Este espacio estaba en el olvido a pesar de ser una de las cunas de la actuación en América Latina, hoy SLP busca rescatarlo

Por: Ana G Silva

Hace una semana, Ricardo Gallardo Cardona, gobernador de San Luis Potosí, anunció que gestionó junto con el senador Napoleón Gómez Urrutia, líder sindicalista mexicano, la entrega del Teatro Alarcón al estado, pues actualmente está en posesión del Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, quien ha permitido el atrofiamiento de este inmueble. La noticia es relevante debido a que el teatro puede ser calificado como histórico para México, ya que es el segundo más antiguo del país (1825), solo detrás del Teatro Principal de Puebla (1761), lo que además convierte a la ciudad en una de las cunas de las artes escénicas en América Latina. Conversamos con Jesús Coronado Ruíz, director de la compañía del El Rinoceronte Enamorado, para comprender la importancia del recinto.

Jesús Coronado recordó que el Teatro Alarcón recibió a artistas como Enrico Caruso, el tenor más importante de la historia; Angela Peralta, soprano y compositora mexicana del siglo XIX; además Manuel José Othón, máximo poeta potosino, estrenó ahí sus obras de teatro.

El teatro primero fue conocido como El Coligallo, ahí se realizaban peleas de gallos y algunas representaciones teatrales, sin embargo, el recinto sufrió un incendio y pasó a llamarse la Segunda Casa de los Cómicos. El Teatro Alarcón, como ahora lo conocemos, surgió en 1825, poco después de consumación de la Independencia de México.

Coronado Ruíz señaló que el teatro fue el mayor espacio teatral en aquel momento, pues era la sede de los eventos de la población potosina.

Tiene estructura de herradura: “El Teatro Alarcón poseía un lunetario con balcones y un primer piso que eran las localidades acomodadas en herradura, había un tercer piso que es lo que llamaríamos la gayola y cada uno de los lugares corresponden a las clases sociales de nuestra sociedad: la gente de alcurnia o abolengo iba a luneta, la clase media iba a primer piso y la clase baja subía a la gayola”.

El director artístico del Rinoceronte Enamorado indicó que fue a finales del siglo XIX, entre 1889 y 1894, se construyó el Teatro de la Paz, lo que que desplazó al Teatro Alarcón como el principal recinto cultural de San Luis Potosí:

“El Teatro de la Paz era mejor, tanto por la capacidad, como por la ubicación. El Alarcón tiene una dificultad en asuntos de tráfico, la calle de Abasolo es estrecha y no hay posibilidades de estacionamiento, además resulta incomodo por su pequeña entrada; de la banqueta a la primera butaca son 4 o 5 metros y no tiene un lobby, eso hizo que el Teatro de la Paz creciera mientras que el Alarcón se empezó a perder en el abandono.

Cuando era niño e iba a la escuela primaria, en los 60, nos llevaban al teatro como parte de las actividades escolares, pero para entonces ya era un lugar en decadencia y viejo”.

José de Jesús contó que hace por lo menos 35 años el Teatro Alarcón fue un burlesque donde se realizaban números musicales o cómicos y desnudos de bailarinas, manteniéndose así como otros recintos en la Ciudad de México: “siguió la fórmula del Teatro Iris, el Teatro Fru Fru y otros más, que hicieron eso para no desaparecer”.

Jesús Coronado narró que participó en las dos últimas temporadas teatrales que se hicieron en ese teatro: “una fue hace 33 años con una obra que se llamó la Rusa de Oro y después hace 31 con otro espectáculo de título Salon Calabera de Alejandro Aura, cuando digo temporadas no me refiero a que la obra tuvo un mes presentándose al público y se diseñaron para la arquitectura del teatro”.

El experto destacó que desde entonces se han realizado algunos eventos en el lugar, aunque actualmente es un espacio lastimado en su estructura física, incluso Protección Civil impide la subida de espectadores al primer y segundo piso, a pesar de que las oficinas del sindicato se encuentran ahí:

“Desde hace 33 años el teatro ya no tiene mecánica teatral, no tiene parrilla, no tiene instrumentos de iluminación, de audio, butaquería, está muy bien que lo vayan a recuperar, eso es algo que debemos celebrar toda la comunidad artística y la gente que tiene interés en el patrimonio cultural de nuestro estado, pero evidentemente implica un cuidado muy importante para recuperarlo, porque debe haber una inversión financiera y un largo proceso de trabajo estructural y de mecánica teatral y técnico para entregarlo a la sociedad en condiciones de funcionamiento real”.

Finalmente, Jesús Coronado indicó que es difícil saber hacia donde irá dirigido el uso del lugar, aunque celebró que el teatro haya sido rescatado, pues hace unos años se especulaba que se iba a convertir en una plaza de la tecnología: “y era terrible imaginarse que el teatro terminaría siendo eso. Pienso que sería interesante que el teatro se le pudiera dotar de lo que llamamos una dirección artísticas”.

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