noviembre 19, 2025

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Valentina Moretti, la artista potosina que llevó su música al espacio

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La compositora habló sobre su colaboración con el productor de The Strokes, su participación con Fox para el Superbowl y el duro inicio de sus canciones: «Mi carrera nació por una necesidad de sobrevivir, más que por amor al arte. Fue la necesidad de seguir con vida»

Por: Ana G Silva

Valentina Moretti es una joven cantante potosina, compositora, multi instrumentista y productora musical, quien es pionera en la creación musical con inteligencia artificial en América Latina y la primera artista femenina en enviar su música a la Luna con la ayuda de la NASA y el Instituto SETI. La Orquesta conversó con la artista para conocer más de su carrera, sus proyectos y sobre la participación que tendrá este domingo en la transmisión del Super Bowl.

La artista compuso e interpretó la canción oficial del 25 aniversario de FOX Deportes, una de las cadenas de televisión más importantes del mundo, llamada “Muévelo”, la cual forma parte de la campaña oficial para el Super Bowl LVII y la llevará a tener una presentación durante la transmisión del evento junto a Banda MS, este domingo 12 de febrero.

Valentina contó que su carrera musical arrancó de manera profesional hace 4 años, cuando lanzó su canción Roller Derby Girls, gracias a Emilio Acevedo, productor de María Daniela y Sonido Lasser, integrante Titán y productor de uno de los discos de Moderatto. Sin embargo, la historia de su música comenzó cuando solo tenía 13 años y la echaron de su casa por ser una mujer trans.

La artista se mudó sola a Estados Unidos, donde fue apoyada por una familia hondureña para terminar la secundaria; sufrió una fuerte depresión, pues no tenía amigos ni familia, lo que la llevó a pensar que ya no tenía ganas de vivir, no obstante, conoció a una maestra de piano y fue gracias a sus clases que pudo sentirse en paz y protegida, además de aprender a cantar, tocar el piano y la batería.

La potosina regresó a México para intentar reconciliarse con su familia, pero no encontró una respuesta positiva, vivió unos años en Ciudad de México y fue cuando conoció a Emilio Acevedo, con quien ha trabajado desde entonces. A lo largo de los años ha colaborado con Alex Midi de Moenia, Fernando Burgos, Ulises Lozano de Kinky, “ellos le hicieron remixes a una de mis canciones que se llama Neon Lover, y es increíble colaborar con artistas tan importante y posicionados, de hecho acabo de hace un remix con Moenia para su nueva canción que se llama Fotonovela, que saldrá en los próximos días, y así es como nació mi carrera: por una necesidad de sobrevivir, más que por un hobbie o capricho o por amor al arte. Fue la necesidad de seguir con vida”. 

Al cuestionar a la compositora que cómo define su estilo, respondió que nunca ha elegido uno, sino que es el resultado de la inspiración e influencia de aquellos que le llegan al corazón, como: Caswell, Jean Michel Jarre, Gary Numan, Pet Shop Boys, entre otros.

“Muchas veces las personas se confunden, porque la música electrónica vive una realidad distorsionada, todos creen que es de djs, pero también es G’pop, el ambient, y géneros que no tienen nada que ver con djs

como Michael Jackson que usaba música electrónica, porque canciones como Billie Jean que se hizo en una caja de ritmos. Es curioso que no se comprendan todo lo que abarca la música electrónica, que existe desde los 70, mucho antes de que los djs se hicieran famosos”.

Valentina Moretti contó que durante su estancia en Ciudad de México fue contactada por Felipe Pérez Santiago, compositor de orquesta integrante del instituto SETI, para participar en el proyecto colaborativo MX-TX, el cual se dedica a hacer contacto cultural entre México y Texas, que estaba trabajando en una base de datos de sonido de dominio público para que los interesados pudieran crear composiciones musicales. Moretti realizó la pieza desde cero, y al final quedaron encantados con su trabajo, el cual fue enviado a la Luna, gracias a la NASA que subsidió el proyecto.

La cantante apuntó que, en cuestiones personales, la música le regresó el amor por la vida y por las personas, además de permitirse conocerse a sí misma; pero profesionalmente, le ha dado grandes cosas como tener su propio anuncio billboard en Times Square en Nueva York, patrocinado por Spotify; además de trabajar participado con Gordon Raphael, productor de The Strokes, con quien están pendientes de publicarse dos canciones:

“Creo que los dos somos igual de raros, en el buen sentido. Hicimos clic, espero que estas salgan en este año, porque estoy muy feliz de participar con él. Es el productor de los discos de The Strokes y está en el salón de la fama y espero estar ahí, pero hay que tener los pies en la tierra, siempre habrá alguien mejor que tú, siempre se debe ser humilde, yo empecé desde cero, no tenía contactos, por ello siempre trato de recordar que vengo desde la calle, me gusta acordarme de quién soy y celebrar lo que voy logrando”.

Sobre lo que sigue en su carrera, Moretti declaró que no sabe qué pueda pasar y “esa es la magia de la música”, por ahora estrenará su canción Just Leave The Past Behind, una pieza única en latinoamérica, pues la hizo en colaboración con su nuevo proyecto Genis, con la que se utilizó inteligencia artificial:

“Fue creada desde cero, no recopilado, no queremos que esta inteligencia lo haga por nosotros, sino usarla como una herramienta más, porque estamos en una era de oscurantismo artísticos, cultural o de conocimiento, cada vez somos más consumidores y menos pensadores, ya no existe una verdadera conexión con el arte, solo se enfoca en las ventas”.

Valentina formará parte del EDC 2023 en Ciudad de México y el 25 de marzo regresará a San Luis Potosí para presentarse, aunque el foro aún no se ha definido.

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La IA, periodismo, y la coartada perfecta. Apuntes de Jorge Saldaña.

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riesgos de legislar sobre IA

““Vivimos bajo tormentas de datos que no construyen verdad sino ruido”. La información, desanclada de la confianza, se vuelve atmósfera. Y en atmósfera turbia, cualquiera puede gritar “fuego” y llamar a los bomberos, o “deepfake” y zafarse de la comisión de un delito”

Por: Jorge Saldaña

Hay épocas en las que la tecnología acelera más rápido que la ley en una carrera en pista sinuosa, de esas con curvas tan cerradas que hasta el volante tiembla.

Estamos ahí. La inteligencia artificial (IA) ya es capaz de imitar una voz al grado de confundir a tu mamá, de injertar un rostro en un cuerpo ajeno con precisión perfecta, de producir un “comunicado oficial” con sellos y sintaxis idénticos a los originales. Que peligroso.

No obstante, lo que de veras me quita el sueño (y eso que soy dormilón) no es solo lo que la IA puede fabricar, sino lo que su misma sombra puede desmentir, es decir, que lo verdadero sea tirado a la basura señalándolo a la ligera como “irreal”.

Dicho en pocas palabras: sí temo a la mentira hecha con IA, pero temo más que la IA se vuelva la coartada perfecta para negar la verdad. ¿Me explico?

Pienso en un audio que exhibe una extorsión, en una foto que capta a un político con un criminal, en un contrato auténtico que documenta un desvío.

Con la reforma aprobada en San Luis Potosí (con tan solo 10 días de análisis) que tipifica el “uso indebido” de IA para provocar alarma, alterar la paz social, o dañar la imagen de un tercero, creo que nos pone a todos, pero aún más a los que nos dedicamos al periodismo, en un altísimo riesgo de que la primera reacción del involucrado no sea la responder al fondo, sino señalar al mensajero: “Eso lo creó la IA”, y entonces deberá ser el reportero, y no el delincuente exhibido, el que deberá de demostrar que su evidencia no es sintética o artificial, o se va al bote.

Invertimos la carga de la prueba: del hecho al emisor; del culpable al periodista.

No exagero: Artículo 19 ya advirtió lagunas de precisión en conceptos como “alarma pública” o “paz social” (que son ambiguos y propensos a la interpretación) y un riesgo de discrecionalidad que podría alcanzar desde la crítica política hasta la edición creativa.

Es cierto, la iniciativa del diputado Héctor Serrano, incorpora exclusiones para fines periodísticos, académicos, artísticos y de parodia “siempre que no exista dolo y se indique expresamente ese carácter”. Bien intencionado, sí. ¿Suficiente? No, porque el campo de juego queda resbaladizo y no hay árbitro judicial ni peritos especialistas en el tema.

Las modificaciones al código penal producto de la iniciativa de regulación a la IA, no define con precisión cómo demostrar el dolo, qué es alarma y, sobre todo, quién y cómo lo acredita.

Byung-Chul Han lo dijo en su libro Infocracia, (que me gusta mucho citar): “vivimos bajo tormentas de datos que no construyen verdad sino ruido”. La información, desanclada de la confianza, se vuelve atmósfera. Y en atmósfera turbia, cualquiera puede gritar “fuego” y llamar a los bomberos, o “deepfake” y zafarse de la comisión de un delito.

Nuestro tiempo es el de la sospecha permanente, la duda como política de Estado.

El tema me recuerda a Orson Welles que lo anticipó en 1938 con La guerra de los mundos: una ficción radial que, contada como boletín, desató pánico.

Hoy no necesitamos actores; bastan modelos generativos, un par de clics y un algoritmo de difusión.

Imaginen —no es ciencia ficción— un boletín “verosímil” de la Sedena ordenando toque de queda; una “conferencia” de la Presidenta aceptando una invasión o un “video” de un presunto homicida de un estudiante de estomatología confesando un delito…(saben a lo que me refiero).

¿Qué tal que el homicida alega que el video que se filtró fue hecho con Inteligencia Artificial? ¿Se va a perseguir al medio que lo difundió? En una de esas, hasta el homicida sale libre…¿Ya me entiende, Culto Público a lo que me refiero, me preocupa, y me da comezón?

La IA escribe el guion; las redes, el miedo.

Ahora bien: San Luis Potosí ya legisló. ¿Hacía falta? Sí. Pero…¿Así? ¿Tenemos la suficiente fortaleza académica, experiencia profesional y capacidades para fundamentar una legislación sobre esta materia que nos va ganando la carrera? ¿No será esto un acelerón en plena curva?

El que esto escribe, aprendiz de reportero, alcanza a ver al menos tres riesgos que no podemos ignorar:

1) La coartada perfecta del poderoso.

Frente a una investigación sólida, la respuesta fácil será: “es IA”. Si la norma deja ambigüedades, el periodista puede terminar litigando su autenticidad en vez de publicar, y esto puede generar un efecto inhibidor, una autocensura preventiva por miedo a ser acusado de crear “realidades sintéticas”.

2) La puerta trasera de la censura.

Cuando “alarma social” o “paz pública” no tienen parámetros verificables, cualquier pieza incómoda puede ser encuadrada como “desestabilizadora”. Hoy se promete que no; mañana basta un fiscal con prisas o un juez con miedo o a modo.

3) La prueba imposible.

En la práctica forense, demostrar que algo no fue generado por IA requiere peritajes especializados, sellos de procedencia, cadenas de custodia digitales. No los tenemos para temas como la IA ¿Quién los hará? ¿Con qué estándares? ¿Con qué independencia? Si no definimos eso, la balanza se inclina contra el informador.

Ante ello, creo que necesitamos definiciones más concretas, cerradas y taxativas, lo mismo que una “mente culpable” o como dicen los abogados una Mens rea probada, exigir dolo específico: intención de provocar alarma…me-di-ble y no de “sensación” de la misma.

Además, si alguien alega que una pieza es sintética o fabricada, que lo acredite con peritajes de laboratorios independientes (no “peritos de parte” -que además no hay en SLP- a modo).

Los periodistas también tenemos que tener garantías reales y no meramente declarativas.

Efectivamente hay una exclusión en la iniciativa aprobada para el ejercicio del periodismo, arte, academia y sátira, sin embargo, ¿quién garantiza que opere en los hechos, cuando alguien -como dije arriba- nada más porque sienta calor le llame a los bomberos…?

No se trata de negar el dilema —que es brutal y de múltiples aristas—, sino de evitar que la cura mate al paciente. Porque, paradójicamente, la IA que nos amenaza con fabricar mundos, también puede servir para validarlos.

A ver, para Usted mi Culto Público, le comparto dos escenarios de pesadilla y uno de esperanza:

Un “Falso con consecuencias reales”: Un “comunicado” apócrifo de Protección Civil que ordene evacuar colonias. Pánico, saqueos, accidentes. Nadie herido por la IA; todos por la estampida.

Un “Verdadero desmentido como falso”: Un video auténtico que documenta un abuso policial. Los responsables gritan “deepfake”, “IA”, un juez timorato concede medidas cautelares, y el reportero enfrenta proceso. La evidencia muere antes que el delito.

Uno de esperanza: que la norma haga lo que promete: perseguir mentiras sintéticas dañinas, proteger a víctimas (como las 400 estudiantes de Zacatecas) y blindar la crítica. Se puede, si se afina y lo hacemos de forma acompañada y profesional. No a la ligera.

La delgada línea entre vigilar y castigar —permítanme el guiño— no debería cruzarse hacia castigar al que vigila. La prensa, con sus errores y excesos que a veces tenemos (no me subo al púlpito ni tiro la primera piedra), sigue siendo el semáforo en una avenida oscura: si se apaga “por seguridad”, lo que viene no es orden, sino una carambola con trágicas consecuencias.

Cierro con una imagen. La IA es el Orson Welles de nuestros tiempos: puede narrar invasiones que no existen y desmentir revoluciones que sí ocurrieron. La diferencia será si, en San Luis, ponemos reglas claras, peritos que sepan, y un principio simple grabado en piedra: a la verdad no se le pone grillete; a la mentira, sí.

Insisto, si lo hacemos bien, con profesionalismo y sin miedo, quizá esta vez la radio hablando de marcianos no provoque pánico, sino lucidez.

Mañana será el diputado de Morena Carlos Arreola (qué casualidad) el que anuncie el desarrollo inmediato de foros con ciudadanos, académicos, especialistas, periodistas, abogados y otros grupos para discutir, plantear y afinar la iniciativa aprobada. Aunque lo convoque Arreola, ni modo, me apunto.

Nota: Esta columna no fue redactada con IA, sino con MIR (Mi Ignorancia Regular).

Hasta la próxima.

Yo soy Jorge Saldaña.

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Estado anticipa monto para la UASLP en 2026: Gallardo

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El monto, que se incluirá en la Ley de Egresos, será equivalente al de este año mientras se define el convenio universitario

Por: Redacción

El gobernador Ricardo Gallardo Cardona informó que la Secretaría de Finanzas del Estado ya tomó previsiones para garantizar el recurso que corresponderá a la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP) en 2026, y adelantó que dicha cantidad será integrada desde ahora en la Ley de Egresos que enviará al Congreso del Estado.

Gallardo explicó que, aunque el convenio anual entre la UASLP y el Gobierno del Estado se firma hasta enero, esta vez se decidió anticipar el monto estimado para evitar desfases como los ocurridos este año, cuando los tiempos entre la firma del convenio y la aprobación del presupuesto no coincidieron y generaron presiones financieras para la institución.

El mandatario señaló que Finanzas partirá del mismo monto asignado este año

—refiriéndose a los recursos que se destinan al inicio del ejercicio— mientras la universidad y la Federación definen la cifra exacta en su próximo convenio. Con esto, precisó, los legisladores tendrán que ajustar el presupuesto para asegurar que la cantidad prevista quede protegida en la Ley de Egresos 2025, que corresponde al ejercicio fiscal del próximo año.

Gallardo afirmó que el objetivo de esta previsión es que la UASLP arranque 2026 sin complicaciones, sin necesidad de solicitar recursos prestados durante los primeros meses del año, como ha sucedido históricamente debido a la demora en la llegada del recurso federal y estatal.

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FGESLP requiere 5 mdp para echar a andar Fiscalía de Búsqueda

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María Manuela García dijo que el monto servirá para contratar personal y fortalecer prospecciones

Por: Redacción

Tras entregar su informe anual de labores ante la Comisión Primera de Justicia del Congreso del Estado, la fiscal María Manuela García Cázares reconoció que la Fiscalía General del Estado de San Luis Potosí enfrenta “muchos retos”, entre ellos el más urgente: transformar la actual Unidad de Desaparecidos en una Fiscalía Especializada, como lo exige la Ley General.

La fiscal destacó que todas las áreas han estado enfocadas en judicializar carpetas y atender los casos más sensibles denunciados por la ciudadanía, aunque admitió que el avance aún es insuficiente frente a la demanda existente.

En materia financiera, García Cázares confirmó que la institución solicitará una ampliación presupuestal para 2025, derivada precisamente de los costos que implica la creación de la nueva Fiscalía de Desaparecidos: más personal, más material, más prospecciones y mayor capacidad operativa.

La ampliación solicitada asciende a 5 millones de pesos como mínimo.

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