junio 12, 2025

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#4 Tiempos

El Perro Aguayo y yo, en San Luis Potosí | Columna de El Dandy

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Columna invitada

 

El Dandy, Roberto Gutiérrez Frías, es probablemente uno de los mejores luchadores mexicanos en la historia. Goza de prestigio en las arenas de México, Estados Unidos y Japón. Actualmente es quirofísico en la Ciudad de México. Hoy nos comparte una anécdota de una función de lucha libre en el auditorio Miguel Barragán.

Esto sucedió en San Luis Potosí, para ser exactos, en el Auditorio Miguel Barragán, bajo la promoción de mi amigo Luis Salazar (qepd), donde muchos, tanto de la Empresa Mexicana de Lucha Libre como independientes les decían a sus patrones “¿por qué El Dandy va allá y yo por que no?” Mi ‘apá Alonso siempre dijo: “a él lo piden, a ustedes no”.

En esa ocasión, Luis Salazar, que fue esposo de Reyna Gallegos, que espero esté bien, me pidió la fecha para ir un sábado a San Luis. Le dije “sí, claro” porque él sí pagaba y muy bien.

En esa ocasión me programó como pareja de mi compadre Pedro El Perro Aguayo, a quien le mando todos mis mejores deseos. Nos enfrentaríamos a The Killer y al primer Andy Barrow, junto con El Indómito, Vicente, quien espero se acuerde.

La verdad desde que llegamos al Auditorio… bueno, llegué yo con Luis, porque él fue a recogerme a la Central y me dijo “mi Beto, va a haber muy buena entrada”. Eso me alegró mucho. Llegando al Auditorio me dio mucha alegría ver a mucha gente conocida, que esas personas me empezaron a ver desde 1981, fecha en la que debute en San Luis Potosí, pero en la Arena Coliseo.

Se sentía un ambiente luchistico donde todos los muchachos locales hicieron su mejor esfuerzo, porque como yo siempre decía: “Echenle ganas muchachos, si sale buena la primera salen buenas todas” y es verdad. Si la primera lucha sale mala, se contagia.

Empezamos a vestirnos mi compadre y yo, porque antes nos habían llamado a unas entrevistas de radio y algunos periódicos locales. Tenía mucho tiempo que no se presentaba un programa tan completo y con tanta expectación por The Killer y El Indómito, que eran la sensación en el grupo independiente.

Me la pasé entre broma y broma con Aguayo, hasta que nos dijeron “ya iba a subir la semifinal y después ustedes”. Se iba a salir Luis del vestidor y le pregunté “¿cómo está la Arena?”. Luis volteó y me dijo con las dos manos “no se puede llegar al ring, Beto, está lleno”.

Muchos aficionados le comentaban a él que siguiera haciendo este tipo de combinaciones entre coliseinos e independientes y él contestó: “pero que luchen como El Dandy, porque otros nada más vienen a hacer sus dizque lances”. Al que le duela que se sobe y al que le apriete el saco que se ajuste a la medida. Total que a mi me agrado mucho cuando giré mi cara para ver la expresión de mi compadre. El Perro se levantó y me dio un abrazo fuerte y me dijo: “compadre, vas para una gran estrella, nunca cambies cabrón”. Mi contestación fue “esto se lo debo a ustedes que me han enseñado a prepararme como luchador no como fisicoculturista”.

Llegó la hora de subir al ring. Los rudos primero, Killer y el Indómito, con Andy Barrow. La gente se los quería comer por que subieron con la bandera americana y gritando “¡USA, USA!”. Cuando tocaron La Marcha de Zacatecas la gente enloqueció y me dijo mi compadre Aguayo: “Compadre, vámonos”. Le contesté: “es tu canción”. Me abrazó y me dijo: “Vámonos juntos, vente”, haciendo que compartiera su popularidad y el cariño del público hacia mi también.

Pero chin…. se nos hizo bien tarde. Que nos llegan entre la gente los rivales y empezó la lucha, me subieron a mi al ring y empezaron los castigos. Cuando giré mi cara a buscar a Aguayo, ya traía el rostro lleno de sangre. La verdad nos dieron una repasada rica como rudos, no como ahora que a pura raqueta se la llevan. Ya cuando no hay recursos hay que pegar con la mano abierta.

Nos ganaron la primera caída. Para la segunda ya sangraban Indómito y Aguayo. En eso The Killer aventó a las cuerdas a Aguayo, asestándole un fuerte golpe de antebrazo

. Para el segundo, Aguayo se agachó para esquivarlo. Luego corrió a la cuerda y al regreso le dio el antebrazo a Killer mientras caía.

Aguayo corrió a la cuerda, le asestó sus lanzas asesinas y remató con el sentón que lo caracterizó mucho. El Perro cubrió a The Killer para la cuenta de tres, pero entró El Indómito, al cual derribe con zancadilla y le apliqué la casita.

Se quiso meter Andy, pero Aguayo le dio unas patadas de canguro que hasta arriba de la tercer cuerda llegó pegándose en la barbilla. El réferi le contó las tres con la casita a Indomito y ganamos la segunda.

Para la tercera caída no paraba la sangre de Aguayo, que hasta una aficionada me regaló una mascada de seda para amarrársela a mi compadre. Durante los castigos de la tercera caída, era tanto el coraje de los rudos, que ya casi para finalizar fue el principio de la tragedia.

Killer me arrojó a la cuerda, Barrow me jaló de las piernas, derribándome fuera del ring. Killer bajó y “bye, bye, baby”, me aplicó el martinete en el piso: cruel y duro cemento.

Empecé a convulsionar y a sangrar también. Aguayo bajó a quererme cubrir y entre los tres, Killer, Barrow e Indómito, nos surtieron. La gente decía: “ya dejenlos que se alivianen”.

Aguayo me pegaba cachetadas para alivianarme y me decía “pinche compadre, tú puedes, levántate”, pero su sangre caía sobre mi rostro. Una aficionada llegó con una cerveza bien helada, echándonosla tanto a él como a mi en la cara. Eso me hizo reaccionar un poco, pero muchos aficionados ya querían linchar a los rudos. Espero se acuerde Vicente, ¡qué momentos vivimos!.

Para que las personas no siguieran pegándoles a los rudos, tuvimos que pegarles nosotros a Killer, Barrow e Indómito. Pero ya los habían descalificado. Los metimos al vestidor a golpes y la gente nos llevó en hombros hacia el ring del Auditorio.

Recuerdo el rostro de Luis que decía: “La gente está caliente, llévenselos para allá”. Nos subieron al ring entre gritos de “¡Perro, Perro!”, “¡Dandy, Dandy!”. Nos premiaron con monedas, billetes, muchas pañoletas de las damas y la verdad, por ahi llegaron hasta dos brasieres.

Bajamos del ring y la gente ya más calmada nos pedía una revancha, la cual nunca se dio por compromisos de The Killer e Indómito, que tenían mucho trabajo en muchas arenas. Mi compadre y yo después hicimos pareja muchas veces.

Todo eso sucedió en San Luis Potosí, ciudad que para mi es un lugar clave en mi trayectoria luchística. Ahí me hicieron hacer resortes, atravesando el parque y ahí recibí dinero por primera vez en mi carrera, de parte de la gente, también en la Arena Coliseo. Gracias gente -como le decía yo-, gente sanluisina. Bonito público y conocedor. Gracias por su cariño hacia su servidor y respeto, sobre todo, espero les guste y la compartan.

Le mando un abrazo a The Killer y a Vicente, El Indómito. También a mi Andy Barrow. Mi compadre Aguayo, de corazón espero que encuentre la paz, tranquilidad y salud, que se lo merece. Es un gran ser humano que me hizo ver la realidad de la lucha libre: ¿cómo? Ahí les va… ser profesional, no abusivo. Ladies and gentlemen, good afternoon.

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#4 Tiempos

Alcalde Mayor de San Luis, primer editor de Sor Juana Inés de la Cruz | Columna de J.R. Martínez/Dr. Flash

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EL CRONOPIO

Antes que nada, felicito a los compañeros reporteros de La Orquesta que se hicieron merecedores del Premio Estatal de Periodismo 2025, Bernardo Vera, Ana G. Silva, Fermín Saldaña y Sayd Sauceda, reflejo de su profesionalismo y compromiso comunicacional.

Juan Camacho Gayna que naciera en 1653 en el Puerto de Santa María en Andalucía España, y viniera a Nueva España con el séquito del Marqués de la Laguna que vino como Virrey a Nueva España, ocupó el cargo de Alcalde Mayor de San Luis Potosí, se considera el primer editor de Sor Juana Inés de la Cruz.

Español avecindado en San Luis, fue gobernador en el Puerto de Santa María de 1689 a 1692 a su partida de tierras potosinas.

Ostentando el título de Capitán y Caballero de la Orden de Santiago, en 1680, llegó en el sequito de Tomás Antonio de la Cerda y Aragón marqués de La Laguna y Conde de Paredes, quien le confiaría la encomienda de ser su mayordomo, caballerizo y capitán de guardias.

Cuatro meses después de su llegada, el 20 de septiembre de 1680 tendría el título de Alcalde Mayor de San Luis Potosí y teniente de capitán general de esta ciudad y fronteras chichimecas, nombrado por el rey Carlos II. El 20 de diciembre de 1680 se llevaría a cabo la que sería primera reunión de un ayuntamiento con su cabildo; Camacho Gayna ocuparía ese puesto al menos durante cinco años. Lo sustituiría en 1685 Juan Bautista Ansaldo de Peralta como Alcalde Mayor de San Luis Potosí, yendo a la Ciudad de México donde radicó hasta 1687 antes de regresar a España.

La Inundación Castálida se la dedica Sor Juana a la Virreina Condesa de Paredes que se volvió eje de la vida sentimental de Sor Juana.

La Inundación Castálida apareció en Madrid en 1689 con el título:

“Inundación Castálida de la única poetisa, musa décima, Soror Juana Inés de la Cruz, religiosa profesa en el Monasterio de San Jerónimo de la Imperial Ciudad de México. Que en varios metros, idiomas y estilos fertiliza varios asuntos con elegantes, sutiles, claros, ingeniosos, útiles versos; para enseñanza, recreo y admiración. Dedicados a la Excelma. Señora, D. María Luisa Gonzaga Manrique de Lara, Condesa de Paredes, Marquesa de la Laguna, y los saca a la luz D. Juan Camacho Gayna, Caballero de la Orden de Santiago, Mayordomo y Caballerizo que fue de su Excelencia. Gobernador actual de la Ciudad de Puerto de Santa María. Con privilegio. En Madrid por Juan García Infanzón, año de 1689”.

Se reeditó al siguiente año “corregida y mejorada por la autora” con el título Poemas de la única poetisa americana, musa décima…. Sacados a la luz por Juan Camacho Gayna, que constituyó el tomo primero de los tres que forman las ‘obras’ de Sor Juana. Este tomo fue impreso en Madrid en 1690 y reimpreso en Barcelona en 1691, Zaragoza y Sevilla en 1692.

El papel de editor consiste en el trabajo intelectual para preparar los originales del libro, así como el que pone el dinero necesario para la publicación. Una de las evidencias para asegurar que Gayna es el editor, pues Octavio Paz lo pone en duda, es la “Suma del privilegio” que aparece en las páginas preliminares de la obra que dice: “Tiene privilegio D. Juan Camacho Gayna, Caballero de la orden de Santiago, para poder imprimir un libro intitulado ’Varios poemas castellanos de Soror Juana Inés de la Cruz’, por un tiempo de diez años, como más largamente consta de su original, despachado en el Oficio de Manuel Mojica, Escribano de Cámara del Consejo Real. Dado en Madrid en 18 de Septiembre de 1689”.

Camacho Gayna debió ser hombre de cierta cultura. Dados los diversos cargos que desempeñó en España y en Nueva España bajo tres virreyes, sus cartas están escritas con soltura y propiedad.

Durante cinco años fue Alcalde de San Luis, conoció y trató a Sor Juana. El nombre del Alcalde Mayor de San Luis Potosí, quedó vinculado para siempre al de la Fénix de México y Décima Musa, máxima poetisa de nuestra lengua o fácilmente del orbe como lo asegura Peñalosa y lo ratifica Francisco de la Maza, potosino estudioso de la obra de Sor Juana, y del historiador Dr. Alfonso Martínez.

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#4 Tiempos

El administrador astuto | Columna de Juan Jesús Priego Rivera

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LETRAS minúsculas

 

«Un hombre rico tenía un administrador y le fueron con el cuento de que éste derrochaba sus bienes. Entonces lo llamó y le dijo: “¿Qué es eso que oigo decir de ti? Dame cuenta de tu gestión porque quedas despedido”» (Lucas 16, 1-15).

Cuando Jesús contó esta parábola nada dijo de cómo recibió el administrador tan mala noticia. ¿Retrocedió espantado?, ¿sintió que el piso se movía bajo sus pies como un tapete?, ¿intentó defenderse o ya por lo menos justificarse? Nada de esto sabemos; lo que sí sabemos, en cambio, es que más bien se puso a hacer cálculos en su interior, diciendo:

«-¿Qué voy a hacer ahora que mi patrón me quita el empleo? Para cavar no tengo fuerzas; mendigar, me da vergüenza. ¡Ya sé lo que voy a hacer para que, cuando me echen de la administración, haya quien me reciba en su casa!».

El foco, como se dice, se le había prendido. Pero, ¿qué era eso? Quiero decir, ¿qué fue se le ocurrió para que ahora que estaba desempleado no le faltara por lo menos un mendrugo de pan y un vaso de agua fresca? En realidad, algo muy ingenioso y sutil: como aún no había rendido el informe que le exigía su amo, todavía era tiempo de alterar ciertos papeles… Y esto es lo que hizo:

«Fue llamando uno por uno a los deudores de su amo y preguntó al primero:

»-¿Cuánto debes a mi patrón?».

La pregunta, por supuesto, era retórica, pues los documentos los tenía él en su mano y a la vista, y bien escrito estaba en ellos el monto de la deuda; lo que quería, más bien, era causar en su interlocutor un cierto impacto difícil de olvidar.

«-Cien barriles de aceite –respondió el deudor, que aún no sabía muy bien de qué iba la cosa.

»-Aquí está tu recibo; date prisa, siéntate y escribe: cincuenta».

Ya podemos imaginar el gozo con el que éste hizo lo que el administrador le pedía. ¡Le estaba perdonando nada menos que la mitad de la deuda! Es como si yo debiera al banco 100.000 pesos y de pronto el gerente me mandara llamar para decirme, guiñándome el ojo, que a partir de ahora no debo más que 50.000. ¿No era esto como para ponerse a gritar de alegría e invitarle un café en el restaurante más elegante de la ciudad?

El administrador mandó llamar al segundo deudor y le hizo la misma pregunta que al primero:

«-¿Cuánto debes a mi patrón?

»-Cien costales de trigo –dijo éste a su vez.

»-Aquí está tu recibo: escribe ochenta».

Y así hizo con todos los otros. Si de cualquier manera lo iban a despedir; mejor dicho, si ya estaba despedido, ¿qué perdía haciendo lo que hizo? ¡No perdía nada! Todo lo contrario: se jugó la última carta y había ganado, porque estos deudores iban a quedar eternamente agradecidos con él. ¡Su vejez estaba asegurada, pues un día lo invitaría uno a su casa a comer, y otro día otro! Ya no tendría que mendigar ni que andar por las calles del pueblo extendiendo la mano en busca de un pedazo de pan… Se retiraba, por decir así, con la cabeza levantada y pisando fuerte.

¡Qué hombre más inteligente!

Jesús mismo no pudo menos de alabar su ingenio. ¡Cómo, antes de ser despedido, supo hacerse amigos que después ya no lo dejarían solo! «Por eso les digo yo –concluyó el Maestro-: con el dinero, tan lleno de injusticia, gánense amigos para que, cando esto se acabe, los reciban en las moradas eternas».

Con esta sencilla historia, Jesús ha querido responder a estas dos preguntas que, si no fueran eternas, creeríamos que son banales «¿Para qué sirve el dinero?, ¿para qué sirve el poder?». Y su respuesta es: para que te hagas todos los amigos que puedas: sólo para eso. ¿Eres rico? Hazte amigos. ¿Eres poderoso, ocupas un cargo de cierta importancia? Hazte amigos igualmente.

Hay quienes, al tomar posesión de un cargo, empiezan a ver a los demás mortales como a hormigas (¡tan encumbrados se sienten ocupando su flamante escritorio de caoba!). Bien, que se anden con cuidado, porque no siempre estarán ahí, porque la rueda de la fortuna gira y gira y no es nada seguro que los que están arriba permanezcan en la cumbre eternamente. Sí, la fortuna es una rueda que no deja de girar: los que hace poco estaban abajo, resulta que ahora están arriba, y si no los trataste bien cuando tenías la sartén por el mango, como se dice, ellos lo recordarán una y otra vez, y ahora será la suya.

Hay quienes piensan que el poder es necesario para enriquecerse, y que el enriquecimiento es ya en sí mismo una forma de poder; en una palabra, que la riqueza y el poder se bastan a sí mismos. Si así es como piensas tú, déjame decirte, lector, que te equivocas. ¡Rompe el círculo! Hoy que la vida te ha favorecido, favorece a los que puedas, porque nada sabes del futuro. Haz como el hombre de la parábola: gánatelos a todos, porque no siempre serás administrador y quizá un día el patrón de turno te mande llamar para decirte:

-Dame cuenta de tu gestión porque estás despedido.

Si esto te dijeran sin que te hubieras hecho amigo de nadie, entonces sí que estarás perdido.

Toda la sabiduría de la vida está en esta sencilla parábola. Hazte amigos ahora que puedes; porque, si no lo haces ahora, quién sabe si lo podrás hacer mañana. «Conoce la ocasión o la oportunidad»: según Pítaco, el filosofo griego, no había conocimiento en el mundo más útil que éste.

Sí, aprovecha la oportunidad, porque mañana, sin que te des cuenta, quizá sea ya demasiado tarde.

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#4 Tiempos

De una semifinal al viernes botanero | Columna de Arturo Mena “Nefrox”

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TESTEANDO

 

No cabe duda de que quiero y mucho a este equipo, San Luis ha sido y siempre seguirá siendo el dueño de mi pasión, mis ganas y mis (falsas) esperanzas. Cualquier equipo de mi ciudad merece mi cariño.

Parece increíble que hace apenas unos meses, San Luis era un extraño protagonista en esta liga MX, San Luis estaba en una semifinal, a 45 minutos de hacer historia y colarse hasta a una Concachampions, lastimosamente el resultado en Monterrey nos dejó solo con las ganas de soñar con la final y del torneo internacional, ya ni hablamos.

San Luis fue un buen equipo, jugando bien, siendo invicto en casa y con muchísima suerte, terminó dentro de los 6 primeros, un equipo al que daba gusto verlo jugar, sobre todo en el Lastras, el equipo que históricamente más puntos entregó en una temporada, ese equipo que brilló, el mismo equipo que la campaña pasada, dejó de lucir y perdió rápidamente el invicto de local.

El torneo que recién terminó, fue uno triste para San Luis, jugadores y afición sufrieron, la directiva tuvo que salir a dar la cara y el cuerpo técnico decidió hacerse a un lado, San Luis era una caricatura.

Estamos en el comienzo de una nueva pretemporada, si bien el equipo conserva la base con la que ha venido jugando, ha llegado un nuevo cuerpo técnico, Guillermo Abascal es un entrenador con mucha experiencia aún con su corta edad para el puesto,

esto no siempre habla bien de un técnico, los entrenadores que rotan de equipo, normalmente lo hacen por malos resultados. Hay que esperar, el beneficio de la duda, lo tiene.

Por otro lado faltará conocer a los refuerzos, el equipo ha liberado plazas de extranjero y los nacionales también tendrán que aportar, la conformación del cuadro es muy importante para los planes del entrenador, más si tomamos en cuenta que está desde el inicio de la pretemporada.

En fin, de jugar una semifinal, ha estar considerados en muchas jornadas como un equipo de los viernes por la noche, espero y añoro que esta sea una buena temporada otra vez, ojalá volvamos a estar dentro de los finalistas, y dejemos de ser un equipo del montón… ojalá.

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