mayo 18, 2024

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#4 Tiempos

Carta sobre el entusiasmo | Columna de Juan Jesús Priego

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LETRAS minúsculas

 

Cuando te veo llegar de la escuela, ya en casa, hago siempre un ejercicio de imaginación y trato de adivinar hacia dónde dirigirás tus primeros pasos. ¿A saludar a tu papá?, ¿a darle un beso a tu mamá? No: irás corriendo a la computadora; la encenderás con un solo golpe enérgico y entonces, sólo entonces, anunciarás en voz alta tu llegada.

No dirás nada acerca de ti, o de cómo te fue hoy por la mañana en la clase de química; para ti, en la escuela no pasa nada, no pasa nunca nada: tal es el motivo por el que, en casa, ni siquiera hablas de ella: es, para decirlo ya, un mal que ni siquiera juzgas necesario.

Llegas invariablemente a las dos y media de la tarde, enciendes la computadora y a las once de la noche todavía estarás allí, haciendo como que consultas algo en Internet, aunque en realidad bajando videos, entrando a sitios nuevos y desconocidos y chateando con tus amigos. Esto sucede exactamente así de lunes a viernes; de los sábados y los domingos prefiero no hablar, pues tus sesiones ciberespaciales comienzan desde mucho antes, casi desde que amanece. ¿Es que no te aburre hacer siempre lo mismo, no te cansa?

A los jóvenes de hoy los veo cansados, ojerosos, deprimidos y solos. Sobre todo solos. Cada vez hablan menos entre ellos y, si lo hacen, es sólo a través de aparatos que ocultan los rostros y evitan las miradas.

Antes, cuando los de la generación pasada, veíamos llegar a nuestra casa a un visitante, por desconocido que fuera, debíamos saludarlo en el acto estrechándole la mano o deseándole buenos días: nuestros padres nos obligaban a ello.

Hoy ya no suele suceder así, y cuando los mayores llegamos a una casa, los de tu edad apenas si se dignan a mirarnos: una ráfaga de viento entrando por la ventana los habría sin duda sorprendido más.

Pero no, no quiero hablarte de esto, sino del entusiasmo, esa virtud que los jóvenes de hoy cada vez aprecian menos y que tanta falta les hace. «Pero, ¿qué es el entusiasmo?», me preguntarás. Es la virtud que nos impele a hacer las cosas con alegría, a fondo, y poniendo en ello el alma entera. He visto caminar a los amigos que llevas a tu casa, y pareciera que ya caminar es para ellos una actividad que excede con mucho la posibilidad de sus fuerzas: ora se inclinan ante un peso invisible como jorobados, ora va una de sus piernas pidiéndole permiso a la otra para adelantársele.

La postura de nuestro cuerpo dice mucho de nosotros mismos; por eso, a los jóvenes de su tiempo, un autor de mediados de siglo llamado Romano Guardini (1885-1968) los invitaba en uno de sus libros a realizar el siguiente ejercicio: «Mantener el cuerpo erguido: la cabeza elevada, la frente abierta a la luz, los hombros hacia atrás; al andar, mover con naturalidad los pies y no apoyarse sin necesidad al estar sentado». Y esto para que el alma se irguiera también y apareciera a los ojos del mundo un poco menos cansada, tal vez un poquitín menos triste.

Otro vicio de los jóvenes: hacer las cosas sin convicción y como a regañadientes. La computadora –quiero decir, la tecnología en general- los ha vuelto conformistas además de ensimismados. Conformistas, sí, pues cada vez son m enos las cosas que puedan sorprenderlos. ¡Hemos agotado, y ustedes los primeros, nuestras reservas naturales de estupor! Si hoy mismo, por ejemplo, se diera la noticia de que a partir de mañana los autos volarán, en una semana nos habríamos acostumbrado ya a que los autos vuelen y estaríamos psicológicamente listos para pasar de una vez por todas a otra cosa.

La palabra ambición –a menos que se entienda por ella la sed apasionada de dinero- ha sido borrada de los diccionarios juveniles desde hace ya muchos, muchos años. Y, sin embargo, es necesario soñar, desear y apuntar alto, pues vivir significa esto: hacer realidad unos cuantos sueños, y si no muchos por lo menos uno o dos. Lo peor que puede sucederte es que ya no desees nada y te dediques a vivir la vida como viene y sin atreverte a enriquecerla con los sueños de tu imaginación.

Los sabios de la antigüedad y del presente están de acuerdo en esto: cuando se deja de soñar y de querer, la vida ha terminado. Georges Herbert, por ejemplo, decía: «Alcanza más alto el que apunta a la luna que el que dispara a un árbol». Otro autor del que no diré el nombre porque no creo que te diga nada, decía también: «El que dispara al sol del mediodía es indudable que no dará en el blanco; sin embargo, es también indudable que alcanzará mayor altura que quien apunta a un arbusto».

Sólo para que veas que no se trata de ocurrencias aisladas, sino que hay en esto mucho de verdad, me atreveré a transcribir para ti un último pensamiento, tomado ahora de uno de los libros de un filósofo francés llamado Gustave Thibon (1903-2001): «Hay que partir de lo absoluto con el pensamiento para realizar lo relativo en la acción. El que, al partir, tan sólo cree en lo relativo, vendrá a parar prácticamente en la nada… El ideal juega el papel del alza: todo el que ha manejado armas de fuego sabe que para tirar lejos sobre la tierra, hay que apuntar alto hacia el cielo».
Apuntar alto. A esto es a lo que yo llamo ambición y entusiasmo. Ojalá puedas apuntar alto en cielo para que tu tiro llegue lejos en la tierra. ¡No te conformes, no te quedes sentado todo el día ante una pantalla que, en el fondo, no hace más que robarte el tiempo y quitarte la vida! Levántate, ponte en movimiento, sonríe: hay una vida que vivir y muchas cosas por hacer. ¿Cómo decirte que es necesario imaginar? ¿Cómo hacerte ver que sólo recibimos en la medida en que esperamos; que sólo conseguimos en la medida en que soñamos? «El hombre sin deseos es un cadáver que piensa», dijo una vez el dramaturgo francés H. R. Lenormand.

Apunta alto en el cielo. Sí, es posible que tu tiro no alcance las nubes: ya lo sabes, existe la gravedad, esa fuerza misteriosa que tira a las cosas de los pies y les impide volar; pero, aun cuando las nubes se burlen de ti, tu tiro llegará lejos en el horizonte. ¿Y no es eso lo único que importa?

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#4 Tiempos

Morena y Verde se subieron a las sillas voladoras | Apuntes de Jorge Saldaña

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APUNTES

 

Culto Público, a una docena de días para que termine la campaña, ¿a quién conviene en San Luis montar un escándalo riesgoso y forzar fricciones entre Morena y Verde?

¿Por qué si los partidos comparten hasta candidatos, no pudieron ni compartir una plaza pública?

El escenario fue la colonia Polvorín (mire que coincidencia) donde se armó el IDEM.

De acuerdo a los videos que hoy circulan más rápido que gacelas perseguidas, en la plaza Primero de Mayo, allá en Soledad, simpatizantes de Morena (que no mostraron mucha “simpatía” ) literalmente lanzaron una invitación a sus similares del Verde a sentarse de cabeza.

Se subieron a las sillitas voladoras. Se lanzaron sillas con chipote y descalabro.

Es cierto, no es la primera vez en la campaña que hay fricciones y se debe reconocer que, desde que se anunció la coalición y el siglado de las candidaturas, algunos miembros de Morena (sus dirigentes más que sus seguidores) quedaron sentidos e incómodos y así se fue a una campaña en la que, dependiendo la postulación, van juntos, van revueltos o van separados.

Para entender mejor, si comparamos la alianza de los guindas y los verdes con una pareja de novios: en lo federal se casaron, en lo local solo se fueron a vivir juntos un rato, en la capital son “casi algo”, en Soledad están divorciados y en el Senado ni se conocen.

Administrar semejante escenario y malabarear esa incertidumbre queda claro que no es asunto sencillo.

Sin embargo, a pesar de las pasiones naturales y hasta de la inconsciente y a veces desbordada identificación temporal que nos gusta tener a los seres humanos de vez en cuando por una causa (sobre todo en finales de liguilla y en épocas de elecciones) las campañas de la coalición “Sigamos Haciendo Historia” han transitado sin mayores exabruptos y hasta con muy buena fortuna, pues a una docena de días, juntos o revueltos, tienen en buena parte del estado la preferencia del electorado de acuerdo a las encuestas, y el Plan C está en marcha con Ruth González por mayoría y Morena por la primera minoría.

Por eso, lo provocado ayer en el Polvorín por parte del Famyto, conocido a veces como Juan Carlos Velazquez, y la exagerada reacción de la dirigencia de Morena ayer por la noche para solicitar una ridícula “Declinación a la Coalición” con el Partido Verde, es un absoluto absurdo, un sinsentido y un claro mensaje de desesperación.

¿Escribí que las sillas voladoras de ayer fueron provocadas? Sí, así lo escribí porque así lo creo. De la misma forma que sostengo que es irrisorio que a estas alturas se solicite “declinar” la participación conjunta.

Esa figura ni siquiera existe y no hace falta ser experto en la materia para saber que en la práctica ya no se puede hacer nada y que los votos de Morena para los diputados locales y federales, sean verdes, guindas o rojos PT, contarán igual para que se alcance la curul.

¿Exactamente, qué piensan cambiar con una supuesta “Declinación a la coalición”?

Las boletas donde Claudia aparece como candidata también del Verde ya están impresas, y para los intereses de la campaña presidencial, cuentan igual los votos que vengan de uno u otro color.

¿Van a decir que solo voten por Morena? Eso no es novedad y ya lo hacen.

¿No van a tener eventos con los candidatos Verdes? Caray, pues si nunca los tuvieron.

¿Dejarán de ser aliados solamente por un berrinche de un candidato que se sabe perdido como Juan Carlos Velazquez?

¿De verdad merecen los militantes de Morena que su partido tome una decisión tan inmadura?

¿No hay nadie que les diga que es veneno puro para sus campañas, mandar un mensaje de enfrentamiento estando a 12 días de la elección?

¿Creen de verdad que un boletín y una rueda de prensa programada para hoy viernes se va a traducir mágicamente en una marea de votos morenistas que no supieron ganar en los días de campaña?

Hacerse la víctima (además contra su aliado… hágame favor) lo único que logra es mandar un mensaje de sentirse derrotados en las posiciones en las que están jugando solos, sin el Verde, como es el caso de Soledad y como es el caso del Senado.

¿Se van a entrampar en una chiquillada al estilo “el fue el que empezó”? (El que se sienta libre de culpa, que lance la primera silla).

Para este momento, seguro que ya está en análisis la conveniencia de que Claudia Sheinbaum venga a su cierre programado para el 21 o 22 de mayo en la capital potosina.

¿Cómo invitar al candidato de Morena por Soledad y al candidato del Verde al mismo recinto donde estará la candidata presidencial de ambos si no existe la madurez política suficiente?

Divide y vencerás. Regresemos a la pregunta inicial.

¿A quién sirve el escandalito sino a la oposición? ¿Quién está haciendo el trabajo sucio desde dentro de Morena? La respuesta está re’ fácil, pero se la dejo de tarea.

Excelente viernes hijos del clima tan cálido como mi cariño.

Me retiro a una sombra donde pediré una silla, espero me la den en la mano y no en la cabeza.

Hasta la próxima.

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#4 Tiempos

Sextete a la MX | Columna de Arturo Mena “Nefrox”

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TESTEANDO

 

Doménec Torrent es el nuevo técnico del San Luis, un hombre con un largo camino recorrido, casi siempre hombro con hombro de Pep Guardiola.

Estudioso del deporte, es mencionado un sin fin de veces por Martí Perernau en su libro Herr Pep donde se cuenta el desembarco de Guardiola junto con su cuerpo técnico en Múnich, Martí descubre una serie de debates entre Torrent y Guardiola, el primero mostrándole las virtudes del equipo y el segundo demostrando que esas mismas virtudes serían fácilmente descifradas en el terreno de juego, en pocas palabras Pep hablaba con Doménec, para descubrir las virtudes ocultas de sus equipos.

Recordemos que Guardiola siempre ha sido un personaje intenso, desde que jugaba se mostraba así, no en vano tiene el récord de más expulsiones en el Barcelona, un tipo al que le gusta discutir, y su contraparte muchas veces fue Torrent tanto en Barcelona como en Bayern como en el City.

Pero, futbolísticamente, ¿quién es Doménec Torrent? Lo primero es destacar que no brilló mucho como jugador, mediocampista siempre en divisiones inferiores, se retira del futbol en 1989, para después comenzar su carrera como entrenador. Así se sentó en el banquillo de equipos regionales, hasta que en 2008 recibe la invitación para formar parte del cuerpo técnico de Barcelona. Ahí comenzó la gran aventura, el sueño perfecto de conquistarlo todo bajo la sombra de una gran institución, un monstruo de técnico y una generación increíble de futbolistas. Al lado de Pep, ganó todo con Barca, mucho con Bayern y comenzó la historia de triunfo con el Manchester City.

Fue en 2018 cuando se despide del club inglés, la gente de City Football Group confían en Doménec y le dan la oportunidad de dirigir como principal, al New York City, equipo que necesitaba posicionar en la MLS.

Patrick Vieira dejaba el puesto de entrenador, después de no rendir lo suficiente, ahí Torrent entró a levantar a un New York que estaba muy por debajo de lo planeado por la directiva. Con el español NYC logró terminar tercero de conferencia en 2018 y calificarse primero en 2019 para Concacaf Champions Cup.

En 2020 Torrent decide emprender una aventura complicada por Brasil. Sentarse en el banquillo del Flamengo, nunca será cosa fácil. De julio de 2020, hasta noviembre de 2021, llevó al equipo a la tercera posición, pero sus resultados contra rivales directos, lo alejaron del objetivo y de la dirección del Fla.

Pasó poco tiempo sin trabajo, en enero de 2022 el Galatasaray de Turquía lo pone al frente, media temporada fue suficiente para no lograr los objetivos, el club terminaría 13 en la posición y Torrent despedido cuando cambiaron de presidente. Un fracaso su gestión por Turquía.

Hoy Doménec Torrent llega a la Liga Mx, una competencia que parece, está apunto de transformarse una vez más, un técnico con personalidad que ha sabido inyectarle a sus equipos lo necesario para competir, sin embargo, poco o nada a ganado como técnico principal.

Mucho se habla sobre el desconocimiento del medio mexicano y tal vez sí, el futbolista local tiene ciertas mañas, formas, ideas, pero futbol es futbol en cualquier sitio, Torrent tiene un gran reto, un San Luis que necesita regresar a ser protagonista y un proyecto que busca consolidarse en primera. Por su parte la liga habla mucho de regresar el descenso y ascenso, así como la posibilidad de regresar la Copa Mx (ojalá), cambios que pueden ser complejos para un plantel corto como el potosino.

En fin, primero lo primero, y eso es Leagues Cup, ese torneo que servirá de muestra para ver al nuevo cuerpo técnico de San Luis, y cuidado que habrá que armar un equipo diferente al que tenemos hoy en cancha. Que el cambio sea para bien y que este grupo de extranjeros, venga a aportar al futbol mexicano, aunque sea un poquito de lo que demostró, en las grandes ligas.

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#4 Tiempos

El innecesario wikipediazo de cinco horas llamado “El Show” | Columna de Guille Carregha

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CRITICACIONES

 

Hace tiempo, en uno de los tantos grupos de shitpost que frecuento en Facebook (¿hay algo más que hacer en esa plataforma?), preguntaron en dónde estábamos el día que mataron a Paco Stanley. Honestamente, a pesar de contar ya con 10 años en aquel 7 de junio de 1999, no tengo ni idea de siquiera haber registrado que mataron a Paco Stanley. De hecho, creo que, hasta esa fecha, lo más probable es que no supiera quién era ese tal Paco. A lo mucho, me enteré del suceso al día siguiente en clase cuando algunos de mis compañeros decidieron empezar a hablar del tema, sin llegar a nada más que un “no manches, qué impactante” a manera de conclusión. Cosa completamente esperable, porque tampoco les vamos a andar pidiendo tanto poder cognitivo a niños de esa edad.

Lo único que recuerdo de aquella época fue que, poco más de un mes después del asesinato, a una tía de CDMX le pareció súper adecuado llevarme a mí y a mi familia a comer al restaurante donde lo mataron. Ni siquiera me acuerdo si disfruté la comida, porque me la pasé viendo a mi alrededor espantado todo el tiempo al pensar que ese era un lugar donde llegaban a matarte de la nada en Ciudad de México. Pero, bueno, en 1999, ¿qué lugar del DF no podía ser un lugar donde llegaran a matarte de la nada?

Ahora, en 2024, después de recibir un correo de mi proveedor de internet anunciándome que parte de su servicio es regalarme un acceso a VIX, dije “¿por qué no?” y le di una oportunidad al magno documental de CINCO horas sobre el asesinato del señor al que solo conocía por su estelar como “cadáver baleado en el asiento de una camioneta” y “el señor al lado del otro señor al que se le cae una bolsa de cocaína cuando baila”. Total, mi conocimiento tanto de sus programas o su muerte se limitaban a “pues, pasaron, wey”, así que pensé sería interesante enterarme de qué demonios podía haber pasado en aquella época.

En defensa del bodrio que tuve que aventarme por pura decisión propia, como producto audiovisual se ve bastante decente. Tampoco es como si fuera lo más complicado del mundo hacer que un montón de entrevistas en un foro de televisión se vean culeras pero, por lo menos, parece que tenían una idea clara de cómo querían que se vieran todos los entrevistados y las vibras que querían transmitir. No se fueron por el clásico “iluminación y encuadre de documental de Netflix hecho al aventón”, pero a lo más que llegaron fue a un “que parezca que los está interrogando un policía de Hollywood en un cuarto oscuro”. Y, pues, está OK. Las imágenes de archivo están muy variadas, siempre en la mejor calidad posible, y rara vez repiten cosas. O sea, para verse, no está mal.

El problema recae en que el documental está más hueco que el currículum que implementó la facultad de ciencias de la comunicación hace 3 años. Bueno. Tal vez menos hueco. Pero ahí se dan un tiro.

De entrada, muy a pesar de que el subtítulo sea “Crónica de un Asesinato” en plan mamalón (porque El Show, como título es tan vacío que nadie te entiende que viste esta cosa si dices “Acabo de ver El Show”), no explica nada. Pero nada. Es más, ni siquiera es una crónica del asesinato, la cual era la razón por la que decidí ver esta miniserie toda tocha. Es más una crónica de “lo mucho que sufrió TV Azteca al pelearse con el gobierno de la ciudad a raíz de este asunto, y de cómo TV Azteca se encargó de que Cárdenas no ganara la presidencia. *Suena El Gallinazo para que se sienta relevante todo*.

Teniendo en sus manos todo el acervo de notas periodísticas, programas, crestomatías, parodias y hasta videos musicales de Pedrito Fernández because reasons, además de acceso a TODOS los involucrados en el asesinato que aún siguen con vida, el documental se puede resumir en:

“Pues, un día mataron a Paco, le gente lloró, culparon a estos weyes, los metieron a la cárcel, y al final salieron. FIN”

Peor aún, la serie está construida precisamente para que la vea gente que ya sabe qué pasó. Asumen que conoces ya toda la información presentada, por lo que “se ahorran tiempo” evitando presentar detalles que son parte de la cultura popular. Por ejemplo, de la nada, sin antes haberla presentado ni mucho menos mencionado, alguien dice “Y ese fue el día que apresaron a Paola Durante” – corte a Paola Durante hablando de lo mucho que sufrió cuando la arraigaron.

Una vez más, como alguien que no está al tanto del evento, mi pregunta inmediata fue “¿quién chingados es Paola Durante?” a lo que el documental procede a contestarme, MEDIA HORA DESPUÉS, que era una edecán del programa. ¿Y por qué la ligaron al proceso? “Ah, es que un sujeto dijo que el asesinato se planeó con una güera y, pues, ella era la única güera de México en ese momento, así que…”. Digo, no es como si acabáramos de tener EPISODIO Y MEDIO hablando de porque se creía que había sido planeado por Mario Bezares, o qué momentos del programa en vivo sustentaban esa teoría. Tampoco es como si, después, nos tomáramos la molestia de describir A DETALLE la vida y obra del sujeto apodado El Cholo a quien acusaron de ser quien disparó el arma que mató a Paco.

No, ya, innecesario. “Alguien dijo ‘güera’, ella es güera, y ya, con eso. ¿Para qué perder el tiempo?”

Pero, eso sí, entrevistan a Chumel Torres y a Sofía Niño de Rivera para que cada uno diga UN ENUNCIADO TODO ESTÚPIDO y no vuelvan a salir en cámara otra vez. O sea, es más importante tener la validación de dos deleznables del mundo de la comedia que explicar, no sé, EL TEMA QUE ESCOGISTE PARA HACER TU DOCUMENTAL.

Este documental está tan plano y desenfocado en sí mismo que la parte más interesante es cuando, durante una de las entrevistas a Mario Bezares, él pide permiso para ir al baño y, en tiempo real, mientras su silla está vacía, se toman la molestia de editar a un montón de personas hablando mal de Mario, de cómo es sospechoso, de cómo no confían en su inocencia; vaya, de todos sus errores como humano, actor y persona del entretenimiento. Pero ahí se queda eso. No sacan el tema con Mario, no expanden la situación, ni lo ligan con nada más. Solo es un chusco momento de “en la farándula todos hablan de ti a tus espaldas” que no lleva a nada más.

Y, todo esto, ¿para qué?

¯\_(ツ)_/¯

No hablan de ninguna de las teorías populares o de las vertientes de las que me tuve que enterar después de ver esto. A duras penas se menciona el asunto de que, quizás, tal vez, se dice, por ahí se expresa, que Paco le vendía coca a medio Televisa y qué el asesinato pudo haber sido eso. Se menciona, como por encimita, que Paco recibía dinero de narcotraficantes para lavar dinero en producciones audiovisuales, pero POR SUPUESTO que eso no tuvo nada que ver con el asesinato. Nada de infidelidades, nada de problemas con televisoras, ni políticos.

Nada.

Es como si hubiera sido un documental financiado por Mario Bezares para limpiar su nombre de la manera más aburrida posible. Y ni eso logra correctamente, porque todo está editado para que dudes siempre de su veracidad. O sea, ni eso.

A lo mucho, la idea general desemboca en un “por supuesto que lo mando matar Mario Bezares, porque eso pasó en un episodio de los Simpson, y ahí, el patiño manda matar a su jefe, Y LOS SIMPSON NUNCA SE EQUIVOCAN.”

La barra no estaba alta, pero tampoco era como para que la bajaran tanto.

Y, después de cinco horas, así termina el documental. Sin conclusión. Relatando los hechos, cual si lectura de IA de una página de Wikipedia se tratara. No llegamos a nada ni aprendemos nada. Cosa completamente esperable, porque tampoco les vamos a andar pidiendo tanto poder cognitivo a los realizadores de este “show”.

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