diciembre 15, 2025

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#4 Tiempos

Adiós Frente Cívico, adiós | Apuntes de Jorge Saldaña

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APUNTES

Sirva la presente para renunciar con muchísimo pesar y para siempre, a la única vía de despertar social y político de mi infancia y adolescencia.

No es que tuviera credencial, acreditación, nombramiento o estuviera inscrito en algún “padrón”, no era necesario donde cabíamos todos.

Las nuevas generaciones, amigos, compañeros de trabajo y muchos integrantes de mi Culto Público hasta me preguntaron hoy, ante mi desasosiego y murmuraciones sarcástico-iracundas: ¿Y eso qué era? Tienen razón en no saberlo.

Para quienes lo recordamos, el Frente Cívico Potosino desde hace mucho que pasó a ser nada, a no estar en las calles ni en las conciencias, a no despertar a nadie ni a motivar una sola alma para construir sociedad.

Se le dejó morir en vida, se le olvidó con crueldad, como quien olvida a un viejo postrado y solitario en mecedora al que nadie interesa escuchar sobre sus buenas y doradas épocas.

El Frente Cívico provocó cisma en la historia potosina, vivió literalmente la persecución política, se quemaron rotativas a sus órganos de información, entró el ejercito en 58 y 61 a San Luis a someterle, luego regresó el movimiento en 1985 y vivió la cúspide de su líder original en 91.

Al FCP, cazuela de la mejor amalgama política y de dignidad civilista, todavía se le intentó revivir a golpes de corazón en el inicio del milenio en el año 2000 y seis años después se hizo otra maniobra de resucitación.

Pero no, a la perspectiva que otorga la distancia, el FCP ya no tenía corazón desde entonces y el que ahora parece fue su último latido lo palpitó en su final aventura electoral cuando junto con PT y el entonces Partido Convergencia, mandó al PRI al tercer lugar de la contienda, aún así, el vencedor fue Jorge Lozano Armengol, personaje que –vale la pena decirlo- inició en el propio FCP.

No ahondaré más en la historia de éste movimiento, Culto Público, porque además las vivencias que me constan datan apenas de cuando tenía este aprendiz de reportero apenas 10 años de edad, allá en 1988 (soy un chavo a la onda).

Debo decir que personalmente ayudó hasta la vecindad geográfica para que el movimiento llamara mi atención y la de mi familia, el resto lo debo contar como mera impregnación de un ideal del que anduve en búsqueda, de esos que tanta falta hacen en una temprana juventud.

Ahí encontré amigos, motivos, camaradería, ideales, coraje para involucrarse en lo público y sentido de comunidad.

No me desgastaré en nostalgias; sin embargo, me gustaría saber la opinión y recordar todas las anécdotas de aquel FCP donde lo mismo se convivía con Leonel Serrato, Betty Benavente, a los hermanos Rivera Sierra, Geovanni, Alejandro Martínez, de las hermanas Mercado, con Don Bonifacio el carpintero, o hasta con Alejandro Casillas Torres (antes de que intercambiara su integridad de taquero a cambio de una chambita de tercerón municipal).

No, no éramos tampoco un ejercito, pero todos juntos, recuerdo que a la clase política, dábamos mucho miedo.

Repito, ahí cabíamos todos… y ya no. Ya no es el Frente Cívico, porque ya no es nada, vamos ni inmueble, ni biblioteca, ni patio, ni asamblea, ni movimiento, ni ideal, ni grupo, ni nada.

Da pena, eso sí, que el ridículo mañana sábado cuando (después de 30 años) estén convocando a una “presunta” asamblea y digo así, entre comillas “presunta” porque eso que enviaron como invitación y orden del día, es una burla a la inteligencia de un ornitorrinco no nato.

El “democrático” FCP, el “plural”, el “movimiento ciudadano por la dignidad” elegirá nuevo “líder” a través de un mecanismo más antidemocrático que la elección Papal en sede Vacante (con todo respecto a la católica, apostólica y romana) puesto que por lo menos allá en Roma, participan más cardenales y se tienen casi siempre más de dos candidatos.

Guardadas las kilométricas, litúrgicas y místicas proporciones, mañana sábado, San Luis será sede de la exhibición más vergonzosa e indignante de la muerte de un gigante y se entregará por adelantado el “nada de lo todo” que significó el Fr ente Cívico en un acto que raya en lo ridículo.

Mire usted la ironía que el que fue considerado, en el siglo pasado, el alcalde de mayores logros en la historia de San Luis Potosí, Guillermo Pizzuto, por fin entregue la presidencia de su movimiento al peor alcalde que haya tenido jamás esta bendita tierra.

Para subrayar las paradojas democráticas, le comparto el orden del día y la lista de los asambleístas que actitud cardenalicia entregarán el centro de latón.

En el propio documento de convocatoria, ya declaran ganador a Xavier Nava Palacios quien será ungido por 25 personajes, la mayoría de ellos impresentables.

El maestro de ceremonias será un ministro de culto de apellido Olvera Camacho y que es mejor conocido como el más eficaz “amuleto de la mala suerte” electoral, mismo que antes de tomar los hábitos (me refiero a los religiosos de su culto) fue presidente del Partido Alianza Social dejando pésimos resultados y enormes dudas sobre sus manejos financieros.

Elegirán como nuevo “líder” del FCP, los primos del único candidato como Tomás Calvillo, su padre inhabilitado por corrupto, Luis Nava Calvillo, su otro primo y creativo historiado, Jaime Nava y la esposa de éste, Pamela Méndez, ex titular de la unidad de transparencia del que mañana sacará humo blanco (¿Dónde carajos estaban durante las luchas del FCP este par? sabrá Dios).

También son cardenales-asambleístas del ridículo más doloroso de la dignidad política potosina, el padre de Alfredo Lujambio, ex alcalde interino y actual regidor con acusaciones de acoso, así como su hermana Ana Luisa, que es parte de la planilla de renovación del PAN junto a Lidia Argüello.

Mismo voto tendrá Rodrigo Zapata Castro, que participa en otra planilla panista, la de Josefina Salazar.

Los súper honorables constructores de apellido Stevens Amaro, la ex empleada municipal y que no sabe ni con qué se come el FCP, Adriana Urbina, el interprete oficial y vitalicio del “Canto a la libertad” (el cover potosino de Nabucco de Verdi), el muy coherente ex diputado del PRD, Eduardo Martínez Benavente, y Gustavo Ibarra Vargas, ex empleado de Xavier Nava y desempleado por generaciones.

Serán ellos los encargados de dar muerte al sentido de lo que están entregando.

Sin un ápice de democracia y vergüenza, entregarán pues como herencia a Xavier Nava Palacios, al enojado, al peor alcalde, al ex gallardista, al ex perredista, al ex panista, al ex anti AMLO y al ex pro- Amlo, una herencia que cree que merece y sí.

Se merece esa herencia de un reloj sin manecillas, un terreno que se llenó de sal, un caballo sin patas traseras, y la mecedora del viejo que agoniza de olvido. No más.

Que tristeza, por eso te digo adiós, con nostalgia y rabia, adiós para siempre Frente Cívico Potosino.

“Me da coraje y tristeza, pero tienen lo que merecen, solos se pusieron la soga al cuello” me compartió en privado Enrique Rivera Sierra. Tiene razón.

Hasta la próxima, Culto Público.

Atentamente:

Jorge Saldaña,

El que sin promesas ni esperanzas, hoy concluye éste loco ciclo de las despedidas cifradas en mis apuntes dando privilegio a la paz del destinatario sobre el dolor del remitente.

Sin la primera persona del plural pero con Jesús del Junco Redondas en la mente, me disculpo de tanto adiós. En mi defensa… de veras no quería irme.

#4 Tiempos

Cinco finales, cinco retratos | Columna de Arturo Mena “Nefrox”

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TESTEANDO

 

El fútbol mexicano vive instalado en un vaivén que mezcla memoria corta, intensidad desbordada y una elasticidad competitiva que rara vez se ve en otros torneos. Y no hay mejor espejo de esa naturaleza cambiante que las últimas cinco finales de la Liga MX. Cada una reveló una cara distinta del campeonato, a veces impredecible, a veces cuidadosamente edificado, pero siempre dispuesto a romper pronósticos.

La más reciente, la del Clausura 2025, entregó un desenlace que pocos anticipaban. Toluca superó a América y recuperó un lugar que parecía extraviado en la élite. Esa serie tuvo un aire de reivindicación para los escarlatas, que encontraron una mezcla perfecta entre orden, temple y puntería. América, por su parte, llegó con la etiqueta inevitable de favorito, pero terminó cediendo ante un rival que administró mejor la presión. En ese desenlace se confirmó que en México los ciclos pueden renacer más rápido de lo que tardan en extinguirse.

Un semestre antes, en el Apertura 2024, las Águilas habían impuesto su jerarquía ante Monterrey. Fue una final marcada por el contraste entre un equipo construido para dominar y otro diseñado para golpear en ráfagas. América resolvió porque entendió cuándo acelerar y cuándo enfriar; Rayados quedó atrapado en la tentación del vértigo y pagó caro su falta de pausa. La serie se volvió una lección de que, en liguillas, el músculo emocional pesa tanto como el táctico.

El Clausura 2024 repitió campeón, América doblegó a Cruz Azul en un duelo donde la narrativa histórica parecía empujar a los celestes, pero terminó imponiéndose la estructura más estable. No fue una final espectacular, pero sí una muestra de oficio. América manejó los tiempos como si los hubiera ensayado toda la vida y Cruz Azul, que había encontrado ritmo durante la fase final, se quedó sin margen en el momento en que la exigencia aumentó.

En el Apertura 2023, el mismo América se cruzó con Tigres en una final que resumió la última década del fútbol mexicano, dos potencias creando tensión desde su experiencia y su peso institucional. Fue una confrontación áspera, tensa, en la que el primer error podía decidirlo todo. América fue más certero y Tigres, pese a su capacidad para competir siempre, no encontró esa chispa que tantas veces lo salvó en finales previas.

Y antes de que América dominara este tramo de la historia reciente, el Clausura 2023 había dejado un capítulo distinto, Tigres había vencido a Guadalajara en una final que mezcló dramatismo y resistencia.

Chivas llegó con un impulso sentimental fuerte, respaldado por un cierre de torneo que había reavivado ilusiones; Tigres, en cambio, se aferró a la experiencia y convirtió la serie en un duelo donde la paciencia terminó valiendo oro.

Cinco finales, cinco historias desiguales, pero todas con un hilo común, la liga mx vive entre la tradición y la renovación constante. América ha sido el protagonista dominante, sí, pero no en un territorio exclusivo; Toluca reapareció con fuerza, Tigres mantiene su lugar entre los gigantes modernos y Cruz Azul y Monterrey continúan orbitando entre la aspiración y la frustración.

Lo fascinante es que cada una de estas series dibuja una tendencia distinta. A veces gana el que mejor juega; otras, el que comete menos errores; y en más de una ocasión, el que simplemente logra sobrevivir a su propio caos. La Liga MX no premia únicamente la excelencia: premia la capacidad de adaptarse a un torneo donde cada semestre puede contar una historia completamente diferente.

Eso explica por qué sus finales, aunque repetidas entre ciertos protagonistas, nunca se sienten iguales. Cada una deja marcas nuevas, dudas nuevas y certezas que duran apenas unos meses. Y quizá ahí radica la esencia de este futbol, un territorio donde la estabilidad es un lujo, el dramatismo una obligación y el título, el botín que confirma que, al menos por un instante, todo salió bien en medio de un ecosistema que siempre está cambiando. Hoy Toluca puede volver a levantar el título o Tigres recuperar lo perdido hace unos torneos, pero sea cual sea el resultado, no queda duda que esta liga es un reflejo de lo extraño y competido que resulta nuestro casero futbol nacional.

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#4 Tiempos

Enrique Mesta Zuñiga, el filósofo autodidacta | Columna de J.R. Martínez/Dr. Flash

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EL CRONOPIO

 

La revista Letras Potosinas es la continuación de la revista Bohemia. Continuación en el sentido que en 1947 Bohemia cambiaba de nombre a Letras Potosinas, lo que sucedió en el número de edición 51, mostrando la numeración consecutiva. Esta revista, vocero de cultura de la patria chica, como referían sus editores, y conducía su mensaje cordial a los estados hermanos y al extranjero. Esa nueva época, mantenía su cuerpo de colaboradores y a aumentaba sus filas con positivos valores en el arte y en las letras del solar potosino.

Entre los colaboradores, estaría presente en sus páginas Enrique Mesta Zuñiga, un periodista que contribuiría con artículos de corte filosófico, enriqueciendo la labor humanista y difusión artística de Letras Potosinas.

Con la participación de Mesta, la revista potosina contribuía a la divulgación de la filosofía siendo así una de las pioneras en el siglo XX en abrir espacios a esta actividad de filosofía, que no era común en el país.

Don Enrique Mesta Zúñiga, nació en la ciudad de Cuencamé, Durango, el día 28 de julio de 1905. Sus estudios de primaria los realizó, en su natal Cuencamé y después, se dedicó a estudiar por su cuenta, especialmente libros de filosofía, que eran la pasión de su vida. Allí tenemos a otro autodidacta que llegó a lograr las alturas en la filosofía.

Su actividad profesional sería el periodismo, fundando revistas culturales en la región lagunera, como la revista Cauce, formando parte del grupo cultural que floreció y dio auge a las letras y al arte en todas sus manifestaciones. Toda su vida la dedicó a trabajar en diversos periódicos como luego veremos, así como a escribir serios artículos filosóficos y de comentarios literarios.

Esta labor cultural lo acercaría a los editores de Letras Potosinas y sus artículos se hicieron presente en la revista, aportando a los lectores potosinos en temas de filosofía. Dentro de las áreas de reflexión de la filosofía, se enfocó en cuestiones de ciencia, filosofía de la ciencia, sobre lo que publicaría varios libros.

La relación entre ciencia y humanismo fue uno de sus temas de reflexión filosófica. Entre los temas que abordara se encuentra el de la necesidad de la búsqueda o creación de un nuevo humanismo que contemplara los nuevos adelantos de la física cuántica y su repercusión en la percepción del universo y del papel del hombre. 

Con el progreso técnico derivado de la nueva física se incrementa la infelicidad del género humano de múltiples maneras.

Esta carrera contra el tiempo, para proteger a la humanidad contra sus propios desmanes y sus propias tragedias, es un tema predilecto de Toynbee, aquí en México nos lo aconsejó, subraya Mesta: “hay que ganar tiempo, el tiempo indispensable para que las diferentes civilizaciones de nuestro mundo puedan adaptarse la una a la otra”.

Empero, asegura Mesta, para acelerar una función simbiótica de las civilizaciones, la humanidad necesita darse completa cuenta de que la física cuántica al desindividualizar las partículas elementales desindividualizó asimismo a los hombres y al hacer ininteligible el determinismo acabó con la gloriosa interpretación lineal del progreso.

Corresponde a los humanistas trasladar sus instrumentos de las praderas de la metafísica y del arte a los inquietos laboratorios donde las ciencias están formando un nuevo mundo para que los hombres aprendan juntos a sobrellevar una vida humana y más justa.

Hay que hacer que, como ya lo intentaron Planck, Einstein, Freud y Schrödinger, persistan en potenciar y en ampliar su específica labor teniendo más presentes los cambios que su ciencia provoca en los ideales y en los quehaceres inacabables de los hombres.

Tal como lo apunta Mesta, los métodos en ciencias y humanidades que oscilan entre el polo metonímico y el polo metafórico, si bien son diferentes, se vinculan con la necesidad de una representación del mundo que en el fondo lleva el conocer el papel del hombre en el cosmos para lo cual transitan metodológicamente entre ambos polos.

Enrique Mesta, ese filósofo autodidacta, murió el 23 de agosto de 1984, en Torreón Coahuila, debido a un paro cardiaco de Etiología desconocida. Contribuyó a la divulgación de la filosofía y colaboró en el desarrollo cultural de San Luis Potosí.

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#4 Tiempos

El administrador astuto | Columna de Juan Jesús Priego Rivera

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LETRAS minúsculas

 

«Un hombre rico tenía un administrador y le fueron con el cuento de que éste derrochaba sus bienes. Entonces lo llamó y le dijo: “¿Qué es eso que oigo decir de ti? Dame cuenta de tu gestión porque quedas despedido”» (Lucas 16, 1-15).

Cuando Jesús contó esta parábola nada dijo de cómo recibió el administrador tan mala noticia. ¿Retrocedió espantado?, ¿sintió que el piso se movía bajo sus pies como un tapete?, ¿intentó defenderse o ya por lo menos justificarse? Nada de esto sabemos; lo que sí sabemos, en cambio, es que más bien se puso a hacer cálculos en su interior, diciendo:

«-¿Qué voy a hacer ahora que mi patrón me quita el empleo? Para cavar no tengo fuerzas; mendigar, me da vergüenza. ¡Ya sé lo que voy a hacer para que, cuando me echen de la administración, haya quien me reciba en su casa!».

El foco, como se dice, se le había prendido. Pero, ¿qué era eso? Quiero decir, ¿qué fue se le ocurrió para que ahora que estaba desempleado no le faltara por lo menos un mendrugo de pan y un vaso de agua fresca? En realidad, algo muy ingenioso y sutil: como aún no había rendido el informe que le exigía su amo, todavía era tiempo de alterar ciertos papeles… Y esto es lo que hizo:

«Fue llamando uno por uno a los deudores de su amo y preguntó al primero:

»-¿Cuánto debes a mi patrón?».

La pregunta, por supuesto, era retórica, pues los documentos los tenía él en su mano y a la vista, y bien escrito estaba en ellos el monto de la deuda; lo que quería, más bien, era causar en su interlocutor un cierto impacto difícil de olvidar.

«-Cien barriles de aceite –respondió el deudor, que aún no sabía muy bien de qué iba la cosa.

»-Aquí está tu recibo; date prisa, siéntate y escribe: cincuenta».

Ya podemos imaginar el gozo con el que éste hizo lo que el administrador le pedía. ¡Le estaba perdonando nada menos que la mitad de la deuda! Es como si yo debiera al banco 100.000 pesos y de pronto el gerente me mandara llamar para decirme, guiñándome el ojo, que a partir de ahora no debo más que 50.000. ¿No era esto como para ponerse a gritar de alegría e invitarle un café en el restaurante más elegante de la ciudad?

El administrador mandó llamar al segundo deudor y le hizo la misma pregunta que al primero:

«-¿Cuánto debes a mi patrón?

»-Cien costales de trigo –dijo éste a su vez.

»-Aquí está tu recibo: escribe ochenta».

Y así hizo con todos los otros. Si de cualquier manera lo iban a despedir; mejor dicho, si ya estaba despedido, ¿qué perdía haciendo lo que hizo? ¡No perdía nada! Todo lo contrario: se jugó la última carta y había ganado, porque estos deudores iban a quedar eternamente agradecidos con él. ¡Su vejez estaba asegurada, pues un día lo invitaría uno a su casa a comer, y otro día otro! Ya no tendría que mendigar ni que andar por las calles del pueblo extendiendo la mano en busca de un pedazo de pan… Se retiraba, por decir así, con la cabeza levantada y pisando fuerte.

¡Qué hombre más inteligente!

Jesús mismo no pudo menos de alabar su ingenio. ¡Cómo, antes de ser despedido, supo hacerse amigos que después ya no lo dejarían solo! «Por eso les digo yo –concluyó el Maestro-: con el dinero, tan lleno de injusticia, gánense amigos para que, cando esto se acabe, los reciban en las moradas eternas».

Con esta sencilla historia, Jesús ha querido responder a estas dos preguntas que, si no fueran eternas, creeríamos que son banales «¿Para qué sirve el dinero?, ¿para qué sirve el poder?». Y su respuesta es: para que te hagas todos los amigos que puedas: sólo para eso. ¿Eres rico? Hazte amigos. ¿Eres poderoso, ocupas un cargo de cierta importancia? Hazte amigos igualmente.

Hay quienes, al tomar posesión de un cargo, empiezan a ver a los demás mortales como a hormigas (¡tan encumbrados se sienten ocupando su flamante escritorio de caoba!). Bien, que se anden con cuidado, porque no siempre estarán ahí, porque la rueda de la fortuna gira y gira y no es nada seguro que los que están arriba permanezcan en la cumbre eternamente. Sí, la fortuna es una rueda que no deja de girar: los que hace poco estaban abajo, resulta que ahora están arriba, y si no los trataste bien cuando tenías la sartén por el mango, como se dice, ellos lo recordarán una y otra vez, y ahora será la suya.

Hay quienes piensan que el poder es necesario para enriquecerse, y que el enriquecimiento es ya en sí mismo una forma de poder; en una palabra, que la riqueza y el poder se bastan a sí mismos. Si así es como piensas tú, déjame decirte, lector, que te equivocas. ¡Rompe el círculo! Hoy que la vida te ha favorecido, favorece a los que puedas, porque nada sabes del futuro. Haz como el hombre de la parábola: gánatelos a todos, porque no siempre serás administrador y quizá un día el patrón de turno te mande llamar para decirte:

-Dame cuenta de tu gestión porque estás despedido.

Si esto te dijeran sin que te hubieras hecho amigo de nadie, entonces sí que estarás perdido.

Toda la sabiduría de la vida está en esta sencilla parábola. Hazte amigos ahora que puedes; porque, si no lo haces ahora, quién sabe si lo podrás hacer mañana. «Conoce la ocasión o la oportunidad»: según Pítaco, el filosofo griego, no había conocimiento en el mundo más útil que éste.

Sí, aprovecha la oportunidad, porque mañana, sin que te des cuenta, quizá sea ya demasiado tarde.

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