abril 25, 2024

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#4 Tiempos

La moral que nos urge | Columna de Óscar Esquivel

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la moral que nos urge

Desafinando

 

La moralidad es doble o sencilla, en cuerpo blanco, apiñonado o de plano, negra. La moral nunca cambia, aun cuando la piel es diferente. En Japón, en Chin, amarilla como color huevo, brillante como el sol.

Existe, para muchos, la moral indefinida, aquella que nos acomoda dependiendo de las circunstancias, diga lo que se diga. Como ejemplo, a los pobres siempre se les ve como delincuentes, su vestimenta, su aseo deficiente, por la falta de agua para el baño diario, sus viviendas como un palomar de 50 metros cuadrados, pies de casa sin terminar, fraccionamientos populares entregados al municipios sin servicios, las calles del pobre, bache sobre bache, que rompe los zapatos de hule de los niños, de las señoras.

Los vemos y el ceño se frunce como si fueran de otro planeta, se juzga su falta de moda, esa que representa la esclavitud moderna, verte actual para que seas “alguien”; Se señala al hombre y a la mujer pobre con el dedo fulminante de culpable por ser marginado. ¡Eres desarrapado!, señalado serás de inmoral, indecente y hasta criminal.

El desorden mental de los señoritos los hace moralmente aptos para pisar la tierra, inocentes por ser de alcurnia, bien vestidos, con una playera raída que de fabricación cuesta dos dólares y por ser de marca y adquirida en una tienda donde cobran por respirar, la venden en 500 pesos.

El “pudiente” nace inocente de todo, en contraparte del desvalido, culpable hasta por no pagar el parto en clínica particular, el maltrecho Seguro Social guardará el llanto del nuevo crío, que en las actuales circunstancias será difícil que rompa con el circulo vicioso de la pobreza.

La moral no se compra, se adquiere en el paso del tiempo de la vida. Para ello, la mejor receta es vivir con dignidad, ejercer la bondad, estatus del hombre superior. Sin la bondad, el mundo estaría a merced del mal. Desmitificar aquello que el pobre carece de moral y será un delincuente, así como el acomodado socialmente que burlará los cánones sociales y de leyes, ambos deben observar comportamiento adecuado.

Sin ser moralistas, tanto ricos y pobres deberían acatar comportamientos racionales, adecuados y sobre todo dignos, esto hace a la sociedad una afluencia de paz, cocimiento y disfrute mental.

“La vida es buena y hay que vivirla, porque es buena”

Hace unos días se dio una noticia estremecedora: en el Reino Unido, 39 cuerpos encontrados en una caja de tráiler. En un recorrido desde Rumania, miles de kilómetros andados para lograr un sueño, que terminó en pesadilla.

Una joven tailandesa le envía un mensaje a su madre pidiendo perdón por no poder llegar a Londres, donde trabajaría seguramente en una labor poco remunerada, pero aun así mejor que en su país de origen.

Solo descubrió la muerte. Ahogada, sin aire, solicito el perdón por no dejar de ser miserable. Todo había concluido. Sus padres y hermanos quedarían nuevamente a merced de la pobreza en un país donde la prostitución es lacerante, inhumana e infernal.

36 mil euros pagó a sus “polleros” belgas para dejarla morir. Trabajó y ahorró toda una vida. La moral no sirve, no funciona cunando la vida humana es despreciada.

La moral podría ver con la religión solo si los lineamientos a seguir para el buen comportamiento del hombre en la Tierra, ante sus semejantes y ante sí mismos, se hagan costumbres.

En una carta dirigida al escritor Benito Pérez Galdós por su amigo Méndez Pelayo, hombre muy religioso, lo describe como un inmoral incrédulo y le reconoce al final la razón, por no tener un comportamiento cristiano y clerical.

“Eres un anticlerical, Benito, y puede que te dé la razón”, escribía “porque los curas nunca se decidieron a correr el riesgo de la pobreza evangélica como San Francisco de Asís. Han preferido refugiarse en el poder secular y en el dinero, en los privilegios estatales nacidos como feliz regalo de bodas en entre el Estado y la Iglesia… ¡Lutero tenía razón! Veía a obispos y curas arrimarse al sol que más calienta, siempre al lado de los ricos y siempre subido al carro de los vencedores…¡y a los pobres que les parta un rayo! Por eso, Benito, y otras más sin razones, desde pequeño te hiciste anticlerical a la fuerza. No por eso juzgo tú moral que es intachable.

Entrampados estamos un país donde la moral está descrita entre contrincantes políticos; algunos de derecha morales, de izquierda inmorales o viceversa; depende del punto de donde se mire. La cuarta transformación, en voz de su líder, se rige bajo los principio cristianos ¿a cuáles tipos de cristianos se referirá?

Los azules, rojos y verdes, sobreviven bajo el manto protector del catolicismo de la curia Romana, ligados siempre al alto clero. Si la moral se refiere a un conjunto de costumbres, normas, valores, la religión son creencias regidas por sus preceptos escritos y el valor de los buenos actos, podría ser diferente al valor de las religiones.

Por ello, durante décadas se entiende la polarización de la sociedad, cada vez sumergida en una moral cibernética, contaminada por una pantalla llena de frases de odio entre unos y otros.

Prevalece la  indiferencia social ante el más pobre y la morbosidad de la nota roja del delincuente de cuello blanco, más rico. Enoja la postura de algunos que quisieran ver al país fracasado, derrotado, sin poner en reflexión que somos los mismos, con pensamientos diferentes, ideas diferentes, posiciones diferentes y, sin embargo, nos movemos de tal forma que parecemos todos ser inmorales.

No se pretende alcanzar la perfección social, pero sí la empatía ciudadana, alejar el ego y sobreviviremos ante las tempestades.

Si el gobierno falla, reclamemos; si el empresario falla, apoyemos; si el delincuente roba, rehabilitemos; pero nunca olvidar que nacemos y crecemos con costumbres, normas, valores, transmitidos de años. Eso es moral que nos hace tanta falta, ponerla en práctica es obligación de todo mexicano bien nacido.

DIA DE MUERTOS

Calaverita preferida, Carmen Esquivel

Aquí te esperamos el 2 de noviembre para encontrarnos, para decirnos tantas cosas, disfrutar del mole, chocolates, tú “cocacolita” y una buena biznaga, hazte acompañar de Laica o la Pelusa, estará bien definido el camino con pétalos amarillos de flor de cempasúchil, para que llegues contenta y regreses feliz, después de sentirnos y recordando eternamente tú bondadosa y dulce presencia amorosa.

Nos saludamos pronto.

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#4 Tiempos

La primera mujer en la Academia Mexicana de la Lengua | Columna de J.R. Martínez/Dr. Flash

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EL CRONOPIO

 

Estudiosa de la literatura mexicana María del Carmen Millán Acebedo destacó en el mundo de las letras y en la difusión de escritores y principalmente escritoras mexicanas y latinoamericanas, contribuyendo a su vez en la formación de recursos humanos. Sus libros de antologías de cuentos tuvieron una importante circulación despertando la inquietud de nuevos lectores.

Recién obtuviera su grado de Maestra en Letras por la Universidad Nacional Autónoma de México en la Facultad de Filosofía y Letras con la tesis “El paisaje de la poesía mexicana” en 1954, participó en las actividades de la Academia Potosina de Ciencias y Artes dictando conferencias y cursos en el programa Cursos de Invierno que organizaba la Academia en conjunto con la Universidad Autónoma de San Luis Potosí en la década de los cincuenta.

Como consecuencia de esta colaboración fue catedrática de la Facultad de Humanidades de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí en la modalidad de cursos intensivos que se ofrecían en verano y en invierno, dictando cursos correspondientes al área de Letras Clásicas y Letras Españolas. Su colaboración con la UASLP fue fructífera, aunque es poco conocida. Se doctoró en Letras después de que fuera cerrada la Facultad de Humanidades de la UASLP con una tesis que se convierte en referente en el estudio de la literatura mexicana, que llevó como título justo ese “Literatura Mexicana”, y que fuera publicado por el sello Esfinge.

María del Carmen Millán fue la primera mujer en formar parte de la Academia Mexicana de la Lengua, al ocupar la silla número XII que llegó a ser ocupada anteriormente por Rafael Delgado, José Rubén Romero, Julio Torri y Rafael F. Muñoz, al ser designada como Miembro de Número. Su ingreso a la Academia Mexicana de la Lengua fue el 28 de junio de 1974.

Varios potosinos fueron sus alumnos de letras en su estancia en San Luis Potosí, como el caso de Josefina de Ávila que llegó a ser secretaria académica de la extinta Facultad de Humanidades de la UASLP, en una época donde Carmen Millán ya era una importante académica y que aún estaba en proceso de formación; para entonces había publicado varios ensayos sobre escritores mexicanos como el caso de Agustín Yañez, y participando en revistas como Rueca

, de la que se convirtió en editora. Después de su estancia en San Luis publicaría en 1967 el que se considera uno de los más destacados aportes a la literatura mexicana, el Diccionario de Escritores Mexicanos, el cual coordinó y prologó, y fue profesora visitante en la Universidad de Wisconsin en Estados Unidos. Colaboró en varias revistas culturales potosinas como la Revista de Humanidades de la UASLP, Cuadrante y Letras Potosinas.

Entre las diferentes actividades que realizó como catedrática en la Facultad de Humanidades de la UASLP, participó en la organización conjunta con el Comité Organizador del Primer Centenario del Natalicio del poeta Manuel José Othón, y en actividades culturales como los ciclos de conferencias de la Facultad de Humanidades. Con las universidades alemanas tendría intensa colaboración dictando conferencias en las Universidades de Berlín, Bonn, Hamburgo, Colonia y Heidelberg.

Mientras se daba el golpe a la Facultad de Humanidades en San Luis con su cierre, desperdiciando trabajos como el de María del Carmen Millán, el gobierno francés le otorgaba el Premio Palmas Académicas en 1962. En 1973, fue titular de la Dirección General de Divulgación de la Secretaría de Educación Pública, al tiempo que fue nombrada directora general de Radio Educación, cargos que desempeñó hasta 1976.

María del Carmen Millán nació el 3 de octubre de 1914 en Teziutlán, Puebla, en 1937 se trasladó a la a México para estudiar en la Escuela Nacional Preparatoria. Tres años después logró ingresar a la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM); al término de su carrera se adhirió a la lista de profesores de la casa de estudios, impartiendo cátedra de Literatura Mexicana y Lengua y Literatura Española. Falleció el 1 de septiembre de 1982 en la Ciudad de México, dejando una serie de obras y publicaciones de gran valor para el patrimonio cultural del país.

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#4 Tiempos

Un ‘buenos días’ te salvará el trabajo | Columna de Carlos López Medrano

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Mejor dormir

 

Cada vez es más frecuente ver cajas de autocobro en distintos tipos de negocio. En locales de comida rápida, en supermercados, en el cine. Las evito a toda cosa. En cuanto veo una, me dirijo a donde haya un empleado dispuesto a atender. Preferiré siempre el contacto humano antes que dar tumbos frente a una pantalla. Suficiente tiene uno ya con lidiar con la computadora y el celular la mayor parte del día, como para encima privarse de un cruce de miradas, de la convivencia con un desconocido, de un cómplice momentáneo.

Las máquinas son desolación. Qué espantosa es su perfección frente a la candidez de quien apenas aprende su oficio y te atiende con un dejo de angustia o, mejor, de cinismo. Alguien que sonríe y hace un comentario del clima para romper el silencio. El infrarrojo de un dispositivo jamás competirá con el brillo en la mirada de esa muchacha que odia su trabajo, y que aun así te cobra con la mejor de las actitudes porque sabe que está ahí de manera temporal, que ya cumplirá con sus anhelos artísticos apenas junte unos ahorros.

Deberíamos ponernos todos acuerdo y replantear nuestra relación con la automatización desmedida. Evitar ser tan pragmáticos, unos insensibles ajenos al valor de la interacción humana, gruñones que no quieren ver a nadie y se ponen tiquismiquis con la eficiencia. Sigamos apostando por la gente. Y al tiempo, si nos toca estar del otro lado, seamos amables. Tiremos alguna broma, un piropo. Un ‘buenos días’ te salvará el trabajo en el largo plazo. Mientras la gente reciba gentileza preferirá ir contigo antes que con una máquina que exhibirá su impericia ante un menú interactivo.

Qué maravilla es un rostro.

Observar por unos segundos a un dependiente e imaginar de dónde viene, lo que ocupa su cabeza. Una madre de familia se sabe de memoria todos los códigos de las frutas. La vieja promesa del futbol de la colonia que acabó lastrado por las lesiones. El anciano que trabaja hasta tarde porque ya no recibe visitas de sus hijos
. Más de una historia ha salido de ahí.

Deja de pasar tiempo en la miseria. Las cajas con humanos dan incluso la posibilidad de enamorarte. Puede que la chica de tus sueños esté al final de una fila de McDonald’s. Lucha por la posibilidad remota: aunque sea una entre mil, será mayor a la que tendrás si optas por la fría certeza de una banda magnética.

Casi todos seremos reemplazables en el mercado laboral que tiende premiar la productividad. Las cajas de autocobro son apenas un preludio de una dinámica que llegará a más y más rincones de la interacción con los servicios. Más vale forjar alianzas desde ya. Intenta un poco de ternura, como diría Otis Redding: pasa de largo cuando veas un armatoste y ve con el señor simpático que es un poco lento para cobrar, pero que dice cómo ha estado, mi amigo, ya no había venido, o con la joven que atiende de diez a nueve para pagarse sus estudios.

 

Contacto:

Twitter: @Bigmaud

Correo: [email protected]

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#4 Tiempos

Capacidad Jurídica de las Personas con Discapacidad | Columna de Germán Bautista

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HABLEMOS DE DERECHOS

 

Advertencia para nuestras lectoras y nuestros lectores:

Dudé mucho en escribir sobre este tema, pese a que es uno de los tópicos más trascendentes previstos en la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad. De hecho, representa el lugar número 1 en la agenda del Comité sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, ya que fue la primera Observación General publicada por éste, hace más o menos diez años.

Mi duda reside en el hecho de que en primer lugar, es un tema complejo, porque implica tener cierto conocimiento jurídico; en segundo lugar, requiere también conocer los alcances de la convención en nuestro país, y; en tercer lugar, requiere que conozcamos de algunos órganos creados por la convención. Sin embargo, me esforzaré por hacerlo claro para quienes tengan interés por este tema.

Tradicionalmente, en el estudio de la licenciatura en derecho, aprendimos que hay dos tipos de capacidad: la capacidad de goce y la capacidad de ejercicio. La primera , se adquiere al nacer y se extingue con la muerte, y significa que como personas, somos titulares de derechos y obligaciones. De manera muy básica, la capacidad de ejercicio se reconoce al cumplir la mayoría de edad y se relaciona con la posibilidad de crear obligaciones, iniciar procedimientos legales y obligarnos también para cumplir con lo que otra persona jurídicamente espera de nosotros.

No obstante, en casi todo el mundo la capacidad de ejercicio no les era reconocida a las personas con discapacidad, particularmente intelectual y psicosocial, pero ello no excluía que quienes legislan, pudieran ampliar estas restricciones a otras personas con discapacidad, como las personas Sordas, a quienes denominaban sordomudos, o personas ciegas que no supiesen leer o escribir.

La entrada en vigor de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad el 3 de mayo de 2008, supuso una importante confrontación entre la tradición jurídica en México y lo que se debía modificar, en consonancia con su artículo 12, para que a todas las personas con discapacidad les fuera reconocida su capacidad de ejercicio, lo que significaba reformar los códigos civiles y los códigos de procedimientos civiles que establecían limitaciones legales a la capacidad de ejercicio. De hecho, nuestro país fue ampliamente criticado y cuestionado por expertas y expertos en el mundo, debido a que al decretar el reconocimiento y aprobación de la Convención el 24 de octubre de 2007, opuso una declaración interpretativa al artículo 12 sobre cómo éste se comprendería en México, que afortunadamente retiró cuatro años después, previo a la reforma constitucional en materia de derechos humanos del 10 de junio de 2011.

Si desean saber más, visitar: https://www.dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5004433&fecha=24/10/2007#gsc.tab=0

A pesar del retiro de la declaración interpretativa, así como de la referida reforma constitucional, fue necesario emprender algunos litigios de carácter estratégico para que México comenzara a reflexionar sobre la necesidad de retirar las barreras jurídicas que de hecho y de derecho, niegan la igualdad a las personas con discapacidad.

Vamos a ver si logramos trasmitirlo adecuadamente sin demasiada terminología jurídica complicada:

Muchos códigos civiles a la fecha, prevén la figura de la interdicción, lo que en términos muy sencillos es un juicio en el que basta con sospechar que la persona ya no puede gobernarse por sí misma, para que de manera temporal, la persona juzgadora ordene como aparente medida de protección de dicha persona, su interdicción provisional, en lo que se determina, mediante la intervención de peritos en salud mental, si en efecto la persona ya ha dejado de ser “capaz”.

Se trata de peritos psiquiatras, comúnmente tres, cuyo costo los asume quien promueve el juicio de interdicción y si dichos peritos determinan que la salud mental de la persona se encuentra comprometida, entonces como “medida de protección” la persona juzgadora declara interdicta a la persona y le asigna una persona tutora, que a partir de entonces, se hará cargo de todas las obligaciones y decisiones legales en nombre y representación de dicha persona durante toda su vida.

Automáticamente, la persona tutora entra a sustituir la voluntad de la persona declarada interdicta para la mayoría de los trámites legales, lo que a menudo suele ocurrir con las personas mayores cuando se sospecha que ya no pueden hacerse cargo de sus decisiones.

Se le ha llamado también “juicio injusto”, porque la interdicción se declara sin escuchar a la persona que se busca declarar interdicta, lo que significa que es vencida sin que le sea garantizado su derecho de audiencia.

A partir de la declaratoria legal de incapacidad, la única forma de acudir a la justicia que tiene la persona con discapacidad, es a través de la persona tutora, que puede ser algún familiar y que también se ha documentado, puede ser quien perpetre abusos con garantía de impunidad porque también se convierte en el único medio para que la persona con discapacidad pueda quejarse o denunciar.

Por ello la Convención reconoce la igualdad y la voluntad de todas las personas con discapacidad y su derecho a manifestar esta voluntad por todos los medios disponibles, incluso la asistencia humana para tomar decisiones. Desde este paradigma, la Convención representa un parteaguas en relación al modelo médico que evalúa el grado de discapacidad o limitación, mientras que el modelo social reconoce a la persona, su voluntad, su libertad, su autonomía y sus derechos en igualdad de condiciones con las demás personas dotándole de todos los apoyos para que se respete su independencia.

Al 2024, esta fórmula jurídica que nulifica la voluntad de las personas con discapacidad, sigue impactando en la realidad de algunos grupos de personas con discapacidad, por ejemplo y como ya lo habíamos comentado, al momento de abrir una cuenta bancaria, en procesos de índole testamentario, de compraventa o incluso en la escrituración de bienes inmuebles. Sin embargo, el Código Nacional de Procedimientos Civiles y Familiares publicado en el diario Oficial de la Federación el pasado mes de junio de 2023, en sus artículos 445 a 455, reconoce la plena capacidad jurídica de todas las personas con discapacidad para tomar decisiones y obligarse en razón de ellas con los apoyos necesarios para lograrlo, lo que implica la necesidad de contar con ajustes razonables y ajustes de procedimiento, de los que hablaremos próximamente.

Representa un reto importante estructurar formal e institucionalmente un sistema de apoyos y salvaguardias para garantizar la libre toma de decisiones de las personas con discapacidad, así como cambiar costumbres y procedimientos en los que por tradición, en actos de naturaleza civil, notarial o financiera, todavía se sigue discriminando a las personas con discapacidad.

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