#4 Tiempos
#Bemoles | Apuntes de Jorge Saldaña para este miércoles 1 de julio
De las encuestas, subastas y lista de suspirantes blanquiazules
Por: Jorge Saldaña
Las personas podemos creer en lo que nos venga en gana. Algunos por ejemplo creen en el poder de los ángeles, en la luz, en las velas, en las Flores de Bach, en los alienígenas grises que ya están aquí o en los que están por llegar, en los 12 poderes ocultos de la mente, en el poder curativo de las aguas de Tlacote,… o en la encuesta que más le guste y acomode a sus intereses.
Y como el manantial del placer es la variedad, en las últimas semanas se han soltado una diversidad de supuestos ejercicios, sondeos, preguntitas en Face, manitas contra caritas enojadas y otros monumentales ridículos.
Pero, lo dicho arriba, si usted quiere creer en las encuestas en que se dice que va ganando Xavier Nava por encima de todos y quiere creer que esa encuesta no la mandó hacer Xavier Nava, caray pues muy su gusto y su derecho de creerlo (Nota: puede suplir el nombre del alcalde por el de cualquier otro aspirante).
Si alguien quiere creer que un sondeo levantado en Twitter corresponde fehacientemente a la realidad de lo que ocurrirá en los resultados electorales del próximo año, muy bien creído ¿qué mas da?
¿Cree usted que Massive Caller dice toda la verdad siempre y que jamás se ha equivocado? Sígalos fervientemente, faltaba más.
Siga creyendo entonces en los levantamientos a modo, en PentaMarketing, o en SquareStrategic (uy que modernos y poco obvios) o en Indagar o en el sinnúmero de supuestas casas encuestadoras que han aparecido últimamente que son casi tan serias como un payaso con cosquillas.
Eso sí, no se valen los lamentos ni los arrepentidos. El que siembra ilusiones, cosecha decepciones.
Falta mucho para los comicios, y aunque los escenarios posibles se van cerrando, a través de mensajes y cálculo político (no con encuestas), la especulación arrecia, no nos vaya a llevar el vendaval. Agárrese fuerte.
¿YA EMPEZÓ LA ENTREGA-RECEPCIÓN?
La entrega y recepción de desayunos escolares, no hay que ser mal pensados. Esa empezó desde hace unas semanas por parte del gobernador Carreras acompañado por el alcalde capitalino, quienes haciendo un par de maromas explicaron que aunque no haya niños en clases, los desayunos nutritivos, variados y suficientes debían ser entregados a sus padres, ok, hasta ahí vamos bien y no estamos pensando en que es un rescate de Juan Manuel Carreras para traer de la mano a Xavier por toda la ciudad entregando ayudas pero ¿Qué rayos se fueron a hacer a la huasteca?
Las fotos son una joya: La caja de la despensa está rotulada con todos los logotipos del alcalde, adentro la leche dice gobierno del estado, y las recibe gente que no es de su municipio. Por favor señores disimulen un poquito aunque sea por las consecuencias jurídicas que puedan tener. Casi, casi no se nota quién es el “delfín” de la administración (guiño, guiño).
NO HAY SUBASTA
Por cierto, éste reportero se enteró que para rematar 39 propiedades públicas, es decir, vender terreno de todos los potosinos a algunos particulares, se ha decidido no hacer subasta como se había anunciado en un principio. Al parecer las autoridades capitalinas están diseñando un mejor método pero no se sabe todavía si será tómbola, rifa, carrera de costales o de plano en trato directo y discreto entre el vendedor (Xavier Nava) y los interesados en comprar unos 800 millones de terreno público. ¿No habrá comisión en la transacción?
Pronto espero tener mayores detalles al respecto de este asunto, que no parecería del todo mal, si tuviéramos la garantía de que ese dinero en su totalidad se transforma en obras y beneficios pero pues… tú sabes, el Campamento Fifí en la Sierra de Álvarez no se construye solo ¿verdad? Además falta ver cuánto cuesta que el cabildo diga “sí acepto” a todo lo que propone el jefe de la comuna y su prometido Bazar Naviano.
LA LISTA DE LOS PANISTAS QUE QUIEREN
Antes de hacer mención de mis amigos blanquiazules, debo precisar que en la lista anterior, la de los priistas, por un dislate olvidé mencionar a Marianela Villanueva, que lo mismo podría aparecer como contendiente al V distrito federal, que a la alcaldía, y lo más importante: Ni son todos los que están ni están todos los que pueden llegar a ser.
Para los distritos locales de la capital, incluido el compartido con Soledad, así como a los dos distritos federales comprendidos en la capital, los panistas apuntados (unos con auténticas campañas en marcha) podríamos mencionar a:
Jaime Uriel Waldo Luna
Dulce Karina Benavides (se le nota de lejos)
Alfredo Lujambio Cataño
Christian Azuara Azuara
Nadia Viera Hernández
Marco Zavala Galeana
Ángeles Rodríguez
Miguel Maya Romero
Nayeli Maya Zulaica
Juan Francisco Aguilar
Pablo Zendejas Foyo
Adrián Sánchez Ramiro
Oscar Valle Portilla (que no es panista)
Rodrigo Portilla Díaz (tampoco)
Alejandro “Boris” Lozano
Miguel Maza Hernández
Rubén Guajardo Barrera
Israel Esparza Rodríguez
Ángel Gerardo Reyna Pérez
Ricardo Villarreal Loo
Antonio Zapata Meraz
Marcela Zapata Suárez del Real
Alan Ávila
Fito Sánchez Aguilar
Fernando de la Fuente García
Jorge Luis Miranda Torres
Luis Ángel Olivares
Arturo Ramos Rivera
Adrián Muñoz Moreno
Edgardo Jasso Puente
Maximino Jasso Padrón
Francisco Lomelí Isaza
Adrián Ibañez Esquivel
Fernando Vivanco Gómez
Gisselle Meza Martell
Uff, ¡y faltan!
Todavía habrá que acomodar a cada uno en su respectivo distrito a jugar y hacer en análisis de cada uno.
¿Faltan o sobran? Escríbame: [email protected]
Hasta mañana y no lo olvide: un Do bemol, no es lo mismo que un Sí, sostenido.
Por: Jorge Saldaña
@jfsh007
También lee: Otra lista: Los aspirantes al 2021, pero no a la grande | Apuntes de Jorge Saldaña
#4 Tiempos
El experimento de Carrillo que abrió la puerta a un nuevo universo musical | Columna de J.R. Martínez/Dr. Flash
EL CRONOPIO
El pasado 13 de julio se cumplieron ciento treinta años del trascendental experimento donde Julián Carrillo dividió el tono en dieciséis partes obteniendo lo que llamó el Sonido 13 que se agregaba a los doce sonidos conocidos hasta ese entonces, 1895 y al mismo tiempo expandía en noventa seis los sonidos en la octava musical. Carrillo abrió la puerta a un nuevo universo musical, y gracias a la genialidad de su autor logró convertirse en todo un sistema que a últimas fechas ha recobrado especial interés a nivel mundial.
A partir de ese experimento Carrillo desarrolló su teoría del Sonido 13 que revolucionaria el mundo de la música. Controvertidas teorías que causaron en el país, principalmente, a diferencia de otras partes del mundo, un rechazo a la figura y obra de Julián Carrillo que perdura de cierta manera a la fecha, desvirtuando la importancia de ese simple experimento que realizó con la ayuda del violín abocándose a dividir la cuarta cuerda del violín sucesivamente hasta los límites prácticos de ese proceso.
Uno de los puntos que suele criticársele a Julián Carrillo, es el del descubrimiento, por decirlo así, del microtonalismo, suele asegurarse que una gran cantidad de personajes trabajaban en ese aspecto y que habían logrado hacerlo, o bien que sistemas como el hindú y algunos otros tenían música microtonal. Por otro lado, suele cuestionarse también, que fuera justo el 13 de julio de 1895, sin que nadie lo viera y sin que en ese momento se registrara el acontecimiento, salvo, el dicho del propio Carrillo que menciona el descubrimiento y que recurre a uno de sus condiscípulos como testigo de dicho experimento.
Se tacha de chocante la crónica difundida por el propio Carrillo. Esta situación, suele desvirtuar el propio acontecimiento, pues el experimento como tal, fue más allá de su simple realización, abrió la posibilidad de la discusión teórica y experimental acerca del sistema musical en práctica; mientras otros personajes trataban de lograr los cuartos de tono, Carrillo logró los diesiceisavos de tono y desarrolló las respectivas teorías que le permitieron enriquecer, simplificar y purificar la música, construyó nuevos instrumentos únicos en el mundo, ideó un nuevo sistema de escritura musical, escribió música en sistema microtonal demostrando su posibilidad interpretativa y auditiva, e incorporó las importantes y poco estudiadas leyes de metamorfosis musical. Todo ello forma parte del llamado Sonido 13. Existen todas las evidencias contextuales para asegurar, no solo la posibilidad de realización de dicho experimento, sino, los factores necesarios para que una personalidad como la del entonces joven Carrillo, pudiera llegar a la conclusión de la división del tono en dieciséis partes iguales, dieciseisavos de tono.
En San Luis Potosí Carrillo fincaba esa inquietud con la acústica musical y preparaba el terreno para experimentar con el sonido y la dependencia de la frecuencia con sistema de ondas estacionarias como suceden al vibrar una cuerda cualquiera.
Un niño entusiasmado por la música, que comenzaba a manifestar un especial talento por la misma, en una clase donde de cierta forma se le permitía jugar con elementos a su alcance, soñando y desplegando su espíritu inquisidor, le abría la posibilidad de experimentar mediante el juego, moldeando su ingenio. De esta forma, al decir de su maestro de primeras letras Germán Faz en la Escuela número nueve de San Sebastián, Carrillo solía jugar con una de las cintas de su zapato, que entonces tenían un núcleo de resorte, haciéndola vibrar sosteniendo con la boca uno de sus extremos y con la mano el otro de ellos, produciendo sonidos que podía percibir, se moldeaba, como decíamos, el futuro investigador. Por cierto, su profesor comentaba muchos años después, ya cuando se propagaba intensamente las teorías del Sonido 13, que éste, de cierta forma, pudo haberse fraguado en esos regulares juegos con las cintas de su zapato que realizaba el niño Julián, mientras trascurrían las lecciones diarias de aritmética. En ese juego Carrillo podría observar que el sonido producido por la cuerda de su zapato dependía de la forma en que la tensionaba y de la longitud que controlaba con su mano, tal como lo haría con el violín, poco tiempo después, armando notas que deleitaban al oído.
El propio Julián Carrillo en sus escritos en el libro pláticas musicales que editó en 1923 en su volumen dos refiere detalles contextuales del experimento y el nombre del discípulo que ayudó en ese experimento:
“en el último lustro del siglo pasado y queriendo ver si era posible dividir el semitono, intenté con mi discípulo y amigo Eucario Rodríguez, de Guanajuato, un trabajo de experimentación y de una manera primitiva -supuesto que carecíamos de medios apropiados para ello- logramos, subdividiendo la cuerda de un violín con el filo de una navaja, oír entre las notas Sol y La de la cuarta cuerda dieciséis sonidos distintos perfectamente claros”.
El Sonido 13 es mas que este experimento, tiene una estructura compleja que Carrillo desarrollo y cuya epistemología se basa en tres axiomas derivados básicos que se centran en el compromiso o, los principios, de Simplificación, de Purificación y de Enriquecimiento, que Carrillo llamó postulados.
También lee: Un encuentro con la tabla periódica: la participación potosina | Columna de J.R. Martínez/Dr. Flash
#4 Tiempos
La decadencia de la risa | Columna de Juan Jesús Priego Rivera
LETRAS mínúsculas
Ya a finales del siglo XIX, Eça de Querioz (1845-1900), el famoso novelista portugués, se quejaba de lo poco que nos reímos los modernos, lamentándose de que lo que él llamó «la risa antigua» estuviera en vías de franca desaparición. «Nosotros –escribió en un ensayo muy poco conocido-, hijos de este siglo serio, perdimos el don divino de la risa. ¡Ya nadie ríe! Casi ya nadie sonríe siquiera, porque lo que queda de la antigua sonrisa, fina y viva, tan celebrada por los poetas del siglo XVIII, o de la sonrisa lánguida y húmeda que encantó al romanticismo, apenas es un entreabrir lento y helado de los labios que, por el esfuerzo con que se contraen, parecen muertos o de hierro».
Sí, cada vez reímos menos, y, como dije en otra ocasión, si en algo aventajamos a los hombres y mujeres de otras épocas es en nuestra seriedad, que no es meditativa ni religiosa, sino triste, culpable y mortecina: una seriedad, para decirlo ya, muy parecida a la de los cadáveres.
Sigue diciendo el novelista: «Nunca más he vuelto a oír esa carcajada magnífica de mi infancia. Lo que hoy se escucha es a veces una sonrisa cascada, seca, dura, áspera, corta, que sale a través de una resistencia, como arrancada por unas cosquillas, y que bruscamente muere, dejando los rostros mudos y fríos. ¡He aquí la risotada de nuestro siglo!».
La alegría, hoy, ha acabado convirtiéndose en un lujo; y, si no me cree usted, si mi afirmación le parece exagerada, pregunte a sus vecinos si son felices para que obtenga un centenar de respuestas como ésta: «¿Feliz yo? ¡Cómo se le ocurre, estimado señor!». Y se pondrán a hablarle del trabajo –tan mal pagado-, del cambio climático, de la delincuencia organizada o del estrés. ¡Y conste que hoy tenemos casi todo aquello de los que nuestros antepasados carecieron! Las cajas de música de mi infancia tocaban sólo una canción, y, para colmo, había que darles cuerda; las cajas de música de los muchachos de hoy tocan –o al menos pueden hacerlo- hasta 20 o 30 000 canciones, pero no por eso el corazón de estos muchachos se ha vuelto más alegre, más musical. ¡Qué rostro más avejentado pasean por las autopistas de la vida! ¿Sonreír? No, gracias. La verdad es que ni siquiera se les ocurre.
«Nadie ríe –continúa Eça de Queiroz-, y nadie quiere reír. Tenemos todos el indefinible sentimiento de que la risa estridente y clara desentona con la atmósfera moral de nuestro tiempo». Y se pregunta: «¿De dónde proviene esta desoladora decadencia de la risa? Habría que componer un estudio sobre la Psicología de la taciturnidad contemporánea».
Algún día, si no cambio de parecer, escribiré esa psicología de la tristeza que invita a hacer a sus lectores el autor de La ciudad y las sirenas. Dicho tratado deberá responder a las siguientes preguntas: 1. «¿Por qué estamos hoy tan endiabladamente tristes?»; 2. «¿Quién nos ha robado el mes de abril?»; 3. «¿Por qué razón nos hemos vuelto tan huraños y tan antipáticos?», etcétera.
Que esto es así –es decir, que hoy estamos los hombres más tristes que nunca- lo dicen incuso autores bastante enterados de los problemas de nuestra época. He aquí, por ejemplo, lo que escribió el doctor Luis Rojas Marcos en un libro que apareció en las librerías casi cien años después de que lo hiciera ese ensayo de Eça de Quieroz que hemos venido citando; el libro en cuestión se titula La pareja rota y dice así en una de sus páginas:
«Desde finales de los años sesenta ha brillado la generación del yo, el culto al individuo, a sus libertades y a su cuerpo, y la devoción al éxito personal. La dolencia cultural que padecemos desde entonces es el narcisismo, aunque según dan a entender estudios recientes, la comunidad de Occidente está siendo invadida ahora por un nuevo mal colectivo: la depresión. La prevalencia del síndrome depresivo está aumentando en los países industrializados, y las nuevas generaciones son las más vulnerables a esta aflicción. Así, la probabilidad de que una persona nacida después de 1955 sufra en algún momento de su vida de profundos sentimientos de tristeza, apatía, desesperanza, impotencia o autodesprecio, es el doble que la de sus padres y el triple que la de sus abuelos. En Estados Unidos y en ciertos países europeos, concretamente, sólo un 1 por 100 de las personas nacidas antes de 1905 sufrían de depresión grave antes de los setenta y cinco años de edad, mientras que entre los nacidos después de 1955 hay un 6 por 100 que padece de esta afección».
¡Dios mío, lo doble de tristes que nuestros padres y lo tripe de ansiosos que nuestros abuelos! ¡Pero si tenemos todo lo que ellos no tuvieron!…
¿Cuáles son las causas de tanta tristeza? Eça de Queiroz aventura la siguiente respuesta: «Yo pienso que la risa acabó porque la humanidad se entristeció. Y se entristeció a causa de su inmensa civilización…, pues cuanto más culta es una sociedad, más triste es su faz. Hemos perdido la simplicidad y, con ella, la risa». Y termina diciendo al lector: «¿Quieres un humilde consejo? Abandona tu laberinto, entra de nuevo en la naturaleza, no te compliques con tantas máquinas, no te sutilices con tantos análisis; vive una buena vida de padre próvido que trabaja la tierra, y reconquistarás, con la salud y con la libertad, el don augusto de reír».
Así termina el famoso novelista. Pero no, no nos convence el consejo, ni creo que se consiga mucho abandonando el laberinto (y, por lo demás, ¿quién podría hacerlo?). Según yo, lo que nos ha quitado «el don augusto de reír» no es el exceso de civilización, sino nuestra falta de religión. ¡Ah, si de veras creyéramos en un Dios que nos protege y nos cuida, cómo nos reiríamos de nuestros pequeños problemas! Es decir, reiríamos. Veríamos entonces las cosas desde esa lejanía sin la cual la risa es imposible. ¿No se ha dicho muchas veces que la risa nace del distanciamiento, de ver las cosas desde cierta altura? Pues bien, si esto es así, sólo Dios y los que creen en Él pueden reír de veras con esa explosión de regocijo que conoció Eça de Quieroz cuando era niño, es decir, cuando los hombres aún tenían fe…
También lee: Apología del silencio | Columna de Juan Jesús Priego Rivera
#4 Tiempos
El tormentoso futuro y sus pronósticos | Columna de Arturo Mena “Nefrox”
TESTEANDO
Se llega al inicio del torneo y como siempre, la ilusión, el deseo y un poco de esperanza regresan a los campamentos del fútbol mexicano.
Ya con algunas semanas de partidos amistosos, preparación de pretemporada y contrataciones interesantes, arrancamos con la idea de pronosticar el futuro de San Luis en la liga.
La mecánica es simple, ir jornada tras jornada sumando (cuando lo amerite) los puntos que puede obtener el equipo, para al final hacer una suma e intentar predecir si es suficiente como para pelear por un lugar en la liguilla o no, así que comencemos.
Jornada 1: León (Derrota) 0 puntos
Jornada 2: Monterrey (Derrota) 0 puntos
Jornada 3: Chivas (Derrota) 0 puntos
Jornada 4: Cruz Azul (Derrota) 0 puntos
Jornada 5: Puebla (Empate) 1 punto
Jornada 6: Querétaro (Victoria) 4 puntos
Jornada 7: Toluca (Empate) 5 puntos
Jornada 8: Tijuana (Victoria) 8 puntos
Jornada 9: Santos (Victoria) 11 puntos
Jornada 10: América (Empate) 12 puntos
Jornada 11: Pachuca (Empate) 13 puntos
Jornada 12: Mazatlán (Victoria) 15 puntos
Jornada 13: Atlas (Victoria) 18 puntos
Jornada 14: Pumas (Derrota) 18 puntos
Jornada 15: Necaxa (Victoria) 21 puntos
Jornada 16: Juárez (Victoria) 24 puntos
Jornada 17: Tigres (Derrota) 24 puntos
24 puntos representan una real posibilidad de jugar play in y con ello pensar en llegar a la liguilla. Sin embargo, el pronóstico habla de un arranque muy complicado llegando a sumar alguna unidad hasta la jornada 5, lo cual preocupa para la estabilidad del equipo y su nuevo cuerpo técnico. Un torneo que luce complicado y de adaptación para el director técnico y una base muy consolidada de jugadores que conocen muy bien la liga.
Por el bien del fútbol en San Luis, esperemos que la bola ruede a su favor, que renazca el buen toque de balón y se demuestre que con poco se puede competir, no queda más que esperar y en unos meses hacemos el recuento de lo logrado contra este complicado pronóstico, que comience la fiesta del fútbol mexicano, una vez más.
También lee: El sabor uruguayo del futbol potosino | Columna de Arturo Mena “Nefrox”
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