mayo 9, 2025

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#4 Tiempos

Los diputados al VI y VII local | Columna de Jorge Saldaña

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TERCERA LLAMADA.

 

Culto Público, seré breve porque tuve tiempo, a diferencia de los candidatos a los que ya se les agotó ese preciado activo:

Me voy a referir en esta entrega a dos candidatos a diputados locales, al postulado por Morena al VII distrito, Óscar Valle Portilla, y al abanderado por la Coalición Sí por San Luis al VI distrito local, Ricardo Villareal Loo.

Óscar Valle:

1) Jamás se ha preparado para ser funcionario público, mucho menos para ser representante popular y por lo tanto no tiene una sola experiencia en su trayectoria profesional en el ámbito legislativo. Formó su familia y su currículum en la Ciudad de México y en Puebla siendo primero bróker financiero, asesor de inversiones, su vida hasta hace tres años fue la del apasionante mundo del juego de los capitales y el dinero. Compra barato y vende caro, la acumulación, la ganancia y la generación de capital son su Padre, Hijo y Espíritu Santo. Nadie dice que eso sea malo ni negativo, caray que bueno porque además fue exitoso y generó fortuna, alimentó a su familia y un estilo de vida.

2) Su retorno a San Luis, tras un breve paso por tierras poblanas, en las que defendió a multimillonarios capitalistas defraudados por algún vivales relacionado a banco Interacciones (en el que además abandonó el caso) responde al ruego perfumado de invitación que le hizo su amigo y socio Xavier Nava Palacios, cuando veía hundirse el barco de su campaña en 2018. Valle decidió regresar con la condición de mantener su calidad de vida (léase puesto asegurado y mejor remunerado). Allá en Puebla, por cierto, hizo buenas relaciones con empresas dedicadas a los proyectos de iluminación rentables, representantes o intermediarios involucrados con una de las productoras de energía más importantes de Francia (pura casualidad si fue el principal promotor e intermediario con TrafficLight empresa “ganadora” de la licitación del proyecto de 400 millones de pesos por 50 mil luminarias que a precio de mercado no cuestan ni la mitad).

3) Por construcción humana, y me refiero a educación, círculos sociales, relaciones familiares, convicciones e historia personal, Óscar Valle se puede definir como un hombre de derecha, capitalista, marista, privilegiado, siempre de alta esfera, beneficiado del apellido y los rendimientos del mismo que jamás dudó en usar. Vamos que, de haber nacido en Estados Unidos, Óscar Valle sería un ejemplar republicano y seguramente un ferviente admirador de Donald Trump. Entre sus libros favoritos, casi por lo seguro, tiene alguno de Carlos Cuauhtémoc Sánchez, o ¿Quién se robó mi queso? de Spencer Jhonson, y su biblia de cabecera me imagino puede ser “Padre Rico, Padre Pobre” o alguna novedad sobre cómo “triunfar en la vida” de Arturo Elías Ayub (que conste que nada tengo en contra de los textos y mucho menos de los autores, los pongo como ejemplos para dibujar al personaje en cuestión).

4) ¿Qué hace pues un perfil como el de Valle Portilla buscando el voto por el Movimiento de la Regeneración Nacional? Ese Partido de la llamada Cuarta Transformación en México, que entre sus principios se compromete a cuidar de los menos privilegiados, con el más alto sentido social encaminado a la recomposición estructural del sistema político y económico del país, el partido que es enemigo de los privilegios y fomentador de los derechos universales, ¿qué hace ese partido que es la antítesis de la acumulación desmedida de recursos en las manos de unos cuantos abanderando a un hombre como Óscar Valle?

5) A Óscar le interesan las relaciones del más alto nivel, la vida holgada, vivir en el Campestre, comer bien y beber mucho mejor en los mejores restaurantes, es aficionado al campismo y, comprobado, se encuentra invirtiendo 50 millones de pesos en la construcción de un Hotel-Camping para niños con padres de alta capacidad adquisitiva en la Sierra de Álvarez ¿Qué sabe el candidato de Morena de no tener agua en su casa si su fraccionamiento riega diariamente hectáreas de jardines con abundancia de H20 y en los baños de su residencia cuenta con sistema hidroneumático?

6) ¿Qué sabe Don Oscar de inseguridad si antes de vivir en la zona mejor ubicada de la Ciudad de México, creció viviendo en una enorme mansión de la Avenida Venustiano Carranza? ¿Cómo puede, ya no digamos representar, sino saber y sentir lo que siente un potosino de Mesa de Conejos, Tierra Blanca, Pozuelos, El Aguaje, Terrero o la Simón Díaz? ¿Podrá representarlos también a ellos? ¿Los conoce? ¿O nada más se acerca a hacer promesas, regalar estufas y persuadirlos con su gentileza efímera y estudiada que puede desde el legislativo resolver la seguridad y la falta de agua?

7) ¿No será que quiere seguir manteniendo su ritmo de vida, sus buenas relaciones y no alejarse del círculo de los negocios en el cobijo del presupuesto y vida pública? El partido, los valores y los ideales son lo de menos, mientras en su biografía no falte algo que para Valle Portilla es indispensable: recursos a manos llenas y la cercanía del lugar donde eso se consigue.

8) No tengo bola de cristal, Culto Público, pero puedo apostar doble contra sencillo que Valle Portilla ya tiene un plan “B” para cuando pierda la elección al séptimo distrito local. Saldrá de este pueblo polvoriento al que tanto desprecia, para ir a buscar un acomodo en la capital de la República o en alguna ciudad cosmopolita, desde donde administre las ganancias que le generen sus “Campamentos de Verano” para adolescentes mimados hijos de las clases altas.

9) Su campaña va en cuarto lugar en las preferencias y con razón. El VII distrito vota, como desde hace 50 años, por el PAN, no por una cara bonita que cambia de atuendo a conveniencia y que tiene por único objetivo mantener su status a cualquier costo.

10) Por lo anterior, Culto Público, si le dieran solo dos opciones a elegir y la primera fuera el señor Valle, por congruencia le sugiero escoger la segunda (sea lo que sea).

11) A casi tres años de ingresar al Ayuntamiento, el señor Valle Portilla no ha podido explicar, ni de dónde está invirtiendo cantidades millonarias en la construcción de un Hotel Campamento en la Sierra, ni ha podido explicar cómo es que le alcanza para pagar la renta de la casa que Jesús Ramírez Stabros en el exclusivo Club Campestre de Golf en más de 50 mil pesos, cuando Oscar Valle como funcionario ganaba apenas 46 mil mensuales, mismos que dejó de recibir hace más de 7 meses. ¿Será que en el Campestre fían las rentas?

12) Bonus Line: Valle Portilla la lleva de la mano con Xavier Nava, no se sueltan ni a sol ni a sombra… todavía no sé quién de los dos le quita más votos al otro.

Ricardo Villareal Loo (Candidato al VI distrito local por la coalición PRI-PAN-PRD-CP):

Diré muy poco y mucho menos de lo que sé: El diputado Villarreal quiere repetir en el cargo que le permitió darse gustos propios con dinero ajeno. Jamás regresó al distrito que se supone representa, pero que no conoce. Vive tan lejos de las colonias que recorre y ha gozado siempre de lo que los ciudadanos que pretende representar tanto carecen, que su campaña es una afrenta a la inteligencia, a la congruencia y a su propia integridad.

De Villarreal Loo, se le recuerda apenas por su paso, sin pena ni gloria, por la televisión local. No se ha distinguido por casi nada en la vida, ningún logro personal, ninguna causa desinteresada, ninguna iniciativa relevante ni mucho menos alguna historia de ayuda o interés genuino por sus semejantes.

El señor, eso sí, goza de vivir la buena vida y derrochar el dinero fácil, por ejemplo aquel millón de pesos que le fue entregado el 13 de diciembre del 2018 en casa del propio alcalde Xavier Nava por manos de Jesús Medina, atestiguada por otros asistentes, y confirmada por funcionarios municipales que estuvieron presentes.

La entrega del soborno a cambio de que votara Villarreal el aumento de la tarifa del agua que se celebraría un día después, fue festejado a lo grande en una francachela empapada de alcohol y mujeres en el privado del restaurante Casa Altero, evento que este reportero consignó puntualmente por encontrarse en el lugar y tener acceso posterior y por separado con casi todos los invitados al festín del reparto del dinero.

En aquella ocasión, el señorito Villarreal ebrio de poder y vanidad, pero también envalentonado con por lo menos medio litro de algún delicioso destilado, agredió verbal y físicamente al reportero que esto escribe y que en aquel entonces exhibió puntualmente, pero no hay rencores. Lo aquí plasmado son hechos verificables.

Nota: (Por razones técnicas, la crónica se perdió de la base de datos de La Orquesta pero se encuentra en nuestra página amiga Código San Luis en la que se puede acceder a través de éste link: https://archivo.codigosanluis.com/la-orquesta-cronica-de-un-aumento-al-agua-que-termino-en-cruda/)

Al final de cuentas, los diputados panistas involucrados en apoyar el intento municipal de aumentar la tarifa fracasó, pero solo los “decentes” (y lo pongo entre comillas porque ya habían recibido también su parte de recursos) regresaron el efectivo que habían recibido.

Villarreal Loo, no. El prefirió quedárselo y gastárselo, total –pensaría- “lo caido (sin acento) caido.

Por eso Ricardo Villarreal, no se atreve a decir una sola palabra en contra de Xavier Nava, por eso, aunque lo niega, le juega sucio y en contra a Enrique Galindo, candidato de su misma coalición a la alcaldía, del que, por cierto, se aprovecha en cada evento y oportunidad, por eso no se atreve a tocar temas municipales, simple y sencillamente porque no tiene cara ni valor para mirar a Nava a la cara… digo, le debe un millón de pesos (y su carita de vergüenza lo sabe).

¿Así quiere repetir en el cargo? ¿Quiere otro millón para gastar en gustos costosos? No creo que los potosinos quieran mantenerle 3 años más la parranda, la socarronería, la desvergüenza y la falta de integridad, pero pues allá él, su distrito y sus compañeros del “maxi-combo” si siguen confiando en dicho personaje.

Me despido por esta ocasión, Culto Público, pero regreso pronto con apuntes. Los 7 días de campaña lo ameritan. Próximo jueves, esos sí, le prometo dar a conocer mis pronósticos para las diputaciones federales.

Hasta muy pronto.

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#4 Tiempos

Primer poeta potosino, Andrés Diego de la Fuente | Columna de J.R. Martínez/Dr. Flash

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EL CRONOPIO

El matrimonio español, avecindado en San Luis Potosí, formado por el Capitán y Sargento Mayor don Diego de la Fuente Rincón, Alguacil Mayor del Santo Tribunal de la Inquisición en San Luis Potosí y de doña Bárbara Pérez Bocanegra descendiente de don Pedro de Arizmendi y Gogorrón, uno de los que asistieron a la fundación del Pueblo de San Luis Minas del Potosí, procrearon ocho hijos, uno de los cuales figuraría como uno de los primeros humanistas potosinos, Andrés Diego de la Fuente que nació en San Luis Potosí el 30 de noviembre de 1705.

Andrés Diego de la Fuente es considerado el primer poeta potosino. Después de vivir su infancia en San Luis y estudiar sus primeras letras ingresó en el noviciado de la Compañía de Jesús en 1723. Seguiría trabajando en la labor educativa que había asumido la Compañía de Jesús, recorriendo los principales colegios.

En 1730 sería profesor de gramática en el Colegio de Zacatecas; estudiante de teología en el Colegio Máximo de San Pedro y San Pablo en 1732; el 25 de julio de 1734 fue ordenado sacerdote por D. Francisco de Buenaventura, obispo auxiliar de La Habana; en 1735 recibe la Tercera Probación en Puebla; para 1737 era profesor de gramática y filosofía en el Colegio de Durango; el 8 de diciembre de 1740 celebraba su profesión solemne; en 1744 era ya profesor de teología en el Colegio de Durango, ostentando las dotes de ingenio, juicio y letras, como bueno, de suficiente prudencia, de alguna experiencia, de complexión temperada, de talento para todo.

Fue vice – rector y prefecto de salud, en 1748, en el Colegio de Pátzcuaro; en 1749 en el Colegio de León fue consultor y confesor en casa; en 1751 regresa al Colegio de Pátzcuaro como rector; en 1753 sería rector en el Colegio de San Luis de la Paz; luego rector del Colegio de Valladolid en 1756; en 1761 estando enfermo permaneció en el Colegio de Querétaro y para 1767, cuando serían desterrados de territorios españoles los jesuitas, era capellán de hacienda en el Colegio de Querétaro que regenteaba el P. Diego José Abada, que había sido en su momento profesor del Colegio de San Luis Potosí, para luego salir desterrado de Veracruz en “La Dorada”; en 1768 llegaría a Ferrara en Italia, para pasar a Bolonia después de algunos años; el 26 de marzo de 1783 moría en Bolonia, siendo sepultado en la Parroquia de San Donato.

Su inclinación a las letras las ejerció desde joven. Siendo estudiante de San Ildefonso escribió un soneto castellano que se publicó en el libro titulado La azucena de Quito, publicado en México en 1732. Publicó también unos epigramas latinos en 1746 y el logrado poema latino sobre la Virgen de Guadalupe de 1773. Estos poemas han recibido los mejores elogios de estudiosos de las letras en México de los siglos XVIII, XIX y XX

, considerándolo un poeta de altura y una de las glorias de las letras mexicanas para orgullo de los potosinos, lugar donde saldrían magníficos escritores en tiempos posteriores.

Uno de los méritos de Andrés Diego de la Fuente es su empeño en introducir y dignificar en su poema, los temas indígenas y mexicanos. De acuerdo al Padre Peñalosa, en las notas fuera de texto Diego de la Fuente explica algunos vocablos aztecas; latiniza otros en el cuerpo del poema y dedica breve y espléndido elogio a la lengua náhuatl, cuando se refiere a “la manera elegante de hablar que los indios mexicanos acostumbran”.

En su recorrido al destierro, continuó con su obra educativa, siendo rector del Colegio de la Habana, para luego salir de tierras del dominio español y llegar a Italia, lugar donde fueron a residir los jesuitas mexicanos, desde donde desplegarían un importante labor intelectual colocando a México como lugar de importantes contribuciones artísticas y filosóficas.

En la expulsión de los jesuitas, Andrés de la Fuente se encontraba en Querétaro donde era Capellán de Hacienda en el Colegio de la Compañía de Jesús, fue conducido a Veracruz donde se embarcó a La Habana donde fue nombrado rector del Colegio de la Habana y pasó más tarde a Italia, donde falleció en Bolonia el 26 de marzo de 1783 a la edad de 78 años.

Escribió en La Azucena de Quito un inserto en el libro, Imprenta Real del Superior Gobierno de los herederos de la Viuda de Miguel Rivera; en el Empedradillo, año de 1732, un epigrama latino en 1746 que menciona Eguiara y Eguren; y, la imagen de N.S. de Guadalupe. Dedicatoria en versos latinos a la Patrona del Reino de México, 10 de noviembre de 1773.

Oculte el rosicler la Cipria Diosa,
cuando sus plantas en las flores mueve,
que el leve tacto de su pie de nieva,
la flor más pura muere vergonzosa.

No así de Quito Venus amorosa
que, cuando herida con rigor no leve,
en cada gota de rubí que llueve,
nace azucena la que muere rosa.

Una calle en la ciudad de San Luis Potosí de la Colonia Viveros lleva su nombre.

También lee: Genoma de las plantas, el tema en La Ciencia en el Bar | Columna de J.R. Martínez/Dr. Flash

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Variaciones sobre el mismo tema | Columna de Juan Jesús Priego Rivera

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LETRAS minúsculas

 

Cuenta Simone de Beauvoir (1908-1986) al comienzo de su ensayo Pirrus et Cineas que una vez Pirro, el general, hacía en voz alta proyectos de conquista:

“-Primero someteremos Grecia –decía.

“-¿Y luego? –le preguntó Cineas, el filósofo, que estaba por allí cerca y lo escuchaba con atención.

“-Luego conquistaremos África.

“-¿Y después de África?

“-Después de África pasaremos a Asia, conquistaremos Asia Menor, Arabia.

“-¿Y después? –volvió a preguntar el filósofo.

“-Después iremos a la India.

“-¿Y después de la India?

“-¡Ah! –exclamó Pirro-. Descansaré.

“-¿Y por qué no descansas de una vez?

“Cineas –comenta la novelista filósofa- parece sabio. ¿Por qué partir si es para volver? ¿A qué comenzar si hay que detenerse? Y, sin embargo, si no decido en primer término detenerme, me parecerá aún más vano partir. ‘No diré A’, dice el escolar con empecinamiento. ‘¿Por qué?’. ‘Porque después de eso habrá que decir B’. Sabe que, si comienza, no terminará: después de B será el alfabeto entero, las sílabas, las palabras, los libros, los exámenes y la carrera; a cada minuto, una nueva tarea que lo arrojará hacia una nueva tarea, sin descanso. Si no se termina nunca, ¿para qué comenzar?… Pero en tanto que permanezca vivo –dice Pirro- es en vano que Cineas me hostigue, diciéndome: ‘¿Y después? ¿Para qué?’. A pesar de todo, el corazón late, la mano se tiende, nuevos proyectos nacen y me impulsan hacia adelante”.

Quién tiene la razón: ¿Pirro o Cineas? Quizá los dos: Cineas advirtiéndole que el punto de partida no está nunca lejos del punto de llegada y que no es preciso conquistar el mundo para tomarse un descanso. Pero, ¿cómo descansar sin haber antes conquistado el mundo, es decir, sin haberse  cansado? Pirro, pues, tampoco se equivocaba: no es lo mismo descansar antes que descansar después. Antes, el descanso es pereza; después, es recompensa.

“¿Conoces la historia del napolitano? –pregunta ahora Christiane Rochefort (1917-1998) por boca de uno de los personajes de Les Stances à Sophie-. El milanés lo ve tirado al sol y le dice:

“-¿Por qué no trabajas? Así tendrías dinero.

“-¿Y luego? –pregunta el napolitano.

“-Te comprarías una casa.

“-¿Y luego?

“-Llevarías e ella a una mujer, ascenderías en la escala social, te enriquecerías.

“-¿Y luego?

“-Y luego –dice el milanés- podrías pasar las vacaciones al sol.

“Y el napolitano responde:

“-¡Pero si ya estoy al sol!”.

En este caso nos parece mucho más sabio el napolitano que el milanés, pues éste sólo piensa en el dinero, en una casa con alberca y amplios jardines: en una comodidad, en fin, que aquél ya goza sin tener que molestarse. ¿Tanto trabajo, tanto desvelo para luego tirarse sol? Bien, él ya está al sol,

y no desea sino una sola cosa: que lo dejen en paz.

Si trabajamos únicamente para “ganar”, el napolitano tiene razón. Pero los hombres no sólo trabajamos para “ganar”, sino, ante todo, para ganarnos a nosotros mismos: para que el mundo gane algo y sea un poco más rico con los frutos de nuestra acción. Eso fue lo que se le olvidó decir al milanés: y, por lo tanto, perdió justamente la partida.

Para terminar, he aquí otra historia del mismo tenor. La cuenta Giovanni Papini (1881-1956) en un capítulo de su libro Palabras y sangre. Iba un hombre caminado por la orilla de un río –imagino que sería el mismo Papini- cuando vio a un joven que se disponía a echar las redes:

-¿Por qué haces eso? –preguntó el paseante.

“-Para coger peces –respondió el pescador.

“-¿Y para qué quieres coger peces?

“-Para venderlos.

“-¿Y qué haces con el dinero que obtienes?

“-Compro pan, vino, aceite, vestidos, zapatos y todo lo demás.

“-¿Y para qué compras todas esas cosas?

“-Para vivir.

“-¿Y para qué quieres vivir?”.

He aquí una pregunta realmente filosófica: “¿Para qué quieres vivir?”. Una vez que hemos respondido a esta pregunta y sabemos la respuesta, nuestro obrar tendrá sentido, pero únicamente hasta entonces y nunca antes.

El pescador se quedó callado. Y como no supo qué responder, se limitó a decir: “Para pescar”. Ignoraba para qué hacía, en el fondo, lo que hacía. Su vida era un círculo vicioso, un malentendido. 

“¿Para qué quieres vivir?”. Es preciso responder. Y sólo hasta que lo hagamos también nuestro descanso formará parte del plan, y tendremos paz. Nuestro corazón no nos acusará de haber gozado de una tarde libre, ni nos reprochará por habernos tomando unas breves vacaciones. Seremos, entonces, los hombres más sabios. Y también los más tranquilos. 

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#4 Tiempos

Algo raro | Columna de Arturo Mena “Nefrox”

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TESTEANDO

 

Esta semana que termina se ha hecho oficial la salida de Domènec Torrent de la dirección técnica de San Luis. Las razones no son muy claras y, como siempre, los rumores abundan. Unos dicen que fue falta de acuerdo económico, otros la falta de refuerzos, algunos incluso piensan que fue una salida pactada para firmar con otro equipo de la liga. La razón verdadera solo ellos la saben y solo ellos podrán hablar (cosa poco probable) si así lo quisieran.

Pero más allá de la salida del técnico español, algo raro pasa al interior del equipo. Y es que no solo el constante cambio de técnicos que no han hecho malos papeles como Jardine, Leal y ahora Torrent, sino que también han desfilado jugadores que de una u otra forma deciden deslindarse del equipo.

Unaí Bilbao es uno de esos que pidió salir, un jugador emblemático del cuadro potosino que de hecho sentó raíces en tierras potosinas. Muchos pensábamos que se quedaría por largo tiempo en San Luis, ya que después de su paso por Necaxa, regresó para una última temporada con los potosinos.

Abel Hernández, internacional con Uruguay, se marchó apenas meses después de haber firmado con San Luis. Jugó 35 partidos y anotó 11 goles. Si bien no es una gran marca, sí dejó algunos buenos recuerdos en la afición, como aquella voltereta a Pumas donde en el Lastras anotó 3 goles para el triunfo 3-2.

Cristiano Piccini, el italiano, decidió terminar abruptamente su contrato, según declaró, por sentirse en deuda con el equipo y para dejar su puesto para otro extranjero, mismo que nunca llegó. A pesar de las lesiones, Piccini siguió su carrera en Suiza, donde prefirió estar en lugar de San Luis.

Frank Bolí, delantero de interesantes características, con un ritmo semilento provocaba oportunidades de gol debido a la velocidad con la que normalmente se marca en el fútbol mexicano, jugó 28 partidos con San Luis, donde marcó 9 goles, siendo su tercera mejor marca con un club. Al final, el de Costa de Marfil se fue y mucho se dijo que respondía a un tema familiar y la poca adaptación al idioma y la cultura.

John Murillo, más allá de los problemas extracancha que tuvo el venezolano, su rendimiento no es tan cuestionable, al menos en número, jugando 87 partidos en las dos etapas que tuvo en el club, anotando 8 tantos y dando 7 asistencias. Si bien Murillo no era la solución del equipo de Torrent, sí es un jugador más que decidió alejarse por su cuenta de las filas del San Luis.

Interesante y raro, estos son solo algunos de los jugadores que se han ido del equipo bajo “razones extrañas”. Se dice que han pedido salir, y hasta han renunciado a sus contratos vigentes. Cada uno de ellos sabrá los reales motivos para terminar lejos de la institución. Sin embargo, esto solo nos pone a pensar si dentro del equipo existe algún tipo de presión, cláusula no pública o simplemente no muy buenos tratos como para que los jugadores se vayan de la noche a la mañana. Una ciudad que históricamente recibía a los futbolistas para quedarse a vivir aún incluso después del retiro, hoy ha sido solo trampolín o paso para los antes mencionados. Muchos se quieren ir de San Luis.

Foco de atención para con la afición, algo raro puede estar pasando dentro del club, pero tiempo al tiempo, la gente de San Luis solo pide un equipo competitivo con jugadores que se arraiguen a esta tierra, potosinos, nacionales o extranjeros, da lo mismo, pero para la afición es importante que los jugadores quieran esta tierra y se acostumbren a defenderla con orgullo deportivo, al final esa tendría que ser la identidad que esperemos podamos recuperar algún día, a pesar de los pesares.

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