octubre 2, 2023

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#4 Tiempos

Vallarta-SLP, Romería Covadonga | Columna de Luis Miguel Dorador

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Un fin de semana sin celular

 

Un buen fin de semana inicia en jueves y si estás en Puerto Vallarta el Club para salir al “Nightlife” se llama STRANA. Con todo lo clásico que una disco debe contar, desde alfombra y pista, luz y sonido, mesas media luna y un extraordinario servicio, son los ingredientes que este Club tiene para quienes están dispuestos a disfrutar de música extraordinaria al control de un súper DJ. Toda la parafernalia de exótico escándalo y festejo cuando se ordenan botellas en presentaciones magnum, las bengalas, la versión más pequeña de Luis Miguel y el show prehispánico convierten una noche de jueves en una experiencia increíble que no puedes dejar pasar.

El viernes, por qué no, a muchos nos despertó un impresionante temblor de 5.7 para hacernos evacuar la habitación y bajar por las escaleras de emergencia cuando el siguiente alcanzó los 5.8 a unos minutos de distancia entre uno y otro. Llegamos todos los huéspedes al punto de reunión frente a la entrada principal y escuchar tanto a nacionales como extranjeros compartiendo sus experiencias con los movimientos sísmicos en diferentes lugares del mundo sirve de terapia para desestresarse por el efecto emocional que causa tanta energía emergiendo a través de la tierra. ¡Wow!

Vivir un temblor nos hace recordar que siempre hay que tener una pequeña cangurera o bolsita con las cosas importantes, ID´s, dinero, celular, las llaves del coche listas para cualquier urgencia y poder salir lo más pronto posible cuando tiembla. Mayormente ahora que los temblores se sientes en muchísimos lugares alrededor del globo.

Ya recuperada la calma e informados por el personal del hotel que la operación regresaba a su forma normal y no había daños estructurales, poco a poco nos fuimos organizando para salir en la noche a SIX y por supuesto que nos encontramos a varios que habían salido la noche anterior a STRANA, y ¡que siga la fiesta!

El sábado temprano tomamos carretera para regresar a SLP y como consejo les sugiero checar qué tanto tráfico hay en la zona metropolitana de Guadalajara porque en ocasiones el tiempo es exactamente igual al que haces por el Macrolibramiento

y la diferencia por el peaje si es considerable. Si no traes tanta prisa, puedes pasar por una Ahogada a Tortas Toño y llevarte un delicioso recuerdo de tu paso por la Capital Tapatía.

Llegada a SLP y se nos hizo tarde luego de desempacar la maleta de casi 10 días de viaje y no llegamos a la reservación que teníamos para cenar en La Histórica, pero próximamente les platicaré de la gran experiencia gastronómica que puedes disfrutar en ese fantástico lugar, de verdad uno de mis favoritos. Sin embargo, el tiempo nos dio la oportunidad de pasar por unas tortas a Bocatti y en un ambiente super agradable en la barra de la cocina de casa de una amiga nos comimos las tortas acompañadas de un tequilita.

Gracias QK!!!

El domingo, fue la celebración del 135 aniversario de la Beneficencia Española y con los festejos de la Virgen, se armó la Romería Covadonga en una espectacular carpa a la que asistimos muchisisísimas familias en un ambiente de paella, tapas, fabada, vinos de mesa y cervezas artesanales de La Herejía. En la música se hicieron sonar las gaitas del norte ibérico, la guitarra flamenca que, acompañada del violín, suena tan gitana y las bailaoras por Sevillanas del Centro Cultural Luna Cabal…. Siempre un espectáculo que levanta las emociones más profundas de los que nos consideramos parte de la raza errante y somos originarios de este planeta.

¡¡¡Ánimo que ya casi es viernes!!!

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#4 Tiempos

Derecho a leer | Columna de Germán Bautista

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HABLEMOS DE DERECHOS

 

Este pasado 30 de septiembre se cumplieron siete años de la entrada en vigor del Tratado de Marrakech. A muy pocas personas en México este Tratado les suena de algo, y muchas menos saben qué es, para qué sirve y a quién beneficia.

Quizá sea que no se ha promovido lo suficiente, quizá sea que quienes lo están promoviendo son menos personas de las que se involucraron en la promoción de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, quizá sea que Marrakech nos suene muy, muy lejano, quizá sea que garantizar el derecho a leer a las personas con discapacidad sea muy complicado, o quizá sea que el gobierno piensa que la accesibilidad y la inclusión son asuntos que pueden dejar para después.

Según la Unión Mundial de Ciegos, a las personas con discapacidad en todo el mundo nos aqueja una hambruna de libros, pues de acuerdo a datos aportados por la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual, en el mundo sólo siete por ciento del total de los libros son accesibles y en los países en desarrollo como el nuestro, menos del uno por ciento.

Eso significa que de todo el menú de obras disponibles, las personas con discapacidad enfrentamos barreras para acceder a ellas, no por nuestra condición, sino porque a pesar de la tecnología, a pesar de las opciones que ofrece el mundo actual, no se generan las alternativas en los formatos adecuados para nosotros.

Ya profundizaré en otra entrega sobre los diferentes formatos que requerimos las personas con discapacidad, pero sólo para que comprueben lo que comparto en estas líneas, la próxima vez que entren a una librería, a una biblioteca pública, privada o universitaria, echen una miradita rápida, e identifiquen cuántos libros están disponibles en formatos distintos a la tinta convencional; por más fácil, busquen opciones en braille, audio o letra más grande. Si encuentran alguna, por favor échennos un grito; nos encantará visitarla, a ver qué vemos y qué encontramos para leer.

El Tratado de Marrakech para facilitar el acceso a las Obras Publicadas a las Personas ciegas, con discapacidad Visual y con otras Dificultades para Acceder al texto Impreso (así se llama), es un tratado que al igual que la Convención, protege derechos de las personas con discapacidad, particularmente el derecho a leer.

¿Por qué proteger este derecho?

Porque así como las constructoras y los arquitectos se olvidan de que hay personas que necesitan ingresar a los recintos de otra manera, a las editoriales también se les olvida que hay otras formas de leer, además de que en términos económicos, muchas de ellas señalan que producir alternativas en formatos accesibles es costoso, y el número de lectores con discapacidad no justifica la inversión.

Como resultado, las personas sordas, las personas con discapacidad intelectual, algunas personas con autismo, las personas que por cuestiones físicas o motoras no pueden sostener un libro, las personas ciegas y con baja visión, por mencionar algunas, quedamos fuera de la oferta de lectura y lo peor, es que si hasta hace pocos años se generaba alguna alternativa para que disfrutásemos de alguna obra en un formato adecuado a nuestros requerimientos, se corría el riesgo de violar disposiciones relacionadas con la protección de los derechos de autor.

Es decir: cuando las editoriales producen obras, lo hacen sin generar alternativas de lectura en otros formatos, pero si alguien generaba esa alternativa, entonces podía ser demandada por violaciones a los derechos de autor. Así, proteger una obra y a su autor, se convertía en una barrera que aseguraba que quien ya estaba afuera, por falta de alternativas de lectura, se siguiera quedando afuera. ¿Justo o injusto?

A partir de la entrada en vigor de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad el 3 de mayo de 2008, comenzó a reflexionarse sobre lo dispuesto en su artículo 30: “Los Estados Partes tomarán todas las medidas pertinentes, de conformidad con el derecho internacional, a fin de asegurar que las leyes de protección de los derechos de propiedad intelectual no constituyan una barrera excesiva o discriminatoria para el acceso de las personas con discapacidad a materiales culturales.”

Paralelamente, las personas con discapacidad en el mundo a través de sus organizaciones, se movilizaban para poner en la agenda de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual la protección del derecho a leer, mediante la adopción de un Tratado que estableciera que producir alternativas de una obra para eliminar las barreras lectoras a las personas con discapacidad no estaba mal, y que tampoco podían prevalecer leyes que sustentaran lógicas injustas y discriminatorias.

El Tratado de Marrakech es un instrumento jurídico internacional que protege derechos humanos a las personas con discapacidad, en particular, uno esencial y necesario para el ejercicio de muchos otros derechos humanos. Beneficia a todas aquellas personas que experimentan barreras lectoras, y es útil para que quienes se encargan de garantizar el acceso al libro o a la lectura, lo hagan sin preocuparse por estar vulnerando derechos de autor.

Hasta donde me quedé, en San Luis Potosí sólo hay una institución bibliotecaria que ha asumido la obligación y responsabilidad de garantizar el derecho a leer a las personas con discapacidad, incluso antes de la entrada en vigor de la Convención y del Tratado; la Biblioteca Pública Universitaria. Sé de buena fuente que estudiantes particularmente con discapacidad visual, acuden a ella con frecuencia para solicitar la digitalización de textos e interpretarlos a través de sus lectores de pantalla; también fui uno de ellos.

Desconozco sin embargo si en la capital y en el estado, las demás bibliotecas han asumido esta obligación, si la identifican como tal, o si continúan pensando que se trata de una alternativa de buena voluntad. De ser esto último, hago de su conocimiento que se encuentran en una importante falta, y en consecuencia, en una flagrante omisión.

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#4 Tiempos

¡¡¡Vive la experiencia en vivo, alguien más la grabará por Ti!!! | Columna de Luis Miguel Dorador

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Un fin de semana sin celular…

 

El fin de semana pasado creí que iba a arrancar en jueves porque como lo prometido es deuda y hace unas semanas se me había escapado la reservación en La Histórica, no le dimos oportunidad a que pasara una semana más sin asistir a ese hermoso lugar que se encuentra en el edificio Ipiña, frente a la Plaza de Los Fundadores, en contraesquina de la Iglesia de la Compañía de Jesús (importante: visitar ese templo para disfrutar de su arquitectura, decoración e historia).

La llegada fue a las 4:30pm y el lugar se encontraba con un buen número de comensales, la mayoría caballeros, entre abogados, empresarios y uno que otro jeepero que por ahí se dieron a la tarea de reunirse, el ambiente estuvo súper agradable. La comida exquisita, de entrada, pedimos unos Sopes de Lengua, perfectamente preparada sobre una base de distintos maíces y unas salsas que van de lo más sabroso levemente picante, hasta lo más picante y sin duda con un gran sabor por la forma de su preparación. Otra de las especialidades que ordenamos fueron los escamoles que, sí o sí, son un verdadero manjar para los paladares más exigentes y los disfrutamos en una tarde tan placentera con un clima súper agradable en un ambiente casual, pero con su toque especial por encontrarnos en el Centro Histórico.
¡¡¡¡¡Gracias Abaroa, tu cocina es elegantemente deliciosa y vamos a volver!!!!

Ese mismo jueves…. Algo raro pasó y no nos dijeron o no nos enteramos, porque la verdad, no tengo la menor idea, pero la gran mayoría de los lugares de “night live” estaban con poco aforo y creo que lo mejor fue lanzarnos por unos tacos de Los Arandenses de Sierra Leona. Una verdadera delicia nocturna en un verdadero misterio.

El viernes fue un día de mucha actividad y la semana no se daba a quebrar como en otras ocasiones, hasta que llegamos a uno de mis lugares favoritos, el “Marichelas”. Si te gustan los mariscos y realmente disfrutas de los más frescos productos del mar con recetas deliciosas, ese es uno de los lugares que debes descubrir en algún momento porque son de los mejores en San Luis Potosí. Eso sí, sin reserva, no hay lugar.
¡¡¡Gracias a Todo@s mis Guerreros!!!

El sábado inició con la salida a Querétaro para asistir a un evento familiar de grandes amigos de tantos y tantos años… El dolor de muelas que te puede producir lo rebasada que está la carretera 57 en tramos como San Luis de la Paz o San José Iturbide por el inagotable tráfico, vale la pena cuando llegas a una reunión en la que los anfitriones te abrazan aunque llegues tarde y su hospitalidad se disfruta con barbacoa y carnitas estilo michoacán acompañado de cerveza de cuartito (las que nunca se calientan y duran entre 2 y 3 sorbos). Tortillitas de maíz y una salsa bien picosa y la música empieza a hacer de las suyas para sonsacarnos a bailar en la pista con los éxitos de los 80¨s, 90´s y hasta unos setentosos como la música discotequera de los Bee Gees….
Wow, que padre es bailar clásicos, además de banda y reguetón.
¡¡¡Sí, a mi si me gusta bailar Flaquita!!!

El domingo no íbamos a dejar pasar la oportunidad de desayunar en el Josefa, una gran opción para compartir las experiencias de la fiesta del día anterior, ponernos al día en todos los temas degustando una Guajolota o unas Enmoladas con café americano. La carta de este lugar merece volver a visitar Querétaro muy pronto y probar cualquiera de sus platillos con o sin desvelada. ¡No te lo puedes perder!


¡¡¡Gracias Lilí y Chespy, siempre un gustazo volvernos a ver!!!

Y cuando parecía que el fin de semana estaba terminando y el lunes había que iniciar la semana atendiendo una cita en CDMX, se movió la agenda y se alinearon los astros para
poder asistir al Foro Sol del Autódromo de los Hermanos Rodriguez en CDMX….. Sí, la cita no agendada era para convertir ese recinto en el lugar de una emotiva despedida de una de las agrupaciones musicales más importantes e influyentes de la música de distintos ritmos y variedades…. Por su puesto que me refiero a ¡¡¡¡Depeche Mode!!!!

Previo al concierto, nos fuimos a un lugarcito de lo mejor, su nombre es La Martina Drinks & Wings. La terraza más acogedora y deliciosa en los rumbos del Foro Sol. Nos atendió personalmente Giovanni el propietario, quien cocina las mejores alitas y costillas que he probado en mucho tiempo. Entre cerveza y sangrías de limonada con tinto nos pasamos un precheleo agusisisísimo, caray.
¡¡¡Gracias Giovanni!!!

Con lo vanguardista que siempre ha caracterizado a los galeses, el pre del concierto estuvo a cargo de una de las mejores DJ´s del género dance y electrónico: Kelly Lee Owens. Simplemente extraordinaria.
¡¡¡Gracias Kelly!!!

No puedo darles más detalles de este súper concierto porque en esta visita, al parecer la despedida de Depeche Mode a nivel mundial, la producción ha servido en sus presentaciones de CDMX para audio/videograbar el material que servirá de base a un futuro lanzamiento de esta gira que guardará para la historia la memoria de esta despedida en una última producción. Sin embargo, debo decirles que su música, nos hizo estremecer con los temas de “My Cosmos Is Mine” y “Wagging Toungue” (ambos sencillos del último álbum 2023), “Walking In My Shoes” e “It´s No Good” (del álbum Ultra) entre otras. La parte más sensible del concierto fue cuando interpretaron “World In My Eyes” (en memoria de Andy Fletcher+) y cerrar con “Enjoy The Silence” que nos puso a bailar a pesar de que muchos otros prefieren disfrutar de un en vivo a través de la pantalla de sus dispositivos celulares…. Algo que definitivamente no entiendo. Vas a un en vivo y cortas la conexión entre la fuente de energía y tú para interponer un dispositivo….(¿Hello moto?)
¡¡¡Vivamos sin celular, al menos en algunos momentos importantes como estos, por favor!!! Y si por todo lo vivido “no era suficiente” el encore inició con “Waiting For The Night” seguida por “Just Can´t Get Enough” y luego de ejecutar “Never Let Me Down Again” Tod@s vibramos en la más alta frecuencia al unísono de “Personal Jesus”.

¡No le quiero dar las gracias a Dave Gahan y Martin Gore porque siempre quiero más Depeche Mode!

Este sí que fue un laaaaaargo fin de semana lleno de emociones y momentos especiales que quedarán almacenados en la memoria de mi corazón (esa tiene más gigas que mi celular).

¡¡¡Ánimo que ya casi es viernes!!!

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#4 Tiempos

Acuérdate de mí cuando beses | Columna de Carlos López Medrano

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MEJOR DORMIR

 

De súbito, uno se vuelve extranjero en su propia memoria. Se despliegan las escenas, las figuras, uno mismo deambula por sus recovecos… y ya no reconoces muy bien qué pintas ahí. Seres otrora entrañables ahora son desconocidos. Cuesta asumir que alguna vez aquello fue tuyo. En la remembranza estás rodeado de personajes que ya no van más, que no renovaron para las nuevas temporadas de tu historia o de las que tú, como director de obra, optas por prescindir porque no van a tono con los parajes que perfilabas en otro lienzo.

Al comienzo crees que lo perdido se quedará impregnado en la mente. Que, pese a todo, nadie podrá quitarte los archivos de esos momentos. La frase que desembocó en un abrazo. La ocasión en que se echaron a reír sin entender por qué (la carcajada de pura sinceridad). Ayudarle a preparar una sopa. Son los recuerdos. O queda, en todo caso, un anhelo. No es impronta menor, sino una sombra que puede dar cobijo o ser tormenta. Las posesiones del ayer en clave borgesiana: solo es nuestro lo que perdimos, son nuestras las mujeres que nos dejaron. Son una presencia constante.

Bueno, al cabo no es tanto así. La persistencia de la memoria deja esbozos que no alcanzan la plenitud del original. El tiempo pasa y como Joan Didion dice en sus Noches Azules: «Los recuerdos se borran, la memoria se adapta, la memoria se ajusta a lo que creemos recordar». Claro, tendemos a idealizar. Montas una fantasía con los despojos del pasado. La añoranza es generosa y ofrece su encanto en abundancia aunque haya poco que merezca tal devoción.

La rotura es irremediable. Al final queda la conveniencia, amoldar los rastros al relato que hemos forjado para esa autobiografía en movimiento que jamás se escribirá. Un fetiche para regodearse en la miseria. La belleza de un círculo húmedo que la copa deja sobre el papel. El masoquismo tan propio de quien busca en el pretérito una justificación a la derrota del presente. La vejez fluye hacia adentro.

Y aun así, con el pasar de los días, de los meses, de los años, la tarea se dificulta. El quid está en los matices. Tal vez se queden contigo alguna estructura, la secuencia de hechos. Pero la voz, la voz ya no suena igual. Esa persona se va perdiendo, lo mismo que los aromas. Un sabor que creías indeleble.

En el libro Voces de Chernóbil, la periodista Svetlana Aleksiévich recoge el testimonio de una mujer que encuentra dificultades al remorar sus días antes de la tragedia. En su crepúsculo vital le gustaba recordar los tiempos que fueron buenos, cuando ella y su pareja no tenían preocupaciones y bailaban en casa sin saber lo que venía. Al momento de la entrevista la mujer ya empezaba a olvidar la cara que tenía en su tierna juventud, la cara que tenía cuando estaba enamorada. «Ya no veo esa cara en el espejo».

Tal vez la frase que atesoras con tanto celo no ocurrió en los términos que recuerdas. Y el amor que te ha ayudado a vivir no fue lo que piensas ahora, inflamado de melancolía mientras escuchas a José José. Quien viaja rumbo al paraíso perdido termina varado en carretera.

José Emilio Pacheco, sabio como era, y consumado como pocos a la nostalgia, aconsejaba no tomarse en serio lo que dice la memoria:

Quizá todo fue autoengaño.

La gran pasión

sólo existió en tu deseo…

Ficciones que uno teje para sobrevivir. Poco de interés puede aportar un materialista en este terreno. Me quedo con lo que Romano decía en La grande belleza: «Me he pasado todos los veranos de mi vida haciendo planes para septiembre. Ahora ya no. Ahora me paso el verano recordando los planes que hacía y que se han desvanecido por pereza o por olvidarlos. ¿Qué es lo que tienen contra la nostalgia? Es la única distracción posible para quien no cree en el futuro. La única». Romano renuncia a septiembre. Renuncia a cualquier intento. Echa por la borda las aspiraciones que siempre le fallaron. Allá él.

Puede, claro, sobrevenir la resignación. Hay que mirar hacia adelante. No queda de otra. Tirar de la verborrea barata: ni un paso atrás. Así se forman vivencias que más adelante echarás de menos en esta espiral sin escapatoria. Habrás de corregir lo que se imprime en las rotativas con un toque de la imaginación. Cuánta alharaca hay en la trastienda, aunque el semblante delate apenas un pestañeo.

Es curioso, porque mientras avanzas, a menudo de manera literal (cuando caminas por una calle o pisas el acelerador con el semáforo en verde), el rastro de años atrás emerge como un gatillo. Un faro penetra en la niebla. Esa risa vuelve, y la tonalidad de cuerdas vocales que llevas dentro (y que ya no existen afuera) te tiran hacia atrás. Llevas a cuestas el peso de los fantasmas. Fantasmas que cubren tus espaldas, que te mantienen cálido y que te sujetan en un suspiro.

La memoria, un arbusto podado a conveniencia. Arbusto en un jardín en el que llueve siempre.

 

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