abril 1, 2025

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#4 Tiempos

LA FATIGA | Columna de Juan Jesús Priego

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LETRAS minúsculas.

Cuando salí del consultorio –eran casi las dos- todavía retumbaban en mis oídos las palabras del médico:
-Lo que usted necesita es descanso. ¿Por qué no vive la vida con más sosiego, con un poco de tranquilidad? Créame: hay que aprender a decir que no.

Además, piense en esto y trate de no olvidarlo: las personas que hoy exigen de usted que haga esto, lo otro y lo de más allá, fatigándolo en exceso, ni siquiera irán a su funeral cuando usted caiga muerto: eso es casi seguro. Ellos estarán en su casa quitadísimos de la pena, en tanto que usted…, en tanto que usted ya no estará.

Que no irían a mis funerales esos señores, ya me lo sabía yo. Llegado el caso, dirían: «¡Oh, ni siquiera me enteré que había fallecido nuestro amigo el padre. ¡Ay, tan bueno que era el pobrecillo!». O bien: «¡Pero cómo! ¿En verdad ha
muerto? ¿Cómo, cuándo, dónde, por qué? ¡Ay, si no saliera mañana mismo a Querétaro a finiquitar un asunto pendiente, seguro que lo acompañaría aunque fuera un rato al velatorio! Mas ya ve usted: cuando tiene uno que conducir, no se debe desvelar»… Sí, eso dirán, o alguna otra cosa por el estilo. ¡Los muy canallas!

¿Así que esos dolores tan constantes de cabeza, de nuca, de sienes, no eran otra cosa que fatiga? ¡Y yo que ya pensaba lo peor! La palabra tumor varias veces había hecho su aparición en mi pensamiento. ¡Vaya, al menos la cosa no era tan grave, después de todo!

Pero, por otra parte, ¿cómo descansar? Reconozco que en mi casa nunca nadie se preocupó en enseñarme este arte tan necesario y al mismo tiempo tan difícil. Ahora comprendía que algo esencial había faltado a mi educación.
Tan pronto como llegué al lugar en el que vivo, me puse a buscar entre mis libros uno que pudiera decirme cómo había que hacerlo de la mejor manera.

¿Durmiendo?, ¿caminando a paso lento por un jardín?, ¿oyendo música de Bach o practicando ejercicios de relajación? En mi búsqueda apresurada no encontré más que un viejo libro escrito por el psicólogo francés Marcel Eck cuyo título era: Trabajo y fatiga mental. Lo tomé del estante, le quité el polvo que se le había pegado en los cantos –tan olvidado estaba el pobre- y me puse a leerlo. Al cabo de media hora de lectura ininterrumpida creí haber entendido algo:

«Uno se fatiga por exceso de trabajo –escribía el doctor Eck-, pero a veces se fatiga uno también por el trabajo que no hace y quisiera hacer, o bien por aquel que siendo necesario no se puede o no quiere hacerse… El hecho de no poder actuar puede ser más fatigante que obrar: ¿no hay una fatiga de la espera?

Sin negar el agotamiento debido a la fatiga de un trabajo continuado, es necesariotener en cuenta la fatiga debida a la inadaptación de una existencia a sus tendencias más profundas».

¡Existe la fatiga del trabajo, pero existe también la fatiga del que no trabaja en lo que quiere, la fatiga de la insatisfacción, y ésta es más abrumadora que la otra! En mi caso, creo poder decir que en aquella época mis frecuentes dolores de cabeza se debían a lo siguiente: durante meses y años había estado guardando en una pequeña libreta citas, pensamientos e ideas que me habría gustado utilizar en algunos escritos míos. Había incluso esbozado esquemas y ordenado los capítulos de los libros que querría escribir. Pero pasaban y pasaban los días sin que pudiera llevar a la práctica ni uno solo de mis proyectos. ¡Era todo tan decepcionante! En mi mente había muchos trabajos casi terminados, pero ¡ay! sólo en la mente, porque apenas me ponía a escribir una o dos líneas cuando ya estaba sonando el teléfono para recordarme que tenía tal compromiso y tal otro para esa misma tarde.

-Padre, recuerde que quedó en que nos veríamos a las una.

-Sí, lo recuerdo. ¡A la una nos vemos!

-Padre, ¿se acuerda de que me recibirá a las dos?

-Sí, a las dos.

-Padre, no se le olvide que la Misa de funeral será a las tres.

-Sí, a las tres.

Y yo me quería morir de pesadumbre. Pues, ¿cómo escribir en semejantes condiciones? Escribir requiere tiempo.

Muchos de mis amigos creen que soy capaz de terminar un capítulo en una sola sentada: en diez minutos, o acaso en
menos tiempo aún. ¡Dios mío, si ellos supieran!…

De manera que tenía en la mente diez o quince cosas por escribir y no tenía tiempo para hacer ninguna. A veces me sentía tan poseído por el tema que pensaba que sólo era necesario sentarme para que las palabras fluyeran y diesen forma a lo que me traía entre manos. Pero no tenía tiempo para sentarme, y el tema bailoteaba en mi cabeza por semanas enteras. Era entonces cuando empezaban mis dolores de cabeza, es decir, la fatiga. La fatiga no por lo que hacía, sino por lo que no alcanzaba a hacer y era importante para mí.

No, descansar no es –como a menudo se piensa- echarse a la cama y rascarse el ombligo: es hacer, como dice el doctor Eck, lo que nos ordenan nuestras tendencias más profundas, lo que nadie más que nosotros podría hacer, lo que simple y sencillamente no puede delegarse.

En una carta dirigida a su médico de cabecera (el famosísimo doctor René Biot), Jean Guitton (1901-1999) escribió lo siguiente poco antes de morir: «El cansancio no proviene de lo que se hace. Lo que se hace, si se hace a fondo, con
pasión y con toda el alma, no cansa nunca. Lo que cansa es el pensamiento de lo que no se hace». ¡Vaya descubrimiento! ¡Feliz novedad! Y todo esto pude descubrirlo gracias a mis recurrentes migrañas, que desaparecían como por arte de magia a la hora bendita de tomar la pluma. ¿Escribir es entonces terapéutico?

No sé para otros; para mí sí que lo es. Y, por tanto, debo hacerlo, cueste lo quecueste, sin pena de vivir con una cabeza sobre mis hombros tan dolorosa como una cruz.

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#4 Tiempos

El Don Juan Tenorio Potosino de 1627 | Columna de J.R. Martínez/Dr. Flash

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EL CRONOPIO

 

Antes de la publicación de las novelas el burlador de Sevilla de Tirso de Molina en 1630 y del célebre Don Juan Tenorio: drama religioso-fantástico en dos partes José de Zorrilla en 1844, en el entonces Pueblo de San Luis Minas del Potosí, a los treinta cinco años de fundado, hacía de las suyas un vecino de Cerro de San Pedro Potosí, Miguel de Becerril, quien sería acusado de allanamiento de morada y faltas a la moral pública en 1627.

Miguel de Becerril se enamoraría perdidamente de doña María del Castillo, quien estaba al servicio de Martín del Pozo, Teniente de Capitán General en las Fronteras Chichimecas y Alcalde Mayor, y de su esposa, la señora alcaldesa, donde vivía la sirvienta en las mismas Casas Reales del Pueblo de San Luis Minas del Potosí.

Su intenso amor abrió las venas poéticas de Miguel de Becerril y se convertiría en uno de los primeros poetas potosinos que plasmara sus sentimientos a través de las letras, así como en el género epistolar, al escribir un buen número de cartas a su amada, que ahora se conservan en el archivo de su causa criminal, archivados como pruebas de sus criminales acciones al colarse a la Casa Real en busca de su amada. Así viajaba del Cerro al pueblo para visitar a su amada María del Castillo colándose en las noches al aposento de la amada, entrando posiblemente por lo corrales.

No contento con la complicidad de la noche, tuvo la ocurrencia de violar las Casas Reales en plena luz del día, sin importar que fuera visto por la gente del pueblo. El camino de Cerro de San Pedro al pueblo de San Luis se le hacía pequeño en busca de doña María y aprovechaba los días de fiesta, cuando vacacionaba Becerril estando al acecho de la amada, tratando de encontrar el resquicio adecuado para colarse a la casa, y si no insistía por una de las ventanas que daban a los portales de la plaza pública, y ahí bajo el alféizar agotaba los coloquios infinitos hasta la once y media de la noche, “dando el mal ejemplo y qué decir a todos los vecinos que lo veían tan públicamente hablando con ella a deshoras de la noche y hasta el día, poniendo escándalo en la vía pública”, al decir del promotor Fiscal en la acusación. Era un enamorado goloso, incansable, impenitente.

Cuando le era difícil encontrarse con doña María, recurría a las cartas y le escribía versos, que serían a la larga el cuerpo del delito donde se le comprobó sus escandalosas conductas, que lo llevarían a prisión y al destierro, sentencia que le iba a ser impuesta.

Le escribía a su amada: “pienso asistir a México hasta que la flota parta a España a donde, si Dios no lo remedia, pienso embarcarme para España”.

Te pido que alivies mi enorme pena
si no quieres mirarme desterrado,
por mis desdichas, a la vega amena.

En Cerro de San Pedro, posiblemente fuera minero o quizá como comerciante. Eso sí, perito en artes amatorias, de cierta cultura lo que le permitió escribir de los primeros versos en San Luis, convirtiéndose en uno de los primeros poetas de estas tierras, antes de que fuera desterrado de ellas.

La Real Justicia firmado por Lorenzo Velásquez, Promotor Fiscal, lo acusó formalmente ante el propio Teniente de Capitán General y Alcalde Mayor, de allanamiento de morada, nada menos que la residencia oficial del poder, y por faltas a la moral pública, puesto que platicaba con su prometida a vista y escándalo del pueblo. Por lo cual, “a Vuestra merced suplico mande condenar a condene al dicho Miguel de Becerril en las más graves y establecidas penas en derecho para que le sea castigo y a los demás de ejemplo”.

Miguel fue a dar a la cárcel pública y cinco días después, el 17 de abril de 1628, se firmó la sentencia en que, “Mandaban y mandaron que, vía recta de la dicha prisión, salga desterrado de este Pueblo por tiempo de dos años que corran y se cuenten desde el día que se le notificare este auto, y no lo quebrante, pena que, demás de que será castigada por todo rigor, la cumplirá en las Islas Filipinas sin sueldo”. Atrás dejaba el Cerro de San Pedro y Doña María Castillo.

Sus artes amatorias y su vena poética, anteceden al Don Juan y bien podría ser inspiración de Tirso de Molina y José Zorrilla en esos temas que les dieron fama.

Solo a tu piedad le ruego quiera
dolerse de mí en término tan largo,
pues cuanto más inmediata fuera

en tránsito tan fuerte y tan amargo
socorro hallara entre enemigas gentes
y, habiendo ya quedado a tu cargo,

 siquiera porque estamos tan ausentes,
merezca algún favor que alivie el fuego,
que el alma arroja por los ojos fuentes.

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#4 Tiempos

MO-VI-LI-ZA-CIÓN | Apuntes de Jorge Saldaña

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APUNTES

 

Veremos de qué tan desabridas vienen las campañas para personas juzgadoras. Las federales ya comenzaron, solo una potosina, Alma Delia González, compite entre cientos de perfiles para alcanzar un lugar en la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

La magistrada, que no se esperaba hace unos meses estar involucrada en un proceso electivo, comenzó su campaña en TikTok y se ha dado a conocer con productos audiovisuales en sus redes sociales.

No hay mucho más que hacer, las reglas del juego así lo contemplan. Los aspirantes a cargos de magistrados y jueces, 74 en total en el estado, comenzarán hasta abril, sin embargo, desde ahora se avizora un escenario pardo, sin emoción ni expectativas aunque sea medianas.

Los cálculos más entusiastas indican que solo entre el 9 y el 14 por ciento de los ciudadanos tienen la intención de participar con su voto en la histórica, primera y extraordinaria elección de ministros, magistrados y jueces que se llevará a cabo el próximo primero de junio.

El bajo interés en el proceso es explicable: No hay un intercambio simbólico entre candidatos y votantes, no hay una promesa de valor que motive al ciudadano a votar en la renovación del Poder Judicial, un poder además que históricamente ha sido distante del ciudadano.

El gran riesgo que ese desinterés generalizado plantea es que grupos, con buenas o malas intenciones, se metan en la movilización pagada el día de la elección.

Con un calculo simple, hay que tomar en cuenta que con mucho menos de 2 mil votos– y eso si es que se llega a una participación de 100 mil potosinos- se pueden ganar los cargos.

De las campañas de los interesados se espera muy poco, todos intentarán colocar su número y color de boleta en la cabeza de la gente, sin embargo no están contemplando que muy difícilmente podremos recordar 74 combinaciones. Ni las del Melate son tan difíciles.

¿Los candidatos qué nos pueden ofrecer? Solo su trayectoria e imparcialidad, de ahí en fuera sus mensajes tenderán a lo emocional y a la confianza que puedan generar de manera orgánica en sus redes. En resumen todos nos dirán las mismas tres cosas: que son buenas personas, que son capaces y que son incorruptibles.

Lamentablemente este mismo punto se podrá poner en duda desde el momento en que algunos se presten al juego de la movilización el día electoral, pues estarían vendiendo su llegada al cargo a cambio de favores.

Ojalá que no se preste ninguno, sean los menos y los que lo hagan pierdan. (Permítame algo de idealismo aunque sea).

Al respecto de la elección, a través de la Secretaría General de Gobierno se hizo un llamado a los organismos electorales, y secretarías de estado involucradas en la seguridad, derechos humanos y Fiscalía para que se unan en la revisión de protocolos en búsqueda de mantener la paz y la gobernabilidad durante las campañas federales, que ya iniciaron, como las estatales que comenzarán los últimos días de abril.

Se busca un proceso “justo y ordenado” y que bueno que haya esas intenciones, no obstante eso de “justo” irónicamente está en veremos porque lo mismo que partidos políticos, gobiernos, instituciones, sindicatos, grupos magisteriales, gremios y hasta el crimen organizado -hay que decirlo- podrían de manera “ordenada” (literalmente por una orden) enviar o comprar con relativa facilidad a cientos de personas con la intención de hacer ganar a candidatos

que estarán comprometidos con sus impulsores para hacerles favores durante años (por lo menos 5 y por lo más 9) a los patrocinadores de la movilización.

¿Cómo evitar el asunto de la movilización interesada y peligrosa? La pregunta es para las autoridades y no solo las electorales, que además gastarán una millonada de recursos en la organización de la elección y muy poco en explicar, conmover y convencer al ciudadano común para que vaya a votar libremente.

Por cierto que no juegan a favor los simulacros que se han hecho respecto a los tiempos que se tomará cada ciudadano para emitir su voto, que se calculan desde la entrada de la casilla, identificación, entrega de boletas, votación, inserción de cada boleta en las urnas y retiro, entre 15 y 20 minutos por persona.

Imagine Usted, Culto Público, que cuando llegue usted a la casilla el primero de junio, estén 10 personas formadas antes que usted, el tiempo que le tomará para que sea su turno será de más de 2 horas.

¿Habrá alguien dispuesto a perder tanto tiempo de su domingo por pura buena voluntad y civismo? Esa buena voluntad será directamente proporcional a la cantidad de votantes.

 

BEMOLES

MORALES

En el parque de Morales hay mas grilla que pasto y las indirectas entre el gobernador y el alcalde están a la orden del día.

En el primer acto, el gobierno del estado anunció la rehabilitación de este sitio desde mayo del año pasado (en plenas elecciones) y entró a intervenirlo sin contar con los permisos que el proyecto requería, por lo tanto, hubo quien encontró en esta omisión motivo para ampararse y detener la obra.

En el segundo acto, el gobierno municipal detuvo el mantenimiento del parque, quizás pensaron algo como que “al fin y al cabo lo estaría llevando el palacio de enfrente”.

En el tercer acto pasó más de un año y ni el gobierno estatal pudo hacer realidad la rehabilitación ni el municipal dio mantenimiento sostenido al sitio.

Ayer Ricardo Gallardo afirmó que Morales cada vez está “más jodido” y es cierto, por su parte el municipio ya por lo menos lo está regando y anunció la inversión en una planta tratadora.

¿Cómo se llamó la obra? Se llamó “Todavía no hay obra”.

Si continúan los celos y pleitos entre palacios, se caerán todos los arboles Moralescos y lo único verde que veremos serán los moños en los puestos de los elotes.

Hasta la próxima

Jorge Saldaña

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#4 Tiempos

La lista de invitados | Columna de Arturo Mena “Nefrox”

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TESTEANDO

Estamos a pocos meses del Mundial 2026, y con ello, la lista de países invitados se va llenando poco a poco. Hoy ya conocemos a algunos de los visitantes a Norteamérica el próximo año, y otros que están cerca de firmar su presencia. Revisemos dónde estamos en este momento.

1. Estados Unidos (Anfitrión)

Como uno de los países organizadores, Estados Unidos clasificó automáticamente. Con 11 participaciones en Mundiales, su mejor resultado fue el tercer lugar en 1930. En 2026, buscarán aprovechar la ventaja de jugar en casa para superar sus marcas históricas y llegar lejos en el torneo.

2. México (Anfitrión)

México también clasificó por ser anfitrión. Con 17 participaciones, su mejor desempeño fue llegar a cuartos de final en 1970 y 1986, ambas veces como organizador. En 2026, intentarán romper su famosa “maldición del quinto partido” y avanzar a semifinales por primera vez.

3. Canadá (Anfitrión)

Canadá completó el trío de anfitriones. Con solo dos participaciones previas (1986 y 2022), este será un gran momento para consolidarse como una selección competitiva. Jugando en casa, buscarán dejar huella y ganarse el respeto del mundo del fútbol.

4. Japón

Japón fue el primero en clasificar a través de las eliminatorias asiáticas. Con 7 participaciones en Mundiales, siempre ha llegado hasta octavos de final (2002, 2010, 2018 y 2022). En 2026, su objetivo será superar ese récord y avanzar a cuartos.

5. Nueva Zelanda

Nueva Zelanda aseguró su lugar al ganar las eliminatorias oceánicas. Con solo dos participaciones previas (1982 y 2010), el equipo buscará aprovechar esta oportunidad para ganar experiencia y competir con equipos de mayor nivel.

6. Irán

Irán también clasificó a través de las eliminatorias asiáticas. Aunque ha participado en 6 Mundiales, nunca ha superado la fase de grupos. En 2026, intentarán dar el s alto y avanzar a octavos de final por primera vez.

7. Argentina

Argentina, campeona del mundo en 2022, aseguró su lugar al dominar las eliminatorias sudamericanas. Con tres títulos mundiales (1978, 1986 y 2022), llegan como uno de los grandes favoritos para defender su corona y seguir escribiendo historia.

Por otro lado, tenemos un pequeño grupo de equipos que están cerca y, aunque aún no han asegurado su clasificación, están a un paso de lograrlo. Entre ellos destacan Brasil, Francia, España y Alemania, todas con un historial impresionante en Mundiales y grandes candidatas a brillar en 2026. Mención aparte el caso de Ecuador, que con buen paso en la eliminatoria, hace creer a los suyos.

Por otro lado, existe la clasificación por repechaje, en donde ahora mismo se encuentra Nueva Caledonia, quienes perdieron la final de Oceanía contra Nueva Zelanda (3-0). Aunque no obtuvieron su lugar directo, aún pueden hacerlo ganando su repechaje. La selección de Nueva Caledonia se ubica en el lugar 152 de la FIFA, por lo que es muy probable que tenga que jugar dos partidos en caso de lograr su boleto al Mundial.

Este será un Mundial único, no solo por su expansión a 48 equipos, sino también por su organización trinacional. La fase de grupos contará con 12 grupos de 4 equipos, y los dos primeros de cada grupo avanzarán, junto con los 8 mejores terceros.

El Mundial parece convertirse ahora sí en una fiesta global. Ojalá esto traiga nuevas selecciones y mayor diversidad. Al momento no hay debuts a la vista, pero falta mucho por escribirse, y es muy probable que, por lo menos entre Concacaf y Conmebol, veamos un nuevo invitado a las copas del mundo.

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