#4 Tiempos
Gente que se rindió | Columna de Carlos López Medrano
Mejor dormir
Sobran maneras de identificar a quienes han sido derrotados por la vida. Basta con observar al que no responde a los buenos días soltados por un desconocido, rocas impermeables ante un bello gesto. O al que, en el elevador, presiona con ansia el botón de cerrar la puerta, apenas por ganar un par de segundos, como si el destino que lo espera —ay, el trabajo— fuese algo más que una condena.
Se rinden también quienes ya no se detienen a disfrutar las curiosidades ofrecidas por las calles: la estampa de un borrego pegada en un poste, una hoja seca con forma de corazón, un perro rascándose el lomo con la ayuda de una banca. Poco queda de espíritu en quienes llevan semanas, quizá meses, sin alzar la vista al cielo para contemplar las estrellas por la noche o descubrir, como niños, las formas caprichosas de las nubes.
Hemos perdido a los que olvidan vacacionar al menos una vez al año. No se trata del dinero, que al final siempre encuentra su acomodo; basta con cruzar la esquina para pasarlo en grande si uno sabe cómo acomodar las piernas. También se pierden los que llevan demasiado tiempo sin brindar, como si faltaran motivos, cuando cualquier pretexto sirve para alzar la copa y desbordarse en espuma, aunque sea por el estreno de un tapete en la cocina. Y sabemos que estamos ante un alma en coma cuando alguien deja de celebrar la Navidad. Porque, cariño, aunque la ilusión se haya marchado, hay que forzarse a poner el árbol con luces y esferas. Así es como comienza el ascenso.
Sobre todo, alguien está derrotado cuando deja de arreglarse. Cuando sale al supermercado en pijama o se olvida de la ducha. El pudor es síntoma de amor propio y de cortesía hacia los demás. Soy muy importante como para ser visto en fachas por el vecino, debería pensar uno. Pero mal vamos si ni siquiera eso te detiene. Un hombre conserva su dignidad mientras se afeita o da forma a su bigote; sé que sigo en pie de lucha cuando me miro al espejo y trato componer lo que ya no tiene compostura.
Es un fantasma quien ha perdido el pulso amoroso. Quien ha dejado de coquetear y no intenta ya ninguna aventura. El que no suelta un piropo a su pareja, quien no imagina una nueva vida con la mesera o la cajera en el supermercado, muy lejos de aquí, donde nadie nos juzgue, donde nadie nos diga que hacemos mal; alejados del mundo, donde no haya leyes ni nada.
Está muerto en vida quien no se cree merecedor del amor y el deseo, quien descuidado su cuerpo como si no tuviera nada bello que preservar.
He topado tantas veces con estos derrotados. Se les percibe en la mirada, en el vacío que se abre paso hacia la negrura. Gente que se rindió. Banderas blancas —lavadas con llanto— tras tantas decepciones y reveses. Los ves derrumbados en el transporte público, indiferentes incluso a las injusticias más obvias, conformes con lo que hay, sin hervidura de sangre (otro síntoma de la debacle: dejar de ceder el asiento a mujeres y ancianos; desprovisto de galantería, un ideal perdido). Son piltrafas resignadas, oxidadas allí donde un día hubo fuentes y jardines.
Y, con todo, me consuela saber que hay remedio para un buen número de estos casos. Los suficiente como para creer que merece la pena luchar por la resurrección. Porque, al final, se trata de un arte: el arte de remontar. Y de entender que nadie lo hará por ti. Nadie ayudará con la parte que más cuenta, la más difícil. Y no desanimarse por ello, al contrario, encontrar ahí un estímulo para imponerse ante la adversidad.
Como Richard Dadier le decía a su esposa en Blackboard Jungle: Sí, me han golpeado, pero no estoy derrotado. Hay una gran diferencia. No estoy derrotado, y no voy a rendirme. Un hombre puede ser destruido, pero no derrotado, frase de Hemingway.
El truco está en la determinación. Seguir el consejo de San Agustín: ser mejores que los tiempos malos. Una fe que baja el humo a los demonios. Levantarse un round más tras notar que el lloriqueo te dejó seco. Eres ya tu propia tierra firme.
Contacto:
Twitter: @Bigmaud
Correo: [email protected]
También lee: Cary Grant en la regadera | Columna de Carlos López Medrano
#4 Tiempos
El surcador de los cielos potosinos, Alfonso Ledezma Zavala | Columna de J.R. Martínez/Dr. Flash
EL CRONOPIO
Las actividades aeroespaciales en San Luis Potosí han estado presente desde la tercera década del siglo XIX, comenzando con los diseños de globos aerostáticos, por el profesor Balboltín en 1839, el diseño y construcción de los primeros aviones mexicanos al despuntar el siglo XX, la fundación de la Escuela Civil de Aviación en 1931 por Saturnino Cedillo y la creación de la Compañía Constructora Aeronáutica de San Luis Potosí que construyera las primeras piezas para avión en el país y que conformarían el avión Sea Triunfo Potosino en 1931 y en 1932 el Sea Teul, biplano construido en San Luis Potosí por dicha Constructora.
A finales de los cincuenta y principios de los sesenta inicia la época moderna de la aviación y de la investigación espacial potosina. En 1957 se lanza el cohete Física I en la Escuela de Física de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí y a principios de los sesenta se crea la que sería la segunda fábrica de aviones en San Luis potosí, la Lockheed-Azcárate, considerada la primera fábrica de aviones que hubo en el país, aunque en realidad siguió a la compañía potosina Compañía Constructora Aeronáutica de San Luis Potosí. En este inicio moderno de las actividades aeroespaciales estaría participando de forma activa y directa Alfonso Ledezma Zavala.
Alfonso Ledezma Zavala terminó sus estudios de preparatoria en la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, justo para ingresar a estudiar física en la Universidad Autónoma de San Luis Potosí al crearse esta en 1956, siendo así parte de la primera generación que estuvo conformada por nueve estudiantes de los cuales se titularían cuatro, siendo uno de ellos Alfonso Ledezma Zavala.
Como adelantamos, Ledezma Zavala fue uno de los personajes que participó en el diseño y construcción del primer cohete de sondeo mexicano el Física I que fuera lanzado en los alrededores de San Luis Potosí el 28 de diciembre de 1957. El 2 de febrero de 1958 se realizaría un nuevo lanzamiento para probar el sistema de recuperación del cohete, este lanzamiento fue promovido a nivel nacional asistiendo los periodistas para cubrir los detalles del mismo, poniendo en la palestra nacional las actividades de investigación espacial potosinas.
Después de estos lanzamientos, Ledezma Zavala parte a los Estados Unidos para tratar de culminar sus estudios de física, titulándose en la Universidad Estatal de Oklahoma; regresaría a San Luis Potosí incorporándose como catedrático en la Escuela de Física de la UASLP, aportando en la consolidación de la física en San Luis.
Siendo un entusiasta de los deportes formó el equipo de basquetbol de física que llegó a ser uno de los más poderosos de la universidad y que marcara toda una época, al ser conocido como “la ola verde”, que llegó a contar, tiempo después, con seleccionados nacionales de Chihuahua.
Ledezma Zavala sería el primer físico potosino en incursionar en la industria, al ser contratado por una de las nuevas industrias pesadas que se instalaban en San Luis de la que era accionista el expresidente de México, el general Abelardo L. Rodríguez, la fábrica de aviones Lockheed-Azcárate, la cual necesitaba personal técnico y en especial especialistas en física. La fábrica produjo algunas decenas de aviones para luego declararse en quiebra. En 1962 al cerrarse la fábrica Ledezma Zavala vuelve a los Estados Unidos a estudiar la maestría en física, para regresar en 1964 de nuevo a San Luis y continuar con su trabajo en la industria potosina, en esta ocasión en una fábrica de balas calibre 22, la Cascade Cartridge International, donde Alfonso Ledezma se ocupó de hacer estudios estadísticos del comportamiento de las balas, con fines de control de calidad. La fábrica contaba con equipo anticuado y Ledezma Zavala construiría equipo electrónico que requería la fábrica.
Alfonso Ledezma Zavala se convertía en el ejemplo de la necesidad de los físicos en el campo industrial y en las actividades de aplicación industrial, antecedente de los que ahora se denomina ingeniería física. Contribuyó de manera importante en la industrialización de San Luis Potosí, pues al cerrar también la fábrica de balas por el decreto de prohibición de venta de armas del presidente Diaz Ordaz a raíz de los disturbios estudiantiles del sesenta y ocho, continuaría en su empeño por impulsar la industrialización en su tierra natal, como el caso de la Empresa Siderúrgica de San Luis, entre otras.
A lo largo de su vida estaría combinando sus actividades prácticas con la docencia en la Universidad Autónoma de San Luis Potosí.
Alfonso Ledezma Zavala, recordado como el físico potosino pionero en la industrialización de San Luis Potosí y el protagonista en los inicios de las actividades aeroespaciales en San Luis Potosí y México.
También lee: Agua, territorio y sociedad, el tema del mes de La Ciencia en el Bar | Columna de J.R. Martínez/Dr. Flash
#4 Tiempos
Selección Femenil Sub-17 el despertar desde Marruecos | Columna de Arturo Mena “Nefrox”
TESTEANDO
En Marruecos se está escribiendo una historia que podría marcar el rumbo del fútbol femenil mexicano. La Selección Sub-17 llegó al Mundial con la ilusión intacta, pero también con el peso de representar a un país que exige crecimiento, identidad y resultados. No es solo una competencia juvenil, es la oportunidad de demostrar que el talento mexicano está listo para dar el salto.
El torneo comenzó con un tropiezo doloroso ante Corea del Norte. Fue un golpe que dejó lecciones más que heridas. Pero lo más importante no fue la derrota, sino la reacción. En el siguiente encuentro, frente a Países Bajos, México mostró carácter, temple y una madurez poco común para su edad. Ese triunfo ajustado cambió por completo la atmósfera del grupo y reavivó la confianza.
Con el paso de los partidos, la selección se reencontró con su mejor versión: ordenada en defensa, solidaria en el medio campo y valiente al frente. Las jugadoras comenzaron a jugar con una convicción distinta, sabiendo que el esfuerzo colectivo podía llevarlas lejos. Esa confianza las ha impulsado hasta los cuartos de final, donde ahora deberán enfrentar a Italia, un rival con tradición, técnica y ambición.
El duelo ante las italianas será una prueba de madurez. México llega con un grupo que no teme a los nombres ni a los antecedentes. Lo que se ha visto hasta ahora es un equipo que juega con personalidad, que corre cada b alón como si fuera el último
y que entiende que representar al país en una Copa del Mundo es un privilegio que se honra con entrega total.Más allá de los resultados, este torneo está dejando señales alentadoras. La evolución táctica, la inteligencia en la recuperación y la capacidad para sostener el ritmo de juego muestran que el proceso del fútbol femenil en México empieza a consolidarse. Ya no se trata de promesas, se trata de hechos.
Estas jóvenes futbolistas no compiten solo contra rivales extranjeros, sino también contra una historia que durante años les negó visibilidad. Hoy, ellas están cambiando la narrativa. Cada pase, cada jugada y cada gol son una afirmación de que el fútbol femenil mexicano está listo para ocupar su lugar en la élite.
La Selección Mexicana Femenil Sub-17 está viviendo un momento clave. Enfrentar a Italia en los cuartos de finalno es solo una cita deportiva, es la oportunidad de confirmar que México tiene una generación capaz de mirar de frente a cualquier potencia. Pase lo que pase, este equipo ya dejó claro que el futuro del fútbol femenil nacional no es una promesa: es una realidad que acaba de comenzar.
También lee: De CU a mantener el vuelo | Columna de Arturo Mena “Nefrox”
#4 Tiempos
Agua, territorio y sociedad, el tema del mes de La Ciencia en el Bar | Columna de J.R. Martínez/Dr. Flash
EL CRONOPIO
Continúa el ciclo número cuarenta de La Ciencia en el Bar, que está por cumplir cuarenta años de actividades siendo el programa de este tipo, pionero en nuestro país y que fue establecido para festejar los cincuenta años de la Física en San Luis que ahora llegará a los setenta.
En este ciclo conmemorativo toca el turno a la Dra. Azalea Judith Ortiz Rodríguez que abordará el tema, Agua, Territorio y Sociedad: construyendo puentes entre la ciencia y la gente a través de la conectividad; tema por demás interesante e importante pues aborda el problema del agua, sustancia vital para la vida y el desarrollo de nuestras sociedades.
En anteriores sesiones de La Ciencia en el Bar, se ha tratado este tema y ahora la Dra. Ortiz nos presentará nuevos aportes a esta problemática donde la participación ciudadana es de vital importancia en esa liga con los especialistas a fin de resolver los grandes problemas sociales asociados a el agua, incluyendo los aspectos territoriales. La sesión de hace diez años que consistió en una mesa redonda con el tema de agua, leyes y derechos, puede consultarse en mi canal de youtube:
La charla se llevará a cabo este miércoles 29 de octubre en punto de las ocho de la noche en la Cervecería San Luis, ubicada en Calzada de Guadalupe número 326, la entrada es gratuita y no hay obligación de consumo; es un escenario informal de convivencia entre el gran público y la comunidad científica potosina que aporta y pone a discusión sus resultados científicos en aras de formar mejores sociedades.
La formación de la Dra. Azalea Judith Ortiz Rodríguez ha sido muy variada, realizó una licenciatura en Geografía titulándose en 2010, posteriormente la maestría en ciencias en Geología Aplicada (2012) y, finalmente su doctorado en el programa institucional de la UASLP en ingeniería y ciencias de materiales graduándose en 2017.
Tuvo una estancia posdoctoral en el Instituto de Investigación en Zonas Desérticas de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí de 2020 a 2024, donde se enfocó en cuestiones de la conectividad hidrológica en varios contextos ambientales, publicando sus resultados en revistas especializadas en cuestiones hídricas. El tema del que nos hablará es justamente lo que trabajó en el Instituto de Zonas Desérticas bajo la dirección del Dr. Carlos Alfonso Muñoz Robles.Ha colaborado en la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México y en el campus Juriquilla en Querétaro de la misma universidad. Es una joven científica formada en los programas universitarios de la UASLP y formada como investigadora en el programa de Ingeniería y Ciencias de Materiales que es uno de los más importantes programas de formación científica de la UASLP que reúne a un buen número de dependencias universitarias dedicadas a la investigación científica y donde participan grupos de investigación en diversas áreas del conocimiento. En este programa que está cumpliendo veinte años, han egresado más de doscientos investigadores con el grado de doctor, entre los que se encuentra la Dra. Azalea Judith Ortiz Rodríguez.
Los invitamos este miércoles 29 de octubre en la Cervecería San Luis a escuchar la charla sobre agua en el tema de conectividad hídrica, que nos presentará la Dra. Judith Ortiz.
También lee: Tradición potosina en Altas Energías, reconocimiento a Jürgen Engelfried | Columna de J.R. Martínez/Dr. Flash
-
Destacadas1 año
Con 4 meses trabajando, jefa de control de abasto del IMSS se va de vacaciones a Jerusalén, echando mentiras
-
Ciudad3 años
¿Cuándo abrirá The Park en SLP y qué tiendas tendrá?
-
Ciudad4 años
Tornillo Vázquez, la joven estrella del rap potosino
-
Destacadas4 años
“SLP pasaría a semáforo rojo este viernes”: Andreu Comas
-
Estado2 años
A partir de enero de 2024 ya no se cobrarán estacionamientos de centros comerciales
-
Ciudad3 años
Crudo, el club secreto oculto en el Centro Histórico de SLP
-
#4 Tiempos3 años
La disputa por el triángulo dorado de SLP | Columna de Luis Moreno
-
Destacadas3 años
SLP podría volver en enero a clases online











