ahora, la pobreza de combate con apoyos a personas vulnerables, como incentivar la inversión para mejorar salarios, pero mientras, ejecutaron en Cuernavaca, Morelos, a dos dirigentes de la CTM, en frente de Palacio de Gobierno. ¿Cuál sería la prioridad inmediata? La protección de las personas, sus vidas y patrimonio; lo segundo, el fortalecimiento de las políticas sociales y de apoyo, o los brazos cruzados. La inseguridad es el talón de Aquiles del AMLO, se desbordó la ola criminal en todo el país.
La gracia de dios, el amor y paz, primero los pobres, son pronunciamientos fáciles en el discurso, difíciles de conseguir sin estrategias claras. El presidente es un líder que nació de la oposición, conoce México tal vez como ningún político, mas no así, sus colaboradores que a falta de sentido común tengan equivocaciones inimaginables en el manejo del de la administración federal, tan infantiles que pareciera que el brazo izquierdo se les cansó. Ser de izquierda no significa la lapidación del contrario, ni del opositor, ni de la sociedad civil, en la construcción de un país intervienen todos su pobladores, deben ser escuchados los reclamos. Después, ¡ahora sí!, amor y paz.
Al no existir liderazgos reales de oposición, los partidos que reclaman resultados inmediatos en la aplicación de políticas públicas protestan lo indefendible, retirar el fango lodoso y mal oliente que ellos provocaron en 36 años.
Estamos ante una tragedia mayúscula cuando nos enfrentamos a presidentes municipales, gobernadores omisos, grises, de pocas ideas de vanguardia, diputados locales que en lugar de legislar, se la pasan haciendo grilla en sus partidos, la selfie en su mejor ángulo, a ver si le toca un diputación federal para el 2021. Mientras tanto la poda de árboles en la ciudad les importa un comino, la falta de agua en casi toda la mancha urbana y en el campo es, evidentemente, una vergüenza de la falta de organización.
Nuestra mayor tragedia ambiental, la quema de la Sierra de San Miguelito y San Pedro, dios nos castigó, ante la avaricia desmedida de constructores y fraccionadores. La intervención de Carreras y Xavier Nava para permitir o al menos, como siempre sucede en estos casos, hacerse de la vista gorda que la Sierra fuera urbanizada. El Karma se los cobró y a la ciudad la hizo huérfana, 20 o treinta años para que vuelva a revivir este hermoso lugar.
Creemos que la sociedad se los cobrará y muy caro. Su visión corta ante la tragedia, el desinterés por mejorar las condiciones de vida de los habitantes de la ciudad, el no proponer soluciones y lo mas grave, el no escuchar propuestas en materia ambiental, en movilidad, en urbanismo, cosas cotidianas, son gobernantes siniestros, rodeados de camarillas de inútiles en sus cargos, como aquel director de ecología del Ayuntamiento capitalino “nunca he talado un árbol”. Y sí, muchos no hemos tomado un machete para talar un árbol, pero sí para saber, conocer, haber leído que los arboles no se podan en primavera.
Que nuestras vidas no sean tragedias, nuestra existencia valga la pena haciendo lo correcto.
Un amoroso abrazo todas las mamás en su día, a mi Chata un beso hasta la eternidad.
¡Feliz día de las madres!
Nos saludamos pronto.
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#4 Tiempos
Las dos mujeres de Truman. Palabras con cicuta
Apuntes
Hay autores que escriben un solo amor con distintos nombres. Truman Capote lo hizo con los de Nancy Clutter y Holly Golightly: la muchacha asesinada y la mujer que huye. Dos rostros de la misma herida.
Nancy era todo lo que el mundo aprueba: pureza, promesa, familia. Una adolescente que hacía listas, organizaba fiestas y creía que el bien era una costumbre diaria. Holly, en cambio, era todo lo que el mundo juzga: libre, contradictoria, caprichosa, superviviente. Todo sinónimo de “libre y espontánea”.
Ambas están solas frente a una sociedad que las define, una desde la muerte y otra desde el deseo.
Yo creo que Capote estuvo enamorado de una mujer que fue las dos. Una que lo deslumbró por su bondad y lo desarmó por su caos. En Nancy encontró la integridad que él nunca tuvo; en Holly, la libertad que siempre le fue negada. Una mujer que cocinaba con delantal los domingos, pero que podía desaparecer una semana sin explicar por qué. La amaba por lo que lo salvaba y por lo que lo destruía.
En A sangre fría, Capote mira a Nancy como si aún pudiera rescatarla. La describe con ternura casi maternal, pero también con una envidia melancólica: ella no sabía lo que era la vergüenza ni el exceso. En Desayuno en Tiffany’s, en cambio, elige no salvar a Holly. La deja ir. Le permite el privilegio que Nancy nunca tuvo: seguir viva aunque nadie la entienda.
Quizá esa fue la forma en que Truman se reconcilió con su propia culpa. Escribir a la que murió como víctima y a la que se fue como promesa. Una purificada por la muerte, la otra condenada a vivir
. Entre ambas, Capote puso su propia alma: la de un niño que soñaba con el orden de Nancy y despertaba con el desorden de Holly.
No se puede amar a dos mujeres tan distintas sin romperse un poco. Pero Capote lo hizo. Amó la pureza que se deja matar y la libertad que se mata sola.
Y quizá, como tantos de nosotros, entendió demasiado tarde que una y otra eran la misma. Que la vida te puede matar por ser buena o por querer ser libre. Y que entre esas dos muertes —la literal y la simbólica— se esconde el precio de vivir como uno quiere.
Punto.
Y aquí estoy yo, leyendo a Truman y sintiendo que me contó la historia antes de que ocurriera. Porque yo también quise que Holly fuera Nancy: que se quedara, que colgara su vestido brillante y se sentara a esperar el desayuno. Pero ella eligió la noche, otro hombre, otra ciudad.
Yo sigo aquí, recogiendo los platos, preguntándome si alguna vez alguien puede amar a una mujer así sin terminar escribiendo sobre su ausencia.
Quizá eso somos los que escribimos: los que convertimos el abandono en literatura.
Los que seguimos hablando con las Holly que quisimos que fueran Nancy, aun sabiendo que la vida —como en Capote— siempre acaba a sangre fría.
Yo soy Jorge Saldaña.
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#4 Tiempos
Antonio Castro Leal, su papel por la autonomía universitaria | Columna de J.R. Martínez/Dr. Flash
EL CRONOPIO
En los movimientos y propuestas por la autonomía universitaria en el país, son varios los potosinos que figuran como pioneros, algunos no muy mencionados en este proceso. Entre estas figuras encontramos a Valentín Gama y Cruz, Rafael Nieto Compeán, Manuel Nava Martínez y Antonio Castro Leal quien estaría involucrado en los dos más importantes movimientos por la autonomía universitaria, el caso potosino y el de la universidad nacional.
Antonio Castro leal, abogado de formación y literato por vocación nació en San Luis Potosí en la última década del siglo XIX, el 2 de abril de 1896 y como varios potosinos iría a la Ciudad de México a continuar sus estudios a principios del siglo XX, donde fincaría su formación intelectual en la Escuela Nacional Preparatoria adquiriendo una formación humanística que guiaría su vida profesional. Fue uno de los fundadores del proyecto conocido como Ateneo de la Juventud y la fundación de la Preparatoria Libre.
Ingresa a la Escuela Nacional de Jurisprudencia y cofundaría la Sociedad de Conferencias y Conciertos en 1916, a cuyos siete fundadores se les llamaría “los siete sabios”, junto a Vicente Lombardo Toledano, Manuel Gómez Morín, Teófilo Olea y Leyva, Jesús Moreno Baca, Alfonso Caso y Alberto Vázquez del Mercado. “Los siete sabios”, nombre que nació mas en tono de burla que de reconocimiento, se caracterizaban por ser un grupo lleno de inquietudes culturales y políticas, aficionados a la música, la literatura y cultura en general; jóvenes precoces de 19 y 20 años de edad que ya eran profesores universitarios.
El papel pionero de Valentín Gama, por la autonomía universitaria cuando asumió el rectorado de la entonces Universidad Nacional de México, ya lo hemos tratado en esta columna, pero por aquella época revolucionaria Antonio Castro Leal, figuraría entre los primeros mexicanos que impulsarían los proyectos de autonomía universitaria.
Su interés político se manifestaría en 1917, cuando con sus compañeros universitarios que integraban “los siete sabios” extendieron al Congreso de la Unión la primera solicitud de autonomía universitaria, como protesta ante la Constitución de ese año, que suprimía a la Secretaría de Educación Pública creando a cambio un Departamento Universitario que el Senado integró a la Secretaría de Gobernación; determinación que molestó a estudiantes y profesores y como parte de la protesta, Castro Leal y sus amigos de los siete sabios enviaban la solicitud de autonomía universitaria al Congreso de la Unión, de la cual nunca hubo respuesta.
Años después, Antonio Castro Leal, sería rector de la Universidad Nacional de México, siendo el segundo potosino en ocupar ese puesto y durante su rectorado se conseguiría como un gran triunfo histórico la autonomía universitaria transformándose la Universidad Nacional en Universidad Nacional Autónoma de México.
Por ese entonces la autonomía de la universidad potosina, que se considera la primera a nivel nacional en haber obtenido ese carácter con la iniciativa de Rafael Nieto, le había sido retirada y la recuperaría en parcialmente en 1935 siendo gobernador Idelfonso Turrubiartes. La completa autonomía y formación estructural académica de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, la lograría el Dr. Manuel Nava con el apoyo del gobernador Ismael Salas en la década de los cincuenta del siglo XX, como apuntamos en la entrega anterior de esta columna. En este movimiento académico en San Luis, estaría participando de manera indirecta también Antonio Castro Leal como miembro de la Academia Potosina de Ciencias y Artes que impulsó el movimiento renovador de alta cultura que incidió en la moderna formación de la UASLP.
Antonio Castro Leal obtuvo los grados de licenciado y doctor en derecho por la UNAM y doctor en filosofía por la Universidad Georgetown en Washington, Estados Unidos. Durante algún tiempo se dedicó a la docencia como actividad principal dictando cátedra de literatura en la Escuela de Altos Estudios, en la Escuela Nacional Preparatoria y en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, también impartió la cátedra de derecho internacional en la Escuela Nacional de Jurisprudencia.
Su papel en las instituciones educativas y culturales mexicanas fue muy importante teniendo un destacado papel protagónico, entre ellas la dirección del Instituto Nacional de Bellas Artes, entre muchas otras.
Su actividad literaria, otra de sus pasiones, la inicia en 1914 distinguiéndose como escritor, ensayista y crítico de las letras mexicanas. Escribió poesía usando el pseudónimo de “Miguel Potosí”. Castro Leal es uno de los muchos potosinos que escribieron su historia en el mundo de las letras y que figura como un protagonista por la autonomía universitaria en el país.
Antonio Castro Leal murió en la Ciudad de México el 7 de enero de 1981.
También lee: Manuel Nava, médico, humanista impulsor de la autonomía universitaria | Columna de J.R. Martínez/Dr. Flash
#4 Tiempos
Siempre Autónoma… ¿o hasta la victoria siempre?
APUNTES
Así “sin querer queriendo” me encontré una película que para mí es fabulosa: “13 días”. John Efe, era encantador… Fidel, un hombre que jamás se hincó ante el “imperio” mmmm… ¿De qué lado están ustedes? ¿“Team Fidel, que no se rinde pero tampoco se alinea”, o “Team John”?
La UASLP es como la Cuba de Fidel: No, ¿cómo cree presidente? Nosotros no tenemos nada en su contra, pero pues la hermana República de Rusia nos regaló unos misiles… ¿Qué haría usted?
Presidente… nuestra patria es autónoma, libre, independiente… no se meta, pero queremos el mismo derecho que usted a meternos en lo que nos dé la gana y golpearlo a contentillo… métase cuando a nosotros nos convenga… es nuestro derecho y hasta deber.
Presidente: vamos a lanzar nuestros misiles, pero no queremos hacerles daño… solo que usted nos hace daño y nos comportamos IGUAL que usted.
¿Autonomía? Claro. Que hermosa palabra. Caperucita pudo ser la más puta con el lobo, pero… fue decisión de ella (muy autónoma) señalar a quien ella consideró culpable… y mataron al lobo.
Deme una salida, presidente…
— Ok.
Eres a partir de hoy, autónomo. Pero bloqueado. Aceptas lo que te diga, pero dirás que no aceptaste. Hablo yo. No tú
… y te tienes que agachar, aunque tú tengas los misiles.
—Ganamos.
Hasta la próxima.
Yo soy Jorge Saldaña
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