diciembre 22, 2025

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¡Ay foquitos tan loquitos! Apuntes de Jorge Saldaña

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Xavier Nava acaba de anunciar el “Centro de Monitoreo y Control, En Son de Paz San Luis Se Ilumina”, que hace poco más que avisar qué focos del arbolito de navidad prenden y reporta cuáles se apagan.

El disparate de la detección satelital del voto presumida por diputado Oscar “Cochiloco” Bautista hace unos años parecía una difícil de superar… hasta que ayer por la noche el alcalde capitalino, Xavier Nava, le dijo “quítate que hay te voy”.

Sí, Culto Público, la noticia llegó ya tarde y en calidad de urgente. “INF MUY IMPORTANTE” titularon al correo enviado masivamente a los medios cerca de las 10 de la noche.

Como toda llamada a deshoras, asusta y cualquiera se pregunta ¿qué pasó? ¿Todos bien? ¿Se reventó la presa? ¿Xavier por fin salió bien en una foto? ¿Harán segundo piso en la ciclovía de Himno Nacional? ¿Tiburcio se puso a trabajar? ¿Rodrigo no anda de genio? ¿Se encontraron enterrado el tesoro de Moctezuma excavando en la calle de Albino Garcia? (que no tienen ni para cuando terminar). ¿Otra vez se fueron a los tacos?…

Pues no. Pero cualquier asunto exageradamente ridículo que me pudiera imaginar fue superado con creces: el alcalde anunció con emergencia que puso en marcha (sí, se supone que en este momento ya funciona) un “Centro de Monitoreo y Control, En Son de Paz San Luis Se Ilumina” (CMCESPSLSI) por sus fáciles siglas para recordar.

Este Centro de Monitoreo que ya lo quisieran en la baticueva, el MI5 o el Mossad  (prepare sus cachetes al bochorno) podrá vigilar en tiempo real, a distancia, con georreferenciación, almacenamiento digital vía web o móvil, y hasta con generación automática de reportes (en Excel y PDF, eh ¿qué tal?) de cada una de las lámparas led que el Ayuntamiento ha colocado y que… ¡¡¡no funcionan!!!

Así como lo lee, Culto Público, es que lo anunciaron. Es decir, que las lámparas que se supone compraron al mejor proveedor y que tendrían garantía de una decena de años, las mismas cuyo alto costo justificaron una y otra vez por su eficiencia, necesitan un sistema de “vigilancia” o monitoreo porque… se apagan, tienen cortos o simplemente no funcionan.

La “tecnología de vanguardia” que Ayuntamiento “adquirió” (tal como señala el boletín pero omitieron decir en cuánto) tendrá la capacidad de monitorear 50 mil luminarias en tiempo real y serán capaces de mandar información vía web a un centro de comando para que vean cuál lamparita prende y cuál se apaga.

Es decir, no hay monitoreo satelital para las 250 patrullas. Tampoco hay monitoreo de seguridad para parar la ola de sangre en la ciudad, no hay monitoreo de los baches que taparon con las patas (literalmente), pero tendremos un sistema que detecte una lámpara prendida o una apagada y lo mande por red 5G que seguramente ya funciona y cubre toda la ciudad capital para ser un municipio de vanguardia mundial. ¿Qué tal?

Yo por lo menos no sabía que en toda la ciudad tuviéramos acceso gratuito a la red. Tampoco estaba enterado que los potosinos teníamos que pagar quién sabe cuánto dinero por un sistema que monitoree un sistema que se supone se compro por infalible

. Ignoraba que las lámparas led por sí mismas tuvieran la capacidad de detectar y transmitir datos. Me pasó por alto que en los más de 400 millones pagados a Traffic Light estuviera faltando un sistema de supervisión que no se les pudo ocurrir desde el principio.

Lo que no se me olvida son todas las veces en que el gobierno negó que sus lámparas resultaron un fracaso. Que prendían y apagaban como luces estrambóticas de algún antro de los 90, y que en cada ocasión, dijeron, que se trataba de efectos, tomas amañadas, casos aislados o, su favorita: que habían sido saboteados por poderes misteriosos y perversos.

Hoy será muy fácil detectar a los ingenuos. A los que celebren el nocturno anuncio de un Ayuntamiento que de plano se superó asimismo queriendo insultar a la inteligencia de sus ciudadanos.

¿Por qué no vigila en tiempo real a sus empleados de comercio? ¿Por qué no hay una red conectada permanentemente que nos diga a los ciudadanos en dónde exactamente encontrar una patrulla? ¿Por qué no monitorea el estado de las papeleras hasta el copete de basura? ¿Por qué no recibe los datos de seguridad que día a día se le acumulan? ¿Por qué no le pone un botón de reporte a sus funcionarios? ¿Por qué no monitorea el tamaño de sus mentiras?

Si una lámpara más, es un delito menos, como dice el slogan, pues hubiera puesto una lámpara afuera de la casa de la secretaria del alcalde, hoy fallecida…

Últimas preguntas: ¿cuánto costará o costó el sistema de monitoreo también contratado como un extra a Traffic Light? ¿Por qué no lo contrató desde el principio ? Y finalmente… si el sistema de monitoreo tampoco funciona… ¿Habrá un monitoreo que monitoree al monitoreador? Es como contratar a alguien para que avise cuando los focos del arbolito de navidad prendan y reporte cuando apagan.

Cegados en sus encuestas pagadas y en sus ambiciones desbordadas, parece que los reclamos ciudadanos les entran por un oído y se les salen por algún otro orificio.

En fin. Recuerde, Culto Publico, que un Do bemol, no es lo mismo que un Sí sostenido.

Hasta la próxima.

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Ciudad

#Opinión | La miseria del sexo | Columna de Juan Jesús Priego

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Y así acaba esta historia, que no ha hecho más que confirmar mis sospechas, a saber: que la relación sexual, por sí sola, no puede unir a dos seres que no se aman.

 

Columna de Juan Jesús Priego

 

Sucede en un cuento de Arthur Schnitzler (1862-1931), el escritor austriaco. Una vez, un joven fue invitado a asistir a un duelo en calidad de padrino de un militar de cierto rango que, al ver ofendido su honor, retó a muerte a un caballero de la alta sociedad vienesa abofeteándolo con su guante. Qué razones había para lavar con sangre esa mancha real o imaginaria, no lo sabemos, pues éstas no quedan muy claras en el relato, aunque todo parece indicar que había unas faldas de por medio, y que estas faldas eran nada menos que las de la esposa del militar.

Como decimos, el padrino nada sabía de los motivos que impulsaron al teniente Loiberger a tomar tan drástica determinación, pero tampoco quiso averiguarlas. ¿Para qué? Como se dice, cada uno sabe dónde le aprieta el zapato; y, además, ¿para qué negar que en aquellos tiempos remotos la gente se mataba entre ella por los motivos más banales y fútiles? «El hecho –dice el narrador de esta historia, es decir, el padrino- de que en ciertos círculos tuviera que contarse con la posibilidad o incluso con la inevitabilidad de los duelos, ya sólo esto, créame, daba a la vida social una cierta dignidad o, al menos, un cierto estilo. Y a las personas de estos círculos, incluso a las más insignificantes o ridículas, les prestaba la apariencia de una continua disposición a la muerte, aun cuando a usted esta expresión le parezca, utilizada en este contexto, demasiado rimbombante».

Digámoslo ahora con nuestras palabras: en aquellos tiempos, batirse a muerte con adversarios verdadero o ficticios era una moda tan extendida, sobre todo entre las clases superiores, que nuestro joven narrador ni siquiera se extrañó cuando el teniente Loiberger solicitó amablemente su padrinazgo. Además, ¿no era ésta la séptima u octava vez que un caballero ofendido le pedía exactamente la misma cosa? Sin embargo, es necesario abreviar, y lo haremos diciendo cuanto antes que el muerto, allí, fue precisamente el señor Loiberger, que cayó al suelo con cierta elegancia y sin demasiados aspavientos a causa de una bala que vino a incrustársele a la altura del corazón. Se llevó la mano al pecho, lanzó un suspiro hondo, se tendió en la hierba como quien se dispone a permanecer en esa postura un tiempo muy largo y murió en el acto.

Una autoridad municipal dio fe del deceso –también sin demasiados aspavientos- y el día transcurrió como de costumbre, cual si en realidad nada grave hubiese acontecido. Sin embargo, un problema quedaba sin resolver, y era que la viuda, que vivía en la capital, es decir, en Viena, debía enterarse de la muerte de su marido. ¡Claro, era necesario decírselo, y cuanto antes mejor! ¿Y quién iba a encargarse de tan desagradable tarea? El padrino, naturalmente, que para eso estaba. Y allá va nuestro narrador. Frau Agathe, la esposa del señor Loiberger, lo recibe amablemente y lo hace pasar al recibidor. En realidad nunca en su vida había visto ella a este hombre, pero no le parece feo y hasta le invita una copa…

¡Dios mío, qué bella era Frau Agathe! Su rostro resplandecía como una hoguera encendida. Ahora bien, ¿para qué ponerse a hablar ahora, precisamente ahora, de cosas tan tristes como son las que se refieren a la muerte? Ya lo haría después; por el momento era preciso beber otra copa y disfrutar el momento. Frau Agathe se veía incluso feliz. ¿Para qué romper el hechizo? Entonces el visitante se puso a hablar con la joven viuda –ella aún no sabía que lo era- de cosas que nunca sabremos. Y tanto hablaron y hablaron, y tanto se gustaron el uno al otro que pronto, sin que nadie supiera cómo ni cuándo, ya estaban los dos tomados de la mano en la alcoba de ella. ¡Oh, no se habían reunido allí para entregarse a la práctica de ejercicios piadosos! Y pasó el tiempo. Cuando el visitante despertó por fin, pudo recordar como entre sueños que había venido a esta casa a cumplir una misión. ¿Cuál era ésta? Trataba de recordarlo. ¡Ah, sí, decirle a Frau Agathe que su marido había muerto en la vecina ciudad de Ischl, en el transcurso de un duelo, precisamente!… Aún no salía completamente de su modorra cuando oyeron ambos a lo lejos un ruido de pasos. Quien llegaba era el doctor Mülling, amigo de la familia, para preguntar a la señora si ya se había enterado de la triste noticia. Cuando la supo, la mujer se deshizo en llanto y pidió ver cuanto antes el cuerpo de su marido.

«Desde entonces –cuenta el narrador- no me dirigió ni una palabra… Efectivamente, aquella misma tarde partió sola y a la mañana siguiente condujo el cadáver a Viena. Al otro día tuvo lugar el entierro al que, por supuesto, asistí… Muchos años después nos encontramos en una reunión social. Mientras tanto se había casado de nuevo. Nadie que nos hubiera visto hablar habría adivinado que nos unía una profunda vivencia común. Pero, ¿realmente nos unía? Yo mismo habría podido considerar aquella estival y tranquila, misteriosa y, con todo, feliz hora como un sueño que sólo yo había soñado: tan clara, tan sin recuerdos, tan inocentemente profundizó su mirada en la mía».

Y así acaba esta historia, que no ha hecho más que confirmar mis sospechas, a saber: que la relación sexual, por sí sola, no puede unir a dos seres que no se aman. Hoy es común, o casi, afirmar que las relaciones sexuales son como el termómetro del amor, de manera que nada puede esperarse de dos seres que no saben -o no pueden- hacerse gozar el uno al otro. Hay quien dice, además, que para enamorarse de una persona antes hay que haberse acostado con ella. Pero esto es falso, pues las cosas, por lo regular, suceden exactamente al revés. Así como los milagros no producen la fe, sino que es más bien la fe la que produce los milagros, así habría que decir también que las relaciones sexuales no producen el amor, sino que, a lo más, cuando éste ya existe sólo lo alimentan. Los que no se amaban antes de ir juntos a la cama, no se amarán más cuando hayan regresado de ella, y hasta es posible en algunos casos que terminen queriéndose menos. Los cuerpos podrán acoplarse todo lo que quieran, pero, si las almas están lejos, entonces no hay nada que hacer.

Me decía hace poco un joven hablándome de su novia, con la que tenía ya estas relaciones y con quien acababa de romper: «Quizá deje más material para el recuerdo una tarde viendo juntos el crepúsculo que una relación sexual». Claro, claro. ¿Podría decirse mejor? He aquí la miseria del sexo.

 

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Aplican pruebas de confianza a nuevos policías

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Recientemente, se graduó la Cuarta Generación de la Guardia Civil, integrada por 268 elementos que se suman al reforzamiento de la seguridad

Por: Redacción

La Secretaría General de Gobierno (SGG), a través del Centro de Evaluación y Control de Confianza (CECCE), y con el respaldo de la Academia de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana del Estado (SSPCE), realizó las evaluaciones y pruebas de control de confianza a mil 130 nuevos elementos recientemente incorporados a las fuerzas de seguridad estatales.

En cumplimiento a la instrucción del gobernador Ricardo Gallardo Cardona de contar con personal capacitado y comprometido, las y los nuevos integrantes deben someterse a estos procesos, fundamentales para fortalecer sin límites la protección ciudadana y el plan integral de seguridad en todo el Estado. Recientemente, se graduó la Cuarta Generación de la Guardia Civil, integrada por 268 elementos que se suman al reforzamiento de la seguridad.

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San Luis Potosí concreta alianza con Suiza

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Se realizó una mesa de trabajo con 14 empresas suizas con presencia en San Luis Potosí, en las instalaciones de la compañía Franke

Por: Redacción

La Secretaría de Desarrollo Económico (Sedeco) realizó una mesa de trabajo con 14 empresas suizas con presencia en San Luis Potosí, en las instalaciones de la compañía Franke. El encuentro permitió reafirmar la confianza del sector empresarial internacional en el entorno productivo local y en la política de desarrollo económico del gobernador Ricardo Gallardo Cardona, orientada a generar condiciones de crecimiento sostenido y oportunidades sin límites.

Durante el diálogo, el titular de la dependencia, Jesús Salvador González Martínez, destacó la relevancia de la relación entre Suiza y San Luis Potosí como un eje estratégico para el desarrollo industrial, tecnológico y logístico. En la reunión participaron empresas líderes como ABB, Adecco, Holcim, Suhner, Franke, Fracht, MSC, Kuehne + Nagel y Ronal

, así como representantes de la Cámara Suizo-Mexicana de Comercio e Industria y de la Embajada de Suiza en México, fortaleciendo los canales de cooperación institucional y empresarial.

Estas compañías representan inversión, generación de empleo y transferencia de conocimiento de alto valor, por lo que el Estado mantiene un acompañamiento permanente para garantizar certeza, competitividad y condiciones favorables para su operación y expansión. Con este tipo de encuentros, San Luis Potosí consolida su posicionamiento como un destino confiable para la inversión extranjera y como un polo de desarrollo económico con visión de largo plazo.

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Opinión

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