#4 Tiempos
Hoy ganó nuestra amistad | Columna de Sebastián Escorza
En cancha rival
Los nervios comenzaron apenas desde la semana pasada, a pesar de que ya sabía que la final de la Champions League era Tottenham vs. Liverpool desde hace más tiempo. Publicidad de Facebook y los camiones del transporte público de la ciudad me recordaban que ese choque raro de ver, pero real, se acercaba.
Luego de dos días de parranda seguidos por el cumpleaños de un amigo, despierto con más nervios que nunca, estábamos a unas horas de saber si Liverpool conseguía su sexta Liga de Campeones o si el Tottenham debutaba en estas instancias consagrando su buen paso a través de esta competencia.
Son las 12:30 del mediodía, quedé de ver a Carlos en el Walmart de Carretera 57 para ir a un bar a ver este encuentro. Carlos es fan del Tottenham. Carlos nunca hubiera soñado con ver a sus Spurs en una final, y yo ya había firmado el pase del Barcelona a la final con ese escandaloso 3-0 en Camp Nou, pero el milagro de Anfield nos puso en contra esta ocasión.
Es la cuarta final de Champions League que vemos juntos, una simple salida a comer que año con año se volvió tradición.
Vimos la final de la temporada 2013-2014 que enfrentó a Real Madrid y al Atlético de Madrid y que le dio la décima orejona a los merengues; 2014-2015 nos la perdimos por alguna razón que no recuerdo; 2015-2016: Griezmann falló ese maldito penal y Real Madrid alcanzó la onceava; 2016-2017: otra vez Real Madrid, ahora contra Juventus, los vikingos ganan la doceava; 2017-2018: Carlos me deja plantado media hora antes del partido y me toca ver a Liverpool perder ante el Real Madrid. “¡Pinche Karius! ¿por qué hiciste eso?” eso grité al televisor tras ver que los Reds perdieron por un (quizá) escandaloso 3-1 debido a los errores de Karius que, sin embargo, lo había hecho bien en la temporada.
Regresamos a 2019… Hace un calor horrible y nos dirigimos a un bar con temática inglesa; Carlos consiguió un jersey de los Spurs de la temporada 2002-2003 y yo me hice de un jersey rojo de esta temporada, no quise usar mi playera negra del año pasado porque, después de todo, soy un tanto supersticioso. Fue la playera con la que vi al Liverpool caer y, por coincidencia, el mismo color del uniforme de Karius en aquella final. Carlos también me regaló una gorra del Liverpool, y, aunque no me gusta usar gorras, le prometí estrenarla en esa final.
Llegamos al bar, escuchar a Imagine Dragons en la ceremonia previa solo acentúa mis nervios, pedimos un sampler de mini-hamburguesas y un par de limonadas (después de las parrandas de ambos lo que menos queremos es una cerveza).
Silbatazo inicial y Carlos va al baño: -Vas a ver que iré al baño y algo va a pasar-, me dice. Yo no le creo, pero sigo viendo el partido. Apenas pasan 20 segundos y el árbitro decreta penal por una mano de Sissoko en el área de los Spurs. Carlos regresa y, entre el enojo y el asombro solo atina a decir: Te lo dije.
Pasan la repetición. El balón pega en el pecho de Sissoko y luego en su hombro. ¡NO ES PENAL! Gritan Carlos y un niño que veía el partido con su padre. -Tú me dijiste que ganar es ganar- Le respondo a Carlos, y todo porque días antes recordó cuando Sergio Ramos dejó sin final a Salah, el año pasado. -Ojalá leñen al egipcio, la neta- dijo hace unos días. Ahora ese egipcio anotaba el penal más rápido en la historia de la competencia y Carlos no podía con ello.
Poco a poco se diluyeron mis nervios. Una espontánea ingresó al terreno de juego en un traje de baño negro, algo que le dio un poco más de emoción a ese partido que, fuera del significado que tenía para Carlos y para mí, parecía un partido de esos aburridos que nadie quiere ver.
Tan aburrido está el juego que Carlos pide un café. Hasta el mesero se sorprende con su petición, seguro está más acostumbrado a que la gente pida cerveza al por mayor y no un café cargado para evitar quedarte dormido en esta final trabada en media cancha.
Heung-Min Son llega en varias ocasiones al arco de Liverpool. Llega a mí el amargo recuerdo de Kiev. -¿Y si Alisson también la riega?- pienso. Pero no, ese arquero que valió un tremendo pastón desquitó su sueldo, con atajadas increíbles, jugando con el reloj como lo haría un profesional. Pese a ello, los nervios regresaban, los minutos parecían horas y yo quería que el partido acabara.
Sin lugar a dudas los momentos más angustiantes fueron a partir del minuto 75. Mauricio Pochettino hace algunos cambios para acomodar mejor a sus jugadores y se nota. La delantera de Spurs llega más seguido, no quieren morir de nada y los nervios se acentuaban. -Ahorita empatan seguro- pensé para mis adentros, después de todo soy un pesimista de lo peor y más cuando se trata de futbol.
Minuto 87 y aparece Divock Origi. Entró de cambio por Roberto Firmino con la esperanza de replicar lo que hizo contra el Barcelona y lo logró. Joel Matip le da un pase a Origi, quien hace un tiro cruzado y decreta el 0-2 definitivo. En ese momento la felicidad me invade, contengo los gritos porque Liverpool no es Barcelona ni mucho menos Real Madrid y no hay ese ambiente futbolero que he visto en otras finales de Champions. Empiezo a llorar porque siento que estoy ganando la revancha, el futbol y la vida me la deben. No lo digo yo, fue algo que Carlos y yo nos dijimos entre nosotros previo a la final.
En ese momento Carlos se desmorona. Siente que los Spurs están muriendo de nada y todo ello después de ver que un delantero que casi no vio acción durante la temporada le anota un gol a unos Spurs que tuvieron pánico escénico.
El árbitro da 5 minutos de compensación y por dentro me siento como ese aficionado loco del Cruz Azul en la final de Concachampions contra Toluca. ¡ACÁBALO YA HIJO DE TU PUTA MADRE! pienso para mis adentros, con un nudo en la garganta y los ojos rojos. Se acaba el partido y me llevo las manos a la cara para limpiar las lágrimas.
Carlos está triste y feliz: triste porque quería ver a Spurs campeón, feliz porque mi equipo inglés ganó. Después de todo fue el final del camino, un final que ninguno de los dos hubiera esperado desde el inicio del torneo.
Subimos una selfie a Instagram, que se note que fuimos a ver la final y que, tal y como debería de ser, la rivalidad se acaba cuando el árbitro pita el final del encuentro. “Cuarta Champions que vemos juntos y en alguna ocasión nos íbamos a enfrentar, me dejó tirado en la del año pasado pero hoy hubo revancha, literal”.
Carlos toma esa foto y la publica como historia: “Hoy ganó nuestra amistad” es el título que le pone a esa imagen, después de todo está feliz por mí, por Liverpool y porque la tercera fue la vencida para Kloppo, quien perdió una final de Champions League con el Borussia Dortmund.
Salimos del bar rumbo al cine, le prometí ver una película tras la final, abro YouTube en mi teléfono y pongo “You’ll Never Walk Alone”, todo porque en el bar pusieron mute a la tele tras decretar el final del encuentro, de eso se trata el futbol y la amistad: caminar con esperanza en el corazón para, después de todo, saber que no estás solo.
También lee: La final de la esperanza | Columna de Sebastián Escorza
#4 Tiempos
¿Podemos dejar de hablar de “esa” película? ¿Plis? | Columna de Guille Carregha
Criticaciones
Antes de empezar de lleno con esto, quiero aclarar un par de cosas. En primera instancia, me rehuso a escribir el nombre de la película en la que se centra este texto, no solo porque el hecho de escribir su título anularía el propósito entero de la columna, sino que es enteramente innecesario teclear las dos palabras que componen su título. Ustedes ya saben de qué película hablo. El mundo entero sabe de qué película se trata. Al menos al día de hoy, entre los curseados círculos del internet en español por los que me muevo, es la única película de la que se ha hablado en las últimas ocho semanas. El cine de este año se reduce única y exclusivamente a hablar de esta película (además del ocasional random preguntando “¿ya vieron Flow? ¿a poco no está bien bonita?” que intenta tener una conversación positiva para variar).
Incluso personas de mis círculos sociales que rara vez mencionan algo sobre cine en sus perfiles parecen desvivirse compartiendo memes y think pieces acerca de los peligros que conlleva ver el bodrio de moda.
En segunda instancia, aclarar que no solo no la he visto, sino que ni siquiera planeo verla en el futuro próximo. A pesar de haber demostrado fehacientemente a lo largo de todos mis escritos (y mi existencia misma) mi propensión a, por alguna razón, odiarme tanto que me obligo a ver los bodrios más espantosos y porquerías más gigantescas jamás filmadas por la humanidad, la película de moda simplemente no se ve atractiva de ninguna manera. La historia que Wikipedia me dice que propone no me llama la atención para nada, el tráiler no la vende como algo en lo que debería invertir mi tiempo, y todos los clips que rondan las redes sociales no lucen lo suficientemente horribles como para que quiera realmente ser testigo de cuán terrible es la película en realidad. O sea, por donde se le vea, no es un producto atractivo o intrigante. Lo único que quedaría es verla por morbo pero… a estas alturas siento que es una razón bastante limitada como para obligarme a perder dos horas de mi vida en ello.
Y, recalco, esto lo dice una persona que utilizó su libre albedrío para ver el especial de “comedia” de Karime Pindter. A propósito.
Ahora, tampoco me voy a sentar aquí a defender a la película. No somos Álvaro Cueva para ser tan lamebotas. Como bien desglose en el párrafo anterior, la única forma de que pinte intrigante la película es si eres un ser humano de un país con el que México tiene tan poco contacto o intercambio cultural como para creer que puede ser una ventanita a cómo se vive en ese país tan extraño del que poco se escucha. A saber qué países reúnen esas calificaciones, pero debe haber por lo menos uno o dos, alguna micro nación en algún lugar recóndito del mundo. Mucho menos estoy en un plan similar a la deleznable actriz protagónica de la película de moda que se encuentra en una cruzada a través de sus redes sociales para pedir que dejemos de burlarnos de esta cosa porque “herimos sus sentimientos”. Nada que ver.
Aunque, debo decir, que pareciese que la persona en cuestión no se ve como un ser humano con quien prometa ser divertido convivir o entablar una conversación, le daré el beneficio de la duda y asumiré que su campaña anti-hate toda estúpida y mal implementada emana de su contrato como spokesperson del churro este que no sale de la boca del mundo entero. Pensemos que también entiende, aunque sea un poquito, cuál es el problema de la historia que ayudó a contar y nada más sus múltiples NDAs le prohíben decir a viva voz un “la neta si actué en una película toda culera”.
¿Pero podemos dejar de hablar de esta película (pregunta irónicamente un ser humano que acaba de escribir 1000+ palabras sobre el tema que dice que la gente debería dejar de tocar)? Sé que es pedir mucho, sobre todo en una época en la que cierto colectivo de señores ancianos predominantemente blancos que creen que saben sobre el valor cinematográfico de lo que crean sus compas le acaba de dar 13 nominaciones al mugrero este, pero quisiera intentarlo.
Yo sé que, por alguna razón, miles de personas en este país aún creen que los Óscares representan algo o que en cualquier punto de la historia de la humanidad han premiado “calidad” por sobre “esto lo hizo mi amigazo del alma, y me cae súper bien, quiero darle esta estatua para que el mundo entero sepa que lo quiero mucho”. Yo sé que hay miles de cinéfilos mamadores que aún encuentran una manera de confirmar sus bias a través de lo que dice “La Academia” sobre las películas aclamadas en esta premiación que, misteriosamente, solo se fija en lo más mainstream y *GUIÑO GUIÑO* CON MÁS MENCIONES EN REDES que el cine tiene que ofrecerle al mundo, pero también recordemos que es el mismo grupo de individuos rancios que le otorgaron el nombre de “Mejor Película Del Año”™ a Crash y a Green Book en sus respectivos años, o que solamente toman en cuenta las películas de Ghibli solamente porque otrora las distribuyeran sus amigos Harvey Weinstein y Disney.
También me imagino que se ha de sentir bien bonito que te den una de esas estatuillas. En el improbable caso que hubiese la oportunidad de que pudiese recibir una, sé también que sería lo suficientemente hipócrita como para aceptarlo, llorar de felicidad, y agradecer a este colectivo deleznable del que me he quejado por años ya.
Pero ahorita no está pasando, por lo que, al día de hoy, reitero mi CHSM a los Óscares.
¿Pero podemos dejar de darle poder y presencia a la película que está tan de moda, que genera tantos clicks e interacciones en YouTube y TikTok, que incluso obligó a Javier Ibarreche, un lameculos de Hollywood y todo su establishment aún más gigantesco que Álvaro Cueva, un ser humano que necesita la atención de la industria cinematográfica mundial para poder generar su contenido “buena onda” y lleno del mismo positivismo falso y mercantil de Luisito Comunica (solo que con miles de porcientos menos carisma) para sentir que vale como ser humano, a hablar mal de un producto cinematográfico casi por primera vez en su historia?
Sólo le estamos dando poder a la cinta. Solo le estamos dando más presencia. Estamos haciendo que, de una forma u otra, la gente considere consumir esto, que el nombre de su director/escritor/productor sea de uso común entre los aficionados al cine. Estamos reforzando la validación de haber sido nominada a todos esos premios internacionales (que, puede o no, hayan sido otorgados a esta cochinada como un mensaje disque contundente a las políticas de extrema derecha que el mundo se está tragando con tanto gusto como la repetición incansable de memes sobre esta película). O sea, le estamos dando publicidad gratuita.
¿O de qué otra manera podemos explicar que solo en México, en apenas una semana, esta chingadera ya recaudó 9.4 millones de pesos? ¿SERÁ ACASO QUE LA INSISTENCIA EN HABLAR DE ESTA MENTADA PELÍCULA POR CASI DOS MESES A TRAVÉS DE TODOS LOS MEDIOS, INSTIGÓ A UN MONTÓN DE PERSONAS A SENTIR CURIOSIDAD POR PAGAR CON SU DINERO PARA VERLA?
Y, sí, claro, el mame de PROFECO y Cinépolis y cómo van a devolver como 150,000 pesos en entradas, etc.
Pero, repito. 9.4 MILLONES DE PESOS. EN. UNA. SEMANA.
O sea, más personas en México decidieron meterse al cine a ver la película de moda, que el mame cinéfilo de Nosferatu. Una vez más, México recordándose a sí mismo porque Pixels de Adam Sandler duró casi medio año en cartelera.
Esto solo me recuerda a las elecciones de 2012 en donde tanto mamar y mamar (con justificadas razones, obvio, pero el punto es el mismo) con memes de Enrique Peña Nieto en donde era inescapable entrar a internet sin ver su nombre y cara plasmados en los muros y timelines de todos mis contactos en redes, funcionó TAN bien como estrategia de marketing que, incluso, me hizo cuestionarme si no debería de votar por él.
Aclarando, no lo hice, pero tampoco es como si mi anulación de aquel año hubiera hecho mucho por detener el avance presidencial del PRI que, con tanto amor, los #Soy132 y otros entes disque contracultura ayudaron a promover de manera gratuita a lo largo y ancho del país.
Pero, sobre todo, me gustaría que dejáramos de hablar de esta película por la razón más obvia de todas: a todas luces es una porquería mediocre que no debería de ocupar un espacio en la mente de nadie. Sí, es insensible con el país, trivializa temas sensibles, desestima el trabajo y presencia de mexicanos en la industria. Todo eso es cierto. Todo eso es cuestionable. Todo eso debería de denunciarse. No debería de repetirse. Estoy de acuerdo.
¿PERO PODEMOS DEJAR DE DARLE TANTA IMPORTANCIA SIEMPRE A LAS CHINGADERAS MÁS MEDIOCRES QUE PODEMOS ENCONTRAR?
Reitero, que CHSM el director y su producto basura. Nadie debería gastar tiempo, dinero, o MBs de sus VPNs y/o torrents para verla, pero claramente, como país, no hemos entendido aún que en esta época, el poder de las disciplinas artísticas no es mayor cuando consiguen más dinero o reproducciones, sino cuando las conversaciones diarias inflan su SEO en Google.
En otras palabras, es casi inevitable que veamos más productos internacionales que traten a México, su cultura y sus problemáticas de la misma manera que esta película en los años subsiguientes. Y todo porque no podíamos dejar de decir que “nos duele la pinche vulva” o creer que tradujeron “you’re welcome” como “bienvenida” porque nos dio flojera investigar un poquito y poder ser parte de la conversación.
Bien ahí, nosotros.
También lee: Empecé el año viendo el peor especial de stand-up de comedia que he visto | Columna de Guille Carregha
#4 Tiempos
Damas de Potosí: los perfiles de las mujeres presentadas en La Orquesta | Columna de J.R. Martínez/Dr. Flash
EL CRONOPIO
Damas de Potosí es un libro que está dedicado a las mujeres potosinas y aquellas mujeres que realizaron en San Luis actividades que contribuyeron a crear esa cultura potosina, tan rica y variada. Los perfiles de las mujeres que se presentan en el libro han sido presentados en La Orquesta; en particular el año 2024 ha estado dedicado a recordar a estas mujeres en la columna El Cronopio y todas las columnas semanales se presentaba a una mujer que han tenido una participación importante en el devenir cultural de San Luis Potosí, muchas de las cuales son desconocidas.
La lista de mujeres constructoras de la cultura potosina que se presenta es incompleta por lo numeroso de los casos que merecen ser tratados para entender a cabalidad nuestro desarrollo cultural y el camino de emancipación que han emprendido, abriendo y allanando camino a las nuevas generaciones de mujeres que ahora disfrutan de escenarios más amigables. Así que, como dice el refrán, ¡no son todas las que están, ni están todas las que son!, pero es una buena aproximación para recordar su legado y reconocer el esfuerzo en esos ámbitos agresivos para su desarrollo personal y colectivo como género. Presentamos así a estas Damas del Potosí.
San Luis Potosí sería uno de los lugares que impulsaron, pese a obstáculos “naturales”, la participación de la mujer y allanaron el camino para su formación y su protagonismo en la vida cultural del estado potosino, pese a su vena conservadora. San Luis Potosí capital, se convertiría en una de las ciudades más desarrolladas culturalmente del país a fines del siglo XIX, y dentro de su desarrollo abriría los escenarios de participación femenina. Contó con las primeras escuelas en el país, tanto de formación profesional en el área magisterial y en la formación de oficios ex profesos para el bello sexo, como solía denominarse al género femenino. De esta manera el número de mujeres protagonistas en este desarrollo no es menor y con el compromiso de desarrollo asumido por estas mujeres abrieron el camino y formaron un escenario de participación, que puede considerarse ejemplar en el país.
En el libro se aborda parte de este desarrollo de participación femenina y se presentan algunos casos de mujeres que propiciaron este desarrollo. Incluyen a mujeres que participaron de manera indirecta en el devenir potosino pero que tuvieron una influencia importante, así como a mujeres que llegaron a San Luis a colaborar con su desarrollo, y, por supuesto aquellas potosinas de nacimiento que dieron brillo a la cultura en San Luis en varias áreas del conocimiento y de la participación productiva; por lo regular, la mayoría de ellas son desconocidas en cuanto a su labor en este medio que a través del tiempo tiende a dejar en el olvido a sus protagonistas, y, otros casos de mujeres muy conocidas en el ámbito nacional pero que en la localidad su participación ha estado quedando en el olvido.
En los últimos años la participación de la mujer en los diversos escenarios sociales y en la vida productiva de México es notoria y contrasta con la situación que presentaban estos escenarios en la primera mitad del siglo XX, cuando se manifestaban obstáculos para su participación, vejando en la mayoría de los casos su capacidad tanto intelectual como física. Si bien, en la actualidad siguen presentándose este tipo de obstáculos, el panorama se ha ido transformando y el número de mujeres que se forman en nuestras universidades y que se forman igual en el medio productivo y de liderazgo es cada vez mayor.
Entre los factores que han propiciado estos cambios se encuentra el esfuerzo de aquellas mujeres que abrieron caminos ganando espacios que se consideraban privativos de hombres. Venciendo obstáculos que hacen que su labor fuera más ingente, teniendo que desempeñar dobles esfuerzos y papeles, tanto en el hogar como en los espacios de formación profesional, la mayoría de esas mujeres tuvieron que formarse en varias áreas como el magisterio, área que había quedado abierta para su formación desde el siglo XIX, y en el área profesional de su vocación, como la medicina, ingeniería, ciencias, las letras, etc.
El libro será presentado en las próximas semanas, pero ya pueden consultarlo y descargarlo de forma gratuita dando clic aquí.
Este año seguiremos tratando casos de mujeres potosinas que han destacado en el ámbito cultural potosino combinado con otros personajes y acontecimientos sucedidos en tiempos pasados y presentes en estas tierras del Potosí.
También lee: Del semi desierto potosino a misiones espaciales | Columna de J.R. Martínez/Dr. Flash
#4 Tiempos
¿Todos contra todos? | Apuntes de Jorge Saldaña
APUNTES
Culto Público, hijos de “entre tu y yo no hay nada personal”… Pues, ¿con qué pie se levantaron este año? ¿Por qué se siente el ambiente más tenso que cuerda de violín?
¿Por qué entre comunidades, instituciones, equipos y esferas de la vida pública potosina parecen estar todos contra todos?
No tengo las respuestas, aunque sí hipótesis.
La polarización que se asoma, y que se hizo sentir en estas primeras semanas de enero, responde incluso a un panorama internacional que se presenta en forma de decisiones unilaterales, de medidas estrictas, de amenazas veladas y del veloz acercamiento a un nuevo orden, poco tolerante e imperialista.
Primero como latinos y luego como mexicanos, estamos de frente y cerca a dos visiones de Occidente diametralmente opuestas en dos sociedades vecinas y simbióticas.
Hay un corto circuito en temas sociales, de migración y de seguridad. La fórmula química de la relación con Estados Unidos está desequilibrada y eso que aún falta para sentarse a negociar lo netamente comercial.
Equilibrar esa fórmula no será fácil, mucho menos ahora en que en el volar del calendario apenas nos iremos dando cuenta de los alcances y consecuencias de dichas medidas en la vida cotidiana de ambos países y de su balanza comercial.
Mientras tanto, en San Luis, que no es ajeno al mundo, se le abrieron varios frentes, casi todos relacionados a comunidades que de forma orgánica salieron al combate frente a los cambios.
Por ejemplo está el de la Universidad Autónoma, que anunció un cambio de modelo de examen de admisión para el siguiente periodo.
La Máxima Casa de Estudios, sorprendió a su comunidad y a los aspirantes a pertenecer a ella. ¿Cómo y por qué evaluar con una sola prueba general de admisión lo mismo a los que van a medicina que a ingeniería?
Los gritos retumbaron en la cantera del edificio central y hasta el cielo. Los opinadores, siempre respetados, no tardaron en manifestarse casi todos en contra de la nueva medida, sin contemplar un pequeño detalle, y es que aunque será igual para todos, en cada área se dará mayor valor a los reactivos propios de la carrera.
Digo, no es que a un joven que quiera entrar a veterinaria le haga mal saber de historia, sin embargo será calificado y se ponderará con mayor peso a sus respuestas en conocimientos básicos de biología y química, por ejemplo.
No obstante de la explicación y los argumentos de la UASLP, en redes sociales estalló una granada de todos aquellos que se sienten expertos efímeros de casi cualquier tema.
Hubo memes socarronamente equivocados y absurdos, pero al fin y al cabo memes. Las redes cumplieron su función de desahogo, de participación aparente en los temas públicos a través de la liturgia del comentario y de la comunión del like fácilmente ganado.
Ir con la corriente para parecer estar en contra de la corriente y conseguir auto-validación. Así son las redes.
Otro frente que abrió con el año fue el de las escuelas primaria Tipo y la secundaria que conocemos como la ETI.
El meollo del asunto fue que se anunció la construcción de la Universidad Nacional Rosario Castellanos en sus instalaciones.
Sin previo aviso, sin información, sin una estrategia de comunicación y socialización previa, ¿qué esperaba la autoridad?
Alumnos, maestros y padres de familia ya se veían desalojados, sin escuela y sin salidas cantando la de “que difícil se me hace continuar en este viaje sin saber a dónde voy en realidad…”
El proyecto sin embargo, no trata de afectar a nadie, ya sean 200 o 300 familias que acuden a las dos escuelas, ni se trata de poner trabas a una universidad, con bendición federal, que se calcula va a beneficiar a más de 6 mil estudiantes.
En los hechos, en parte por la contra ofensiva personal y los enlistados al ejército de redes rápidamente, la autoridad dio un paso para atrás, lo que se puede interpretar de dos formas: Que cedieron a la presión social o que, fueron empáticos con la comunidad asumiendo el costo de un retraso (seguramente no habrá Rosario Castellanos en agosto) antes de volver más difícil el asunto. Al día que hoy marca el almanaque, todos los estudiantes podrán terminar su ciclo escolar mientras el gobierno busca alternativas de sede para la Universidad que impulsa personalmente la presidenta de la República, Claudia Sheinbaum Pardo.
Se me acaba el espacio, Culto Público, pero no quiero dejar de mencionar algunos frentes sociales que se dispararon a la par del año y a los que vale la pena no perder de vista.
Uno de ellos es la Universidad Politécnica, a la que de forma se le señaló por actos administrativos (una ex profesora que expuso disminución de sueldos así como inconsistencias en los planes de estudio y cobros a los estudiantes)
Y de fondo está su reestructura. La Politécnica dejó de recibir subsidios porque se terminaron los convenios. Su reto está en mantener y fortalecer a un equipo de catedráticos doctorados, ajustar costos, hacer eficientes los gastos y aumentar su matricula.
El tema no es menor si se le ve en un panorama amplio: Los aranceles ya firmados para febrero por parte de los Estados Unidos a los productos mexicanos mueven el tablero del sector automotriz y por lo tanto de las necesidades del Cluster local por parte de las universidades, no solo la Politécnica, que deberá poner sus números y sus prioridades en orden y rápido, sino para todas las demás que deben ver por su futuro (sigue por cierto en el ambiente la versión que el ITESM se retira de SLP)
En más de malestares sociales, no podemos dejar del lado el caso de Daniella Martell Orozco, que no aparece. El tiempo y las investigaciones corren, eso consta, lo que no fluyen son las respuestas y es innegable que mientras no exista un desenlace, cualquiera que sea, hay un malestar latente de los potosinos.
Por otro lado, los pecados menores que se hubieran evitado con un poco de profesionalismo, son los causados por la Secretaría de Finanzas al gobernador, que de tres dislates que llevan en el año, los tres han salido de la oficina de madero.
Tardaron en explicar y comparar la suma del control vehicular y avisar el pago de la tarjeta de circulación, lo que generó fricción con los contribuyentes. Luego salieron a dar un chequesote como “donativo” que se convirtió en “apoyo” que se convirtió en “crédito”. Nadie se la creyó a la secretaría Ariana García.
Finalmente salieron tardísimo a explicar el nuevo formato de la tarjeta de circulación de papel (pero plastificada) que se estará entregando a los propietarios de vehículos.
¿Qué necesidad de hacer infiernitos con cerillos?
En la licuadora del tema mediático, todos andan contra todos. Y sí, hasta medios contra medios. Legítima, justa o injustamente se están cobrando facturas del pasado. Es lo que diré al respecto.
En lo político sin novedad. El 27 y sus protagonistas visibles no tienen a la vista un “alto al fuego”. Hablando de eso por cierto, ¿Ya saben dónde despacha Juan Ramiro Robledo en estas fechas? Se las dejo de tarea.
BEMOLES
BERRINCHUDO
El alcalde de Rioverde está enojado así que si lo ven, vayan con cautela. Arnulfo Urbiola dicen que no lo alegra ni un chapuzón en los Antiojitos ni meter los pies a un canalito. El motivo es que los regidores de oposición no le autorizaron una solicitud de crédito, por la sencilla razón que su tesorera así lo estipuló en la ley de ingresos. Rioverde no podrá pedir créditos quirografarios ni de ningún tipo al menos este año y ni modo. Una forma de sacar su coraje fue quitándole el sueldo a los regidores que votaron en contra del endeudamiento. Ni aguinaldo ni quincenas para los que no estén del lado del alcalde. Tsssss que fuerte. El próximo año Arnulfo tendrá que poner mayor atención en las políticas de operación financiera que manda su tesorera. Ahorita los de Rioverde andan cante y cante aquella de “Caray, sin sin dinero, caray sin mi y sin nada”…como dice la canción.
Hasta la próxima hijos de mi alma musical.
Atentamente,
Jorge Saldaña
-
Destacadas9 meses
Con 4 meses trabajando, jefa de control de abasto del IMSS se va de vacaciones a Jerusalén, echando mentiras
-
Ciudad2 años
¿Cuándo abrirá The Park en SLP y qué tiendas tendrá?
-
Ciudad3 años
Tornillo Vázquez, la joven estrella del rap potosino
-
Destacadas3 años
“SLP pasaría a semáforo rojo este viernes”: Andreu Comas
-
Estado1 año
A partir de enero de 2024 ya no se cobrarán estacionamientos de centros comerciales
-
Ciudad2 años
Crudo, el club secreto oculto en el Centro Histórico de SLP
-
#4 Tiempos2 años
La disputa por el triángulo dorado de SLP | Columna de Luis Moreno
-
Destacadas2 años
SLP podría volver en enero a clases online