#4 Tiempos
El camión con despensas es mío. ¡Ya dénmelo! | Columna de Jorge Saldaña
TERCERA LLAMADA.
A ver, ¿El camión que les hizo a ustedes? ¿Qué culpa tienen las inocentes y perecederas despensas? No, no hay que ser así de ingratos, cometa, quien deba cometerlo, un acto de justicia y dénmelo a mí.
Es más, si nadie acredita la propiedad y reniegan de su contenido, yo estoy dispuesto a quedarme con el valioso tracto camión con todo y caja, recibir con todo gusto la vasta mercancía y emprender una cruzada de entrega desinteresada (sin voto de por medio) para las colonias, organizaciones o comunidades que más lo necesiten.
¡Faltaba más! Si acaso y si se ponen muy mezquinas las autoridades, con la ayuda de mi Culto Público hasta organizo coperacha en mi sombrero de domingo para pagar la multa y hasta los daños causados al puente del Río Santiago, monto que seguramente es, por mucho, inferior al valor de lo decomisado y hoy múltiplemente desconocido.
En estos días, a casi todos los candidatos hemos preguntado personalmente si son los dueños o reconocen la propiedad tanto del vehículo como de las despensas. No, no y un millón de veces no es la respuesta común obtenida.
Es decir, es un vehículo sin dueño, una lámpara sin luz, un reloj sin manecillas. Un camión vagabundo y callejero en busca de un acomedido protector. Ya no sufras misterioso camión de despensas desdeñadas: yo te adopto con todo mi corazón.
Todos los candidatos se deslindan y se acusan recíprocamente, se escandalizan solo de la idea: “qué barbaridad, qué oso, ¿en campaña y repartiendo despensas?, pero a ¿quién se le ocurre?”
Desde el Presidente de la República en La Mañanera, al que “casualmente” enlazaron en vivo justo cuando habló del tema, hasta el más desconocido candidato a quinto regidor por Lagunillas, (bueno, con decirle que hasta el hasta ahora desaparecido Toño Lorca, supuesto coordinador de campaña de la doctora Mónica se subió al asunto… imagínese) la clase política trae el asunto como papa caliente.
Los de la coalición acusan al Verde, los del Verde al gobierno (por apoyar a la coalición) con desplegados incluso nacionales firmados por senadores y diputados del PT y Verde, los de Morena a la mafia del poder, exigen justicia y celebran lo que consideran es un “espaldarazo” del presidente, total que los de aquí a los de allá, los de arriba a los de abajo y que de tin marín de do pingüé cúcara mácara títere fue. Mientras tanto, el Kenworth rojo con caja de quién sabe cuántos pies cúbicos y 5 mil despensas siguen en el limbo desde el sábado.
Comentario al margen: el aprovechamiento mediático electoral era de esperarse, al grado de querer poner palabras en la boca del propio presidente para desprestigiar rivales como fue en el caso del supuesto “asesor” en comunicación de Mónica Rangel, Antonio Meza Rojo, que difundió un comunicado muy chapucero al respecto. Ni modo, así se las gastan y han gastado en todas y cada una de las campañas que ha perdido, pero en fin y de regreso al tema:
¿De verdad no pueden dar con el nombre en el registro de las placas? ¿No hay datos de los números de serie de la caja y el motor del vehículo? ¿No hay quién se haya acercado a reclamar semejante pérdida? ¿Por qué tanto silencio?
La “indignación” política también me parece exagerada, por favor, el que esté libre de culpa que entregue la primera despensa.
Por cierto, hoy mismo circuló un video oportunamente captado por el periodista Everardo González en el que descubre, una vez más , cómo desde dos vehículos del ayuntamiento, rotulados con el número 3794 de la oficialía mayor del gobierno capitalino, se bajaba una camioneta llena de despensas a una casa particular en el número 1463 de la calle 5 de mayo en el centro histórico.
¿Estarán reponiendo las que están decomisadas? ¿Son para la campaña ilegítima de Xavier Nava? Es pregunta.
Entre tanto, el alma atormentada de este aprendiz de reportero no deja de lamentarse de cómo 5 mil despensas se están echando a perder y son tratadas como delincuentes detenidas bajo el sol en algún polvoriento corralón mientras podrían estar en manos de 5 mil familias a las que seguramente hoy les hizo falta algo de aceite, frijol, leche, galletas, sardinas o atún que seguramente contienen los paquetes incautados.
Por eso, si me lo permite el Culto Público, si no aparece pronto el dueño del camión y las despensas, que me las den a mí, yo me hago el dueño y entre todos repartimos la mercancía y hasta el valor del vehículo entre los más necesitados (no pido voto a cambio) ¿quién jala? Paso por ustedes.
BEMOLES.
Xavier Nava se cansa de llorar y no amanece. Es verdaderamente una burla lo que está haciendo al defender lo indefendible. El mejor ejemplo para dejar a mi Culto Público las cosas claras lo explico así: Xavier Nava metió la mano en el área chica y eso es penalti, el que quiera convencer a las gradas para gritarle al árbitro es mezquino y chapucero. La ley es clara y nada tiene que ver con su derecho de votar y ser votado, tampoco con el hecho de ser postulado por un partido distinto, todo el fundamento es que metió la mano en el área chica, impugnó el proceso interno del PAN cuando quiso ser candidato a gobernador al MISMO TIEMPO en que se registró como candidato de Morena y eso el artículo 227 de la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales lo prohíbe determinantemente. Decir que los tribunales locales están bajo las órdenes de sus enemigos es un absurdo y presionar con el público para que se le cumpla su berrinche es bastante iluso y peligroso para los potosinos. Hubo “Var” y lo cacharon, acepten por una vez en la vida su error. Si le regresan la candidatura no correrán con mayor suerte, pues ni retiraron propaganda como les indicó la autoridad ni dejaron de hacer campaña, otra vez serán impugnados con tarjeta roja. Por lo demás, el niño era chillón y lo pellizcaron, en el papel de víctima Xavier se lleva un Óscar (y no es Valle).
Hasta pronto hijos de mi alma.
@jfsh007
@MetronomoElect
@laorquestamx
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#4 Tiempos
Las campañas y cómo te va mi amor | Apuntes de Jorge Saldaña
APUNTES
Culto Público, hijos de mis “que sorpresas da la vida encontrarte en plena calle” estamos a una semana del Viernes de Dolores, a tiempo para recordar que no es buena idea ser acusado por Neptuno de comerse a una bellísima sirena en desayuno.
Es viernes también de registros a las presidencias municipales y es viernes de apuntes de su servidor.
Hablando del “fue el encuentro tan pequeño que no pude sincerarme” les platico anécdota breve ocurrida el martes pasado.
Es el hotel Fiesta Americana, un candidato a diputado federal desayunó con el secretario general de gobierno Guadalupe Torres Sánchez (seguro que platicaron del clima y de sus intenciones cuaresmales).
A la salida piden el elevador, “Tiiiiin” se abren las puertas del aparato subeybaja, ¡sopresa! adentro como pasajeros están el alcalde capitalino Enrique Galindo con Rita Ozalia Rodríguez, candidata de Morena al senado y en los hechos presidenta del partido guinda en San Luis. Afuera los personajes ya mencionados.
Segundo incómodo.
¿Qué parte de la instrucción “desde muy arriba” (por no decir presidencial) no se entendió que en SLP se formaría la Alianza con el Partido Verde y del Trabajo?
Tras el segundo incómodo vino el saludo cordial, caray, los cuatro son políticos y hasta abrazo se dieron. Es hora de la diplomacia aunque las muecas y la comunicación no verbal, a veces traiciona.
Fue para los cuatro, como dice la canción, una chispa en mi equilibrio y dinamita que estalló.
Pero relájense todos, esto es política electoral y como tal, se va transformando de acuerdo a cálculos, unos que se tienen que hacer muy rápido respecto a lo que hagan los demás y otros más de tiros largos de piedra que se verán a largo plazo…
Con esto último me refiero a que la elección 2024 se llama 2027 en el postpretérito. En lo inmediato el juego del tablero se llama “¿Tu con quién estás?
Con esto me refiero por supuesto a que todos están jugando lo mejor que pueden sus piezas respecto a sus cálculos.
Mi amigo Enrique Galindo, por ejemplo, hace bien en buscar que una de las circunstancias por las que pudo ganar la alcaldía en 2021 se repita a su favor, y esto no es otra cosa que buscar que el agravio y el enojo de los simpatizantes y más férreos militantes de Morena, por no haber podido siglar en la capital un candidato guinda, se conviertan en una ventaja y nicho de mercado electoral para él.
En otras palabras: Buscar que los morenistas enojados porque la candidata a la capital es Sonia, tengan una opción de revancha y voten todo por Morena, excepto en la capital, donde podrían ayudar a Enrique.
Le pasó a Xavier Nava en su momento. Le pasó a Mónica Liliana Rangel. La lección es clara: a los de Morena no les gustan los “Outsiders”.
Rita, por su parte, confía en el voto cautivo de Morena, con los que siempre arrancan y que no pertenecen a nadie excepto al presidente de la república, su aprobación y esa fe casi dogmática de sus seguidores que en SLP representan entre un 30 y 32 por ciento de las preferencias del electorado.
Así arrancan siempre pero aún con esos buenos números, en San Luis, excepto el presidente, no han ganado los morenos gran cosa más allá de diputaciones federales pluris y las locales que les correspondieron. (¿Si es así, u “otra vez me equivoqué”?)
Pero los números cambian, se alteran y el tiempo no es su aliado, parece que las campañas no maduran su querer.
Por ejemplo, de las encuestas al 29 de febrero que vienen desde gobernación federal y que son celosamente compartidas entre ciertos círculos muy pequeños, la fórmula de Morena al senado, es decir Rita, bajó en una semana tres puntos, mismos que subió la fórmula del Verde.
La alianza prianista de los Xochilovers, se mantuvo con los mismos números.
¿Qué está pasando?
No se si lo han notado, pero el compañero de fórmula de Rita Ozalia Rodríguez, el ex titular de Sedesore en el estado y pieza clave del grupo verde, Ignacio Segura, en los hechos no está en la contienda.
Si Rita no está apoyando al verde en la capital, como lo parece con el encuentro del elevador y las sorpresas de la vida, (en política lo que parece es…dicen) el verde tampoco está haciendo gran cosa para ayudar a la que en lo estrictamente oficial, es su aliada.
El cálculo entonces es más notorio que un elefante escondido detrás de un trébol:
Se apuesta a que la fórmula de la señora Ruth González Silva y Gilberto Hernández Villafuerte, alcancen el primer lugar al senado, dejando la primera minoría, si a caso y no se desfondan, a Rita Ozalia, dejando fuera a Ignacio Segura, que aparentemente asume el “sacrificio” pero seguramente será compensado quizás hasta con un puesto en el gabinete federal en caso de que gane Claudia Sheinmbaum (que hoy parece muy, muy probable).
En la capital el cálculo de corto plazo también está mas “cantado” que el himno nacional.
El cuarto, el octavo, y sexto distrito local, serán cruciales y serán en los que concentrarán ambas fuerzas para lograr el triunfo en la presidencia municipal.
Movimiento Ciudadano por su parte, y si es que tiene integridad su candidato (que sé que la tiene) no se prestará a “flanquear” a Galindo, al golpeteo, a la guerra sucia y a convertirse en el palo con picos de la campaña para hacer ganar a los que se supone eran sus enemigos mortales: el Gallardismo.
La “Paradoja de Sebastián” será título de una próxima entrega.
En el tablero de la capital hay un caso de excepción que tenemos que tomar en cuenta y es el del V distrito federal.
¿Por qué toma más relevancia hoy un distrito históricamente ganado por el PAN? La respuesta es muy sencilla: La competencia real del distrito no son Daniel Guillén y David Azuara. Hay mucho más en juego detrás de ellos. Se está jugando el futuro.
Aunque no lo parezca a simple vista, están jugando ahí Ricardo Gallardo, el gobernador, contra un personaje salido de la nada, que apoya al PAN a través de su candidato, David Azuara, y al mismo tiempo representa a Morena a través de su cercanía con uno de los hijos del presidente, se llama Gerardo Sánchez Zumaya.
Para muestra, un hogar de botón: en estos días entrevisté a David Azuara y cuando le pregunté por su opinión respecto a Morena me respondió que es “una catástrofe”, cuando le pregunté por Gerardo Sánchez contestó: “Mi amigo”. Están publicados los videos y es un secreto a voces el “eje” David-Gerardo-Andy.
Qué escándalo y era en silencio la pregunta entre tu y yo: ¿Entonces Morena o uno de los hijos del presidente indirectamente está apoyando a un candidato del PAN? Sí.
¿Entonces Xavier Azuara se va a la banca tres años?
No necesariamente, quizás pronto lo veamos en una cartera del CEN nacional del PAN, desde donde querrá construir, si gana, una plataforma para la presidencia municipal de su hermano (igual hasta por Morena) y por qué no, atizar el ego del de Tanquián y beneficiario de millonarios contratos con CFE, hasta hacerle creer que puede competir por la gubernatura en tres años.
La batalla del V distrito federal pues, y todo lo que implica sobre los distritos locales y la presidencia municipal, podría resumir una cosa: la batalla del 2027.
Uff, se me acaba el espacio Culto Público, pero no crean que será asunto olvidado, hijos de mi “a ver cómo te va mi amor”.
A partir del 20 de abril. Viene lo mejor.
Bemoles:
Me platicaron que el rector de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, Alejandro Zermeño Guerra, es un buen ajedrecista, por lo tanto estoy seguro sabrá ver cuando en el tablero y ya cerca del primero de abril, le quieran alinear una torre y un alfil.
Hasta la próxima
Jorge Saldaña
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#4 Tiempos
Se acaba el torneo | Columna de Arturo Mena “Nefrox”
TESTEANDO
Sí, aún quedan 7 fechas y matemáticamente existen posibilidades para que San Luis se pueda meter al play in, sin embargo, poco se ve con esperanza de obtener puntos.
De los 7 partidos que restan, dos son los que tal vez puedan dar algo para la cosecha.
Juárez y Atlas, son los dos que parecen (de cierto modo) posibles, el último lugar de la tabla solo ha podido obtener 3 empates, no conoce la victoria y juega para sobrevivir, los de la frontera están verdaderamente perdidos desde hace tiempo. Del otro lado, los rojinegros viven un presente muy parecido al cuadro potosino, un equipo con altibajos que por momentos no juega mal, pero cuyos resultados lo tienen sumido en una realidad mediocre.
Fuera de esos dos, el calendario es poco más que complicado para San Luis. El suplicio comienza el domingo, recibir a Pachuca que piensa en grande, es complejo, los de Hidalgo vienen de perder de locales en la liga, pero también de golear a media semana en Concacaf, un cuadro bien dirigido con nombres importantes como Rondón que ya es figura no solo de su equipo,
sino de la misma liga. El partido del domingo parece una derrota cantada para los de casa, Pachuca está obligado a ganar.Después de ese rival, la cosa no mejora, pues la siguiente semana se tendrá que visitar al campeón, un América que posiblemente enfrente a San Luis con bancas, pero que aún así, le pondrá las cosas difíciles. Parece que tendremos 0 de los próximos 6 puntos.
Esto es futbol, todo puede pasar, pero hay que ser congruentes y entender que poco se puede rescatar de este torneo, el campeonato prácticamente ya acabó para San Luis, cualquier cosa que pueda pasar, es ganancia ante este triste panorama.
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#4 Tiempos
Así que… Los Óscares… | Columna de Guille Carregha
Criticaciones
Siendo la persona que decidió que lo que estaba genial como decisión de vida era gastar el poco tiempo que tengo sobre esta tierra escribiendo acerca de películas y cosas relacionadas con el cine, se siente la presión en esta época del año (léase, la semana después de los premios Óscar) de hablar acerca de este supuesto magno evento, y lo que se vivió, lo que se sintió, la emoción de ver a gente que crees conocer porque las has visto por años en pantallas, entregándole estatuas a otras personas a quienes también crees conocer por haberlas visto por todavía más años en pantallas, y esas cosas.
Es mera presión interna, por cierto. En ningún momento alguna persona de la vida real se ha acercado a mí, tanto en esta realidad como en el mundo digital, para preguntarme algo como “¿qué tal esos Óscares, eh?” o, ya de plano, un “¿Vieron los Óscares?”. Nadie. Es como si, en general, a menos que sean entes muy clavados con la relevancia de que los viejitos blancos celebren a sus hombres blancos favoritos (entremezcladas con unas tres o cuatro personas de menos blanquitud aparente, para que no se vea tan obvia la preferencia, y un par de mujeres para decir que si son inclusivos) en posts de Twitter, el evento entero pasó sin relevancia alguna.
Este año, por primera vez, sentí a los Óscares como un “Huh. ¿Ya fueron los Óscares? Muy bien, sigamos con nuestra vida”, a nivel general.
Mi medidor de relevancia social suele ser el grupo de WhatsApp de mi familia. El año pasado, durante la ceremonia de premiación, nos llenamos de fotos, comentarios, “ojalá que gane esta película” y una larga lista de etcéteras en forma de live tweets dentro de la aplicación de mensajes. Sobre todo, se llenó la memoria interna de muchos de nuestros teléfonos cuando fue el momento de sacar las hot takes acerca de todo el asunto de la cachetada de Will Smith. Todos se sentían con la necesidad de opinar al respecto, de preguntarse entre ellos “¿habrá sido planeado para conseguir rating?”, “¿fue algo real?”, “¿cómo se le ocurre?” y toda la gama completa de hot takes que se generaron alrededor del evento durante la mayor parte del 2023. Era un caos, había emoción, se recomendaban películas. Vaya, se sintió como un evento.
Este año el grupo quedó en completo silencio la mayor parte del domingo. Como es costumbre, todos se mandaron sus saludos de buenos días, sus imágenes de “Dios te desea un buen fin de semana”, y gifs de perritos peludos con cara de recién despertados. Lo normal. Pero, a partir de las dos de la tarde, puro silencio. No fue sino hasta las once que regresamos al clásico programa de replicar el evento matutino, pero ahora deseando las buenas noches. O sea, un día normal de toda la vida. Literalmente hubo más vida en ese grupo durante el Super Bowl, en donde algunos preguntaban quién era Taylor Swift y qué importaba que estuviera en el estadio, que durante la premiación de los Óscares.
De hecho, a lo largo de las redes sociales que frecuento, los únicos comentarios se limitaban a hablar de lo bonito que se veía el perro Messi aplaudiendo (alto honor al perrito Messi aplaudiendo) o referencias a John Cena encuerado. De vez en cuando se hablaba del momento en el que Schwarzenegger y DeVito se acordaron de haber estado en las películas de Batman.
Pero el momento que más representa la falta de importancia cultural que tienen los Óscares en 2024 es el clip de Al Pacino anunciando al ganador de mejor película. Él simplemente llega al escenario, dice aquí tengo al ganador y, después de un tremendo CHSM, la abre y dice el título de la película sin más. Nada de decir quiénes eran los otros nominados o dar algo de chance de crear misterio o anticipación. “Ya llegué, aquí está el sobre, aquí está el ganador – créditos”. Creo que aquello resume perfectamente el valemadrismo social que sentimos la mayoría ante este magno evento de premiaciones.
Tampoco ayudó que la mayoría de las películas nominadas apenas y llegaron a salas de México una o dos semanas antes del evento (si es que acaso se estrenaron fuera de CDMX, porque, ya sabemos, que provincia no le importa ni a las distribuidoras de cine). O que una de las películas de las que más se hablaba era, justamente, una que la mayoría de las mamás panistas evitaron activamente porque había mucha muchacha encuerada ahí (Poor Things). Entonces, ¿quién si no los más crónicamente online que sí le saben a los torrents y cómo bajar películas piratas se iban a interesar en un evento como este?
Y, por cierto, el evento en sí se sintió como la apuesta más básica de “solo venimos a pasárnosla bien” que se ha visto en años. Todo se sintió tan seguro, tan “el mundo real está afuera y no nos va a afectar” que parecía una peda de alumnos de preparatoria antes de la semana de exámenes finales. Con un poquito menos de vómito, claro, pero igual de inmemorable y vacía.
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