EL CRONOPIO

Todos los saberes están interconectados y la verdadera creatividad proviene de la confrontación de ideas entre mentes acostumbradas a distintas prácticas y estándares. Fue la premisa del trabajo de José Negrete Martínez, un romántico del conocimiento que establecía que cada día es una nueva aventura, y la manera de afrontarla la reducía a su eterna frase: no importa qué, saca tu lancha. Otra forma de decir a lo machado, se hace camino al andar.

José Negrete navegó a través de áreas diversas de la ciencia y el arte en su gran proyecto de vida, la aproximación experimental al problema mente-cuerpo. De esta manera inició estudiando medicina para continuar con la experimentación como forma de indagación, para seguir con la biofísica, física, matemáticas, computación, y las intersecciones entre estas áreas donde surgieron nuevas disciplinas científicas como las biomatemáticas, la cibernética, neurofisiología y la inteligencia artificial con sus líneas de robótica reactiva y robótica neuromórfica y los sistemas expertos. La mayoría de ellas creadas en el país por el Dr. Negrete, en su afán de estudiar y entender el sistema nervioso y el cerebro desde sus aspectos físicos fundamentales hasta la cognovisión más abstracta.

José Negrete inicia en el campo de la investigación de la mano del fisiólogo potosino Efrén Carlos Del Pozo, quien lo embarcó en su primera aventura académica al invitarlo a experimentar en los laboratorios de fisiología de lo que ahora es el Instituto de Investigaciones Biomédicas de la UNAM. A la postre resultó su ayudante de cátedra y su sustituto en el puesto de jefe del Departamento de Fisiología y Farmacología del Instituto de Salubridad y Enfermedades Tropicales de la Secretaria de Salubridad y Asistencia. Su tesis de licenciatura en medicina fue dirigida por Efrén del Pozo y versó sobre Influencia de la Corteza Suprarrenal sobre el Sistema Exterofector. Esta tesis llamó la atención sobre algo cuya importancia todavía no estaba establecida: el papel modulador que las hormonas juegan en el funcionamiento de las sinapsis en general. Fue el propio Del Pozo que le ofreció uno de los primeros puestos de investigador de tiempo completo que ofreció la UNAM.

En el año del 2007 estuvo de visita en San Luis Potosí, con motivo del homenaje que organizamos al Dr. Efrén del Pozo en el centenario de su nacimiento, donde tuvimos oportunidad le platicar con el Dr. Negrete sobre su trabajo científico en una charla que transitaba entre el arte y la ciencia en esa gran aventura que es el conocimiento, no sin antes encontrar un lugar donde pudiera fumar su puro que disfrutaba en deliciosa charla.

Fundó varias sociedades científicas, así como instituciones en el país y en especial fue el introductor de lo que hoy se conoce como inteligencia artificial. Fue investigador de la UNAM y estuvo colaborando con la Universidad Veracruzana en el posgrado en Inteligencia Artificial desde la década de los mil novecientos noventa.

Largo sería señalar sus contribuciones, pero como iniciador de la inteligencia artificial en México construyó robots orientados a la conducta, construyó en Xalapa robots físicos que, dotados de computadoras concurrentes a bordo, permitían experimentar con la auto-organización de módulos “por subsumción”. “Con algunos estudiantes experimenté también en la construcción de insectos sintéticos (aunque simulados); estos robots tenían cerebros artificiales, construidos por nosotros con neuronas “realistas”. Las neuronas más importantes de estas “cucarachas” eran sus neuronas Marca-Paso, o módulos MarcaPaso que, debido a la actividad espontánea, generaban la marcha de tales robots por inhibición recíproca entre ellas. Cada uno de estos robots xalapeños tenía una cosa en común: todos estaban auto-organizando módulos orientados a la conducta”.

Incursionó en la literatura escribiendo varios textos narrativos como: inteligencia aunque sea artificial, entre otros, y, un par de novelas: Un paciente difícil: invitación a la investigación de la práctica médica, cuya revisión estuvo a cargo de Efrén del Pozo, y, la abominable inteligencia artificial de un boticario. Ofreció talleres para jóvenes donde integraba el conocimiento como el taller para aprender matemáticas en base a sonidos rítmicos llamado: baile en salsa, o el stand que ponía en mercados públicos, entre puestos de pollos y verduras, donde difundía la conveniencia de la computación en la educación.

En resumen, fue un experimentalista, un biofisicista y biomatemático, un informaticista médico, un pedagogo, un ecologista teórico, un escritor, un divulgador de la ciencia, un roboticista y un investigador en inteligencia artificial.

José Negrete Martínez nació en la Ciudad de México en 1929 y falleció en el año 2018.

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