#4 Tiempos
Recomposición social | Columna de Óscar Esquivel
Desafinando
Cada ocasión que se tiene para reflexionar sobre cómo nos comportamos en sociedad, es un aliciente para transformar nuestro sentir en comunidad. Hoy en día existe una recomposición moderna de la sociedad, pareciese un fenómeno actual, en realidad a mi juicio, no lo es, se ha presentado durante todo tiempo y en todo lugar; en los grandes cambios el mundo ha desarrollado reformas sociales impuestas y autoimpuestas como raza humana que somos, y así continuará igual, somos hijos del mismo ADN viviendo en este globo llamando tierra.
Cientos de culturas, pensamientos, ideologías, las líneas divisorias entre los estados, la posesión de la riqueza, y la penumbra de la pobreza, dividimos al ser humanos de acuerdo a sus características físicas, sus diferentes intelectos. Generaciones pasan y continuamos igual, en ocasiones infringiendo mayor ferocidad, señalando al más vulnerable.
La evolución de la sociedad se ha dado con la cimentación sobre cosas vagas, sobre muros de prejuicios, complicando así la buena convivencia, tan complicado es que parece un empeño en fortalecer el comportamiento social errático, nos han obligado a ver lo sencillo, lo simple en algo complicado, como si fueran matemáticas, queremos hacernos unos expertos en fórmulas que agilicen el crecimiento económico y social.
Presumimos que lo sencillo no puede nunca llegar a ser preciso e importante, para algunos solo atrasa el desarrollo o el desenvolvimiento social, cada vez somos más vacíos y arrogantes.
“Aquel con mucho talento y un capacidad superior, hacen del hombre poco apto para la sociedad”: Chamfort.
Nunca en la historia tanta gente ha hecho tan poco por los demás.
Sumergidos en un intercambio de poderes, dinero, avaricia, desapego social, se nos va el tiempo de encontrar el camino, para terminar con la miseria, el abandono.
En esta etapa convertida en hombres “modernos”, alteramos el equilibrio de la convivencia, la tolerancia, hemos dado pasos equivocados sin preocuparnos si podremos remediarlo.
“hoy día no hay sociedad; solo hay muchedumbre”: Valtour.
OTRA VEZ, LA SALUD
No se puede entender, sin caer en la miserabilidad de juicio, que un puñado de notables funcionario y asesores, no pueda o no quieren enderezar el barco de la salud de los mexicanos, todo tipo de recetas mal escritas, miles de enfermos desesperados, tema recurrente en meses, alguien tendrá que pagar por tanta ineficiencia, ineptitud.
Miles de medicamentos no están en los anaqueles de los hospitales, operaciones urgentes se detienen por falta de insumos hospitalarios, al grado que, en algunos casos se reciclan y van de paciente en paciente; en las enfermedades graves como el cáncer, se han interrumpido los tratamientos poniendo en riesgo la vida de quienes los necesitan.
Obligados están a responder muchas preguntas, pero la más importante sería ¿por qué, si se conocía que los medicamentos están en manos de monopolios mexicanos, no se recurrió comprar a laboratorios extranjeros desde hace un año? Ahora ya se van a comenzar, pero como somos una sociedad iracunda, se desgarran las vestiduras siempre señalando “son medicinas caducadas”, “medicamentos prohibidos”, “no autorizados para su uso, en sus países de origen”.
Nada más fastidioso de escuchar a quienes apuestan al caos.
Los gobernadores del PRI tuvieron un acercamiento con el Presidente para tratar el tema del Insabi. Estos aceptaron firmar el acuerdo con la federación para echar andar el nuevo esquema del que fuera el Seguro Popular. Los gobernadores fueron “tundidos” en redes sociales por haber firmado la colaboración; es de todos conocido que el INSABI nació como “cabra en el monte”, sin reglas, sin personal, sin un pisca de técnica administrativa, creo que los gobernadores tendrán una tarea titánica que resolver. En nuestro caso potosino, actuar con inteligencia y mostrar, eso sí, las habilidades técnicas de administración pública del gobernador Juan Manuel Carreras seguro podría paliar el daño y garantizar un servicio médico decente a los más pobres del estado.
Para muestra un botón: el Hospital Central debe seguir siendo un referente hospitalario y no hay de otra, se requiere de la federación para realizar esta tarea.
DESARROLLO INTERIOR
Los de la capital, los de la zona Media, los huastecos, todos somos potosinos. Se continúa recurriendo a no abrir los incentivos el tercer círculo de la proveeduría, aquellos que pueden ser proveedores, de los proveedores de las grandes empresas, el desarrollo económico continúa concentrándose en la Zona Metropolitana, con todos los beneficios, pero también las calamidades de una gran mancha urbana, desafortunadamente poco llega a Pymes de la transformación.
En todo el estado de San Luis Potosí encontramos con una variedad de sitios naturales, de construcciones antiguas, como las haciendas ¿por qué no se toma el ejemplo de los estados como Yucatán para explotar turísticamente estos sitios? Además de su riqueza cultural, serían detonadores económicos, micro regionales, algunas ya dan servicios de hotelería boutique, otras de renta para eventos, mezcaleras, vinícolas etc. Para ello se requiere voluntad política y cambiar el pensamiento económico. Los esfuerzos son de la iniciativa privada con una efímera participación gubernamental, por ejemplificar, el proyecto de Armadillo de los Infante en tan solo diez años ha dado un vuelco sorprendente en la economía del lugar, con visión comunitaria se puede hacer grandes cosas.
Sin ir tan lejos, a solo unos minutos de la capital en el municipio de Villa de Zaragoza, cuenta con exhaciendas ya con servicios turísticos como la Enramada, otra exhacienda, como la ubicada en la cabecera municipal, podría convertirse en un sitio de atractivo turístico. Es de reconocer el esfuerzo de la presidenta Paloma Bravo por rescatar el casco de hacienda, ya que se encuentra en litigio, esperamos que turismo estatal ponga de su parte para destrabar el caso y se le dé posesión al municipio. Sin una sinergia de la sociedad y el gobierno como este caso poco se podrá hacer.
Una ruta por regiones de exhaciendas, mezcalerías, vinícolas como lo mencionamos anteriormente, sería sin duda y sin temor a la equivocación, el mejor detonante económico para todo el estado. Con buenos caminos, señalización adecuada, oferta variada, atendiendo la vocación económica regional como lo es la Huasteca con su caña, ruta del ron, piloncillo, azúcar, dulces, solo es cuestión que eliminar la flojera de pensar y accionar.
Teniendo la voluntad la esperanza será la columna que nos sostenga.
Nos saludamos pronto.
También lee: Para no estar bien | Columna de Óscar Esquivel
#4 Tiempos
El primer poeta potosino, Pedro de los Santos | Columna de J.R. Martínez/Dr. Flash
EL CRONOPIO
Si bien desde los primeros años de la fundación existieron poetas en San Luis y se cultivó este género, como lo hemos tratado en anteriores entregas, estos personajes serían españoles avecindados en la ciudad; el primer poeta nacido en el siglo XVII en estas tierras en la ciudad de San Luis Potosí sería Pedro de los Santos.
Pedro de los Santos. Este personaje es uno de los nacidos en San Luis Potosí, nacería a mediados del siglo XVII; en 1699 era colegial de San Ildefonso y Familiar y Maestresala del virrey don Juan Ortega Montañés.
Emigraría muy joven a la ciudad de México, al parecer estudiaría también en la Real y Pontifica Universidad de México pues en su Romance aparece el título de Bachiller.
Su Romance es el único poema que se le conoce, fue escrito en 1700 y publicado en 1702 conociéndosele con el título de Romance en elogio a San Juan de Dios en las fiestas que hizo México por su canonización. Poema que tendría el segundo lugar en el certamen poético por la canonización de San Juan de la Cruz, que describió el Pbro. Br. Juan Antonio Ramírez Santibañez; donde se apunta: “El segundo lugar, se le dio al que puede tener plaza de Músico suave, pues tira gajes de cantor en el palacio de Apolo y ser Maestresala de las Musas, al Bachiller donde Pedro de los Santos, maestre de la sala del Exmo. Sr. Dr. Don Juan de Ortega Montañés, del Consejo de su majestad, arzobispo de México, segunda vez Virrey, Gobernador, Capitán General de esta Nueva España y Presidente de su Real Audiencia”.
El Padre Peñalosa asegura que en su poema “no faltan, en el romance, algunas características de la poesía barroca, entonces en pleno apogeo, como la hipérbole, las alusiones mitológicas, la bimembración distribuida en dos versos o tal cual detalle de la luz y de color; pero sin el poderío y la plasticidad, sin el ingenio y la audacia de la verdadera y grande poesía barroca”.
Al decir del Padre Peñalosa una copia fotostática de su romance se encuentra en el Archivo Histórico de San Luis Potosí.
En su romance, los últimos versos dicen:
la misma tormenta corre
haciendo que el aire ocupe
mejor sagrada saeta
del Ave de culpa inmune.
Con ella el piélago vence,
con ella el viento confunde
y no admira que con ella
el mismo Puerto salude.
Con ella pone en Granada
columnas que no caduquen
a las injurias del tiempo,
pues su caridad las sube.
Mereciendo mayor palma,
Porque puso en servidumbre
Al mar, no con armas fieras,
Sino con palabras dulces.
También lee: Alcalde Mayor de San Luis, primer editor de Sor Juana Inés de la Cruz | Columna de J.R. Martínez/Dr. Flash
#4 Tiempos
La miseria del sexo | Columna de Juan Jesús Priego Rivera
LETRAS minúsculas
Sucede en un cuento de Arthur Schnitzler (1862-1931), el escritor austriaco. Una vez, un joven fue invitado a asistir a un duelo en calidad de padrino de un militar de cierto rango que, al ver ofendido su honor, retó a muerte a un caballero de la alta sociedad vienesa abofeteándolo con su guante. Qué razones había para lavar con sangre esa mancha real o imaginaria, no lo sabemos, pues éstas no quedan muy claras en el relato, aunque todo parece indicar que había unas faldas de por medio, y que estas faldas eran nada menos que las de la esposa del militar.
Como decimos, el padrino nada sabía de los motivos que impulsaron al teniente Loiberger a tomar tan drástica determinación, pero tampoco quiso averiguarlas. ¿Para qué? Como se dice, cada uno sabe dónde le aprieta el zapato; y, además, ¿para qué negar que en aquellos tiempos remotos la gente se mataba entre ella por los motivos más banales y fútiles? «El hecho –dice el narrador de esta historia, es decir, el padrino- de que en ciertos círculos tuviera que contarse con la posibilidad o incluso con la inevitabilidad de los duelos, ya sólo esto, créame, daba a la vida social una cierta dignidad o, al menos, un cierto estilo. Y a las personas de estos círculos, incluso a las más insignificantes o ridículas, les prestaba la apariencia de una continua disposición a la muerte, aun cuando a usted esta expresión le parezca, utilizada en este contexto, demasiado rimbombante».
Digámoslo ahora con nuestras palabras: en aquellos tiempos, batirse a muerte con adversarios verdadero o ficticios era una moda tan extendida, sobre todo entre las clases superiores, que nuestro joven narrador ni siquiera se extrañó cuando el teniente Loiberger solicitó amablemente su padrinazgo. Además, ¿no era ésta la séptima u octava vez que un caballero ofendido le pedía exactamente la misma cosa? Sin embargo, es necesario abreviar, y lo haremos diciendo cuanto antes que el muerto, allí, fue precisamente el señor Loiberger, que cayó al suelo con cierta elegancia y sin demasiados aspavientos a causa de una bala que vino a incrustársele a la altura del corazón. Se llevó la mano al pecho, lanzó un suspiro hondo, se tendió en la hierba como quien se dispone a permanecer en esa postura un tiempo muy largo y murió en el acto.
Una autoridad municipal dio fe del deceso –también sin demasiados aspavientos- y el día transcurrió como de costumbre, cual si en realidad nada grave hubiese acontecido. Sin embargo, un problema quedaba sin resolver, y era que la viuda, que vivía en la capital, es decir, en Viena, debía enterarse de la muerte de su marido. ¡Claro, era necesario decírselo, y cuanto antes mejor! ¿Y quién iba a encargarse de tan desagradable tarea? El padrino, naturalmente, que para eso estaba. Y allá va nuestro narrador. Frau Agathe, la esposa del señor Loiberger, lo recibe amablemente y lo hace pasar al recibidor. En realidad nunca en su vida había visto ella a este hombre, pero no le parece feo y hasta le invita una copa…
¡Dios mío, qué bella era Frau Agathe! Su rostro resplandecía como una hoguera encendida. Ahora bien, ¿para qué ponerse a hablar ahora, precisamente ahora, de cosas tan tristes como son las que se refieren a la muerte? Ya lo haría después; por el momento era preciso beber otra copa y disfrutar el momento. Frau Agathe se veía incluso feliz. ¿Para qué romper el hechizo? Entonces el visitante se puso a hablar con la joven viuda –ella aún no sabía que lo era- de cosas que nunca sabremos. Y tanto hablaron y hablaron, y tanto se gustaron el uno al otro que pronto, sin que nadie supiera cómo ni cuándo, ya estaban los dos tomados de la mano en la alcoba de ella. ¡Oh, no se habían reunido allí para entregarse a la práctica de ejercicios piadosos! Y pasó el tiempo. Cuando el visitante despertó por fin, pudo recordar como entre sueños que había venido a esta casa a cumplir una misión. ¿Cuál era ésta? Trataba de recordarlo. ¡Ah, sí, decirle a Frau Agathe que su marido había muerto en la vecina ciudad de Ischl, en el transcurso de un duelo, precisamente!… Aún no salía completamente de su modorra cuando oyeron ambos a lo lejos un ruido de pasos. Quien llegaba era el doctor Mülling, amigo de la familia, para preguntar a la señora si ya se había enterado de la triste noticia. Cuando la supo, la mujer se deshizo en llanto y pidió ver cuanto antes el cuerpo de su marido.
«Desde entonces –cuenta el narrador- no me dirigió ni una palabra… Efectivamente, aquella misma tarde partió sola y a la mañana siguiente condujo el cadáver a Viena. Al otro día tuvo lugar el entierro al que, por supuesto, asistí… Muchos años después nos encontramos en una reunión social. Mientras tanto se había casado de nuevo. Nadie que nos hubiera visto hablar habría adivinado que nos unía una profunda vivencia común. Pero, ¿realmente nos unía? Yo mismo habría podido considerar aquella estival y tranquila, misteriosa y, con todo, feliz hora como un sueño que sólo yo había soñado: tan clara, tan sin recuerdos, tan inocentemente profundizó su mirada en la mía».
Y así acaba esta historia, que no ha hecho más que confirmar mis sospechas, a saber: que la relación sexual, por sí sola, no puede unir a dos seres que no se aman. Hoy es común, o casi, afirmar que las relaciones sexuales son como el termómetro del amor, de manera que nada puede esperarse de dos seres que no saben -o no pueden- hacerse gozar el uno al otro. Hay quien dice, además, que para enamorarse de una persona antes hay que haberse acostado con ella. Pero esto es falso, pues las cosas, por lo regular, suceden exactamente al revés. Así como los milagros no producen la fe, sino que es más bien la fe la que produce los milagros, así habría que decir también que las relaciones sexuales no producen el amor, sino que, a lo más, cuando éste ya existe sólo lo alimentan. Los que no se amaban antes de ir juntos a la cama, no se amarán más cuando hayan regresado de ella, y hasta es posible en algunos casos que terminen queriéndose menos. Los cuerpos podrán acoplarse todo lo que quieran, pero, si las almas están lejos, entonces no hay nada que hacer.
Me decía hace poco un joven hablándome de su novia, con la que tenía ya estas relaciones y con quien acababa de romper: «Quizá deje más material para el recuerdo una tarde viendo juntos el crepúsculo que una relación sexual». Claro, claro. ¿Podría decirse mejor? He aquí la miseria del sexo.
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#4 Tiempos
Verano futbolero | Columna de Arturo Mena “Nefrox”
TESTEANDO
Apesar de los pesares, el verano futbolero arranca este fin de semana.
Tanto el mundial de clubes, como la Copa Oro, se jugarán en el territorio de los Estados Unidos, algo que bajo otro panorama sería lo ideal, un país multicultural, con una infraestructura increíble y fortaleza económica como para poder generar ingresos sobrevalorados, todo estaría bien, si no hubiera problemas sociopolíticos en Norteamérica.
Las recientes políticas han comprometido las entradas a los estadios y con esto un posible golpe comercial a las proyecciones de FIFA. Pero pasando al punto netamente deportivo, que al fin es lo que importa para esta sección, las cosas suenan muy interesantes.
Por un lado tenemos el nuevo experimento mundial, juntar a algunos de los clubes más importantes del mundo, en un torneo que buscará enfrentarlos con sus mejores jugadores en búsqueda de un gran premio económico, todos los equipos presentarán lo mejor que tienen y es probable que conforme avancen en el torneo su nivel tenga que aumentar, cuando los equipos que solo van a participar queden fuera, y se cierre contra los verdaderos rivales. Un torneo que levanta expectativas y que promete buenos juegos, sobre todo cuando clubes europeos salten a las canchas con sus figuras mundiales.
A la par de este torneo, se jugará el evento principal de CONCACAF. Si bien la región es tal vez la más olvidada del planeta, y sus selecciones fuertes no pasan por un buen momento, es notable voltear a ver a la zona y su torneo insignia a un año antes del mundial. Administrativamente, vamos a poder ver algunos estadios que serán sede de la Copa del Mundo 2026, así como los preparativos para ciertas ciudades que recibirán afición y participantes. Por lo futbolístico, vale la pena resaltar el mal momento que vive la selección de los Estados Unidos, un equipo que llega con 4 partidos sin ganar y que busca levantar cabeza con Mauricio Pochettino, quien de hacer un mal torneo seguramente se despedirá por ahora de sus posibilidades de dirigir un mundial. Del lado de México, el Vasco Aguirre tiene que demostrar que su equipo puede levantar la cara a un año de la copa. La obligación de campeonar en la Copa Oro sigue siendo imperante, así como desplegar un buen fútbol ante rivales que parecen a modo.
El resto de las selecciones piensan más en su posible clasificación al mundial y tomarán la participación como partidos de preparación ante lo que viene para el cierre del 2025.
Dos torneos interesantes, un mes lleno de futbol y equipos que disputarán en una de las próximas sedes mundialistas. Atentos con el país del norte, y que la política y lo social no sean impedimento para por lo menos distraer un poco de lo verdaderamente importante, sin perder por completo la atención. Que arranque ya el verano futbolero.
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