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¿La Policía Cibernética en SLP funciona? Víctimas coinciden en que no
Afectados y afectadas cuentan a La Orquesta sus experiencia con ciberacoso y la deficiencias de las autoridades
Por: Ana G. Silva
El 11 de septiembre del 2020, La Orquesta presentó una entrevista con Maximiliano Fernández, un activista por los derechos LGBT+ quien convocó a esta comunidad en San Luis Potosí para que se unieran a una denuncia colectiva en contra de páginas y grupos de Facebook y Twitter que comparten imágenes íntimas de personas sin su consentimiento, una actividad que a últimas fechas parece muy común y que encuentra su punto de abastecimiento en aplicaciones como Grindr o Tinder. En este momento el activista comentó que según las investigaciones de esta red de apoyo, la Policía Cibernética es capaz de dar buenos resultados:
“Suena a ciencia ficción, pero después de investigar resulta que es fácil dar con estas personas que administran estas páginas, pero sí es necesario que se especifiquen las pruebas para que sea más sencillo”.
Luego de la publicación, varias personas se acercaron a este medio para contar su experiencia con la Policías Cibernética en San Luis Potosí, y coincidieron en que no realiza sus funciones de manera adecuada. Por ello, La Orquesta visitó a Guadalupe Zárate Villanueva quien está a cargo de ese brazo de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado y que es parte del Centro de Control, Comando, Comunicación, Cómputo y Calidad (C5):
“Contamos con el equipo y el personal adecuados para las investigaciones de localización de personas que se encargan de la difusión de imágenes de índole sexual a través de redes sociales sin el consentimiento de los implicados.
Dicha declaración contrasta con los testimonios de víctimas, que reportaron que estas investigaciones son deficientes y suelen quedar inconclusas. A continuación presentamos esas narraciones. Para proteger la identidad de los declarantes sus nombres han sido modificados:
Berenice, una mujer de 31 años de edad, dijo que desde hace meses ha sido acosada por una persona quien le ha pedido fotos íntimas por Facebook Messenger y la amenaza con difundir un video en el que ella aparece sosteniendo relaciones con su exnovio:
“Ese video solo yo lo tenía en una computadora que ya no funciona, y me sacó de onda cuando me mandó una captura mostrando que, efectivamente, tiene el video. Al principio no le tomé importancia, pero después me amenazaba con difundir mi contenido en redes si no le mandaba fotos desnuda”.
Berenice acudió a la Fiscalía de la Mujer para denunciar el caso, que pasó a manos de la Policía Cibernética, sin embargo, estos no pudieron dar con el acosador.
De acuerdo con esta víctima, la Policía Cibernética lo único que pudo averiguar fue que había sido contactada de diversas cuentas desde varios lugares como la Ciudad de México, Monterrey y San Luis Potosí.
Al respecto, Zárate Villanueva mencionó que en ocasiones los hackers logran acceder a correos o redes sociales de una víctima ya que estas no cuentan con una contraseña segura, y de este modo descargan su información para luego contactarlas y usarla en su contra.
Otro ejemplo es el de Natalia a quien usuarios de Facebook con el nombre “Betina Tina”, “Olivia” y “Twiss” le enviaron inbox en los cuales le exigían fotos de sus genitales a cambio de no enviarle otras imágenes a sus amigos y familiares donde aparecía desnuda.
“La verdad es que en esas fotos no se ve mi cara, pero en la parte del abdomen tengo un tatuaje muy característico, y juro que esas fotos nunca las envié, jamás salieron de mi celular, lo primero que pensé fue ‘me hackearon el celular’”.
Zárate Villanueva dijo que el C5 cuenta con excelentes ingenieros capacitados en la localización de estos hackers:
“En San Luis Potosí es más de utilizar Twitter para difundir imágenes porque creen, erróneamente, escudarse en el anonimato , sin embargo, todo deja una huella, un like o me gusta y eso nos ayuda para dar con los responsables”.
Natalia comentó que esto no es cierto: “Luego de que me amenazaron y sabía que las fotos jamás salieron de mi celular, lo entregué a la Policía Cibernética para que investigaran. Me quedé incomunicada cuatro o cinco meses, desde marzo, y cuando fui por él no adelantaron mucho la investigación. Me decían que no fuera por la contingencia y las veces que yo llegué a marcar me dijeron que no había nada. Al final me seguían llegando mensajes que nunca volví a abrir por miedo y otra porque no tenía acceso a mi Facebook. Como no avanzaba les dije que yo quería dejar todo así, solo quería mi teléfono para dar de baja mi cuenta. Todo comenzó en marzo y inicios de agosto fui por mi informe final que resultó muy pobre, me dijeron que no dieron con la persona y no saben quién es y siento que lo único que hicieron fue buscar a los contactos en Google“.
Zárate Villanueva justificó que además existen otras formas en que los hackers operan: “Para esconderse utilizan perfiles falsos, esconden su localización, utilizan chips de celulares que tiran muy rápido y no tienen vínculos en los perfiles y solamente atacan”.
Agregó que el objetivo de estos acosadores ya no es tanto el sexting si no el grooming, que es una práctica en la que mediante hostigamiento digital, el acosador logra tener control psicológico sobre su víctima para posteriormente abusar sexualmente de ella.
“Las autoridades me dijeron que si no me pidió dinero y les contesté que no fue así, solo me pedía que mandara las fotos, me dijeron que no lo hiciera aunque me amenazara ya que si accedía a esas peticiones”, comentó Natalia.
De la misma manera, Diana, una joven que también relató su situación a este medio, dijo que ha sido acosada por una persona con llamadas y WhatsApps, donde le exigían fotos íntimas:
“Empecé a recibir llamadas telefónicas en la madrugada, como a la una, era un número desconocido con lada local, por varias noches fue así y lo más extraño es que no me dejaba regresar la llamada. Después me llegó un Whats que decía “hola Diana”, me sorprendió porque el mensaje tenía mi nombre, pero no le di importancia, fue hasta dos o tres días en la madrugada que me hablaron y me decían que tenían algo que me interesaba y que si no cooperaba me iba a ir mal”.
El acosador le aseguró que la única manera en que dejaría de molestarla sería si le enviaba fotografías íntimas:
“Me decía “te juro que te dejo en paz, ayúdame”, decía que soy muy bella, que quería apreciar mi anatomía, le dije que no y que no jugara con mi intimidad, al no acceder no me bajaba de perra, de gata, de zorra, y dijo que le diría a mis conocidos “lo que soy”“.
Al día siguiente realizó la demanda: “me pidieron que no lo bloqueara para seguir el enlace URL y que no le contestara, me dieron mi número de expediente. Preguntaron si sospechaba de alguien cerca, pero la verdad es que no conozco a nadie que pueda hacerme eso. Hace más de seis meses de esto y no me han podido resolver nada”.
EL CASO DE LOS PERFILES DE TWITTER
Guadalupe Zárate mencionó que en redes sociales hay personas que se dedican a la difusión de fotos sexuales en redes sociales en páginas los cuales tienen que ser denunciados para dar de baja las cuentas. Añadió que estas páginas no son difíciles de identificar ya que en su mayoría incluyen la palabra “Pack”.
También se refirió al caso de Maximiliano Fernández y la red de apoyo que se fragua en la comunidad LGBT+:
“Unos jóvenes de la comunidad LGBT pidieron asesoría y les dijimos que tienen que presentar la denuncia ante la Fiscalía General del Estado, para que nos permitan iniciar una investigación con una solicitud de coadyuvancia, ya que argumentaban que querían demandar a un perfil en Twitter. Donde se difundieron fotos en su mayoría de jóvenes.
Mencionó que de encontrar a los responsables, la pena puede ir de los dos a los cuatro años de cárcel: “Si es cónyuge o una persona con la que se tuvo una relación sentimental, podrían ser hasta de seis años”.
El encargado de la Policía Cibernética señaló que en el caso del perfil denunciado colectivamente por la comunidad LGBT+, se iniciaría una investigación de fuentes abiertas para dar con los responsables: “aunque ya le alertaron y cerró su cuenta”.
“Somos apoyados por las redes, donde nos proporcionan datos de conexión y de este tipo de perfil y me puede dar desde un correo electrónico, un teléfono, datos de conexión, todos nos conectamos de algún lado, es una IP que nos puede decir desde dónde se conectan, a través de qué servicio Telcel, Movistar, Telmex”, abundó.
Relató que han dado de baja alrededor de 20 páginas dedicadas a difundir imágenes de jóvenes; “pero es común que las vuelvan a abrir. Se sigue dando porque lo consumen, si no se consumiera no abrirían de nuevo estos perfiles”.
Por el momento, parece que aunque la Policía Cibernética insiste en estar bien capacitada, la realidad de las y los afectados demuestra que no es así. Mientras esto no se resuelva, la intimidad de todos y todas está desprotegida.
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#Crónica | Tres cobertores y una promesa: relato de un camino guadalupano
Francisco avanzó de rodillas con ayuda de cobertores rumbo al Santuario, mientras cientos de historias pasaban a su lado
Por: Ana G Silva
A las 9:17 de la noche, la Calzada de Guadalupe respira una solemnidad que solo se siente en diciembre. El día 12 todavía no llega, pero desde horas antes la fe ya comienza a mover cuerpos, a sostener promesas, a encender velas que iluminan el camino como pequeñas estrellas terrenales.
Frente al reloj junto al Mercado Tangamanga, Francisco se coloca sobre sus rodillas. No hay ceremonia, no hay discursos; solo el silencio íntimo de dos hombres —él y su primo, Alex— que saben que el camino será duro, pero necesario. A unos pasos, su familia organiza los tres cobertores envueltos con cinta, improvisación que la experiencia ha enseñado para que el pavimento, frío y áspero, no hiera más de lo inevitable.
Inician.
Las luces del reloj en este emblemático corredor peatonal quedan atrás; la Caja del Agua se acerca. Los cobertores se colocan, se levantan, vuelven a colocarse. Dos familiares avanzan unos pasos, extienden el siguiente tramo de tela para que Francisco y Alex puedan seguir. Se turnan sin decir palabra.
La Calzada esta noche no es un tránsito: es una procesión viva. Y aunque hay momentos en que otras personas rebasan a Francisco, también hay instantes en que él y su primo pasan frente a peregrinos que han pausado a recobrar fuerzas. Pero nadie compite. Aquí, cada quien camina —o avanza de rodillas— al paso de su promesa.
A los lados, un río de historias avanza en silencio y oración.
Hay quienes caminan sosteniendo un rosario, murmurando avemarías que se pierden entre las luces navideñas. Muchos peregrinan de rodillas: algunos con rodilleras; otros sin nada que amortigüe el dolor; algunos acompañados solo por una persona que les ofrece agua o un hombro; y otros rodeados por familias enteras que avanzan como escudos humanos para protegerlos del tumulto.
Entre los miles de cuerpos alineados hacia el Santuario, aparece un hombre que llama la atención: camina de rodillas con la espalda descubierta, y en ella luce un gran tatuaje de la Virgen que brilla con el sudor y el reflejo de las luces. A su lado, un amigo lo acompaña de cerca, moviendo un cobertor, ayudándolo a incorporarse cada ciertos metros, dándole palabras de aliento mientras ambos escuchan, desde un aparato portátil, canciones dedicadas a la Virgen de Guadalupe. Sus rostros muestran cansancio y devoción en partes iguales.
En distintos puntos se encuentran elementos de Protección Civil, la Cruz Roja, voluntariado de la iglesia, Policía Municipal y Guardia Civil Estatal. Se detienen junto a quienes necesitan descansar; cargan botellas de agua; preguntan por mareos y dolores; algunos alumbran el camino con linternas mientras otros ofrecen palabras de calma. Son pr esencia discreta pero esencial, un recordatorio de que la fe es un acto personal, pero el camino siempre es acompañado.
Y aunque a esa hora el flujo de peregrinos es constante, conforme la noche avanza hacia las 12:00 de la madrugada, la Calzada comienza a llenarse aún más. Cada vez llegan más personas —familias completas, parejas, jóvenes, adultos mayores— todos atraídos por la misma intención: ir al encuentro de la Virgen.
En el trayecto, Francisco sigue avanzando, lento pero firme. Sus familiares continúan el ritual de los cobertores: uno se coloca bajo sus rodillas, otro se prepara metros adelante, un tercero queda listo para el siguiente turno. El tiempo se convierte en una mezcla extraña: a ratos parece detenerse en el peso del dolor y la concentración; a ratos parece correr, empujado por la multitud que pasa, que susurra, que reza.
En ese mar de historias, ocurre una escena que queda grabada:
Una mujer, también de rodillas, comienza a llorar del dolor. Faltan apenas unos 250 metros para llegar al Santuario. Sus familiares intentan darle ánimo, pero sus piernas ya no responden. Paramédicos de la Cruz Roja se acercan de inmediato; revisan su respiración, valoran si puede continuar. Desde la distancia, Francisco alcanza a ver el movimiento, los gestos de preocupación. Por respeto, no se sabe si la mujer pudo seguir o no. Pero la imagen queda como un recordatorio del límite humano… y de la inmensidad de la fe que empuja incluso cuando el cuerpo falla.
Finalmente, después de una hora y cuarenta minutos, Francisco y su primo llegan al Santuario.
Ahí, la imagen cambia por completo: frente al templo no hay silencio, sino un océano de personas que ya aguardan su turno para entrar, para agradecer, para ofrecer un ramo, una veladora, una intención. Algunos llegan caminando, otros llorando, otros con las rodillas marcadas por el trayecto. Pero todos llegan.
Porque aunque cada uno trae su propia historia —un milagro pedido, una promesa, un agradecimiento, un duelo, un deseo de consuelo—, lo que los une es ese movimiento colectivo, esa peregrinación que no se mide en kilómetros, sino en fe.
Y así, en la víspera del 12 de diciembre, la Calzada de Guadalupe vuelve a demostrar que el camino a la Virgen nunca se recorre solo. Se avanza con la familia, con desconocidos que ayudan, con cuerpos cansados que dan ejemplo, con autoridades y voluntarios que cuidan, con música que consuela… y con la certeza de que al final, la fe siempre encuentra su destino.
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Reforma educativa abre paso para que 30 docentes regresen a aula en SLP
La medida deriva de una reciente reforma legislativa que busca proteger a quienes enfrentan acusaciones sin fundamento
Por: Redacción
La Secretaría de Educación del Gobierno del Estado (SEGE) estima la reincorporación de 30 docentes que habían sido separados temporalmente de sus funciones tras enfrentar diversas denuncias. Según varios medios de comunicación, esta medida deriva de la reciente aprobación de una reforma legislativa diseñada para salvaguardar al personal docente.
El titular de la SEGE, Juan Carlos Torres Cedillo, explicó que el objetivo de esta nueva legislación es defender a las y los catedráticos que son señalados sin fundamento por parte de padres de familia o tutores. Si bien los 30 docentes aún no han sido exonerados de manera definitiva, su reincorporación es un paso que se prevé gracias al nuevo marco legal.
El funcionario estatal detalló que cuando existe una acusación contra un maestro, ya sea ante la SEGE o la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), se procede a su separación parcial de la impartición de clases. Torres Cedillo reconoció que este proceso administrativo provoca una carencia de maestros frente a grupo, lo que a su vez genera afectaciones directas a los escolares, quienes pierden continuidad en sus clases.
La reforma legislativa, de acuerdo con las declaraciones del titular de la SEGE, busca mitigar estas afectaciones al proporcionar un mecanismo legal que defiende a los docentes de acusaciones infundadas, permitiendo que la mayoría regrese a sus aulas para continuar con su labor educativa.
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Ciudad
Vecinos del Centro Histórico denuncian posible antro clandestino
Habitantes reclaman omisión oficial pese a los reportes por ruido y venta ilegal de alcohol
Por: Redacción
Habitantes de la zona del Centro Histórico han comenzado a expresar su preocupación por la operación de un centro nocturno que opera en la calle Julián de los Reyes, pues aseguraron que opera sin regulación.
Mediante publicaciones en redes sociales, residentes compartieron videos en los que se observa actividad en el inmueble durante la noche y primeras horas de la madrugada lo que ha generado quejas por el volumen elevado de la música.
El lugar también estaría vendiendo bebidas alcohólicas sin los permisos correspondientes lo que representa un riesgo para los vecinos de la zona.
Ante esta situación, las autoridades locales indicaron a este medio que desde el mes de septiembre se han realizado múltiples inspecciones y clausuras del sitio. No obstante, son reincidentes.
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