El programa de regularización del Ayuntamiento de SLP ha identificado comercios que desconocían de este trámite o que en el pasado no se les instruyó a su regulación
Por: Redacción
El Ayuntamiento de San Luis Potosí ha dado a conocer que en los últimos cuatro meses se han efectuado clausuras a un estimado de 200 comercios. Esto como parte de un programa de regularización a cargo de la dirección de Comercio de la capital potosina.
Una de las mayores problemáticas detectadas por la autoridad municipal es la falta de licencia de funcionamiento, documento entregado por la dirección de Comercio capitalino y una falta en la que han incurrido establecimientos de todo tipo; desde misceláneas hasta restaurantes y tiendas de prestigio.
Angel de la Vega, titular de la Dirección de Comercio de la capital, mencionó que durante las inspecciones se ha detectado un rezago por administraciones anteriores que no regularon la actividad comercial en la ciudad. Particularmente en la obtención de su licencia de funcionamiento.
“Existía un rezago porque el ayuntamiento tenía algunas trabas al interior que estaban obstaculizando las cosas y cuando su servidor llega a comercio analizamos la situación”, señaló, al mencionar que se han implementado acuerdos para otorgar en ‘fast track’ el refrendo de su licencia, si acreditan los dictámenes de años anteriores.
Los propietarios de negocios, agregó el director de Comercio municipal, también argumentan una falta de conocimiento sobre este trámite. Situación reconocida por la autoridad comercial, pero que, pese a ello, no exime a los negocios de la sanción que corresponda según la falta.
Agregó que obtener la licencia de funcionamiento no es un trámite complejo, y puede efectuarlo cualquier persona interesada en realizar labores comerciales ante esta dependencia municipal.
Enrique Galindo Ceballos, alcalde de la capital potosina, explicó que una licencia de funcionamiento permite un ordenamiento de la actividad comercial en toda la ciudad, pues le permite una planeación de los giros comerciales y salvaguardar la integridad de la población a su alrededor.
“El gobierno tiene que regular qué se pone y dónde se pone: los crematorios, por ejemplo, deben estar en otro lado y las funerarias en otro. Todo el uso de suelo tiene que administrarlo y está en el plan de desarrollo de la ciudad de dónde se pone cada negocio para efecto de orden y cuidado”, mencionó.
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