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Las ironías potosinas me enamoran | Apuntes de viernes de Jorge Saldaña
APUNTES
Hijos de mis viernes: San Luis Potosí no se qué tiene en su mirar pero cada día me conquista más y más. No podría ser de otra forma, esta bendita tierra tan tupida de jardines y flores donde te dicen que sí, conquista a cualquiera por risueña, pero mucho más por caprichosa, irónica, paradójica y compleja.
Para muestra un huésped de ojal: El turbio, vulgar, falso y contradictorio conflicto en el Saucito, donde un grupo de “vecinos” sale a defender los intereses de sus vecinos, afectando a sus vecinos… ¡Nombre unos genios! diría el clásico.
Desde lejos se ve que el levantamiento por su tono rijoso, el carácter violento y absurdo (como las mentiras de mi ex) no es un movimiento genuino. No es ciudadano ni espontáneo.
Tan cierto como el aire que respiro, que hay una mano pachona y que mece la cuna, la misma que firma los cheques, basta ver nada más por curiosidad tres detalles (en esos en los que se esconde el diablo): Además de algunos acomedidos aislados, ¿Quién está pagando los miles y miles de pesos que se han gastado en pautas de publicidad en redes sociales en las última semana para fomentar la resistencia disfrazándola de defensa cultural? Los invito Culto Público a revisar el asunto, hay paginas especializadas para ello.
Otro detalle, ¿Ya vieron e identificaron a los “voceros” y presuntos “vecinos” que están al frente del movimiento? A mi se me hicieron conocidos, pero no recordaba de dónde hasta que regresaron a mi mente perturbada las imágenes de la manada de changos amaestrados que tenía bajo su control Xavier Nava Palacios, es decir, aquel grupo de Juan Antonio Rodríguez Chessani, el Gory y todos esos.
Los “nuevos líderes”, los voceros contrarios a la construcción del puente deprimido, son la nueva generación de changos, son productos semi evolucionados de aquellos que a Xavi N. Palacios tanto adoraban porque les daba su banana. (Por cierto también son bien arrastrados con Galindo)
Solamente hay que ver los videos de aquellos tiempos y amoríos, para descubrir coincidencias en las caras de los paleros del pasado convertidos en fervorosos adoradores del concreto alrededor de la iglesia de nuestro Señor del Saucito de hoy.
Todos cilindreados por supuesto por Jaime Galván Valencia.
El último diabólico detalle es el de conocer los nombres de los abogados carísimos que interpusieron un amparo contra la obra (por cierto también con antecedentes de la administración 2018-2021). ¿Los contrataron los vecinos de “acoperacha”? No lo creo.
Me suena más lógico que algún constructor agraviado, de antes y de ahora, esté metiendo recursos para seguir haciendo berrinche, antes por no ser elegido en la licitación de Fray Diego de la Magdalena, ahora simplemente por berrinche.
Ojo, no niego que sí haya vecinos que auténticamente puedan estar en desacuerdo por la obra, sin embargo no son los más ni tampoco son los que quieren que el caos vial los persiga hasta la puerta de sus casas.
Tampoco se niega que hubo conflictos al interior del templo, roces y diferencias entre la feligresía –que es muy ordenada y organizada- con la curia, pero dichas fricciones fueron ya salvadas con la intervención directa del arzobispado el jueves por la tarde noche.
Pero es magnífica la ironía: Los que dicen ser los “buenos” y amar a la ciudad, son los traidores de la misma, los generadores de caos y de malestar social. Los “buenos” que están dispuestos a ser los más mezquinos simple y sencillamente porque están convencidos de que ellos…lo harían mejor. “Kermoso” (fue el corrector).
Pero dejemos tema Saucito pidiendo que en “nuestra vida temporal nos auxilie de tal suerte que al fin consiga ir a verlo a la patria celestial…” (de preferencia confesado)
Sigamos pues con otros huéspedes de ojal como ejemplos sobre las ironías potosinas (que seguro son incontables, las de esta entrega son las recientes y apenas detectadas por este distraído aprendiz de reportero).
Solo en SLP puede ocurrir asunto de tanta peculiaridad como para que el partido político que intentó poner en riesgo el proceso electoral y de plano tumbar la Ley al respecto, haya sido el más perjudicado.
Conciencia Popular con su emprendimiento jurídico logró algo que no había logrado nadie: asegurarse de perder su registro y perder toda oportunidad para volver a tener un diputado de representación proporcional.
¡Gracias Conciencia Popular! El aumento al 3.7 por ciento para entrar en la fórmula para la distribución de curules plurinominales nos librará del partido que lo promovió. (Y luego dicen que no existen los milagros)
Otra ironía como para acabarse la garganta a carcajadas es la que nos regaló apenas esta semana la Asociación de Hoteleros de México, que otorgó la distinción de “Hotelero del Año” a don Rafael Armendáriz Blázquez.
Nadie escatima su trayectoria y su empeño por el gremio, pero hay un pequeño detalle: El Hotelero del Año… desde hace años que ¡no tiene hotel! (Dígame si no es una maravilla ésta ciudad).
Otra sátira mordaz producto de las circunstancias que merece más espacio quizás en una entrega posterior, es la queja sentida del presidente de los restauranteros que aseguró que los cobros del agua “rayan en la extorsión”.
Así como lo leyó, Culto Público e hijos de mis miradas casuales, resulta que ahora que se están detectando tomas clandestinas y cuentas de varios restaurantes finos que llevan años sin pagar la cuenta del agua (pero que no regalan ni uno en la cuenta) no pudieron pasar el bocado de la legalidad y se quejan de “extorsión”. Que risa.
Y para rematar, les dejo de tarea el caso del vocero de una organización dedicada a señalar y observar la corrupción, que exige (pero en mayúsculas) se cometa un acto de corrupción para que sea aceptado en una institución educativa un presunto afectado psicológicamente por hacer fila, es decir… su hijo que no pasó el examen.
Qué ciudad tan bendecida por la singularidad, y tan bonitas ironías. San Luis: no te cambio por nada.
Hasta la próxima Culto Público (me retiro con prisa porque en la botana son muy estrictos y ya llevo dos retardos).
Jorge Saldaña.
Agradezco a mi amigo el diseñador Carlos Ramírez por la fotografía proporcionada para ilustrar mis apuntes.
También lee: Un cuento, una corcholata y un tamal | Columna de Jorge Saldaña
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Unicornio trasquilado | Apuntes de Jorge Saldaña
APUNTES
Culto Público: los animales mitológicos tienen algo en común: todos fueron creados para explicar un castigo. El dragón que arrasa pueblos por orgullo, la sirena que encanta para hundir barcos, el unicornio que se pierde por no saber dónde pisa
La UASLP, ese unicornio institucional que se cree intocable, y creyó invencible, acaba de descubrir que la política no cree en seres fantásticos. El Congreso, en lugar de domarlo y admirarlo con sabiduría, decidió arrancarle el rin colorido a tijeretazos.
Porque la UASLP cruzó por todo en este año: una crisis interna por una violación en una facultad, edificios tomados, manos externas metiendo ruido, paros, la ciudad paralizada y, por si algo faltaba, un adeudo estatal que se prolongó lo suficiente como para poner en terapia intensiva su estabilidad financiera.
Aun así, el unicornio resistió. Lo que no resistió —o no quiso resistir— fue la tentación de la soberbia.
La institución respondió al conflicto de los 206 millones adeudados con entereza (iba a poner con “gallardía” pero podría confundirse el apellido con el sustantivo) y ganó la batalla a costa del relato.
En todo el camino, no sumó aliados, sino enemigos: altivez frente al Congreso y constantes insinuaciones de pureza moral frente a la corrupción ajena, y un aislamiento que yo he descrito —con toda intención poética y política— como la isla de Cuba académica: orgullosa, autosuficiente en el discurso, y convencida de que todo aquel que no viva dentro de sus fronteras es un tonto, un corrupto o un vendido.
Hasta que llegó hoy la votación del Presupuesto 2026.
El Ejecutivo había propuesto 506 millones para la Máxima Casa de Estudios, con lo que podría comprometerse a firmar, la primera semana del año que viene, el convenio federal–estatal que permite a la Universidad respirar sin sobresaltos, sin embargo, la Comisión de Hacienda decidió otra cosa: ¿Cuáles 506 millones? 320 millones y un casi, casi “y di que te fue bien”.
Hace unas horas el Pleno del Congreso lo aprobó junto a todo el paquete económico enviado por el ejecutivo sin oposición (una abstención aislada no pinta).
En el caso UASLP, el recorte de 186 millones de pesos representa una estocada política que no requiere demasiada hermenéutica.
El unicornio sintió el golpe aunque se resistan a aceptarlo (nunca lo harán, acudirán al rol de víctimas del imperio…y puede que tengan razón).
Pero ojo, no es que nuestra Máxima Casa de Estudios no tenga argumentos —la autonomía universitaria merece respeto y la ciencia pública debería ser una prioridad del Estado— pero ¿Quién defendió a la Uni ante el tijeretazo presupuestal?
Hay que recordar que después de plantones cruzados, mensajes altaneros y una narrativa de “nosotros sí sabemos, ustedes solo firman”, la Universidad descubrió que las instituciones también pagan facturas… y que los diputados cobran sin contemplaciones los agravios.
Pero aquí es donde el análisis debe elevarse por encima del enojo y de los egos heridos: los diputados pueden sentirse agraviados, y con razón; pero legislar desde la víscera siempre dejará daños colaterales.
Y esos daños no los paga ni el rector, ni los legisladores, ni los pleitos entre poderes: los paga la comunidad estudiantil, docentes, investigadores, trabajadores… 30 mil personas que no tienen culpa de la coreografía de soberbias entre Rectoría y Congreso.
Lo del recorte oficializado a 25 votos a favor, no debería celebrarse por nadie. Ni por quienes sienten que “ya pusieron en su lugar” al unicornio. Ni por quienes creen que el recorte les permitirá instalar una narrativa de victimización heroica.
Porque a estas alturas, lo único claro es que todos se equivocaron.
La Universidad se equivocó al suponer que la autonomía es un blindaje moral absoluto, cuando en realidad es una responsabilidad que exige diálogo, transparencia y mesura política.
El Congreso se equivocó al responder con tijera en mano a un conflicto personal (ah esa bella y caprichosa condición humana) que debió resolverse con inteligencia institucional, diplomacia, dialogo y apertura, no con revancha presupuestal.
Y el Gobierno del Estado —quizá sin querer— empieza a asomarse a un precipicio propio: el de tropezar con la misma piedra del año pasado. Porque hoy tiene aprobados 320 millones, pero en enero la Federación enviará —como es regla— un convenio para firmar por más de 506 millones.
Si gobierno lo firma, vuelve a quedar descuadrado su propio presupuesto. Si no lo firma, abre un frente innecesario con la presidenta Claudia Sheinbaum, justo en un 2026 donde Morena y el Verde necesitan parecer aliados… aunque localmente anden del chongo.
Decirle que no a la presidenta, lo mismo en un convenio que en una reunión (como a la que convocó éste día al gobernador Gallardo) no es un tema simple.
Total que entre unos y otros olvidaron lo esencial: La educación pública es un asunto de Estado, no un concurso de a ver quién parpadea más rápido.
Y aquí es donde conviene recordar y aplicar esa cartulina que apareció en la Facultad de Medicina durante el intento de tumbar al rector, pero adecuada al legislativo “Los diputados pueden ser pendejos… pero son nuestros pendejos (y los únicos que tenemos)”. Tienen la facultad y la usaron.
La frase, además de brutal, encierra una pedagogía política: uno puede criticar con severidad a sus instituciones, pero defenderlas cuando están bajo ataque, y los diputados pues… también se defendieron.
Entre tanto, el gobernador podrá decir, con razón y facultades, que él envió la propuesta para la UASLP por los 506 millones necesarios.
Los diputados podrán decir, con razón y facultades, que al no recibir información financiera suficiente (y haberse sentido “ninguneados”-esa es la verdad-) los 320 millones son la cantidad correcta para la institución.
La Universidad podrá decir, con razón y facultades, que el convenio con la Federación requiere otra cifra y que los 320 millones significa cometer un mismo error dos veces. (Les dirá tontos e irresponsables nuevamente).
Y sin embargo, al menos para quien esto escribe, todas esas razones juntas no construyen un camino, sino un pantano.
Porque si este año la crisis por 206 millones puso a la UASLP al borde del colapso, ¿qué ocurrirá con un déficit similar el próximo año, cuando ya no haya un adeudo por corregir? ¿Quién pondrá la diferencia? ¿El Estado? ¿El Congreso? ¿La Federación? ¿Santa Clausula de las emergencias?
¿O la comunidad universitaria tendrá que aprender a vivir al filo del impago como si fuera parte del plan de estudios?
El unicornio, siendo mitológico, se está desdibujando por la realidad: la autonomía no sirve de nada si no hay presupuesto para pagar, otra vez, la nómina de tarde o temprano.
Para deshacer el nudo se necesita menos soberbia y más alianzas lo mismo que menos revancha y más perspectiva histórica.
El Gobierno por su parte necesita mirar dos veces el camino, no vaya a ser que tropiece con la misma piedra… y esta vez las implicaciones alcancen otras pistas.
Ni modo, por el momento no hay marcha atrás. El presupuesto está aprobado y no hay milagro navideño que pueda modificarlo.
La UASLP sobrevivirá. No hay duda. La pregunta es ¿Cómo? ¿Alcanzará la magia del Unicornio para que la federación ponga la diferencia localmente recortada?
Para rematar, Culto Público, en este pleito de instituciones agraviadas, realidades humanas y tableros confusos, el único que no ha dicho palabra es también el único que importa: el estudiante que solo quiere estudiar y no entender por qué la política mueve el piso bajo sus pies cada diciembre.
Pero no crean que por no hablar, no entienden, y por experiencia sabemos que cuando ellos hablan…hablan fuerte.
Hasta la próxima. Yo soy Jorge Saldaña.
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Sí se busca remover a todos los concejales de Villa de Pozos: Serrano
El legislador explicó que la remoción sería un procedimiento natural del Congreso, la presidenta Patricia Aradillas permanecería en el cargo
Por: Cristian Betancourt
El diputado local Héctor Serrano confirmó que existe la intención de remover a los concejales de Villa de Pozos, también precisó que este proceso se realizaría de la misma forma en que fueron designados, como la establece el marco legal y los transitorios aprobados.
En entrevista, Serrano explicó que la facultad de retirar a los integrantes del concejo municipal recae en el Congreso, el cual debe seguir el procedimiento formal a tráves de un acuerdo con la Junta de Coordinación Política (Jucopo)
y después someter la decisión a votación del Pleno.Serrano fue enfático al señalar que la presidenta Patricia Aradillas no está contemplada dentro de los cambios, pues la revisión se centra en 14 concejales.
Finalmente, el legislador reconoció que la agenda se encuentra “apretada”, pero reiteró su compromiso de informar con claridad la información.
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El IMSS SLP dejó expirar millones de pesos en medicamentos
Vacunas reetiquetadas. Tratamientos para cáncer, diálisis e hipertensión abandonados en un almacén del IMSS en la capital
Por: Redacción
En el almacén delegacional del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en San Luis Potosí —ubicado en Avenida de los Conventos 107— quedaron abandonados cientos de medicamentos y vacunas que nunca llegaron a los pacientes, pese a que muchos de ellos dependen de estos insumos para sobrevivir.
De acuerdo con Fuerza Informativa Azteca, documentos muestran que más de 30 millones de pesos en fármacos caducaron en este espacio sin haber sido distribuidos.
El caso más grave corresponde al medicamento Ribociclib, utilizado en el tratamiento de cáncer de mama: 196 piezas, valuadas en casi 5 millones de pesos, fueron dejadas vencer. A ello se suman 8 mil 400 piezas de Sevelamero, empleado para pacientes en diálisis, con un valor cercano a 9 millones de pesos, y 371 mil piezas de Irbesartán, recetado para la hipertensión arterial, cuyo costo asciende a 17 millones de pesos. Ninguno fue entregado a tiempo.
Personal del IMSS denunció que la problemática también afecta a las vacunas. Las cajas vacías regresan a los almacenes, donde —según los testimonios— se reetiquetan y rellenan con dosis caducadas o próximas a vencer , que luego se redistribuyen a unidades médicas sin una revisión minuciosa.
A esta situación se suma la polémica contratación, por adjudicación directa, de la empresa Medam, encargada de recolectar insumos caducos. Esta compañía fue clausurada previamente en Yucatán y Baja California Sur por el mal manejo de residuos biológicos y peligrosos. La Semarnat documentó que Medam vertía materiales contaminantes —incluidos medicamentos— que terminaron afectando ríos y mantos acuíferos.
El almacén, que debería ser el punto de distribución para todas las unidades del IMSS e IMSS-Bienestar en San Luis Potosí, se convirtió en un depósito donde tratamientos esenciales jamás llegaron a quienes los necesitaban, dejando a pacientes con cáncer, insuficiencia renal e hipertensión sin alternativas y evidencia de un grave desorden administrativo.
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