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SLP, el caso García Luna y el asesinato de Jaime Zapata
El 15 de febrero de 2011 dos agentes estadounidenses fueron atacados por Zetas en territorio potosino, pero ¿qué hacían en México? ¿Cómo se vincula con el secretario de Felipe Calderón?
Por: Bernardo Vera
San Luis Potosí guarda una relación con el juicio contra Genaro García Luna, ex titular de la Secretaría de Seguridad Pública durante el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa.
En el 2011, el operativo “Rápido y Furioso” fue una estrategia pactada entre los gobiernos de Estados Unidos y México, mediante el cual se permitió el ingreso de centenares de armas de fuero estadounidense a territorio mexicano, bajo la premisa de que estas pudieran ser rastreadas y condujeran a objetivos criminales. Uno de los capítulos de mayor trascendencia de esa fallida idea ocurrió el 15 de febrero de ese año en territorio potosino, cuando dos agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE, por su siglas en inglés) fueron emboscados por un comando armado y derivó en la muerte de Jaime Zapata, agente especial de dicho departamento. Sin embargo, ¿quién fue el responsable de este atentado? ¿Cuál era el motivo de que dos agentes norteamericanos se encontraran en nuestro país?
A continuación hacemos un resumen de los acontecimientos ocurridos, a 12 años del suceso que caló en diferentes esferas de la vida política local, nacional e internacional de aquella época:
RÁPIDO Y FURIOSO
De 2009 a 2011, la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos de Estados Unidos (ATF, por sus siglas en inglés),“donó” armas estadounidenses a carteles mexicanos, en un operativo denominado “Rápido y Furioso”. Esta operación solo tuvo la autorización de Barack Obama, ex presidente de los Estados Unidos, y sin requerir el aval del Congreso norteamericano. La intención era entregarlas a grupos criminales mexicanos, rastrearlas y dar con la ubicación de presuntos objetivos criminales.
Felipe Calderón Hinojosa, entonces presidente de México, sostenía una lucha por reducir los índices de violencia y narcotráfico que prevalecían en el país, en la conocida “guerra contra el narco”, bajo la coordinación de Genaro García Luna, por lo que no existió gran oposición ante el plan maquinado desde Estados Unidos.
Las armas ingresaron a México y cayeron en manos de diversos grupos criminales. Sin embargo, en el reciente juicio que se sigue en Nueva York contra García Luna, se reveló que dichas armas fueron dadas al Cártel de Sinaloa, por el vínculo que este grupo criminal mantenía con el ex secretario de Seguridad Pública. Declaración que fue respaldada por la Fiscalía General de la República (FGR).
MISIÓN IMPOSIBLE
En noviembre del 2010, personal agregado a la embajada de Estados Unidos en México, emitió una solicitud a la oficina en Washington, para que les proporcionaran equipo táctico especial. Dicho equipo serviría para terminar “una misión de alto perfil”. No obstante, el traslado del equipo desde Estados Unidos hasta el Distrito Federal (la actual Ciudad de México) se realizaría por tierra, lo que generó muchas dudas.
La misión era que una primera unidad de agentes cruzara desde las oficinas de Monterrey a Texas para recoger el equipo táctico y entregarlo a una segunda unidad en otro punto medio del territorio mexicano, (San Luis Potosí) para que lo llevaran a la capital del país.
Los encargados de esta segunda unidad serían Víctor Ávila Jr., quien estaba asignado en México; y Jaime Zapata, de 32 años de edad, nativo de Brownsville, Texas, quien se ofreció a participar voluntariamente mientras se encontraba de paso en el país, para cumplir con otra misión de asignación de servicio temporal. Ambos se encontraban en la Ciudad de México.
Ávila y Zapata tenían que llevar 12 paquetes desde San Luis Potosí hasta la Ciudad de México, y solo les proporcionaron una camioneta obsoleta -no tenía las llantas adecuadas y los seguros se abrían automáticamente al detener la marcha- y la instrucción precipitada para llevar el equipo lo más rápido posible.
La entrega de este equipo se tuvo que realizar, pese a que en reiteradas ocasiones se informó al ICE sobre los riesgos de atravesar la zona centro de la República Mexicana, debido a la presencia de grupos criminales y los ataques armados que efectuaban. Los reportes presentados sobre este caso detallan que uno de los involucrados declaró lo siguiente:
“Ahora no es un buen momento para hacer esto porque el área de San Luis Potosí, entre Ciudad de México y Monterrey, donde los agentes propusieron encontrarse (para entregar el equipo táctico), estaba ‘muy caliente’“.
Pocos días antes de realizar la entrega de equipo, un involucrado en la misión se había enterado “a través de diversas fuentes” que “las autoridades mexicanas y el Ejército mexicano mantenían enfrentamientos con miembros del cártel de Los Zetas en las áreas de San Luis Potosí y Zacatecas”.
Sin embargo, las advertencias fueron ignoradas.
ENEMIGO AL ACECHO
Los agentes de la primera unidad del ICE provenientes de Monterrey, entraron a la ciudad de Matehuala el 15 de febrero de 2011 alrededor de las 10:50 horas, y desayunaron en un restaurante de aquel lugar. Al terminar su desayuno, condujeron hasta el acotamiento conocido como “El Altiplano de Potosí” en el kilómetro 100 de la carretera federal 57, donde finalmente, se encontraron con Zapata y Ávila, quienes llegaron al punto acordado alrededor de las 11:30 horas. En un lapso de diez minutos, se cargaron las cajas de un vehículo a otro, los agentes se despidieron y cada uno siguió su camino por donde llegó. Hasta el momento todo transcurría de acuerdo al plan.
A la altura de la comunidad ‘El Toro’, muy cerca de la cabecera municipal de Santa María del Río, Ávila y Zapata fueron atacados presuntamente por un comando armado perteneciente a ‘Los Zetas’.
Los atacantes fueron José Emanuel García Sota, alias ‘El Zafado’ y Jesús Iván Quezada Piña, alias ‘El Loco’. Ambos emboscaron a los agentes y dispararon hacia el vehículo con pistolas y armas semiautomáticas, incluyendo rifles de asalto AK-47 y AR-15. Una de las versiones señala que los agentes norteamericanos fueron monitoreados en su paso por territorio mexicano desde que arribaron a Matehuala, donde desayunaron. Ahí, presuntamente dos elementos de la entonces policía estatal, dieron a conocer la presencia de la camioneta de los agentes estadounidenses a una célula delictiva, ya que fungían como ‘halcones’ para diversos grupos criminales.
Zapata murió tras recibir diversos impactos de bala en el pecho, mientras que el agente especial Ávila, fue herido de gravedad. Fernando Toranzo Fernández, entonces gobernador de San Luis Potosí, fue el primero en reconocer que el crimen organizado fue responsable del atentado, debido al modus operandi. Además, desde el inicio de su gestión había solicitado la intervención de las fuerzas federales y el Ejército mexicano para el combate al crimen organizado en la entidad potosina.
García Sota y Quezada Piña fueron detenidos, extraditados, y condenados a cadena perpetua el 27 de julio de 2017 en el tribunal federal de distrito para el Distrito de Columbia. De acuerdo con sus declaraciones, tenían como objetivo robar camionetas para reponer las unidades pérdidas en sus constantes enfrentamientos contra las autoridades mexicanas y otros cárteles que codiciaban la plaza, por lo que habían puesto el ojo a la unidad diplomática que llevaba a bordo a los agentes estadounidenses.
Tiempo después se determinó que las armas con las que el agente Zapata había perdido la vida, eran las mismas que el gobierno de los Estados Unidos autorizó que ingresarán a territorio mexicano en el operativo ‘Rápido y Furioso’, avalado por los entonces presidentes de los Estados Unidos y de México, así como de las autoridades de seguridad de ambos países.
En noviembre de 2022, se dio a conocer que los acusados interpelaron la sentencia, y argumentaron que el Código 18 USC 1114 y 924 de la Ley de Protección de oficiales y empleados de los Estados Unidos, no se aplicaban extraterritorialmente. Los jueces determinaron que Los Zetas tenían razón, dado que el 1114 tenía un alcance puramente nacional, con lo que se devolvió el caso para una nueva sentencia limitada y se determinó que en 60 días se fijará la nueva fecha para la sentencia.
La responsabilidad compartida por la muerte de Jaime Zapata, corresponde a las autoridades mexicanas, que permitieron la ejecución de un plan que desató la ola de violencia a un punto sin precedentes, pero también de Estados Unidos, tras ignorar las advertencias de que un traslado de equipo mediante una valija diplomática era más seguro que hacerlo por tierra y exponer la integridad de dos elementos de su respectivo departamento.
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#Crónica | Tres cobertores y una promesa: relato de un camino guadalupano
Francisco avanzó de rodillas con ayuda de cobertores rumbo al Santuario, mientras cientos de historias pasaban a su lado
Por: Ana G Silva
A las 9:17 de la noche, la Calzada de Guadalupe respira una solemnidad que solo se siente en diciembre. El día 12 todavía no llega, pero desde horas antes la fe ya comienza a mover cuerpos, a sostener promesas, a encender velas que iluminan el camino como pequeñas estrellas terrenales.
Frente al reloj junto al Mercado Tangamanga, Francisco se coloca sobre sus rodillas. No hay ceremonia, no hay discursos; solo el silencio íntimo de dos hombres —él y su primo, Alex— que saben que el camino será duro, pero necesario. A unos pasos, su familia organiza los tres cobertores envueltos con cinta, improvisación que la experiencia ha enseñado para que el pavimento, frío y áspero, no hiera más de lo inevitable.
Inician.
Las luces del reloj en este emblemático corredor peatonal quedan atrás; la Caja del Agua se acerca. Los cobertores se colocan, se levantan, vuelven a colocarse. Dos familiares avanzan unos pasos, extienden el siguiente tramo de tela para que Francisco y Alex puedan seguir. Se turnan sin decir palabra.
La Calzada esta noche no es un tránsito: es una procesión viva. Y aunque hay momentos en que otras personas rebasan a Francisco, también hay instantes en que él y su primo pasan frente a peregrinos que han pausado a recobrar fuerzas. Pero nadie compite. Aquí, cada quien camina —o avanza de rodillas— al paso de su promesa.
A los lados, un río de historias avanza en silencio y oración.
Hay quienes caminan sosteniendo un rosario, murmurando avemarías que se pierden entre las luces navideñas. Muchos peregrinan de rodillas: algunos con rodilleras; otros sin nada que amortigüe el dolor; algunos acompañados solo por una persona que les ofrece agua o un hombro; y otros rodeados por familias enteras que avanzan como escudos humanos para protegerlos del tumulto.
Entre los miles de cuerpos alineados hacia el Santuario, aparece un hombre que llama la atención: camina de rodillas con la espalda descubierta, y en ella luce un gran tatuaje de la Virgen que brilla con el sudor y el reflejo de las luces. A su lado, un amigo lo acompaña de cerca, moviendo un cobertor, ayudándolo a incorporarse cada ciertos metros, dándole palabras de aliento mientras ambos escuchan, desde un aparato portátil, canciones dedicadas a la Virgen de Guadalupe. Sus rostros muestran cansancio y devoción en partes iguales.
En distintos puntos se encuentran elementos de Protección Civil, la Cruz Roja, voluntariado de la iglesia, Policía Municipal y Guardia Civil Estatal. Se detienen junto a quienes necesitan descansar; cargan botellas de agua; preguntan por mareos y dolores; algunos alumbran el camino con linternas mientras otros ofrecen palabras de calma. Son pr esencia discreta pero esencial, un recordatorio de que la fe es un acto personal, pero el camino siempre es acompañado.
Y aunque a esa hora el flujo de peregrinos es constante, conforme la noche avanza hacia las 12:00 de la madrugada, la Calzada comienza a llenarse aún más. Cada vez llegan más personas —familias completas, parejas, jóvenes, adultos mayores— todos atraídos por la misma intención: ir al encuentro de la Virgen.
En el trayecto, Francisco sigue avanzando, lento pero firme. Sus familiares continúan el ritual de los cobertores: uno se coloca bajo sus rodillas, otro se prepara metros adelante, un tercero queda listo para el siguiente turno. El tiempo se convierte en una mezcla extraña: a ratos parece detenerse en el peso del dolor y la concentración; a ratos parece correr, empujado por la multitud que pasa, que susurra, que reza.
En ese mar de historias, ocurre una escena que queda grabada:
Una mujer, también de rodillas, comienza a llorar del dolor. Faltan apenas unos 250 metros para llegar al Santuario. Sus familiares intentan darle ánimo, pero sus piernas ya no responden. Paramédicos de la Cruz Roja se acercan de inmediato; revisan su respiración, valoran si puede continuar. Desde la distancia, Francisco alcanza a ver el movimiento, los gestos de preocupación. Por respeto, no se sabe si la mujer pudo seguir o no. Pero la imagen queda como un recordatorio del límite humano… y de la inmensidad de la fe que empuja incluso cuando el cuerpo falla.
Finalmente, después de una hora y cuarenta minutos, Francisco y su primo llegan al Santuario.
Ahí, la imagen cambia por completo: frente al templo no hay silencio, sino un océano de personas que ya aguardan su turno para entrar, para agradecer, para ofrecer un ramo, una veladora, una intención. Algunos llegan caminando, otros llorando, otros con las rodillas marcadas por el trayecto. Pero todos llegan.
Porque aunque cada uno trae su propia historia —un milagro pedido, una promesa, un agradecimiento, un duelo, un deseo de consuelo—, lo que los une es ese movimiento colectivo, esa peregrinación que no se mide en kilómetros, sino en fe.
Y así, en la víspera del 12 de diciembre, la Calzada de Guadalupe vuelve a demostrar que el camino a la Virgen nunca se recorre solo. Se avanza con la familia, con desconocidos que ayudan, con cuerpos cansados que dan ejemplo, con autoridades y voluntarios que cuidan, con música que consuela… y con la certeza de que al final, la fe siempre encuentra su destino.
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Reforma educativa abre paso para que 30 docentes regresen a aula en SLP
La medida deriva de una reciente reforma legislativa que busca proteger a quienes enfrentan acusaciones sin fundamento
Por: Redacción
La Secretaría de Educación del Gobierno del Estado (SEGE) estima la reincorporación de 30 docentes que habían sido separados temporalmente de sus funciones tras enfrentar diversas denuncias. Según varios medios de comunicación, esta medida deriva de la reciente aprobación de una reforma legislativa diseñada para salvaguardar al personal docente.
El titular de la SEGE, Juan Carlos Torres Cedillo, explicó que el objetivo de esta nueva legislación es defender a las y los catedráticos que son señalados sin fundamento por parte de padres de familia o tutores. Si bien los 30 docentes aún no han sido exonerados de manera definitiva, su reincorporación es un paso que se prevé gracias al nuevo marco legal.
El funcionario estatal detalló que cuando existe una acusación contra un maestro, ya sea ante la SEGE o la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), se procede a su separación parcial de la impartición de clases. Torres Cedillo reconoció que este proceso administrativo provoca una carencia de maestros frente a grupo, lo que a su vez genera afectaciones directas a los escolares, quienes pierden continuidad en sus clases.
La reforma legislativa, de acuerdo con las declaraciones del titular de la SEGE, busca mitigar estas afectaciones al proporcionar un mecanismo legal que defiende a los docentes de acusaciones infundadas, permitiendo que la mayoría regrese a sus aulas para continuar con su labor educativa.
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Ciudad
Vecinos del Centro Histórico denuncian posible antro clandestino
Habitantes reclaman omisión oficial pese a los reportes por ruido y venta ilegal de alcohol
Por: Redacción
Habitantes de la zona del Centro Histórico han comenzado a expresar su preocupación por la operación de un centro nocturno que opera en la calle Julián de los Reyes, pues aseguraron que opera sin regu lación.
Mediante publicaciones en redes sociales, residentes compartieron videos en los que se observa actividad en el inmueble durante la noche y primeras horas de la madrugada lo que ha generado quejas por el volumen elevado de la música.
El lugar también estaría vendiendo bebidas alcohólicas sin los permisos correspondientes lo que representa un riesgo para los vecinos de la zona.
Ante está situación los colonos han señalado que ya han presentado quejas formales ante las autoridades, aunque hasta el momento no han recibido respuesta por parte de las instancias encargadas de las supervisión.
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