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#Legalización | ¿Qué pasaría si se despenaliza la marihuana en SLP?
Esto opinan activistas, antropólogos, comerciantes y la iglesia: “A las personas ya no les da pena comprar o preguntar por algunos insumos para fumar”.
Por: Itzel Márquez
El jueves, con 82 votos a favor, 18 en contra y siete abstenciones el Senado aprobó en lo general la despenalización de la marihuana para fines recreativos, científicos, médicos e industriales. Ahora, esta modificación a la ley será turnada a la Cámara de Diputados para su revisión y posible aprobación. La propuesta incluye también la implementación del Instituto Mexicano para la Regulación y Control del Cannabis como parte de la Secretaría de Salud y cinco licencias para controlar el cultivo, transformación, venta, investigación y exportación de dicha planta. Aunque aún parece faltar un trecho importante para que en San Luis Potosí vivamos este cambio de paradigma, primero en la discusión legislativa y luego en las calles, nos anticipamos para conocer cómo avizoran ese momento antropólogos, legisladores, activistas y hasta comerciantes.
Las manifestaciones en territorio potosino para apoyar la despenalización del consumo de esta yerba aún son incipientes, no obstante, ya vemos sus primeras manifestaciones, pues por ejemplo, el pasado miércoles, un grupo de 60 jóvenes de entre 20 y 30 años se reunieron en la Caja del Agua para mostrar su apoyo al avance de la marihuana: fumaron en la plaza pública con pancartas en las que se veían consignas como: “Posesión libre”, “Trato Digno” y “Cultiva Libre”.
LOS BENEFICIOS ECONÓMICOS
Aunque en buena medida casi toda la comercialización de la marihuana aún es ilegal, existen diversos negocios que giran en torno a su consumo. Pamela Alemán es dueña de una tienda especializada en artículos para fumar marihuana y tabaco (smoke shop) de nombre Pink & Verde. Ella señaló que la legalización quitaría el tabú y el riesgo que supone para los consumidores el que marihuana siga siendo prohibida:
“Yo lo veo muy bien (la despenalización), porque para mí es un negocio, yo vendo los insumos y todos los días me preguntan si tengo derivados de marihuana, pero por legalidad no puedo brindar la información. Si se aprueba el dictamen, me abriría el panorama para crecer como empresa y no solo vender pipas, también poder tener un dispensario”.
Alemán mencionó que de un año a la fecha se ha incrementado el público que acude a Pink & Verde, desde jóvenes hasta adultos y destaca que “a las personas ya no les da pena comprar o preguntar”.
LA SOCIEDAD Y LA MARIHUANA
León García Lam, doctor en antropología por el Colegio de San Luis y colaborador de este medio, dijo que a pesar de que parece algo positivo en la legislatura, tal vez no es el mejor momento para regular el consumo de marihuana, esto debido al ambiente que se vive en el país: aumento de inseguridad y pandemia, pues esto podría polarizar las opiniones sobre el consumo de marihuana.
“No se estudió bien la complejidad del caso, es un paso necesario y correcto, pero fue el peor momento, primero se debieron controlar las condiciones de violencia y los cárteles de la droga, ya que es una lucha que parece interminable. Además, es necesario tratar los usos de la marihuana de distinta forma según su rubro: medicinal, recreativo y ritual”.
Agregó que probablemente México se convertiría en el mercado más grande del planeta por su ubicación geográfica, los ecosistemas propicios para el cultivo de la planta y el gran consumo oculto.
García Lam apuntó que parece que los consumidores de cristal empiezan con marihuana, a lo que, afirma, habría que sumar las dificultades que ha tenido México para controlar el mercado del alcohol, por lo que la llegada de la marihuana al mercado establecido sumaría un problema más al país:
“Nunca hay que tomar decisiones en tiempos de tormenta y ahora no estamos en momentos calmados, lamentaría que fuera una cortina de humo para desviar la atención, como si los legisladores no tuvieran suficientes temas en la agenda; lo más razonable es que se quiera solucionar el problema de la violencia, pero retirarle a los cárteles el tráfico de mota no parece la mejor opción, pues su negocio está en las drogas sintéticas”.
LA IGLESIA Y LA LEGALIZACIÓN
En un entorno como el potosino, donde la iglesia católica conserva algo de peso sobre las decisiones de la vida pública, Juan Jesús Priego, vocero del Arzobispado, dijo que esta institución está en contra de la despenalización y argumentó que hay “cosas más importantes que legislar”:
“No queremos que nuestros jóvenes se embarquen en esto, permitir la marihuana va a significar acercarse a ella, cuando estaba prohibida no lo hacían por miedo o riesgo; es una pena que en vez de ofrecer seguridad a los jóvenes, las autoridades ofrezcan marihuana a la sociedad, de por sí los jóvenes están secuestrados por las pantallas y ahora se va a permitir el uso lúdico de la marihuana,” agregó.
Priego también mencionó la iglesia tiene el temor de que las próximas generaciones jóvenes se vean “más propensas al consumo y esto significa que habrá en México una juventud adormilada, aletargada. Debe tomar en cuenta la opinión de los padres de jóvenes que están enganchados en las drogas, porque esto es darles permiso de hacer lo que sus padres no los dejan. No va a cambiar gran cosa respecto a la violencia, no es el camino; nos dicen que legalizando se va a terminar la inseguridad y el tráfico, pero la marihuana solo es el paso a otro tipo de drogas más duras”.
Con el paso que dio la marihuana en el Senado, se abrió la discusión no legislativa, sino pública y mediática, por lo que es probable que en los próximos meses veamos programas, mesas de debate y foros al respecto, incluso cabe la posibilidad que la despenalización se convierta en la plataforma de campaña de algunos candidatos durante las campañas 2021.
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#4 Tiempos
La IA, periodismo, y la coartada perfecta | Apuntes de Jorge Saldaña
““Vivimos bajo tormentas de datos que no construyen verdad sino ruido”. La información, desanclada de la confianza, se vuelve atmósfera. Y en atmósfera turbia, cualquiera puede gritar “fuego” y llamar a los bomberos, o “deepfake” y zafarse de la comisión de un delito”
Por: Jorge Saldaña
Hay épocas en las que la tecnología acelera más rápido que la ley en una carrera en pista sinuosa, de esas con curvas tan cerradas que hasta el volante tiembla.
Estamos ahí. La inteligencia artificial (IA) ya es capaz de imitar una voz al grado de confundir a tu mamá, de injertar un rostro en un cuerpo ajeno con precisión perfecta, de producir un “comunicado oficial” con sellos y sintaxis idénticos a los originales. Qué peligroso.
No obstante, lo que de veras me quita el sueño (y eso que soy dormilón) no es solo lo que la IA puede fabricar, sino lo que su misma sombra puede desmentir, es decir, que lo verdadero sea tirado a la basura señalándolo a la ligera como “irreal”.
Dicho en pocas palabras: sí temo a la mentira hecha con IA, pero temo más que la IA se vuelva la coartada perfecta para negar la verdad. ¿Me explico?
Pienso en un audio que exhibe una extorsión, en una foto que capta a un político con un criminal, en un contrato auténtico que documenta un desvío.
Con la reforma aprobada en San Luis Potosí (con tan solo 10 días de análisis) que tipifica el “uso indebido” de IA para provocar alarma, alterar la paz social, o dañar la imagen de un tercero, creo que nos pone a todos, pero aún más a los que nos dedicamos al periodismo, en un altísimo riesgo de que la primera reacción del involucrado no sea la responder al fondo, sino señalar al mensajero: “Eso lo creó la IA”, y entonces deberá ser el reportero, y no el delincuente exhibido, el que deberá de demostrar que su evidencia no es sintética o artificial, o se va al bote.
Invertimos la carga de la prueba: del hecho al emisor; del culpable al periodista.
No exagero: Artículo 19 ya advirtió lagunas de precisión en conceptos como “alarma pública” o “paz social” (que son ambiguos y propensos a la interpretación) y un riesgo de discrecionalidad que podría alcanzar desde la crítica política hasta la edición creativa.
Es cierto, la iniciativa del diputado Héctor Serrano, incorpora exclusiones para fines periodísticos, académicos, artísticos y de parodia “siempre que no exista dolo y se indique expresamente ese carácter”. Bien intencionado, sí. ¿Suficiente? No, porque el campo de juego queda resbaladizo y no hay árbitro judicial ni peritos especialistas en el tema.
Las modificaciones al Código Penal producto de la iniciativa de regulación a la IA, no define con precisión cómo demostrar el dolo, qué es alarma y, sobre todo, quién y cómo lo acredita.
Byung-Chul Han lo dijo en su libro Infocracia, (que me gusta mucho citar): “vivimos bajo tormentas de datos que no construyen verdad sino ruido”. La información, desanclada de la confianza, se vuelve atmósfera. Y en atmósfera turbia, cualquiera puede gritar “fuego” y llamar a los bomberos, o “deepfake” y zafarse de la comisión de un delito.
Nuestro tiempo es el de la sospecha permanente, la duda como política de Estado.
El tema me recuerda a Orson Welles que lo anticipó en 1938 con La guerra de los mundos: una ficción radial que, contada como boletín, desató pánico.
Hoy no necesitamos actores; bastan modelos generativos, un par de clics y un algoritmo de difusión.
Imaginen —no es ciencia ficción— un boletín “verosímil” de la Sedena ordenando toque de queda; una “conferencia” de la presidenta aceptando una invasión o un “video” de un presunto homicida de un estudiante de Estomatología confesando un delito… (saben a lo que me refiero).
¿Qué tal que el homicida alega que el video que se filtró fue hecho con Inteligencia Artificial? ¿Se va a perseguir al medio que lo difundió? En una de esas, hasta el homicida sale libre…¿Ya me entiende, Culto Público a lo que me refiero, me preocupa, y me da comezón?
La IA escribe el guion; las redes, el miedo.
Ahora bien: San Luis Potosí ya legisló. ¿Hacía falta? Sí. Pero… ¿Así? ¿Tenemos la suficiente fortaleza académica, experiencia profesional y capacidades para fundamentar una legislación sobre esta materia que nos va ganando la carrera? ¿No será esto un acelerón en plena curva?
El que esto escribe, aprendiz de reportero, alcanza a ver al menos tres riesgos que no podemos ignorar:
1) La coartada perfecta del poderoso.
Frente a una investigación sólida, la respuesta fácil será: “es IA”. Si la norma deja ambigüedades, el periodista puede terminar litigando su autenticidad en vez de publicar, y esto puede generar un efecto inhibidor, una autocensura preventiva por miedo a ser acusado de crear “realidades sintéticas”.
2) La puerta trasera de la censura.
Cuando “alarma social” o “paz pública” no tienen parámetros verificables, cualquier pieza incómoda puede ser encuadrada como “desestabilizadora”. Hoy se promete que no; mañana basta un fiscal con prisas o un juez con miedo o a modo.
3) La prueba imposible.
En la práctica forense, demostrar que algo no fue generado por IA requiere peritajes especializados, sellos de procedencia, cadenas de custodia digitales. No los tenemos para temas como la IA ¿Quién los hará? ¿Con qué estándares? ¿Con qué independencia? Si no definimos eso, la balanza se inclina contra el informador.
Ante ello, creo que necesitamos definiciones más concretas, cerradas y taxativas, lo mismo que una “mente culpable” o como dicen los abogados una Mens rea probada, exigir dolo específico: intención de provocar alarma…me-di-ble y no de “sensación” de la misma.
Además, si alguien alega que una pieza es sintética o fabricada, que lo acredite con peritajes de laboratorios independientes (no “peritos de parte” -que además no hay en SLP- a modo).
Los periodistas también tenemos que tener garantías reales y no meramente declarativas.
Efectivamente hay una exclusión en la iniciativa aprobada para el ejercicio del periodismo, arte, academia y sátira, sin embargo, ¿quién garantiza que opere en los hechos, cuando alguien -como dije arriba- nada más porque sienta calor le llame a los bomberos…?
No se trata de negar el dilema —que es brutal y de múltiples aristas—, sino de evitar que la cura mate al paciente. Porque, paradójicamente, la IA que nos amenaza con fabricar mundos, también puede servir para validarlos.
A ver, para Usted mi Culto Público, le comparto dos escenarios de pesadilla y uno de esperanza:
Un “Falso con consecuencias reales”: Un “comunicado” apócrifo de Protección Civil que ordene evacuar colonias. Pánico, saqueos, accidentes. Nadie herido por la IA; todos por la estampida.
Un “Verdadero desmentido como falso”: Un video auténtico que documenta un abuso policial. Los responsables gritan “deepfake”, “IA”, un juez timorato concede medidas cautelares, y el reportero enfrenta proceso. La evidencia muere antes que el delito.
Uno de esperanza: que la norma haga lo que promete: perseguir mentiras sintéticas dañinas, proteger a víctimas (como las 400 estudiantes de Zacatecas) y blindar la crítica. Se puede, si se afina y lo hacemos de forma acompañada y profesional. No a la ligera.
La delgada línea entre vigilar y castigar —permítanme el guiño— no debería cruzarse hacia castigar al que vigila. La prensa, con sus errores y excesos que a veces tenemos (no me subo al púlpito ni tiro la primera piedra), sigue siendo el semáforo en una avenida oscura: si se apaga “por seguridad”, lo que viene no es orden, sino una carambola con trágicas consecuencias.
Cierro con una imagen. La IA es el Orson Welles de nuestros tiempos: puede narrar invasiones que no existen y desmentir revoluciones que sí ocurrieron. La diferencia será si, en San Luis, ponemos reglas claras, peritos que sepan, y un principio simple grabado en piedra: a la verdad no se le pone grillete; a la mentira, sí.
Insisto, si lo hacemos bien, con profesionalismo y sin miedo, quizá esta vez la radio hablando de marcianos no provoque pánico, sino lucidez.
Mañana será el diputado de Morena Carlos Arreola (qué casualidad) el que anuncie el desarrollo inmediato de foros con ciudadanos, académicos, especialistas, periodistas, abogados y otros grupos para discutir, plantear y afinar la iniciativa aprobada. Aunque lo convoque Arreola, ni modo, me apunto.
Nota: Esta columna no fue redactada con IA, sino con MIR (Mi Ignorancia Regular).
Hasta la próxima.
Yo soy Jorge Saldaña.
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Ciudad
Se dispara la violencia familiar en vacaciones; SSPC refuerza prevención
Juan Antonio Villa dijo que los domingos por la tarde son los días que concentran más reportes
Por: Redacción
A unas semanas del inicio formal de las fiestas decembrinas, la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) advirtió que los casos de violencia familiar tienden a incrementarse durante este periodo, especialmente después de que los niños salen de vacaciones.
El titular de la dependencia, Juan Antonio Villa Gutiérrez, señaló que cada año se registra un repunte en llamadas de auxilio relacionad as con agresiones dentro del hogar , en gran parte provocado por el consumo de bebidas alcohólicas y otras sustancias.
Villa Gutiérrez explicó que, aunque este comportamiento es cíclico, la SSPC trabaja actualmente desde el área de Prevención del Delito para que mujeres, niñas, niños y ciud adanía en general aprendan a identificar conductas violentas que a menudo se normalizan, como la violencia psicológica o económica.
“El objetivo es inhibir en lo posible el incremento de la violencia familiar”, afirmó el secretario.
El funcionario señaló que no existe una zona específica donde se concentren los reportes, pues la incidencia varía; sin embargo, detalló que los domingos por la tarde suelen ser los momentos con mayor número de denuncias, nuevamente influido por el consumo de alcohol.
La SSPC aseguró que mantendrá operativos y vigilancia reforzada durante las semanas previas y posteriores a las vacaciones decembrinas.
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Destacadas
Propuesta de sueldos policiacos en SLP reducirá actos de corrupción: SGG
La iniciativa sobre los salarios de elementos municipales se presentará antes de fin de año
Por: Redacción
J. Guadalupe Torres Sánchez, secretario general de Gobierno de San Luis Potosí, informó que las autoridades estatales continúan en el análisis y recaudación de información de la iniciativa legislativa para que los policías de los 59 municipios reciban un sueldo mínimo de 15 mil pesos. Esta medida busca brindar mayores garantías a los elementos de seguridad, reducir actos de corrupción e incluso evitar que se filtre información a grupos de la delincuencia organizada.
Para lograr dicha homologación, Torres Sánchez explicó que se han llevado a cabo mesas de seguridad en distintos municipios, donde se dialoga con presidentas y presidentes municipales para conocer su estado de fuerza
y los salarios actuales de los uniformados.Sobre estas reuniones, el secretario señaló que existe una gran disparidad salarial, pues algunos municipios pagan siete mil u ocho mil pesos mensuales, cantidad que consideró insuficiente para garantizar una vida digna.
Por último, Torres Sánchez indicó que la intención es presentar la iniciativa ante el Congreso del Estado antes de que concluya el año, con el fin de que el Poder Legislativo cuente con el tiempo necesario para su análisis.
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