junio 2, 2025

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#4 Tiempos

El “Chato López” demanda a La Orquesta | Columna de Jorge Saldaña

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Tercera llamada

 

Pues sí, Culto Público, el hombre más rico del pueblo, Don Camerino Peluche, el dueño de media ciudad y el mismo que pretende apropiarse de la otra mitad, demandó a este medio de comunicación.

El solo hecho de que el magnate inmobiliario emprenda una cruzada jurídica en contra de esta casa editorial es de agradecerse, pues si en nuestros casi 7 años de existencia como medio y nuestros 2 años recién cumplidos como periódico impreso, hemos ya trastocado los intereses del hombre más poderoso del estado, para nosotros es señal inequívoca de que algo hemos hecho bien.

Si bien nuestros logros en el ámbito periodístico han sido reconocidos a lo largo y ancho de nuestra entidad, la demanda del Chato nos coloca no solo como uno de los medios de comunicación más importantes, sino también como uno de los más influyentes –digo- no es cualquier pobre diablo el ofendido, ni es por cualquier cosa que contrató a uno de los más prestigiados despachos de abogados para vencernos.

Está por demás decir a nuestros lectores, el Culto Público, que la demanda en nuestra contra es totalmente desproporcionada y asimétrica, lo que para nosotros la hace aún más importante, interesante y valiosa.

¿Por qué nos demanda el empresario López Medina? Bueno, pues la respuesta es muy simple: porque no le gusta que demos a conocer la forma en que sus empresas se benefician o intentan beneficiarse con recursos de interés público.

Nada, pero nada en absoluto tendríamos que decir de nuestro demandante si no es porque sus intereses inmobiliarios y empresariales trastocan recursos públicos.

Por ejemplo, nada tendríamos que decir de él o de sus empresas si estas no gozaran, -sin pagar- del agua y los recursos que tanto hacen falta para el resto de los ciudadanos.

Mucho menos podríamos hablar de sus intereses en los terrenos de la comunidad de San Juan de Guadalupe y Escalerillas, si es que no se tratara de un despojo de terrenos sociales disfrazado de negocio en beneficio de unos cuantos.

Es decir, ningún interés tendríamos en los cientos de millones de pesos de sus ganancias, si no fueran producto de la apropiación inequitativa de propiedades sociales, de la especulación inmobiliaria y del deterioro ecológico y ambiental que significa la urbanización de las sierras que rodean nuestra ciudad.

Pero en fin, que es todo un honor que un personaje como el Chato ponga atención a todas y cada una de las columnas que este aprendiz de reportero ha dedicado a sus negocios, pues todas y cada una fueron enunciadas en la demanda en nuestra contra.

Incluso el uso de su nombre, el del gran señor, ha sido señalado como ilegal para un solo medio de comunicación: nosotros, justamente los que nos hemos atrevido a exhibir sus intereses particulares por encima del interés público.

Por la cuestión del uso de su nombre, y para no meternos en más problemas, en un momento pensamos atinado en adelante referirnos al empresario como “Carlos L.” pero se confundiría con el nombre de uno de nuestros colaboradores. Pensamos también en C. López, pero sería lo mismo.

Como última opción se nos ocurrió mencionarlo sólo como “El Chato”, apodo que según nuestra búsqueda, no está registrado como marca, pero al final, para ahorrarnos la confusión, y ya bien empinados con la pesada demanda (nos envió como 400 legajos) decidimos referiremos al señor tal y cual se refieren otros medios de comunicación y revistas de sociales a las que no demanda López Medina, es decir, por su nombre completo o, en su caso… como se nos pegue la gana.

Total, el señor Chato López nos demandó y pretende lograr indemnización, suponemos millonaria, por supuestamente haberle infligido daño moral, daño al honor, daño al decoro, daño al prestigio y por daños punitivos

(cualquier cosa que eso signifique) por medio de las publicaciones, casi todas opiniones, respecto a sus intereses en la comunidad de San Juan de Guadalupe, Escalerillas y por el uso privilegiado del agua de todos los potosinos y por la que no ha pagado a la autoridad.

¿Qué posibilidades tiene LaOrquesta.MX contra el Chato López?

Creemos que ninguna. Aunque daremos y responderemos en medida de nuestras posibilidades la desigual cruzada legal, la verdad es que somos realistas a las condiciones de ventaja de las que goza el empresario más rico del pueblo, en contra del medio más pobre del pueblo.

Esperamos estar equivocados y daremos un voto de confianza al Poder Judicial para que se desempeñe con imparcialidad y justicia aún tratándose del hombre más poderoso del estado. Ojalá que la justicia no tengan miedo al peso del poder económico, político y social del que goza una de las partes.

Por nuestra parte solo hay una cosa que tenemos y que el empresario López Medina no puede ni comprar ni quitar: La verdad.

Fuera de eso, nada tenemos que perder. Somos una hormiga que ha sido atacada por un cañón.

Que nos haga pedazos el Chato López si es que puede.

Que vuelque sus millones contra el único medio que se atrevió a criticarle.

Que se gaste su tiempo y su prestigio contra quien, evidentemente, pudo desestabilizarle.

Que exhiba su poder contra el más débil.

Que compre conciencias para ganar juicios.

Que calle a quien pueda callar.

Que infunda el miedo a los comunicadores del estado.

Que haga lo que tenga que hacer.

Al final prevalecerá la verdad, y ya sea en este medio o en otro, con poco o con nada, con puro papel y lápiz o a pura fuerza de garganta seguiremos comunicando la verdad… aunque a usted no le guste.

Mientras tanto, a nombre de Roberto Rocha, director de información de éste medio, y de quien esto escribe, le pedimos jugar limpio. Le rogamos a nombre de todos los colaboradores de este medio que no se nos aparezca gente que nos amedrente, que no se nos atraviesen vehículos raudos, no se nos desaparezca, no se nos amenace, no se nos agreda física o verbalmente, no se ataquen nuestras instalaciones y muy encarecidamente y de preferencia, no nos mate. Sea decente.

Que levante pues los brazos Goliat, que aquí tenemos nuestra honda.

Finalmente y de manera personal, solamente le diré, Don Carlos, que seguiré el consejo que me dio en aquella ocasión en que coincidimos y platicamos en el restaurante Marengo: “Ya no te detengas y no tengas miedo a nada”.

Se lo prometo que no lo haré no me detendré y no tendré miedo… mucho menos a usted.

Atentamente,

Jorge Francisco Saldaña Hernández

 

[email protected]

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#4 Tiempos

Consideraciones sobre la amabilidad | Columna de Juan Jesús Priego Rivera

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LETRAS minúsculas

Tenía Víctor Hugo, el gran escritor francés, veintisiete años de edad cuando publicó, en 1829, El último día de un condenado, novela o largo relato en el que se pone a describir los pensamientos íntimos, las agitaciones interiores y los estados de ánimo que se apoderan de un hombre que pronto -muy pronto- va a tener que morir. La justicia ha señalado ya el día y la hora en que deberá tener lugar la ejecución; todo, pues, está listo…

Pero, no: ¡no todo está listo! Puede que lo esté el cadalso, puede que lo esté el verdugo, pero este hombre todavía no está listo. ¡Aún no sabe por qué debe morir! «Soy joven, estoy sano y fuerte –gime en el calabozo-. La sangre circula libremente por mis venas; todos mis miembros obedecen a todos mis caprichos; estoy robusto de cuerpo y de mente, preparado para una larga vida. Sí, todo esto es verdad; y, sin embargo, padezco una enfermedad, una enfermedad mortal, provocada por la mano del hombre».

Afuera, en la calle, todos ríen y se gozan: el calor del sol es bueno, la vida es bella. ¡Ah, tienen razón al mostrarse tan alegres! Para ellos hay futuro. ¿Cómo no sonreír cuando a la noche sigue el día, cuando se espera vivir muchas noches y muchos días? En cambio él… ¡Quizá no haya para él ni otra noche ni otro día!

Llama la atención, sin embargo, cómo es que este hombre se da cuenta de que no le queda mucho tiempo: ¡por la amabilidad del personal penitenciario! ¿De cuándo acá se mostraban tan amables estos monstruos de indiferencia? ¿De cuando acá? «El camarero de guardia acaba de entrar en mi calabozo, se quita el gorro, me saluda, pide perdón por molestarme y me pregunta, suavizando en lo posible su voz ruda, lo que deseo para el desayuno. Me entran escalofríos. ¿Será hoy?».

Es decir, ¿será hoy cuando tenga que ser ejecutado? Tanto refinamiento, tanta delicadeza le parecen francamente sospechosos. Hasta hace poco todos le hablaban a gritos, brutalmente, pero hoy se descubren la cabeza para saludarlo y hasta ejecutan ante él respetuosas reverencias. Sí, es posible que sea hoy. El condenado, entonces, se pone a temblar. Es que no era normal, no era normal en absoluto que…

Pero las cosas se complican todavía más cuando, de pronto, la reja del calabozo se abre y aparece en el marco de la puerta una figura pequeña, de largos bigotes negros, y amable hasta la falsedad. «Sí, es hoy –piensa el condenado al ver a este individuo ejecutando todas las ceremonias de la cortesía-. El mismo director de la prisión ha venido a visitarme. Me pregunta lo que me gustaría o podría serme de utilidad; incluso hasta expresó el deseo de que no tuviera quejas de él o de sus subordinados; se interesó por mi salud y por cómo había pasado la noche. ¡Al salir me llamó señor! ¡Sí, es hoy!».

Y admírese usted: los pensamientos del condenado resultaron ser ciertos; su intuición no lo engañó. Era hoy, precisamente cuando debía morir. No se equivocaba.

¿Por qué los humanos dejamos la amabilidad y la cortesía para el último momento? Al parecer, sólo los muertos –o los que están a punto de serlo- logran conmovernos. «¡Cómo admiramos a los maestros que ya no hablan y que tienen la boca llena de tierra! –exclama el personaje único de La caída

, el famoso monólogo de Albert Camus (1913-1960)-. El homenaje se les ofrece entonces con toda naturalidad, ese homenaje que, tal vez, ellos habían estado esperando que les rindiésemos durante toda su vida… Observe usted a mis vecinos, si por casualidad sobreviene un deceso en el edificio en el que usted vive. Los inquilinos dormían su vida insignificante y, de pronto, por ejemplo, muere el portero. Inmediatamente se despiertan, se agitan, se informan, se apiadan».

¡Los hombres sólo somos corteses con los muertos! He aquí lo que el Nóbel francés quiso decir. Pero no sólo lo dice él. He aquí, por ejemplo, lo que Máximo Gorki (1868-1936), el escritor ruso, escribió en su autobiografía: «¡Las misas de difuntos son las más bellas de toda la liturgia! ¡Hay en ellas ternura y piedad para los hombres! ¡Nuestros semejantes no compadecen sino a los muertos!».

Está bien, está bien, así es. Y, sin embargo –me digo-, he aquí un método para cultivar la cortesía: ver en el otro, ese que ahora está junto a mí, un condenado a muerte -¡que lo es, sólo que él no lo sabe, o lo ignora, o no quiere pensar en ello!- y tratarlo como si mañana ya no fuera a estar aquí; tratarlo, en una palabra, con las mismas atenciones que el carcelero dispensó al condenado a muerte en el relato de Víctor Hugo. ¡Ah, si nos viéramos como somos, es decir, como mortales, qué dulces seríamos en nuestras relaciones, y qué corteses!

Dice Aliosha a Lisa en Los hermanos Karamazov, la novela de Fiodor Dostoyevski (1821-1881): «Hay que tratar muy a menudo a las personas como si fueran niños, y a veces como si fueran enfermos». No está mal, no está del todo mal. ¿Con qué delicadeza no trataríamos a una persona si supiéramos que quizá hoy mismo va a morirse? ¿Y cómo estar seguros que no será hoy el día en que morirá? Por eso, más vale ser amables con él.

Otra cita más; ahora la he tomado de Sobre héroes y tumbas, la novela de Ernesto Sábato (1911-2011), el escritor argentino: «¿Sería uno tan duro con los seres humanos si se supiese la verdad que algún día se han de morir y que nada de lo que se les dijo se podrá ya rectificar?».

Todos los hombres son mortales, Juan es hombre, luego Juan es mortal. El silogismo nos sale bien; en el fondo, los hombres no somos tan ilógicos como parecemos a primera vista. Sólo que no siempre sacamos de nuestros razonamientos todas las consecuencias pertinentes al caso.

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#4 Tiempos

Se acabó el Clausura 2025 | Columna de Arturo Mena “Nefrox”

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TESTEANDO

 

Llegó a su fin el torneo de la Liga MX con un nuevo campeón, el Toluca destronó al América y se sienta en la cima. Ahora es momento de hacer cuentas, de esas que sirven para alimentar la estadística.

En total, en el Clausura 2025, se jugaron 170 partidos: 153 de temporada regular y 17 de liguilla.

En la jornada 9 se dio el resultado más abultado del campeonato, un 5-0 que le propinó Toluca a Querétaro en la bombonera. En contraparte, 12 partidos terminaron con un empate a 0, incluyendo el partido de ida de la final entre América y Toluca.

El equipo más goleador fue Toluca, con 51 tantos entre torneo regular y liguilla, a diferencia de Querétaro que fue el que menos anotó con tan solo 10 en toda la fase regular.

Algunos de los récords que se rompieron en este Clausura 2025 destacan al Toluca anotando 5 goles en dos partidos, primero ante Querétaro en la jornada 9 y después frente a Necaxa en la jornada 11.

Jhon Kennedy de Pachuca logró anotar en cuatro partidos consecutivos en casa, alcanzando a Edwin Cardona en 2019.

Atlas logró una remontada 4-3 después de ir perdiendo 0-3 ante Tijuana, algo que igualó a América en 2016 ante Cruz Azul, por cierto, este partido entre Atlas y Tijuana fue uno de los dos con más anotaciones del torneo.

Para cerrar con los números, el promedio de asistencia a los partidos fue de 23,783, mientras que la mejor asistencia fue el partido entre Monterrey y San Luis, en la jornada 8, con 50,023 aficionados, esto gracias a la expectativa del debut de Sergio Ramos. Del otro lado, el partido con menos asistentes fue el Pumas vs Mazatlán con tan solo 8,845 espectadores, esto provocado por jugar al mismo tiempo que se llevaba a cabo el Super Bowl 59.

Por último, en temas financieros, se presume que el campeón del futbol mexicano recibe aproximadamente 78 millones de pesos más la clasificación a la Copa de campeones de Concacaf y un considerable aumento en los bonos de patrocinadores tanto propios como de la liga.

Se fue un torneo, y aunque todavía quedan por lo menos dos partidos más que interesan a los aficionados locales (Cruz Azul vs Vancouver y América vs LAFC), la liga llegó a su fin y por ahora vivimos la emoción del futbol de estufa, hagan sus apuestas y esperemos que el próximo torneo vuelva a emocionar.

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#4 Tiempos

Micrometría y la paz del espíritu en la Ciencia en el Bar | Columna de J.R. Martínez/Dr. Flash

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EL CRONOPIO

Braulio Gutiérrez Medina es un investigador del Instituto Potosino de Ciencia y Tecnología, IPICyT, que realiza trabajo de investigación en biofísica, biomateriales bionanotecnología, siendo especialista en técnicas de Microscopia óptica, que incluyen herramientas de pinzas ópticas y fluorescencia.

Sobre estos temas estará participando con una plática en La Ciencia en el Bar que ha titulado, La Micrometría y la Paz del Espíritu; sugerente título que nos remite a asuntos de medición en sistemas biológicos los cuales tienen tamaños micrométricos y nanométricos y en los que se requiere para su estudio de mediciones de microscopía con luz para muy pequeños tamaños.

La charla se llevará a cabo el jueves 29 de mayo a las ocho de la tarde noche en La Cervecería San Luis, ubicada en la Calzada de Guadalupe número 326, con entrada libre. La charla forma parte del ciclo treinta y nueve de esta serie que corresponde a diecinueve años de actividades. La Ciencia en el Bar es un programa pionero en el país y ha sido replicado en varias partes del país, generando escenarios de interacción entre la comunidad científica nacional y el gran público.

Este jueves, es una buena oportunidad para escuchar al Dr. Braulio Gutiérrez y conocer parte de su trabajo de investigación que realiza en el IPICyT. El Dr. Braulio Gutiérrez es un físico egresado de la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México en 1997 y realizó sus estudios de doctorado en Física en la Universidad de Texas en Austin, Estados Unidos en 2004 y un Posdoctorado en Biofísica en la Universidad de Stanford en 2009. Ha recibido los premios Jorge Lomnitz Adler 2018 del Instituto de Física-UNAM y Academia Mexicana de Ciencias en el 2018, y el premio George E. Brown, Jr. UC MEXUS en 2010. Cuenta con un par de patentes, entre ellas método para obtener imágenes tridimensionales usando un microscopio de campo brillante otorgado en 2021.

Con la técnica de pinzas ópticas que ha desarrollado el Dr. Braulio Gutiérrez, ha logrado entender un poco más el funcionamiento de pequeñas proteínas de las células, llamadas motores moleculares, que funcionan como mensajeros al interior de la célula.

En una entrevista que concedió el Dr. Gutiérrez detalló el desarrollo de sus pinzas ópticas: “Construimos un instrumento de pinzas ópticas, que se basa en un microscopio óptico con el cual podemos observar muestras biológicas y micropartículas. Un microscopio óptico utiliza lentes para formar una imagen amplificada de la muestra de interés. La lente más importante del microscopio es el objetivo que se encuentra inmediato a la muestra. Al microscopio le acoplamos un haz láser que hacemos pasar a través del lente objetivo, con lo cual logramos tener el láser enfocado sobre la muestra. Este láser es el que captura y manipula nano-objetos como las proteínas llamadas cinesinas”.

Por lo regular las charlas de La Ciencia en el Bar se realizan en día miércoles, en esta ocasión se realizará el jueves que es día 29 de mayo. Los esperamos este jueves a las ocho de la noche en La Cervecería San Luis y disfrutar la charla del Dr. Braulio Gutiérrez sobre Micrometría y la Paz del Espíritu.

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