Historias para perros callejeros
La campaña comenzó: AMLO 3 – 0 Oposición | Columna de Luis Moreno
Historias para perros callejeros
La del próximo año será la elección más importante de la historia de México, pues la alternancia de 15 gubernaturas estatales y, principalmente, la renovación de la Cámara de Diputados definirán si la visión de nación proyectada por López Obrador avanza o se queda estancada.
El proceso comenzará oficialmente en octubre del 2020 y las campañas en abril del 2021, para concluir con la votación del 6 de junio, sin embargo, el presidente arrancó temprano con su estrategia para influir en la determinación de los ciudadanos, situación que le ha costado ser criticado por buena parte de la opinión pública. No obstante, esa es la tarea principal que cualquier jefe del ejecutivo en México tiene durante su tercer año de gobierno, ya que de conservar un poder legislativo favorable depende su capacidad de maniobrar cambios estructurales para la segunda parte de su administración. En el caso de Andrés Manuel, la responsabilidad se acentúa si se considera que parece tener la convicción de reformar, para bien o para mal, los cimientos del país; ni hablar, si como ha dicho una y otra vez Porfirio Muñoz Ledo, la Cuarta Transformación se trata de la creación de una nueva constitución.
Con las acciones de las últimas dos semanas, que han sido probablemente las más afortunadas de toda la administración López Obrador, se inauguró el periodo no oficial de campañas. Arrancaron con la visita a la Casa Blanca, que resultó en un éxito gracias a una finísima operación de política exterior en la que Marcelo Ebrard cuidó cada aspecto, desde bloquear la crítica mediática al invitar a la expedición a los empresarios dueños de televisoras, hasta la articulación de un discurso que debería dejar satisfechos a todos. Un viaje repleto de símbolos y mensajes, como le gusta a este mandatario.
Si bien, el encuentro con Donald Trump resultó favorable, no es precisamente redituable en lo electoral para el presidente mexicano y su partido. En realidad, los goles a los que me refiero con el título de este texto los marcó Andrés Manuel durante la mini gira que realizó la semana pasada. El primero llegó en Guanajuato, durante el mensaje del gobernador Diego Sinhue Rodríguez Vallejo (PAN):
“Es de sabios reconocer. Yo mencioné, inclusive en una entrevista, que no asistía a las mesas de seguridad, y ni asistiría. Hoy, bueno desde el 5 de junio, ¿verdad secretario? De julio perdón, este, cambié mi postura, por supuesto reconozco que eso no le abonaba nada a la construcción de la paz, y a partir de esa fecha hice un compromiso con el secretario general también, Luis Crescencio Sandoval, de asistir diariamente a las mesas, incluidos sábados y domingos”.
A la intención de disculparse y reconocer el error, hay que sumarle que durante su discurso el gobernador titubeó, se equivocó y en general se le vio extremadamente nervioso .
López Obrador dio su conferencia del jueves en Jalisco, ahí un sudoroso Enrique Alfaro (Movimiento Ciudadano), quien había sido el gobernador que mayor oposición tuvo a las políticas federales, dijo:
“Estoy aquí, no solo para acompañarlo en su gira de trabajo, sino para poner sobre la mesa toda nuestra voluntad para reconstruir la relación entre el gobierno estatal y el gobierno de la República. Hoy más que nunca, Jalisco necesita de su presidente (…) Queremos apoyarlo desde Jalisco en el proceso de transformación nacional que usted encabeza, porque coincidimos en la necesidad de desmantelar el viejo régimen y de reconstruir al país desde sus cimientos. Lo digo de corazón”.
Finalmente, el viernes le llegó el turno a José Ignacio Peralta Sánchez, gobernador de Colima. De los tres mandatarios, Peralta fue quizá el más caradura frente a Andrés Manuel:
“(…)`Están conmigo o en mi contra´, atenta en contra del federalismo que cimentó a México (…) disentir nunca más debe confrontar (…) En Colima respaldamos decisiones impulsadas por su gobierno, como el Insabi y la creación de la Guardia Nacional entre otras, pero también expresamos preocupación por temas complejos, como lo es necesidad de respaldar a los gobierno estatales y municipales que enfrentamos la dramática caída en los ingresos (…) Nosotros vendimos el avión desde el inicio de mi administración y nos desplazamos, como usted señor presidente, en vuelos comerciales (…) Necesitamos de su apoyo señor presidente, y doy el primer paso para sumarme a los esfuerzos que coordine usted para enfrentar estas problemáticas”.
Las tres entidades, de las más peligrosas del país, representan en buena medida la fuerza opositora de mayor jerarquía, pese a ello sus gobernadores acabaron por doblar las manos, mientras el presidente se mantuvo estoico escuchando sus palabras sin darles señales de aprobación.
Habría que buscar quién operó estos eventos en los que, al menos de forma retórica, panistas, priistas y movimientociudadanoistas se entregaron a López Obrador. El organigrama institucional apunta a que el mérito es de Olga Sánchez Cordero como encargada.
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#4 Tiempos
La mafia inmobiliaria de Carranza | Columna de Luis Moreno
HISTORIAS PARA PERROS CALLEJEROS.
Me resulta imposible de explicar por qué la zona de Carranza, Tequis, la colonia Moderna, etcétera, en la capital de San Luis Potosí, se ha convertido en una de las más peligrosas de la ciudad; por qué una conocida banda de asaltantes asesinó, a sangre fría, a Sua Jocsan Marín; por qué puede existir un sitio como el Nido del Crimen, que se usa igual para invadir casas, que como refugio de delincuentes; por qué si las autoridades saben de la colusión entre las células delictivas y la seguridad de los antros no hace absolutamente nada. Ante mi inutilidad para comprenderlo, lo único que resta es recurrir a las especulaciones:
Los alcaldes y alcaldesa Victoria Labastida, Mario García Valdez, Ricardo Gallardo Juárez, Xavier Nava, Enrique Galindo y los gobernadores Marcelo de los Santos, Fernando Toranzo y Juan Manuel Carreras apostaron cada uno y una, a su modo, por transformar y mejorar una de las avenidas más importantes de la ciudad, ya sea con repavimentaciones, actividades, ciclovías, instalación de piezas artísticas, remodelaciones al Jardín de Tequis… sin embargo, en paralelo ha crecido la incidencia delictiva, con casos tan terribles que marcan la memoria y el sentimiento colectivo: asesinatos, balaceras, suicidios y robos ocurrieron y ocurren ahí, en el sitio que no se deja de embellecer.
La situación ha traído secuelas y hoy avenida Venustiano Carranza y las calles aledañas a esta (sobre todo en el tramo que va de Tequis al Centro) lucen solas, cada día cierra un negocio, se destruye una casa porque sus dueños ya la vendieron o se cambia un letrero de “Se renta” por uno nuevo, porque el anterior ya amarilló de tanto esperar.
La zona de Carranza, por algún motivo, se ha mantenido inmune (parcialmente) a la vorágine de construcción de departamentos que azota a otros puntos de la ciudad como Balcones del Valle, Burócratas, Lomas, Tangamanga, Lomas del Tec. ¿Por qué?
Tequis fue uno de los lugares más codiciados para vivir en San Luis Potosí, por la belleza de sus calles, su arquitectura, su historia y su posición geográfica, lo que lo vuelve un botín perfecto para las ambiciones de los empresarios inmobiliarios; no obstante, muchos de los inmuebles ubicados en el barrio y colonias circundantes todavía le pertenecen a las familias que originalmente los construyeron, varias de ellas no tienen interés en vender, tampoco buscan destruirlos para hacer torres de viviendas o simplemente no tienen el dinero para invertir en ello.
Hace tiempo tengo la sospecha de que esta zona vive una extraña primera fase de un proceso de gentrificación, en la que algún grupo de poder intenta generar una degradación del lugar para abaratar los costos de sus terrenos y casas, con la finalidad de comprarlos a precios más bajos. Digo que este es un movimiento “extraño”, pues regularmente el modus operandi consiste en empobrecer y destruir los polígonos urbanos, pero aquí mientras que el gasto público no se ha detenido, lo que ahuyenta es la violencia y la inseguridad, que parece no corresponder al lugar.
Tan solo hace falta entrar en los sitios de renta y venta de inmuebles, comparar los costos del 2022 contra los del 2023, para constatar que ha habido una reducción en los precios de Carranza.
El momento que vivimos me recuerda a lo que ocurre desde hace años en la alcaldía Benito Juárez de la Ciudad de México, en donde los gobiernos de la derecha panista como el Santiago Taboada (investigado), Christian Von Roehrich (encarcelado) y Jorge Romero (investigado), permitieron el surgimiento del llamado Cártel Inmobiliario, que es una red de corrupción y complicidades entre empresarios y funcionarios públicos para la compra, venta y creación de viviendas fuera de reglamentación; donde una de sus principales herramientas para hacerse de terrenos a bajo costo es la intimidación mediante el uso de la fuerza contra los y las propietarias.
Desearía que ese no sea el caso de San Luis, pero frente a una realidad surrealista, en la que las autoridades municipales y estatales se comportan hasta con permisividad frente a la delincuencia, toda posibilidad cabe. No me atrevería a tirar nombres de empresarios, aunque tengo varios en mente; tampoco diré que hay un dolo por parte de los actuales gobernantes; solo quisiera advertirle, si es que hay alguien detrás de esto, que los monstruos son impredecibles y regularmente acaban por desconocer a sus creadores.
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#4 Tiempos
El asesinato de Sua: el odio contra la juventud en SLP | Columna de Luis Moreno
HISTORIAS PARA PERROS CALLEJEROS.
En San Luis Potosí el bloque poblacional más grande es el que tiene entre 15 y 29 años de edad, sin embargo, el estado y la ciudad carecen de políticas públicas que garanticen los derechos de los y las jóvenes a una educación digna, seguridad, empleos bien remunerados, participación en la vida pública y al esparcimiento. Es casi como si la clase gobernante considerara a la juventud como un mal con el que se debe lidiar.
El asesinato de Sua Jocsan Marín (24 años de edad), ocurrido la madrugada del lunes 1 de mayo, es un buen ejemplo de la discriminación sistémica que sufren las personas jóvenes en el estado, y no lo digo porque la inseguridad sea un problema que padecen únicamente quienes tienen menos de 30 años (evidentemente es una realidad generalizada), sino por el abordaje institucional que se le ha dado a este crimen: primero se optó por el silencio, pues ni la Fiscalía ni la Policía Municipal se posicionaron al respecto, solo la Guardia Civil Estatal emitió un breve comunicado en el que dio parte de la localización de las víctimas; después de eso nadie dijo nada durante cuatro días, con todo y que el acto se consumó en una de las principales calles de la ciudad.
Posteriormente, las declaraciones hechas tanto por el alcalde Enrique Galindo como Miguel Gallegos, vocero de seguridad de Ricardo Gallardo, me hicieron desear que mejor se hubieran mantenido mudos. Cito al alcalde:
«Lo voy a revisar, porque a lo mejor no es ampliar la vigilancia, es ponernos de acuerdo con los horarios de los antros (…) ahí es donde creo que está parte del problema…».
A Galindo solo le faltó decir que a Sua lo mataron por estar muy tarde en la calle, como si la responsabilidad de brindar seguridad tuviera una hora límite. En la misma entrevista, Enrique corrigió y dijo que se compromete a ampliar la vigilancia en la zona, pero esa fue exactamente lo mismo que dijo hace u nos meses cuando estudiantes de la Facultad de Derecho de la UASLP (a unos metros del lugar donde asesinaron a Sua) lo enfrentaron para decirle que un hombre blanco, rico y poderoso , como él, no entiende las problemáticas de seguridad a las que nos enfrentamos las personas comunes, fue la misma declaración que dio a este medio cuando el año pasado expusimos la preocupación de vecinas y vecinos ante la presencia de la casa abandona en Carranza 905, la cual se ha convertido en un nido del crimen.
Gallegos, en representación de Gallardo, no salió mejor librado, pues aprovechó la tragedia (como ha sido la lógica del gobierno gallardista) para dar un golpe político a Galindo, al decir que «sin echar culpas, pero la Policía Municipal tiene que sacar sus patrullas a la calle…». Además hay testimonios de amistades de Sua, e incluso de una persona que presuntamente también fue agredida, de que los elementos de la Guardia Civil minimizaron el estado de salud de las víctimas, lo que impidió que tuvieran una atención médica oportuna.
La muerte de Sua no es una coyuntura, es el resultado del rechazo de las estructuras de poder hacia las personas jóvenes, a las cuales se les excluye (salvo pocas excepciones) de los puesto de toma de decisiones en San Luis, cuando a nivel nacional hay ejemplos de jóvenes en posiciones cruciales como Samuel García, Luisa María Alcalde o Indira Viszcaíno. El asesinato es el resultado de un Ricardo Gallardo que quiere una cárcel para meter a los menores de edad que participen en retos de Tik-Tok que los “ponen en riesgo”. Es el resultado de un Juan Carlos Valladares que dice que los y las jóvenes deben estudiar carreras técnicas para que sean buenos obreros de la zona industrial. Es el resultado de una política antidrogas enfocada en la criminalización y no en la salud. Es el resultado de políticos que temen a la diversidad. Es el resultado del temor a la noche.
Es el resultado del temor a la juventud.
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#4 Tiempos
El mejor gobernador (a) en la historia de San Luis | Columna de Luis Moreno
HISTORIAS PARA PERROS CALLEJEROS.
Aunque el título pudiera hacer parecer que sí, mi intención no es decir quién es el mejor gobernador en la historia de San Luis Potosí; tampoco pretendo lanzar algún juicio sobre las administraciones presente o pasadas. Lo que intentaré hacer en este texto es enlistar una serie de características que considero debe tener aquella persona a la que se le otorgue el título de la mejor o el mejor.
Salvemos primero la obviedad, pues es evidente que a cualquiera que se le considere el mejor gobernador, gobernadora, presidente, presidenta… se le exige ser una persona honesta, incorruptible, sensible y preparada, en este último punto no me refiero a la formación académica, que está demostrado, gracias a centenares de servidores públicos formados en las mejores universidades del mundo, que no hace a nadie más noble, listo o capaz.
La o el mejor gobernador debe contar con solidez ideológica: tener claro en qué cree; si es de izquierda o de derecha (aunque para esos conceptos hoy hay tantas variantes como practicantes); si se coloca en el primer grupo, por obligación tiene que hacer una crítica constante a los sistemas de producción abusivos y luchar a favor de una mejor distribución de la riqueza, nunca permitir que el empresariado tome control sobre la decisiones del interés público; si se dice progresista está prohibido vincularse a grupos conservadores o religiosos (en realidad al ser un estado laico es ilegal en cualquier caso), por el contrario tiene que luchar por impulsar reformas que beneficien a sectores desprotegidos de la población como las mujeres, los indígenas, la comunidad LGBT+, los discapacitados…; si es de derecha debe respetar a su electorado conservador y enfrentarse a las consecuencias políticas y sociales que ello conlleve, no aprovecharse de causas solo porque están de moda. Estos puntos le garantizarán tener siempre el respaldo de sus votantes y el respeto de sus rivales.
Esa súper política o político hace un gasto público importante, que permita mejorar las condiciones materiales tanto de las personas como del espacio público: los programas sociales, la infraestructura urbana y rural, los servicios … sin embargo, también cuenta con una imaginación incansable, que le dota de la capacidad de hacer cosas sin gastar dinero o encontrar la manera de financiar proyectos sin estirar la mano ni endeudar, para que si en algún momento “se cierra la llave”, su administración no colapse.
El o la mejor gobernadora tiene la piel más gruesa que haya existido, no permite que sus complejos (que todos los tenemos) le dominen. Permite que se le cuestione; ignora las descalificaciones e insultos infundados, pero no teme entrar en la discusión con aquellos en los que sí hay fondo, pues sabe que la fuente de todo conocimiento, consenso y hasta narrativa está justo en el conflicto. Dialéctica: tesis vs antítesis = síntesis.
La mejor o el mejor gobernador se adapta a las demandas, gustos y sentimientos de su pueblo, tanto en lo político, social, cultural… mas eso no significa que deba perder la oportunidad y responsabilidad de formar y educar a la población. No solo se trata de ser complaciente, sino de abrirle a sus gobernados y gobernadas nuevos horizontes y posibilidades.
Ese político o política es responsable con su proyecto de gobierno, al procurar cultivar perfiles que trascienden su mandato: no teme abrir paso e incluso ayudar en su preparación a personas con inteligencia, personalidad, carisma, visión y que, sobre todo, puedan dar continuidad a lo que ya se caminó, para así evitar que los proyectos mueran tras seis años.
No estoy seguro si San Luis Potosí ya vio al mejor gobernador de su historia, solo el tiempo lo dirá, no obstante, espero que no haya sido así, pues siempre mantengo la esperanza de que lo mejor está por venir.
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