octubre 8, 2025

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#4 Tiempos

Ojo con San José de Buenavista (Ahí está el “bisne”) | Columna de Jorge Saldaña

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Dentro del Plan del Centro de Población Estratégico está incluido un mega proyecto inmobiliario, del cual son socios el padre y tío de Pablo Zendejas, secretario particular del alcalde Xavier Nava, lo que constituye un claro conflicto de intereses 

TERCERA LLAMADA.

Con mucho cautela, la administración municipal había mantenido por debajo del radar el proyecto inmobiliario denominado “Fraccionamiento Campestre” que los hermanos Zendejas, Eduardo y José, presentaron ante el Implan desde agosto del año pasado, el cual contempla fraccionar poco menos de 100 hectáreas en la que, se presume, será la verdadera Zona Diamante de la capital potosina, donde hoy está la comunidad de San José de Buenavista, a espaldas de la colonia Villa Magna y los residenciales Alto Lago y Horizontes y que está incluido dentro del el nuevo Plan del Centro de Población Estratégico, el cual podría votarse la próxima semana

La cautela o el dolo (o ambos) por mantener muy de bajo perfil el proyecto se debe al evidente conflicto de intereses que existe entre los desarrolladores y el presidente municipal, Xavier Nava Palacios, que mantiene como secretario particular a Pablo Zendejas, el hijo y sobrino de los inversores inmobiliarios y eslabón incómodo de un desarrollo que, mientras exista el vínculo, podrá ser señalado de irregular o corrupto.

No se puede insultar a la inteligencia de los potosinos con la salida fácil de que Pablo Zendejas no es empleado del Implan o que no hay relación en conflicto por no haber lazos sanguíneos con los involucrados. Nadie es tan ingenuo como para imaginar que Xavier Nava y su primer círculo, además de los encargados técnicos de elaborar el Plan de Desarrollo, desconoce que el padre de Zendejas se encuentra a la espera de una votación que le permitirá concretar un proyecto multimillonario.

Tampoco es sostenible que el proyecto haya nacido ayer, o que los terrenos se hubiesen adquirido apenas. El Fraccionamiento Campestre lleva años cocinándose, y si bien es cierto que los Zendejas no son los únicos inversionistas, sí son el apellido que pone en riesgo su factibilidad.

El Ayuntamiento no puede con un señalamiento más de ese tamaño. Suficiente tiene ya con los intereses cruzados que existen con el Grupo México al que –según el propio personaje asegura– en ocasiones representa el tío político del alcalde y ex gobernador, Horacio Sánchez Unzueta. Son 600 Hectáreas (nada más) en un “sistema” que contempla más de 2 mil casas habitación en una zona “multi-nomenclatura”, es decir, con varias densidades permitidas en su uso de suelo. Un negocio de más de mil 500 millones de dólares que se contemplan autorizar en un alzar de brazos.

Del interés político intrínseco por autorizar a los desarrolladores encabezados por Carlos López Medina en la zona pétrea de la Sierra de San Miguelito mejor ni hablemos, pues aún disminuido en sus expectativas (esperaban la autorización de más de 2 mil hectáreas y según parece no les autorizarán más de 280) Es un negocio de 5 mil millones de pesos.

De regreso a San José de Buenavista, su servidor no es bueno para hacer bien las cuentas pero, concediendo que quedando a salvo las donaciones, espacios de urbanización, y la muy baja densidad que les pretenden autorizar (menos que H1, que se denomina “Residencial Campestre”) por lo menos serán 20 las hectáreas libres para desarrollar un concepto que, dicho sea de paso, sería la envidia del Club Campestre de Golf, con mejores vistas, mayor plusvalía, menor densidad, y con un potencial mejor conexión tanto al nuevo desarrollo de IMMSA, como a las vialidades programadas por sus socios de grupo Valorán que pretenden conectar precisamente esa zona, atravesar toda la ciudad, unir el mega proyecto de la vía alterna a la Zona Industrial (el de Avenida Juárez para aumentar de valor los terrenos, digo, de pasada) llegar al eje 140 cruzando por el tramo de la sierra que pretenden autorizar y finalmente enlazar rumbo a la carretera 57.

Qué hermoso. Todo se alinea para tres personajes ligados políticamente, en mayor o menor medida al alcalde y a sus ambiciones electorales.

Ni modo de dejar fuera la jiribilla política ¿qué no se trata todo del poder? Ya lo preguntó Michel Foucault: ¿acaso su desconfianza no muestra que incluso ellos mismos suponen que el Poder es algo que existe con su origen por un lado, su naturaleza, por el otro, y, por último, sus manifestaciones? Para esos algunos que no interrogan el poder y se limitan a describir sus efectos ignorando la naturaleza de sus causas.

No, no es casual la alineación. Las oligarquías históricas involucradas en el crecimiento de la ciudad están jugando a las cartas.

Vaya momento para ser regidor de la capital. En los próximos días esas 15 almas, que se supone honrosamente representan a toda la ciudadanía, tendrán en sus brazos, se levanten o no, el timón del futuro potosino.

No es poco ni menor, Culto Público, el aprobar un Plan que regirá el desarrollo de una ciudad que intercambia cerros por casas o zonas de recarga acuífera por lotes en avenidas con camellón.

Ya veremos el honor o la vergüenza que tendrán que colgarse de por vida este cuerpo edilicio al que la historia escogió para semejante responsabilidad.

Muy a pesar de los esfuerzos –que hay que reconocerlos aunque trabajo cueste– del secretario General, Sebastián Pérez, por convencer con pasión a los no tan mansos (ni tan mensos) regidores por aprobar el plan con los mejores y más nobles argumentos (no es sorna ni mi sarcasmo socarrón), los cañonazos de dinero no se han hecho esperar.

 

Los inversionistas, desarrolladores interesados en sus proyectos, mal harían en no procurar tener una votación afirmativa, aunque eso signifique corromper conciencias y están haciendo su labor.

Son 10 votos, tres cuartas partes del cabildo, los necesarios para hacer historia, buena o mala, futuro o condena, luz verde al porvenir o al precipicio, negocio o desgracia. La apuesta está en la mesa.

Como ejemplo, y con gran pesar lo escribo, está el de mi amigo Jaime Uriel Waldo Luna, a quien se dice ya “arreglaron” económicamente para tener su voto a favor del Plan a contra corriente de sus compañeros regidores panistas, que hasta ayer por la noche estaban seguros de votar en contra del documento así como se encuentra.

No veo cómo se pueda “Construir Confianza” si se da la espalda a los ciudadanos y se ignoran los gravísimos conflictos de interés amarrados a un negocio multimillonario de los papás del particular del alcalde.

Es como si Octavio Pedroza, en su momento, hubiera autorizado la construcción de un edificio encima de la Glorieta Bocanegra nada más porque los constructores fueran los tíos del propio Waldo ¿Verdad que eso no ocurrió “Waldini”?. Ya veremos el sentido de su voto para que se revele la verdad. Esa siempre sale a flote. Por lo pronto a Waldo nadie lo localiza, al parecer (ojalá que no) se encuentra aislado por covid. Al menos eso dice. Vamos a creerle.

El resto de los regidores, en su brazo votador, en el ángulo que lo utilicen ese día histórico en que se vote un plan de ordenamiento que no solamente dicta los lineamientos urbano-inmobiliarios, sino todas las condiciones indispensables para que sea posible vivir en esta ciudad de los jardines los próximos años, llevan pues en ese grado que tome el sentido de su brazo, a cada familia, a cada ciudadano, a cada niño, cada oportunidad y a casi un millón de esperanzas de un buen porvenir. 

Para hacerse ricos no es que los elegimos. Tampoco para hacer más ricos a los que ya lo son. Voten por San Luis, que no es poca cosa ni asunto de calenturas políticas. ¿De qué les va a servir el dinero para hacer una campaña si lo obtienen producto de dar un voto inmoral y envenenado?

El crecimiento que están por aprobar, sobra decir, significa para algunos, miles de millones de pesos. Una fortuna difícil de terminar en varias generaciones. No es que les de malas ideas pero, ¿se van a entregar por una ida al cine y unos tacos? Nooo ¡Quieranse y dense a respetar! Como dice mi abuelita.

Ya para terminar debo reconocer, mención aparte merece la apuesta alta, tensa y osada que emprendió Sebastián Pérez (vaya…) en bajar las pretensiones originales de los grupos más poderosos, y ya lo dijimos, orgánicos de esta ciudad. Reducir de 2 mil hectáreas a 280 a los desarrolladores del poniente no debió ser un asunto terso. 

Tampoco debe ser fácil decir que no a la ambiciosa nomenclatura H1 que tiene, por ejemplo, el club de Golf La Loma, y bajar el número de viviendas que se pudieran permitir al fraccionamiento de los señores Zendejas. Es decirle “no”, al papá del chico más cercano al patrón. Es decirle que no a los señores que “apostaron” parte de su fortuna en la campaña. Es decirle que no, bueno que sí, pero “nada más poquito”.

A Horacio pues, ni qué decir, a él no le pudieron regatear ni un gramo. Proyecto México va completo.

Aún con la reducción, significativa en apariencia, cada negocio es por donde se vea una poderosa máquina de fabricación de riqueza. Todos ganan. Todos… ellos, claro está.

En fin, la moneda está en el aire, y si este gobierno quiere presumir pronto un nuevo Plan de Ordenamiento así como lo tienen, tendrán que convencer con las razones correctas, a 10 de sus regidores. A 5 ya los tienen en contra, pero los dados de la democracia siguen rodando.

Ah… y por supuesto, Xavier tiene que despedir a Pablo Zendejas. No hay de otra.

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#4 Tiempos

Las dos mujeres de Truman. Palabras con cicuta

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Apuntes

Hay autores que escriben un solo amor con distintos nombres. Truman Capote lo hizo con los de Nancy Clutter y Holly Golightly: la muchacha asesinada y la mujer que huye. Dos rostros de la misma herida.

Nancy era todo lo que el mundo aprueba: pureza, promesa, familia. Una adolescente que hacía listas, organizaba fiestas y creía que el bien era una costumbre diaria. Holly, en cambio, era todo lo que el mundo juzga: libre, contradictoria, caprichosa, superviviente. Todo sinónimo de “libre y espontánea”.

Ambas están solas frente a una sociedad que las define, una desde la muerte y otra desde el deseo.

Yo creo que Capote estuvo enamorado de una mujer que fue las dos. Una que lo deslumbró por su bondad y lo desarmó por su caos. En Nancy encontró la integridad que él nunca tuvo; en Holly, la libertad que siempre le fue negada. Una mujer que cocinaba con delantal los domingos, pero que podía desaparecer una semana sin explicar por qué. La amaba por lo que lo salvaba y por lo que lo destruía.

En A sangre fría, Capote mira a Nancy como si aún pudiera rescatarla. La describe con ternura casi maternal, pero también con una envidia melancólica: ella no sabía lo que era la vergüenza ni el exceso. En Desayuno en Tiffany’s, en cambio, elige no salvar a Holly. La deja ir. Le permite el privilegio que Nancy nunca tuvo: seguir viva aunque nadie la entienda.

Quizá esa fue la forma en que Truman se reconcilió con su propia culpa. Escribir a la que murió como víctima y a la que se fue como promesa. Una purificada por la muerte, la otra condenada a vivir

. Entre ambas, Capote puso su propia alma: la de un niño que soñaba con el orden de Nancy y despertaba con el desorden de Holly.

No se puede amar a dos mujeres tan distintas sin romperse un poco. Pero Capote lo hizo. Amó la pureza que se deja matar y la libertad que se mata sola.

Y quizá, como tantos de nosotros, entendió demasiado tarde que una y otra eran la misma. Que la vida te puede matar por ser buena o por querer ser libre. Y que entre esas dos muertes —la literal y la simbólica— se esconde el precio de vivir como uno quiere.

Punto.

Y aquí estoy yo, leyendo a Truman y sintiendo que me contó la historia antes de que ocurriera. Porque yo también quise que Holly fuera Nancy: que se quedara, que colgara su vestido brillante y se sentara a esperar el desayuno. Pero ella eligió la noche, otro hombre, otra ciudad.

Yo sigo aquí, recogiendo los platos, preguntándome si alguna vez alguien puede amar a una mujer así sin terminar escribiendo sobre su ausencia.

Quizá eso somos los que escribimos: los que convertimos el abandono en literatura.
Los que seguimos hablando con las Holly que quisimos que fueran Nancy, aun sabiendo que la vida —como en Capote— siempre acaba a sangre fría.

Yo soy Jorge Saldaña.

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#4 Tiempos

Antonio Castro Leal, su papel por la autonomía universitaria | Columna de J.R. Martínez/Dr. Flash

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EL CRONOPIO

 

En los movimientos y propuestas por la autonomía universitaria en el país, son varios los potosinos que figuran como pioneros, algunos no muy mencionados en este proceso. Entre estas figuras encontramos a Valentín Gama y Cruz, Rafael Nieto Compeán, Manuel Nava Martínez y Antonio Castro Leal quien estaría involucrado en los dos más importantes movimientos por la autonomía universitaria, el caso potosino y el de la universidad nacional.

Antonio Castro leal, abogado de formación y literato por vocación nació en San Luis Potosí en la última década del siglo XIX, el 2 de abril de 1896 y como varios potosinos iría a la Ciudad de México a continuar sus estudios a principios del siglo XX, donde fincaría su formación intelectual en la Escuela Nacional Preparatoria adquiriendo una formación humanística que guiaría su vida profesional. Fue uno de los fundadores del proyecto conocido como Ateneo de la Juventud y la fundación de la Preparatoria Libre.

Ingresa a la Escuela Nacional de Jurisprudencia y cofundaría la Sociedad de Conferencias y Conciertos en 1916, a cuyos siete fundadores se les llamaría “los siete sabios”, junto a Vicente Lombardo Toledano, Manuel Gómez Morín, Teófilo Olea y Leyva, Jesús Moreno Baca, Alfonso Caso y Alberto Vázquez del Mercado. “Los siete sabios”, nombre que nació mas en tono de burla que de reconocimiento, se caracterizaban por ser un grupo lleno de inquietudes culturales y políticas, aficionados a la música, la literatura y cultura en general; jóvenes precoces de 19 y 20 años de edad que ya eran profesores universitarios.

El papel pionero de Valentín Gama, por la autonomía universitaria cuando asumió el rectorado de la entonces Universidad Nacional de México, ya lo hemos tratado en esta columna, pero por aquella época revolucionaria Antonio Castro Leal, figuraría entre los primeros mexicanos que impulsarían los proyectos de autonomía universitaria.

Su interés político se manifestaría en 1917, cuando con sus compañeros universitarios que integraban “los siete sabios” extendieron al Congreso de la Unión la primera solicitud de autonomía universitaria, como protesta ante la Constitución de ese año, que suprimía a la Secretaría de Educación Pública creando a cambio un Departamento Universitario que el Senado integró a la Secretaría de Gobernación; determinación que molestó a estudiantes y profesores y como parte de la protesta, Castro Leal y sus amigos de los siete sabios enviaban la solicitud de autonomía universitaria al Congreso de la Unión, de la cual nunca hubo respuesta.

Años después, Antonio Castro Leal, sería rector de la Universidad Nacional de México, siendo el segundo potosino en ocupar ese puesto y durante su rectorado se conseguiría como un gran triunfo histórico la autonomía universitaria transformándose la Universidad Nacional en Universidad Nacional Autónoma de México.

Por ese entonces la autonomía de la universidad potosina, que se considera la primera a nivel nacional en haber obtenido ese carácter con la iniciativa de Rafael Nieto, le había sido retirada y la recuperaría en parcialmente en 1935 siendo gobernador Idelfonso Turrubiartes. La completa autonomía y formación estructural académica de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, la lograría el Dr. Manuel Nava con el apoyo del gobernador Ismael Salas en la década de los cincuenta del siglo XX, como apuntamos en la entrega anterior de esta columna. En este movimiento académico en San Luis, estaría participando de manera indirecta también Antonio Castro Leal como miembro de la Academia Potosina de Ciencias y Artes que impulsó el movimiento renovador de alta cultura que incidió en la moderna formación de la UASLP.

Antonio Castro Leal obtuvo los grados de licenciado y doctor en derecho por la UNAM y doctor en filosofía por la Universidad Georgetown en Washington, Estados Unidos. Durante algún tiempo se dedicó a la docencia como actividad principal dictando cátedra de literatura en la Escuela de Altos Estudios, en la Escuela Nacional Preparatoria y en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, también impartió la cátedra de derecho internacional en la Escuela Nacional de Jurisprudencia.

Su papel en las instituciones educativas y culturales mexicanas fue muy importante teniendo un destacado papel protagónico, entre ellas la dirección del Instituto Nacional de Bellas Artes, entre muchas otras.

Su actividad literaria, otra de sus pasiones, la inicia en 1914 distinguiéndose como escritor, ensayista y crítico de las letras mexicanas. Escribió poesía usando el pseudónimo de “Miguel Potosí”. Castro Leal es uno de los muchos potosinos que escribieron su historia en el mundo de las letras y que figura como un protagonista por la autonomía universitaria en el país.

Antonio Castro Leal murió en la Ciudad de México el 7 de enero de 1981.

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#4 Tiempos

Siempre Autónoma… ¿o hasta la victoria siempre?

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APUNTES

 

Así “sin querer queriendo” me encontré una película que para mí es fabulosa: “13 días”. John Efe, era encantador… Fidel, un hombre que jamás se hincó ante el “imperio” mmmm… ¿De qué lado están ustedes? ¿“Team Fidel, que no se rinde pero tampoco se alinea”, o “Team John”?

La UASLP es como la Cuba de Fidel: No, ¿cómo cree presidente? Nosotros no tenemos nada en su contra, pero pues la hermana República de Rusia nos regaló unos misiles… ¿Qué haría usted?

Presidente… nuestra patria es autónoma, libre, independiente… no se meta, pero queremos el mismo derecho que usted a meternos en lo que nos dé la gana y golpearlo a contentillo… métase cuando a nosotros nos convenga… es nuestro derecho y hasta deber.

Presidente: vamos a lanzar nuestros misiles, pero no queremos hacerles daño… solo que usted nos hace daño y nos comportamos IGUAL que usted.

¿Autonomía? Claro. Que hermosa palabra. Caperucita pudo ser la más puta con el lobo, pero… fue decisión de ella (muy autónoma) señalar a quien ella consideró culpable… y mataron al lobo.

Deme una salida, presidente…

— Ok.

Eres a partir de hoy, autónomo. Pero bloqueado. Aceptas lo que te diga, pero dirás que no aceptaste. Hablo yo. No tú

… y te tienes que agachar, aunque tú tengas los misiles.

—Ganamos.

Hasta la próxima.

Yo soy Jorge Saldaña

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Opinión

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