marzo 20, 2023

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#4 Tiempos

Pequeña grandeza | Columna de Emmanuel Gallegos D.

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pequeña grandeza

Gambeta

 

Se hacen llamar o sus aficionados quieren hacerlos conocidos como en su momento fuera el Necaxa, llamado “equipo de la década” al club Tigres de la UANL. Quienes apenas la noche de ayer consiguieron su séptimo título de Liga, igualando a los Pumas y al León. Pero debe recordárseles que América y Chivas casi les sacan el doble de títulos, además de que en esta década, Santos o América, también han conseguido tres títulos en lo que va del dos mil a la fecha, por lo que no es que han demostrado una supremacía tan importante como ellos creen.

Hablando quizá más con las entrañas que con la razón, lo que pasó en la final de antier me tiene con el ánimo un poco decaído pero además con una “encorajinación” por cómo fue que se dio el título de los felinos: con un gol más que fortuito en la final de ida en Nuevo León y con un planteamiento defensivo en la ciudad de León, cuando tienen un plantel para hacer un juego diferente, ante un León que sufrió una baja muy sensible para las finales, y que además perdió a su mejor jugador del torneo apenas a los 30 minutos del partido de vuelta.

Los títulos de Tigres no valen menos porque jueguen con un esquema que priorice pararse bien en defensa y medio campo, como nos tiene acostumbrados desde hace mucho tiempo el “Tuca” Ferretti, ni porque en ocasiones prefieran renunciar al ataque buscando conservar la ventaja y llevar el partido con un estilo canchero y poco vistoso. Dentro de todo, ese tipo de juego los ha llevado a una final de Libertadores y a una final de Concachampions, que aunque no la pudieron ganar (por pichicateros) llegar hasta esas instancias tiene su propio mérito, pero es entendido que un equipo que tiene jugadores de primera línea y que puede hacer mucho daño en ofensiva, es más fácil que consiga los títulos proponiendo la mayor parte del encuentro, que únicamente cuando necesita apretar y le es obligado ir al frente.

No puedo imaginarme a un equipo como los galácticos metiendo un gol y luego echándose para atrás esperando que la suerte y la contundencia al frente los acompañe (con todo y que no consiguieron muchos títulos); no puedo imaginar a un Barcelona de Guardiola, ese que ganó un sextete y que exhibió a todo el equipo que se le puso en frente, metiendo un gol y luego nomás tocar el balón de arriba abajo sin buscar el arco rival cuando se encontrara en ventaja. Las comparaciones pueden parecer exageradas, pero si los aficionados y la gente de Tigres se sienten “incomparables”, deberían de ponerse a pensar que el juego ratonero y medroso, no es digno de un equipo que se quiere considerar “grande” en una liga tan generosa y permisiva como la Liga MX.

Para eso están equipos como el Puebla, Atlas o hasta el San Luis en la época del maestro Arias, para jugar con los resultados y luego echarse atrás esperando que la marea no cambie de rumbo. Pero no Tigres, no con el monstruo de empresa que tiene detrás como respaldo, no con el magnífico y ganador entrenador que tienen, no con una de las mejores plantillas del continente y con una afición que siempre le llena el estadio; los Tigres tienen muchas cosas que son “Incomparables”, pero hablando específicamente de cómo juegan al futbol, arrastran una grandeza que existe únicamente en la imaginación de los que no les gusta el buen futbol.

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#4 Tiempos

Movimiento Ciudadano, nuestra esperanza | Columna de Jacobo Pineda

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La democracia mexicana se ha convertido en oligarquía de partidos. Los institutos políticos han renunciado a encauzar las inquietudes de los ciudadanos para transformarse en empresas administradas por una dirigencia que opera como consejo de administración, en que lo menos significativo es su servicio a la población y lo más relevante es saturar la cartera. Sólo así se explica que el meme Marko Cortés sea todavía presidente de Acción Nacional o que el bufón Xavier Azuara maneje a su antojo al PAN potosino. Azuara publicó este sábado un tweet que lo retrata: “Felicito a Guillermo del Toro por su Oscar, pero sobre todo felicito a Marko Cortés por haber felicitado a Guillermo del Toro”. Epatante. Semejante irrumpe Movimiento Ciudadano, un partido cuya exclusiva virtud reside en postrarse al servicio y mejor interés de su dirigente nacional, Dante Delgado. MC es una formación que hace un par de años aprobó abrazar el ideario de la socialdemocracia, aquel en que también se sitúan de acuerdo con sus estatutos PRI y PRD, y que ahora espera la adhesión de PAN y Morena.

En San Luis Potosí, Marco Gama ha relevado como coordinador de MC a Eugenio Govea quien en veinte años no hizo otra cosa que engrosar sus cuentas corrientes, sacar a pasear su gracejo y conceder entrevistas estúpidas. Marco Gama declara orondo que “el PAN quedó en el pasado”. Pues será un pasado muy presente porque el PAN defiende la ideología de género con la misma extravagancia que MC. Gama asegura que se siente “visionario y actualizado”. No hay duda de que es un visionario: tras quedar descartado para hacerse con la candidatura a gobernador por el PAN decidió que era necesario asaltar otro espacio que se la asegurara para los próximos comicios, es decir, MC. Desde luego, no abandonó Acción Nacional por resentimiento, ni ojeriza, ni rencor. Cambió de opción para servir a San Luis como San Luis merece ser servido. Con él se llevó a viejos panistas a quienes no dio tiempo de ser nuevos panistas que igualmente abandonaron el PAN para servir con generosidad e integridad a los potosinos.

En este sentido, Marco Gama está actualizado, pero menos puesto que no experimentó el nuevo PAN. La nómina de viejos panistas que perdieron oportunidad de ser nuevos panistas -se trasladaron a MC sin dar opción a que el PAN diera el paso que a la postre dio para por fin ser nuevo-, era previsible por lo que no hay sorpresas, ni siquiera en que todos acaparen los puestos directivos del instituto. Hay una excepción, Adriana Marvely Costanzo.

Marvely es una señora extraviada en los vericuetos del narcisismo y la insensatez, que anima a las mujeres a abortar porque considera que es lo más significativo que pueden hacer con sus vidas. Una apóstata del feminismo si el feminismo es obstáculo para que los transgéneros se presenten finalmente como esa mayoría que son y que la mayoría todavía no reconoce porque no sabe que es transgénero. También se entretiene en acusar de acoso a quienes no son acosadores, incurriendo en el delito de difamación y calumnia, que es una manera como otra cualquiera de pasar el tiempo. Su principal aportación es exigir que los hombres se deconstruyan porque de otra manera serán hombres no deconstruidos. Cunde el pánico entre la población masculina. Costanzo es ridícula, incluso satura el significado de lo ridículo para convertirse ella misma en el significado más depurado de lo ridículo. Habría que cambiar el significante “ridículo” por “costanzo”. Dentro del aparato estatal, recibió el nombramiento de secretaria de acuerdos, es decir, la que toma las actas de las reuniones, sirve el café y ofrece chocolates, pero informa que en realidad es secretaria general del partido en el Estado. Una mujer con iniciativa. Entre sus cualidades sobresale la afición por promover a defensoras de acosadores sexuales y por hiper exponerse en Instagram haciendo nada. A pesar de las apariencias es muy ecuánime: acusa de acoso a quienes no son acosadores, pero protege a quienes lo son. Marvely defiende a feministas y transexuales, pero a la vez encubre a compañeras de partido que protegen a acosadores, como Isa Lastras, amiga del acosador Chemo Castillo, que a pesar de las numerosas denuncias insiste en que no es acosador, sólo muy amistoso. 

MC empieza con fuerza, presentándose como opción atractiva a los electores, priorizando necesidades, separando con criterio lo importante de lo superfluo, discriminando las peras del olmo. MC le ofrece a San Luis lo que urge en San Luis: un partido de gente joven, caras nuevas y entusiastas, sin pasado comprometido e ideas claras. Todo indica que MC es nuestra esperanza: lo mismo que Govea pero más.

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#4 Tiempos

Muy escasos «Los demasiados libros» de Gabriel Zaid | Columna de Julián de la Canal

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No todos los aniversarios merecen celebrarse, pero hay aniversarios que merecen celebrarse siempre. No todos los libros merecen publicarse, pero hay libros que merecen publicarse siempre. No todos los autores ameritan encomio, pero hay autores que siempre lo ameritan. Excepcionalmente coinciden las tres celebraciones y la concomitancia requiere la celebración de lo excepcional. La ejemplaridad intelectual de Gabriel Zaid reside en la ejemplaridad del ser humano en que se hospeda el intelectual. El autor de Leer poesía nos dice que la calidad del hombre dota de sentido a su desarrollo, que su actividad se desprende y regresa a lo que en él es más auténtico, que la tarea es irreductible a su categoría humana. Gabriel Zaid es excepción como intelectual porque es excepción como ser humano. Reúne distinciones personales transformadas en circunstancias cotidianas que lo vuelven rareza en el ámbito cultural. La reticencia a la hora de mostrar imágenes de su persona parece irrelevante frente a su libertad de pensamiento que ofrece imagen cabal de su persona.

La libertad lo emplaza ante un entorno intelectual en que esa libertad solo se expresa de labios hacia afuera. El inconfesable interés personal arrumba el libre examen disfrazado de independencia para justificar inconfesable interés personal. Extraviada la integridad, la verdad se adelgaza a palabra vacía desautorizando al intelectual que necesita de grupo para acreditar un estatus del que la sociedad lo proscribe. El intelectual se limita a intelectual de grupo, pero no a intelectual, a máscara, pero no a verdad. Escasos son los que todavía se deben a la sociedad mediante un contrato tácito suscrito entre ambas partes. Contados son los intelectuales cuya mirada franca hacia problemas y coyunturas se recibe como generosidad de un temperamento desinteresadamente interesado. La integridad de Gabriel Zaid se exhibe en su amor a la verdad aunque no siempre la tenga, en su combate por acceder a ella aunque en ocasiones se le resista, en su esfuerzo por conquistarla aun cuando esa conquista concluya en derrota. Pero hay algo tan decisivo como la verdad incluso cuando fracasa en su tentativa: la generosidad. Zaid es genuinamente pródigo, no sometido a interés de cálculo, que lo reivindica como ser humano que es intelectual además de otras cosas del mismo modo significativas. Verdad, generosidad, integridad y otras cosas del mismo modo significativas operan como factores determinantes que le otorgan en tanto que intelectual obligada independencia, cuya deserción generalizada certifica la ausencia de legítimos hommes de lettres. La naturalidad con que obsequia su pensamiento quizás sea una causa más de lo innecesario que considera prestarle atención a su imagen pública.

El autor de Leer sabe muy bien que lo que perdura es lo atinado de las ideas privadas y no lo atildado de las imágenes públicas. No ignora que la vida interior saturada de generosidad es más verdadera que la de los espectáculos de intelectuales que no son en absoluto ni espectaculares ni intelectuales.

Cumple Zaid noventa años de entregarse, de darse, de ofrecerse. Una existencia volcada hacia México desde la discreción y la compostura que no extrañan la pasión y la firmeza. No hay imágenes de Gabriel Zaid, pero su palabra esculpe un retrato en piedra de cantera más verdadero que el captado por un lente fotográfico. Aniversario también de Los demasiados libros publicado en Buenos Aires en 1972, sometido a constantes revisiones, reescrituras y adiciones hasta la edición homenaje de 2022, que impiden que haya perdido una actualidad amenazada por la naturaleza de los asuntos. La solicitud con que se esmera en sus escritos exhibe esa generosidad que demanda la exigencia del quehacer intelectual. La palabra abre a una realidad cambiante y mudable que urge a un ajuste constante de la palabra. El pensamiento se mueve en función de una realidad que a su vez mueve la palabra que testifica la realidad. Ánimo jovial, desmiente a cada momento la edad, alentado por irrenunciable curiosidad hacia la existencia. Algo hay de evangélica contemplación, aunque sus apreciaciones no sean a veces evangélicas excepto alusivas a la expulsión de los mercaderes del templo. Gabriel Zaid es autor de escasos demasiados libros, excepcionales desde el amor a la verdad, inauditos desde la generosidad intelectual, exclusivos desde la integridad de su adhesión al otro, privativos desde su independencia insumisa y singular. Gabriel Zaid sobresale en un medio cultural y académico egoísta y corrupto, destaca insólito en la soledad de quien se reconoce en la condición humana, virtuoso en su transparente mirada hacia sus semejantes. Ni una imagen ni todas juntas labran el recio autorretrato que cincelan sus páginas. Se antojan muy escasos los demasiados libros de Gabriel Zaid.

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#4 Tiempos

Difícil visita | Columna de Arturo Mena “Nefrox”

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TESTEANDO

 

Podríamos pensar que la tormenta para San Luis, ya ha pasado. El calendario luce más favorable y, lo hemos dicho, parece que si todo sale como debe, el equipo potosino podrá estar dentro de los 12 que lucharán por el título final.

Sin embargo, la visita del fin de semana luce peligrosa: ir al Azteca siempre es motivo de emociones encontradas, por un lado está el ver a tu equipo en una catedral del futbol mundial, y por otro pensar en lo complicada que es su cancha para los visitantes.

Cruz Azul es el rival, un equipo de claroscuros, a veces jugando por nota, otras perdiendo inexplicablemente; lo que presenten los azules en su cancha el próximo partido, es un verdadero enigma.

Justo esto es lo que hace al juego de la jornada algo complejo de entender. San Luis volvió a ganar, derrotó sin mucho problema a uno de los peores equipos del torneo, pero su rival en turno no es igual, la máquina está obligada a sumar en casa, si aspira a meterse a liguilla.

Hay que tomar en cuenta que Cruz Azul tiene 13 puntos y se ubica en el lugar 9 de la tabla, pero con un partido menos, si dejara ir la victoria este fin, las cosas no se ponen tan complicadas aún, pero de ganar, la presión disminuye, sobre todo tomando en cuenta que su partido pendiente es visitando Querétaro, un juego que ellos pronostican, les dará 3 puntos.

Por el otro lado, San Luis viene recuperando confianza, después de su mala racha, regresaron al triunfo en un juego que era obvio para el triunfo, ahora visitan la capital en búsqueda de otros tres puntos que serían un total balsamo para los potosinos. Pero hay que ser claros: San Luis no tiene los argumentos completos para pensar en sacar 3 puntos del Azteca, y menos ante un enigmático Cruz Azul, ese partido es de pronóstico reservado.

Ojalá San Luis pueda mantener un funcionamiento interesante. Qué la presión no los sofoque y hagan un juego intenso e inteligente durante todo el encuentro; si las cosas van bien, podría darse la sorpresa que todos deseamos. Una visita complicada, un partido difícil, pero ante el rival en turno, todo puede pasar.

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