diciembre 3, 2024

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ENTREVISTA. “Los niños estarían mejor huérfanos que con homosexuales”: Consejo Coordinador Ciudadano

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Por: Luis Moreno Flores

La discusión sobre la aprobación de los matrimonios entre personas del mismo sexo en San Luis Potosí ha tenido dos protagonistas, que, para infortunio de la ciudadanía ninguno de ellos es el Congreso del Estado, único ente que de verdad puede resolver esta polémica.

Las uniones igualitarias son defendidas por la Red Diversificadores Sociales, mientras que la oposición más férrea está representada por el Consejo Coordinador Ciudadano (CCC), un grupo que ha mostrado músculo al publicitar sus ideas en diferentes espacios informativos mediante desplegados y cuyas posturas son respaldadas por cámaras empresariales como Coparmex, Canaco, Canacintra, instituciones educativas como las universidades San Pablo y Vasco de Quiroga; el Arzobispado potosino, grupos de cristianos evangélicos, entre otras organizaciones civiles como los rotarios.

Los miembros del CCC han sido tachados de intolerantes, homofóbicos e ignorantes, incluso el caricaturista del diario Pulso, Pingo, les dedicó un irónico cartón en el que, por sus siglas y formas de conducirse, los comparó con el Kukusklan (KKK). Para conocer lo que realmente hay detrás de esta organización, hablamos con Juan Carlos Torres García, su vocero:

 

La Orquesta: ¿Todos los miembros del CCC, incluidas universidades y empresas, coinciden en la desaprobación de los matrimonios igualitarios? 

CCC: Sí. El término suena muy negativo cuando dices desaprobación, nosotros lo manejamos en positivo: proteger a la familia, la definición del matrimonio como ha estado desde mucho tiempo antes, incluso previo a que existieran leyes o religiones.

 

LO: ¿Qué de los matrimonios entre personas del mismo sexo les causa temor? 

CCC: La función Estado es aprobar lo bueno y rechazar lo malo, si se autorizan estas uniones entonces diríamos que son buenas, por lo tanto el Estado tendría la obligación de promoverlas.

 

LO: ¿El Estado promueve los matrimonios entre personas de diferente sexo?

CCC: En Estados Unidos luego de que se aprobaron las uniones entre personas del mismo sexo, en lugares como Massachusetts, las escuelas empezaron a obligar a que los niños vean la homosexualidad como algo normal y natural. Si un padre de familia por sus creencias no está de acuerdo con esta parte y decide sacar a sus hijos de la escuela puede ir a la cárcel. La pregunta entonces es hasta dónde el Estado, estaría interfiriendo los derechos de un padre para educar a sus hijos.

 

LO: ¿Lo que tratas de decir es que si un padre de familia no cree en el Evolucionismo y sí en el Creacionismo las escuelas no deberían enseñar la primera teoría?

CCC: Los padres tienen la responsabilidad y el derecho de formar a sus hijos en valores, existe la patria potestad, si de repente el Estado trata de decirte “no, esto está mal”, ¿vas a atentar contra ese derecho de los padres?

 

LO: Si algo no te gusta de una escuela tienes la libertad de retirar a tus y meterlos en otra.

CCC: Exactamente, el problema es la obligación de parte del Estado a hacer que las escuelas enseñen así.

 

LO: ¿Que no el Estado tiene la obligación de enseñar con laicidad y no en valores de ninguna religión? 

CCC: Sí y no. Hasta dónde estás trastocando tus valores. Por ejemplo, si permitimos que los homosexuales puedan adoptar, la mayoría de las instituciones para niños sin hogar son católicas, ¿qué esperan que haga una religiosa que por sus valores y sus principios no está de acuerdo con esto?

 

LO: ¿Un niño está mejor en la orfandad que en el seno de una familia homosexual?

CCC: Sí, porque una persona homosexual no es una garantía de que un niño vaya a crecer bien.

 

LO: ¿Una familia heterosexual si lo es? 

CCC: Sí.

 

LO: La mayoría de los asesinos, ladrones, narcotraficantes, etcétera, nacieron en familias heterosexuales, ¿o no? 

CCC: No hay un estudio al respecto.

 

LO: Por mera estadística (hay muchas más familias heterosexuales) podemos deducir que la mayoría de los criminales crecieron en matrimonios entre padre y madre. 

CCC: ¿Pero tú crees que el hecho de que cometan algún crimen sea porque crecieron en una familia heterosexual?

 

LO: ¿Crees que una persona se vuelve mala por crecer en una familia homosexual? 

CCC: No lo sé, pero lo que estoy diciendo es de la formación psicosexual de un niño no puede ser normal con padres del mismo sexo.

 

LO: ¿Qué problemas tendría un niño criado por dos personas del mismo sexo? 

CCC: En su identidad.

 

LO: ¿Los niños de familias homoparentales tienen más posibilidades de ser homosexuales? 

CCC: Podría darse el caso, los confundiría más.

 

LO: Los homosexuales de esta generación y todas las anteriores fueron criados en su mayoría por familias heterosexuales, ¿no descarta eso tú teoría? 

CCC: Habría que ver por qué fue la homosexualidad, no hay estudios de ello.

 

LO: Podríamos tomar casos de estudio en familias que ya están conformadas de ese modo, ver cómo se desarrollan estos hogares.

 

CCC: Se tendría que hacer el experimento en aquellos países donde se ha legalizado, pero en México no existe esa figura, el único que lo ha hecho es Estados Unidos y apenas llevan dos años. En la Ciudad de México solo una pareja ha decidido adoptar, entonces no hay mucho de dónde analizar.

 

LO: Visiblemente, porque hay muchos hogares así.

CCC: Tú dices visiblemente, pero no las hay.

 

LO: Insisto en que ya hay muchas familias así. ¿Cómo percibe la homosexualidad el CCC? 

CCC: Por lo que hemos investigado, sabemos que la homosexualidad no es algo natural. Es decir, las últimas definiciones que se han dado es que no existe un gen gay, si fuese natural naceríamos con una tendencia homosexual. Lo consideramos como  algo que se puede tratar, es algo mental más que hereditario o natural. No ha sido totalmente explicado.

 

LO: ¿Si la homosexualidad no es natural, por qué entonces la mayoría de los homosexuales provienen de lo que ustedes llaman “familias naturales”? 

CCC: Si me preguntas a mí, me es algo complicado, habría que preguntarle a un psicólogo para que dé una postura de dónde viene, lo que me queda claro es que la APA (American Psychological Association) la tenía considerada como un problema psiquiátrico o patológico y en 1973 decidió quitarla como enfermedad, solamente que cuando lo decidieron no presentaron los fundamentos de el porqué, solo votaron algunos psiquiatras pero no dieron bases.

 

LO: ¿Opinas que es una enfermedad?

CCC: Yo digo que sí, pero si te vas al punto de vista individual, cada persona tiene derecho a elegir lo que quiere, nosotros lo que defendemos es la familia, no tanto si la homosexualidad es buena o mala, esta es la parte en la que no queremos caer, para nosotros no es buena ni mala, lo que defendemos es la definición del matrimonio.

 

LO: ¿Su oposición a los matrimonios igualitarios es una cuestión de derechos o lingüística? ¿Les molesta el que dos personas decidan unirse o les molesta el uso de la palabra?

CCC: Las dos, la palabra matrimonio está reservada a un hombre y una mujer.

 

LO: Si nos vamos a la etimología no hay una parte masculina en la palabra matrimonio.

CCC: Lo que pasa es que si te vas a la historia, la palabra matrimonio  antes no era necesario definir que fuera entre hombre y mujer, en la mente de toda la gente era la unión entre hombre y mujer, era natural y lógico.

 

LO: ¿Si tuviera otro nombre que no fuera el de matrimonio también les incomodaría?

CCC: Pues sí, porque simplemente un niño no puede crecer de una manera normal entre dos personas del mismo sexo.

 

LO: Ya se han realizado uniones entre personas del mismo sexo en otros países, en algunos estados ya también se legalizó, en San Luis Potosí mediante amparos también se ha hecho. ¿Te parece que oponerse ya es una causa perdida? 

CCC: El poder que dictaminó fue solo el judicial, falta que los Congresos locales también lo aprueben, entonces si existe la posibilidad de que nuestro Congreso lo rechace así lo queremos hacer.

 

LO: Pero aunque el Congreso no lo autorice, las personas seguirán pidiendo la intervención de la Suprema Corte y se casarán, lo único que pasaría es que se dificultará un poco más el casarse. ¿Por qué seguir en contra?

CCC: ¿Y si pudiésemos cambiar la ley?, no es una tendencia mundial, porque uno de los primeros países que lo aprobó y luego lo echó para atrás fue Eslovenia. No es una causa perdida, al contrario se puede regresar y rectificar. En Francia los movimientos a favor de la familia cada vez son más fuertes.

#4 Tiempos

Votar entre la razón y la emoción | Columna de León García Lam

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VOLUTA

 

Eso me dijo mi papá:

-Mira Leontino, que lo que guardas en la cabeza no sea lo mismo que guardas en el corazón.

Como muchas cosas que me dijo, no le puse suficiente atención, pero ahora ese mensaje ha logrado escarbar entre todos los recuerdos y salir a flote otra vez.

Interesante: la frase de mi papá tiene razón, pero también tiene emoción. Hace uso de dos recursos -muy humanos- a la vez y los junta y los enreda torciéndolos, pero nunca dejan de ser razón por un lado y emoción por el otro. La frase significa además que la razón tiene su lugar en el cuerpo, sus formas, sus métodos y la emoción los suyos propios. Esto viene muy a cuento con la época de elecciones en la que nos encontramos.

Como una especie de vicio raro, leo con pulsión desmedida todas las columnas de opinión que mi escaso tiempo me permite. Leí, por ejemplo, la columna de mi amigo Octavio Mendoza (Astrolabio) que trata acerca de las complejas motivaciones del votante: a la mera hora, ahí escondido detrás de una cortina de plástico, el elector tacha la opción que durante meses dijo que no iba a elegir. Si un votante hace eso, no pasa nada, es como una gota de agua rebelde que lucha contra las olas del mar. La cosa se pone buena, cuando esto mismo no lo hace uno sino 5 millones de votantes. Entonces, las alarmas se encienden, los encuestadores se arrancan los pelos y se desatan los programas de opinión, que a mí me encantan, tratando de explicar lo que antes parecía imposible.

Sí, efectivamente, las masas actúan caprichosamente. No razonan. Solo actúan motivadas por sentimientos básicos como el odio, el miedo, el rencor, la venganza o el gusto. Eso motivó a millones de personas a votar hace seis años y sentimientos similares moverán a millones de personas a votar este domingo.

Por otro lado, si lo pensamos bien (lo razonamos) ¿de qué sirve ir a votar? Alguien va a ganar de todos modos y quien gane no hará que el mundo, el país, el Estado, el municipio cambien. Todos sabemos que las campañas se hacen de puras promesas que ni siquiera se piensan cumplir. Como un signo más del apocalipsis, la calidad de los candidatos de todos los partidos empeora cada elección y se nos presentan cada vez más incultos, cínicos y simplones y si seguimos pensando así, no solo se nos quitarán las ganas de votar sino de vivir.

Ambas situaciones que he presentado aquí: votar motivado por el rencor y no salir a votar porque “no sirve para nada”, significan hacer de tripas corazón, o sea poner la pasión en la cabeza y la razón en el corazón y así todo se descompone.

Para que la democracia funcione se requiere que la motivación de votar sea algo que está por encima de nuestros intereses personales: nuestros hijos, nuestra comunidad, nuestro entorno. Salir a votar no puede ser un asunto de la razón, menos aún de las razones personales, sino de la pasión ciudadana, del amor por la patria, por la matria, por la familia. El resultado aquí no es lo que importa, sino nuestra obligación a participar.

¿Por quién votamos? Aquí debe entrar la razón desapasionada. Votar por rencor o votar por conveniencia personal no sirve para elegir al mejor gobernante. Lo que se requiere, en ese momento justo de estar a solas con nuestra boleta y el crayón en la mano es razonar fría y calculadoramente el sentido de nuestro voto.

Es el corazón quien levanta del sillón al elector, lo saca de la comodidad de su casa y lo lleva a la casilla. Ya estando en la mampara, la razón toma la mano del votante y lo hace elegir si no la mejor, la menos mala de las opciones que tenemos. Después de que le marcan el dedo con la famosísima tinta indeleble (por cierto, invento mexicano) queda en el votante, una extraña satisfacción de haber cumplido de la mejor manera posible.

Yo creo que vamos bien, si tomamos en cuenta que la democracia se tarda unos 400 años en dar resultados.

Querida culta lectora de La Orquesta, que tenga felices votaciones este domingo

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#4 Tiempos

¿Existe la ciencia neoliberal? | Columna de León García Lam

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VOLUTA

 

Una polarización creciente se ha cernido sobre el mundo y ha generado una guerra de trincheras por todas partes, que si la derecha, que si los conservadores, que si los musulmanes, que si metemos a la cárcel a los que le caen gordos a la tía Tatis, etcétera. Las multitudes se abalanzan a opinar. Usted no, por supuesto, estimada y culta lectora de La Orquesta. Usted y yo no caemos en esa trampa de la opinión sin ton ni son que nos polariza. Sin embargo, quisiera ofrecerle el humilde punto de vista de un antropólogo acerca de la polémica sobre ciencia e ideología. El nuevo CONACYT con H (CONAHCYT) ha acusado a sus antecesores de practicar una ciencia neoliberal y muchos científicos afirman que tal cosa no puede existir, pues la ciencia no tiene ideología.

Una de las grandes fortalezas de la ciencia —virtud que nunca se le ha visto a un diputado— es que es capaz de reconocer sus errores. La ciencia constantemente se inmola a sí misma sobre sus antecedentes. Es capaz de decirse y desdecirse. Esta virtud se basa en un principio de objetividad. La ciencia es capaz de desapasionarse. Es decir, puede reconocer un resultado, aunque este no sea el esperado o resulte adverso a las emociones, afectos o creencias de sus investigadores. Aquí se puede recordar al gran Lineo, quien empeñado en demostrar que en la naturaleza había un orden establecido por Dios, diseñó una clasificación de plantas que terminó por sentar las bases de la teoría evolutiva.

Por eso, la ciencia es capaz de observar objetivamente toda clase de fenómenos y por eso se dice con toda razón que los intereses científicos son ajenos a cualquier ideología.

Sin embargo, la ciencia no solo observa objetivamente átomos, moléculas, células, planetas o microbios. También observa seres humanos, lo cual significa dejar de lado el microscopio y usar el espejo para vernos a nosotros mismos. Las ciencias sociales observan no solo a otros seres humanos, sino a seres humanos que observan a otros seres humanos y esto genera una reflexión muy compleja.

Los colegas físicos, químicos o astrónomos están acostumbrados a una observación directa de los fenómenos que estudian. Los científicos sociales estamos habituados a considerarnos a nosotros mismos en la observación. Esto produce dos visiones científicas de la misma ciencia. Una que supone a la ciencia como una tarea objetiva, neutra y desinteresada y otra que cobra conciencia de cómo los intereses humanos guían a la investigación científica. Entonces para responder a la pregunta ¿existe la ciencia neoliberal? La respuesta llana es sí, sí existe. Hay intereses neoliberales fortaleciendo intencionalmente a ciertos temas científicos. Aun más: hay científicos con intenciones neoliberales practicando ciencia objetiva. Disculpe culta lectora de La Orquesta que dejé abandonado el tema de qué significa ser neoliberal para otra Voluta.

A pesar de la eficacia del método científico y su asombrosa capacidad para dar nos conocimientos objetivos, hay suficiente evidencia de que las ideologías de los estados nacionales, las religiones y los intereses económicos juegan un papel fundamental en la llamada ciencia de frontera

. La película de Oppenheimer visualiza cómo es que los políticos (y las situaciones históricas por las que atraviesan) manipulan y controlan los avances científicos. Se puede afirmar que el interés científico por la física cuántica no proviene de un interés neutral, sino absolutamente político. No puede existir tal interés inocente o neutro por la ciencia, pues los intereses científicos son dirigidos por intenciones económicas y militares. Una vez reconocida la injerencia de otros aspectos no científicos en la ciencia, habrá que decir que no sólo se trata de acusar al capitalismo o al neoliberalismo como manipuladores del interés científico, sino que también el comunismo, el BRICS y el alter mundo dirige a sus científicos con los mismos intereses económicos y militares.

Las universidades, los centros de investigación, los laboratorios y hasta las bibliotecas responden a los intereses ideológicos de los estados. Abundan los ejemplos: la relación entre las agencias espaciales y los consejos de seguridad, los avances biomédicos, la inteligencia artificial, etcétera.

En otras palabras, la trinchera de discusión que en México se ha abierto intenta responder la pregunta, la ciencia mexicana ¿a quién debe responder? ¿A la sociedad? ¿Al Estado? ¿A sí misma? Si es el Estado quién financia las becas y las estancias de investigación ¿no debe ser entonces quien regule y quien determine los intereses a investigar? Si la ciencia es útil, ¿no debiera dirigirse sus investigaciones al servicio de la sociedad? Pero ¿en verdad la ciencia debe ser útil o debe promoverse la libertad de investigación con independencia de su utilidad? No lo sé.

Por un lado, está la ingenuidad, creer o querer creer que es posible una ciencia desinteresada y desvinculada de los intereses nacionales o globales; por otro, está el terrible pragmatismo que pone a la ciencia como una sirviente del Estado y peor, la constricción a todo espíritu creativo que desee investigar algo y que no responda a los parámetros de la caprichosa sociedad que la mantiene.

En mi opinión, de antropólogo, pero que no necesariamente coincide con mis colegas de profesión y formando parte del fenómeno del que me quejaba al principio, montando el caballo loco de la opinomanía, pienso que la solución es que nuestro sistema mexicano de investigación científica debiera ser lo suficientemente abierto para que coexistamos tanto aquellos investigadores que colaboran entusiastamente en los intereses que atañen al estado mexicano (y que logren por fin la vacuna Patria y los respiradores Écahtl), pero también aquellos que trabajan para intereses corporativos o empresariales y quienes hacemos ciencia artesanal (la cual explicaré en otra ocasión).

Estoy convencido de que, en la tolerancia a la diversidad de posturas y en que, en nuestro país TODAS tengan una posible expresión y posibilidad pública, está la clave ¿y usted qué opina?

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#4 Tiempos

Xantolo 2023, viejos dilemas a nuevas tradiciones | Columna de León García Lam

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VOLUTA

 

Hace un año me llamaron para una entrevista por MG Radio. Jesús Aguilar me preguntó acerca de la importancia cultural del Xantolo, sin embargo sus preguntas poco me permitieron responder lo que con sinceridad pienso. Por ello, un año más tarde, escribo esta columna, para preguntarme y responderme lo que considero que debe ser preguntado y respondido acerca del famoso Xantolo.

 

Pregunta número 1: ¿Qué es el Xantolo y por qué se le considera tradición de San Luis Potosí?

No existe una tradición de día de muertos que se llame Xantolo, al parecer el término proviene del latín sanctorum (Sancta Sanctorum) y el término refiere a los objetos más sagrados de los templos judíos, vaya a usted a saber qué enredos ocurrieron para que se confundiera al sanctorum con xantolo. Lo que sí, es que en las cabeceras municipales (que no son indígenas) se impuso este nombre para llamarle al festival que organiza el municipio cada año: concurso de altar de muertos, concurso de comparsas, etcétera. Puedo asegurar, estimada y culta lectora de La Orquesta, que la fiesta de las cabeceras municipales, poco tiene de semejanza con lo que ocurre en las comunidades indígenas.

 

Pregunta número 2 ¿Entonces el Xantolo es una falsa tradición? ¿Cómo podemos conocer la verdadera tradición del día de muertos?

Tampoco existen las tradiciones falsas, sino más bien existen las tradiciones inventadas. Es muy común que todo aquello que se presenta como “tradicional” sirve como discurso para legitimar al poder en turno. Los gobiernos parten de crear mitos fundacionales tales como “respetar las raíces” o “preservar las tradiciones” y de ahí a la creación de rituales públicos, como desfiles, procesiones, actos solemnes, etcétera. Todos esas festividades son rituales sin religión, generalmente huecas y vacías, pero efectivas. ¿No le parece raro que esos mismos jóvenes que rechazan todo legado cultural estén encantados en celebrar -según ellos- la tradición del xantolo?

 

Pregunta número 3: ¿Cómo se vive el día de muertos en las comunidades indígenas?

Primero, se vive en comunidad. Segundo, la idea principal es compartir con los difuntos tamales, dulces, chocolate o atole. Las comparsas representan a los ancestros que vienen del otro mundo y llegan a la comunidad.

 

Ahora, le comparto la carta de una ciudadana que me escribió lo siguiente:

Estimado antrop. León García Lam

Quiero contarle lo que ocurre en mi colonia y saber qué opina usted: Mi vecina de junto pone un altar a la Santa Muerte y el día 2 de noviembre saca al esqueleto para organizarle mitote y jolgorio; lo mismo hace con San Juditas, baile con caguamas, mujeres borrachas y pleito. Yo pienso que todo esto está muy mal, porque esta señora confunde la devoción católica con algo parecido a la brujería o el satanismo. 

Yo pongo altar de muertos, tradicional, como se ponía en el rancho de mi abuelita. En una mesa pongo los retratos de los que ya se fueron, con velas, agua y ofrendas para que los difuntos coman y beban, pues tienen sed. Esa es mi creencia católica y pienso que es la que está bien porque es la más tradicional.

El problema es que frente a los domicilios de nosotras, vive una señora, muy seria y recatada que es hermana protestante y dice de nosotras dos, que adoramos al diablo y a la muerte. Yo por más que le explico que lo que yo hago es muy diferente de lo que mi vecina de al lado hace, ella dice que somos igualmente adoradoras de satanás.

¿Usted qué opina Antrop. Lam? ¿Cuál es la verdadera tradición?

 

Mi respuesta es que, de ahora en adelante, hay que llamarle a todo esto “Xantolo”.

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