julio 24, 2025

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#4 Tiempos

Adiós Frente Cívico, adiós | Apuntes de Jorge Saldaña

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APUNTES

Sirva la presente para renunciar con muchísimo pesar y para siempre, a la única vía de despertar social y político de mi infancia y adolescencia.

No es que tuviera credencial, acreditación, nombramiento o estuviera inscrito en algún “padrón”, no era necesario donde cabíamos todos.

Las nuevas generaciones, amigos, compañeros de trabajo y muchos integrantes de mi Culto Público hasta me preguntaron hoy, ante mi desasosiego y murmuraciones sarcástico-iracundas: ¿Y eso qué era? Tienen razón en no saberlo.

Para quienes lo recordamos, el Frente Cívico Potosino desde hace mucho que pasó a ser nada, a no estar en las calles ni en las conciencias, a no despertar a nadie ni a motivar una sola alma para construir sociedad.

Se le dejó morir en vida, se le olvidó con crueldad, como quien olvida a un viejo postrado y solitario en mecedora al que nadie interesa escuchar sobre sus buenas y doradas épocas.

El Frente Cívico provocó cisma en la historia potosina, vivió literalmente la persecución política, se quemaron rotativas a sus órganos de información, entró el ejercito en 58 y 61 a San Luis a someterle, luego regresó el movimiento en 1985 y vivió la cúspide de su líder original en 91.

Al FCP, cazuela de la mejor amalgama política y de dignidad civilista, todavía se le intentó revivir a golpes de corazón en el inicio del milenio en el año 2000 y seis años después se hizo otra maniobra de resucitación.

Pero no, a la perspectiva que otorga la distancia, el FCP ya no tenía corazón desde entonces y el que ahora parece fue su último latido lo palpitó en su final aventura electoral cuando junto con PT y el entonces Partido Convergencia, mandó al PRI al tercer lugar de la contienda, aún así, el vencedor fue Jorge Lozano Armengol, personaje que –vale la pena decirlo- inició en el propio FCP.

No ahondaré más en la historia de éste movimiento, Culto Público, porque además las vivencias que me constan datan apenas de cuando tenía este aprendiz de reportero apenas 10 años de edad, allá en 1988 (soy un chavo a la onda).

Debo decir que personalmente ayudó hasta la vecindad geográfica para que el movimiento llamara mi atención y la de mi familia, el resto lo debo contar como mera impregnación de un ideal del que anduve en búsqueda, de esos que tanta falta hacen en una temprana juventud.

Ahí encontré amigos, motivos, camaradería, ideales, coraje para involucrarse en lo público y sentido de comunidad.

No me desgastaré en nostalgias; sin embargo, me gustaría saber la opinión y recordar todas las anécdotas de aquel FCP donde lo mismo se convivía con Leonel Serrato, Betty Benavente, a los hermanos Rivera Sierra, Geovanni, Alejandro Martínez, de las hermanas Mercado, con Don Bonifacio el carpintero, o hasta con Alejandro Casillas Torres (antes de que intercambiara su integridad de taquero a cambio de una chambita de tercerón municipal).

No, no éramos tampoco un ejercito, pero todos juntos, recuerdo que a la clase política, dábamos mucho miedo.

Repito, ahí cabíamos todos… y ya no. Ya no es el Frente Cívico, porque ya no es nada, vamos ni inmueble, ni biblioteca, ni patio, ni asamblea, ni movimiento, ni ideal, ni grupo, ni nada.

Da pena, eso sí, que el ridículo mañana sábado cuando (después de 30 años) estén convocando a una “presunta” asamblea y digo así, entre comillas “presunta” porque eso que enviaron como invitación y orden del día, es una burla a la inteligencia de un ornitorrinco no nato.

El “democrático” FCP, el “plural”, el “movimiento ciudadano por la dignidad” elegirá nuevo “líder” a través de un mecanismo más antidemocrático que la elección Papal en sede Vacante (con todo respecto a la católica, apostólica y romana) puesto que por lo menos allá en Roma, participan más cardenales y se tienen casi siempre más de dos candidatos.

Guardadas las kilométricas, litúrgicas y místicas proporciones, mañana sábado, San Luis será sede de la exhibición más vergonzosa e indignante de la muerte de un gigante y se entregará por adelantado el “nada de lo todo” que significó el Fr ente Cívico en un acto que raya en lo ridículo.

Mire usted la ironía que el que fue considerado, en el siglo pasado, el alcalde de mayores logros en la historia de San Luis Potosí, Guillermo Pizzuto, por fin entregue la presidencia de su movimiento al peor alcalde que haya tenido jamás esta bendita tierra.

Para subrayar las paradojas democráticas, le comparto el orden del día y la lista de los asambleístas que actitud cardenalicia entregarán el centro de latón.

En el propio documento de convocatoria, ya declaran ganador a Xavier Nava Palacios quien será ungido por 25 personajes, la mayoría de ellos impresentables.

El maestro de ceremonias será un ministro de culto de apellido Olvera Camacho y que es mejor conocido como el más eficaz “amuleto de la mala suerte” electoral, mismo que antes de tomar los hábitos (me refiero a los religiosos de su culto) fue presidente del Partido Alianza Social dejando pésimos resultados y enormes dudas sobre sus manejos financieros.

Elegirán como nuevo “líder” del FCP, los primos del único candidato como Tomás Calvillo, su padre inhabilitado por corrupto, Luis Nava Calvillo, su otro primo y creativo historiado, Jaime Nava y la esposa de éste, Pamela Méndez, ex titular de la unidad de transparencia del que mañana sacará humo blanco (¿Dónde carajos estaban durante las luchas del FCP este par? sabrá Dios).

También son cardenales-asambleístas del ridículo más doloroso de la dignidad política potosina, el padre de Alfredo Lujambio, ex alcalde interino y actual regidor con acusaciones de acoso, así como su hermana Ana Luisa, que es parte de la planilla de renovación del PAN junto a Lidia Argüello.

Mismo voto tendrá Rodrigo Zapata Castro, que participa en otra planilla panista, la de Josefina Salazar.

Los súper honorables constructores de apellido Stevens Amaro, la ex empleada municipal y que no sabe ni con qué se come el FCP, Adriana Urbina, el interprete oficial y vitalicio del “Canto a la libertad” (el cover potosino de Nabucco de Verdi), el muy coherente ex diputado del PRD, Eduardo Martínez Benavente, y Gustavo Ibarra Vargas, ex empleado de Xavier Nava y desempleado por generaciones.

Serán ellos los encargados de dar muerte al sentido de lo que están entregando.

Sin un ápice de democracia y vergüenza, entregarán pues como herencia a Xavier Nava Palacios, al enojado, al peor alcalde, al ex gallardista, al ex perredista, al ex panista, al ex anti AMLO y al ex pro- Amlo, una herencia que cree que merece y sí.

Se merece esa herencia de un reloj sin manecillas, un terreno que se llenó de sal, un caballo sin patas traseras, y la mecedora del viejo que agoniza de olvido. No más.

Que tristeza, por eso te digo adiós, con nostalgia y rabia, adiós para siempre Frente Cívico Potosino.

“Me da coraje y tristeza, pero tienen lo que merecen, solos se pusieron la soga al cuello” me compartió en privado Enrique Rivera Sierra. Tiene razón.

Hasta la próxima, Culto Público.

Atentamente:

Jorge Saldaña,

El que sin promesas ni esperanzas, hoy concluye éste loco ciclo de las despedidas cifradas en mis apuntes dando privilegio a la paz del destinatario sobre el dolor del remitente.

Sin la primera persona del plural pero con Jesús del Junco Redondas en la mente, me disculpo de tanto adiós. En mi defensa… de veras no quería irme.

#4 Tiempos

LamBot del Tec de Monterrey-SLP bicampeones mundiales de robótica | Columna de J.R. Martínez/Dr. Flash

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EL CRONOPIO

Hace quince años la comunidad de la Preparatoria del Instituto Tecnológico de Monterrey campus San Luis Potosí comenzó un proyecto educativo basado en la ingeniería robótica que incluye aspectos de seguridad y mercado, entre otros, dentro de la corriente de tecnología educativa que suele ser conocida como STEM, iniciales en inglés de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas.

El programa del Tec de Monterrey campus San Luis lleva el nombre de LamBot 3478 y su gran esfuerzo lo ha llevado a ganar la competencia mundial más importante en el campo de la robótica, el Campeonato Mundial de Robótica FIRST en dos ocasiones convirtiéndose en el equipo que lo ha realizado en dos ocasiones. La más reciente hace algunas semanas en el campeonato Mundial celebrado en Nagoya Japón convirtiendo así en el referente mundial en tecnología educativa.

Los flamantes campeones mundiales pertenecen a la Preparatoria del Instituto Tecnológico de Monterrey campus San Luis Potosí, y han puesto en alto el nombre de México de San Luis Potosí y de su institución educativa.

De esta forma el equipo LambBot 3478 son, nada más y nada menos que, Bicampeones Mundiales de Robótica FIRST, encabezando una alianza estratégica que les permitió obtener el título en una de las competencias estudiantiles más exigentes y reconocidas del mundo.

La Preparatoria del Tec de Monterrey en San Luis tradicionalmente ha impulsado la participación de sus alumnos en las competencias educativas que se realizan en San Luis y que son cauces para eventos nacionales y mundiales, entre ellas las olimpiadas de física, matemáticas, química, entre otras, así como la participación en el Concurso potosino conocido como Fis-Mat de alta tradición en el país. Estos programas de apertura de espacios de educación extraescolar han permitido a instituciones como el Tec de Monterrey campus San Luis incorporar a sus propios programas educativos y el ejemplo de éxito más notorio es el programa LamBot que su continuidad ha colocado a los alumnos y profesores de esa institución en el escenario mundial de proyectos colaborativos que redunda en la propia preparación de sus estudiantes.

Con esta victoria, LamBot se convierte en el primer equipo mexicano en obtener dos campeonatos internacionales de FIRST Robotics Competition. Su primer triunfo fue en 2019, durante el mundial celebrado en China. Ahora, seis años después, México vuelve a levantar el trofeo, reafirmando su compromiso con el desarrollo tecnológico juvenil. Lo cual se convierte en un hito sin precedentes para la robótica mexicana.

La competencia de FIRST (For Inspiration and Recognition of Science and Technology) reúne cada año a los mejores equipos del planeta, quienes deben diseñar, construir y programar robots capaces de ejecutar misiones complejas en escenarios de alta presión. Lo que distingue a este certamen no es solo la precisión técnica, sino la colaboración, el ingenio y el impacto social de cada proyecto.

Durante la edición 2025 del certamen, el equipo mexicano unió fuerzas con los equipos 987 y 6962, formando una alianza altamente eficiente que superó con éxito las rondas eliminatorias. Juntos desarrollaron una estrategia basada en la coordinación táctica, adaptabilidad y una ejecución impecable de los desafíos.

Este desempeño excepcional fue determinante para obtener el campeonato ante una audiencia global y más de 160 equipos provenientes de países como Estados Unidos, China, India, Turquía y Brasil.

La Federación Mexicana de Robótica realizará en los meses de marzo y abril de 2026 el Torneo Mexicano de Robótica (TMR) 2026 que tendrá como sede la ciudad de Puebla y el cual estará organizado localmente por el potosino Dr. Alejandro Pedroza creador del célebre robot pianista mexicano Don Cuco el Guapo. Este Torneo Mexicano de Robótica es el torneo selectivo para conformar la representación mexicana para el campeonato mundial de robótica, donde esperamos figure algún grupo potosino y donde con seguridad estará presente el equipo LamBot 3478 a quienes felicitamos por sus logros.

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#4 Tiempos

El misterio de los libros | Columna de Juan Jesús Priego Rivera

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LETRAS Minúsculas

Ciudad de México. Tres y media de la tarde. Salgo corriendo, empujado por los demás, de una estación del metro. Subo corriendo las escaleras, busco la luz, descubro la calle, me echo a andar por ella. De pronto, me detengo. Los libros siempre me detienen, y allí, en ese tenderete colocado en la salida de la estación, hay muchos, muchos libros. Unos están metidos en fundas de plástico, pero la mayoría no; otros ni siquiera conservan la cubierta original. Descubro al instante uno que me interesa: Piloto de guerra, de Antoine de Saint-Exúpery. Me digo a mí mismo que es una lástima, porque ya lo tengo. Sigo. Ahora toca el turno a los Papeles del oficio universitario, de Álvaro D’Ors. ¿Cuánto por éste?

El vendedor lo ve detenidamente, lo acaricia, dice que es un buen libro, que él pensaba leerlo en días pasados pero que de cualquier manera está dispuesto a vendérmelo. «Veinte pesos –dice por fin–. Pero si escoge tres puede llevárselos por cincuenta».

No discuto el precio. Tomo el libro. Y me llevo también el Piloto de guerra para regalarlo a algún amigo necesitado de buenas lecturas.

–Así son cuarenta pesos. Ande, tome usted el tercero para que sean cincuenta.

Vuelvo a planear sobre los libros y encuentro en un rincón del tenderete El rabino de Bacharach de Heinrich Heine. No sabía que hubiera una edición mexicana de esta obra, y el hallazgo, aunque no me hace precisamente feliz, me hace por lo menos sonreír.

Pago y me voy. Y esa misma noche, antes de irme a dormir, empiezo a leer los Papeles

de Álvaro D’Ors. En el frontispicio hay una firma, un nombre y una fecha. «Gastón Pardo P. Marzo de 1969. Guipúzcoa». Cierro el libro. Ya no quiero leer. ¿Quién fue Gastón Pardo P.? Y, sobre todo, ¿cómo hizo este ejemplar para llegar desde Guipúzcoa, en el País Vasco, hasta esta estación del metro, es decir, hasta mí?

Guipúzcoa. El nombre de esta ciudad me hace pensar en San Ignacio de Loyola. ¿Qué manos trajeron hasta acá este libro que hoy he comprado al precio de una cajetilla de cigarros de mediana calidad? Papeles del oficio universitario. No es que lo buscara, no, pero me salió al paso, y ahora está aquí, conmigo. De buscarlo, jamás lo habría encontrado; de buscarlo, acaso habría ido con el vendedor y le hubiera dicho: «Ando buscando los Papeles del oficio universitario de Álvaro D’Ors. ¿Lo tiene usted?». Y él se habría rascado la cabeza, fingiendo preocuparse por mi triste suerte:

–¡Uy, no! Esos libros son muy raros. A veces llegan, pero con frecuencia no. Hay libros que uno no verá nunca en su vida. Pero, ¿por qué no se da usted una vuelta el mes que entra? De cualquier manera, no se pierde nada…

Pienso bajo la luz de mi lámpara de noche que para encontrar un libro lo mejor es no desearlo, sino limitarse a dejar que llegue a nuestras manos cuando quiera, si es que llega alguna vez.

Así me sucedió en una ocasión con los Diarios de Ionesco. Sabía que la editorial Guadarrama de Madrid (hoy desaparecida como un barco en la noche) los había publicado en dos volúmenes, allá por la década de los años sesenta o setenta, con los títulos de Diario I y Diario II, pero me guardé mucho de buscarlos. «Son demasiado raros», me dije cuando los vi incluidos en el catálogo de dicha editorial: «por lo tanto, debes resignarte a no tenerlos». Me resigné todo lo que pude.

Pero un día, aquí mismo, en San Luis, debajo de una montaña de libros en una tienda de objetos usados, vi un tomito de lomo blanco en el que leí: Ionesco. Diario II. Lo tomé con calma, lo pagué y salí del establecimiento evitando dar saltos de alegría para no contrariar ni dar celos a la veleidosa Fortuna.

–Señora –dije a la dueña del establecimiento–, éste, como puede ver usted, es el segundo volumen de una obra que andaba yo buscando. ¿No le habrá llegado también el primero?

La señora movió negativamente la cabeza y me dijo que lo que yo veía era lo único que había llegado.

«Bien, Juan Jesús –me dije a mí mismo–. Ya tienes el tomo dos del diario de Ionesco. Confórmate, pues, con esta probadita que el cielo te ha ofrecido hoy».

Y varios meses después, en el mismo establecimiento, ¿qué cree usted? Que me encontré el dichoso tomo uno.

Se lo enseñé a la señora, y ella me explicó que lo que pasaba es que la persona que le había vendido el libro que yo le compré meses atrás apenas hasta ahora había regresado a venderle los demás que le quedaban en su casa. ¿Debo decir que sólo entonces permití a mi corazón brincar de alegría?

Pero continuemos con los Papeles de Álvaro D’Ors. ¿Quién los hizo cruzar el mar? ¿Era un exiliado español el que los trajo en su valija? ¿Y por qué de entre los muchos libros que pudo haberse traído cargó precisamente con éste?

¿O fue más bien un turista vasco que, trayéndolo consigo para leerlo en el avión, lo dejó en México para regresar a su tierra ligero de equipaje?

¡Ah, el misterio de los libros! Nunca sabremos por qué unos nos fueron ofrecidos por la vida y otros, en cambio, negados. Libros que ahora mismo se hallan recluidos a una cuadra de mi casa, jamás serán tocados por mí; en cambio, no me fue negado por la suerte uno que alguien compró en Guipúzcoa en 1969. ¿No es esto realmente misterioso?

Con los libros sucede lo mismo que con las personas: que, entre más se los busca, menos se los encuentra. Los libros, como las personas, sólo llegan a nosotros al precio de no buscarlos.

Me pregunto antes de apagar la luz: ¿Y con la felicidad no sucede lo mismo? Sí, sólo el que ha renunciado a ella la conocerá; sólo el que ha dejado de perseguirla la alcanzará.

Me quedo a oscuras. Y pienso en Dios, que nos da únicamente aquello a lo que ya hemos renunciado. Mi amado, mi querido, mi bendito Dios…

 

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#4 Tiempos

El pasado vestido de visitante | Columna de Arturo Mena “Nefrox”

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TESTEANDO

Hay noches que no necesitan presentación, porque desde que amanece, el aire se siente distinto. Hoy es una de esas. San Luis juega en casa y enfrente no tiene a cualquiera: tiene al Monterrey, uno de los planteles más poderosos del país, pero sobre todo, tiene enfrente al pasado vestido de visitante. Domenec Torrent, aquel técnico que se fue dejando una sensación de proyecto inconcluso, regresa al Alfonso Lastras. Y no lo hace solo: lo acompaña Sergio Ramos, leyenda del fútbol mundial, que hoy pisa el mismo césped que tantas veces fue testigo del esfuerzo potosino. Es viernes, sí, pero de esos que huelen a domingo, a noche grande, a historia por escribirse.

El San Luis llega con cosas por ajustar, sí, pero también con certezas. La estructura que propuso Abascal en su debut tuvo orden, supo competir. La presión en bloque medio, la disciplina para cerrar líneas de pase y la paciencia para esperar el error del rival no son casualidades, son decisiones. San Luis sabe que no puede ganar desde la nómina, pero sí puede competir desde el plan. Y eso es algo que este equipo ha aprendido a hacer. Tiene jugadores con criterio, como Salles-Lamonge, que puede inventar algo cuando el partido parece trabado. Tiene futbolistas como Rodrigo Dourado, que saben cómo hacer que el rival se incomode, cómo romper el ritmo desde una barrida o una cobertura. Y tiene juventud con hambre, como Román Torres, que cada vez se siente más cómodo en este rol de vertical, rápido, incómodo.

Del otro lado está Monterrey, que viene golpeado por una derrota sorpresiva ante Pachuca, pero que no deja de ser uno de los equipos con más talento individual en toda la liga. Con nombres que pesan en cualquier cancha: Tecatito, Berterame, Jesús Gallardo, Maxi Meza, Alvarado… y ahora, el propio Ramos. Un central con décadas de experiencia al más alto nivel, un tipo que probablemente haya jugado partidos más difíciles en una semana que muchos de sus compañeros en un año. Su presencia no sólo impone desde lo físico; impone desde lo mental. Es un líder que ordena, que corrige, que exige. Hoy, esa jerarquía se pondrá a prueba en una cancha que, aunque pequeña en comparación con los grandes estadios europeos, sabe hacerse sentir.

Y ahí está el meollo del asunto. El partido no se va a jugar sólo en lo táctico. Se va a jugar también en las emociones. Torrent vuelve a la ciudad donde muchos lo consideraban el arquitecto de un equipo en crecimiento. Lo hará desde el banquillo contrario, pero con una libreta llena de apuntes sobre cómo se juega en esta cancha, sobre cómo respira la afición, sobre cómo reaccionan los jugadores locales en ciertas situaciones. Su regreso tiene algo de morbo y mucho de expectativa. ¿Qué tan bien conoce a su exequipo? ¿Podrá utilizar esa información para desnivelar? ¿O será la motivación del grupo potosino lo que incline la balanza?

El partido pinta para cerrarse rápido en la mitad del campo. San Luis no va a regalar espacios. Monterrey tampoco va a lanzarse como loco. La clave estará en quién tenga más paciencia. En quién logre imponer su ritmo. En quién sepa leer los momentos. Si los locales logran contener los primeros intentos rayados y mantener el cero, la confianza irá creciendo. Si Monterrey golpea temprano, entonces cambiará todo el escenario.

No hay partido fácil en esta liga. Pero hay partidos que se sienten diferentes. Y este lo es. Porque tiene historia reciente, porque tiene narrativa, porque tiene regreso y debut, porque tiene al Alfonso Lastras latiendo más fuerte. Y porque hoy, más que nunca, la gente de San Luis quiere creer que este equipo puede plantarse ante cualquiera. Que puede competir, que puede ganar. Que puede hacer historia, incluso si es apenas la jornada dos.

Esta noche el balón rodará con intensidad. Y con él, rodará también la memoria. Porque quizá con el tiempo, alguien recuerde que un viernes cualquiera de julio, en San Luis Potosí, se jugó un partido que no parecía importante… pero terminó siéndolo todo.

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