octubre 17, 2024

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#4 Tiempos

Consideraciones sobre la vacuna | Columna de Víctor Meade C.

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SIGAMOS DERECHO

En el marco de la llegada de las primeras dosis de las vacunas contra el coronavirus, las discusiones sobre la posibilidad de que su aplicación sea obligatoria y de que ésta pueda o no ser adquirida, ha comenzado a surgir un abanico muy diverso de consideraciones y puntos de vista. Comprendiendo que aun son muchas más las preguntas que las respuestas, vale la pena poner sobre la mesa algunos puntos importantes.

En días pasados, López Obrador explicó que “[…] la aplicación de la vacuna será voluntaria. No es obligatoria. Lo más importante es la libertad.” Ciertamente, es muy importante que la aplicación de una vacuna de tal importancia como la que estamos discutiendo sea una decisión razonada y empujada por el propio convencimiento de que es la mejor manera de sobrepasar este bochornoso capítulo en nuestras vidas; más aun cuando los efectos secundarios —propios de cualquier vacuna— se irán conociendo sobre la marcha. No obstante, existen varios matices jurídicos a lo dicho por el presidente.

En un principio, el derecho a la salud está garantizado en el artículo 4° de la Constitución. En él, queda plasmado que es un derecho universal que protege a todas y todos los mexicanos bajo los alcances y modalidades previstas por la ley, referidas en la fracción XVI del artículo 73 constitucional. Dicha fracción indica que es competencia de la Secretaría de Salud dictar las medidas preventivas necesarias en caso de una epidemia de carácter grave. Por su parte, el articulo 144 de la Ley General de Salud señala de manera expresa que las vacunaciones contra enfermedades transmisibles serán obligatorias. Sin embargo, la misma fracción XVI del 73 constitucional establece también que el Consejo de Salubridad General —órgano supremo en materia sanitaria— depende directamente de la Presidencia de la República. Claro, el Consejo no está únicamente a la disposición del Presidente, sino que es un órgano colegiado en donde también participan autoridades sanitarias de cada uno de los estados.

Considerando las asperezas entre el Ejecutivo Federal y varios Ejecutivos Estatales, es solo cuestión de tiempo para que algunos gobernadores decidan que la vacunación sea obligatoria en sus respectivos estados y la aparente contradicción entre lo que dice López Obrador y la obligatoriedad de la aplicación de las vacunas según 144 de la Ley de Salud se vuelva en un conflicto que tenga que ser resuelto en la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

Como mencioné, es de suma importancia que la legitimidad de la vacuna esté dada porque la población está convencida de que es la mejor manera de poner fin a los contagios; sin embargo; me parece que el Presidente ha pasado por alto el hecho de que hay deberes de cuidado en un tema de esta naturaleza. Es decir, sí tenemos la libertad de decidir cómo cuidarnos, pero también tenemos la obligación de no representar un riesgo para otros, mucho menos en una situación de emergencia sanitaria como la que estamos atravesando. En un mero ejercicio de reflexión, imaginemos: ¿qué sucedería si un médico decide no vacunarse y durante sus labores contagia a sus pacientes?, ¿es válido que un profesor o profesora con estudiantes menores de edad no se vacune? Por su parte, la Suprema Corte de Justicia resolvió el año pasado (Tesis: 1a. XII/2019. 10a.) que el Estado mexicano tiene un deber de cuidado en los casos en que, por cuestiones religiosas, “los padres se oponen a que se aplique al menor el tratamiento médico idóneo para salvar su vida”

. En el eventual escenario de que el tema de la obligatoriedad de la vacuna llegue a la Corte, es previsible que la línea argumentativa será de esta naturaleza.

Desde mi punto de vista, considero que la aplicación de la vacuna sí debe de ser obligatoria. Esto no quiere decir que deba de haber sanciones para quien no se vacune —no podemos esperar que la Guardia Nacional acuda hasta nuestro domicilio y nos obligue a vacunarnos— pero sí me parece plausible restringir el acceso a ciertas actividades a las personas que decidan no vacunarse, atendiendo al principio de no poner en riesgo la salud de otros. Sobre estas mismas consideraciones, el Tribunal Constitucional de Brasil resolvió hace unas semanas que sí será obligatoria la vacunación en ese país. Bolsonaro, en contraste, dice que en su casa solo son obligatorias las vacunas para sus perros; él no se pondrá la vacuna.

Ahora bien, en cuanto al tema de que particulares tengan la posibilidad de comprar la vacuna, hay también algunas consideraciones importantes que realizar. Por un lado, hay que reconocer que la desconfianza que manifiestan algunos sectores de la población al Plan Nacional de Vacunación es fundada, al menos parcialmente: el manejo general de la pandemia ha sido muy deficiente y, hasta el momento, no hay motivos sólidos para creer que el Estado mexicano será capaz de sobrepasar los enormes retos logísticos que conlleva una hazaña de este tipo. Por otro lado, las voces que reclaman que es un derecho humano tener la libertad de comprar una vacuna no están considerando que estamos en una situación de emergencia. En estos momentos, hay muy poca oferta de vacunas y hay muchísima demanda; está se irá satisfaciendo según lleguen las vacunas y, solo de manera ordenada y sin que nadie se salte la fila, más rápido podremos terminar con esta situación.

Una buena parte de estos reclamos tienen su origen en la desinformación: circulan por redes sociales imágenes que anuncian que cadenas de supermercados y farmacias estadounidenses venderán y aplicaran las vacunas. En realidad no es así. Lo que sucede es que el gobierno de Estados Unidos ha formado alianzas con la iniciativa privada para que asistan en la logística y aplicación de la vacuna: la vacuna será gratis, lo que cobrarán es solo el costo por inyectarla. Esta estrategia, me parece, debe ser estudiada por el gobierno mexicano para agilizar las jornadas de vacunación. También, sin duda, las autoridades mexicanas tienen la responsabilidad de no lucrar políticamente con su aplicación (como ya lo está haciendo Mario Delgado) y ser mucho más claros en la información que presentan a la población. Solo con el debido orden y con información clara que desmitifique las frívolas teorías cuasi-conspirativas sobre la vacuna del Covid podremos cerrar este bochornoso capítulo.

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#4 Tiempos

Mi primer acercamiento al cine de terror | Columna de Guille Carregha

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CRITICACIONES

 

A raíz de la cantidad inhumana de películas horribles del género de terror que consumo cada año como si fueran Sabritones gratuitos en una fiesta universitaria aburrida o parte de mi dosis de medicamentos semanales para mantener con vida a este cuerpo decadente, es hasta un poco irónico recordar cómo es que no fue sino hasta los 16 años que me atreví a ver mi primer película de terror. Previo a ese fatídico día en el que una de las pantallas de Cinépolis me convenció de dedicarle mi existencia a consumir con gusto los bodrios más insoportables del género jamás grabados por la humanidad, pasé al menos una década de mi vida evitando a como diera lugar cualquier película que pudiese caer dentro de esta categoría. Los resultados variaban, pero el intento se hacía.

Quiero decir, no me encontraba viviendo en una simulación de vida en la que simplemente no se presentaran oportunidades de ver a algún asesino sobrenatural matar adolescentes cachondos de uno en uno a través de una pantalla o no conociera a nadie con el interés de creer que los efectos de pantalla verde de mediados de los 80 eran creíbles. Sencillamente estaba yo en una cruzada contra el mundo para activamente hacer como que ese género no existía. Esto incluía, por supuesto, la valiente decisión de evitar el pasillo denominado como “terror” en cualquier video centro al que accedía para evitar espantarme a mí y a mi antipática imaginación.

Y deja tú hablar de películas de terror. Incluso si tenía a mal escuchar alguna historia de terror toda pitera y mal contada a la luz de una fogata por algún niño con problemas de dicción y clara falta de presencia o carisma, terminaba siendo incapaz de dormir durante la subsecuente noche. Tan fácil como decir “y entonces vieron al chupacabras y se murieron”, sin dar nada de contexto o descripción o algo de utilidad, y mi cabeza ya estaba generando una cantidad brutal de pesadillas imaginarias en mi mente que se encargarían de arrebatarme el sueño por uno o dos días.

Ahora, esta aversión al terror en general no apareció de la nada o sin provocación alguna. Se generó a raíz de un evento traumático que me arrebató de la capacidad de escuchar “es una película sobre un monstruo que se esconde en una canasta de mimbre para matar gente” y que las pocas neuronas en mi cerebro se encendieran con la revelación de que es la idea más maravillosa jamás concebida, convirtiendo en “ver esa mierda” en el principal objetivo de mi vida. Todo comenzó en 1992, cuando teniendo yo 4 años aproximadamente, obtuve acceso a un canal de televisión llamado Multivisión.

Aún a pesar de que no recuerdo exactamente la cantidad obscena de los títulos de las caricaturas con las que rellené mi cerebro y personalidad a esa edad, recuerdo especialmente que una de mis series favoritas en ese entonces era la serie animada de Beetlejuice. Ahora, debemos recordar que, una vez más, tenía 4 años en aquel entonces, por lo que la idea de que existiera una película live action con el mismo nombre en la cual se basaba esta serie era completamente ajena a mí. En aquel momento de la vida asumía que lo único que existía en la tele eran las caricaturas y, a veces, los anuncios que las interrumpían. Eso era todo. Cualquier otro elemento me parecía foráneo e inimaginable.

Tampoco sabría decir qué era exactamente lo que me llamaba la atención tanto de esa serie como para ser de las pocas caricaturas de aquella época de las cuales aún guardo pequeños clips en mi memoria. De la mayoría de sus contemporáneas solo queda algún recuerdo del diseño de los personajes principales o, a lo mucho, unos cuantos segundos de la canción del intro enterrados entre alguna de las neuronas que me servían para encontrarle sentido al álgebra hace 20 años. Y, sin embargo, de la serie animada de Beetlejuice

recuerdo con cariño incluso las voces de sus protagonistas, lo raros que me parecían los elementos en 3D que utilizaban de vez en cuando en el opening y los capítulos, y alguno que otro chiste – sobre todo los que pretendía entender para sentirme parte del grupo.

Tal era mi amor por los personajes de la serie que, aproximadamente un año después, en una de las tantas visitas al Video Centro de mi infancia, encontré que estaba a la renta un VHS con el título de Beetlejuice sobre la carátula, misma que presentaba una fotografía de unos individuos que parecía estaban disfrazados de los personajes principales de la serie animada que justo había estado viendo antes de salir de la casa. Sin dudarlo, le pedí a mis padres que, en vez de mis consabidas compilaciones de episodios de [inserte aquí caricatura clásica de principio de los 90’s], me rentaran esa cinta que había encontrado. Por cuestiones de no difamar a nadie, quiero pensar que hubo cierta reticencia de su parte por rentarle esa película a alguien de mi edad, pero pasó hace tantísimo tiempo que he olvidado algunos de estos detalles. Pero digamos que sí lo hicieron. Vamos a decir que fueron lo suficientemente responsables para cuestionarme.

Aún así, regresamos a casa con la cinta en nuestras manos.

Ni bien habíamos llegado a la casa, mi versión de ahora 5 años subió en lo que se dice en chinga hacia el cuarto de la televisión para empezar a ver lo que prometía ser el episodio perdido de mi serie. A decir verdad, no tengo la más mínima idea de cuánta película alcancé a ver antes de sucumbir al terror completo. Solo recuerdo vivamente estar sentado de espaldas a la televisión gritando a todo pulmón mientras mi mamá corría a apagar la televisión.

Han pasado años desde aquel fatídico día, años en los que he podido ver la película de Beetlejuice de principio a fin por lo menos tres veces sin haber despertado mi trauma infantil en algún momento. Sigo sin saber exactamente qué fue lo que rompió mi psique de cinco años, aunque he creído encontrar un par de escenas que pudieron haber sido las culpables de crearme una necesidad imperiosa de evitar cualquier tipo de historia de fantasmas, monstruos, aparecidos o similares por el resto de mi vida. Claramente, aquella necesidad se vio superada eventualmente con el pasar de los años, pero creo que jamás seré capaz de determinar con precisión el momento en que perdí la compostura y me convertí en un amasijo de lágrimas que necesitaba ser salvado por sus padres.

Pero eso sí, a qué no adivinan a partir de qué momento tuvimos PIN parental en la televisión y se me cuestionaba acerca de cualquier tipo de contenido audiovisual que consumía. A ver. A que no adivinan.

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#4 Tiempos

La académica que incide en las comunidades rurales y remotas | Columna de J.R. Martínez/Dr. Flash

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EL CRONOPIO

 

Graves problemas, presenta la zona de la huasteca sur, su condición social y de desarrollo con comunidades originarias y comunidades de aquellas poblaciones donde se presentan problemas de salud pública, entre otros impactan fuertemente en su desarrollo. El uso del conocimiento y la generación de conocimiento orientado a enfrentar estos problemas, son uno de los objetivos que se ha planteado el trabajo educativo, académico y de investigación de Pilar Suárez Rodríguez que realiza en Tamazunchale como profesora investigadora de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí.

Alejada de los temas académicos recurrentes en las instituciones de educación superior ha incursionado en aquellos que tienen una visión útil en aquellas regiones de la huasteca, teniendo en cuenta la idiosincrasia de la población con ese grado de multicultural que manifiesta. Su formación en ciencia le ha permitido transitar entre temas científicos que pudieran clasificarse como transdisciplinares, que van de las humanidades a la ciencia.

Ese desarrollo de conocimiento ha tratado de aplicarlo a ese complejo entramado de problemas sociales que presenta la sociedad donde ahora despliega su tarea académica. Dentro de su formación, una vena importante de su interés académico lo ha sido la enseñanza de las ciencias y, en especial la educación informal, donde se incluyen actividades de divulgación de la ciencia a través de las cuales incide en la educación de la población para el uso de ese conocimiento que generan los especialistas que colaboran con Pilar Suárez. Así se despliega ese uso de la ciencia con responsabilidad social que debería ser uno de los aspectos que deberían de cubrirse en nuestro medio.

Su formación así lo indica, licenciada en electrónica física, con una maestría en metalurgia e ingeniería de materiales, y un doctorado en física educativa. Variedad de temas que de cierta forma enriquecen sus trabajos de investigación y principalmente su orientación a generar conocimiento con responsabilidad social. Su perfil académico indicado en el portal de su institución lo manifiesta: Mas de 30 años como docente en diferentes niveles educativos, desde nivel medio superior al Posgrado. Diseño e implementación actividades de apropiación social de la ciencia en la población y fomento de vocaciones científicas en estudiantes desde la primera infancia. Ha impartido cursos en varios países.  Ha participado activamente en la organización de eventos como ferias de ciencia, concursos, conferencias, talleres, cursos. Asesor de estudiantes en concursos nacionales e  internacionales.  Trabaja activamente en la aplicación de la ciencia a la solución de problemas comunitarios. Coordinadora del “Teacher Fellowship” y “Equipos temáticos & Experta en educación STEM” en la Red Interamericana de Educación Docente de la Organización de Estados Americanos.

Participación activa en asociaciones profesionales sobre educación en Ciencias en América.

Algunos de sus proyectos de investigación, también nos dan la muestra de su importante trabajo, de importancia nacional e internacional y primordiales para aquellas regiones huastecas del estado: Establecimiento del cultivo de cacao a través de sistemas agroforestales, su producción, y comercialización en la Huasteca Sur; Optimización del cultivo, producción, y comercialización de Cacao en la Finca Reyna Liz, El Guadal parroquia Alto Tambo, Canton San Lorenzo, Provincia de Esmeraldas, Ecuador; Red Interamericana de Educación Docente de la OEA; Diseño y validación de un instrumento para la identificación de ideas previas en estudiantes rurales de escuelas en Antioquia; Desarrollo de habilidades cognitivas de orden superior; Conservación de loros a través de nidos artificiales; Análisis de Variables Climatológicas Incidentes en Sistemas de Energías Renovables en la Región Huasteca, entre otros.

De esta forma Pilar Suárez se ha destacado en despertar vocaciones entre la niñez y juventud potosina, así como en liderar actividades de divulgación científica en las comunidades de la huasteca sur, impulsando y colaborando con las más importantes actividades en esa disciplina en la entidad.

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#4 Tiempos

#Crónica | El Reteto 2024; la ñoñería tiene nuevo campeón

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Comedia, ciencia, invitados especiales y un resultado tan emocionante como controversial; así fue la tercera edición de este evento en San Luis Potosí

Por: Bernardo Vera

Este fin de semana pasado, El Reteto Pro tuvo su edición 2024, en la que el título retenido por Gabo Pozos pasó de manos. Entre charlas de ciencia contadas por seis comediantes y divulgadores, la noche del 12 de octubre tuvo un espacio para la ñoñería y las risas libres de bullying.

Cerca de las 9 de la noche de este sábado, la ubicación secreta –el Teatro del IMSS– recibió a los más de 200 nerds, frikis y amantes de la ciencia y el conocimiento. Transcurrió alrededor de media hora para que Axel Tejada, organizador de este evento, apareciera en el escenario y hacer un ejercicio de risa con el público, explicar las reglas e indicaciones de esta edición, para luego dar inicio a las presentaciones de ocho minutos de cada uno de los participantes.

La noche abrió con Marino Chavez, divulgador originario del Estado de México, con el tema “¿Para qué chingados sirve la raíz cuadrada en la vida cotidiana?”. Una presentación que, aunque con mucha solidez informativa, tuvo poca preparación escénica, pero sirvió para romper el hielo y poner al público en modo ñoño.

Bevella, comediante de San Luis Potosí, siguió con el tema de “¿Qué pedo con los árboles robot?”, quien no usó una presentación en Power Point, pero tuvo una exposición más dinámica, con un amplio dominio del escenario y que supo conectar al público con el humor habitual de su personaje en “Las Princetz”.

Javier Villalvazo, comediante originario de Chiapas, fue el invitado sorpresa de la noche, quien habló sobre “¿Por qué la música nos gusta tanto?”; aunque enfrentó estragos técnicos, supo compensarlos en la la conexión con el público. 

Lumara La Bióloga, comediante y divulgadora de Guadalajara, continuó la noche con “¿Cuál es la Importancia Social y Económica en el mundo, de la franquicia Pokémon?” Ella reconoció que antes de saber del tema, no conocía absolutamente nada de Pokemon, pero después de este evento tiene toda la intención de salir a atrapar todas las esferas del Dragón.

La expectativa estaba muy alta con la presencia de Rafa Carbajal, divulgador y tiktoker duranguense. Él prosiguió con “¿Por qué los humanos somos supersticiosos?”, quien reconoció ser la primera ocasión que realizaba una participación en stand-up. Pese a ello, solo le tomó un minuto para ganarse la risa y el aplauso de la gente.

Gabo Pozos, comediante de San Luis Potosí y ganador de la edición anterior, subió a defender su título con el tema “¿Qué madre es eso de los fractales?”. Una exposición que interactuó con el público y sacó las últimas carcajadas antes de decretarse el veredicto.

Luego de unos minutos, el público pudo votar de manera electrónica mediante un código QR, y tras anunciarse que los tres finalistas eran Lumara la Bióloga, Javier Villalvazo y Rafa Carbajal, se eliminó toda posibilidad de mantener el título en la entidad potosina.

El ganador de la noche fue Javi Villalvazo. Sin embargo, la eliminación de Rafa Carbajal como ganador del título, generó polémica entre las y los asistentes, acusando fraude y reprochando al jurado. Villalvazo, por su parte, agradeció a San Luis Potosí por la realización del evento, a las y los asistentes… y por supuesto, a Beyonce.

Rafa Carbajal dijo que pese al resultado, se trató de una decisión del público, y felicitó al ganador de esta edición, pues Javier le ayudó a pulir y mejorar su presentación.

Gabo Pozos, por su parte, prometió y hasta amenazó con recuperar el título y arrebatárselo a Villalvazo.

Axel Tejada adelantó que este “WrestleMania de la Ciencia” estará disponible en el canal de You Tube de Rafa Carbajal. Además, adelantó que la siguiente edición podría llegar a Guadalajara, y la participación de Villalvazo, Rafa Carbajal y el campeón Gabo Pozos, crea una alta expectativa de lo que se espera para 2025.

Antes de concluir el evento, las y los participantes se tomaron fotos con el público, y no se fueron hasta que el últimos de los ñoños tuvo su selfie con los participantes. 

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