#4 Tiempos
Obesidad infantil y los retos que representa en la sociedad actual
Autor: Dra. Claudia Angélica Reyes Aguilar, pediatra certificada y estudiante de Maestría en Nutrición Pediátrica en Universidad Autónoma de Durango Campus Zacatecas.
Resumen
Evolutiva e históricamente, la obtención de alimentos ha sido una de las funciones básicas de los seres humanos. ¿En qué momento la elección de alimentos dejó de ser la ideal? La obesidad se puede definir como un estado de exceso de grasa corporal, predominantemente intraabdominal, que varía con la edad, sexo, genética o medio cultural y en la actualidad representa la enfermedad crónica nutricional no transmisible más frecuente, constituyendo uno de los problemas crecientes en la salud pública mundial.
Es una compleja combinación de factores que actúan en muchas etapas durante toda la vida de una persona y es importante saber que aquellos niños que los presentan constituyen un grupo vulnerable en el que se hace imprescindible comenzar tempranamente con estrategias de prevención.
Palabras clave: obesidad, alimentación, factores de riesgo, prevención
Abstract
Evolutionarily and historically, obtaining food has been one of the basic functions of human beings. At what point did the food choice stop being ideal? Obesity can be defined as a state of excess body fat, predominantly intra-abdominal, which varies with age, sex, genetics or cultural background and currently represents the most common chronic non-communicable nutritional disease, constituting one of the growing problems in global public health. It is a complex combination of factors that act in many stages throughout a person’s life, and it is important to know that those children who present them constitute a vulnerable group in which it is essential to start prevention strategies early.
Keywords: obesity, diet, risk factors, prevention.
Introducción
Evolutiva e históricamente, la obtención de alimentos ha sido una de las funciones básicas de los seres humanos. ¿En qué momento la elección de alimentos dejó de ser la ideal? Según algunos consensos, la etiología de la obesidad se relaciona con la occidentalización de los hábitos alimenticios y el sedentarismo. La etiopatogenia de la obesidad es compleja y heterogénea. Existen algunos casos en los que es posible identificar una causa primordial que contribuye a su desarrollo, como es el caso de ciertas enfermedades genéticas, patologías endócrinas, fármacos, etc.
Se entiende a la alimentación como el conjunto de productos consumidos por un individuo con objeto de procurarse satisfacciones sensoriales y cubrir los requerimientos de su organismo y el aporte necesario de nutrimentos. Es un acto social voluntario que ayuda a saciar las necesidades nutrimentales del cuerpo además de aquellas que tienen que ver con gustos, preferencias de sabores y la socialización.
A nivel mundial la prevalencia de obesidad en niños en edad escolar se ha incrementado en forma alarmante en las últimas décadas. La aparición temprana de obesidad durante la vida temprana se ha relacionado con enfermedades crónicas del adulto de comienzo cada vez más precoz.
En la actualidad representa la enfermedad crónica nutricional no transmisible más frecuente constituyendo uno de los problemas crecientes en la salud pública mundial
Definición
Actualmente es común escuchar que se usen los términos de sobrepeso y obesidad casi como sinónimos, pero es importante aclarar que el sobrepeso se refiere a un exceso de peso corporal comparado con la talla, mientras que la obesidad se refiere a un exceso de grasa corporal.
Como menciona Luján Sánchez et al (2010), la obesidad se puede definir como un estado de exceso de grasa corporal, predominantemente intraabdominal, que varía con la edad, sexo, genética o medio cultural (p19). También Pérez et al (2008) la define como el exceso de adiposidad corporal, debido a un desequilibrio energético ocasionado por una alta ingesta de energía superpuesta a un bajo gasto (p23). Y de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, la obesidad se debe definir como IMC ≥ a percentil 95 para el sexo y la edad.
Epidemiología
En México, de acuerdo con los datos de la ENSANUT 2018, el 22.2% de los niños de 0-4 años se identifica en riesgo de sobrepeso. En ese mismo año en población de 5-11 años, el 35.6% de los niños eran obesos y teniendo una incidencia mayor en la población urbana con un 19.5% en comparación con la población rural donde fue de 12.3%.
Estas cifras no varían mucho con la población entre 12-19 años, en donde tiene una prevalencia de 35.8%.
Puntualizando que los estados con mayor obesidad infantil son Veracruz, Quintana Roo, Colima, Sonora y Tabasco.
Etiología y factores de riesgo
Una tendencia importante de la biología del ser humano es el incremento de tamaño, conforme los niños van creciendo de igual manera van ganando peso. A los 4 meses de edad, se tiene gran cantidad de grasa, que disminuye de forma constante entre los 2 y 6 años. Sin embargo, si 1 niño es obeso entre los 6 meses y 7 años, la probabilidad de que siga siendo obeso en la edad adulta es del 40%. Si un niño es obeso entre los 10 y 13 años, las probabilidades aumentan al 70%. Esto se explica porque los adipocitos, se multiplican en esta etapa de la vida, por lo cual aumenta la posibilidad del niño de ser obeso en su vida adulta.
Burguete-García et al. (2014) hace hincapié en que la obesidad es una compleja combinación de factores que actúan en muchas etapas durante toda la vida de una persona y es importante saber que aquellos niños que los presentan constituyen un grupo vulnerable en el que se hace imprescindible comenzar tempranamente con estrategias de prevención. (p19).
La mecanización de nuestros trabajos, las mejores comunicaciones y mejor transporte han hecho que nuestro gasto energético disminuya sensiblemente en todas las edades y niveles sociales de una sociedad que es cada vez más urbana y menos rural. Más cercana y menos distante, sean cuantos sean los kilómetros que medien entre destinos. A ello han contribuido la TV, el abono al cable, la computadora, internet, los medios de transporte cada vez más accesibles, la falta de tiempo para hacer ejercicio, el temor a la violencia y a las drogas, la escasez de espacios públicos para la práctica de actividades deportivas, y la falta de apoyo gubernamental. Tal como lo comenta Carrasco y Galgani (2012).
Diagnóstico
Según López et al. (2010), “la grasa corporal no puede medirse en forma directa en los seres humanos, por ello hay varias medidas indirectas para usar en los niños y adolescentes”.
La primera sería realizar una adecuada anamnesis: peso y talla al nacer, comienzo de la lactancia y duración de la misma, edad del destete, edad de comienzo de la obesidad, tiempo que pasa en actividades sedentarias, enfermedades que padece, medicamentos que se le administran, etc. Evaluar su antropometría con indicadores del IMC, peso relativo del P/T (Peso/Talla), pliegues cutáneos, circunferencia de brazo, cintura, glúteos y exámenes de laboratorio: glucemia, perfil de lípidos, biometría hemática.
Complicaciones
Al hacer una búsqueda intencionada de las causas y entender su fisiopatología, así como el impacto que está causando a nivel mundial, tendríamos que saber que se pueden presentar complicaciones que dependen particularmente del grado de sobrepeso y del tiempo de evolución:
Complicaciones inmediatas: desviaciones de columna, arcos plantares vencidos, apneas del sueño y ronquidos, estrías en tronco y cara interna de muslo y acantosis nigricans en cuello. Así como consecuencias psicosociales producto de la discriminación que sufre el niño y el adolescente. (Kaufer-Horwitz, 2010, p 502).
Complicaciones a largo plazo: enfermedades cardiovasculares (hipertensión arterial a expensa de la sistólica y diastólica, isquemias coronarias) y metabólicas (dislipidemia, gota, diabetes tipo II). El síndrome metabólico está en la mitad de los obesos graves (49,7%) y en el 38,7% de los niños con sobrepeso. (Kaufer-Horwitz, 2010, p 504).
Prevención
Que los niños y niñas crezcan sanos, aprendan y se desarrollen adecuadamente, depende de gran medida de la alimentación que reciben en sus primeros años, es por eso que es necesario poder hacer la detección temprana del niño con factores de riesgo y poderlos prevenir desde al nacimiento. Por lo que Raimann y Verdugo (2011) no invitan a tener protocolos estandarizados, así como recomendaciones para disminuir el riesgo en estos niños.
Conclusiones
El desarrollo de la obesidad en la mayoría de los niños afectos tiene una etiología multifactorial sobre una base poligénica, dicha base poligénica tiene per se un efecto limitado sobre el fenotipo y únicamente su combinación con otras variantes predisponentes y sobre todo la concurrencia de factores ambientales favorecedores de obesidad, determinaran finalmente el desarrollo del fenotipo obeso.
La obesidad se ha convertido en uno de los más importantes problemas de salud pública.
El IMC es la medida estándar aceptada en los niños. Es igual al peso corporal (en kilogramos) dividido por la altura (en metros) al cuadrado.
La obesidad se define por un IMC > percentil 95 para la edad y el sexo (tablas del CDC) y el sobrepeso por un IMC de 85 a 95 percentil para la edad y el sexo.
Los niños y adolescentes con obesidad deben ser evaluados y tratados por un equipo multidisciplinario para el control del peso y de los síntomas relacionados con apnea del sueño, síndrome de hipoventilación por obesidad, deslizamiento de la epífisis femoral, tibia vara (enfermedad de Blount), depresión y trastornos de la conducta alimentaria.
Referencias
Burguete-García Ana I., Y. N.-V. (2014). Definiciones para el diagnóstico de síndrome metabólico en población infantil. Gaceta Médica de México , 79-87.
Carrasco Fernando, G. J. (2012). Etiopatogénia de la obesidad . REV. MED. CLIN. CONDES, 129-135.
Kaufer-Horwitz Martha, T. G. (2008). Indicadores antropométricos para evaluar sobrepeso y obesidad en pediatría. Medigraphic Artemisa, 502-518.
Lujan Sanchez Ana Maria, L. G. (2019). Obesidad infantil, la lucha contra un ambiente obesogénico. Revista de Posgrado de la vía cátedra de medicina, 19-24.
Navarro., D. B. (2010). Evaluación clínica y nutricia del niño con síndrome metabólico y obesidad. Revista de Gastroenterología de México., 220-228.
Pérez Elisa Cecilia, J. M. (2018). Epidemiología del sobrepeso y la obesidad en niños y adolescentes. Revista de Posgrado de l 16 a VIa Cátedra de Medicina, 16-20.
Raimannt Ximena, D. F. (2011). Actividad física en la prevención y tratamiento de la obesidad infantil. REV. MED. CLIN. CONDES, 218-225.
Yeste Diego, García-Reyna Norma, Gussinyer Sandra, Marhuenda Claudia, Clemente María, Albisu Marian, Gussinyer Miquel, Carrascosa Antonio (2008). Revista Española de Obesidad, 139-152.
#4 Tiempos
Una vida dedicada a la ciencia, Candelario Pérez Rosales | Columna de J.R. Martínez/Dr. Flash
EL CRONOPIO
Hoy, 16 de diciembre, el peotillense Candelario Pérez Rosales, baluarte de la ciencia e ingeniería mexicana y consolidador de la física profesional en San Luis Potosí, estaría cumpliendo noventa y cinco años de edad.
Candelario Pérez Rosales nació el 16 de diciembre de 1930 en Peotillos, comunidad del municipio de Villa de Hidalgo, San Luis Potosí, donde estudió los primeros años de primaria, para luego venir a San Luis Potosí a terminarlos y continuar los estudios de secundaria y preparatoria, ambos en el turno nocturno, donde compartía las horas de estudio con las horas de trabajo. Estudiaría Física en la Universidad de Purdue y vendría a San Luis Potosí a colaborar con la fundación de la Escuela de Física de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, hoy Facultad de Ciencias y del Instituto de Física de la propia Universidad Autónoma de San Luis Potosí, instituciones que están cumpliendo setenta años.
Como parte de los trabajos de difusión y divulgación sobre personajes de la ciencia potosina que llevo a cabo publiqué en el 2012 un libro intitulado Una Vida Dedicada a la Ciencia, el papel de Candelario Pérez Rosales, que recoge la trayectoria de Candelario Pérez Rosales, cuyo papel para el establecimiento, desarrollo y consolidación de la física en San Luis fue determinante; de esta forma el desarrollo de la ciencia potosina en la segunda parte del siglo XX, en el seno de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, fue posible con la participación de varios personajes, entre los que se encuentra indiscutiblemente Candelario Pérez Rosales. Su papel fue determinante para que la física potosina y en general la ciencia potosina sea lo que es hoy, ese importante polo de desarrollo que tiene un reconocimiento a nivel mundial. Sin su participación, entusiasmo, compromiso y cierto apostolado, la física en San Luis, y la propia universidad potosina, no serían lo que son hoy.
En este sentido la Universidad Autónoma de San Luis Potosí se encuentra en deuda con Candelario Pérez Rosales.
Su aportación a la ciencia e ingeniería mexicana va más allá de su labor en la Universidad Autónoma de San Luis Potosí. Continuó siendo pionero en otras aventuras académicas, contribuyendo notablemente al desarrollo de la ciencia mexicana. En particular ingresó como investigador fundador al Instituto Mexicano del Petróleo.
Como investigador del Instituto Mexicano del Petróleo desarrollo una gran cantidad de proyectos que colocaron al país como un innovador en procesos de extracción de petróleo. Larga sería la lista de ellos, mismos que recogen en las páginas del libro que le dedicamos a este importante científico potosino.
Esta larga lista de proyectos que dirigió Candelario Pérez, desarrollados bajo el demandante factor de tiempo, da muestra de la importancia de su contribución al desarrollo de la industria petrolera al enfrascarse en proyectos dirigidos a resolver los diversos problemas técnicos y científicos asociados a la industria petrolera.
Estas tres facetas de Candelario Pérez que se presentan en el libro, constructor de instituciones y formador de recursos humanos, científico orientado a problemas de aplicación en la industria petrolera y escritor científico, lo colocan como uno de los baluartes nacionales en el desarrollo de la ciencia e ingeniería en nuestro país, y muy enfáticamente al desarrollo de la física mexicana.
Candelario Pérez ingresa como investigador fundador del Instituto Mexicano del Petróleo en 1966, como ya hemos mencionado, después de haber sentado las bases y asegurado el desarrollo de la Escuela e Instituto de Física en la Universidad Autónoma de San Luis Potosí.
En este libro se recoge su labor como escritor científico, profesor e investigador, tareas que suelen ser consideradas como labores fundamentales de las universidades mexicanas. En todas ellas tuvo, y sigue teniendo a pesar de estar retirado, una contribución importante y valiosa, además de sobresaliente.
Sea esta obra un homenaje a uno de los fundadores de la Escuela de Física de la UASLP, ahora Facultad de Ciencias, y del Instituto de Física de la UASLP, que estaban englobados en el Departamento de Física de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, cuya creación se diera el 1 de diciembre de 1955, mediante la aprobación del Consejo Directivo Universitario a un recurso sometido por el Dr. Gustavo del Castillo y Gama.
A los interesados, el libro pueden comprarlo bajo pedido en el correo electrónico de un servidor.
Candelario Pérez murió en San Luis Potosí, el 1 de mayo de 2016. El homenaje que le tributamos, se recogen en una serie de videos que pueden consultarse en youtube en el canal de José Refugio Martínez Mendoza. Para una muestra compartimos el siguiente:
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#4 Tiempos
La evolución creadora | Columna de Juan Jesús Priego Rivera
LETRAS minúsculas
He aquí lo que escribió hace poco el filósofo alemán Ulrich Hommes: «El crecimiento del miedo en nuestro tiempo es debido a que los hombres de hoy padecen una singular falta de relaciones. Es evidente que la falta de relaciones tiene como consecuencia el miedo, y que el miedo genera una mayor agresividad».
¿Qué quiso decir el filósofo con estas palabras? En realidad es muy simple; quiso decir, sencillamente, que si hoy cunde en nuestras sociedades una especie de pánico generalizado, es porque los hombres estamos más solos que nunca. Como no tenemos amigos (digámoslo aún mejor: como no tenemos relaciones significativas), todo nos aterroriza, pues sentimos que en tales condiciones no seremos capaces de hacer frente a los problemas de la vida.
El viejecito aquel que no tiene ya a nadie porque ha visto morir a todos sus camaradas y partir a tierras lejanas a todos sus hijos, ¿cómo no va a tener miedo de quedarse muerto en la noche mientras duerme? ¿Qué va a ser de él? ¡Ah, con una persona cercana, con una sola con tal de que lo quiera, cómo le sería fácil vivir! Pero no, no tiene a nadie: está solo y por eso se despierta en la madrugada sudando de miedo.
Y aquella mujer joven, ¿no tiene miedo también? Cuando piensa en el futuro, siente que la cabeza le estalla. ¿Y si su marido la abandona para irse con otra mujer más de su gusto? ¡Después de todo, es probable que lo haga! Pues, ¿no se oye por doquier, pero sobre todo en la radio y en la televisión, que cuando un lazo nos aprieta demasiado hay que tener la osadía de desatarlo? ¿No se dice continuamente aquí y allá que el matrimonio es una prisión y que cada cual puede y debe buscar otras alternativas cuando los antiguos compromisos no sean ya viables, deseables ni rentables? Y siendo éste el pensamiento que todos repiten alegremente; ¿cómo no va a tener miedo la pobre de que la dejen un día u otro? ¡Separarse es tan sencillo! Por su parte, el marido también padece lo suyo. ¿Y si ya no satisface todas las expectativas de su esposa?, ¿y si ya no reúne todos los requisitos, como se dice? El normal caos del amor: así tituló Ulrich Beck, el famoso sociólogo alemán, un libro suyo que trata, precisamente, de estas angustias nada ficticias. Pero este caos, ¿es tan normal como parece? A juzgar por lo tiempos que corren, sí.
Mas no sólo el viejecito y los jóvenes esposos tienen miedo; también lo sienten los niños. Y si sus padres se separan, ¿qué será de ellos? Amigos casi no tienen, a excepción de aquellos con los que chatean por la tarde, a la hora de los deberes. Pero, ¿pueden estos desconocidos llamarse amigos? ¡Si son unos desconocidos: a lo mucho, sólo saben su nombre y las letras de las canciones que se intercambian en la red! Están solos.
Y el niño que aún no nace, ¿no tiene miedo él también? Gracias a la sensibilidad espantada de su madre, algo sabe ya de los terrores de este mundo. Ni siquiera le ha sido necesario nacer para darse cuenta de cómo están las cosas en este extraño planeta. Sí, tiene miedo, y él más que nadie. Primero porque está indefenso, y segundo porque nada sabe si su madre llegará a tragarse ese cuento que dice que los niños, mientras aún estén en el vientre, no son más que un montón de células desorganizadas o quizá meramente tumores que sería necesario extirpar cuando las cosas anden mal.
Miedo aquí y miedo allá. Miedo que, según Ulrich Hommes, no tarda mucho en convertirse en violencia. Violencia que genera más miedo y que no puede ser aplacada más que con amor: «Lo que sirve contra el miedo cuando nada más sirve es el amor. El amor que me brindan y el amor que yo mismo doy».
Se realizó recientemente un experimento que dejó boquiabiertos a los que lo realizaron: «Cuando a unas cabras ubicadas cerca de su madre fueron sometidas a un cierto voltaje de corriente eléctrica, se mantuvieron en pie y pudieron soportarlo. Esta misma carga eléctrica les fue aplicada después, cuando estuvieron solas, y entonces ya no pudieron sostenerse, pues o se desvanecían o se volvían locas».
¡Significativo descubrimiento! Cuando las cabras estaban acompañadas, eran fuertes, y sólo caían cuando estaban aisladas y se sentían desamparadas.
«No es bueno que el hombre esté solo». Fue Dios mismo quien lo dijo, es decir, quien creó al ser humano y lo conoce de pe a pa. Ahora bien, si es Él el que lo dice, por algo será. Me discutía hace poco un amigo:
–¡Sólo tú puedes tragarte esos relatos inocentes que cuenta la Biblia!
-¿Y por qué inocentes? –pregunté.
-Porque son ingenuos. Por lo menos todos sabemos hoy que el mundo no nació como dice el libro del Génesis.
-¿Y por qué no? –volví a preguntar-. Que Dios haya creado en seis días, ¿no habla, en cierto sentido, de evolución? Según este libro del que te burlas, las cosas y los seres no surgieron todos al mismo tiempo, sino que hubo una gradualidad –una evolución creadora, como la llamaría Bergson- que no es extraña a los modernos descubrimientos de la ciencia: primero fueron la tierra y el cielo, luego las plantas, más tarde los animales y, por último, el hombre…
-Sin embargo –replicó mi amigo-, el libro del Génesis habla de días.
-Días que no tienen por qué ser nuestros días de veinticuatro horas. Acuérdate del salmo que dice que, para Dios, mil años son como un día…
No sé si convencí a mi amigo; pero, además, tampoco me preocupaba convencerlo. Yo sólo quería decirle que no hay que desechar a la ligera esta advertencia divina: «No es bueno que el hombre esté solo». Y que me alegra saber que la ciencia, poco a poco, en la medida de sus fuerzas, va descubriendo esta verdad vieja como el hombre mismo.
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#4 Tiempos
Cinco finales, cinco retratos | Columna de Arturo Mena “Nefrox”
TESTEANDO
El fútbol mexicano vive instalado en un vaivén que mezcla memoria corta, intensidad desbordada y una elasticidad competitiva que rara vez se ve en otros torneos. Y no hay mejor espejo de esa naturaleza cambiante que las últimas cinco finales de la Liga MX. Cada una reveló una cara distinta del campeonato, a veces impredecible, a veces cuidadosamente edificado, pero siempre dispuesto a romper pronósticos.
La más reciente, la del Clausura 2025, entregó un desenlace que pocos anticipaban. Toluca superó a América y recuperó un lugar que parecía extraviado en la élite. Esa serie tuvo un aire de reivindicación para los escarlatas, que encontraron una mezcla perfecta entre orden, temple y puntería. América, por su parte, llegó con la etiqueta inevitable de favorito, pero terminó cediendo ante un rival que administró mejor la presión. En ese desenlace se confirmó que en México los ciclos pueden renacer más rápido de lo que tardan en extinguirse.
Un semestre antes, en el Apertura 2024, las Águilas habían impuesto su jerarquía ante Monterrey. Fue una final marcada por el contraste entre un equipo construido para dominar y otro diseñado para golpear en ráfagas. América resolvió porque entendió cuándo acelerar y cuándo enfriar; Rayados quedó atrapado en la tentación del vértigo y pagó caro su falta de pausa. La serie se volvió una lección de que, en liguillas, el músculo emocional pesa tanto como el táctico.
El Clausura 2024 repitió campeón, América doblegó a Cruz Azul en un duelo donde la narrativa histórica parecía empujar a los celestes, pero terminó imponiéndose la estructura más estable. No fue una final espectacular, pero sí una muestra de oficio. América manejó los tiempos como si los hubiera ensayado toda la vida y Cruz Azul, que había encontrado ritmo durante la fase final, se quedó sin margen en el momento en que la exigencia aumentó.
En el Apertura 2023, el mismo América se cruzó con Tigres en una final que resumió la última década del fútbol mexicano, dos potencias creando tensión desde su experiencia y su peso institucional. Fue una confrontación áspera, tensa, en la que el primer error podía decidirlo todo. América fue más certero y Tigres, pese a su capacidad para competir siempre, no encontró esa chispa que tantas veces lo salvó en finales previas.
Y antes de que América dominara este tramo de la historia reciente, el Clausura 2023 había dejado un capítulo distinto, Tigres había vencido a Guadalajara en una final que mezcló dramatismo y resistencia. Chivas llegó con un impulso sentimental fuerte, respaldado por un cierre de torneo que había reavivado ilusiones; Tigres, en cambio, se aferró a la experiencia y convirtió la serie en un duelo donde la paciencia terminó valiendo oro.
Cinco finales, cinco historias desiguales, pero todas con un hilo común, la liga mx vive entre la tradición y la renovación constante. América ha sido el protagonista dominante, sí, pero no en un territorio exclusivo; Toluca reapareció con fuerza, Tigres mantiene su lugar entre los gigantes modernos y Cruz Azul y Monterrey continúan orbitando entre la aspiración y la frustración.
Lo fascinante es que cada una de estas series dibuja una tendencia distinta. A veces gana el que mejor juega; otras, el que comete menos errores; y en más de una ocasión, el que simplemente logra sobrevivir a su propio caos. La Liga MX no premia únicamente la excelencia: premia la capacidad de adaptarse a un torneo donde cada semestre puede contar una historia completamente diferente.
Eso explica por qué sus finales, aunque repetidas entre ciertos protagonistas, nunca se sienten iguales. Cada una deja marcas nuevas, dudas nuevas y certezas que duran apenas unos meses. Y quizá ahí radica la esencia de este futbol, un territorio donde la estabilidad es un lujo, el dramatismo una obligación y el título, el botín que confirma que, al menos por un instante, todo salió bien en medio de un ecosistema que siempre está cambiando. Hoy Toluca puede volver a levantar el título o Tigres recuperar lo perdido hace unos torneos, pero sea cual sea el resultado, no queda duda que esta liga es un reflejo de lo extraño y competido que resulta nuestro casero futbol nacional.
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