abril 19, 2024

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ENTREVISTA. “Los niños estarían mejor huérfanos que con homosexuales”: Consejo Coordinador Ciudadano

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Por: Luis Moreno Flores

La discusión sobre la aprobación de los matrimonios entre personas del mismo sexo en San Luis Potosí ha tenido dos protagonistas, que, para infortunio de la ciudadanía ninguno de ellos es el Congreso del Estado, único ente que de verdad puede resolver esta polémica.

Las uniones igualitarias son defendidas por la Red Diversificadores Sociales, mientras que la oposición más férrea está representada por el Consejo Coordinador Ciudadano (CCC), un grupo que ha mostrado músculo al publicitar sus ideas en diferentes espacios informativos mediante desplegados y cuyas posturas son respaldadas por cámaras empresariales como Coparmex, Canaco, Canacintra, instituciones educativas como las universidades San Pablo y Vasco de Quiroga; el Arzobispado potosino, grupos de cristianos evangélicos, entre otras organizaciones civiles como los rotarios.

Los miembros del CCC han sido tachados de intolerantes, homofóbicos e ignorantes, incluso el caricaturista del diario Pulso, Pingo, les dedicó un irónico cartón en el que, por sus siglas y formas de conducirse, los comparó con el Kukusklan (KKK). Para conocer lo que realmente hay detrás de esta organización, hablamos con Juan Carlos Torres García, su vocero:

 

La Orquesta: ¿Todos los miembros del CCC, incluidas universidades y empresas, coinciden en la desaprobación de los matrimonios igualitarios? 

CCC: Sí. El término suena muy negativo cuando dices desaprobación, nosotros lo manejamos en positivo: proteger a la familia, la definición del matrimonio como ha estado desde mucho tiempo antes, incluso previo a que existieran leyes o religiones.

 

LO: ¿Qué de los matrimonios entre personas del mismo sexo les causa temor? 

CCC: La función Estado es aprobar lo bueno y rechazar lo malo, si se autorizan estas uniones entonces diríamos que son buenas, por lo tanto el Estado tendría la obligación de promoverlas.

 

LO: ¿El Estado promueve los matrimonios entre personas de diferente sexo?

CCC: En Estados Unidos luego de que se aprobaron las uniones entre personas del mismo sexo, en lugares como Massachusetts, las escuelas empezaron a obligar a que los niños vean la homosexualidad como algo normal y natural. Si un padre de familia por sus creencias no está de acuerdo con esta parte y decide sacar a sus hijos de la escuela puede ir a la cárcel. La pregunta entonces es hasta dónde el Estado, estaría interfiriendo los derechos de un padre para educar a sus hijos.

 

LO: ¿Lo que tratas de decir es que si un padre de familia no cree en el Evolucionismo y sí en el Creacionismo las escuelas no deberían enseñar la primera teoría?

CCC: Los padres tienen la responsabilidad y el derecho de formar a sus hijos en valores, existe la patria potestad, si de repente el Estado trata de decirte “no, esto está mal”, ¿vas a atentar contra ese derecho de los padres?

 

LO: Si algo no te gusta de una escuela tienes la libertad de retirar a tus y meterlos en otra.

CCC: Exactamente, el problema es la obligación de parte del Estado a hacer que las escuelas enseñen así.

 

LO: ¿Que no el Estado tiene la obligación de enseñar con laicidad y no en valores de ninguna religión? 

CCC: Sí y no. Hasta dónde estás trastocando tus valores. Por ejemplo, si permitimos que los homosexuales puedan adoptar, la mayoría de las instituciones para niños sin hogar son católicas, ¿qué esperan que haga una religiosa que por sus valores y sus principios no está de acuerdo con esto?

 

LO: ¿Un niño está mejor en la orfandad que en el seno de una familia homosexual?

CCC: Sí, porque una persona homosexual no es una garantía de que un niño vaya a crecer bien.

 

LO: ¿Una familia heterosexual si lo es? 

CCC: Sí.

 

LO: La mayoría de los asesinos, ladrones, narcotraficantes, etcétera, nacieron en familias heterosexuales, ¿o no? 

CCC: No hay un estudio al respecto.

 

LO: Por mera estadística (hay muchas más familias heterosexuales) podemos deducir que la mayoría de los criminales crecieron en matrimonios entre padre y madre. 

CCC: ¿Pero tú crees que el hecho de que cometan algún crimen sea porque crecieron en una familia heterosexual?

 

LO: ¿Crees que una persona se vuelve mala por crecer en una familia homosexual? 

CCC: No lo sé, pero lo que estoy diciendo es de la formación psicosexual de un niño no puede ser normal con padres del mismo sexo.

 

LO: ¿Qué problemas tendría un niño criado por dos personas del mismo sexo? 

CCC: En su identidad.

 

LO: ¿Los niños de familias homoparentales tienen más posibilidades de ser homosexuales? 

CCC: Podría darse el caso, los confundiría más.

 

LO: Los homosexuales de esta g eneración y todas las anteriores fueron criados en su mayoría por familias heterosexuales, ¿no descarta eso tú teoría?

 

CCC: Habría que ver por qué fue la homosexualidad, no hay estudios de ello.

 

LO: Podríamos tomar casos de estudio en familias que ya están conformadas de ese modo, ver cómo se desarrollan estos hogares.

 

CCC: Se tendría que hacer el experimento en aquellos países donde se ha legalizado, pero en México no existe esa figura, el único que lo ha hecho es Estados Unidos y apenas llevan dos años. En la Ciudad de México solo una pareja ha decidido adoptar, entonces no hay mucho de dónde analizar.

 

LO: Visiblemente, porque hay muchos hogares así.

CCC: Tú dices visiblemente, pero no las hay.

 

LO: Insisto en que ya hay muchas familias así. ¿Cómo percibe la homosexualidad el CCC? 

CCC: Por lo que hemos investigado, sabemos que la homosexualidad no es algo natural. Es decir, las últimas definiciones que se han dado es que no existe un gen gay, si fuese natural naceríamos con una tendencia homosexual. Lo consideramos como  algo que se puede tratar, es algo mental más que hereditario o natural. No ha sido totalmente explicado.

 

LO: ¿Si la homosexualidad no es natural, por qué entonces la mayoría de los homosexuales provienen de lo que ustedes llaman “familias naturales”? 

CCC: Si me preguntas a mí, me es algo complicado, habría que preguntarle a un psicólogo para que dé una postura de dónde viene, lo que me queda claro es que la APA (American Psychological Association) la tenía considerada como un problema psiquiátrico o patológico y en 1973 decidió quitarla como enfermedad, solamente que cuando lo decidieron no presentaron los fundamentos de el porqué, solo votaron algunos psiquiatras pero no dieron bases.

 

LO: ¿Opinas que es una enfermedad?

CCC: Yo digo que sí, pero si te vas al punto de vista individual, cada persona tiene derecho a elegir lo que quiere, nosotros lo que defendemos es la familia, no tanto si la homosexualidad es buena o mala, esta es la parte en la que no queremos caer, para nosotros no es buena ni mala, lo que defendemos es la definición del matrimonio.

 

LO: ¿Su oposición a los matrimonios igualitarios es una cuestión de derechos o lingüística? ¿Les molesta el que dos personas decidan unirse o les molesta el uso de la palabra?

CCC: Las dos, la palabra matrimonio está reservada a un hombre y una mujer.

 

LO: Si nos vamos a la etimología no hay una parte masculina en la palabra matrimonio.

CCC: Lo que pasa es que si te vas a la historia, la palabra matrimonio  antes no era necesario definir que fuera entre hombre y mujer, en la mente de toda la gente era la unión entre hombre y mujer, era natural y lógico.

 

LO: ¿Si tuviera otro nombre que no fuera el de matrimonio también les incomodaría?

CCC: Pues sí, porque simplemente un niño no puede crecer de una manera normal entre dos personas del mismo sexo.

 

LO: Ya se han realizado uniones entre personas del mismo sexo en otros países, en algunos estados ya también se legalizó, en San Luis Potosí mediante amparos también se ha hecho. ¿Te parece que oponerse ya es una causa perdida? 

CCC: El poder que dictaminó fue solo el judicial, falta que los Congresos locales también lo aprueben, entonces si existe la posibilidad de que nuestro Congreso lo rechace así lo queremos hacer.

 

LO: Pero aunque el Congreso no lo autorice, las personas seguirán pidiendo la intervención de la Suprema Corte y se casarán, lo único que pasaría es que se dificultará un poco más el casarse. ¿Por qué seguir en contra?

CCC: ¿Y si pudiésemos cambiar la ley?, no es una tendencia mundial, porque uno de los primeros países que lo aprobó y luego lo echó para atrás fue Eslovenia. No es una causa perdida, al contrario se puede regresar y rectificar. En Francia los movimientos a favor de la familia cada vez son más fuertes.

#4 Tiempos

¿Existe la ciencia neoliberal? | Columna de León García Lam

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VOLUTA

 

Una polarización creciente se ha cernido sobre el mundo y ha generado una guerra de trincheras por todas partes, que si la derecha, que si los conservadores, que si los musulmanes, que si metemos a la cárcel a los que le caen gordos a la tía Tatis, etcétera. Las multitudes se abalanzan a opinar. Usted no, por supuesto, estimada y culta lectora de La Orquesta. Usted y yo no caemos en esa trampa de la opinión sin ton ni son que nos polariza. Sin embargo, quisiera ofrecerle el humilde punto de vista de un antropólogo acerca de la polémica sobre ciencia e ideología. El nuevo CONACYT con H (CONAHCYT) ha acusado a sus antecesores de practicar una ciencia neoliberal y muchos científicos afirman que tal cosa no puede existir, pues la ciencia no tiene ideología.

Una de las grandes fortalezas de la ciencia —virtud que nunca se le ha visto a un diputado— es que es capaz de reconocer sus errores. La ciencia constantemente se inmola a sí misma sobre sus antecedentes. Es capaz de decirse y desdecirse. Esta virtud se basa en un principio de objetividad. La ciencia es capaz de desapasionarse. Es decir, puede reconocer un resultado, aunque este no sea el esperado o resulte adverso a las emociones, afectos o creencias de sus investigadores. Aquí se puede recordar al gran Lineo, quien empeñado en demostrar que en la naturaleza había un orden establecido por Dios, diseñó una clasificación de plantas que terminó por sentar las bases de la teoría evolutiva.

Por eso, la ciencia es capaz de observar objetivamente toda clase de fenómenos y por eso se dice con toda razón que los intereses científicos son ajenos a cualquier ideología.

Sin embargo, la ciencia no solo observa objetivamente átomos, moléculas, células, planetas o microbios. También observa seres humanos, lo cual significa dejar de lado el microscopio y usar el espejo para vernos a nosotros mismos. Las ciencias sociales observan no solo a otros seres humanos, sino a seres humanos que observan a otros seres humanos y esto genera una reflexión muy compleja.

Los colegas físicos, químicos o astrónomos están acostumbrados a una observación directa de los fenómenos que estudian. Los científicos sociales estamos habituados a considerarnos a nosotros mismos en la observación. Esto produce dos visiones científicas de la misma ciencia. Una que supone a la ciencia como una tarea objetiva, neutra y desinteresada y otra que cobra conciencia de cómo los intereses humanos guían a la investigación científica. Entonces para responder a la pregunta ¿existe la ciencia neoliberal? La respuesta llana es sí, sí existe. Hay intereses neoliberales fortaleciendo intencionalmente a ciertos temas científicos. Aun más: hay científicos con intenciones neoliberales practicando ciencia objetiva. Disculpe culta lectora de La Orquesta que dejé abandonado el tema de qué significa ser neoliberal para otra Voluta.

A pesar de la eficacia del método científico y su asombrosa capacidad para darnos conocimientos objetivos, hay suficiente evidencia de que las ideologías de los estados nacionales, las religiones y los intereses económicos juegan un papel fundamental en la llamada ciencia de frontera. La película de Oppenheimer visualiza cómo es que los políticos (y las situaciones históricas por las que atraviesan) manipulan y controlan los avances científicos. Se puede afirmar que el interés científico por la física cuántica no proviene de un interés neutral, sino absolutamente político. No puede existir tal interés inocente o neutro por la ciencia, pues los intereses científicos son dirigidos por intenciones económicas y militares. Una vez reconocida la injerencia de otros aspectos no científicos en la ciencia, habrá que decir que no sólo se trata de acusar al capitalismo o al neoliberalismo como manipuladores del interés científico, sino que también el comunismo, el BRICS y el alter mundo dirige a sus científicos con los mismos intereses económicos y militares.

Las universidades, los centros de investigación, los laboratorios y hasta las bibliotecas responden a los intereses ideológicos de los estados. Abundan los ejemplos: la relación entre las agencias espaciales y los consejos de seguridad, los avances biomédicos, la inteligencia artificial, etcétera.

En otras palabras, la trinchera de discusión que en México se ha abierto intenta responder la pregunta, la ciencia mexicana ¿a quién debe responder? ¿A la sociedad? ¿Al Estado? ¿A sí misma? Si es el Estado quién financia las becas y las estancias de investigación ¿no debe ser entonces quien regule y quien determine los intereses a investigar? Si la ciencia es útil, ¿no debiera dirigirse sus investigaciones al servicio de la sociedad? Pero ¿en verdad la ciencia debe ser útil o debe promoverse la libertad de investigación con independencia de su utilidad? No lo sé.

Por un lado, está la ingenuidad, creer o querer creer que es posible una ciencia desinteresada y desvinculada de los intereses nacionales o globales; por otro, está el terrible pragmatismo que pone a la ciencia como una sirviente del Estado y peor, la constricción a todo espíritu creativo que desee investigar algo y que no responda a los parámetros de la caprichosa sociedad que la mantiene.

En mi opinión, de antropólogo, pero que no necesariamente coincide con mis colegas de profesión y formando parte del fenómeno del que me quejaba al principio, montando el caballo loco de la opinomanía, pienso que la solución es que nuestro sistema mexicano de investigación científica debiera ser lo suficientemente abierto para que coexistamos tanto aquellos investigadores que colaboran entusiastamente en los intereses que atañen al estado mexicano (y que logren por fin la vacuna Patria y los respiradores Écahtl), pero también aquellos que trabajan para intereses corporativos o empresariales y quienes hacemos ciencia artesanal (la cual explicaré en otra ocasión).

Estoy convencido de que, en la tolerancia a la diversidad de posturas y en que, en nuestro país TODAS tengan una posible expresión y posibilidad pública, está la clave ¿y usted qué opina?

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#4 Tiempos

Xantolo 2023, viejos dilemas a nuevas tradiciones | Columna de León García Lam

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Hace un año me llamaron para una entrevista por MG Radio. Jesús Aguilar me preguntó acerca de la importancia cultural del Xantolo, sin embargo sus preguntas poco me permitieron responder lo que con sinceridad pienso. Por ello, un año más tarde, escribo esta columna, para preguntarme y responderme lo que considero que debe ser preguntado y respondido acerca del famoso Xantolo.

 

Pregunta número 1: ¿Qué es el Xantolo y por qué se le considera tradición de San Luis Potosí?

No existe una tradición de día de muertos que se llame Xantolo, al parecer el término proviene del latín sanctorum (Sancta Sanctorum) y el término refiere a los objetos más sagrados de los templos judíos, vaya a usted a saber qué enredos ocurrieron para que se confundiera al sanctorum con xantolo. Lo que sí, es que en las cabeceras municipales (que no son indígenas) se impuso este nombre para llamarle al festival que organiza el municipio cada año: concurso de altar de muertos, concurso de comparsas, etcétera. Puedo asegurar, estimada y culta lectora de La Orquesta, que la fiesta de las cabeceras municipales, poco tiene de semejanza con lo que ocurre en las comunidades indígenas.

 

Pregunta número 2 ¿Entonces el Xantolo es una falsa tradición? ¿Cómo podemos conocer la verdadera tradición del día de muertos?

Tampoco existen las tradiciones falsas, sino más bien existen las tradiciones inventadas. Es muy común que todo aquello que se presenta como “tradicional” sirve como discurso para legitimar al poder en turno. Los gobiernos parten de crear mitos fundacionales tales como “respetar las raíces” o “preservar las tradiciones” y de ahí a la creación de rituales públicos, como desfiles, procesiones, actos solemnes, etcétera. Todos esas festividades son rituales sin religión, generalmente huecas y vacías, pero efectivas. ¿No le parece raro que esos mismos jóvenes que rechazan todo legado cultural estén encantados en celebrar -según ellos- la tradición del xantolo?

 

Pregunta número 3: ¿Cómo se vive el día de muertos en las comunidades indígenas?

Primero, se vive en comunidad. Segundo, la idea principal es compartir con los difuntos tamales, dulces, chocolate o atole.

Las comparsas representan a los ancestros que vienen del otro mundo y llegan a la comunidad.

 

Ahora, le comparto la carta de una ciudadana que me escribió lo siguiente:

Estimado antrop. León García Lam

Quiero contarle lo que ocurre en mi colonia y saber qué opina usted: Mi vecina de junto pone un altar a la Santa Muerte y el día 2 de noviembre saca al esqueleto para organizarle mitote y jolgorio; lo mismo hace con San Juditas, baile con caguamas, mujeres borrachas y pleito. Yo pienso que todo esto está muy mal, porque esta señora confunde la devoción católica con algo parecido a la brujería o el satanismo. 

Yo pongo altar de muertos, tradicional, como se ponía en el rancho de mi abuelita. En una mesa pongo los retratos de los que ya se fueron, con velas, agua y ofrendas para que los difuntos coman y beban, pues tienen sed. Esa es mi creencia católica y pienso que es la que está bien porque es la más tradicional.

El problema es que frente a los domicilios de nosotras, vive una señora, muy seria y recatada que es hermana protestante y dice de nosotras dos, que adoramos al diablo y a la muerte. Yo por más que le explico que lo que yo hago es muy diferente de lo que mi vecina de al lado hace, ella dice que somos igualmente adoradoras de satanás.

¿Usted qué opina Antrop. Lam? ¿Cuál es la verdadera tradición?

 

Mi respuesta es que, de ahora en adelante, hay que llamarle a todo esto “Xantolo”.

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#4 Tiempos

El paisaje | Columna de León García Lam

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VOLUTA

 

¿Qué es un paisaje? La definición que me gusta afirma que es la “impronta visual de cualquier lugar”. Usted se sube a la azotea de su casa y aquello que perciba como un flashazo (la impronta) es el paisaje de su barrio o colonia.

Hace unos días que regresé al terruño (osease la heroica ciudad de San Luis Potosí), debí esperar 40 minutos en una colonia popular y como vi un restaurante con terraza propuse a mi acompañante irnos ahí.  Pedimos cervezas para medir la velocidad del tiempo. Ya sabe: el calorcito, la terraza, la compañía y el paisaje.

  • ¿Cuál paisaje? —preguntó mi interlocutora.
  • Ése, todo lo que ves. —Respondí, señalando con el dedo un montón de fachadas y azoteas grises con tinacos negros y cables enredados.
  • ¿A eso le llamas paisaje?
  • Efectivamente, es un paisaje urbano popular. Quizá tú pienses que un paisaje debe ser agradable o bonito, pero he aquí uno que no necesariamente lo es. Aunque, a pesar de todo, a mí me gusta, pues siento cierta atracción por la belleza oculta en la decadencia. Todas esas casas fueron pintadas de amarillo, pero afortunadamente ya se deslavaron y ahora son grises otra vez y esperan ser pintadas de verde o del color favorito del poder en turno.

Luego, horas más tarde, veíamos el paisaje de la sierra de San Miguelito desde la azotea de mi domicilio. Muy parecido al anterior, solo que en esta ocasión el paisaje estaba saturado de viviendas blancas que no son precisamente populares. Temo que el paisaje de aquellos tiempos en que gozamos de la ciudad rodeada de cerros de cantera rosa, que enverdecía en estos días de lluvias se perdió irremediablemente.

—Me da tristeza ver este paisaje. —Dije para mis adentros

  • ¿Por qué? —Me pregunté
  • Porque ha cambiado mi paisaje, lo que vi prácticamente todos los días de mi vida, cuando fui niño, luego joven y ahora adulto, ya no existe. Quizá eso sintieron los ancestros, cuando se fundó una ciudad en medio de la nopalera y por ello la famosa bruja se rebeló. Quizá es lo que sienten los ejidatarios o comuneros cuando un fraccionamiento recién autorizado llega a cambiar la fisonomía de su entorno.
  • Pero ¿por qué dices que es tu paisaje? —Me dije enfatizando el “tu”
  • Primero, porque es lo que siento desde un yo muy interior que no puedo controlar, sino solo aceptar y acaso manifestar, aunque esté equivocado
    , pero también porque hay un yo plural. Estoy seguro de que miles de personas sienten algo parecido: los ejidatarios de la Garita, los comuneros de San Juan de Guadalupe y hasta los colonos de todo el sur de la ciudad debemos sentir que nos destruyeron el paisaje.

Todo eso me dije. Cuando un oleaje de contradicciones me invadió.

Efectivamente, todos esos proyectos inmobiliarios deben basarse en el derecho para afectar el entorno, el paisaje y hasta los recursos esenciales como el agua. No hay intención humana que no lo haga. Así se construyeron las grandes ciudades, el progreso y la civilización humana. Piense usted en cómo la Esfinge y las Pirámides de Egipto modificaron el entorno, no sólo por sus monumentos sino por el control de las anchas aguas del Nilo; de la misma manera, las pirámides de Bonampak, el Partenón, el Empire State y la Muralla China, todo ello ¿no ha modificado el paisaje de manera irreversible? Pues sí. Entonces, los empresarios inmobiliarios de San Luis Potosí tienen el mismo derecho de intervención que los egipcios.

Sin embargo, los 6 mil años (más o menos) que la humanidad lleva modificando el entorno ha llegado a su fin. Los recursos se agotaron y hoy somos cada vez más conscientes de que el desarrollo y el progreso no nos llevan a buen puerto. El reto del mundo actual es lograr poblaciones que no solo sean sostenibles y amigables con el medio ambiente, sino que sean regenerativas del paisaje.

¿Qué significa regenerar el paisaje? Significa volver a colocar las condiciones que mantenían un lugar como era, por lo menos antes de las ínfulas del progreso. Dicho de otra manera, es exactamente lo opuesto a lo que los intereses inmobiliarios y nuestros gobiernos estatal y municipales actuales están ejecutando por todas partes.

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