Deportes
#Entrevista | ADSL femenil: precarización laboral y un despido injustificado
Saida Anyul Abud habló sobre su despido del cuerpo técnico del Atlético de San Luis Femenil, entre la desigualdad y el machismo en el futbol mexicano
Por: María José Puente Zavala
La abrupta salida de la doctora Saida Anyul Abud del cuerpo técnico del Atlético de San Luis Femenil ha destapado una cloaca que apesta a desigualdad, precarización laboral y machismo en el deporte mexicano, pese a que no hace más de tres meses que los potosinos atestiguaron el debut de las futbolistas en el Alfonso Lastras.
Sobre su despido, la joven profesionista ha obtenido dos versiones: que le faltó al respeto a Martín Casas, director técnico del equipo femenil y que su perfil, como médico general, dejó de ser suficiente para atender las necesidades de un equipo que; no obstante, ha sido sometido a un desgaste físico que bien podría justificar las 10 derrotas que acumulan en el torneo.
Al margen de las versiones que obtuvo sobre su salida, Abud tiene otra teoría que, con un vistazo a la breve historia de la Liga MX femenil, no suena descabellada:
“Muchas veces yo hablaba con la nutrióloga, Leslie Pinzón, que es con la que más tuve contacto, que las niñas tenían que alimentarse mejor (…) Les exigían que hay que comer ciertas cosas (…) cómo van a comprar los veinte gramos de carne o los veinte gramos de salmón o los veinte de pollo si al final eso excede la cantidad de dinero que les están pagando. No todas tienen unos papás que les estén resolviendo las deudas”.
Comentarios por el estilo o gestiones para mejorar las condiciones de trabajo de las jugadoras, estima, pudieron granjearle la molestia de su superior, Jordi González, quien el 30 de septiembre pasado habría ordenado su despido a través del doctor Emmanuel Díaz de León, jefe de servicios médicos del club español franquiciado en la entidad.
Para ellos todo; para ellas nada
En una liga cuyos partidos, en ocasiones, no presentan ni una sola asistencia, las atléticas llegaron a jugar con más de 17 mil personas como testigos en el Alfonso Lastras y, de hecho, ese partido, contra las Águilas del América, se mantiene como el que mayor asistencia ha logrado durante todo el torneo, seguido de otro, en la décima jornada, cuando la escuadra potosina enfrento a Tigres.
Ese primer encuentro parece retratar la realidad a la que se enfrentaría el equipo de manera constante, pues cientos de personas no lograron ingresar al estadio ya que apenas se dispuso una taquilla para la venta de entradas que rápidamente se vio rebasada por la marea de aficionados; además, al interior no se había concretado convenio alguno para la venta de bebidas o alimentos, lo que generó descontento entre quienes acudieron.
La condición física de las jugadoras saltó rápidamente a la vista y fue cuestión de tiempo para que cobrara factura con cargo a los resultados del equipo que saltan a la vista en la tabla general, donde actualmente ocupan el lugar 17, entre 19 equipos participantes.
Anyul Abud achaca ese fenómeno a la mala alimentación, la falta de espacios y condiciones para realizar entrenamientos de manera óptima, además de la brecha salarial que impide a las chicas proveerse de la atención sanitaria que el Club, a diferencia de con la división varonil, les escatima.
La doctora recuerda que, al recibir el equipo, las jugadoras llegaron en “números rojos” y que al cuestionarles sobres sus hábitos alimenticios, estas reconocían alimentarse con productos económicos pero altos en componentes dañinos que les impedían mantener una condición física saludable.
Otro factor que agrava las condiciones en que subsisten las jóvenes, es que algunas de ellas no son originarias de San Luis Potosí, sino que se trasladaron desde otros estados para jugar con el conjunto potosino, lo que suma gastos a su precaria situación económica.
Según la información disponible en el sitio oficial de la Liga MX, de las 28 jugadoras con que cuenta el Club Atlético de San Luis, 16 provienen de otros estados de la República como la Ciudad de México, Monterrey, Aguascalientes, Tepic, Estado de México, Morelia, Sinaloa, Hidalgo, Jalisco, Coahuila y Guanajuato.
Para 8 de estas jugadoras, Anyul Abud comenta haber gestionado que una empresa local de cárnicos patrocinara los productos de origen animal que las futbolistas necesitan para mantener una alimentación balanceada; además, otras tres voluntarias ofrecieron un donativo extra para la compra de pan, tortillas, frijoles, aceite y otros abarrotes.
Esa necesidad de recurrir a la beneficencia, generó malestar en la joven médica: “a los hombres (les dan) desayuno, comida y cena más el sueldazo. (…) Estas niñas no tienen ni la cuarta parte del sueldo y tampoco les están dando comida, pero sí les están exigiendo los mismos resultados que al equipo varonil”.
A diferencia de los varones, incluso los que juegan en las subdivisiones, las mujeres no pudieron utilizar el gimnasio del Club hasta los últimos días de septiembre; después de que dos jugadoras se lesionaran y una más se desmayara durante un enfrentamiento con las Pumas, en La Cantera.
Antes de eso, se les cambió para entrenar “al plan de San Luis. Las canchas horribles, hoyos espantosos. De hecho, Daniela Lázaro ahí tuvo una caída y se rompió el ligamento cruzado anterior y el posterior por las condiciones de la cancha” relata Abud.
Otro aspecto que menguó, por un lado el bienestar de las jugadoras y, por otro, la relación entre Anyul Abud y Jordi González, fue un viaje que realizó el equipo a Chihuahua en agosto para enfrentar al FC Juárez.
Aunque la directiva dispuso de vuelos para el traslado de la plantilla, estos no se programaron de la forma adecuada por lo que las chicas tuvieron que dormir en el suelo del aeropuerto de Guadalajara, primero, y después en el suelo del hotel donde descansarían pues arribaron mucho antes de que pudieran formalizar su registro para el ingreso a las habitaciones.
“Llegamos al hotel exigiendo que ya les dieran las habitaciones para dormir cuando el check in es después de la una de la tarde. Las dejaron entrar a las 12, pudieron dormir, entrenaron en la tarde un rato y al día siguiente querían que dieran su máximo”; sin embargo, lograron apenas un empate a cero y, encima, debieron regresar en autobús, un trayecto que significa más de veinte horas en un asiento.
“El problema fue que yo quise obtener el mismo beneficio de los regresos en avión”, relata y recuerda cómo Jordi González la conminó a mantenerse al margen de los asuntos administrativos a cambio de que él no interfiriera en su actividad como médico.
Hasta su actividad en redes, pretexto para atacarla
Luego de las lesiones sufridas por las jugadoras durante el partido contra Pumas, la doctora relata cómo González la tildó de incompetente delante del cuerpo técnico del equipo en un grupo de WhatsApp, y la amenazó con despedirla si un caso similar volviera a presentarse.
Incluso su actividad en redes sociales y los comentarios que sobre su aspecto físico comenzó la prensa deportiva fueron utilizados por su superior para reprenderla y exigirle no utilizar la marca del Club en sus publicaciones.
“Teníamos el juego contra el León, me hablan los administrativos del Club y me dicen: necesitas dar una rueda de prensa para dar un adelanto de cómo están las niñas, cómo han evolucionado, cuál es su estatus y yo dije ‘voy a hablar con el doctor Emanuel para saber qué sí y qué no’”.
El médico la citó en un hospital privado donde presta sus servicios y la cuestionó sobre faltas al respeto que habría cometido contra sus superiores para, finalmente, notificarle que había sido despedida con el fin de evitar más confrontaciones.
Después de recibir el anuncio y publicarlo en sus redes sociales, Anyul recibió un mensaje del director deportivo, a quien señala como el principal promotor de su despido. “Qué poca categoría tienes” le reclamó para enseguida azuzarla: “¿por qué no publicas también esto en tu twitter”.
Era una fotografía donde aparece dando atención a una jugadora que se encuentra tendida sobre el pasto.
“Doctor”, le dijo a Díaz de León esa tarde, “yo creo que este es un tema más de machismo; yo creo que es un tema porque yo quise pedir las mismas condiciones para las niñas. Yo creo que el problema fundamental es que el genital que yo tengo es distinto al que esperan en ese Club para tratarme como igual”.
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Ciudad
La Carrera Panamericana, SLP y su 75 aniversario
La competencia automovilística llega a la capital potosina por cuarta edición consecutiva, en la que la ciudad ha dejado huella a la memoria de esta carrera
Por: Redacción
A lo largo de la historia de la Carrera Panamericana, una de las competencias automovilísticas más emblemáticas de México y del mundo, San Luis Potosí ha tenido un papel significativo tanto en su ruta como en la representación deportiva, convirtiéndose en un punto clave del automovilismo clásico y de resistencia en el país.
Desde su instauración en 1950, su cancelación en 1955 y su renacer en 1988, la entidad potosina ha sido escenario de esta competencia en diferentes etapas, tanto intermedias como final, particularmente en los últimos cuatro años.
Pero… ¿qué es la Carrera Panamericana?
Es una competencia automovilística tipo rally de velocidad en carretera, que recorre diferentes puntos de la república mexicana, a través de carreteras federales, especialmente la famosa Carretera Panamericana (Carretera Federal 45 en México).
Comenzó en 1950 como una carrera de velocidad y una forma de celebrar la finalización del tramo mexicano de la Carretera Panamericana, y se realizó hasta 1954 de manera continua, hasta que fue suspendida en 1955 por cuestiones de seguridad.
Sin embargo en 1988 volvió a realizarse, aunque no como una carrera profesional de resistencia, sino como un rally histórico con autos clásicos.
Firmas internacionales como Ferrari, Porsche, Mercedes Benz y otras han tenido presencia en esta competencia, con diferentes categorías como Turismo de Producción, Turismo Mayor, Sport Mayor y Menor, Original Panam, Histórica A, B, C y Exhibición.
En San Luis Potosí destaca la participación ininterrumpida por cuarta ocasión en esta contienda, al ser el último punto intermedio, y previo a su conclusión en el estado de Zacatecas. Mientras que en la edición 2024 fue el punto de meta, en la que el potosino Ricardo Cordero se coronó campeón de esta edición .
Actualmente, el piloto potosino es hexacampeón de la Panamericana, tras ganar en las ediciones 2017, 2019, 2020, 2021, 2022 y 2024. En todas ellas ha competido con “El Malditillo”, un Studebaker Champion 1953 de la categoría Turismo Mayor, con el que espera ganar la Panamericana en ocho ocasiones y romper el récord de Pierre de Thoisy, piloto francés que ganó esta carrera en siete ocasiones, también sobre un Studebaker de las mismas características.
La edición 38 de la Carrera Panamericana arrancará el próximo 9 de octubre y tendrá ocho etapas, arrancando en Chiapas y pasando por Oaxaca, Puebla, Ciudad de México, Querétaro, Morelia y Guanajuato, para llegar a San Luis Potosí el 15 de octubre y concluir en Zacatecas al día siguiente. Una edición que además de fomentar el turismo deportivo se convierte en una experiencia de adrenalina, pasión y tradición para sus competidores y aficionados.
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#4 Tiempos
El eterno | Columna de Arturo Mena “Nefrox”
TESTEANDO
Guillermo Ochoa es un portero que se convirtió en bandera. Desde que debutó con el América en 2004, sus guantes parecían hechos para noches grandes: títulos de liga, protagonismo inmediato y el aura del “nuevo guardián” del arco mexicano. Tardó en dar el salto a Europa, y aún así, demostró sus ganas de crecer a pesar de los sacrificios, con una carrera que, aunque irregular en lo colectivo, lo mantuvo vigente en la élite del futbol internacional durante más de una década.
En Francia defendió al Ajaccio, donde se convirtió en ídolo de un club pequeño que sobrevivía gracias a sus atajadas imposibles. Después vinieron pasos por Málaga y Granada en España, donde la lucha contra el descenso lo expuso constantemente, pero también lo catapultó con actuaciones memorables frente a equipos como el Barcelona o el Real Madrid. Más tarde, Bélgica, con el Standard de Lieja, donde recuperó la estabilidad, disputó competencias europeas y volvió a tener el brillo de arquero confiable.
De ahí regresó a México, otra vez al América, como referente y capitán. Sin embargo, su ambición lo llevó a un último desafío en Italia con la Salernitana, donde las críticas fueron severas y el equipo terminó hundido en la tabla. Ese episodio marcó un antes y un después: Ochoa ya no era visto como el mismo arquero que tapaba lo imposible en los mundiales, sino como un veterano que comenzaba a pagar factura ante la exigencia de un futbol mayor.
Con la Selección Mexicana, su legado es indiscutible
. Fue cinco veces mundialista y protagonista en Brasil 2014 y Rusia 2018, con actuaciones que dieron la vuelta al mundo. Se le aplaudió como salvador, pero también se le cuestionó su influencia en el vestidor y el hecho de que, durante años, cerrara el camino a nuevas generaciones de arqueros.Hoy el futuro de Ochoa es una incógnita. Con 39 años cumplidos, se habla de un posible regreso a la Liga MX, donde tendría el respaldo de la afición y un lugar asegurado en el escaparate. También existe la posibilidad de un destino exótico, en ligas de menor exigencia pero con cheques generosos. El problema es que cada paso que dé será juzgado no como una nueva aventura, sino como el epílogo de una carrera que marcó época.
El verdadero reto de Guillermo Ochoa ya no está bajo los tres palos, sino frente al espejo. Su historia se escribió entre América, Ajaccio, Málaga, Granada, Standard de Lieja y Salernitana; su leyenda se forjó con la Selección. Pero ahora, cuando el tiempo le recuerda que no hay reflejo eterno, deberá decidir si se despide como un gigante que supo irse en lo alto o como un ídolo que se aferró demasiado al recuerdo de sus mejores atajadas.
#4 Tiempos
Hoy, frente al campeón | Columna de Arturo Mena “Nefrox”
TESTEANDO
Cuando Toluca llegue al Alfonso Lastras esta noche, no lo hará como un visitante cualquiera. Llega con la etiqueta de campeón, con una racha que asusta y con la confianza de un equipo que se sabe sólido. Para San Luis, en cambio, la cita es una cuerda floja: si tropiezan, el vacío no será sólo en la tabla, también en la credibilidad.
Los Diablos Rojos han mostrado lo que pocos en este torneo: regularidad. Saben atacar, saben cerrar partidos y rara vez pierden la calma. Es un conjunto que luce afinado, con un mediocampo que controla ritmos y delanteros que no perdonan. La pregunta no es si Toluca llega bien, sino si San Luis tiene con qué incomodarlos.
El conjunto potosino, por su parte, ha vivido a base de altibajos. Capaz de ganar con autoridad un fin de semana y de derrumbarse al siguiente con errores de principiante. Su defensa es frágil cuando la presión se acumula y su ataque depende demasiado de destellos aislados. Juegan en casa, sí, pero el Lastras ha dejado de ser un verdadero bastión, demasiadas veces los rivales han salido de aquí con los brazos en alto.
El historial entre ambos no ayuda al ánimo local. Toluca suele imponerse con naturalidad y pocas veces ha permitido que San Luis lo sorprenda. No es casualidad, cuando uno tiene orden y el otro improvisa, el resultado suele estar cantado.
Sin embargo, el fútbol tiene esa manía de burlarse de la lógica. A San Luis le basta un arranque intenso, un gol inesperado o una noche inspirada de su arquero para cambiar el guion. Lo sabe la afición, que se aferra a la esperanza de que, ante el rival más fuerte, el equipo saque la versión que pocas veces aparece.
Hoy no se juega sólo un partido. Para Toluca es la oportunidad de confirmar que su liderazgo no es un accidente. Para San Luis, es el chance de mandar un mensaje claro de que no están condenados a ser comparsa, que pueden competir con cualquiera si deciden hacerlo en serio.
Si San Luis sale tímido, Toluca lo devorará sin esfuerzo. Pero si el local entiende que este es el momento para dar un golpe sobre la mesa, entonces el líder tendrá, por fin, un rival que lo haga sudar. El balón dirá si el Lastras es tumba o resurrección.
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