septiembre 12, 2025

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#4 Tiempos

De naranjas con atole y sindicatos con hambre | Apuntes de viernes de Jorge Saldaña

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APUNTES

 

Culto Público, hijos de mis desvelos: los saludo una vez más en día del “cuerpo lo sabe” con apuntes de viernes, los que traen lonche de secreto y misterio con juguito de revelaciones, cuestionamientos y desparpajo en pleno.

Voy a empezar con la extraña invitación que hicieron llegar por ahí de las siete y media de la noche los “New Orange”, los antes panistas, priistas, navistas, desempleados y los que salgan que ilusionados llevan meses inscribiéndose al partido naranja, al MC, al barco de María Cristina que nos quiere gobernar como en la bonita melodía que me recuerda cuando yo me enamoré.

Invitaron a los quince años del sábado siendo domingo. Llamaron a misa de una, cuando eran las tres. Mandaron invitación para que la gente acudiera tres horas antes de recibirla, es decir, invitaron con ganas de no invitar.

Pocos y apartados, como los votos que obtuvo ese partido en las elecciones intermedias, se reunieron como en urna semivacía en el Centro de Convenciones (en el de Benigno Arriaga, no crea que en el otro, porque allá se hubieran, de plano, perdido entre los salones).

Allí los naranjas le dieron nombramiento como nuevo “Secretario de los Círculos” al ex priista, pero todavía diputado, Mauricio Ramírez Konishi.

Cualquier cosa que eso de “Secretario de los Círculos” signifique, la figura no existe ni en los estatutos ni en la estructura orgánica de ese partido, es decir, se inventaron recientemente un nuevo organigrama con nombres geométricos o de plano ya abandonaron los New Orange los límites de la cordura.

¿Qué sigue, que al corruptito ex panista, Villarreal Loo lo nombren “Secretario de Triángulos”? ¿Chuy Rocha de los trapecios? ¿Sebastián Pérez de los rectángulos? ¿Pablo Gil el de los cuadrados, y finalmente Eugenio Govea pasará de dirigente del partido a presidente del juego geométrico anaranjado?

El nombramiento, que viene firmado desde México, parece ser apenas un sorbo de atole del espeso para que con el dedo de los Orange potosinos se lo repartan en sus respectivas bocas.

Finalmente, a meses de la ilusión, a meses de las renuncias, tras largos periodos de esperanza amarrada a través de fotografías con Dante Delgado, y posterior a una desastrosa participación en las pasadas elecciones de junio, las cosas siguen exactamente igual: Nada para nadie a excepción de un nombramiento de juguete y casi en secreto para Ramírez Konishi que –hay que decirlo- fue el que más apostó en su brinco a MC.

¿Qué harán con su nuevo juego de geometría, resultados electorales vergonzosos, con el gobierno de Jalisco en ruinas en términos de percepción y con un gobernador de Nuevo León que todos los días demuestra que le falta al menos un tornillo?

¿Siguen esperanzados en el muchacho Colosio de Monterrey para que puedan pescar algo de su sacrificio en 2024?

Mientras tanto, entre todos los abandonos que los New Orange aplicaron a sus ex vehículos de participación (léase PRI y PAN) los han dejado destartalados para subirse a un nuevo vehículo que no tiene motor. Mucho les ha de agradecer AMLO y todos sus candidatos su ayuda.

En serio que son bien chistosos, a ver si para las elecciones del 2024, empiezan a mandar las convocatorias e invitaciones por ahí de 2027, digo, por el modo en como se las gastan lo “abusados”

que andan (abusados en el sentido de cómo les han tomado el pelo).

Otra que anda tomando el pelo a sus agremiados, es la líder-tesorera-vocera- ex secretaria general del Sittge, Francisca Reséndiz Lara que ayer una vez más pretendió desquiciar el transito de la zona poniente de la ciudad al dirigir una manifestación a casa particular del gobernador Gallardo Cardona.

Hay que recordar que cuando Francisca quiso ser candidata de Morena al gobierno del estado, su forma de “convencer a los potosinos” era cerrando la Avenida Carranza.

Hay que recordar también que la “líder y tesorera” está denunciada por su gente más cercana por corrupción, por bailarse, los de por si ilegales, bonos del día de la madre y del día del padre que les dio la anterior administración a su sindicato y de los que “jamás se supo nada”.

Es bueno también traer a la memoria que la señora tesorera pide, pide y no se cansa de pedir “cuotas y cooperaciones” a sus ya pocos agremiados en las sesiones ordinarias y extraordinarias.

Vale la pena también tomar en cuenta que muchos (no todos) de quienes la siguen en sus marchas ya se encuentran despedidos (incluso desde administraciones pasadas) pero aún así quieren aguinaldo, bonos y prestaciones. Muchos también (no todos) jamás se han parado a trabajar en el lugar o dependencia en que les corresponda y se dedican de tiempo completo a “actividades sindicales” pero mientras tanto siguen cobrando su sueldo que pagamos todos los potosinos.

¿Qué quería la “líder-tesorera” ayer en casa del gobernador? ¿Qué los recibiera a todos exponiéndolos al Covid que padece el gobernante? ¿Qué esperaba Francisca si no hacer un show montado para poder seguir chantajeando al gobierno y fastidiando a los ciudadanos?

No nos equivoquemos, ese asunto no se trata de “justicia laboral”, sino de dinero que quiere seguir recibiendo la señora a manos llenas. ¿Usted le pagaría aguinaldo a alguien que fue despedido hace más de 3 años? ¿Pagaría sueldos y compensaciones a una docena de gente que nunca se ha parado a trabajar? Son preguntas y nada más.

 

BONUS DE VIERNES:

¿Usted sabe, Culto Público, qué pasó y que fin tuvo el perrito llamado “Combo” y que adoptó Octavio Pedroza y Enrique Galindo durante su campaña? Más tarde le compartiré la historia.

Hasta la próxima hijos de mi alma animosa.

Atentamente,

Jorge Saldaña

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#4 Tiempos

Fantasmas y oportunidad | Columna de Arturo Mena “Nefrox”

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TESTEANDO

 

Este domingo San Luis abre el Alfonso Lastras frente a Tijuana, y no es un choque cualquiera, para los potosinos es una prueba de carácter, de identidad, de si realmente están vivos en este torneo o sólo repitiendo errores bajo otro sol. Para Tijuana, la visita es de las incómodas, estos partidos lejos de casa suelen desnudar sus fisuras, y enfrente estará un equipo que ya aprendió a morder cuando tiene que hacerlo.

San Luis llega golpeado por la irregularidad. Ha ganado partidos fuera de casa, pero también ha perdido otros en los que se dejó intimidar por rivales que no parecían tener mucho; juegos en los que el pulso se va, la concentración se diluye y los goles encajados parecen inevitables. Esa vulnerabilidad ha sido la constante, una defensa que tiembla, un mediocampo que se pierde cuando faltan ideas y delanteros que dependen demasiado de la inspiración aislada o del error ajeno.

Tijuana, por su parte, no es un paseo. Ha mostrado destellos de buen fútbol, ha sumado resultados decentes, pero también ha dejado ver que le cuesta imponerse fuera de casa cuando el rival presiona alto o lo obliga a construir desde atrás. Su equilibrio se tambalea si el marcador no le favorece pronto, y su carácter depende mucho de momentos puntuales de inspiración.

El historial entre ambos juega en favor de los fronterizos: más victorias, más empates, pocas derrotas. San Luis ha ganado escasas veces contra Tijuana, tanto de local como visitante, y eso pesa no sólo en la estadística, sino en la mente. Saber que enfrente hay un rival que te ha dominado más veces de las que quisieras recordar añade presión extra, obliga a estar mejor preparado, más concentrado y sin margen para regalar minutos.

La noticia que sacude el ambiente es el regreso de Vitinho al Alfonso Lastras. El brasileño, que dejó huella en San Luis por su desparpajo y verticalidad, vuelve ahora vestido de visitante. Su sola presencia añade una dosis de morbo, la afición potosina lo recuerda como una chispa capaz de encender partidos en segundos, y este domingo podría ser precisamente la amenaza que complique al equipo que alguna vez lo arropó. Su regreso no es un detalle menor, es un recordatorio de lo que San Luis tuvo y dejó ir.

Y la urgencia se siente en la grada, los aficionados ya no apuestan por promesas, quieren resultados. Si San Luis no se aferra a la localía, no sale con intensidad y no demuestra identidad desde el primer minuto, este partido puede volverse otro de esos en los que la ilusión apareció en la previa, pero el gol nunca llegó, o llegó demasiado tarde.

Este domingo no sólo se juega un partido, también se reencuentran viejos fantasmas. Si San Luis logra que la vuelta de Vitinho sea anécdota y no sentencia, tendrá mucho ganado. Pero si se deja arrastrar por la nostalgia y la fragilidad que lo persigue, Tijuana podría salir de nuevo airoso del Lastras. La diferencia entre fiesta y tormenta se definirá en noventa minutos.

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#4 Tiempos

De conformidad con Armani | Columna de Carlos López Medrano

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Mejor dormir

 

Le debo mucho a personas de las que ni siquiera recuerdo el nombre. Hace quince, quizá veinte años, leí un artículo sobre Giorgio Armani en una revista de la que no retengo ni el título ni el autor. Lo único que llevo clavado en el pecho es el párrafo inicial que aún conservo como recorte y que cada tanto acude a mi memoria por dejarme una lección sencilla e invaluable: la de resistir.

El texto decía:

Cuarenta y tantos años y te va… «bien». Ese sentimiento es tan común para muchos hombres. Es una sensación que les da escalofríos en el alma cuando se ven al espejo, porque es el momento en que se dan cuenta de que deben guardar en un cajón sus antiguas ambiciones juveniles. Es la hora de conformarse con lo que se tiene.

Pero Armani decidió que no se conformaría. En julio de 1975…

 

Es lo único que tengo de aquel artículo, y ha sido suficiente. Ahí estaba lo esencial: no renunciar a los ideales. El autor evocaba el carácter de Armani, esa estrella tardía que rozaba los cuarenta mientras seguía a la sombra; trazando para Cerruti, elogiado a medias, con algunos cumplidos y atenciones, aunque bajo el nombre de otro. Condenado al taller ajeno y volver vacío a casa.

Muchos habrían sido felices con lo que Armani tenía por entonces. No estaba nada mal. Una profesión estable, buena paga, un lugar en la industria, sin riesgos, cierta tranquilidad. Sé feliz con tu trabajo. Si se lo proponía, podría llevar una vida manejable, moderadamente satisfactoria.

Pero para los espíritus de primera línea la conformidad es intolerable. Armani sabía que dentro de sí había algo más, y se decidió a buscarlo. Tuvo la fortuna de un fino soporte: su querido Sergio Galeotti. Los primeros pasos de un visionario precisan de alguna confirmación, un guiño que eche para adelante en tiempos de flaqueza. Galeotti representó eso para él.

Al cabo de un tiempo, ese hombre que parecía llegar tarde acabó por adelantarse a todos. Armani se convirtió en el diseñador italiano más famoso de su época, un emblema del estilo europeo. También un magnate y un símbolo. Su apellido se volvió sinónimo de calidad y seducción.

Mucho aprendí de aquel ejemplo. Un volantazo siempre es posible, incluso cuando el calendario insiste en dictar lo contrario, por mucho que las circunstancias se empeñen a adjudicar espacio en un rincón. He vuelto a esas líneas en mis horas de duda para recordarme que no hay límite de edad para dar la batalla, y que nadie la dará por nosotros. Después he encontrado historias semejantes, de hombres y mujeres que, en sus cuarenta, cincuenta, setenta o más allá decidieron no resignarse y se levantaron de la mesa para reclamar lo que aún podían ser, imponiéndose ante un pa norama sin emoción.

De Armani supe más tarde otras cosas. Cada que me adentraba venía mayor fascinación. Trazó para mí un ideal: ir arreglado y rodeado de bellas mujeres. Morir entonces con lentitud, con la gracia de una hoja que cae en una danza admirable. Su apego a la limpieza, heredado de su madre (desde niño tuvo un paño entre las manos para borrar lo que está mal con el mundo); su capacidad de desprenderse de lo que sobra, de lo chillón, de lo que hace ruido. «Hay que descartar todo lo demasiado llamativo», repetía, «y buscar algo más sutil, más silencioso». Así eran sus trajes, bondadosos en su ligereza, como una segunda piel que no aplastaba a quien la vestía. Supo que la comodidad era una expresión de la libertad. Las tres camisas que llevaba en la maleta.

El tono de su piel recordaba a la pulpa de una naranja madura recién abierta, un resplandor cítrico rodeado siempre de gente guapa, como si la belleza tuviera que escoltarlo. Acqua di Giò fue el primer perfume que convirtió en universal lo exclusivo. Alberto Morillas atrapó en un frasco la luz de un mediodía frente al mar, y Armani supo reducirlo en una frase: lo más importante es ser normal.

Él y sus modelos eran un brillo en medio de la decadencia de la civilización, un lujo popular que los pasajeros de un autobús vislumbraban al pasar frente a un anuncio o al mirar una película de Richard Gere. Supo ser el verano en una piscina, un yate cargado de aceitunas y también un rascacielos con pisos de mármol. Como revés a un verso de aquel poema español del siglo XV «Edechas a la muerte de Guillén Peraza», con Armani no se veían pesares, sino placeres.

Los maniquíes sueñan con portar piezas de Armani y ser acomodados por él en un escaparate, con la calma de un pintor impresionista. Diseños que juegan con los ojos, el anhelado capricho de llevar sus telas, que al final él resumía en su atuendo ligero, camiseta, pantalón, chaqueta, el peinado echado para atrás y esa sonrisa simétrica, flecha del estilo que entra por las fosas nasales. Gracias sus propuestas más de uno se animó a ser un yuppie es vez de caer en las sucias garras del jipismo.

En el delirio de mis comparaciones, pensaba en cierto diseñador estadounidense de cara atomizada como una extensión de Burger King, ahí donde Armani era una vuelta al Mediterráneo. Como Giorgio, desprecio a la gente que se aprovecha de la ingenuidad de la gente para alcanzar el éxito o, en última instancia, llegar al poder.

El mundo bien pueda dividirse en conformistas e inconformes. Los primeros se abandonan al asiento torcido de la rutina en cuanto les parece tolerable (y no les va tan mal); los segundos viven con el aguijón de no estar nunca en su sitio, y por eso se levantan y vuelven a intentarlo en su despecho. No siempre logran lo que persiguen, pero su combate en sí mismo ya es una inspiración. Giorgio Armani contaba que el mayor legado de sus padres fue un «sentido de dignidad», junto con la tenacidad y fortaleza mental suficiente para resistir en los momentos difíciles. Ropajes aparte, la historia de aquel hombre que, cumplidos los cuarenta, se lanzó a por todas, constituye un regalo de buen moño para quienes aún creemos que nunca es tarde para empezar de nuevo.

 

Contacto

Correo: yomiss@gmail.com
Twitter: @Bigmaud

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Gustavo López, presentación de su libro He aquí al hombre | Columna de J.R. Martínez/Dr. Flash

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EL CRONOPIO

 

Una introspección reconstruyendo su propia génesis a través de la palabra Gustavo López Hernández escribe He aquí al hombre, su libro de poemas que recorre sus sentimientos forjados a lo largo de su vida artística y cotidiana. Si el designio del cometa es el regreso el designio de Gustavo López es transcurrir. Transcurrir que describe en su libro, si bien personal, de gozo universal, pues su palabra se disfruta y nos hace reflexionar sobre nuestro propio transcurrir. 

Su libro He aquí el hombre, será presentado en la librería Gandhi que se encuentra en el edificio Ipiña en Plaza de Fundadores, el día 12 de septiembre en punto de las seis de la tarde, contando con la participación de la poetiza Fabiola Amaro y un servidor.

Gustavo López es un referente en la música popular mexicana y en especial la denominada folclórica, que tuvo su momento de brillantez en los setenta y ochenta en ese México que se apuraba en formar músicos y cantantes que rescataran nuestras raíces musicales y dieran frescura con nuevas obras a ese arte lirico que mezcla la música y la palabra.

López Hernández participó en la formación de ese tipo de grupos musicales, como el caso del grupo “CADE” que difundía el folklor mexicano y a experimentar con composiciones que mezclan ese folklor con otros elementos musicales. Funda, en compañía de otros jóvenes el Centro para el Estudio del Folklor Latinoamericano (CEFOL). Este Centro fue el crisol en la formación de compositores interpretes y músicos que refrescaron el ambiente musical mexicano. Figuras como Eugenia León, Marcial Alejandro, Guadalupe Pineda, Roberto Morales, entre muchos otros, emergieron de ese Centro.

Gustavo López lleva en la sangre la vena musical de su tierra juchiteca donde nació y de donde fue a la ciudad de México a fincar su formación. Estudiando la preparatoria y posteriormente Letras Hispánicas en la Universidad Nacional Autónoma de México, estudios que combinaba con los de música, haciendo algunos estudios en la Escuela Superior de Música.

El célebre grupo de música folclórica latinoamericana, Los Folkloristas, lo tuvo como uno de sus miembros desde 1978 y hasta 1982. Desde entonces se le conoce como un compositor cuyas obras han sido estrenadas en los mejores escenarios mexicanos y sus canciones se han convertido en refrentes de la nueva música mexicana.

Como artista, también ha incursionado con éxito en la pintura, donde su obra se ha presentado en exposiciones individuales y colectivas en Oaxaca y Ciudad de México, así como fuera del país como fue su exposición en Puerto Rico.

Su impronta en la cultura de su estado ha quedado, además de su trabajo musical y pictórico, en la ilustración y creación de obra en el libro Oaxaca Recóndita de Wilfrido C. Cruz que editara el Instituto de Educación Pública de Oaxaca.

En agosto de 2024 publica su primer poemario He Aquí al Hombre, bajo el sello de Laberinto Ediciones, el cual ha estado promocionando en diversas sedes del país, y que ahora llega a San Luis Potosí, con la presentación del libro el viernes 12 de septiembre a las 18:00 horas en la librería Gandhi de Plaza de las Fundadores.

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